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Especialista: "El autismo sí es recuperable


"Fuente: Jessica Celis/ Mujer Publimetro Fecha: 23 de septiembre de 2014 

 En 10 años el autismo ha aumentado en un 78% en el mundo. El trastorno es considerado mayoritariamente como
una enfermedad genética, pero visiones como el protocolo de Andreas Kalcker lo instala en otra vereda, y lo entiende
como una parasitosis combinada con una intoxicación de metales pesados como consecuencia del mundo en que
vivimos. Y apuesta por su sanación. El 27 de septiembre su creador dará una conferencia en Chile. Carolina Ortiz,
directora de la Fundación Luz Dorada, promotora del tratamiento en el país, explica sus alcances.

(Foto: Publimetro)

Hay muchos doctores que plantean que el autismo es una enfermedad genética, pero en 10 años ha
aumentado en un 78%, entonces no hay genética que aguante. La genética no cambia en 10 años,
menos con esos números: es un caso en cada 50 niños. Es una pandemia. Se estima que de aquí a
10 años sería uno de cada nueve. Contrariamente a esto, el protocolo de Andreas Kalcker es un
tratamiento que entiende el autismo como una parasitosis combinada con una intoxicación de
metales pesados como consecuencia del mundo en que vivimos y cree que es recuperable", explica
Carolina Ortiz, directora de la Fundación Luz Dorada, organización que busca instalar esta postura y
tratamiento en nuestro país, promoviendo la ayuda a las familias. "Queremos demostrar que el
autismo es recuperable, necesitamos remecer este país", agrega .
 

La factor alimentos
La experta cifra la teoría de que el autismo es tratable y curable en investigaciones. "Consumimos
leche que se guarda en envases de aluminio, carne con antibióticos, verduras con pesticidas,
hormonas en alimentos, desodorante con aluminio, agua con flúor. Eso, más el nivel de
contaminación ambiental son una bomba de tóxicos con los que convivimos. Cuando uno toma
antibióticos el cuerpo altiro se resiente, imagínate lo que es ingerirlos constantemente a través de lo
que comemos ¿entonces cómo vamos a tener una flora intestinal equilibrada? El niño nace y recibe
altiro una primera vacuna oral que es tóxica. Después, si tiene suerte, toma leche materna, pero
también empieza el consumo de los suplementos que tienen una fórmula complejísima. Luego
vienen los colados, que ya no son como antes. Si se hacen en la casa son con verduras llenas de
pesticidas y si se compran envasados, vienen llenos de preservantes y colorantes que no sabemos
que son. Para mí los niños autistas son consecuencia de todo eso, niños con un intestino enfermo",
enfatiza.

El llegar a esta afirmación no es tan "alocado" como algunos pueden pensar. Y tiene que ver
básicamente con la especialidad médica que en la actualidad ve el autismo. "Uno de los grandes
problemas es que el autismo lo ve el neurólogo, pero él es un profesional que ve la cabeza. Si tú vas
a un parasitólogo y le expones los mismos síntomas que le diste al neurólogo –que el niño no
duerme, rechina los dientes, que le pica la nariz, que se rasca mucho el trasero, etc.- te va decir que
son parásitos y el tratamiento debe ser antiparasitante", detalla .
 

El protocolo de Andreas Kalcker


Andreas Kalcker viene a Chile con un objetivo: separar al niño autista de antaño –que es el prototipo
del niño genial, tal como lo vimos en la película "Ray Ma"– del niño con conductas autistas. Él dice
que estamos frente a niños con conductas autistas porque los parásitos se vuelven mucho más
agresivos con los metales pesados. "Cuando un cuerpo recibe una vacuna, el parásito se escapa e
invade todo el cuerpo. Los parásitos botan muchas toxinas y tiran mucha morfina, amorfinando el
intestino y la boca de los niños. Por eso los autistas no mastican y defecan por rebalse, no controlan
su esfínter. Al estar amorfinados pierden el flujo intestinal. Hay muchos niños que incluso, pueden
comer sus propios excrementos. Los niños autistas son obsesivos por comer cierto tipo de alimentos.
Todo eso es por los parásitos. El parásito es la especie más antigua del planeta, entonces, aunque
quieran mostrar que Chile es un país libre de ellos, es ridículo pensar que no hay. De hecho, acá y
en varios países, ya no existe la especialidad de parasitología porque se cree que no existen. No hay
estudios tampoco de enfermedades asociadas a parásitos, como el autismo, la fibromialgia, algunos
tipos de cáncer, Parkinson, Alzheimer. Todas esas patologías tienen el mismo tipo de flora
intestinal".

Este tratamiento es un protocolo de desintoxicación tanto de parásitos como de metales que debe
ser muy lento y que consta de 3 etapas.

• Lo primero es darle al niño una dieta para dejar de alimentar a los parásitos y nutrir al cuerpo. La
dieta implica quitarles la leche, todo lo que tenga conservantes, azúcar, soya, etc. "La nutrición, para
mí, parte esencialmente por darles caldos de pollo, carne o verduras hervidos, no fritos ni asados. La
palta es un muy buen alimento también y en la medida que empiezan a nutrirse se ven sus mejorías,
ya que empiezan sus respuestas inmunológicas y los parásitos empiezan a morir. Ahí empiezan las
primeras respuestas parasitarias y es donde ves, por ejemplo, a los niños con síndromes de
abstinencia –igual que los drogadictos– porque quieren ciertos tipos de alimentos que el parásito
demanda. Las primeras dos semanas son las más difíciles y la complejidad depende de la edad y de
cuán adicto a un alimento es el niño. Cuando ya superan esa etapa, sabemos de recuperaciones en
que el niño ya comienza a hacer altiro contacto visual, una clara muestra de su recuperación. Recién
después de un mes se puede pasar a la etapa dos", explica Ortiz .
• Aplicación del clorito de sodio, que funciona por oxidación. "El Ph de un cuerpo sano es 7.
Cualquier Ph inferior es un estado muy grave. La mayoría de los niños autistas tiene un Ph que
ronda en el 6.8, porque su acidez intestinal es inmensa, producto de la carga patógena (que incluye
virus y bacterias). Lo que hace el clorito de sodio es que actúa como un gas que busca la zona ácida
y oxida cualquier patógeno que vibre en un Ph menor a 7. Esa es su gracia. Lo que hay que cuidar
es que la dosis aplicada debe ser aplicada en un proceso gradual, que vaya de acuerdo a cada
cuerpo, que no lo vaya a reventar. Los cuerpos de los niños autistas son cuerpos muy desgastados y
no todos necesitan la misma dosis. El pero del clorito es que no mata cuerpos grandes de parásitos
que están muy viejos y ahí viene la tercera etapa", agrega.

• Luego de un mes de aplicar el clorito de sodio –y a dos meses del comienzo del tratamiento y
cuando se ha llegado a la dosis recomendada por peso del niño– se aplica el protocolo propiamente
tal, que trabaja con antiparasitantes no sistémicos, cuya característica es que funcionan
exclusivamente a nivel intestinal y tienen muy poca absorción, lo que impide que trabajen el hígado y
los riñones, los principales órganos responsables de la desintoxicación de un cuerpo. "Hay que
entender el autismo como una intoxicación general, por lo que hay que ir muy paulatinamente
ayudando al cuerpo del niño intoxicado, para que recupere su capacidad de defensa, hasta que
llegue el punto de que se defienda ante cualquier carga tóxica. Estamos frente a una medicina que
no entiende el cuerpo como un organismo, donde el boom de la vacuna ha hecho que ahora haya
virus que son resistentes. Hay estudios que demuestran que niños vacunados contra el sarampión lo
han padecido y otros que no han sido vacunados no. Entonces, también estamos siendo tiranizados
por una empresa farmacológica de la vacuna que no entiende la respuesta inmunológica del cuerpo,
que lo enferma. El cuerpo tiene todo para defenderse. Si primero que todo estamos bien
emocionalmente, sin estrés, lo que es la principal fuente de salud, nuestra respuesta inmunológica
será alta. Una persona emocionalmente sana va a tener un cuerpo con respuesta inmunológica y si a
eso le sumamos una alimentación sana, sin conservantes, sin antibióticos, no es necesario
vacunarse", sentencia.

A falta de médicos que los apoyen, las familias pertenecientes a Luz Dorada, trabajan en la
búsqueda de parásitos en los excrementos de los niños para probar su tesis y contribuir con el
tratamiento.
 

RECUPERACIONES CON PROTOCOLO DE


KALCKER

Los avances con este tratamiento ya ven buenos resultados internacionalmente: 144 casos de niños
recuperados en 10 años.
 
SÍNTOMAS PARA RECONOCER UN POSIBLE
CASO DE AUTISMO EN UN NIÑO:

- Empiezan a andar en puntas de pies.


- Son obsesivos con cosas que dan vuelta.
- Aletean.
- No responden a su nombre.
- No hacen contacto visual.
- Si es que tienen lenguaje es muy poco.
- Tienen pataletas extrañas.
- Son obsesivos con ciertos alimentos y no comen de todo.
- Su caca es pastosa y diarreica o sufren estitiquez.
- Pueden sufrir dolores de cabeza o musculares.
 

TERAPIA TRADICIONAL VS PROTOCOLO DE


KALCKER

Una terapia tradicional óptima para un niño autista puede llegar a costar $800.000 mensuales. El
protocolo de Kalcker alcanza un valor promedio de $50.000 mensuales, transformándose en una
esperanza para las familias de escasos recursos.

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