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¿Qué aspectos positivos y negativos surgieron de estas experiencias de trabajo colaborativo?

Positivamente y desde que inicie este propósito de vida he encontrado toda una serie de ejercicios
reales que me motivan a emprender acciones en mi acto pedagógico. La oportunidad de
actualización de conceptos con el concurso de mis compañeros ha sido gratamente satisfactoria.
Los complementos de conocimiento o entendimiento de los temas con el aporte de los demás
integrantes del equipo, construyen un escenario más completo del objetivo planteado. No todo es
color de rosa, negativamente he encontrado dificultades de entendimiento que están enfocadas
en la coordinación de esfuerzos, siento que la clave está en una planeación y organización de los
proyectos, por pequeños que sean, porque de ello depende que las responsabilidades y tiempos
se distribuyan y entreguen de manera apropiada y equitativa. Superado lo anterior, un equipo
maduro y organizado es una fórmula ganadora para emprender cualquier proyecto orientado a
conseguir un resultado mutuo.

¿Qué tendríamos que hacer para asegurar que este tipo de experiencias sean viables y efectivas
con nuestros alumnos en un curso actual o futuro?

Considero que es necesario encontrar en la conformación del grupo ese detonante de motivación
que le impulse la participación y la cooperación. Acompañar, mientras no se tengan ciertas
competencias de planeación y organización, en la orientación de la distribución de tareas para el
concurso de todos los integrantes de equipo. Definir con el consentimiento de sus integrantes en
el cronograma de entregas (hitos) para el seguimiento del proceso. Tratar de estructurar esta
metodología de planeación y organización en cada uno de nuestros educandos es un verdadero
acierto para asegurar profesionales competentes en el trabajo en equipo con roles de líder o de
miembro activo de un equipo de trabajo.

¿Qué aprendí del tema en la teoría y la práctica?

Teóricamente me entusiasme con el concepto de la Acción Comunicativa desarrollada por


Habermas, en donde la educación por existir un proceso básico de comunicación se entremezclan
acciones instrumentales, estratégicas y comunicativas, unas y otras orientadas a establecer un
entorno de interacción con un campus, plataforma o tecnología que simule el aula de clase
(instrumento) además de acciones de discusión y diálogos social y argumentativos en donde se
propicia la transferencia y construcción de conocimiento. De manera práctica, que para madurar
en este tipo de experiencias es necesario de una planeación del proyecto para evitar
malentendidos y desavenencias.

¿A qué conclusiones llegó a cerca del tema?

Estas fórmulas actuales de aprendizaje virtual y trabajo colaborativo con las que nos enfrentamos
en nuestras experiencias de clase, deben ser trasladadas a nuestros ambientes y actos
pedagógicos. Conocer y mostrar sobre las experiencias profesionales de trabajo colaborativo a
nuestros alumnos en el contexto mundial y educativo es un verdadero ejercicio para motivar estas
prácticas en las dinámicas del proceso de enseñanza-aprendizaje que lideramos en nuestras
instituciones.

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