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8- Busca ayuda
Si tu hijo no es capaz de interiorizar lo que está ocurriendo ni tampoco de reaccionar ante esos
hechos y ya has intentado por todos los medios que tenías a tu disposición que entendiera que
papa y mamá ya no están juntos, tal vez deberías plantearte buscar la ayuda de un profesional.
No es recomendable que el niño esté mucho tiempo en un estado de shock o negación ante la
situación que está viviendo ni tampoco estaría dentro de lo normal que no le diera mucha
importancia a lo sucedido. Ambos caminos pueden ser una respuesta de defensa ante una
situación dura o traumática.
Los expertos, podrán ayudar a tu hijo y podrán facilitarte pautas con las que podrás ir trabajando
este tipo de respuestas. Por otro lado, también si lo ves necesario, podrás encontrar el apoyo que
necesitas para afrontar este proceso.
Listas
Los hijos del divorcio pueden tener problemas para expresar necesidades o deseos. Una forma de
ayudarlos es creando listas. Por ejemplo, un niño puede desarrollar una lisra de lo que necesita
de su padre. Puede escribir que necesita que el padre le hable con respeto a la madre en su
presencia. También podría escribir que quiere que lo llame para desearle buenas noches. Otra
lista podría incluir los miedos. El niño podría escribir "tengo miedo de no ver más a mi padre",
"tengo miedo de que mi madre hable mal de mi padre" o "tengo la culpa del divorcio de mis
padres". Alentarlo a explicar metódicamente lo que necesita o teme podría ayudarlo a sentir
control. Las listas lo pueden ayudar a organizar sus pensamientos durante este tiempo caótico en
su vida.
Juego de roles
Los juegos de roles le dan la oportunidad al niño de actuar acorde a sus sentimientos y puede
ayudar a simular una conversación para aquellos que, de otra manera, les costaria mucho hablar.
Los niños necesitan que se los escuche y que sus sentimientos tengan valor. De acuerdo con un
artículo en Helpguide.com, "Podrías no ser capaz de solucionar sus problemas o cambiar su
tristeza, pero es importante que tomes conciencia de sus sentimientos". Al hacer juego de roles,
el niño se sentirá libre de actuar su enojo y ofrecerle al adulto la oportunidad de asegurarle de
que está bien que se sienta así. Por ejemplo, un niño podría sentirse capaz de gritarle a su madre
(interpretada por un consejero), y la persona que interpreta a su madre entenderá sus emociones,
repetirá lo que siente y le reasegurará que es entendible y razonable.
Arte
Los niños no siempre pueden explicar los sentimientos con palabras. El arte les permite mostrar
lo que sienten. Usan colores para expresar emociones. Los adultos pueden dar indicaciones como
"dibuja una imagen que muestre cómo te sientes hoy", "dibuja algo que te recuerde a mamá y
papá" o "dibuja lo que te está enojando". Un artículo de 2010 de la University of Missouri
publicado en Yourchildyourdivorce.com recomienda hacer preguntas sobre el dibujo luego. Un
consejero podría decir "noto que hay mucho rojo alrededor de tu padre. ¿Qué puedes decir sobre
esto?" o "¿Por qué crees que elegiste dibujar a tu madre tan pequeña y alejada?". Las preguntas
ayudarán a que comience a comunicarse.
Escribir un diario
Escribir en un diario puede ayudar a que el niño exprese de forma privada sus emociones. El
adulto lo puede alentarlo a hacerlo todos los días, y asegurar que estará a salvo y será un secreto.
El niño podría elegir escribirle directamente a alguno de sus padres en forma de carta, pero no
tiene que mostrárselo. Un diario es un lugar donde el niño puede decir cualquier cosa sin sentirse
juzgado, analizado o expuesto.
Emparejamiento emocional
Corta una serie de rostros con distintas expresiones de emoción. Tristeza, alegría, miedo, ira,
asco y sorpresa son ejemplos de las diferentes emociones a representar. Dispón los rostros sobre
la mesa. Escribe varias situaciones en una tarjeta y ponlas en un frasco. Agítalo bien y haz que
los niños saquen una tarjeta. Lee la situación y haz que tu niño escoja la fotografía que muestra
esa emoción.
Haciendo caras
Siéntate con tu hijo en la mesa de la cocina con una pila de tarjetas. Cada una debe tener una
emoción escrita en ella. Tú y el niño deben turnarse para sacar tarjetas y hacer una cara adecuada
a la emoción escrita. Anima a tu hijo para representar la emoción de manera diferente cada vez
que la saca, demostrando las diferentes expresiones faciales que podrían relacionarse con una
sola emoción. Para hacer el juego divertido, añade un comodín marcado como "ridículo",
permitiendo a la persona que eligió la tarjeta tratar de hacer la expresión más ridícula posible,
mientras que el otro jugador trata de no reír.
Bingo emocional
Dibuja cajas en una hoja de papel y corta imágenes de personas con distintas emociones de una
revista. Pega estas imágenes al azar en el papel. Escribe una lista de las emociones
correspondientes en pedazos de papel y colócalos en un frasco. Luego saca las emociones al azar
y léelas. Si un jugador tiene una foto de una de las emociones, pon la hoja de papel sobre esa
imagen. El primer jugador que complete una línea a lo largo, hacia arriba y abajo o en diagonal,
gana.
Un collage de sentimientos
Los collages le agregan un aspecto creativo a las actividades con sentimientos. Cada chico
comienza con una gran hoja de papel construcción o una cartulina como la base del collage. Los
chicos cortan imágenes de las revistas que estén relacionadas con emociones. Anímalos a
encontrar distintas emociones para mostrar el rango completo de sentimientos. Otra opción es
crear collages de clase. Utiliza un trozo de papel diferente para cada emoción. Escribe el nombre
del sentimiento en letras grandes en el medio de la hoja. Los niños podrán relacionar las
imágenes a los distintos sentimientos. Pueden pegar las imágenes en el papel adecuado
basándose en la emoción mostrada en la foto. Puedes colgar los collages en la habitación como
una referencia para los chicos.