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Celulosa

La celulosa es un biopolímero compuesto exclusivamente


de moléculas de β-glucosa1 (desde cientos hasta varios miles de
unidades), pues es un homopolisacárido. La celulosa es
la biomolécula orgánica más abundante ya que forma la mayor
parte de la biomasa terrestre..
Igualmente la pueden producir algunos seres vivos que pertenezcan
al reino protista.

La celulosa fue descubierta en 1838 por el químico francés Anselme


Payen, que la aisló a partir de materia vegetal y determinó su
fórmula química. La celulosa fue utilizada por Hyatt Manufacturing
Company para producir el primer polímero termoplástico con éxito
en 1870, el celuloide. La producción de rayon ( "seda artificial") a
partir de la celulosa comenzó en la década de 1890 y el celofán fue
inventado en 1912. Hermann Staudinger determinó la estructura de
polímero de la celulosa en 1920. El compuesto fue sintetizado por
primera vez químicamente (sin el uso de ninguna enzima de origen
biológico) en 1992, por Kobayashi y Shoda.

La celulosa se forma por la unión de moléculas de β-D-glucosa


mediante enlaces β-1,4-O-glucosídico. Al hidrolizarse totalmente se
obtiene glucosa. La celulosa es una larga
cadena polimérica de peso molecular variable, con fórmula empírica
(C6H10O5)n, con un valor mínimo de n= 200.

La celulosa es un polisacárido estructural en las plantas, ya que


forma parte de los tejidos de sostén. La pared de una célula vegetal
joven contiene aproximadamente un 40 % de celulosa;
la madera un 50 %, mientras que el ejemplo más puro de celulosa
es el algodón, con un porcentaje mayor al 90 %.
A pesar de que está formada por glucosas, los animales no pueden
utilizar la celulosa como fuente de energía, ya que no cuentan con
la celulasa, la enzima necesaria para romper los enlaces β-1,4-
glucosídicos y por ello los animales no pueden digerirla. Sin
embargo, es importante incluirla en la dieta humana (fibra dietética)
porque al mezclarse con las heces facilita la digestión y ayuda con
el estreñimiento.
En el aparato digestivo de los rumiantes (pre-estómagos), de
otros herbívoros y de termitas, existen microorganismos,
muchos metanógenos, que sí poseen la celulasa y logran romper el
enlace β-1,4-glucosídico y cuando este polisacárido es hidrolizado
quedan disponibles las moléculas de glucosas como fuente de
energía.
Hay microorganismos (bacterias y hongos) que viven libres y
también son capaces de hidrolizar la celulosa. Tienen una gran
importancia ecológica, pues reciclan materiales celulósicos como
papel, cartón y madera. De entre ellos, es de destacar el
hongo Trichoderma reesei, capaz de producir cuatro tipos de
celulosas: las 1,4-β-D-glucancelobiohirolasas CBH i y CBH II y las
endo-1,4-β-D-glucanasa EG I y EG II. Mediante técnicas
biotecnológicas se producen esas enzimas que pueden usarse en el
reciclado de papel, disminuyendo el coste económico y la
contaminación

La celulosa es la sustancia que más frecuentemente se encuentra


en la pared de las células vegetales, y esta fue descubierta en
1838.
La celulosa constituye la materia prima del papel y de los tejidos de
fibras naturales. También se utiliza en la fabricación
de explosivos (el más conocido es la nitrocelulosa o "pólvora para
armas"), celuloide, seda artificial, barnices y se utiliza como
aislamiento térmico y acústico, como producto derivado del papel
reciclado triturado.

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