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SUBDIRECCIÓN ACADÉMICA
DEPARTAMENTO DE QUIMICA Y BIOQUIMICA
Ingeniería Bioquímica
Periodo Enero - junio 2019
Asignatura:
Ciencia y Tecnología de los Alimentos
Unidad I
Nombre del Trabajo:
2.1 Polisacáridos:
Alumno:
Navarrete Salas Araceli Saraí 14211989
Los usos de los derivados de la celulosa son muchos y muy variados; por ejemplo,
en el control de la cristalización de la lactosa para la fabricación de helados; en la
elaboración de productos congelados; en
aderezos para conferir “cuerpo” e
incrementar la viscosidad; en mezclas con
otras gomas para evitar la sinéresis; en
alimentos dietéticos (pues no se
metabolizan), etcétera. (Badui, 2006)
2.1.2 Hemicelulosa
Una de las hemicelulosas más abundantes es la que está integrada por la unión
β(1,4) de unidades de D-xilopiranosas; a esta estructura lineal básica ocasionalmente se le
enlazan grupos de L-arabinofuranosas mediante los carbonos 2 o 3 de la xilosa. (Badui,
2006)
Las hemicelulosas tienen una alta habilidad de absorber agua, razón por la cual se
dice que son solubles; al absorber agua en los intestinos ayudan a la formación de heces y a
la mejor y más fácil eliminación de éstas, por lo que son ingredientes en la manufactura de
varios productos farmacéuticos para este propósito. (Badui, 2006)
2.1.3 Almidón
Desde el punto de vista químico, el almidón es una mezcla de dos polisacáridos muy
similares, la amilosa y la amilopectina; el primero es producto de la condensación de ᴅ-
glucopiranosas por medio de enlaces glucosídicos ɑ(1,4), que establece largas cadenas
lineales con 200 - 2500 unidades y pesos moleculares hasta de un millón; es decir, la
amilosa es una ɑ-ᴅ-(1,4)-glucana, cuya unidad repetitiva es la ɑ-maltosa. Tiene la facilidad
de adquirir una conformación tridimensional helicoidal (figura 2.21), en la que cada vuelta
de la hélice consta de seis moléculas de glucosa. (Badui, 2006)
El yodo reacciona con la amilosa y genera un fuerte color azul característico debido
al complejo que se establece entre una molécula de éste con cada 7-8 glucosas; para
desarrollar adecuadamente la coloración se requiere un mínimo de 40 residuos de
monosacárido, las cadenas muy cortas de amilosa, en lugar de azul producen un color rojo.
Aparentemente el complejo amilosa-yodo se establece por la inclusión del I 2 en la hélice,
mecanismo semejante al que se observa en los monoglicéridos que se usan en la
elaboración del pan. Por otra parte, la amilopectina sólo forma complejos con una pequeña
cantidad de I2 y desarrolla una coloración roja. (Badui, 2006)
2.1.3.1 Gelatinización
Los gránulos de almidón son insolubles en agua fría, debido a que su estructura está
altamente organizada y a que presenta una gran estabilidad por las múltiples interacciones
que existen con sus dos polisacáridos constituyentes; sin embargo, cuando se calientan
empieza un proceso lento de absorción de agua en las zonas intermicelares amorfas, que
son las menos organizadas y las más accesibles, ya que los puentes de hidrógeno no son tan
numerosos ni rígidos como en las áreas cristalinas. A medida que se incrementa la
temperatura, se retiene más agua y el gránulo empieza a hincharse y a aumentar de
volumen, fenómeno que puede observarse en el microscopio, sin que se presente un
aumento importante en la viscosidad; una vez que la parte amorfa se ha hidratado
completamente, la cristalina inicia un proceso semejante, pero para esto se requiere más
energía. (Badui, 2006)
Cabe indicar que al final de este fenómeno se genera una pasta en la que existen
cadenas de amilosa de bajo peso molecular altamente hidratadas que rodean a los
agregados, también hidratados, de los restos de los gránulos. La solubilización y la
destrucción total de dichos gránulos se consigue cuando se someten a temperaturas de
autoclave y se acelera considerablemente con una agitación violenta. La cantidad de agua
que absorben los diferentes almidones varía, pero se puede considerar que va de 40 a 55
gramos de agua por cada 100 g de sólido; en la figura 2.24 se comprueba que el almidón de
maíz se hincha mucho menos que los
almidones de papa, tapioca y sorgo céreo y,
además, que los modificados tienen una
capacidad de hinchamiento diferente a la que
presentan de manera natural. (Badui, 2006)
2.1.3.2 Retrogradación
A partir de este hidrato de carbono se obtienen distintos derivados, como la glucosa, las
dextrinas y los almidones modificados, todos ellos ampliamente usados en la elaboración
de un gran número de alimentos, e incluso en muchas otras industrias de productos no
comestibles. (Badui, 2006)
La glucosa se fabrica por la hidrólisis completa del almidón, con ácidos y enzimas
amilolíticas. Por ejemplo, a una dispersión de 30 a 40% de almidón se le añade HCl en una
concentración de 0.10 a 0.15%, y se calienta durante 20 minutos; la hidrólisis parcial que
ocurre se completa, después de neutralizar y enfriar, con la adición de las ɑ y β-amilasas y
la glucoamilasa. El jarabe producido se purifica y se decolora por centrifugación, filtración
y por la acción de carbón activado, y finalmente se concentra. El grado de conversión de
almidón a glucosa se mide en términos del equivalente de dextrosa (ED), que se define
como el porcentaje de azúcares reductores de un jarabe, calculado como dextrosa en base
seca. (Badui, 2006)
Las dextrinas, se fabrican por una hidrólisis parcial del almidón empleando ácidos y
calor; entre ellas destacan las pirodextrinas, las dextrinas blancas y las dextrinas amarillas.
Las primeras también reciben el nombre de gomas pardas (British gums), que se logran por
un calentamiento de 170 a 210ºC durante 7-18 horas; en estas condiciones se propicia una
hidrólisis lenta de los enlaces ɑ(1,4) y una reordenación y polimerización de las moléculas
producidas. Estos derivados son de peso molecular alto, oscuros, solubles en agua fría, de
poca tendencia a la retrogradación y alta resistencia a las enzimas amilolíticas. Las
dextrinas blancas se fabrican haciendo reaccionar el almidón con ácidos a una temperatura
de 95 a 120ºC, con lo cual se favorece la hidrólisis en lugar de la polimerización; pueden
tener distintos colores, viscosidades y solubilidades, de acuerdo con las condiciones de
procesamiento. Finalmente, las dextrinas amarillas se obtienen también por hidrólisis en
condiciones intermedias de temperatura y con menos concentración de ácido que las
anteriores. A diferencia de los jarabes de glucosa, las dextrinas no cristalizan; se emplean
como agentes espesantes y estabilizadores en un gran número de alimentos. (Badui, 2006)
•Fluidización (o hidrólisis) por ácidos. Se logran calentando una suspensión al 40% a <
55ºC en presencia de HCl o de H 2SO4 0.1N durante un tiempo que puede variar entre 10 y
20 horas para lograr la viscosidad deseada. El ácido sólo hidroliza las regiones amorfas del
gránulo y muy poco o nada las cristalinas, por lo que la amilopectina es la más afectada;
después se neutraliza con NaOH, se filtra, se lava y se seca. Este tipo de almidones forma
pastas que, en caliente, tienen poca viscosidad, y sus geles son débiles; se usan en la
industria de caramelos cuando se desea lograr texturas gomosas. (Badui, 2006)
Agua. Uno de los principales factores que afectan las propiedades funcionales de estos
polímeros es la cantidad de agua con la que pueden reaccionar; la intensidad y el grado de
hinchamiento están en función directa de la concentración de este disolvente, de manera
que la adsorción se facilita a medida que aumenta la concentración. (Badui, 2006)
Proteínas. La estructura de muchos alimentos está determinada por las interacciones físicas
y químicas de las proteínas con el almidón. Durante la manufactura del pan a base de harina
de trigo se induce este mecanismo, que produce una estructura tridimensional en donde
queda atrapado el CO2 formado durante la fermentación. Las proteínas de la leche se
emplean conjuntamente con el almidón para la elaboración de diferentes alimentos en los
que se requieren ciertas propiedades funcionales; la temperatura de gelatinización en
presencia de proteínas lácteas depende, en gran medida, de los tratamientos térmicos
previos a los que se somete la leche, ya que esto determina el grado de desnaturalización,
mismo que influye en las propiedades del almidón. Sin embargo, se ha encontrado que en la
manufactura de geles de almidón-leche no se produce una verdadera interacción, de forma
que las micelas de caseína y los gránulos de almidón se pueden observar separadamente al
microscopio. (Badui, 2006)
Emulsionantes y lípidos. Los emulsionantes que contienen ácidos grasos de cadena larga
forman complejos con la amilosa a través de un mecanismo que parece ser muy similar al
descrito para el de yodo-amilosa; cuando contienen más de 16 átomos de carbono reducen
la velocidad de hinchamiento de los gránulos y aumentan su temperatura de gelatinización;
se ha encontrado que, independientemente del tipo de emulsionante utilizado, la viscosidad
máxima de las pastas de almidón es muy similar, y lo único que varía es la temperatura a la
cual se alcanza la reacción. Por otra parte, los hidrocarburos de cadena corta y los
triacilglicéridos reducen la temperatura de gelatinización, sin importar el tipo de ácido
graso que contengan. (Badui, 2006)
2.1.4 Pectinas
De todas estas sustancias, las pectinas son las más abundantes e importantes, están
en mayor cantidad en los frutos inmaduros y especialmente en algunos tejidos suaves, como
en la cáscara de los cítricos (naranja, limón, toronja, lima), en las manzanas, las peras, etc.
(Badui, 2006)
2.1.5 Glucógeno
Es el polisacárido de reserva
energética animal más importante,
por lo cual también se le conoce
como el “almidón animal”. Se
encuentra principalmente en el
músculo y en el hígado; es un polímero de D-glucosa altamente ramificado. Está formado
por cadenas de 8-12 moléculas de glucosa, unidas en enlaces 1-4; a su vez, estas pequeñas
cadenas están unidas entre sí por enlaces 1-6, pudiendo formar estructuras de hasta 120,000
moléculas. (Badui, 2006)