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DEFINICIÓN DEDETRIMENTO

Hasta el latín hay que marcharse para poder encontrar el origen


etimológico del término detrimento que ahora nos ocupa. En concreto,
podemos determinar que emana del vocablo “detrimentum”, el cual a su
vez procede del verbo “deterere”, que puede traducirse como “gastar por
frotamiento”.

Detrimento es una destrucción leve o parcial de algo. El concepto,


que procede del vocablo latino detrimentum, también se refiere a la
pérdida o el quebranto de intereses y al daño moral.
Por ejemplo: “Las escuelas en mal estado aportan al detrimento de la
educación”, “No voy a tomar ninguna decisión en detrimento del
equipo”, “Pareciera que el gerente trabaja en detrimento de la empresa”.
El detrimento, por lo tanto, puede entenderse como una merma,
un menoscabo, un agravio o un perjuicio. Algo o alguien que actúa en
detrimento de un interés le produce un daño, pero no lo elimina o lo
destruye.
Una persona que decide alimentarse sólo con comidas fritas habrá
tomado una decisión en detrimento de su salud. Este tipo de
alimentación generará problemas en su organismo y, poco a poco, se
volverá menos saludable.
En un sentido similar, un intendente o alcalde que decide subir
los impuestos y autorizar los despidos injustificados estará gobernando
en detrimento de los trabajadores, quienes verán afectados sus intereses
por las medidas políticas.
Además de todo lo expuesto, tendríamos que subrayar la existencia de lo
que se ha dado en llamar detrimento patrimonial. Se trata de un término
que se usa para dejar constancia de la pérdida, perjuicio, uso indebido o
incluso deterioro de los bienes públicos que se ha producido y que se
traduce en un fuerte daño al patrimonio que posee un país o una ciudad.

En concreto, podemos establecer que ese daño es fruto


fundamentalmente de que los recursos se han utilizado para un fin
distinto al que tienen o bien porque no se han administrado de la manera
más correcta y eficaz posible.

En este sentido, además podemos dejar constancia de que es más


habitual de lo que debiera que corporaciones municipales de distintos
rincones del planeta sean estudiadas y analizadas para poder ver si han
cometido una irresponsabilidad al respecto. Es decir, si han llevado a una
situación de detrimento patrimonial por no haber gestionado
correctamente los recursos o bien por haber realizado un empleo
indebido de los mismos.

En estos casos, hay que subrayar que si se consiguen indicios de que sí


han realizado esa acción, tendrán que enfrentarse a procesos donde se
dirimirá lo que es la responsabilidad fiscal que pueden tener en todo
momento.
Para el derecho civil, un daño es un detrimento o perjuicio que una
persona sufre debido a la acción u omisión de otra. El daño afecta a los
intereses, derechos o bienes de la víctima.
Este daño que genera el detrimento puede ser causado
por dolo o culpa. El daño doloso se genera por una acción intencional o
maliciosa, mientras que el daño culposo se produce por negligencia o
descuido. Si una persona rompe el vidrio de un negocio con un piedrazo,
se trata de un daño doloso, en cambio si la misma rotura se produce
porque deja el coche estacionado sin frenos y se introduce en la vidriera,
estamos ante un daño culposo.

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