Está en la página 1de 10

Responsabilidad Civil Parte General

Responsabilidad Civil. El daño y sus categorías. Relación de causalidad con el hecho


dañoso. La causalidad como construcción jurídica y diferente de la causalidad física.
Significado de los factores de atribución. Factores de desatribución. Dimensión de la culpa.

FUNCIÓN DE LA RESPONSABILIDAD CIVIL


Podemos verificar que en la sociedad se producen daños. Los automóviles chocan y se
dañan, los vidrios se rompen, las personas se hieren en su cuerpo. Hay daños que
producen las otras personas, hay daños autoinfringidos, hay daños producidos por hechos
naturales, etc. También hay daños a lo que llamamos el patrimonio espiritual, hay daños
producidos por ofensas, por muertes de familiares, etc.

El sistema de la responsabilidad civil tiene como objetivo determinar la existencia de


daños y establecer en qué casos deberán ser reparados y por quién o quiénes. Entonces,
habrá daños que deberán ser reparados y daños que los deberá asumir el dañado o
damnificado.

Asimismo, el sistema de responsabilidad civil en algunos casos tiene la función de prevenir


que los daños se produzcan. Es necesario comprender que es obligación de toda persona
prevenir los daños que pudieran causarse y de no agravar los que se hayan producido, en
magnitud o en duración.

EL DAÑO Y SUS CATEGORÍAS


El daño es una realidad múltiple, puede darse de muchas maneras, a saber:

a) Daño emergente: cuando se produce un hecho dañoso, el damnificado


debe disminuir su patrimonio (output) para reparar o reemplazar cosas, o
debe suplantar los servicios que le daban con gastos de transporte, debe
realizar gastos médicos o farmacéuticos, gastos de tratamientos
psicológicos, etc.

© Universidad de Palermo. Prohibida la reproducción total o parcial de imágenes y textos. 1


b) Lucro cesante: cierto flujo económico que debía ingresar en el patrimonio
del damnificado se ha detenido como consecuencia del hecho. En este
caso, no es un problema de ouput del patrimonio, sino de cese del input.

c) Pérdida de chance: este caso se produce cuando existe la posibilidad actual


y cierta de recibir un beneficio, pero depende de un hecho futuro que
puede o no producirse y el hecho dañoso ha impedido que el beneficio se
produzca.

d) Daños en los derechos personalísimos, en la salud psicofísica, en las


afecciones espirituales y en las interferencias en los proyectos de vida.

RELACIÓN DE CASUALIDAD CON EL HECHO DAÑOSO


Si hay un daño, es porque un hecho dañoso lo produce. Pero para que se produzca un
daño tienen que darse una multitud de condiciones. De todas esas condiciones, tenemos
que establecer una regla que nos diga cuál vamos a considerar causa del hecho.

Por ejemplo, un árbol cae sobre un automóvil y lo daña. ¿Cuál es la causa del daño? La
caída del árbol, parece. Pero si el automóvil no hubiera sido dejado por su dueño en ese
lugar, ¿estaría roto? Obviamente, no. Entonces, ambos hechos son condiciones para que
el daño se produzca. Supongamos que el dueño, cuando se dirigía a estacionarlo en ese
lugar, se quedó sin combustible y fue a la estación a cargarlo. Si el empleado de la
estación de servicio se hubiera negado a hacerlo, ¿el automóvil estaría dañado? Tampoco.
Estaría inmóvil en otro lugar. Entonces, la acción del empleado de la estación de servicio
también podría ser causa del daño del automóvil.

La regla a adoptar será: “A produce B cuando en el orden natural y corriente de las cosas A
produce B”.

Veamos su aplicación. Tengo una deuda de U$ 20.000 dólares con una persona. Le digo
que el martes a las 16 h me espere en la confitería enfrente de la Universidad.
Habitualmente, él los martes por la tarde se encuentra muy alejado de ese lugar, pero a
fin de que yo le pague, se dirige a esa confitería y allí me espera. Justo a las 16 h explota
una bomba y mi acreedor fallece. ¿Cuál fue la causa por la que allí se encontraba?
Podríamos decir que porque yo lo dirigí hacia allí. ¿Soy el causante –jurídicamente
hablando– de que allí se encuentre? Para averiguarlo debemos aplicar la regla:

© Universidad de Palermo. Prohibida la reproducción total o parcial de imágenes y textos. 2


En el orden natural y ordinario de las cosas, cuando se le pide a alguien que nos espere a
las 16 h en la confitería, ¿muere? La respuesta obvia es que no.

A diferencia de la causalidad física, la causalidad jurídica se modifica por el conocimiento


del agente (agente es el que realiza la acción).

Obviamente, si la bomba la hubiese puesto yo, en el orden natural y corriente de las


cosas, cuando se pone una bomba en una confitería y se le pide a alguien que allí nos
espere, muere.

Pero supongamos que escucho una conversación entre dos personas con las cuales no
tengo ninguna relación y me entero de que el martes a las 16 h van a poner una bomba en
la confitería enfrente de la Universidad. Presuroso, le digo a mi acreedor que me espere a
esa hora (o desde un ratito antes) en ese lugar. La bomba explota y mi acreedor muere.
No tuve ninguna relación con el hecho físico que produjo la muerte (no puse la bomba),
pero si aplicamos la regla:

“En el orden natural de las cosas, cuando se le pide a alguien que vaya a un lugar donde va
a explotar una bomba, muere”.

Es muy importante advertir que la causalidad jurídica se diferencia notablemente de la


causalidad física. En la vida diaria, en general, aplicamos el criterio de la física y esa
causalidad la entendemos como la “verdadera”, pero en realidad esa causalidad física ha
sido una construcción conceptual culturalmente muy determinada que en el mundo
occidental se ha popularizado y forma parte de la visión de la sociedad contemporánea.
Pero, a pesar de ello, sigue siendo una construcción conceptual creada en circunstancias
precisas y con la finalidad de resolver un tipo particular de problemas.

La causalidad jurídica es una construcción distinta, y como contradice esa causalidad


sostenida socialmente, para no cometer errores es necesario aplicar estrictamente la regla
antedicha.

Entonces, hasta ahora, podemos ver que en el mundo hay daños producidos por causas.
Pero no sabemos nada respecto a quién o quiénes deben pagarlos.

© Universidad de Palermo. Prohibida la reproducción total o parcial de imágenes y textos. 3


SIGNIFICADO DE LOS FACTORES DE ATRIBUCIÓN
Si hay daño y un hecho ilegal en relación de causalidad, para que exista responsabilidad
civil falta una regla que nos indique quién tiene que pagar. Al conjunto de esas reglas se
las llama factores de atribución de la responsabilidad civil. Entonces, si la regla señala a
alguien como responsable, este deberá pagar la indemnización. En algunos casos, deberá
pagar por más de un factor o deberán pagar varias personas. Pero siempre el monto del
daño será lo que se deba indemnizar. No por ser varios los responsables se deberá pagar
más. Ello es claro si se tiene en cuenta que el objetivo es restaurar patrimonios
disminuidos y no beneficiar a los que han sufrido actos dañosos.

Factores de atribución subjetivos

Los llamamos subjetivos porque dependen de la acción de un sujeto y son: el dolo y la


culpa, similarmente a lo visto en derecho penal.

a) En el dolo, el sujeto busca intencionalmente producir un daño. La regla


jurídica dice: el que daña a propósito debe pagar. O en forma más
completa: si hay un daño en relación causal con una acción de un sujeto
capaz que la realizó con intención de provocar ese daño, el agente debe
pagarlo.

b) La culpa es el factor de atribución de la responsabilidad que dice: el que


omita las diligencias que debía haber seguido, es decir, el que obre
imprudentemente, negligentemente o con impericia de su arte o profesión,

© Universidad de Palermo. Prohibida la reproducción total o parcial de imágenes y textos. 4


debe pagar los daños que provoque por esa forma de actuar torpe. O en
forma más completa: si hay un daño producido causalmente por un agente
que no quiso provocarlo pero que se produjo porque actuó torpemente, el
agente debe pagarlo.

La culpa, además, puede medirse porque las conductas imprudentes, negligentes, torpes,
tienen distinta gravedad. No es lo mismo cruzar fuera de la esquina una calle angosta
donde se circula a baja velocidad que hacerlo en una autopista o no guardar atención en
los parámetros que se deben observar para establecer una dosis de anestesia, etc. Para
hacerlo, formaremos una escala de 0 a 100.

Puede parecer extraño y muy arbitrario calificar con porcentajes la culpa, pero como
veremos luego, resulta de la mayor importancia.

El sistema no reprocha a nadie actuar torpemente. Lo que establece es que si por ese
accionar torpe se produce un daño, quien actuó de esa forma debe indemnizarlo. El
objetivo del sistema no es castigar, sino reparar, y eso constituye la diferencia esencial con
el derecho penal.

Factores de atribución objetivos

Como vimos, en los casos de responsabilidad por factores subjetivos, para determinar la
obligación de resarcir (pagar) evaluamos la conducta del agente que provoca el daño. En
un caso nos preguntamos si quiso hacer el daño (dolo), en el otro evaluamos si fue torpe
(culpa). En cambio, en los casos de factores objetivos no nos interesa la actitud de nadie.
Son reglas objetivas que establecen que alguien debe pagar por encontrarse en una
situación determinada. El reproche que podemos encontrar en los casos de dolo o de
culpa en los factores objetivos no existe en absoluto.

a) Daños producidos por cosas y actividades “riesgosas”. En este caso, es la


cosa o la actividad, independientemente de la conducta del agente, lo que
provoca el daño. Podemos decir que la cosa o la actividad “se va de las
manos” de su propietario o de su guardián y provoca daños por sí misma.
Como si la cosa tuviera vida propia (en algunos casos sí la tienen) y
produjera daños por ella misma. La regla dice que el dueño o, en su caso, el
guardián (ambos) son responsables civiles, es decir, que deben pagar esos
daños que las cosas hagan.

© Universidad de Palermo. Prohibida la reproducción total o parcial de imágenes y textos. 5


Hay que prestar especial atención a este concepto de cosas o actividades
“riesgosas”. Este sistema nació –históricamente– como consecuencia de los
daños provocados por automóviles, ascensores, aviones, etc.
Por ser responsabilidad objetiva, no existe ninguna clase de reproche a
nadie. Tampoco debe entenderse como una forma de repudio a esas cosas
calificadas como “riesgosas”. Se puede incluso alabar su existencia y su
incorporación en la vida social, pero en el caso de que se produzcan daños
por su uso, el dueño y el guardián deben pagar sin que hubieran realizado
ninguna acción incorrecta. Es muy loable instalar un ascensor donde solo
existen escaleras, pero si se produce un accidente, aun cuando se lo
hubiera mantenido en debida forma, se debe pagar.
Este factor incluye, por ejemplo, el daño que puedan producir los animales.
Aun cuando el propietario o guardián hubieran tomado todas las medidas
correctas de acuerdo al modelo de conducta esperable, puede ser que el
animal igual produzca daños (pensemos en un caballo desbocado o en un
perro descontrolado).

b) Daños producidos por terceros por los que se debe responder. Cuando
existe una relación de dependencia (en el más amplio sentido) y el
dependiente produce un daño (con dolo, con culpa o sin discernimiento, no
importa) el principal debe responder civilmente y pagar los daños.
Podemos encontrar casos (la mayoría) en que ambos, principal y
dependiente, sean responsables. La conducta del principal puede haber
sido intachable. No se le reprocha haber elegido mal a su dependiente.
Objetivamente, debe pagar por ser principal, no por las características de
su acción.

No analizaremos otras formas de responsabilidad, como la de padres respecto a sus hijos,


por no ser atinentes a nuestros problemas profesionales.

Podemos ver el sistema de responsabilidad civil de la siguiente forma:

© Universidad de Palermo. Prohibida la reproducción total o parcial de imágenes y textos. 6


Entonces, para determinar si existe responsabilidad civil debemos:

1. Verificar primero que exista un daño cierto y actual.


2. Establecer que exista relación causal adecuada entre un hecho y ese daño.
3. Buscar un factor de atribución que nos diga quién debe pagar y por qué.

Sin embargo, si aplicamos el sistema visto hasta este punto, puede derivar en resultados
muy injustos. Imaginemos que alguien conduce su automóvil y lo hace de una manera
correcta, a la velocidad permitida, prestando la mayor atención, etc. Otra persona, por su
parte, decide cobrar una indemnización y habiendo estudiado el sistema hasta el punto en
que nosotros hemos llegado, sorpresivamente se arroja frente al automóvil a fin de cobrar
la indemnización.

¿Hay daño? Si resulta herido, hay daño emergente, se tienen que pagar gastos de
hospitalización, medicamentos, transportes, etc. (output). También, lucro cesante si
trabajaba y ahora no lo puede hacer (cesación del input). También se considerarían daños
personalísimos.

¿Hay relación de causalidad? En el orden natural de las cosas, cuando un automóvil


atropella a una persona, se le producen ese tipo de daños. Sin duda, hay causalidad
adecuada.

Ahora busquemos un factor de atribución de la responsabilidad civil. El conductor


obviamente no actuó con dolo, no quiso atropellarlo. Seguía el modelo del buen
conductor, no lo atropelló por imprudencia, lo atropelló porque, lanzado
intempestivamente, no era posible realizar ninguna maniobra para evitarlo. También el
factor culpa queda descartado.

© Universidad de Palermo. Prohibida la reproducción total o parcial de imágenes y textos. 7


¿El factor objetivo riesgo? ¿El automóvil produjo el daño por no poder ser controlado? Sí,
no pudo ser controlado en cuanto si alguien se pone en su camino sorpresivamente no se
puede hacer nada para detenerlo. En consecuencia, de acuerdo con lo visto hasta aquí,
debería ser indemnizado quien se arrojó al paso del automóvil.

Sin duda, un resultado sumamente injusto.

Para corregir esta situación se incorporaron los factores de desatribución de la


responsabilidad civil.

FACTORES DE DESATRIBUCIÓN DE LA RESPONSABILIDAD CIVIL


a) Dolo de la víctima: si la víctima (es decir, quien sufrió el daño) lo provocó
con intención, se desatribuye cualquier factor.

b) Dolo de un tercero: si es un tercero el que provoca el daño (como si


empujara a alguien a la calle para que lo atropelle el automóvil), se
desatribuye cualquier otro factor.

c) Culpa de la víctima: si la víctima, por su torpeza, contribuyó a la producción


del daño, se desatribuye total o parcialmente.

d) Culpa de un tercero: si un tercero contribuyó a la producción del daño, se


desatribuye total o parcialmente.

e) Fuerza Mayor: cuando un daño se produce porque no se puede prever o


previsto no se puede evitar, se desatribuye totalmente.

En los casos de desatribución por culpa, ya sea de la víctima o de un tercero, esa


disatribución puede ser total o parcial; y ¿de qué depende? De la “cantidad” de culpa.

Podríamos medir culpas con un “Culpómetro”. Por ejemplo, cruzar la calle 5 metros fuera
del área peatonal, digamos, 10%. Cruzar una autopista con una venda en los ojos, 100%,
etc.

© Universidad de Palermo. Prohibida la reproducción total o parcial de imágenes y textos. 8


Cuando un daño se produce y, además de un factor de atribución que hace responsable a
alguien, existe culpa de la víctima, “medimos” esa culpa. Si por caso fuera del 30%, al
monto a pagar por el año le restamos ese porcentaje. Si fuera del 100%, entonces nada
habría que pagar y habría desatribución total.

Cuando existe culpa de un tercero, digamos de un 30%, el obligado al pago solo deberá
indemnizarse el 70 % del daño porque el otro 30% corresponderá a ese tercero. Y si la
culpa del tercero fuera del 100%, entonces el tercero deberá hacerse cargo del total del
daño.

LA NECESARIA ILEGALIDAD
Aún falta un elemento para completar el sistema. El hecho que produce el daño debe ser
ilegal. Si el hecho se produce en legítima defensa, el daño no es indemnizable. El hecho
dañoso realizado en legítima defensa debe ser proporcionado a un ataque inminente y
ese ataque no se debe haber provocado. O para evitar un mal superior. O si el daño se
produce por el ejercicio regular de un derecho, como sucede en los perjuicios
patrimoniales que se ocasionan por la libre competencia.

El sistema total puede representarse de la siguiente forma:

© Universidad de Palermo. Prohibida la reproducción total o parcial de imágenes y textos. 9


© Universidad de Palermo. Prohibida la reproducción total o parcial de imágenes y textos. 10

También podría gustarte