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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

GOBERNACION DEL ESTADO COJEDES

UNIVERSIDAD NECIONAL EXPERIMENTAL DE LA SEGURIDAD

UNES

UNIDAD CURRICULAR
Estrategias de Prevención del Delito y
Convivencia Ciudadana

DICENTES: FREDDY MOLINA


Facilitador: Dr.
C.I. 10635.563 José Martínez
YAN CARLOS LEON.
C.I.15.349.080

CARMEN NOGUERA C.I.

SAN CARLOS 13 DE OCTUBRE 2020


Bases epistemológicas y teorías de la criminalidad.

La criminología no puede ser considerada aún como una ciencia


independiente o consolidada sino como una actividad persistente de
“recolectar conocimientos ajenos” para imbuirlos en sí, dando cuenta de
sus logros cuando aporta soluciones encaminadas mediante acciones
para dar respuesta y propuesta a los problemas sociales relacionados con
la criminalidad, lo que abre aún más su espectro de visión, al incurrir en
“problemas sociales” como aquello que va en un plano incluso de la salud,
la arquitectura, la economía, cultura, empleo, sistemas institucionales,
brechas salariales, distribución de recursos, servicios primarios,
transporte público, alumbrado, entre otros que en algún momento,
converjan con la criminalidad, y no se quiere significar que es un todólogo,
sino un profesional que dentro del campo de su área específica (lo
criminal), en colaboración con otros profesionales, construyan
alternativas. También, el criminólogo debe ser consciente de sus límites
actuales, dificultades y dudas con las que se enfrentará, que van desde
su misma formación, la pertinencia externa, responsabilidad social,
satisfacción profesional, entre otras (Cantú Mendoza, 2015).

También cabe mostrar un concepto de cada uno de los siguientes


para tener marco conceptual de los alcances de los estudios de
criminología. Según la Organización Mundial de la Salud: “La violencia es
el uso intencional de la fuerza física, amenazas contra uno mismo, otra
persona, un grupo o una comunidad que tiene como consecuencia o es
muy probable que tenga como consecuencia un traumatismo, daños
psicológicos, problemas de desarrollo o la muerte” (Organización Mundial
de la Salud, 2019). “Para Ferri, crimen es un acto que implica motivos
individuales y antisociales que afectan la integridad social” (Ibáñez
Peinado, 2012: 119). El Código Penal Federal, en el artículo 7º, define:
“Delito es el acto u omisión que sancionan las leyes penales” (Cámara de
Diputados, 2019:3). Finalmente, la personalidad antisocial también ha
sido denominada psicopatía, sociopatía o trastorno antisocial de la
personalidad; en general, es todo comportamiento que va contra el orden
social, destruye (American Psychiatric Association, 2014).

Fundamentos teóricos para el abordaje de la criminalidad.

El interés de la sociedad por el estudio y control del delito y de las


actitudes desviadas es seguramente tan antiguo como la organización del
ser humano en comunidades. Desde el Código de Hammurabi, que
regulaba la vida en la antigua sociedad de Sumeria del siglo XVII a.C.,
hasta las modernas técnicas de prevención situacional del crimen, las
comunidades humanas han tratado de comprender las conductas dañinas
para la vida en sociedad con el objetivo final de establecer mecanismos
para controlar y prevenir aquellos comportamientos más perniciosos para
los miembros de una comunidad. La desviación emerge como uno de los
principales problemas para las civilizaciones humanas, ante la que cada
comunidad trata de responder, con mayor o menor fortuna, para
garantizar unos niveles de seguridad suficientes para no entorpecer el
normal discurrir de la vida social. La Criminología surge, con especial
eclosión a partir de principios del siglo XIX, como respuesta a una
demanda social de estudio de las fuentes del comportamiento antisocial
siguiendo las bases del método científico. Cabe destacar que en las leyes
venezolanas existen métodos teóricos para implementar de bajar el
índice de la criminalidad en las comunidades, como por ejemplo existen
la ley del estatuto de la función policial, la ley orgánica del servicio y del
cuerpo de la policía, de igual manera la plactiguia sobre la policía
comunal, donde el funcionario tiene una misión muy importante en el
acercamiento a las comunidades y el contacto directo con los dirigentes
de los concejo comunales, con el fin de poder obtener conocimientos
sobre las zonas más vulnerables donde existe el tráficos y el consumo de
sustancias de estupefaciente psicotrópicas que es causas de mucho
delito de la criminalidad.

Globalización y Criminalidad.

Uno de los efectos perversos de la globalización es sin duda el


desarrollo, con dimensiones que no tienen precedente, de una
criminalidad internacional, a su vez global. Se trata de una criminalidad
"global", o "globalizada", en el mismo sentido en que hablamos de
globalización de la economía: es decir, en el sentido de que la misma, por
los actos realizados o por los sujetos implicados, no se desarrolla
solamente en un único país o territorio estatal, sino, a la par de las
actividades económicas de las grandes corporations multinacionales, a
nivel transnacional o incluso planetario.
Sería útil desarrollar la reflexión teórica, además de la investigación
empírica, sobre la criminalidad del poder: analizar, descomponer,
inventariar y clasificar sus diversas formas, identificar sus rasgos
comunes y sus relaciones por un lado con los poderes legales, por otro
con la criminalidad ordinaria. Aquí me limitaré a distinguir tres formas de
criminalidad del poder, mancomunadas por su carácter de criminalidad
organizada: la de los poderes abiertamente criminales; la de los crímenes
de los grandes poderes económicos; y, finalmente, la de los crímenes de
los poderes públicos. Por un lado, por tanto, los poderes criminales, por
otro los crímenes del poder, tanto económico como político. No se trata de
fenómenos criminales netamente distintos y separados, sino de mundos
entrelazados, por las colusiones entre poderes criminales, poderes
económicos y poderes institucionales, hechas de complicidades y de
recíprocas instrumentalizaciones.

La Criminalidad en Venezuela.

En Venezuela, el fenómeno de la criminalidad, es uno de los


hechos sociales más inquietantes de la sociedad contemporánea debido a
su impacto en la ciudadanía y al aumento registrado en los últimos años.
Tal situación ha sido hábilmente utilizada intencionalmente por ciertos
sectores políticos para debilitar el Estado de Derecho contemplado en la
Carta Magna a través de una propaganda estratégicamente dirigida por
los medios de comunicación. Así, se han ido configurando identidades
sociales dicotómicas y una marcada polarización cuya consecuencia
directa es la violencia y el conflicto. Con el objetivo de contribuir a plantear
alternativas factibles que permitan su posible disminución, este artículo
expone una breve reseña de algunas teorías que sostienen diversas
interpretaciones al fenómeno, mediante un estudio documental
sustentado en el análisis de varios trabajos realizados por expertos
venezolanos sobre el objeto de estudio, concluyendo con ideas surgidas
de una práctica de hermenéutica simbólica.

En el año 2019, Venezuela se mantiene como uno de los países


con mayor número de muertes violentas en la región y en el mundo. Este
año cierra con un estimado de al menos 16.506 fallecidos y una tasa de
60,3 muertes violentas por cada cien mil habitantes, muy por encima de
cualquiera de los otros países considerados violentos en América Latina.

Esta tasa es el resultado de los tres tipos de muertes violentas que


desde hace más de una década estudiamos como constitutivos de la
violencia letal en la sociedad: los 6.588 homicidios cometidos por los
delincuentes, cuya tasa es de 24 víctimas por cada cien mil
habitantes; las 5.286 muertes por resistencia a la autoridad, según la
denominación oficial, pero que en su mayor parte son homicidios
cometidos por los cuerpos de seguridad del Estado por un uso excesivo
de la fuerza o mediante ejecuciones extrajudiciales con una tasa de 19
víctimas por cada cien mil habitantes; y las 4.632 muertes de
intencionalidad indeterminada, registrados oficialmente
como averiguaciones de muerte, pero que también en su mayor parte son
homicidios o permanecen sin aclarar su situación al final del año
considerado y cuya tasa estimada es de 17 víctimas por cada cien mil
habitantes.

Los resultados muestran una importante disminución en el número


y en la tasa de muertes violentas, sin embargo, no creemos que esto sea
el resultado de una mejoría en condiciones sociales, sino, todo lo
contrario, del empeoramiento de dichas condiciones de vida y de la
generalización de la crisis humanitaria compleja que atraviesa el país.
Bases epistemológicas y teorías de la criminalidad.

Fundamentos teóricos para el abordaje de la criminalidad.

Globalización y Criminalidad.

La Criminalidad en Venezuela.

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