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Cómo hacer un reporte.

En este apartado aprenderemos cómo hacer un reporte de lectura, documento que es


imprescindible en la vida académica, tanto para el profesorado como para los alumnos,
pues sirve, entre otras cosas, como forma de estudio así como modo de calificar la lectura
y comprensión de un determinado texto.

¿Qué es un reporte de lectura?

Rafaela Andrés Ortiz nos dice que:

Se evita incluir información que no esté contenida en el texto del que se realiza el reporte,
ya que la finalidad de este tipo de documentos es “construir conocimientos”, como afirma
Rafaela Andrés.

¿Qué diferencias existen entre un resumen y un reporte de lectura?

Aunque los dos tipos de escrito tienen por finalidad la facilitación del conocimiento, lo que
distingue a ambos es que el reporte de lectura permite, de una manera más libre, el
manejo de las ideas del texto sobre el que se está trabajando. En este sentido, el resumen
no permite el parafraseo de las ideas del autor; el reporte de lectura, sí.

¿Cómo hacer un reporte de lectura?

Para aprender cómo hacer un reporte de lectura nos basaremos en el sencillo y


esclarecedor esquema que nos otorga Marco Carlos Avalos Rosado (ir al esquema). El
reporte de lectura consta de seis partes que pueden variar, claro está, dependiendo de los
requerimientos de la persona que nos lo pide:

 Nombre del autor y nombre del escrito: Miguel de Cervantes Saavedra, Don quijote
de La Mancha.
 Ficha bibliográfica: Miguel de Cervantes Saavedra, Don Quijote de La Mancha,
Cátedra, Madrid, 2002.
 Objetivo del autor: Qué es lo que el autor pretende lograr a través de su escrito,
por ejemplo: demostrar que a veces las personas “locas” son más “cuerdas” que las
que no lo están.
 Tema central, o temas centrales: en este caso, las aventuras de un hidalgo que ha
perdido el seso por la lectura de tantas novelas de caballería y su fiel acompañante.
 Ideas centrales: Aquí exponemos, puede ser parafraseando, las ideas centrales, los
argumentos, el hilo narrativo, de manera sintética, buscando abarcar los puntos
principales y cruciales del escrito. Debemos demostrar en este apartado el grado de
comprensión que obtuvimos de la lectura y, por tanto, reflejar el pensamiento, las
ideas, la historia, de lo que leímos. Como mencionaba anteriormente, a diferencia
del resumen, podemos utilizar nuestras propias palabras. Por ejemplo: Un hidalgo
hacendado que leyó muchas novelas de caballerías y se volvió loco al creerse
caballero andante, salió un día de su hacienda en busca de aventuras. Al darse
cuenta de ello, el cura ordena revisar toda la biblioteca del hombre y manda
quemar los libros de caballería, que cree le hicieron tanto mal… (y sigue).
 Consideraciones personales: Aquí, uno debe aportar un punto de vista respecto a lo
que se ha leído. En este sentido, uno adopta una postura ante el texto y la expone,
buscando respaldarla con argumentos. Por ejemplo: Miguel de Cervantes nos
muestra, en su obra cumbre, cómo la locura puede ser un medio de apropiación del
mundo que, a pesar de distorsionarlo, le encuentra un lado más cálido y humano a
todas las situaciones, buscando rescatar y proteger derechos que son arrebatados
constantemente a los hombres… (y sigue).

Ahora que sabemos cómo hacer un reporte de lectura, pasemos a la práctica, pues es ésta
la que hace al maestro. Por esto mismo no debemos desesperarnos, ya que nadie nace
sabiendo caminar. Cualquier duda que se les presente, coméntenla abajo y haré lo posible
por ayudarlos.
Cómo hacer un resumen.
En la vida del estudiante es inevitable prescindir de los resúmenes. Son una herramienta
básica de estudio que, afortunada o desafortunadamente, en todos los grados se nos
exige: desde la educación primaria hasta la universidad. En este apartado aprenderemos,
de manera sencilla, cómo hacer un resumen.

¿Qué es un resumen?

En primera instancia, hay que aclarar el término. El Diccionario de la Real Academia de la


Lengua Española entiende por resumir:

Norma Marthe de Carvajal, en su texto “Cómo elaborar una síntesis o resumen”, nos dice
que:

Las funciones del resumen.

Algunas de las funciones del resumen que se toman en cuenta en el Cuaderno 3 de la


serie Documentos Universitarios, “Síntesis, resumen y reseñas”, de la Universidad
Cristóbal Colón de Veracruz, son:
Como podemos observar, el resumen es una herramienta de enseñanza-aprendizaje, y
aprender cómo hacer un resumen facilitará nuestra forma de estudiar o adentrarnos a un
tema en específico. Ahora bien, entremos de lleno en los pasos a seguir para elaborarlo.

¿Cómo hacer un resumen?

Marthe de Carvajal, en su texto que hemos citado anteriormente, nos dice que:

Hay que diferenciar bien estas últimas partes del texto, ya que nos ayudarán a otorgar una
mejor coherencia al resumen que estamos elaborando. Cuando ya tengamos las ideas
principales de los párrafos, ahora debemos realizar un cuadro sinóptico para poder
acomodarlas, desde un aspecto visual, en orden.

Y, por último, basándonos en el cuadro sinóptico, comenzaremos a redactar nuestro


resumen, buscando utilizar las palabras del autor o las propias, pero tomando en cuenta
que, al cambiar alguna palabra que utiliza el autor del texto que resumimos, debemos
respetar en la totalidad el sentido de las ideas principales y secundarias que se utilizan.
Por ejemplo, si el autor utiliza en una idea principal la frase “en ocasiones, al enfrentarse a
situaciones de riesgo, algunos animales engullen a sus crías”, no podremos cambiarla por
algo como “los animales engullen a sus crías en situaciones de riesgo”, pues estaríamos
generalizando una situación que se da sólo en casos particulares.

Al aprender cómo hacer un resumen debemos tomar en cuenta que, a la hora de redactar,
necesitamos simplificar nuestro lenguaje para que sea más entendible y nos facilite la
comprensión posteriormente. Otro punto a tomar en cuenta es que en los resúmenes no
son necesarias las citas dentro del texto, ya que lo que realizamos es simplificar el texto ya
existente, y por ende no estamos utilizando esas ideas para sustentar o promover una
idea nueva que no esté dentro del texto.

En un principio, aprender cómo hacer un resumen puede resultar un reto, pero una vez
que hayamos entendido cómo analizar el texto por medio de sus ideas principales y
secundarias, nos será mucho más fácil cada vez enfrentarnos a nuevos textos. Todo es
cuestión de práctica, así que no se desesperen.
Cómo hacer un cuento.
Uno de los retos más grandes para nuestra imaginación y nuestra escritura, es lograr
contar, de una manera creíble, una anécdota ya sea real o ficticia y que esta guste a
nuestros lectores. Aprender cómo hacer un cuento es cuestión de pericia y observación.
Nos daremos cuenta de ello al momento de la escritura, pues necesitaremos hacer uso de
recursos necesarios que hallaremos en muchos lugares de nuestra realidad.

Definición de cuento.

El diccionario de la Real Academia en línea nos da las siguientes definiciones de cuento:

Otras definiciones buscan encasillar al cuento, para diferenciarlo de la novela, en una


categoría basada en el determinado número de palabras que éste utiliza, enfocándose
sólo en la extensión, y no en otras características narrativas. Y es verdad, de pronto se
diluye la línea que divide los géneros en la literatura y la novela podría catalogarse como
un cuento largo; y el cuento largo, como una novela corta. Acerca de esto último que
mencionamos, Julio Cortázar, en Aspectos del cuento, dice que:

Cómo hacer un cuento: elección de temas.

Si queremos aprender cómo hacer un cuento, observaremos que, al igual que el ensayo u
otros géneros literario, tendremos que elegir un tema antes de comenzar nuestra
escritura. Para elegir temas podemos mirar alrededor y pensar en situaciones que han
llamado nuestra atención. Un lugar plagado de temas sería la zona de los “hubiera” que
nos pasan por la cabeza tan a menudo, a pesar que “no existen”. Pensar, por ejemplo, qué
habría pasado si no hubiera terminado con tal novia, si mi perro no se hubiera comido la
tarea o mi mamá no hubiera llegado tal día hasta el salón de clases para entregarme el
desayuno. En este sentido, el “hubiera” es el pivote de la realidad que nos enlaza con el
mundo de la ficción al pensar en lo que “habría sucedido” si tal o cuál suceso se hubiese
concretado.

Julio Cortázar, en el texto citado anteriormente, nos dice que:

Otro lugar al que podemos recurrir en busca de buenos temas para cuentos son los
sueños, a pesar de que a veces recordamos sólo una parte de ellos. Existe una tradición
milenaria de inspiración onírica, y a veces un simple suceso, aunque parezca pequeño,
puede ser tremendamente impactante y lo podemos usar como guía para desarrollar
nuestro cuento. Un ejemplo de ello sería, en medio del sueño, sin esperarlo, voltear al
cielo y divisar una catedral que flota sobre las nubes. Nos podemos agarrar de esta imagen
impactante para desarrollar el argumento que dará vida a nuestro cuento. Pero, si
solamente es esto lo que recordamos ¿Cómo hacer un cuento a partir de una sola
imagen? Es simple. Tratemos de imaginar qué hay allá arriba en esa catedral, porqué está
elevada, quién la erigió, cuánto tiempo tiene en el cielo, si el viento la traslada de un lugar
a otro, o si de allí nace el viento, etc.

Debemos recordar que el cuento es uno de los géneros literarios más libres que existen,
en el sentido de los temas que puede tratar, y otorga una casi infinita libertad a los
escritores. Sin embargo, otra cosa que debemos tomar muy en cuenta y que ya lo dijeron
los griegos hace miles de años, es que todos los temas ya fueron tratados. Pero no nos
desanimemos en este sentido, ya que lo que importa en un cuento es la forma de tratar el
tema que hayamos elegido. Eso es lo que hace la diferencia a la hora de escribir y lo que
no debemos olvidar cuando al aprender cómo hacer un cuento.
Partes del cuento:

El cuento se divide en tres partes según la mayoría de los autores, que son: introducción o
inicio, desarrollo o nudo, y desenlace, conclusión o final. Las definiciones de cada una de
estas partes dadas por Wikipediason:
Ahora bien, pasemos a ejemplificar con un cuento breve para esclarecer las definiciones
que ya tenemos acerca de cada una de las partes que conforman un cuento. Citemos el
cuento “El burro y la flauta” de Augusto Monterroso, escritor del cuento más corto del
mundo:

Cómo hacer un cuento: elementos principales.

Siguiendo el texto “Teoría del cuento desde Hispanoamérica“, de Pablo A. J. Brescia,


encontramos que para Horacio Quiroga, cuentista uruguayo nacido en 1878:

Y más delante nos dice Brescia, siguiendo a Julio Cortázar, que:


El tipo de narrativa que podemos utilizar en nuestro cuento puede ser en primera,
segunda o tercera persona, teniendo características distintivas cada una de ellas.

La narración en primera persona es cuando la historia la conocemos de boca de uno de los


personajes, por ejemplo: “Hace mucho tiempo decidí que no volvería a tener un caballo,
sin embargo, Ulises llegó de la nada, apareció frente a mí como un fantasma en medio del
llano, como la tierra que levanta un viento bravo…” Este tipo de narración impide que el
personaje narrador conozca la totalidad de los hechos que suceden a su alrededor y, por
tanto, limita su visión de mundo. No es un narrador omnisciente.

La narración en segunda persona permite al lector adentrarse más en la historia, pues lo


ubica dentro de ella como si fuese un personaje, por ejemplo: “Al abrir la puerta te diste
cuenta que el cadáver de Jimena ya no estaba. Pero nadie, según tú, había entrado a la
casa por la noche. Recorriste la casa entera para ver a dónde había ido, y encontraste la
puerta de su cuarto cerrada con llave. No te atrevías a tocar… anoche estaba tan
muerta…” Este tipo de narración tampoco permite que el narrador sea omnisciente, pues
esclarecería prontamente la intriga que se desenvuelve alrededor del lector personaje y
no gozaría del mismo impacto.

La narración en tercera persona es aquella en la que el narrador se encuentra en un plano


distinto al que sucede la historia. O bien, puede estar en el mismo plano, pero se
encuentra separado de los personajes, lo que permite verlos y analizarlos sin que ellos se
den cuenta, a menos que el escritor así lo quiera. Debemos recordar que el cuento tiene
posibilidades casi infinitas. Un ejemplo de este tipo de narrador sería: “Mamá abrió el
empaque de galletas, pensando que todavía quedaría alguna, pero cuál sería su sorpresa
al ver que no había galletas dentro, sino las cartas que le escribí a mi hermano, día con
día, desde que su muerte nos enmudeció a todos. Lloró toda la noche, y las noches
siguientes, ocultándose de mí”.

Bien, ahora que hemos aprendido cómo hacer un cuento, solamente queda ponernos a
escribir y practicar lo más posible para que nuestros cuentos logren atrapar al lector y
reflejar lo que en verdad quisimos decir. Es recomendable leer mucho, ya que cuando uno
lee, aparte de entretenerse un rato y echar a volar la imaginación, uno aprende de las
estructuras diversos modos de relatar un suceso. Si tienen alguna duda, no olviden
escribirla abajo en los comentarios y haré lo posible por ayudarlos en este camino de la
escritura.
Cómo hacer un mapa conceptual
En este apartado aprenderemos los lineamientos básicos y los pasos sobre cómo hacer un
mapa conceptual. Debemos tomar en cuenta que si ya conocemos cómo hacer un
resumen, no será más sencillo la realización del mapa conceptual.

¿Qué es un mapa conceptual?

Siguiendo a Marco Antonio Moreira, en su artículo “Mapas conceptuales y aprendizaje”


significativo, tenemos que:

Los mapas conceptuales son herramientas de estudio, comprensión, aprendizaje y


organización de diversos tipos de información. En tanto a estudio y comprensión, permite
al que lo realiza ahondar en el área y, por medio de la relación visual entre conceptos,
aprehender (de aprehensión) el flujo visual de la información. Del otro lado, para la
organización de la información, pueden aplicarse cuando uno requiera hacer un texto
largo o complejo que necesite específicamente llevar un orden para una óptima
comprensión de la línea argumentativa.

Si uno requiere, por ejemplo, redactar una tesina de 70 páginas acerca los animales más
apropiados para las granjas en América central, uno puede hacer varios esquemas de
distintos tipos de granjas, dependiendo la altura y la temperatura, con diferentes
clasificaciones cada una, digamos bovinos, porcinos, aves de corral, equinos, entre otros. Y
de allí, de los animales, desglosar también el tipo de alimentación necesaria para cada uno
y la facilidad de adquisición, costos y consumo por animal al año, periodos de
reproducción, entre otros. Sería necesario, tal vez, para no terminar haciendo un mapa
conceptual gigantesco, hacer varios. Uno principal y uno para cada término, por ejemplo,
aquí, uno para los tipos de granjas con sus animales, y a partir de ellos, uno para cada tipo
de animal, para llevar orden y que nos sea más fácil utilizar la información cuando nos sea
necesario.

Marco Antonio Moreira también nos dice, respecto a los mapas conceptuales, que:
Al ser los mapas conceptuales una cruza entre conceptos e imágenes, adquieren, por
medio de las relaciones visuales que exponen las palabras unas con otras, una
cualidad mnemotécnica. Nos es más sencillo recordar una imagen que un concepto, pleno
de significado, y las relaciones que existen, por medio de conectores, entre estas
imágenes. Es más fácil recordar, retomando el ejemplo antes dado, que de la palabra o
concepto principal “Granjas en Centroamérica”, se desglosan, antes que nada, los climas y
la altura. Y de allí, ya se comenzarán a desglosar las categorías de animales, y después los
animales existentes. Tomemos en cuenta que es sólo un ejemplo, ya que para una tesina
esta información estaría en extremo incompleta, pues también tendríamos que clasificar
por tipo de vegetación existente y, posiblemente, por cercanía a zonas urbanas en
crecimiento, y mantos acuíferos.

Otra cosa que debemos tomar en cuenta al aprender cómo hacer un mapa conceptual, es
que éste lo que busca reflejar son proposiciones, no jerarquizar, como en los
organigramas que se usan en las empresas o instituciones. Así, en el ejemplo de arriba
podríamos hacer la siguiente proposición, suponiendo que el cuadro continuara
desglosándose desde el bovino, hacia un animal que fuera la vaca, y de allí se diera su
alimentación anual: “La vaca es un bovino que engulle al año un promedio de cinco
toneladas de yerba fresca y seca, y se aclimata fácilmente (suponiendo que se repitiera,
dentro del cuadro en todas las alturas y climas), por lo que se puede localizar a lo largo de
las granjas de Centroamérica”.

Aprender cómo hacer un mapa conceptual es sencillo, necesitamos elegir el tema y


después extraer los conceptos más importantes desde las ideas principales, pero
solamente quedarnos con palabras clave que nos permitirán recordar la información de
manera precisa. Saber cómo hacer un mapa conceptual es cuestión de práctica,
organización y observación.
Cómo hacer un cuadro sinóptico
Te explicaré cómo hacer un cuadro sinóptico, pero primero definiremos ¿Qué es un
cuadro sinóptico?

Se trata de una forma muy visual de organizar la información contenida en un texto de


modo conciso y claro. Se parte del concepto más general y se desarrolla hacia los detalles.
Puede representarse mediante un esquema de llaves, un diagrama o en columnas.

Es una herramienta muy útil para realizar esquemas de los apuntes de clase o de los temas
de un libro y poder repasar las ideas más importantes de forma rápida sin tener que releer
todas las hojas. Otra utilidad es la de expresar ideas de forma clara y muy visual.

También se utilizan a la hora de dar charlas informales en las que no queremos leer un
texto pero si seguir una estructura y no olvidar nada importante.

Cómo hacer un cuadro sinóptico mediante diagrama de llaves

Este sería un ejemplo de cómo hacer un cuadro sinóptico usando un esquema de llaves,
una de las formas más habituales de realizarlos. Puede observar como se parte de la idea
general, que es el título por así decirlo. En el segundo nivel se expresan las ideas
principales, que serían puntos que queremos tratar acerca del cuadro sinóptico. En el
tercer nivel se desarrollan estas ideas generales siempre de modo conciso y claro.

Cómo hacer un cuadro sinóptico mediante un diagrama

Los diagramas son otra forma de cómo hacer un cuadro sinóptico. Hay muchos tipos
diferentes de diagramas dependiendo de para qué se vayan a utilizar. No es lo mismo un
diagrama para una información de tipo científico que para realizar un esquema orientado
a desarrollar un programa informático. El más utilizado a la hora de estructurar la
información académica es probablemente el diagrama de árbol . Por supuesto también
está el mapa conceptual, pero ya esta desarrollado como tema aparte en este blog y no
es preciso volver a explicarlo. Pinche aquí si quiere encontrar el artículo.

El diagrama de árbol se llama así porque se va ramificando según se desarrolla,


recordando a un árbol en su dibujo. Este puede ser orientado en cualquier dirección, es
decir, puede partir de la base desde arriba, desde abajo, o desarrollarse hacia un lado. Un
ejemplo muy característico de este tipo de estructuras son los árboles genealógicos,
dónde se resume toda la información de una familia en un solo golpe de vista. Puesto que
todos conocemos bien este tipo de cuadros veamos un ejemplo simplificado.

De este mismo modo se puede utilizar este tipo de diagrama para organizar las ideas de
un texto.

Cómo hacer un cuadro sinóptico mediante columnas.

Podemos realizar un cuadro sinóptico mediante columnas o una tabla. Es un sistema muy
utilizado a la hora de realizar una comparativa ya que nos permite en un rápido vistazo ver
las diferencias y los puntos en común de varios temas. Por ejemplo, podemos realizar un
cuadro mediante columnas para comparar las cuatro estaciones en Europa Occidental.

Primavera Verano Otoño Invierno

La temperatura es suave y Las temperaturas son altas La temperatura es suave y La temperatura es baj

aumenta a lo largo de la durante toda la estación desciende a lo largo de la durante toda la estaci

estación estación
Las lluvias son frecuentes No llueve a penas Las lluvias son frecuentes Las lluvias son muy

abundantes

Las horas de sol crecen Hay más horas de sol que de Las horas de sol decrecen Hay menos horas de s

oscuridad de oscuridad

En casa una de las filas se pondrá una información que responderá a la misma pregunta en
todos los casos. Por ejemplo, en la primera fila la pregunta sería ¿cómo son las
temperaturas en cada estación? De este modo la información está correctamente
organizada, condensada y comparada.
Cómo se hace una monografía
Una monografía es un trabajo amplio y ordenado de investigación en el que se
desarrolla un solo tema a partir de información recopilada de distintas fuentes y
autores. En este apartado, aprenderemos, de manera sintética, los principios
básicos de cómo se hace una monografía, ya que la longitud de estas mismas
puede variar, según Umberto Eco, de las 100 hasta las 400 páginas.

¿Cómo se hace una monografía? Definición.


Antes de comenzar los pasos para comprender cómo se hace una monografía,
debemos asimilar la amplitud de la misma. Muchas veces, la monografía sirve
para evaluar el desempeño a lo largo de una carrera universitaria, maestría o
posgrados. Son estudios analíticos, intensivos y a fondo sobre un tema o el
aspecto de un tema que parten de la información (en dado caso que la haya) que
recopilemos de otros autores que ya han hablado del tema. Las monografías son
una herramienta que refleja las capacidades del que la desarrolla. El Diccionario
de la Real Academia la define como:

Diferencia entre Tesis y Monografía:


Para la gente que ya está en un nivel educativo superior, es posible que las
palabras tesis y monografía les parezcan idénticas, o si no, muy similares y a
veces nos es difícil discernir la una de la otra. La tesis, a diferencia de la
monografía, presenta unidad y linealidad en su argumento; también, se hace valer
de una demostración a profundidad y nos da como resultado un producto científico
nuevo o diferente.

En cambio, la monografía es un texto de trama argumentativa (que no incluye


resultados novedosos) del que nos servimos para organizar, analítica y
críticamente, la información existente de diferentes fuentes y autores respecto a
un tema en específico.

Una monografía se clasifica como científica sólo si cumple con los


siguientes puntos:
 El tratamiento del tema se da de forma clara y concisa, para que sea
entendible por los demás.
 La monografía contiene información nueva sobre el objeto de estudio, que no
ha sido publicada, y retoma el tema desde una perspectiva distinta a la de
los autores que ya han escrito del tema.
 La monografía debe ser útil a los demás, pues es una síntesis de lo que se
ha dicho hasta el momento respecto a determinado tema, y funciona para
exponer la información de una manera ordenada.
 Debe proporcionarnos un aparato crítico que nos permita sustentar o
invalidar la hipótesis que se propone. Así, abre diversos caminos para la
investigación posterior.

Tipos de monografías:
1. Monografía de compilación: Las monografías de compilación son aquellas
en las que se retoma la bibliografía existente respecto al tema elegido.
Después, se exponen los diversos puntos de vista y teorías de una manera
ordenada, preferentemente por año de publicación, y con un acomodo
cronológico, para facilitar el seguimiento y la evolución del tema. Y, por
último, se otorga una opinión personal respecto a la totalidad del trabajo
realizado.
2. Monografía de investigación: En las monografías de investigación se
analizan temas nuevos, poco explorados, con el fin de llegar a resultados
originales. Por tanto, es indispensable, en este tipo de monografía, ubicar y
agotar las fuentes que ya hayan dicho algo respecto al tema, para así poder
llevar la investigación por un camino nuevo.
3. Monografía de análisis de experiencias: Este tipo de monografía se
emplean, frecuentemente, para evaluar periodos durante carreras que
impliquen la práctica o durante el desarrollo de la profesión. En ellas, se van
recopilando las experiencias del individuo que las realiza durante un
determinado tiempo para después analizarlas, comparar unas experiencias
con otras, unos resultados con otros, comparar semejanzas y sacar
conclusiones.

Cuando uno aprende cómo se hace una monografía, además de tener como
resultado un trabajo bien organizado, analítico y muy completo, uno también
obtendrá diversas capacidades que pocas veces aplicamos en la vida diaria y que
nos pueden facilitar diversos aspectos de la misma. Entre ellas, uno aprende a
delimitar problemas y, por ende, a discernir las vías posibles de resolución al
mismo; la investigación y reunión de información adecuada, que tenga un sustento
en instituciones, textos publicados, bases científicas, nos ayuda a poder discernir,
en estos tiempos de Internet, informaciones que nos pueden ser útiles de otras
que aparentan serlo, pero en verdad no lo son; aprendemos a clasificar materiales
e información y, por tanto, a hacer uso de categorías para un mejor y más fácil
manejo de los mismos; también, dentro de nuestro periodo de investigaciones,
comenzamos a establecer contacto con instituciones y con personajes que nos
ayudan a buscar, definir y hasta resolver situaciones que van saliendo poco a
poco de nuestra monografía; la constante lectura de información en diversas
fuentes y autores con sus respectivos puntos de vista nos ayuda a formarnos un
carácter crítico, no sólo en el tema, sino que logramos, después de la experiencia
de realizar una monografía, discernir aparte del punto de vista que tenemos, otros
puntos de vista, y aprendemos a respetarlos; y, por último, debido a la extensión y
el rigor de cómo se hace una monografía, estamos obligados a enseñarnos a
comunicar nuestras ideas, dudas, resultados y conclusiones, ya sea por escrito o
de manera oral, frente a un individuo o un auditorio de una manera clara, concisa y
adecuada. Aprender cómo se hace una monografía puede parecer sencillo, pero
no se confíen. La mejor arma para ganar esta ardua batalla es la lectura, la
constancia, la perseverancia y, ante todo, cuando topemos con pared en nuestro
trabajo, la imaginación.

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