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TEMA 1

OBJETO DE LA ECONOMÍA POLÍTICA


1.1La producción Social: las categorías de la Economía Política
Si observamos como Juan derriba árboles en el bosque, nos encontramos con 2 elementos:
1. Al hombre que trabaja
2. Al objeto de trabajo

Si posteriormente un carpintero elabora madera aserrada, el objeto de su trabajo ya no sería el árbol


directamente (materia bruta), sino la madera procedente del árbol (materia prima). Por tanto: El objeto
de trabajo es una materia sobre la cual se aplica una actividad del trabajador para transformarla en
otra cosa. El objeto de trabajo puede ser:
a) La materia bruta, que es la se encuentra en la naturaleza antes de ser manipulada. Por ejemplo,
el árbol.
b) La materia prima, que es la que ha sufrido alguna manipulación
Por ejemplo, la madera del árbol transformada en tablas para hacer muebles.

Objeto de trabajo

Materia Bruta Materia Prima

2.1 Medios de trabajo


Podemos considerar como medios de trabajo todos los elementos que de modo directo o indirecto se
necesitan para realizar las actividades del trabajo.
Podemos considerar 2 grupos:
a) Medios directos de trabajo o instrumentos de trabajo: Las herramientas y máquinas
b) Medios indirectos de trabajo: Las instalaciones, energía, edificios, etc.

2.2 Medios de producción


Los objetos de trabajo, más los medios de trabajo forman los medios de producción.
Objetos de trabajo: materia bruta, materia prima
Medios de trabajo (Directos): herramientas, etc.
Medios de trabajo (Indirectos): Máquinas, energía, etc.
2.3 Fuerzas productivas
Conjunto de medios de producción, donde la fuerza productiva principal fundamental, es la clase
trabajadora (fuerza de trabajo). Con su inteligencia y su esfuerzo, la humanidad amplía y mejora
constantemente los medios de producción. A su vez, la creciente complejidad de los instrumentos y
del proceso de trabajo desarrolla y cambia al hombre mismo, incrementando su capacidad, sus
conocimientos y su destreza. La actividad humana crea más y mejores máquinas dirigida a la mejora
de la tierra, el ganado, el bosque, etc. Crea nuevas y complejas materias primas y convierte en útiles
los más diversos bienes naturales.
Entre los diversos medios de producción, los más dinámicos y determinantes son los instrumentos de
trabajo (medios directos de trabajo)
El hombre es, por esencia un ser social. Satisface sus necesidades como integrante de la sociedad y a
través de ella. Las distintas formas en que los hombres se relacionan entre sí, para actuar sobre la
naturaleza y repartirse el producto del trabajo social se denomina Relaciones de producción.

2.4 Relaciones de producción


El rasgo principal de las relaciones de producción, es la propiedad sobre los medios de
producción, es decir el conjunto de relaciones existentes entre los hombres en el proceso de
producción, cambo y distribución de los bienes materiales.
Entre las formas de propiedad, tenemos:
La propiedad privada: Cuando se encuentra en poder de particulares
La propiedad social: Cuando los medios de producción pertenecen a grupos de trabajadores o a la
sociedad entera.

2.5 Vínculo entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción


El trabajo del hombre en la utilización diaria de los instrumentos de trabajo mejorándolos y
perfeccionándolos, los hace que eleven su experiencia profesional y perfeccionan el proceso
productivo en su conjunto.
Si las relaciones de producción son nuevas y ayudan a impulsar el desarrollo de las fuerzas
productivas, conviene decir que hay relaciones entre ellos.

2.6 Las Leyes económicas del desarrollo de la sociedad.


Leyes económicas: Expresan relaciones causales durables, esenciales y durables
Las Leyes Económicas son leyes científicas que expresan el modo en que se producen los fenómenos
de la vida económica. Como toda ley científica una Ley Económica establece, básicamente, la
relación entre dos o más conceptos, explicando de este modo la forma en que se producen los hechos.
Las leyes económicas, como las de la naturaleza, poseen carácter objetivo, es decir, expresan nexos
y relaciones independientes de la voluntad y de la conciencia de los hombres. Surgen y actúan sobre
la base de determinadas condiciones económicas, se modifican a la vez que se modifican las
condiciones indicadas y desaparecen cuando éstas se eliminan.
El hombre no puede crear, cambiar o abolir las leyes económicas, pero puede descubrirlas, conocerlas
y utilizarlas en provecho de la sociedad. Utilizar las leyes económicas significa concordar la acción
humana con las exigencias de dichas leyes.
Las leyes económicas son leyes del desarrollo de la producción, distribución, intercambio y consumo.
Las relaciones económicas no pueden regir al margen de las relaciones entre los hombres.

2.6.1 Las principales características de las leyes económicas son:


Consistencia lógica interna: las conclusiones se derivan de las premisas y supuestos establecidos.
Consistencia lógica externa: las conclusiones de la ley son confrontadas con la propia realidad para
que tengan validez científica.
Pertinencia o relevancia: que la ley ayude a resolver los principales problemas de los seres humanos.
Predicción de fenómenos económicos: que permita eliminar todos aquellos problemas que en el
futuro tiendan a crear obstáculos para el mejoramiento de las condiciones de vida del hombre.

2.6.2 Diez leyes fundamentales de la economía


1. La producción necesariamente tiene que venir antes del consumo.
Para consumir algo, ese algo debe existir antes. Es imposible consumir algo que aún no fue creado.
Aunque esa sea una constatación lógica y obvia, es recurrentemente ignorada. La idea de que el
gobierno debe estimular el consumo de la población para que ello entonces impulse la producción y
toda la economía es predominante en los medios de comunicación y en los medios académicos. Se
trata de una perfecta inversión de causa y consecuencia.
Los bienes de consumo no caen simplemente del cielo. Los bienes de consumo son el resultado final
de una larga cadena que implica varios procesos de producción interconectados. A esa cadena se le
llama «estructura de producción».
Incluso la producción de un objeto aparentemente simple, como un lápiz o un sándwich, requiere una
intrincada red de procesos productivos que necesitan tiempo para ser concluidos y que tienen lugar a
lo largo de varios países y continentes.
Estimular el consumo, por definición, no puede generar crecimiento económico.

2. El consumo es el objetivo final de la producción


Las personas producen aquello que otras personas quieren consumir. No tiene sentido económico
producir algo que nadie va a consumir.
Por eso, el consumo es el objetivo de toda la actividad económica. Y la producción es su medio.
Los defensores de políticas gubernamentales que buscan «crear empleos» violan esta obvia idea. Los
programas para la creación artificial de empleos transforman la producción en el objetivo final, y no
el consumo de esa producción. Crear empleos artificialmente significa estimular la producción de
algo que no está siendo demandado voluntariamente por los consumidores.
Son los consumidores los que atribuyen valor a los bienes de consumo final. Al atribuir valor a los
bienes de consumo, indirectamente también atribuyen valor a los factores de producción (mano de
obra y maquinaria) utilizados en el proceso de producción de estos bienes de consumo.
Son los consumidores, por lo tanto, quienes determinan el valor de la mano de obra, de las materias
primas y de toda la maquinaria y equipamiento utilizados en todos los procesos de producción.
Ignorar las demandas reales del consumidor y querer crear empleos artificiales y procesos de
producción que no están en línea con los deseos del consumidor es una medida que intenta revocar
toda esa realidad. Tal medida es económicamente destructiva, pues inmoviliza mano de obra y
recursos escasos en actividades que no están siendo demandadas por la población. Eso significa
destrucción de capital y de riqueza.

3. Nada es realmente gratuito; todo tiene costes.


No existe almuerzo gratis. Recibir algo aparentemente gratuito significa sólo que hay otra persona
que está pagando por todo.
Detrás de cada universidad pública, de servicios de salud «gratuitos», de becas estudiantiles y de toda
y cualquier forma de asistencialismo, se encuentra el dinero de los impuestos de personas que trabajan
y producen.
Aunque los pagadores de impuestos sepan que es el gobierno quien confisca parte de su renta, no
saben para quien va ese dinero. Y aunque los que reciben los servicios costeados por ese dinero sepan
que es el gobierno quien está detrás de todo, no saben de quien tomó ese dinero.

4. El valor es subjetivo.
La manera como cada individuo atribuye valor a un bien es subjetiva, y varía en consonancia con la
situación y con los gustos de este individuo. Un mismo bien físico posee diferentes valores para
diferentes personas.
La utilidad de cada bien es subjetiva, individual, situacional y marginal. Por eso, no puede haber algo
como «consumo colectivo». Incluso la temperatura de una sala produce sensaciones distintas para
cada persona allí presente. El mismo partido de fútbol posee diferentes valores subjetivos para los
espectadores, como es fácilmente perceptible en el momento en que uno de los equipos marca un gol.

5. Es la productividad lo que determina los salarios.


La producción de un individuo durante un determinado periodo de tiempo determina cuánto puede
ganar durante ese periodo de tiempo.
Cuanto más pueda ese individuo producir de un bien o servicio voluntariamente demandado por los
consumidores en un determinado intervalo de tiempo, mayor podrá ser su remuneración.
En un mercado de trabajo genuinamente libre, las empresas contratarán mano de obra adicional
siempre que la productividad marginal de cada uno de esos trabajadores sea mayor que su salario
(coste). En otras palabras, siempre que un trabajador adicional sea capaz de generar más ingresos que
gastos, será contratado.
La competencia entre las empresas tenderá a elevar los salarios hasta el punto en que se equiparan
con la productividad.
El poder de los sindicatos puede alterar la distribución de los salarios entre los diferentes grupos de
trabajadores, pero no puede elevar el valor total de los salarios de todos esos trabajadores. Estos
dependen enteramente de la productividad.
¿Qué es lo que aumenta la productividad de la mano de obra? Ahorro, inversiones y acumulación de
capital. Sin ahorro no hay inversión. Y sin inversión no hay acumulación de capital. Sin acumulación
de capital no hay mayor productividad. Y sin más productividad no hay aumento de la renta.

6. Los gastos representan, a la vez, renta para unos y costo para otros.
Los keynesianos dicen que todo gasto genera renta. Se olvidan de que todo gasto es también un costo.
El gasto es un costo para el comprador y una renta para el vendedor. La renta es igual al costo.
El costo es el conjunto de erogaciones (gastos de dinero o desembolsos) que se hacen para producir
un bien o prestar un servicio. Por ejemplo: la materia prima, mano de obra e insumos.
Mientras que el gasto se refiere a los desembolsos para la distribución o venta del producto o servicio
y la administración del mismo

El mecanismo del multiplicador de renta keynesiano dice que, mientras más se gasta, más se
enriquece. Mientras más gastan todos, más ricos quedan todos. Tal lógica obviamente ignora los
costos. El multiplicador fiscal, por definición, implica que los costos aumentan junto con la renta. Si
la renta se multiplica, los costos también se multiplican. La plantilla del multiplicador keynesiano
ignora ese efecto del costo.
Graves errores de política económica ocurren cuando las políticas gubernamentales contabilizan los
gastos públicos sólo por la óptica de la renta, ignorando completamente el efecto de los costos.
Gastos, por lo tanto, son costos. El multiplicador de la renta implica la multiplicación de los costos.

7. Dinero no es riqueza.
El valor del dinero consiste en su poder adquisitivo. El dinero sirve como un instrumento para efectuar
cambios. Cuánto mayor el poder adquisitivo del dinero, mayor su capacidad de efectuar cambios.
Pero el dinero, por sí sólo, no es riqueza. Es sólo un medio de cambio. Riqueza es abundancia de
productos y servicios y bienestar. La riqueza de un individuo se encuentra, por lo tanto, en su
capacidad de tener acceso a los bienes y servicios que desea
La creación de más dinero por parte del gobierno no significa la creación de más riqueza. Una nación
no puede aumentar su riqueza al aumentar la cantidad de dinero existente.
Robinson Crusoe no sería un céntimo más rico en el caso de que encontrara una mina de oro o un
maletín lleno de dinero en su isla desolada.

8. El trabajo, por sí sólo, no crea valor.


El trabajo, cuando se combina con otros factores de producción (materias primas, herramientas e
infraestructura), crea productos. Pero el valor de esos productos depende de su utilidad para el
consumidor.
La utilidad de un producto depende de la valoración subjetiva hecha por cada individuo (ver ley 4).
Por eso, crear empleos sólo para que haya más empleos es algo económicamente insensato (ver ley
2).
Lo que realmente importa es la creación de valor y no lo duro que un individuo trabaja. Para ser útil,
un producto o servicio tiene que generar beneficios al consumidor. El valor de un bien o servicio no
está directamente conectado al esfuerzo necesario para producirlo.
Un hombre puede gastar centenares de horas haciendo sorbetes de barro o cavando agujeros, pero si
nadie atribuye alguna utilidad a esos sorbetes o a esos agujeros y, por lo tanto, no los valora lo
suficiente como para pagar alguna cosa por ellos, tales productos no tendrán ningún valor,
independientemente de los centenares de horas empleadas en su fabricación.

9. El beneficio es una bonificación extra para el emprendedor.


En el capitalismo de libre competencia, el beneficio económico, es una bonificación extra que una
empresa gana por haber sabido asignar correctamente recursos escasos.
En una economía estacionaria, en la cual no ocurre ningún cambio, no habría ni beneficios ni pérdidas,
y todas las empresas tendrían la misma tasa de retorno. Sin embargo, en una economía dinámica y
creciente ocurren cambios diariamente en los deseos de los consumidores. Y aquellos más capaces
de anticipar esos cambios en los deseos de los consumidores y que sepan cómo dirigir los recursos
escasos (mano de obra, materias primas y bienes de capital) para satisfacer esos deseos lograrán
beneficios económicos.
Los emprendedores capaces de anticipar las demandas futuras de los consumidores obtendrán las
mayores tasas de beneficio y tenderán a crecer. Los emprendedores que no tengan esa capacidad de
anticipar los deseos de los consumidores tenderán a encoger hasta finalmente ser expulsados del
mercado.
10. Todas las verdaderas leyes económicas son puramente lógicas.
Las leyes económicas son aprioristas, lo que significa que no necesitan ser previamente verificadas y
no pueden ser empíricamente falsificadas.
Nadie puede falsificar tales leyes empíricamente porque son verdaderas en sí mismas. Como tal, las
leyes fundamentales de la economía no requieren verificación empírica. Referencias a hechos
empíricos sirven meramente como ejemplos ilustrativos; no representan una declaración de
principios.
Es posible ignorar y violar las leyes fundamentales de la economía, pero no es posible alterarlas. Las
sociedades que entiendan y respeten estas diez leyes económicas sin intentar revocarlas prosperarán.

2.7 Definición de Economía Política


Es una rama de la ciencia económica que estudia cómo, desde el Gobierno, se organiza la producción,
distribución, intercambio y consumo de bienes y servicios en las distintas sociedades.

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