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ALTERACIONES DE LA AFECTIVIDAD

Consiste en el cambio o modificación del estado de ánimo que repercute en el acontecer


emocional con los sentimientos y pasiones, manifestaciones en la conducta. Las alteraciones de
la afectividad se pueden analizar desde dos vertientes; por un lado, existen síntomas específicos
que ponen de manifiesto algunas modificaciones características de la afectividad (como la
tristeza, la alegría patológica, la apatía, la anhedonia, etc.) y, por otro, se pueden analizar los
síndromes afectivos más importantes.

Las alteraciones sintomáticas de la afectividad comprenden:

 Indiferencia afectiva
Es el estado de insensibilidad e inexpresividad emocional. El sujeto muestra una frialdad
afectiva en la que no parece experimentar ningún sentimiento, ni manifestar ninguna reacción al
medio. Es una falta de reacción afectiva a las percepciones y vivencias.

La indiferencia afectiva tiene como características el que se presente en tres esferas, desde el
punto de vista psicológico:

 El aspecto volitivo (la voluntad)


 La cognoscitiva (inteligencia)
 La afectiva donde se incluye los sentimientos, las emociones, el ánimo y los afectos
propiamente dichos.

La inhibición afectiva subjetiva es un estado patológico donde el enfermo se siente


imposibilitado de experimentar alegría o dolor, de sentir cariño hacia sus familiares: le parece
sentirse vacío, como si estuviese muerto. Se presenta especialmente en ciertas fases de algunas
psicosis afectivas y en la esquizofrenia.

 Incontinencia afectiva
Se caracteriza por la incapacidad para controlar las manifestaciones afectivas, aunque se intente
de forma consciente. La persona hace esfuerzos para no manifestar su tristeza, pero termina por
estallar en sollozos o llorar sin consuelo, mostrándose estos de forma brusca y exagerada. Pero,
no solo el sujeto puede experimentar episodios de llanto, sino no tambien de risas ante un
estímulo mínimo. No obstante, hay suficientes reportes de pacientes que pueden ser
desencadenados por la exaltación causal, medianamente gracioso, medianamente triste.

Sabemos que la incontinencia afectiva se presenta mayormente en llanto que en risa y controlar
su alcance y duración es la parte más difícil para los pacientes. Cabe señalar que terminados
estos episodios, no hay una sensación de alivio. Por ejemplo, en una entrevista se le pregunta a
un sujeto el nombre de un familiar cercano y comienza a llorar desconsoladamente, en donde se
observa dificultades en el control de la afectividad, con reacciones de intensidad o duración
excesivas.

La incontinencia afectiva es consecuencia de la falta de freno inhibitorio cortical, por


insuficiencia o debilitación. Es la incapacidad para contener los estados emocionales
desencadenados por cualquier estímulo, aun los de pequeña magnitud.

Se observa en los insuficientes mentales, dementes, en personas psicolábiles, en la depresión y


en algunos trastornos de ansiedad.
 Labilidad afectiva
Consiste en rápidos cambios en cuanto al estado emocional y, en general, independientes de
estímulos causales externos. Es propio de ciertos trastornos neurológicos. Por ejemplo, un
paciente maníaco que presenta llanto e intensificación de sus emociones al recordar un suceso
concreto, verbigracia, el estado de salud sus hijos. Entonces, los cambios súbitos que van desde
un ánimo normal a una depresión o euforia, llegando hasta excitación, generalmente dura casi
siempre poco tiempo(segundos-minutos), aunque puede reaparecer varias veces en el mismo
paciente. Esta característica genera inseguridad en las personas que los rodean ya que despierta
una sensación de inseguridad en cuanto a la estabilidad afectiva.

La observamos en los niños y los muy ancianos, en pacientes con enfermedades orgánicas
(generalmente con afectación del SNC), en los oligofrénicos, epilépticos, psicópatas, etcétera.

 Anhedonia
Consiste en la incapacidad para disfrutar de la vida y la dificultad para experimentar placer. Hay
una pérdida de interés por las cosas y aficiones con las que se disfrutaba antes de padecer el
trastorno. La anhedonia es uno de los síntomas depresivos por excelencia, aunque puede estar
presente en otros trastornos, como por ejemplo, en algunos casos de demencias (Alzheimer).
Las

Síntomas más comunes:

 Insatisfacción con las actividades que realiza.


 Fatiga o perdida de energia.
 Falta de autoestima.
 Dificultad para relacionarse con los demás.
 Pensamientos repetidos de muerte.
 Problemas para afrontar los problemas de la vida.

 Ambivalencia afectiva
Se denomina ambivalencia de sentimientos la coexistencia de sentimientos positivos y negativos
con respecto a un mismo objeto, contenido vivencial o representación. Por ejemplo, un sujeto
puede presentar sensaciones positivas, como amor, y negativas, como odio en relación con una
persona concreta y sin que se anulen mutuamente.

Lo ambivalente existe a partir de la noción de valencia, que puede entenderse como el interés o
el rechazo hacia una determinada cosa. Lo que produce alegría o placer cuenta con valencia
positiva, mientras que aquello que genera tristeza o dolor tiene valencia negativa.

La ambivalencia es un síntoma inespecífico que puede aparecer en diferentes situaciones, tanto


normales como patológicas, incluyendo trastornos de personalidad, sujetos inmaduros,
trastornos de ansiedad o depresiones (no confundir con la indecisión como síntoma afectivo), e
incluso puede aparecer en cuadros psicóticos como la esquizofrenia.

Alteraciones sindrómicas de la afectividad (síndromes afectivos)

 Síndrome depresivo
El síndrome depresivo constituye un trastorno de la afectividad caracterizado por una
disminución global del estado de ánimo y que se manifiesta en diferentes planos, tanto psíquicos
como somáticos. Es un conjunto de síntomas que identifican un estado de humor dominante de
tonalidad triste, pesimista o sombrío, y de naturaleza diversa.

Los síntomas básicos de la depresión son el estado de ánimo deprimido(tristeza) y la pérdida


del interés o capacidad de obtener placer(anhedonia). Estos dos síntomas pueden variar en
cuanto a intensidad y repercusión de acuerdo con el tipo y con la gravedad del cuadro depresivo.
Podemos encontrar pacientes con una tristeza vital y profunda que engloba todas las áreas de la
vida de relación del sujeto y que manifiesta una imposibilidad absoluta de anticipar o conseguir
un cierto placer, mientras que otros pacientes pueden manifestar una tristeza menos vital, más
reactiva e impregnada de ansiedad, así como una pérdida de la capacidad de anticipar y buscar
placer, pero conservando la capacidad de experimentarlo si la situación es propicia.

 Síndrome maníaco.

A diferencia del síndrome depresivo, el síndrome maníaco constituye una exaltación de las
funciones vitales caracterizado por un estado de ánimo hipertímico o aumentado. En el maníaco
la alegría no es normal, sino patológica, e invade todas las funciones psíquicas normal.

El estado de ánimo de un paciente maníaco no siempre es alegre o eufórico, también puede ser
expansivo o irritable. Los pacientes maníacos presentan una importante sensación de bienestar,
se sienten superiores y predominan en ellos los sentimientos autoexpansivos y de omnipotencia.

Síntomas:

Un período bien definido de estado de ánimo anormal y persistentemente elevado, expansivo o


irritable, y un aumento anormal y persistente de la actividad o la energía, que dura como
mínimo una semana y está presente la mayor parte del día, casi todos los días.

Durante el período de alteración del estado de ánimo y aumento de la energía o actividad,


existen tres (o más)de los síntomas siguientes en un grado significativo y representan un cambio
notorio del comportamiento habitual:

 Aumento de la autoestima o sentimiento de grandeza


 Disminución de la necesidad de dormir
 Más hablador de lo habitual o presión para mantenerla conversación
 Fuga de ideas o experiencia subjetiva de que los pensamientos van a gran velocidad
 Facilidad de distracción, según se informa o se observa
 Aumento de la actividad dirigida a un objetivo o agitación psicomotora
 Participación excesiva en actividades que tienen muchas posibilidades de consecuencias
dolorosas.

La alteración del estado de ánimo es suficientemente grave para causar un deterioro importante
en el funcionamiento social o laboral, para necesitar hospitalización con el fin de evitar daño a
sí mismo o a otros, o porque existen características psicóticas.

El episodio no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia o a otra afección
médica.

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