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Yago Di Nella- Miriam Sola- Lidia Calvillo- Lorena Negro- Andrea Paz- Sofía Venesio
1- Introducción
La creciente demanda de atención de salud mental por parte de la población requiere de
acciones que, desde una mirada compleja del proceso salud-enfermedad-atención,
incluyan los cambios demográficos, socioeconómicos y culturales.
Según la Organización Mundial de la Salud (2004), se estima que una de cada cuatro
personas padece uno o más trastornos mentales o del comportamiento a lo largo de la
vida. La magnitud de los datos exige que se amplíe el campo de competencia de las
acciones de salud mental y se enfatice la detección temprana y la atención de los
problemas psicosociales y trastornos mentales en la atención primaria de la salud.
El desafío actual para la epidemiología de los trastornos mentales es diseñar
investigaciones que permitan abordar las problemáticas de salud mental de los sujetos y
sus prácticas desde una mirada integral. Aunque una parte importante de la actividad
epidemiológica contemporánea se orienta a la búsqueda de marcadores biológicos y
genéticos de exposición, resulta significativo relacionar estos datos con los determinantes
sociales, demográficos, de modos de vida, del medio ambiente, de recursos y sistemas de
salud.
Frente a la escasez de relevamientos sobre indicadores en salud mental en Argentina, este
capítulo tiene por objeto socializar la información disponible de datos primarios y
secundarios del Sistema de Vigilancia Epidemiológica de la Dirección Nacional de Salud
Mental y Adicciones.
1
Se ha realizado un primer trabajo de extrapolación de las tasas medias y medianas de
diferentes estudios epidemiológicos de tipo comunitario de trastornos psiquiátricos
realizados en América Latina y el Caribe. Se ha estimado la cantidad de personas
afectadas por trastornos mentales de 15 años y más en Argentina para el año 2010
(Ministerio de Salud de la Nación, 2010a).
Estas estimaciones permiten dimensionar la magnitud de la problemática de la salud
mental en Argentina hasta tanto se disponga de investigaciones originales y
especializadas en este campo.
Asimismo, se efectuaron en el mes de mayo de 2010 (Ministerio de Salud de la Nación,
2010b) y en el mes de mayo de 2011 un relevamiento de camas destinadas a la atención
en salud mental en el sector público, que permitió monitorear el reemplazo de camas en
instituciones monovalentes por camas en hospitales generales y dispositivos alternativos
para la atención en la comunidad, tal como se viene planteando desde la Declaración de
Caracas en adelante (OPS, 1990).
En el marco general de los procesos de desmanicomialización que se han llevado a cabo
en todo el mundo, y tomando como antecedentes la Declaración de Caracas, los
Principios de Brasilia (OPS, 2005) y el Consenso de Panamá (OPS, 2010), este estudio
pretende ser un aporte para que las intervenciones no se limiten a la institucionalización,
la individualización y la medicalización del sufrimiento, y se inscriban en el marco de los
derechos humanos. Estos documentos cuestionan las formas tradicionales de atención en
salud mental; partiendo de los derechos humanos de las personas con padecimientos
mentales y/o adicciones y familiares, desplazan la visión psiquiátrica hospitalocéntrica
(ver capítulo 1) hacia una atención de tipo comunitaria que incluya lo mental en el
sistema sanitario. Esto implica respetar el derecho a vivir en comunidad y el principio de
intervención mínima de las Naciones Unidas (Declaración Universal de Derechos
Humanos, 1948).
Entre otros autores, Levav afirma que (2003) “… desde hace siglos las personas con
trastornos mentales que accedían a algún tratamiento han sido confinadas en instituciones
ad hoc conocidas como hospitales psiquiátricos, manicomios o asilos de alienados. Con
frecuencia, la función de estas instituciones -rodeadas de altos muros y situadas en zonas
periféricas lejos de la residencia habitual de los usuarios y de sus familiares- ha sido la de
2
retirar del circuito social a las personas con trastornos mentales; por lo tanto,
tradicionalmente, estas instituciones se han dedicado más a proveer servicios de custodia
que atención intensiva”.
Por último, se presentan algunos resultados de una investigación realizada en el año 2007
por el Ministerio de Salud de la Nación y la Asociación de Unidades Académicas de
Psicología (AUAPSI) sobre las problemáticas de salud mental en la infancia.
La Organización Mundial de la Salud (2001) ha documentado que el desarrollo humano
depende de la salud positiva de las comunidades, principalmente en lo que atañe a
cuestiones asociadas con la salud mental. Las poblaciones en condiciones sociales y
económicas adversas son las que están expuestas a mayores riesgos. Precisamente los
niños constituyen un grupo poblacional particularmente vulnerable a los cambios en el
contexto socioeconómico y al impacto de acontecimientos significativos sobre la calidad
y los estilos de vida de su entorno familiar y comunitario.
La creación, desarrollo o modificación de políticas de salud mental en la infancia
demanda no sólo la identificación y descripción de los problemas, sino también estimar
su distribución, determinar su magnitud y frecuencia, describir el contexto sociocultural
en el cual se producen y establecer los factores asociados a ellos (Ministerio de Salud de
la Nación, 2010c).
La rehabilitación de las personas afectadas por trastornos mentales constituye un
problema sanitario creciente. En 1990 se estimó que las afecciones psiquiátricas y
neurológicas en esta región explicaban el 8,8% de los años de vida ajustados por
discapacidad (AVAD) (Murray; Lopez, 1996). En 2002 esa carga había ascendido a más
del doble: 22,2%1. En América Latina y el Caribe esta carga creciente podría obedecer a
la transición epidemiológica, donde hay una mayor proporción de personas en edad
adulta con riesgo de sufrir los trastornos mentales propios de esta etapa, es decir que
existe un desplazamiento de las enfermedades transmisibles por las enfermedades
crónicas (OPS, 2002). Desde una perspectiva demográfica, las Naciones Unidas calculan
que entre el año 2005 y el 2025 la población total de América Latina y el Caribe
aumentará un 23%, por lo que se incrementará el número de personas afectadas
1
Carga Mundial de Morbilidad de la OMS. Disponible en
http://www.who.int/features/factfiles/global_burden/es/index.html
3
(Rodríguez; Kohn; Levav, 2009). A su vez, las proyecciones de la ONU indican que este
crecimiento poblacional será mayor en el grupo de personas de edad más avanzada.
Para poder dar respuesta, desde el nuevo paradigma de salud mental, que incluye los
derechos humanos de las personas, a los trastornos mentales en América Latina y el
Caribe, es necesario conocer su prevalencia para cada grupo etáreo, las discapacidades
asociadas con esos trastornos y sus determinantes, como así también, la brecha de
atención, es decir el porcentaje de personas que padecen alguna afección de salud mental
y no reciben tratamiento en el sistema de salud formal.
2
Tasas calculadas para el año 2005, extraídas del Estudio Epidemiología de los trastornos mentales en
América Latina y el Caribe, Organización Panamericana de la Salud: Washington DC; 2009.
3
Se calculó la brecha sólo para los siguientes trastornos: psicosis no afectiva, depresión mayor, distimia,
trastorno bipolar, ansiedad generalizada, trastorno de pánico, trastorno obsesivo compulsivo y abuso o
dependencia de alcohol; ya que estos eran los únicos disponibles en el Estudio Epidemiologia de los
trastornos mentales en América Latina y el Caribe
4
Se tomaron las proyecciones de población 2010 del INDEC dado que a la fecha de realización todavía no
se disponía de los resultados del Censo 2010 con la apertura por edad.
4
30.362.640 (14.681.478 varones y 15.681.162 mujeres)5. De este total, el 21%
(6.193.979) padece alguno de los trastornos mentales citados anteriormente para el año
2010 (Gráfico 1). Este valor es considerado alto y se aproxima al de los países más
desarrollados. Es importante señalar que no se tuvo en cuenta la posible coexistencia de
más de una afección en una misma persona, es decir la comorbilidad.
De este 21 %, el alcoholismo alcanza un 27,5%, en la apertura por sexo los hombres
representan 1.438.785 y las mujeres 219.536, encontrándose los hombres 7 veces más
afectados por este trastorno que las mujeres. La depresión mayor se ubica en segundo
lugar con un 26,5%, (Gráfico 2) compuesto por 1.113.363 mujeres y 513.852 hombres,
siendo las mujeres afectadas más del doble que los hombres. Es decir que una de cada
cuatro personas padece de algún trastorno mental por abuso o dependencia al alcohol. La
misma proporción se mantiene respecto a la depresión mayor.
GRÁFICO 1. PORCENTAJE ESTIMADO DE PERSONAS
MAYORES DE 15 AÑOS AFECTADAS POR TRASTORNOS GRÁFICO 2. PORCENTAJE CALCULADO SOBRE TOTAL DE PERSONAS
MENTALES. PREVALENCIA AÑO 2010. TOTAL MAYORES DE 15 AÑOS SEGÚN PATOLOGÍAS SELECCIONADAS. PREVALENCIA
ARGENTINA. AÑO 2010. TOTAL ARGENTINA
5
Elaboración propia con datos de las Proyecciones provinciales de población por sexo y grupos de edad.
2001-2015. INDEC.
5
En general los programas dedican gran parte de sus contenidos a la psicosis, la cual
representa el 3,4% de las afecciones mentales, mientras que pocas materias dedican
contenidos a la problemática del alcohol que alcanza el 27,5% de la población mayor de
15 años afectada por trastornos mentales a nivel nacional.
En Argentina, como en toda la región, la estimación de la brecha de atención de los
trastornos mentales es alta. Se estima que alrededor de tres quintas partes de las personas
que tenían problemas relacionados con el consumo de alcohol, más de la mitad de las que
padecían trastornos de ansiedad y depresión mayor y más de la tercera parte de las
personas con psicosis no afectiva, no han recibido ningún tratamiento de salud mental en
el sistema público especializado en el último año. El abuso o dependencia al alcohol y la
depresión mayor son los trastornos que presentan mayor cantidad de población afectada y
las brechas de atención más altas en nuestro país (Gráfico 3).
1400000
1200000
1000000
800000
600000
400000
200000
0
PSICOSIS NO DEPRESIÓN MAYOR DISTIMIA TRASTORNO ANSIEDAD PANICO TRASTORNO ALCOHOL
AFECTIVA BIPOLAR OBSESIVO
Fuente: Estimaciones calculadas con datos extraídos de la publicación Epidemiología de los trastornos mentales en América Latina y el Caribe y la población
estimada afectada por cada uno de los trastornos en Argentina para el año 2010
6
en salud mental y la extensión y la adecuación de los programas y servicios existentes
acordes con la realidad epidemiológica.
3. Las camas destinadas a Salud Mental del sector público como indicador de
proceso de cambio hacia el nuevo paradigma
En Argentina, los recursos para afrontar la situación epidemiológica actual son
insuficientes, no están distribuidos apropiadamente y en algunas provincias subsiste un
modelo de servicios centrado en el hospital psiquiátrico tradicional como respuesta casi
exclusiva.
Se presenta a continuación la comparación de los relevamientos realizados en mayo de
2010 (Ministerio de Salud de la Nación, 2010) y mayo de 2011 de las camas
monovalentes, polivalentes y en residencias comunitarias destinadas a la atención en
salud mental en el sector público en Argentina. Los datos se construyeron en base a la
información aportada por cada jurisdicción.
En el mes de mayo de 2010 sólo 8 provincias no utilizaban instituciones monovalentes de
estructura manicomial (Mapa 1). Para mayo de 2011 se sumó la provincia de Formosa
(Mapa 2). En un año las camas monovalentes se redujeron un 14,8 %.
Mapa 1. CANTIDAD DE CAMAS DESTINADAS A SALUD Mapa 2. CANTIDAD DE CAMAS DESTINADAS A SALUD
MENTAL EN HOSPITALES MONOVALENTES POR MENTAL EN HOSPITALES MONOVALENTES POR
PROVINCIA. MAYO 2010 PROVINCIA. MAYO 2011
37 49
200 14
180
43 230 120 57 35 160 107 57
227 201
42 23
71 460 72 438
1084
1370 460 426
242 207
4000 C.A.B.A: 2144 C.A.B.A: 1908
3270
C.N.M.O: 700 C.N.M.O: 660
HTAL SOMMER: 48 HTAL SOMMER: 37
REDUCCIÓN DE
TOTAL CAMAS HM: 10.465 TOTAL CAMAS HM: 8914 1551 CAMAS
MONOVALENTES
Fuente: Relevamiento realizado por el Sistema de Vigilancia Epidemiológica Fuente: Relevamiento realizado por el Sistema de Vigilancia Epidemiológica
de la Dir. Nac. de Salud Mental y Adicciones. Los datos presentados fueron de la Dir. Nac. de Salud Mental y Adicciones. Los datos presentados fueron
suministrados por los referentes de Salud Mental de cada jurisdicción suministrados por los referentes de Salud Mental de cada jurisdicción
7
En el mes mayo de 2010, puede observarse la escasez de camas en los servicios
hospitalarios del segundo nivel. Sólo 18 provincias disponían de camas destinadas a la
atención en salud mental (Mapa 3). A mayo de 2011, se sumaron las provincias de
Misiones, Formosa, Salta y Tucumán. Sin embargo, las provincias de Catamarca y La
Rioja, y el Hospital Posadas dependiente del Ministerio de Salud de la Nación no poseen
camas destinadas a la atención en salud mental. En un año, las camas en hospitales
polivalentes aumentaron un 37,7%.
15
12
54 49 4
9
20 128
28 20
75 98
11 11
32 63 97 35
11
11 **
55 54
C.A.B.A: 40 C.A.B.A: 70
219 219
48 HTAL POSADAS: 0 53 HTAL POSADAS: 0
10 18
106 201
AUMENTO DE 323
50 TOTAL CAMAS HP: 857 43 TOTAL CAMAS HP: 1180 CAMAS
POLIVALENTES
8
Mapa 5. CANTIDAD DE CAMAS DESTINADAS A Mapa 6. CANTIDAD DE CAMAS DESTINADAS A
SALUD MENTAL EN DISPOSITIVOS COMUNITARIOS. SALUD MENTAL EN DISPOSITIVOS COMUNITARIOS. ** DATOS MAYO
MAYO 2010 MAYO 2011 2010
* La C. N. M. OCA
en mayo de 2010
no había
22 informado D.C
46
34
26 43
**
134 144
C.A.B.A: 4 C.A.B.A: 32
300
100 C.N.M.O: 89
24 24
30 12
AUMENTO DE
TOTAL CAMAS DC: 460 3 TOTAL CAMAS DC: 837 377 CAMAS EN
8
DISPOS. COM.
22
Fuente: Relevamiento realizado por Msal por jurisdicción Fuente: Relevamiento realizado por Msal por jurisdicción
RESUMEN
9
Para el año 2001 existían en Argentina 54 instituciones públicas con internamiento
crónico: 1 Colonia Nacional, 11 Colonias Provinciales y 42 Hospitales Monovalentes
Provinciales. Para el mismo año 21.000 personas se encontraban internadas: 14.000 en
Colonias y 7.000 en Hospitales Monovalentes. Es por eso que este estudio nacional
resulta de interés porque permite actualizar la última información obtenida en el año
2001 en el marco del Programa Nacional de Epidemiología en Salud Mental
(PRONESAM)6 perteneciente al Ministerio de Salud de la Nación.
14.000 en colonias
Cantidad total de personas 21.000
internadas en instituciones 7.000 en hospitales monovalentes
públicas
Entre el año 2001 y mayo de 2011 (Ministerio de Salud de la Nación, 2010) las camas
monovalentes en hospitales psiquiátricos del sector público han disminuido en un 57,6 %
aproximadamente. Pero aún no se ha logrado alcanzar la meta propuesta por la
Declaración de Caracas del año 1990, la cual propone la reestructuración de la atención
psiquiátrica ligada a la atención primaria de la salud, promoviendo modelos alternativos
centrados en la comunidad y dentro de las redes sociales de las personas bajo atención.
La Declaración indica que la relación óptima debería ser un 95% de camas polivalentes y
6
Programa Nacional de Epidemiología en Salud Mental creado en 1998 y vigente hasta el año 2001.
10
en dispositivos comunitarios y un 5% de camas monovalentes, horizonte que se debería
alcanzar.
11
Se utilizaron como instrumentos de recolección de datos el Child Behaviour Check List -
instrumento de screening validado localmente-, y dos cuestionarios: uno de variables
sociodemográficas y otro sobre eventos vitales.
Esta investigación obtuvo entre sus principales resultados que el 15,2% de los niños y
18,4
niñas sufre de algún padecimiento mental definidos como: problemas sexuales,
15,5 15,3 problemas de
15,2 somáticas, ansiedad/depresión, problemas sociales,
retraimiento, quejas
13,9 13,2
12,9 de pensamiento. A su vez se han
atención, antisociabilidad, agresividad y problemas
encontrado relaciones estadísticamente significativas entre dichas problemáticas de salud
9,4
mental y las variables: nivel socioeconómico, nivel de instrucción de ambos progenitores,
nivel de hacinamiento, repitencia escolar y tipo de grupo familiar. Esta asociación
refuerza la necesidad de incluir los determinantes sociales en la planificación de las
políticas públicas.
La identificación de eventos vitales predictores de sintomatología infantil resultó otro de
Muestra Buenos Comahue Córdoba La Plata Mar del San Luis Tucumán
los aspectos
Total incluidos
Aires en la presente investigación. LosPlata
hallazgos señalan que los
principales eventos reportados por las personas entrevistadas se presentaron en el
siguiente orden: 1) pérdida de la salud de un ser querido; 2) clima familiar tenso y 3)
algún miembro de la familia ha sido víctima de robo, asalto y/o atraco.
Se observó una estrecha relación entre el nivel socioeconómico (NSE) de las familias y la
presencia de problemas psicológicos en los niños. A menor NSE se registra una mayor
presencia de problemas y un menor porcentaje de consultas a referentes del campo de la
salud mental.
12
Esta asociación se confirma al observar la relación entre los problemas de
comportamiento internalizante (subescalas de retraimiento, queja somática y
ansiedad/depresión) y externalizante (subescalas de comportamiento antisocial y
agresividad) con el NSE de las familias.
13
La Ley Nacional de Salud Mental Nº 26.6577 genera un marco de referencia en el
proceso de cambio de las viejas prácticas socio-sanitarias y de internación en particular
propias del siglo XIX. En cuanto a la modalidad de abordaje la ley propone que “el
proceso de atención debe realizarse preferentemente fuera del ámbito de internación
hospitalario y en el marco de un abordaje interdisciplinario e intersectorial, basado en
los principios de la atención primaria de la salud”8. A su vez hace hincapié en el
reforzamiento, restitución y promoción de los lazos sociales.
La opción de internación debe ser, según la Ley, “lo más breve posible y en función de
criterios terapéuticos interdisciplinarios…”9. Asimismo “…es considerada como un
recurso terapéutico de carácter restrictivo, y sólo puede llevarse a cabo cuando aporte
mayores beneficios terapéuticos que el resto de las intervenciones realizables en su
entorno familiar, comunitario o social…”10.
La Ley prohíbe la creación de nuevos manicomios11 y establece que las internaciones de
salud mental deben realizarse en hospitales generales12. El objetivo es asegurar el pleno
goce de los derechos humanos y dar oportunidad a las personas con padecimiento mental
de rechazar la asistencia si así lo desea. Incorpora a la legislación argentina los Principios
de Naciones Unidas para la Protección de los Enfermos Mentales y la Declaración de
Caracas de la OPS, entre otros instrumentos internacionales.
La importancia de contar con una legislación sobre salud mental es que codifica y
consolida principios fundamentales, ofreciendo una plataforma general para las acciones
de salud mental por períodos más prolongados que los de un mandato de gobierno. Para
que las transformaciones sean operativas la ley debe regularse para su implementación y
debe ser de conocimiento público.
Las estimaciones de la prevalencia de los trastornos mentales y la brecha de atención
presentadas, junto al relevamiento de camas destinadas a la atención en salud mental del
sector público y los datos disponibles de los trastornos metales en la infancia en
Argentina, pretenden ser un aporte para la construcción de políticas públicas en
consonancia con el cumplimiento de la Ley Nacional de Salud Mental. Resulta
7
Promulgada el 2 de diciembre de 2010.
8
Ley Nacional 26.657. Capítulo V. Artículo 9
9
Ley Nacional 26.657. Capítulo VII. Artículo 15.
10
Ley Nacional 26.657. Capítulo VII. Artículo 14.
11
Ver Ley Nacional 26.657. Capítulo VII. Artículo 27.
12
Ver Ley Nacional 26.657. Capítulo VII. Artículo 28.
14
imprescindible contar con información epidemiológica confiable que identifique las
necesidades de los grupos vulnerables. Esta información permite priorizar políticas
públicas según la realidad epidemiológica nacional.
Es fundamental fortalecer los Sistemas de Vigilancia e Investigación Epidemiológica en
Salud Mental, tanto a nivel nacional como provincial y municipal, para construir
indicadores precisos y confiables que operacionalicen el concepto de salud mental
entendido como “… un proceso determinado por componentes históricos, socio-
económicos, culturales, biológicos y psicológicos, cuya preservación y mejoramiento
implica una dinámica de construcción social vinculada a la concreción de los derechos
humanos y sociales de toda persona”13. Como así también, que permita a su vez:
identificar la magnitud y gravedad de los eventos en salud mental y adicciones que
ocurren en la comunidad y en los diferentes grupos poblacionales; determinar prioridades
en la toma de decisiones para orientar políticas públicas referidas a esta problemática;
favorecer el acceso a la información; y evaluar los programas, los servicios de salud y las
políticas públicas referidas a salud mental y adicciones.
Reflexiones finales
La posibilidad de plantear un eje de trabajo centrado en la accesibilidad de las personas al
cumplimiento de las garantías para el acceso a su derecho a la salud, refleja la posibilidad
de que se empiece a pensar no sólo en clave sanitaria sino en clave constitucional y en el
respeto a los Derechos Humanos y a todos sus tratados. El enfoque de derechos nos alerta
sobre la necesidad de articular el enfoque sanitario con nuestra Constitución Nacional (Di
Nella, 2010).
Históricamente en Argentina se ha excluido la salud mental del sistema sanitario
hospitalario. Existen escasas experiencias en pocas provincias que han logrado la
incorporación efectiva de servicios de internación y de atención del episodio agudo en el
segundo nivel de atención. El sistema federal ha posibilitado importantes avances;
distintos distritos han incorporado como estrategia la atención primaria sin la necesidad
de intervenciones en instancias monovalentes. Sin embargo, en la mayoría de las
jurisdicciones las personas son derivadas al tercer nivel, es decir, a la institución
monovalente que en Argentina es casi equivalente a hablar de manicomio. Sin un sistema
13
Ley Nacional 26.657. Capítulo II. Artículo 3.
15
de atención que capte la demanda de salud mental en el primer y segundo nivel se
condena a las personas con padecimiento mental a la manicomialización.
Los datos presentados en este capítulo ponen de manifiesto la necesidad de inversión en
salud mental para disminuir la brecha de atención de los trastornos anteriormente citados
y adecuar los recursos a la prevalencia de cada afección.
Es necesario incorporar equipos de salud mental desde la atención primaria de la salud y
multiplicar la disponibilidad de camas de internación en los hospitales generales para los
episodios agudos. Para que la salud mental sea considerada política de Estado es
necesario incluirla como parte de las políticas de salud general. Por lo tanto, es un deber
del Estado atender el padecimiento mental como cualquier otro padecimiento, en el
marco de políticas sociosanitarias con eje en la inclusión social y la accesibilidad a los
servicios, desde un enfoque de derechos.
La situación de la niñez y la adolescencia en Argentina puede analizarse sobre la base de
las brechas existentes entre la realidad actual y el cumplimiento pleno de los
compromisos asumidos por el país, teniendo en cuenta lo contemplado en la Convención
sobre los Derechos del Niño (CDN), y los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).
La CDN considera a todos los niños, niñas y adolescentes sujetos de derecho. Este
documento, ratificado por Argentina en 1990, configura el horizonte al cual deben
apuntar los esfuerzos de las políticas públicas y el accionar de la sociedad en temas que
afectan a las personas menores de 18 años.
Bibliografía
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