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RESUMEN: SACRAMENTOS DE CURACIÓN

PRESUPUESTO BÁSICO
• Si bien es cierto que los católicos tenemos el derecho y la oportunidad de vivir una vida
nueva dada por la gracia en el día de nuestro bautismo, este no suprimió la debilidad de la
naturaleza humana, ni la inclinación al pecado que esto conlleva (la concupiscencia)

Sacramento de la Penitencia (Catecismo, 1422-1498; cáns. 959-997)


Dimensión teológica de la Reconciliación o Penitencia (Catecismo, 1422-1498)
• Los que se acercan a este Sacramento reciben de la misericordia de Dios el perdón de los
pecados y la reconciliación con la Iglesia.

Nombres:
• Penitencia: proceso personal y eclesial de conversión, arrepentimiento y reparación.
• Confesión: la manifestación de los pecados ante el sacerdote es parte esencial del
sacramento.
• Reconciliación: por el amor de Dios que reconcilia.
• Perdón: por la absolución del sacerdote Dios lo concede.

CARACTERÍSTICAS BÁSICAS:
• Sin la conversión interior, los gestos externos son estériles y engañosos.
• La conversión interior es una reorientación radical de toda la vida hacia Dios.
• Los pecados son una ofensa a Dios, sólo Dios los puede perdonar.
• Jesús instituyó este sacramento: envió a los Apóstoles a perdonar.
• La confesión de los pecados facilita, incluso humanamente, la reconciliación.
• La absolución del sacerdote quita el pecado, pero no remedia todos los males que causó.
• Por eso permanece la obligación de reparar el daño, en cuanto es posible.
• La penitencia o satisfacción que da el confesor tiene la finalidad de reparar lo que ha
quedado dañado en el pecador y en los que sufrieron los daños de su pecado.

Dimensión canónica de la Reconciliación o Penitencia (cáns. 959-997)


Concepto (can. 959)
• Sujeto: fiel (bautizado).
• Materia remota: pecados cometidos después del Bautismo.
• Materia próxima: confesión de los pecados.
• Ministro: sacerdote con facultad.
• Forma: absolución dada por el ministro.
Dios, Padre misericordioso, que reconcilió consigo al mundo por la muerte y la
resurrección de su Hijo, y derramó el Espíritu santo para la remisión de los pecados, te
conceda, por el ministerio de la Iglesia, el perdón y la paz. Y yo te absuelvo de tus pecados
en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
• Efectos: el perdón de los pecados y la reconciliación con la Iglesia.
• Causa primera: el perdón se obtiene de Dios.

Celebración (cáns. 960-964)


a) Modo ordinario:
• Confesión individual e íntegra.
• Absolución dada por el ministro.
b) Modo extraordinario:
• Absolución general, sin previa confesión individual.
Condiciones necesarias:
• Peligro de muerte: sin tiempo para confesión individual.
• Grave necesidad: un gran número de penitentes (sin culpa propia), por falta de
sacerdotes, pasarán largo tiempo sin la gracia de la confesión y la comunión.
• (El Obispo es quien decide si se cumplen las condiciones, según a los criterios
acordados en la Conferencia Episcopal).
Condiciones del penitente:
• Estar bien dispuesto.
• Propósito sincero de confesarse individualmente, apenas sea posible hacerlo...
c) Lugar de la confesión:
• Lugar propio: Iglesia u oratorio.
• Sede propia: Según las normas de la Conferencia episcopal, pero asegurando la posibilidad
de confesionarios con rejillas.
• No debe realizarse fuera de la sede, salvo con causa justa.

El Ministro (cáns. 965-986)


• Sólo el sacerdote que, además de la potestad de orden, tiene la facultad de ejercerla sobre
determinados fieles.
a) Facultad otorgada por el derecho:
• Cardenales, sin ninguna limitación.
• Obispos (ilícitamente si otro se los prohíbe).
• Ordinario de lugar, canónigo penitenciario y el párroco (dentro de su jurisdicción).
• En peligro de muerte, cualquier sacerdote, a cualquier fiel, de cualquier pecado.
b) Facultad concedida por la autoridad:
• El Ordinario de lugar puede conceder facultades para oír las confesiones de sus
fieles a cualquier sacerdote.
• Antes de hacerlo debe verificar la aptitud del sacerdote a través de un examen.
• Se puede conceder por tiempo determinado o indeterminado.
• La concesión de facultad habitual debe hacerse por escrito.
c) Extensión de la facultad:
• Quien la tiene por su oficio, la puede ejercer en todas partes y sobre cualquier fiel,
salvo prohibición especial.
• También quien la tiene concedida por el Ordinario de lugar propio o de su
domicilio.
d) Pérdida de la facultad:
• Por revocación (debe haber una causa grave).
• Por pérdida del oficio.
• Por cambio de diócesis o de domicilio.
e) Indicaciones para el confesor:
• Es Juez y médico (ministro de la justicia y de la misericordia de Dios).
• Salvo en peligro de muerte, es inválida la absolución del cómplice en pecado
contra el 6° mandamiento (excomunión automática, reservada a la Santa Sede).
• La denuncia falsa de solicitación no puede absolverse sin retractación formal y
reparación del daño.
• Si alguien pide la absolución y no se duda de su disposición, no se le puede negar
ni diferir.
f) Sigilo sacramental:
• El sigilo sacramental es inviolable. (Prohibición terminante, cualquiera sea el
motivo).
• La violación directa del sigilo sacramental conlleva la excomunión automática,
reservada a la Santa Sede.
• Obligación del secreto, para todo el que oiga algo.

El penitente (cáns. 987-991)


a) Disposición necesaria:
• Dolor por los pecados.
• Propósito de enmienda.
b) Obligación:
• Confesar los pecados graves (al menos una vez al año).
• Pecado grave:
• Materia grave.
• Pleno conocimiento.
• Deliberada voluntad.
• Es posible el uso de intérprete.
• Es derecho del fiel elegir el confesor, dentro de los aprobados.

2.- Indulgencias
Las Indulgencias (cáns. 992-997)
 Hay una pena temporal que perdura, una vez perdonada la culpa.
 La Iglesia administra el Tesoro de los méritos de Cristo y de los Santos.
 La indulgencia es la remisión total o parcial de la pena temporal.
 No es automática, requiere un disposición en el penitente.

Tipos de Indulgencias:
a) Indulgencia parcial:
 Borran parte de la pena de los pecados cometidos.
 Para alcanzarla:
o Estar en gracia de Dios.
o Realizar las obras que la Iglesia pide para alcanzar la indulgencia (Ángelus, visitas
al Santísimo, etc.)
o Tener la intención general de alcanzar esa Indulgencia.
o Pueden ganarse muchas veces en el día.

b) Indulgencia plenaria:
 Borran el resto de pecado.
 Dispone al alma para entrar directo al cielo.
 Para alcanzarla:
o se debe realizar el acto indulgenciado.
o Confesarse y comulgar (antes o después)
o Orar por las intenciones del papa.
o Excluir todo afecto al pecado, incluso venial.
3.- Unción de los Enfermos.
Unción de los Enfermos. (Catecismo 1499-1532; Cáns.998-1007)

Dimensión teológica de la Unción de los Enfermos. (Catecismo 1499-1532)

 En la enfermedad el hombre experimenta su impotencia, sus límites y su finitud.


 Puede llevar a la desesperación y a la rebelión o hacia lo esencial, la búsqueda de Dios.
 Jesús se acercó a los enfermos para curarlos.
 Jesús envió a sus apóstoles para sanar a los enfermos.
 Jesús instituyó un Sacramento para los enfermos.

Dimensión Canónica den La Unción de los Enfermos (Cans. 1499-1007)

• Con este Sacramento la Iglesia encomienda a quienes están “peligrosamente” enfermos a


Jesús, “doliente y glorificado” para que “los alivie y los salve”.

Celebración (cáns. 999-1002)

• Materia remota: Óleo de oliva o de otras plantas...


• Materia próxima: Unción en la frente y las manos (o cualquier parte del cuerpo), con la
mano (o cualquier instrumento).
• Forma:
Por esta santa unción y por su bondadosa misericordia te ayude el Señor con la gracia del
Espíritu Santo. Amén. Para que, libre de tus pecados, te conceda la salvación y te conforte
en la enfermedad. Amén.

• Es responsabilidad de los familiares y de los pastores, que se reciba en tiempo oportuno


(en estado consciente).

Ministro (can. 1003)


• Debe ser sacerdote (necesario para la validez).
• Es un deber y un derecho de los que tienen encargada la cura de almas (párrocos,
capellanes).

A quién se ha de dar (cáns. 1004-1007)


• A todo bautizado, que alcanzó el uso de razón, que comienza a estar en peligro de muerte
por razón de la enfermedad o la ancianidad (infirmitas senectutis).
• Se puede repetir, si se agrava la enfermedad, o se recupera la salud y se vuelve a
enfermar.
• Si se duda sobre las condiciones, se debe dar el sacramento.
• En caso de inconsciencia, se debe dar si el enfermo, estando consciente, lo pidió al menos
implícitamente.
• No se debe dar a quienes persisten obstinadamente en un manifiesto pecado grave.

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