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Capitalismo

El capitalismo es un sistema económico y social basado en que los medios de producción deben
ser de propiedad privada, el mercado sirve como mecanismo para asignar los recursos escasos
de manera eficiente y el capital sirve como fuente para generar riqueza. A efectos
conceptuales, es la posición económico-social contraria al socialismo.

Un sistema capitalista se basa principalmente en que la titularidad de los recursos productivos


son de carácter privado. Es decir, deben pertenecer a las personas y no una organización como
el Estado. Dado que el objetivo de la economía es estudiar la mejor forma de satisfacer las
necesidades humanas con los recursos limitados que disponemos, el capitalismo considera que
el mercado es el mejor mecanismo para llevarlo a cabo. Por ello, cree necesario promover la
propiedad privada y la competencia.

Fundamentos del capitalismo

Propiedad privada

El interés personal

El individualismo económico

Competencia o libre comercio (mano invisible oferta y demanda)

Trabajo asalariado

Acumulación de capital.

Ventajas

El capital privado puede generar mucha riqueza, algo difícil en otros sistemas.
Se tiene acceso a la propiedad privada.

Todos pueden ejercer tanto sus derechos individuales como los del sector al que pertenecen.

*Se promueve el emprendimiento. Existe un movimiento económico constante, aunque sólo


sea un porcentaje mínimo de la riqueza del país.

Existe una toma de decisiones basada en la libertad de pensamiento de cada persona.

Las fuerzas de trabajo se han modificado hasta alcanzar la figura del libre asalariado .

Desventajas

La descentralización del poder permite que la producción no se reparta, por lo que el sistema
no siempre va a satisfacer las necesidades básicas de la población ni va a ofrecer las misma
posibilidades de participación en la distribución de la riqueza.

Existe una enorme competencia por el dinero, pues este es el único motor social.

Se dan malas condiciones de trabajo como la explotación o el despido, justificables para que el
capitalismo ofrezca y logre lo que promete (libertad del hombre y desarrollo económico).

No satisface las necesidades de los que menos tienen.

Existe una gran tendencia al monopolio (aunque no debería ser así).

La libertad individual se antepone al resto de derechos humanos.

Neoliberalismo

El neoliberalismo comprende como características principales el libre mercado, eliminar el


gasto público por los servicios sociales, desregulación, privatización, eliminación del concepto
de bien público o comunidad. El neoliberalismo económico aprovecha la oportunidad para
diagnosticar que la excesiva regulación económica desestimula la libre circulación de bienes y
capital, elementos necesarios para dinamizar el libre mercado.
La ideología neoliberal tiene sus raíces ideológicas en los siglos XVIII y XIX en los pensadores
liberales tales como Adam Smith y John Locke. El neoliberalismo es una versión nueva del
liberalismo económico el cual además tienen aplicación en la economía internacional y no
solamente dentro de las fronteras nacionales. El término “Coca-colonización” que se acuñó en
los cuarenta y se usó mucho en los cincuenta, hace referencia a la ola expansiva de los valores
norteamericanos en todo el globo. La ideología del liberalismo fue el fundamento para la
creación de las instituciones de Bretton Woods. El neoliberalismo se impuso como la mejor
alternativa al agotamiento del periodo de mayor crecimiento expansivo de la economía
mundial después de la Segunda Guerra Mundial, entre 1940 y 1970, considerado como la "era
de oro del capitalismo" con un crecimiento económico global alto caracterizado por la
expansión industrial de países de la periferia capitalista y con el fortalecimiento de las
economías de los países socialistas.

Origen del neoliberalismo

El neoliberalismo surge como reacción a la intervención del Estado como garante de una mayor
justicia social (es decir, del Estado benefactor), y toma fuerza gracias a las debacles de la
economía capitalista del siglo XX, particularmente las registradas a finales de los años 20 y la de
la década de 1970.

Para el neoliberalismo, el Estado debería cumplir únicamente sus funciones fundamentales


como organismo regente en la organización de la sociedad, de modo que se opone a su
intervención en el funcionamiento de la economía, para así mantener a raya las regulaciones e
impuestos al comercio y las finanzas.

Esta doctrina favorece la privatización de empresas y servicios que estaban en manos del sector
público, bajo la premisa de que el sector privado es más eficiente. Es partidario de la reducción
del gasto social, de propiciar la libre competencia, de las grandes corporaciones, y de debilitar y
desintegrar los sindicatos.

El neoliberalismo considera que la economía es el principal motor de desarrollo de una nación,


por ello, además de considerar que todos los aspectos de la vida de una sociedad deberían
estar subordinados a las leyes de mercado, defiende el libre comercio para propiciar una mayor
dinámica en la economía, lo cual, en teoría, debería generar mejores condiciones de vida y de
riqueza material.
Sus principios fundamentales del neoliberalismo

 Propiedad privada

El liberalismo defiende la propiedad privada sin límites. Esto conlleva necesariamente la


concentración de riqueza en una pequeña minoría privilegiada que actúa a nivel planetario.

El liberalismo fruto del desarrollo de la burguesía capitalista antes que nada fue y en ello puso
su mayor énfasis un sistema económico que amplió el mercado en una dimensión mundial.
(Manifiesto Comunista, Marx y Engels)

 Libertad

La libertad como valor absoluto, pero en manos de esa minoría. Libertad, fundamentalmente,
de los mercados de capitales para decidir el sentido de la opinión pública; para comprar, vender
o competir sin trabas burocráticas ni fronteras; para adquirir los máximos beneficios e
invertirlos donde plazca. Lo que lleva a imponer los intereses de esta minoría privilegiada "caiga
quién caiga" por encima de las necesidades de la mayoría de la sociedad y de la voluntad de los
estados nacionales.

Características del neoliberalismo

 Libre mercado

El neoliberalismo apuesta por un libre mercado, argumentando que es la forma más eficiente
de asignar los recursos.

La principal característica del libre mercado es que los precios de los bienes y servicios son
acordados por los vendedores y compradores, según la demanda y la oferta, debido a que las
regulaciones o intervenciones gubernamentales son mínimas, o incluso inexistentes.
El neoliberalismo plantea desregular el comercio, en los ámbitos nacional e internacional, y dar
lugar un mercado auto regulado.

 Privatización

La ideología neoliberal indica que es necesario que el sector privado tenga una participación
activa en ámbitos tradicionalmente dominados por el Estado.

Los neoliberales consideran que ámbitos como la salud, la educación, la seguridad, la banca, los
servicios eléctricos, entre otros, deben estar privatizados.

 Desregulación.

Con la desregulación, el neoliberalismo busca generar un escenario con mayores oportunidades


para la inversión.

La intención es que las empresas vean reducidos los impuestos que se les aplican y las
regulaciones que pudieran interferir, de una u otra manera, en la oferta de sus bienes y
servicios a nivel nacional o internacional.

Este escenario de poca o ninguna regulación, puede generar arbitrariedades en cuanto a la


situación laboral de los empleados.

 Competencia,

La competitividad es una de las principales características del neoliberalismo. Según esta


doctrina, las relaciones humanas se basan en la competitividad; todas las acciones se realizan
en ese contexto, con el aval del Estado.

 Crecimiento económico como vía para el progreso.

El neoliberalismo considera que el Estado impide el desarrollo económico, social y cultural de


las sociedades debido a que frena las iniciativas individuales de progreso.
 Reducción de impuestos.

El neoliberalismo se caracteriza por demandar un mercado con menos impuestos. Esta


reducción de impuestos busca disminuir la participación del Estado en las acciones económicas.

Algunos detractores de este modelo indican que la disminución de los impuestos trae como
consecuencia una menor cantidad de recursos del Estado para programas sociales destinados a
las poblaciones más susceptibles.

 Flexibilidad en el mercado laboral.

Entre los preceptos característicos del neoliberalismo se encuentra:

El deseo de que los mercados laborales se conciban de manera que les permitan mayor libertad
en la contratación de empleados.

En la organización general de su fuerza de trabajo.

En algunos casos, en la posibilidad de realizar sus actividades fuera del país de origen.

La crítica ante esta demanda del neoliberalismo es que los trabajadores quedan absolutamente
desprotegidos, porque dejan de existir regulaciones que les garanticen un ambiente laboral y
salario adecuados, entre otros beneficios.

 La responsabilidad individual sobre la colectiva

Según el neoliberalismo, los individuos son iguales ante la ley pero, al mismo tiempo, tienen
distintas habilidades y capacidades que deben reconocerse y dejar que prosperen, para que
sean los propios individuos quienes generen el progreso en los ámbitos económico y social de
un país.

Algunos opositores de esta doctrina indican que esto genera mucha presión en los individuos,
debido a que, por ejemplo, se responsabilizan a sí mismos por los fracasos laborales sin
considerar que el contexto puede haber influido en dicho fracaso.

 Operaciones económicas simplificadas


Los preceptos neoliberales exponen que, dado que el Estado no dirige las operaciones
económicas, hay menos burocracia, lo que permite que los procesos sean más fluidos y rápidos.

Personas contrarias al neoliberalismo indican que la burocracia no ha desaparecido, sino que se


ha transformado en intercambios económicos entre los actores públicos y privados.

 Recorte del gasto público

Uno de los principales preceptos del neoliberalismo es la intención de recortar el gasto público;
esta acción permite que se reduzcan los impuestos.

Sin embargo, algunos críticos del neoliberalismo consideran que la reducción del gasto público
puede traer descontentos en la población y desestabilidad económica y social.

 Reducción del proteccionismo.

Los neoliberales demandan una apertura de las fronteras mayor y una reducción de métodos
proteccionistas como los aranceles, aduanas y demás impuestos pensados para proteger el
producto interno frente al externo.ni

Sin embargo, los neoliberales argumentan que estas medidas solo logran disminuir las
posibilidades de comercio y encarecer los bienes y servicios. Es decir, va muy vinculado al
concepto de competencia, aplicándose a nivel internacional.

 Eliminación o reducción de poder de los sindicatos.

El neoliberalismo entiende el sindicalismo como un obstáculo incluso mayor que los partidos políticos.ni

Ejemplo de ello podría ser cuando Margaret Thatcher hizo frente a los trade (sindicatos británicos) en
una pugna con el sector de la minería como campo de batalla. La «dama de hierro» se puso de lado de
los empresarios y, finalmente, los sindicalistas cedieron ante sus presiones.

Ventajas:

Menor carga presupuestal para el gobierno.


Mayor disciplina fiscal.

Política monetaria eficiente para reducir o mantener estable el nivel de inflación.

Estabilidad macroeconómica.

Crecimiento económico basado en el comercio de mercancías y las ventajas


comparativas/competitivas.

Desventajas:

Concentración del ingreso;

Políticas sociales restrictivas y focalizadas;

Desatención a las ramas de la producción menos competitivas;

Menor inversión pública en los sectores productivos menos competitivos;

Competencia desventajosa de los bienes domésticos con respecto a los importados;

Restricciones presupuestarias;

Reducción de los salarios por la competencia externa;

Reducción del poder adquisitivo del salario para contener los niveles de inflación;

Migración internacional de personas en búsqueda de mejores condiciones salariales.

Realidad del neoliberalismo en América latina

El proyecto neoliberal en América Latina tuvo su origen en la crisis del capitalismo de los años
1960. El anticomunismo de la Guerra Fría y el repudio de las políticas públicas keynesianas, que
otorgan un papel decisivo al Estado en el desarrollo económico, fueron sus fundamentos. Si
para Keynes el desarrollo dependía de políticas sociales dirigidas a asegurar el pleno empleo y
la redistribución de la riqueza por medio del control estatal de precios, de la inflación y de los
salarios, para los neoliberales fue la oposición y la crítica a dichos principios lo que hizo surgir su
doctrina.
La hegemonía keynesiana descartó por cuatro décadas (1930-1970) las teorías clásicas y
neoclásicas de David Ricardo, Adam Smith, Alfred Marshall y Walras. Los centros de producción
de conocimiento, los empresarios y la elite se socializaron en el lenguaje keynesiano. Pocos
llegaron a cuestionar el papel dinámico del Estado en el crecimiento del Producto Bruto Interno
(PBI) y en el desarrollo técnico-científico. Sus opositores ocuparon un lugar secundario en los
debates y permanecieron al margen de las principales propuestas. A pesar de ello, sentaron las
bases de lo que sería el neoliberalismo de fines del siglo XX.

La primera agrupación, surgida en Francia poco antes de la Segunda Guerra Mundial, fue el
Centro Internacional de Estudios para la Renovación del Liberalismo y tuvo como finalidad
atacar la planificación y el colectivismo estatal.ni De corta duración, fue el precedente utilizado
por Hayek para crear en Mont-Pèlerin –un pequeño centro suizo de veraneo– la sociedad de
mismo nombre. Constituida en 1947 para luchar contra el Estado social europeo y el New Deal
norteamericano, se reunió por primera vez en abril de aquel año. Hayek buscó unir y organizar
a quienes abdicaban del keynesianismo y querían expresar su rechazo por las políticas basadas
en una concepción social de la democracia.

Neoliberalismo en Venezuela en la década de los 70, 80 y 90.

En la década de 1970 se dan las manifestaciones más evidentes de las deformaciones que en nuestro
país han producido la magnitud de los ingresos petroleros, así como de las diferencias que nos separan
del resto de los países de América Latina. Mientras en los demás países se hace insostenible la crisis de
agotamiento del modelo de sustitución de importaciones, periodo de decrecimiento y sucesivo
estancamiento, en Venezuela, por el contrario, se vivió en medio del desenfreno que produce el alza en
los precios del petróleo, que paradójicamente agudizan la crisis de los países vecinos.

Resumiendo, diremos que en la década de 1970 se profundizan los males que ya acarreaban desde sus
inicios el modelo rentista y se convierte en la principal fuente de las causas de la crisis generalizada que
viviríamos desde 1983. Así, tenemos que los dos principales problemas de comienzos de la década de
1980, como lo son la caída de los ingresos petroleros y la deuda externa, tienen sus orígenes en la
década anterior. En general, en el periodo 1973–1983, mientras que el ingreso petrolero creció 350%,
los gastos lo hicieron 540% y el incremento de la deuda externa a corto plazo aumentó 2000%, llegando
al cierre del periodo a unos 29 millones de dólares, divididos en partes iguales entre los gobiernos de
Carlos Andrés Pérez (CAP) y Luis Antonio Herrera Campins (LHC) y de los cuales 60% tenía vencimiento
entre 1983 y 1984.

En el periodo de 1983–1988 se producen medidas económicas que en ningún momento pretendían


hacer un cambio estructural en el modelo económico rentista, a pesar de reconocerse su agotamiento,
sólo se aplicaron medidas a corto plazo y de carácter coyuntural. La década de 1980 en Venezuela se
inserta, igual que el resto de la América Latina, en lo que se ha hecho llamar "década perdida". En
general, tenemos una caída pronunciada del Producto Nacional Bruto (PNB), de –5.6 en 1983 y –7.1 en
1989. Estos años son de profundos desequilibrios y de una gran resistencia a aceptar la crisis del
rentismo y populismo.

empresariales y el poder político no daban respuestas, por el contrario se produjo fuerte resistencia a
las luchas por reivindicaciones sociales y el gobierno de Jaime Lusinchi hizo gala del más engañoso
populismo. La sociedad civil que había tenido su mayor auge en 1936, a la muerte de Juan Vicente
Gómez, fue controlada por el poder del Estado y los partidos políticos gracias a la administración y
distribución de la renta petrolera. El apoyo popular al bipartidismo de Acción democrática y el Comité de
Organización Política Electoral Independiente (COPEI) —que caracterizaron el periodo 1958–1989— se
manifiesta con el bajo índice de abstención en las elecciones, máximo símbolo de la democracia
representativa venezolana. En 1993 se rompe el apoyo al bipartidismo al ser electo Rafael Caldera, con
el apoyo de un partido político nuevo, "Convergencia", formado por movimientos diversos, muchos
ligados a la izquierda moderada venezolana; sin embargo, en estas elecciones más de la mitad de los
venezolanos se abstuvieron de votar, y el presidente ganó con un porcentaje del 15% de las personas
con derecho a voto.

CARLOS ANDRÉS PÉREZ Y EL PAQUETE NEOLIBERAL

En 1989, Carlos Andrés Pérez (CAP) ocupa su segundo periodo presidencial, con el apoyo de un caudal
de electores quienes recuerdan de su primer periodo presidencial: la bonanza petrolera que permitió la
política de pleno empleo, aumentos salariales, subsidios, crecimientos del gasto social, créditos
agrícolas, nacionalismo económico, entre otros. Igualmente se había ofrecido en la campaña su imagen
de líder tercermundista y hombre dispuesto a enfrentarse a los desmanes que a nuestros países había
causado la deuda externa y las respectivas imposiciones de los organismos financieros internacionales.

Apenas logrado el triunfo y recién tomado el cargo el 2 de febrero de 1989 comenzó a implementarse
un plan económico radicalmente opuesto a lo que realmente se esperaba, más parecido al de su
opositor, Eduardo Fernández quien acusó a CAP de plagio. Los acuerdos con la banca internacional (2 de
febrero) y el anuncio de la aplicación del programa popularmente conocido como "paquete económico",
vinieron inmediatamente (16 de febrero), pero igual de rápido fue el rechazo popular que en rebelión
tomo las calles durante el 27 y 28 de febrero, sin que las fuerzas armadas del Estado pudieran
controlarlos.

Ya para 1992, al momento de los intentos de golpe, el país se había radicalizado en contra de las
estructuras vigentes, adquiriendo de paso un compromiso psicológico con cualquier opción, incluyendo
la violencia, que ofreciera alternativas a lo existente.2

Las medidas económicas eran más o menos las mismas que, desde principios de la década de 1980, se
venían produciendo en México y Chile y que a finales de la misma década se generaliza por todo el
subcontinente: privatización, reconversión industrial, disminución del gasto público, eliminación de los
aranceles de aduanas, liberación de los precios y de las regulaciones cambiarias, son algunas de las
principales medidas a tomar para equilibrar la economía y hacerla más productiva y competitiva.

3* Neocolonialismo como nueva forma de dominación.

Neocolonialismo.

Qué es Neocolonialismo:

Como neocolonialismo se denomina a una forma moderna de colonialismo, según la cual las antiguas
potencias coloniales del mundo, o las nuevas naciones hegemónicas, ejercen una influencia
determinante en materia económica, política y cultural sobre otras naciones independientes o
descolonizadas. La palabra, como tal, es un neologismo compuesto por el prefijo “neo-”, del griego νέος
(néos), que significa ‘nuevo’, y “colonialismo”, que se refiere al régimen de dominación de un territorio
por parte de un país invasor.

El neocolonialismo, en este sentido, es un sistema político basado en el dominio indirecto por parte de
las grandes potencias sobre otras naciones menos desarrolladas, y que está motivado, principalmente,
por razones geopolíticas, económicas y de supremacía militar.

Causas del neocolonialismo.

Tras la liberación política de las colonias se mantuvieron generalmente las antiguas estructuras
económicas. La dependencia de las Importaciones de la metrópolis, la concentración de la producción
en ciertas Materias primas para exportar a Europa y la carencia de los médios técnicos y del capital, y la
conservación en ciertos casos de la propiedad de la industria en manos de colonizadores suponen la
continuación del control económico sobre estos países.

La devaluación de las materias primas que exportan y la venta de bienes manufacturados de mayor
valor añadido generan un Déficit comercial nocivo para estos países.

Características del neocolonialismo.

son políticamente independientes.

No tienen soberanía efectiva sobre su economía, la cual obedece las necesidades de los países
"desarrollados".

predomina el capitalismo del mercado.

se da la explotación directa o indirecta de empresas nacionales o transnacionales.

Neocolonialismo en américa latina

Muchos países latinoamericanos recurrieron durante la década de los años setenta a créditos de bancos
multinacionales, o empresas privadas de esos países se endeudaron y posteriormente su deuda privada
se convirtió en deuda pública. Esto fue posible por la clase dirigente con intereses extra nacionales, con
una visión neoliberalista, o por gobiernos militares impuestos desde afuera, en el caso de Latinoamérica
muchos de estos gobiernos fueron impuestos por los Estados Unidos, como en la denominado
Operación Cóndor. A estos países les resultó extremadamente difícil pagar la deuda externa y las
potencias aprovecharon estas deudas, junto con acciones militares, como por ejemplo el golpe a
Salvador Allende, o intimidación sindical, para convertir tales países en sus neocolonias, instalando
bases militares, obteniendo acceso a sus recursos naturales a precios marginalmente bajos o
implantando políticas que resultaran de beneficio para el país.

Consecuencias del Neocolonialismo.

Sumisiòn económica de las regiones Desestructuración de sistemas productos locales.


hambre endèmica, miseria crònica.

denominadas

Agravamiento de conflictos industrualizadas.

Disputas Imperialistas.

1ª Guerra Mundial.

4* Neocolonialismo en Venezuela.

El caracazo y la rebelión popular del 27 de febrero.

El Caracazo fue una gran protesta social de

los sectores populares urbanos de

Caracas el 27 y 28 de febrero de 1989.

En este texto se analizan las causas económicas

que lo precedieron (el creciente endeudamiento

externo de Venezuela, la caída de la renta

petrolera y la crisis fiscal) y se abordan dos

interpretaciones del mismo: como un gran

“motín de hambre” y como el resultado de la

crisis de la urbe latinoamericana en los marcos

del capitalismo dependiente.

1. ENDEUDAMIENTO, CAÍDA DE LA

RENTA PETROLERA Y CRISIS

ECONÓMICA

A finales de la década de los ochenta el Estado


venezolano vivió una profunda crisis económica

que tuvo sus orígenes en el elevado

endeudamiento externo contraído entre 1975 y

1978, cuando la deuda externa aumentó de 6 mil

millones de dólares a 31 mil millones1

, y la

caída de la renta petrolera debido a la baja de los

precios internacionales del petróleo a partir de

1983. En 1973 el barril de crudo venezolano

valía 28,9 dólares, de ahí disminuyó hasta llegar

a 10,9 dólares en 19862

. El elevado

endeudamiento externo y la caída de los precios

del petróleo colapsaron las finanzas del Estado.

Entre 1972 y 1982 el ingreso petrolero

representó en promedio 72% del total de los

ingresos del Estado, una consecuencia de la baja

en los precios internacionales del petróleo fue la

insolvencia fiscal para pagar la alta deuda

contraída en los años previos.

La crisis económica se complementó con la fuga

masiva de capitales. Entre finales de 1982 y el

primer semestre de 1983 fueron sacados del país

5 mil millones de dólares3

, con ostensibles
efectos negativos sobre la inversión y el empleo.

En los setenta, la prosperidad rentista y el

endeudamiento externo permitieron al régimen

político realizar importantes inversiones en

infraestructura urbana, en la cobertura de los

servicios sociales, educación y salud, y en la

expansión de la industria, en particular, la de

bienes finales, sin embargo, “pese a todos esos

importantes logros no se consiguió dar a la

economía venezolana un carácter

autodinámico”4

Como señala Cueva “el añorado desarrollo

nacional autónomo no fue, en efecto, más que

una quimera. La economía venezolana no logró

desarrollar un mecanismo autónomo de

acumulación, puesto que ésta siguió

dependiendo en última instancia de la dinámica

del sector petrolero exportador y de sus avatares

en el mercado internacional”5

Ante la crisis económica los gobiernos

venezolanos declararon la moratoria en el pago

de la deuda externa en dos ocasiones, una en

febrero de 1983 y otra en diciembre de 1988. En


febrero de 1983 hubo una primera devaluación -

el dólar pasó de 4,3 a 7,0 bolívares6

- y el

gobierno del presidente Herrera Campins

declaró

La primera rebelión popular contra el Fondo Monetario Internacional (FMI), nacía en Caracas el 27 de
febrero de 1989; se llamó entonces “El Caracazo”. Era el grito que sacudía a la nación contra la miseria,
el hambre y la pobreza creada por la receta del neoliberalismo que implosionó con el aumento de la
gasolina.

Los protagonistas: un pueblo que encendía la chispa de su propia liberación, que fue respondida por una
ráfaga de balas ordenadas por el presidente de entonces, Carlos Andrés Pérez. Dos resultados; el
primero, una masacre sin precedentes en la historia de la República y el segundo, el cambio de
paradigmas que se impulsó desde la conciencia social para cambiar el sistema de la democracia
representativa.

Rebelión militar del 4 de febrero

El martes 4 de febrero de 1992, un grupo de militares ejecutó un intento de golpe de Estado en


Venezuela contra el entonces presidente constitucional Carlos Andrés Pérez. El intento golpista no logró
sus objetivos y los rebeldes se rindieron. Entre los oficiales rebeldes que comandaron esta maniobra se
encontraban, principalmente, cuatro tenientes coroneles del ejército: Hugo Chávez Frías, Francisco Arias
Cárdenas, Yoel Acosta Chirinos, Jesús Miguel Ortiz Contreras y Jesús Urdaneta.

Este evento transformó radicalmente la vida política venezolana, introduciendo nuevos actores en la
escena: de estos cuatro protagonistas, el primero fue presidente de la república desde 1999 hasta 2013;
sin embargo, Arias también ha incursionado en política: fue electo gobernador del estado Zulia,
candidato presidencial en 2000 -compitiendo con su propio excompañero Hugo Chávez-, ha sido
nombrado embajador de Venezuela en la ONU, activista en la conformación del PSUV y desde 2012 es
nuevamente gobernador del estado Zulia. Acosta ha mantenido un bajo perfil, mientras que Urdaneta se
ha convertido en un crítico de las políticas llevadas a cabo por el gobierno de Chávez.
Todos los participantes en esta acción fueron llevados a prisión por su actuación en el hecho, siendo su
causa posteriormente sobreseída y puestos en libertad dos años después, durante la presidencia de
Rafael Caldera.

N. Golpe de Estado en Venezuela de 2002.

intento de derrocamiento del presidente de la República

El golpe de Estado del 11 de abril de 2002 fue un golpe de Estado que se dio en Venezuela siendo
presidente Hugo Chávez. Precedido de un periodo de inestabilidad social y política en el que las fuerzas
contrarias al proyecto bolivariano lograron cohesionarse tras el éxito del conocido como paro cívico,
convocado para el 10 de diciembre de 2001, que logró cerrar una parte significativa del comercio
urbano;[1] una huelga general de 24 horas convocada por la Confederación de Trabajadores de
Venezuela (CTV) y la patronal Fedecámaras, iniciada el 9 de abril, que los convocantes prolongaron hasta
declararla indefinida el 10 de abril,[2] y los sucesos del 11 de abril de 2002.

11 de abril había convocada una marcha por un sector de la oposición, en principio recorrería los
sectores caraqueños de Parque del Este, acabando en PDVSA Chuao, finalmente, arengados por los
convocantes, los manifestantes se dirigieron hacia al Palacio de Gobierno ubicado en Miraflores,
Caracas, donde se encontraban simpatizantes del gobierno concentrados en sus alrededores desde el 9
de abril. Enfrentados estos grupos, con la presencia de francotiradores, se produjeron 18 muertos y
unos 69 heridos[3] que los militares juramentados utilizaron como justificación del golpe momentos
después: «La Constitución nos obliga a evitar más derramamiento de sangre y esa obligación pasa por la
salida pacífica del presidente y la sustitución de alto mando».

El paro petrolero en Venezuela de 2002-2003, llamado también Paro Nacional o Huelga General,
consistió en una huelga o paralización de actividades laborales y económicas de carácter general e
indefinido contra el gobierno de Venezuela presidido por Hugo Chávez, promovido principalmente por la
organización gremial Fedecámaras, y secundado por la directiva y trabajadores de la nómina mayor de la
empresa Petróleos de Venezuela (PDVSA), los partidos de oposición aglutinados en la coalición
Coordinadora Democrática, el sindicato Confederación de trabajadores de Venezuela (CTV), diversas
organizaciones como Súmate e incluso medios de comunicación privados de prensa, radio y televisión.
Uno de los motivos se inicia al pasar por encima de la meritocracia de la empresa cuando en febrero de
2002 Hugo Chavez designa una nueva directiva dirigida por el economista de izquierda Gastón Parra
Luzardo en reemplazo del General Guaicaipuro Lameda. En abril de 2002 en medios de television Hugo
chavez despidió a 7 altos funcionarios y amenazó con despedirlos a todos [1]. Luego vendría el 11 de
abril de ese año que culminó con un breve derrocamiento de Chávez que duró menos de 48 horas.

5* El alca como instrumento de dominación neocolonial

Que es el ALCA?

Es un acuerdo impulsado por EEUU. Pretende asegurar la libre circulación

de las mercaderías y el capital desde Alaska a Tierra del Fuego.

Pretende asimismo lograr el control de las economías de los países de

todo el continente.

Expresado así podría creerse que el ALCA aportaría algún beneficio a

nuestros pueblos.

Si esto fuera cierto:

¿Por qué se negocia a espaldas del pueblo y del Parlamento?

¿Por qué se negocia en secreto con los respectivos gobiernos y

representantes de las grandes empresas?

Tratemos de aclarar estos puntos.

¿A quién beneficia el ALCA?

En primer lugar a los Estados Unidos o más precisamente al gobierno y

a los grandes grupos económicos de ese país, pero no a todo el pueblo

norteamericano pues sus trabajadores y desempleados, los inmigrantes


latinos, los negros pobres, los sin techo y otros sectores resultan

perjudicados con este tipo de acuerdos.

EEUU necesita el ALCA para solucionar sus problemas económicos y

satisfacer su ambición de dominar, a cualquier precio al resto de

América Latina y el Caribe, para asegurarse un mercado sin limitaciones

como podrían serlo las medidas de protección de la industria y la

producción nacional por parte del resto de los países.

El ALCA propicia la libre circulación de mercaderías, sin aranceles,

ni otras trabas aduaneras, pero no asegura la libre circulación de

personas, por ejemplo de trabajadores que quieran o necesiten ir a

trabajar a otros países. Por el contrario EEUU está interesado en

restringir las migraciones de trabajadores.

No quieren competidores en toda la región. Si se firmara el ALCA

también eliminarían la competencia de los productos europeos o

asiáticos.

El ALCA no es un proyecto de libre comercio sino una pieza fundamental

del proyecto norteamericano de dominación y saqueo de nuestros recursos

naturales y humanos. Cuentan para ello con la complicidad de gobiernos

corruptos y socios locales.

En qué se fundamenta y qué propone el ALCA?


El ALCA representa un plan de apropiación de lo que producen nuestros

pueblos. Busca convertirnos definitivamente en consumidores de los

productos del norte y proveedores de recursos naturales y materia prima

o bienes manufacturados de bajo valor agregado.

Pretende imponer normas que eliminan la capacidad del control de cada

país, de cada estado-nación sobre las actividades de los inversores

extranjeros. Las ventajas son siempre para éstos. Los grandes problemas

y desventajas, para la pequeña y mediana empresa nacional y el resto de

la población.

Pretende fundamentarse en los "derechos" del mercado:

b.. El derecho a la mayor ganancia de los grandes capitales a costa

del saqueo de las riquezas naturales y la explotación de los seres

humanos.

b.. Igual trato para una pequeña empresa y para una gran

transnacional. Aunque todos sabemos que trato igual entre desiguales

sólo puede conducir a más desigualdad e injusticia.

Cualquier norma de protección a la industria y la producción agraria

nacional aplicada por los países de la región podría ser considerada por

las grandes empresas transnacionales como discriminatoria y éstas podrán

someter a juicio a esos Estados nacionales, juicios que serían resueltos

por tribunales internacionales y no en el ámbito de la justicia local.


Con la supremacía del mercado, se pierden los derechos fundamentales

de las personas, de los trabajadores en particular.

La instalación del ALCA agudizará

La precarización y flexibilización del trabajo

La desregulación del mercado financiero

La libertad de los grandes grupos económicos de ahogar a la

pequeña y mediana empresa.

Todos los derechos para los grandes capitales, sin que el Estado pueda

regular o establecer derechos nacionales. Los grandes capitales

(inversores, monopolios) podrán chantajear -en una América Latina sin

barreras aduaneras- con irse a otro lugar donde puedan pagar menores

salarios y tengan más libertad para deteriorar el medio ambiente, etc.,

imponiendo así la generalización de los salarios más bajos y las normas

más favorables para ellos.

El ALCA como necesidad estratégica de los Estados Unidos.


La estrategia estadounidense durante ese periodo se basó en tres objetivos: un imperativo de seguridad
que apuntaba a bloquear a las potencias extrahemisféricas la posibilidad de establecer puntos de apoyo
o influencia en América; objetivos ideológicos para contrarrestar el atractivo internacional de la Unión
Soviética y el comunismo y fomentar, en cambio, el desarrollo capitalista; y, como rutina, la promoción
de los intereses particulares de las corporaciones estadounidenses, un propósito que era dejado de lado
siempre que las cuestiones de seguridad resultaban más apremiantes.

Hacia el fin de la Guerra Fría, pese a que la geopolítica y las tecnologías militares cambiaron y a que
declinó la importancia del Canal de Panamá, la preferencia estadounidense por esta estrategia
hegemónica se mantuvo. Para la década de 1980, se había vuelto difícil entender por qué los líderes
estadounidenses consideraban todavía importante ejercer un control férreo sobre Granada, El Salvador
y Nicaragua, pero aun así Washington seguía adelante con sus políticas altamente intervencionistas. Lo
que motivaba estas políticas no eran tanto consideraciones de «seguridad nacional», como se
proclamaba entonces, sino de «inseguridad nacional». En otras palabras, un impulso psicopolítico
basado en el temor a perder el control sobre aquello que EEUU había manejado durante mucho tiempo,
como las cuestiones internas y los vínculos externos de los países de la región caribeña. Este impulso
reflejaba la inercia de actitudes y políticas configuradas en una época anterior y que ya no resultaban
apropiadas a los nuevos tiempos (si es que alguna vez lo habían sido).

Desde el fin de la Segunda Guerra hasta mediados de la década del 70, y en algunos aspectos hasta el
término de la Guerra Fría, EEUU asumió a la mayoría de los países latinoamericanos como sus
seguidores casi automáticos.

El ALCA como propuesta colonial de los Estados Unidos

El ALCA fue un acuerdo impulsado por EE.UU., que contemplaba la reducción de las barreras
arancelarias en 34 países de la región. El único excluido de la propuesta era Cuba.

El Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) fue un acuerdo impulsado por Estados Unidos que
pretendía asegurar la libre circulación de mercancías a través de la aplicación de normas comerciales
supranacionales, y limitar la capacidad de acción de los Gobiernos en sus propias economías, el poder
era para los inversores.

La idea nació en Miami (sureste) en diciembre de 1994 y en 1998 contó con la participación de Jefes de
Estado de 34 países del continente americano, excepto Cuba, pero con el pasar de los años y el triunfo
progresivo de la izquierda en América del Sur, las cosas cambiaron.

América latina como paraíso explotable recursos hidratos y recursos minerales petróleo biodiversidad
2La problemática de la explotación minera –y más ampliamente, de los recursos naturales− recursos
hidricos ocupa un lugar destacado dentro de los grandes cambios geopolíticos y la redefinición
asimétrica de las relaciones Norte-Sur : la apropiación, extracción y control de las riquezas que genera
esta actividad han sido importantes motores de los procesos coloniales y de expansión territorial que
han vivido las Américas desde los siglos XV y XVI. La « sed » de oro y plata ha alimentado una larga
experiencia de dominación socioeconómica, política y cultural, más allá incluso de las Independencias,
forjando hasta nuestros días una suerte de « tradición » de explotación de recursos de índole colonial, a
través de la cual las economías latinoamericanas extrovertidas se han vuelto dependientes de las
grandes potencias industriales que dominan el sistema internacional (véase « Domination et
extraversion de l’Amérique latine » en Géopolitique des Amériques, dir. Alain Musset, París : Nathan,
2014, 4ª ed.). Dicho modelo se plasma de norte a sur del continente, además de reflejarse en las
relaciones de América Latina con otros polos de la economía mundial (Europa, China), e incluso a nivel
interno dentro de los países, tanto al norte como al sur del continente. Así, la autora Lucie Genay («
Extracción de uranio y perpetuación del colonialismo interno en Nuevo México ») muestra hasta qué
punto la historia de la extracción de uranio en este Estado confirma que, si bien los retos de la actividad
minera han cambiado, siguen prevaleciendo algunos esquemas neocoloniales de la construcción
nacional estadounidense, perpetuando una herencia de desigualdad social y racial y generando a su vez
reacciones desiguales por parte de las naciones indias implicadas. Este « neocolonialismo extractivista »
también es denunciado con firmeza por numerosos movimientos sociales y medioambientales y
comunidades indígenas de América Latina, unas movilizaciones que han dado origen a diversos
conflictos con los gobiernos en el poder y las empresas mineras. Frente a la proliferación de dichas
movilizaciones, los gobiernos del continente han ensayado diversas estrategias, desde la represión o la
contención institucional hasta el establecimiento de moratorias o la declaración de partes del territorio
nacional como libres de explotación minera (María Teresa Gutiérrez Haces, « La inversión extranjera y la
actividad minera en América Latina. Las estrategias de los gobiernos en los conflictos con las compañías
mineras »). En efecto, ya se definan como progresistas, « nacional-populares » o conservadores, todos
los gobiernos han intentado sacar provecho del « boom » del precio de las materias primas y mineras de
los últimos años, aunque sea según lógicas a menudo distintas en términos de políticas públicas. No
obstante, la crisis mundial y la caída de la demanda desde 2007-2008 han puesto de manifiesto hasta
qué punto las economías americanas podían enmarcarse en una lógica de renta y reprimarización
contraria a cualquier perspectiva de desarrollo « sostenible » o virtuoso. Así pues, ¿es posible otro
modelo minero ? Así parece sugerirlo el gobierno bolivariano de Venezuela con su « Plan de acción
estratégica común para el desarrollo del cinturón y el arco minero del Orinoco » con el que pretende
articular crecimiento económico, alianza con las empresas multinacionales y desarrollo de servicios
sociales públicos, « controlando » al mismo tiempo la evolución del pionero frente minero. Con todo, el
estudio de Anne Péné-Annette sobre la extracción aurífera en el estado Bolívar (« ¿Reactivación de la
extracción minera en la Guayana venezolana ? ») subraya la magnitud de la « destrucción
medioambiental y los daños humanos » que puede suponer este extractivismo llevado a cabo a escala
de todo un país.
Recursos hidricos.

recursos hídricos. ... Los recursos hídricos son los cuerpos de agua que existen en el planeta, desde los
océanos hasta los ríos pasando por los lagos, los arroyos y las lagunas. Estos recursos deben preservarse
y utilizarse de forma racional ya que son indispensables para la existencia de la vida.

Recursos minerales.

Un recurso mineral o mena es una concentración natural de algún elemento o compuesto de la corteza
terrestre, que puede ser extraído o procesado con los medios tecnológicos disponibles. Los recursos
minerales se dividen en metálicos o no metálicos, según permitan la obtención de unos o de otros tipos
de elementos.

Petróleo.

El petróleo (del griego: πετρέλαιον, lit. «aceite de roca») es una mezcla de compuestos orgánicos,
principalmente hidrocarburos insolubles en agua. También es conocido como oro negro, petróleo crudo
o simplemente crudo.

Biodiversidad.

La biodiversidad es clave para la producción de alimentos y la seguridad alimentaria. ... América Latina y
el Caribe es una de las principales productoras de alimentos del mundo, gracias a su enorme riqueza de
recursos naturales y a su biodiversidad; mantenerla es fundamental para la seguridad alimentaria de
todos y todas.

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