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DISOCIACION

R. Robert Waller y Paisley S. Cato

Definición de disociación
Relación de la disociación con otros agentes de deterioro
Orígenes de la disociación
Efectos de la disociación
Control de la disociación
Resumen
Viñetas
Viñeta 1. Dadas de baja accidentales
Viñeta 2. ¡No estoy tomándote el pelo, los objetos perdidos algunas veces son
reubicados!
Viñeta 3. Diversos objetos que presentan distintos desafíos de marcaje
Viñeta 4. Nota sobre etiquetas históricas
Referencias (* Lecturas recomendadas)
Glosario

Definición de disociación
La disociación surge de la tendencia natural de los sistemas ordenados a
deshacerse a lo largo del tiempo. Para prevenirla, es necesario modificar los
procesos de mantenimiento y otras barreras. La disociación provoca la pérdida
de objetos, de su información relacionada o de la capacidad para recuperar o
asociar objetos e información. Este agente puede manifestarse como:

 Eventos únicos, poco comunes y catastróficos; que provocan


importantes pérdidas de información, de objetos o del valor de éstos.
 Eventos esporádicos y graves que ocurren cada ciertos años o décadas,
provocando la pérdida de información, de objetos o del valor de éstos
 Eventos o procesos continuos que provocan la pérdida de información,
de objetos o del valor de éstos.

A diferencia de los otros nueve agentes de deterioro que afectan principalmente


el estado físico de los objetos, la disociación incide tanto en los aspectos legales
como intelectuales y/o culturales de un objeto, pudiéndose considerar como un
agente metafísico. Otra característica única de este agente, consiste en que la
pérdida de valor de uno o unos cuantos objetos dentro de una colección, puede
afectar el valor de todo el conjunto. Es por esto que debe considerarse el efecto
de la presencia de objetos mezclados en los grupos de muestra. La mayoría de
las grandes colecciones son desarrolladas para sustentar la investigación y para
servir como referencia autorizada. Si un investigador, biólogo, arqueólogo o
historiador observa una cantidad pequeña, pero significativa de objetos
provenientes de diferentes grupos que están mezclados entre sí, la colección
completa se considera comprometida; por consiguiente, unas pocas muestras

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cruzadas, pueden lograr que una colección pierda buena parte de su valor
como referencia y para la investigación.

La Figura 1 muestra una organización general de los riesgos específicos. Ésta


ha sido adaptada a las necesidades de una colección y un escenario
determinados, pudiendo emplearse para estimar la importancia relativa de
varios riesgos específicos de disociación.

Relación de la disociación con otros agentes de deterioro


Los procesos o eventos continuos de fuerza física, tales como la abrasión,
pueden contribuir al desgaste o desprendimiento de las etiquetas en los
objetos. Los contaminantes y las plagas pueden degradar y dañar las etiquetas,
mientras que los niveles incorrectos de humedad relativa, pueden afectar a los
adhesivos utilizados para fijarlas a los objetos. Los eventos de fuerza física,
poco comunes o esporádicos, pueden provocar la mezcla de objetos hasta
lograr la pérdida de sus conexiones para identificar la información. De manera
similar, tanto el fuego como las inundaciones pueden dañar o destruir las
etiquetas.

Figura 1. Riesgos específicos de la disociación (aún no disponible en el texto


original)

Los riesgos esporádicos o continuos a consecuencia de robos y hurtos, también


provocan el cambio de lugar de los objetos. Aunque en estos casos, los objetos
se pierden de la colección y no dentro de ésta, los efectos parecen ser similares
a los de una reubicación equivocada, en cuanto a que los objetos no pueden
localizarse para ser usados o inventariados.

Orígenes de la disociación

Tanto las acciones llevadas a cabo como las no realizadas, pueden contribuir al
aumento de los riesgos de disociación. Un ejemplo de acción emprendida es la
ubicación equivocada de un objeto, mientras que un ejemplo de acción no
realizada, es la falta de documentación de objetos que han salido en calidad de
préstamo.

Acciones
Las acciones incluyen cualquier actividad de uso de una colección que provoca
la pérdida de objetos, de información o de la asociación entre la información y
el objeto correspondiente (Figura 2).

Algunos ejemplos son:

 La mala reubicación de los objetos


 La remoción de etiquetas de identificación de los objetos

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 El registro de un objeto y de la información de la colección de manera
ilegible o ambigua (Figura 3)
 La utilización de un sistema no permanente para registrar la información
de un objeto o de la colección.
 La existencia de errores en la transcripción.

Figura 2. Ejemplo de un objeto mal ubicado que ha perdido virtualmente todo valor
(aún no disponible en el texto original)

Figura 3. La fotografía superior indica un objeto con número 18901, mientras que la
inferior indica el mismo objeto con número 10681. Fotografía de G. Fitzgerald (aún
no disponible en el texto original)

El manejo descuidado de un objeto o de una colección, sin considerar el valor


que pueda representar para algunos grupos, es otra acción que lleva a la
disociación. Como consecuencia, estos objetos o colecciones perderán valor
para quienes les pudiera interesar. El contacto inapropiado con objetos que
poseen un valor cultural se aborda en el capítulo “Objetos con un valor
cultural”. Otro ejemplo de acción que provoca disociación son los objetos
utilizados como evidencia legal, cuyo valor debe ser preservado, evitando
cualquier alteración (Figura 4).

Figura 4. La cinta de evidencia puede ser utilizada para sellar embalajes,


evidenciando cualquier alteración. Fotografía por cortesía de Security and Safety
Supply. (aún no disponible en el texto original)

El uso de productos o procedimientos inapropiados para la marcación, tales


como tintas no permanentes, etiquetas que con el tiempo se vuelven ilegibles,
se desprenden o se degradan por la acidez de sus soportes; finalmente pueden
ocasionar pérdidas por disociación.

Errores al actuar
Los errores al actuar, tales como no mantener un orden en la colección,
contribuyen a elevar los riesgos o bien provocar disociación. Por ejemplo, la
existencia de errores al migrar información a nuevos formatos, puede provocar
la pérdida total de la capacidad de acceso a dicha información. Este tipo de
errores incluyen cualquier situación en la que:

 No se respeten los requerimientos legales para asegurar la propiedad


de manera permanente.
 La información relacionada con la colección, en especial los registros
electrónicos, no es transcrita o migrada para asegurar la accesibilidad
continua.
 La identificación del objeto no es permanente.
 Los objetos o colecciones no son identificados debidamente, por lo que
no logran evitar dadas de baja.

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 No se realiza un seguimiento adecuado de los objetos para prevenir su
pérdida.
 Las actividades del personal de mantenimiento no están lo
suficientemente reguladas como para prevenir dadas de bajas
accidentales o errores en la ubicación de los objetos o de sus partes.

La prevención de los errores al actuar requiere establecer y mantener medidas


adecuadas de precaución, incluyendo políticas de registro, seguimiento,
inventario y manipulación. Asimismo, debe considerar las presiones de
productividad, tales como el número de visitantes, préstamos y exhibiciones.
Los sistemas de registro deben estar avocados a cumplir con su objetivo, por lo
que deben ser respetados incluso en condiciones de mayor presión de trabajo.

Efectos de la disociación

Los efectos pueden implicar algún nivel de compromiso o incluso la pérdida de


los objetos, de las colecciones y de la información que le otorga valor, a través
de su contexto y significado. Las consecuencias pueden parecer leves, como
cuando se reduce la certeza de que un objeto está correctamente identificado.
En efecto, ninguna colección está perfectamente documentada y todas tendrán
algún rango de error. Sin embargo, cuando éste llega al punto de ser
inaceptable para los usuarios de la colección, entonces no solo el objeto se ve
afectado, sino que la colección completa perderá valor. Este efecto
magnificador, donde unos pocos objetos se vean comprometidos y/o su
información afecta el valor de muchos o todos los demás, es un aspecto
insidioso de la disociación.

En el otro extremo, el efecto puede ser inmediato y provocar la pérdida


completa de toda una colección y de su documentación. Esto podría suceder
cuando una organización, que no ha comprendido el valor de una colección,
decide deshacerse de ésta. El material podría ser descartado, simplemente
porque no está debidamente identificado como parte de una colección. En otros
casos, la pérdida puede suceder accidentalmente, por ejemplo cuando quienes
acarrean en una mudanza confunden objetos de una colección, con otros
destinados a ser dados de baja (ver Viñeta 1).

La pérdida total, puede ocurrir cuando un cambio en el propósito u orientación


de una organización que administra una colección, deriva en una nueva gestión
que desea deshacerse de ciertas colecciones. Puesto que este riesgo surge
como resultado de una elección, debiese considerarse como deliberado y no ser
sometido a una evaluación objetiva desde la perspectiva de la organización
misma. Sin embargo, desde la perspectiva de la sociedad como conjunto, el
abandono de una colección, por ejemplo, por parte de los departamentos de
gobierno que cambian su enfoque, puede representar una pérdida substancial.

Esquema general de los efectos

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Las consecuencias generales de la disociación, generada por cualquiera de sus
causas, son la pérdida de los objetos, de colecciones completas, de su
información asociada, o de sus valores. En este capítulo, el término “pérdida” es
utilizado para significar que “queda inhabilitado para ser recuperado”. En el
caso de la pérdida de información, los objetos o colecciones pierden los valores
relacionados con la información y el contexto. En el caso de un uso
inapropiado, se pierden los valores espirituales, rituales y otros valores
culturales.

Objetos y colecciones altamente sensibles


Numerosos factores contribuyen a aumentar la vulnerabilidad frente al riesgo
de disociación, tanto a nivel del objeto como de la colección, así como también
a nivel del personal y de la gestión de una institución (Tabla 1).

Tabla 1. Factores que contribuyen a la disociación


Características que aumentan el riesgo de disociación
Objeto
Objeto adquirido ilegalmente.
Objeto de tamaño pequeño (difícil de marcar).
Objetos frágiles (difíciles de marcar).
Objeto de alto valor cultural.
Asuntos de propiedad o derechos de autor sin resolver.
Objetos que en la actualidad no "están de moda" (por ejemplo, especímenes de
taxidermia obsoletos).
Objeto valorado para un uso diferente al que prima en la colección (por ejemplo, el
valor de exhibición en una colección de investigación).
Objeto utilizado para muestreo destructivo o para investigación destructiva.
Colección
Gran cantidad de objetos.
Gran diversidad de objetos.
Información de la colección aportada por muchas fuentes.
Tradición de adquisición ilegal de objetos.
Mal estado general de la colección.
Medios digitales susceptibles a quedar obsoletos.
Personal a cargo de la colección
Acceso no regulado o ilimitado a las colecciones.
Personal poco consciente en relación a los temas legales.
Elección de productos inestables o de sistemas deficientes para catálogos y etiquetas.
Mantenimiento incompleto o inadecuado de los registros.
Personal que actúa de manera negligente en relación a la organización del depósito.
Organización deficiente de la colección.
Falta de comprensión sobre el sentido y los valores que representa la colección para
otros profesionales.
Valor cultural no apreciado o comprendido por los custodios.
Voluntarios sin preparación y poco atentos a los procedimientos correctos.
Manejo de la responsabilidad de la colección
La colección no es ubicada en espacios especiales ni apropiados.
El cuidado de la colección no es una responsabilidad prioritaria para el personal.
Personal insuficiente, a tiempo parcial e intermitente.
Personal sin preparación para el manejo de colecciones.
La prioridad para el trámite administrativo es mucho menor que para la entrega final
del producto.
Errores al fomentar la apreciación de los valores de la colección.

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Control de la disociación

El control depende en gran medida de políticas y procedimientos efectivos (ver


Viñeta 2). En las grandes instituciones, tanto el establecimiento como la
implementación de dichas políticas y procedimientos, son generalmente de
responsabilidad de un registrador o del encargado de las colecciones. En
museos más pequeños, estos procedimientos pueden ser implementados por
quien asume la responsabilidad de las colecciones; por ejemplo encargados,
voluntarios e incluso estudiantes.

Los riesgos de disociación son minimizados a través de la documentación


minuciosa de todas las transacciones, usos y movimientos de los objetos; y a
través de la implementación adecuada y sistemática de procedimientos que
relacionan los objetos con su información. Esto se inicia al asegurar que la
propiedad de los especímenes esté respaldada con un título de dominio limpio
transferido al museo. Los permisos requeridos para coleccionar, obtener o
importar objetos deben adjuntarse al objeto correspondiente. Los
procedimientos involucrados en la adquisición, deben ser claros y estar
formalmente documentados. Los objetos por lo tanto, deben estar relacionados
con su registro de adquisición y con cualquier información asociada, otras
partes o con colecciones complementarias. Esto generalmente se logra al
asignar un número identificador único (frecuentemente un número de
catálogo), el cual se registra con su información de identificación en un libro de
registro, o en las cada día más utilizadas bases de datos computacionales
especialmente destinadas para este efecto. Dichos archivos deben mantenerse
y actualizarse correctamente, así como también archivarse y migrarse
regularmente a formatos accesibles para los sistemas computacionales
actuales. Al mismo tiempo, el personal debe estar entrenado para mantener y
recuperar esta información, incluyendo los métodos para localización y
resolución de problemas.

Igualmente importantes, son los procedimientos para unir físicamente el


número de identificación único y la información relacionada con el objeto. Los
protocolos estandarizados son esenciales para:

 El método de marcación.
 Los materiales utilizados para la marcación.
 La secuencia de etiquetas temporales y permanentes involucradas en los
procesos de preparación de los objetos que son agregados a una
colección, ubicados en exhibición o enviados a algún lugar en calidad de
préstamo.

Si las políticas y procedimientos implementados son razonables, el factor crítico


para limitar el riesgo de disociación es la persistencia, tanto de la institución
como de su personal, para lograr un alto nivel en sus estándares de
documentación, a pesar de la alta demanda de productividad.

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En el caso de colecciones de archivos digitales, es la totalidad de la colección, y
no sólo su información, la que está en riesgo. Especialmente, lo están las
colecciones digitales a las que no se accede con la frecuencia suficiente como
para asegurar que se mantenga el acceso al antiguo formato, incluso mientras
se disponga de otro más reciente. Para muchas instituciones, el conectar el
respaldo y el re-formateo de la información digital de la colección con la del
manejo de registros electrónicos corporativos, puede ser la estrategia más
efectiva para manejar la migración y el respaldo.

Etapas de control
Tanto las políticas como los procedimientos efectivos son la clave para controlar
los riesgos de disociación. Además, el desarrollo e implementación de dichos
esfuerzos debe involucrar la actualización, el entrenamiento y una evaluación
periódica para asegurar un control de calidad.

Evitar
Siempre es preferible evitar riesgos, en la medida de lo posible. Antes de llevar
a cabo una adquisición, asegúrese de que todos los objetos tengan un título de
dominio libre de toda limitación o restricción. Asimismo, marque todos los
grupos u objetos con sus correspondientes números de identificación.

Bloquear/Mitigar
Desarrollar e implementar las políticas y procedimientos para asegurar el
registro de los movimientos de todos los objetos, así como garantizar que los
estándares de marcación sean aplicados adecuada y sistemáticamente.

Detectar
Los inventarios regularmente programados aumentan la probabilidad de
detectar síntomas de disociación. En colecciones grandes, el inventario de una
muestra o de una sub-unidad de la colección es una alternativa viable para
lograr un inventario completo. La revisión y corrección de la información
después del ingreso o de la migración de datos, es esencial para detectar
errores.

Responder
Se deben implementar procedimientos para reemplazar las etiquetas desteñidas
o deterioradas, para reponer los materiales de colección utilizados, etc. La
capacitación periódica de los voluntarios, del personal y de los usuarios de la
colección para realizar dichos procedimientos, también ayuda a mitigar estos
riesgos. Filtrar la información y aclarar las discrepancias dentro del inventario,
son otros ejemplos adicionales de respuestas para cuando se detectan
problemas de disociación.

Recuperar
Mantener y utilizar un sistema para documentar los objetos disociados de sus
datos, así como los datos que están disociados de los objetos. Esto
generalmente incluirá un registro de las etiquetas perdidas, de las entradas al

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catálogo y/o especímenes que pueden ser consultados para encontrar
coincidencias; en la medida que se encuentran nuevas partes perdidas. La
práctica de solicitar a los usuarios de la colección que informen al encargado
sobre los objetos disociados, también ayudará a recuperar objetos
erróneamente guardados. Para las colecciones digitales que se han inutilizado
debido a un formato desactualizado, debieran aplicarse planes para su re-
formateo.

Niveles de control
La disociación es ante todo controlada a nivel de políticas y procedimientos, así
como también a nivel del objeto.

Es sumamente importante ceñirse a los procedimientos de adquisición, registro


y seguimiento de los objetos. Cualquier tentación para sucumbir ante una alta
demanda de productividad; como por ejemplo, permitir que un préstamo se
envíe o se retire sin su debida documentación, no puede tolerarse. Los
requerimientos de documentación y seguimiento se definen y mantienen dentro
del ámbito de registro del museo, y han sido descritos correctamente por dicha
área de especialización (ver Buck y Gilmore 1998).

Los procedimientos para estudiar la necesidad de permisos y su obtención con


el fin de realizar préstamos o adquisiciones, deben ser aplicados
sistemáticamente. A los objetos de colecciones culturales y las colecciones de
historia natural, se les imponen muchos requisitos para obtener los permisos.
Esto se debe a que los estatutos legales no son solamente aplicables al traslado
o uso de un ejemplar animal completo, sino que también a cada uno de sus
componentes o materiales constitutivos, por ejemplo las plumas o el marfil
(Figura 5). Buck y Gilmore (1998) entregan algunas descripciones sobre los
requerimientos de permiso generales. Consulte las agencias locales, estatales y
federales para obtener información más actualizada (por ejemplo,
www.cites.ec.gc.ca/;
www.canlii.org/ca/sta/c-51/;
www.canlii.org/ca/regu/crc448/)

Figura 5. Peine de marfil con rostro humano, cultura Dorset tardía, Isla Devon (aún
no disponible en el texto original)

A nivel del objeto, éstos deben ser identificados para hacer valer la conexión
entre éste y su información asociada. Dicha información incluirá archivos de
adquisición que comprueban la propiedad, archivos de catálogo con información
sobre la procedencia y documentación relativa a su conservación, archivos de
investigación que incluyen notas de campo y referencias en publicaciones,
además de material complementario; como moldes, vaciados, fotografías,
radiografías, preparaciones para análisis, sus resultados, etc. En general, se
prefieren los sistemas simples que involucran un número único, junto a un
código de identificación para la institución; antes que sistemas más complejos

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con información codificada. Los sistemas más simples tienden a ser los más
sostenibles a lo largo de la historia institucional.

Los objetos deben marcarse (Viñeta 3). Idealmente, el número de catálogo o


de registro se asocia físicamente con el objeto, generalmente por medio de una
etiqueta o marca. En algunos casos, esto no es posible de realizar. Para objetos
extremadamente pequeños y aquellos con superficies muy friables, marcar
directamente sobre el objeto puede no ser factible. En estos casos, el número
de catálogo se marca sobre una etiqueta adjunta, sobre el contenedor
(generalmente destinado a un solo objeto) en el que se encuentra éste o los
objetos, o sobre una parte integrante del soporte o del sistema de
almacenamiento.

La aplicación de números directamente sobre los objetos, ha sido la forma más


común de asegurar una identidad única. Las técnicas para dicha aplicación
están establecidas. Varias publicaciones abordan este tema en detalle (ver las
publicaciones del ICC 1994 a y b, Odgen 2004; y del sitio Web del Museum
Documentation Association). En general, los materiales “sólidos” como piedra,
metal y madera; poseen una capa separadora entre la superficie del objeto y el
número. En el caso de materiales más suaves y de mayor absorbencia, tales
como papel, cuero y textiles; se utilizan técnicas alternativas. Además del
material, de la textura y de la estructura de un objeto, la selección de un
método de marcaje requiere considerar el uso de la muestra (para exhibición,
investigación o como referencia), las instalaciones como los extractores, la
consistencia dentro de una colección o institución, y a veces otros asuntos
adicionales.

Las etiquetas, ya sea pegadas a los objetos o colgadas, pueden por sí mismas
tener un valor histórico o estético, y merecen una consideración especial por
parte del personal (ver Viñeta 4).

Estrategias de control
La Tabla 2 presenta estrategias de control para diferentes niveles de
intervención.

Resumen

La disociación provoca la pérdida de objetos, de su información relacionada, o


de la capacidad de recuperar o asociar objetos e información. Los principales
medios de control para evitar el riesgo de disociación son el establecimiento y
cumplimiento de las políticas y procedimientos creados para documentar y
controlar la adquisición y el traslado de los objetos. La capacidad para ejercer la
disciplina profesional a fin de acatar dichas políticas y procedimientos durante
periodos de mucha presión de trabajo, es a menudo el factor que reduce el

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riesgo de disociación. En lugares donde no se establecen políticas y
procedimientos, o éstas no se respetan de manera adecuada, la disociación
constituirá el mayor riesgo para una colección.

Viñetas

Viñeta 1. Dadas de baja accidentales


La belleza está en el ojo del observador
Sin duda, toda colección de tamaño y edad significativos sufrirá incidentes de
eliminación accidental de objetos. Esto sucede casi con una frecuencia anual en
las instalaciones de arte contemporáneo, en donde los encargados de recoger
la basura eliminarán lo que ellos crean que debe ser material de desecho. La
pieza Anna Dropped Her Basket, de Leslie Rech (Figura 6) fue retirada el día
posterior de la instalación por el “equipo de limpieza” de la ciudad.

Un titular: “Artefactos canadienses enviados a un basural”


La eliminación accidental es un riesgo real presente en todas las colecciones,
del cual ninguna está completamente inmune. En escasas ocasiones, esta
eliminación puede lograr proporciones catastróficas; por ejemplo en el año
2003, los empleados confundieron con basura y desecharon una colección
completa de 433.000 objetos, almacenados en 289 cajas, pertenecientes a la
Sociedad Arqueológica de Ontario (Figura 7).

Las cajas que habían estado almacenadas en un pasillo junto con una variedad
de equipos usados, fueron puestas por separado en una jaula con llave. Antes
del aseo, había circulado un mensaje a través de toda la administración
advirtiendo sobre la inminente limpieza, pero éste no fue recibido por el curador
responsable de la colección. Los factores de riesgo presentes en este caso
pueden ser identificados en la Tabla 1. Nota: revisar la sección que aborda el
manejo de la responsabilidad sobre la colección.

Figura 6. Anna Dropped Her Basket por Leslie Rech. Instalación de arte antes de ser
eliminada. (aún no disponible en el texto original)

Figura 7. Tazón de juguete originario de Beeton, en Canadá (BaGw-1)ca. 1500 dC.


Éste es uno de los 433.000 objetos eliminados accidentalmente. Fotografía de Ken
Jones, cortesía de Marti Latta, Universidad de Toronto. (aún no disponible en el
texto original)

Viñeta 2. ¡No estoy tomándote el pelo, los objetos perdidos algunas


veces son reubicados!
“Pierna perdida es encontrada”
Desde el año 1924, las colecciones del área de Zoología Vertebrada del
Canadian Museum of Nature's (CMN) han contado con un esqueleto montado de
un caballo que fue importado a Canadá por el antiguo Gobernador General de
Canadá, Príncipe Alberto Duque de Connaught. Por una razón desconocida, el

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caballo perdió una de sus piernas en algún lugar, por lo que posteriormente el
personal lo denominó “el caballo de tres patas”. Durante un periodo de
enseñanza en la Universidad de Carleton a comienzos del año 2005, la
paleontóloga del CMN Natalia Rybczynski notó que el Departamento de Biología
de la Universidad tenía una pierna de caballo sin apoyo, cubierta con pintura
blanca y con orificios para amarrar alambres. La pierna errante demostró ser el
miembro extraviado del caballo del CMN. Ésta probablemente había llegado a
Carleton casi 30 años antes como parte de un préstamo mal documentado. Con
el debido permiso del Departamento de Biología, la pierna extraviada volvió a
su legítimo dueño.

Figura 8. “Caballo de tres piernas” completado con su cuarta pierna blanca.


Fotografía de Laura Smyk. (aún no disponible en el texto original)

Viñeta 3. Diversos objetos presentan distintos desafíos de marcaje


El amplio rango de tipos de objetos, de materiales, tamaños y usos; presentes
en las colecciones, origina una gran variedad de técnicas de identificación, las
que incluyen la enumeración directa, etiquetado, marcaje de contenedores, etc.
Estas técnicas se grafican desde la Figura 9a a la Figura 9r.

(Figura 9: ) (aún no disponible en el texto original)

Viñeta 4. Nota sobre etiquetas históricas


Minuciosos primeros coleccionistas etiquetarán los objetos tan pronto como
sean adquiridos, y aunque dichas etiquetas contengan básicamente información
primordial, también pueden tener un valor estético e histórico. La información
presente en las etiquetas es generalmente transcrita al sistema propio de la
institución, pero los detalles individuales del manuscrito, etc., sigue teniendo un
interés histórico y a veces estético. Con el tiempo, el papel de la etiqueta puede
volverse frágil, las tintas pueden decolorarse y los adhesivos pueden debilitarse
también. Dichas etiquetas debieran ser tratadas con mucho cuidado. Las
etiquetas deterioradas pueden ser protegidas con Mylar, manteniéndose
adheridas al objeto (Figura 11). Si las etiquetas se desprenden, es necesario
decidir si se vuelven a fijar al objeto o no. Esto requiere del análisis de los
riesgos y beneficios de la re-adherencia en relación a un almacenamiento por
separado. Si las etiquetas no serán re-adheridas al objeto, deberán ser
guardadas en un sobre de tereftalato de polietileno o Melinex, claramente
identificado y poseer una referencia cercana al objeto (Figura 12). Esta
discusión se ha enfocado en las etiquetas históricas adjuntas al objeto. Asuntos
similares surgirán al considerar las etiquetas sueltas.

Figura 10. Una etiqueta histórica de un coleccionista asociada a una muestra


mineral de cuarzo. (aún no disponible en el texto original)

Figura 11. Etiquetas originales, cubiertas con Mylar, que permanecen adjuntadas a
un Octodon degú cazado durante la Expedición Exploradora de EE.UU entre 1838 y
1842; ca. 1985, Catharine Hawks. (aún no disponible en el texto original)

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Figura 12. Etiquetas históricas preservadas en archivos separados. (aún no
disponible en el texto original)

Referencias (* Lecturas recomendadas)


* Buck, Rebecca A., and Jean Allamn Gilmore. Museum Registration Methods.
Washington DC: American Association of Museums, 1998.

Canadian Conservation Institute. Applying Registration Numbers to Paintings .


CCI Notas 1/5. Ottawa: Canadian Conservation Institute, 1994a.

Canadian Conservation Institute. Applying Accession Numbers to Textiles. CCI


Notas 13/8. Ottawa: Canadian Conservation Institute, 1994b.

* Malaro, Marie C. A Legal Primer on Managing Museum Collections .


Washington DC: Smithsonian Institution Press, 1998.

* Museum Documentation Association. Labelling and Marking Museum Objects .


SPECTRUM Procedure: Acquisition - Step 13. Disponible en:
www.mda.org.uk/labels.htm

Ogden, Sherelyn, ed. Caring for American Indian Objects. St. Paul, MN:
Minnesota Historical Society Press, 2004, pp. 214–220.

* Simmons, J.E. Things Great and Small: Collections Management Policies.


Washington DC: American Association of Museums, 2006.

Glosario

Adquisición: transferencia debidamente documentada del título de propiedad de


uno o mas objetos a un museo; los que han sido adquiridos a través de una
compra, donación, legado, investigación de campo, intercambio o cualquier otro
método de transferencia.(1)

Etiquetado: proceso de preparación y fijación de etiquetas a carpetas, otras


unidades de archivo y contenedores; proceso de preparación de etiquetas para
acompañar objetos o muestras.

Permiso: documento que garantiza a una persona el derecho de hacer algo que
no está prohibido por ley, pero que no es permitido sin dicha autorización.
Registro: proceso de desarrollo y mantención de un medio de identificación
inmediato, breve y permanente de un objeto para el cual la institución ha
asumido la responsabilidad de forma permanente o temporal.

12
(Definiciones tomadas de Paisley S. Cato, J. Golden y S.B. McLaren (eds). 2003.
MuseumWise: Workplace Words Defined. Sociedad para la Preservación de
Colecciones de Historia Natural, 388 pp.)

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