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DOSSIER BORGES DE CUERPO ENTERO

cia mediados de los años sesenta conoce a María Kodama y esta


amistad se convierte en un lazo afectivo que llega a florecer en el
amor mutuo hacia 1971. Este amor inspira ciertos temas nuevos n uevos
en la poesía y la ficción. En esta tercera etapa Borges
Bor ges va a intentar
mitigar su escepticismo con algo de la pasión de la juventud.
Borges vivía intensamente a través de la literatura: volcaba
sus emociones en sus textos, pero el proceso de escribir le per- AUTOBIOGRAFÍA
mitía adquirir cierta distancia de experiencias
experiencia s que a menudo lo Jorge Luis Borges*
habían hecho sufrir.

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Si he intentado revelar las experiencias sentimentales de riesgo de cometer un
Borges no es meramente porque confesara haberse pasado la anacronismo, delito no
 vida “pensando en mujeres”, sino porque el amor ofrece una un a previsto por el código
clave importante para comprender la dinámica de esa realidad penal, pero condenado por el
interior. Borges se resentía de una dualidad de fondo: por un cálculo de probabilidades y
lado, se esforzaba por definir la esencia de su persona, mientras por el uso, transcribiremos una
que por otro, temía caer en lo que llamó “la nadería de la per- nota de la Enciclopedia Su-
sonalidad”. Y el vaivén entre esos dos polos —entre Whitman damericana, que se publicará en
 y Kafka, como él mismo los caracterizó— dependía, en última Santiago de Chile, el año 2074.
2074.
instancia, de su aceptación o rechazo por una de las muchas Hemos omitido algún párrafo
“diosas” que cortejó en su vida. que puede resultar ofensivo y
Borges era un hombre que sufrió
s ufrió agudos conflictos internos. hemos anticuado la ortografía,
No obstante, se enfrentó a estas dificultades con una lucidez y que no se ajusta siempre a las
un coraje realmente impresionantes. En gran medida concebía exigencias del moderno lector.
la creación literaria como un proceso de auto-realización y, de Reza así el texto:
hecho, hay cierta dimensión autobiográfica en sus textos donde
sondea e interroga constantemente su propia realidad psicoló- “BORGES, JOSÉ FRANCISCO
gica. A la larga, escribir le ofreció una salida a estos conflictos: ISIDORO LUIS: Autor y autodi-
a mediados de los años sesenta, esta turbulenta lucha interna dacta, nacido en la ciudad de
culminó en una extraordinaria liberación de las trabas y contra- Buenos Aires, a la sazón capital
dicciones que lo habían oprimido desde la infancia. de la Argentina, en 1899. La
Si los textos de Borges registran indirectamente los conflictos fecha de su muerte se ignora,
de su mundo interior, tampoco son inocentes de las realidades ya que los periódicos, género
externas. Sorprendentemente quizás para los que quieren tener literario de la época, desapa-
a Borges encerrado en una “biblioteca total”, fue un intelectual recieron durante los magnos
público durante toda su vida, desde su temprana simpatía por conflictos que los historiadores
los bolcheviques hasta su pacifismo último, pasando por su locales ahora compendian. Su
afiliación al Partido Radical, su obstinada lucha anti-fascista, padre era profesor de psico-
su anti-peronismo acérrimo, y su apoyo a las dictaduras mili- logía. Fue hermano de Norah
tares. El hecho es que, lejos de vivir de espaldas a las grandes Borges (q.v.). Sus preferencias
cuestiones de su tiempo, Borges estaba imbuido de una fuerte fueron la literatura, la filosofía
conciencia de la responsabilidad del escritor ante la historia: y la ética. Prueba de lo primero
tenía un sentido muy hondo de la patria y hasta el final de es lo que nos ha llegado de su
su vida se comprometió con el destino de Argentina. Por eso, labor, que sin embargo deja
aunque sus temas literarios no fueran políticos, fue un escritor entrever ciertas incurables li-
engagé a su manera. mitaciones. Por ejemplo, no
acabó nunca de gustar de las
REFERENCIAS letras hispánicas, pese al hábito
 Alazraki, Jaime (1988), Borges and the Kabbalah, Cambridge, Cambridge Uni- de Quevedo. Fue partidario de la
 versity Press (traducción de Mirta Rosemberg en Confesiones de escritores.
Escritores latinoamericanos, Buenos Aires, El Ateneo, 1995).
tesis de su amigo Luis Rosales,
Canto, Estela (1989), Borges a contraluz, Madrid, Espasa-Calpe. que argüía que el autor de los
BORGES, UNA VIDA DOSSIER

LAS MIRADAS DE BORGES

inexplicables Trabajos de Persiles do por un cúmulo de monografías  jamás existió. Así, a lo largo de


y Segismunda  no pudo haber es- y de polémicas, no deja de asom- los años, contribuyó sin saberlo y
crito El Quijote . Esta novela, por lo brarnos ahora. Nos consta que el sin sospecharlo a esa exaltación
demás, fue una de las pocas que primer asombrado fue él y que de la barbarie que culminó en
merecieron la indulgencia de Bor- siempre temió que lo declararan el culto del gaucho, de Artigas
ges; otras fueron las de Voltaire, un impostor o un chapucero o y de Rosas.
las de Stevenson, las de Conrad una singular mezcla de ambos. “Pasemos al anverso. Pese
y las de Eça de Queiroz. Se com- Indagaremos las razones de ese a Las fuerzas extrañas   (1906)
placía en los cuentos, rasgo que renombre, que hoy nos resulta de Lugones, la prosa narrativa
nos recuerda el fallo de Poe, There misterioso. argentina no rebasaba, por lo
is no such thing as a long poem , “No hay que olvidar, en primer común, el alegato, la sátira y la
que confirman los usos de la poesía término, que los años de Borges crónica de costumbres; Borges,
de ciertas naciones orientales. En correspondieron a una declinación bajo la tutela de sus lecturas
lo que se refiere a la metafísica, del país. Era de estirpe militar septentrionales, la elevó a lo
bástenos recordar cierta Clave y sintió la nostalgia del destino fantástico. Groussac y Reyes le
de Baruch Spinoza , 1975. Dictó épico de sus mayores. Pensaba enseñaron a simplificar el voca-
cátedras en las universidades de que el valor es una de las pocas bulario, entorpecido entonces de
Buenos Aires, de Texas y de Har- virtudes de que son capaces los curiosas fealdades: acomplejado,
vard, sin otro título oficial que hombres, pero su culto lo llevó, agresividad, alienación, bús-
un vago bachillerato ginebrino como a tantos otros, a la venera- queda, concienciar, conducción,
que la crítica sigue pesquisando. ción atolondrada de los hombres coyuntural, generacional, gru-
Fue doctor honoris causa  de Cuyo del hampa. Así, el más leído de sus pal, negociado, promocionarse,
y de Oxford. Una tradición repite cuentos fue Hombre de la esquina decepcionar, sentirse motivado,
que en los exámenes no formuló rosada , cuyo narrador es un ase- sentirse realizado, situacionis-
 jamás una pregunta y que invitaba sino. Compuso letras de milonga, mo, verticalidad, vivenciar … Las
a los alumnos a elegir y considerar que conmemoran a homicidas academias, que hubieran podido
un aspecto cualquiera del tema. congéneres. Sus estrofas de corte desaconsejar el empleo de tales
No exigía fechas, alegando que él popular, que son un eco de As- adefesios, no se animaron. Quie-
mismo las ignoraba. Abominaba casubi, exhuman la memoria de nes condescendían a esa jerga
de la bibliografía, que aleja de las cuchilleros muy razonablemente exaltaban públicamente el estilo
fuentes al estudiante. olvidados. Redactó una piadosa de Borges.
“Le agradaba pertenecer a biografía de cierto poeta menor, “¿Sintió Borges alguna vez
la burguesía, atestiguada por su cuya única proeza fue descubrir la discordia íntima de su suerte?
nombre. La plebe y la aristocracia, las posibilidades retóricas del Sospechamos que sí. Descreyó
devotas del dinero, del juego, de conventillo. Los saineteros ya del libre albedrío y le complacía
los deportes, del nacionalismo, del habían armado un mundo que era repetir esta sentencia de Carlyle:
éxito y de la publicidad, le parecían esencialmente el de Borges, pero ‘la historia universal es un texto
casi idénticas. la gente culta no podía gozar de que estamos obligados a leer y a
“Hacia 1960 se afilió al Partido sus espectáculos con la concien- escribir incesantemente y en el
Conservador, porque (decía) ‘es cia tranquila. Es perdonable que cual también nos escriben’.”
indudablemente el único que no aplaudieran a quien les autoriza-
puede suscitar fanatismo’. ba ese gusto. Su secreto y acaso
“El renombre de que Borges inconsciente afán fue tramar la *Tomado de: Obras completas, Buenos
gozó durante su vida, documenta- mitología de un Buenos Aires, que Aires, Emecé, 1974.

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