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CIBERFEMINISMO: SOBRE EL USO DE

LA TECNOLOGÍA PARA LA ACCIÓN


POLÍTICA DE LAS MUJERES

Ida Peñaranda Veizaga


Licenciada en Ciencias de la
Comunicación Social (UCB
2005), Magister Scientiarum en
Investigación en Ciencias Sociales
(ASDI-UMSS 2018). Actualmente
es investigadora adscrita del
CESU-UMSS, colaboradora en La
Ramona (suplemento cultural)
y Warmi.Red (mujeres en
tecnología).

La autora declara no tener


conflicto de interés alguno con la
revista Punto Cero

Peñaranda, Ida. (2019)


Ciberfeminismo: sobre el uso de la
tecnología para la acción política
de las mujeres. Punto Cero, año24
n°39 diciembre de 2019. Pp 39-50.
Universidad Católica Boliviana “San
Pablo” Cochabamba

Punto Cero año 24 n° 39 diciembre de 2019

39
Universidad Católica Boliviana “San Pablo”

Resumen: CYBERFEMINISM: USE


OF TECHNOLOGY FOR
Este es un artículo que reflexiona la
relación mujeres y la tecnología, desde WOMEN’S POLITICAL
una revisión teórica y conceptual desde ACTION
los 80. En él se definirá el ciberfeminismo
y la importancia de la acción política,
sin olvidar la complejidad e importancia Abstract:
de entender la relación consumo y
producción. This is an article that reflects the rela-
tionship between women and techno-
logy, from a theoretical and conceptual
Palabras clave: review since the 80’s. In it, cyberfemi-
nism and the importance of political
Representaciones, identidades, jerar- action will be defined, without forget-
quías, cultos religiosos. ting the complexity and importance of
understanding the consumption rela-
tionship and production.

Keywords:
Representations, identities, hierar-
chies, religious cults.

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Ida Peñaranda Veizaga

¿Pueden, las mujeres como simples usua- porque a partir de pensar la interacción
rias de la tecnología, ser ciberfeministas? de los organismos (vivos o no), plantea
¿Cualquiera que utiliza tecnología, en este una reivindicación del diálogo con los
caso internet, con un simple “Me Gusta” otros, sin mitificarlos, pero dándoles reco-
ya es una activista? ¿Por qué esta relación nocimiento desde su opresión y así parte
de mujeres y tecnología merece un nom- del concepto híbrido del cyborg. Haraway
bre especial? La reflexión en torno a esa también introduce la idea de que no hay
dupla mujer y tecnología no ha sido fá- nada natural en ser mujer: “Sin duda al-
cil, mucho menos es un tema reciente. El guna, en el momento en que las tecnolo-
presente artículo intentará dar un breve gías cibernéticas de poder comienzan a
recorrido sobre los ejes más importantes actuar sobre y a penetrar en los cuerpos
de esta discusión. de las personas, empiezan a generar nue-
vos tipos de subjetividades y nuevos tipos
El semillero: un manifiesto cyborg y plant de organismos: organismos cibernéticos,
con los ceros y unos cyborgs.” (Arditi en Haraway 1991: 12). A
partir de este argumento plantea el “no
Ciberfeminismo es un término inspirado género”; y lo convierte en un manifiesto
en el “Manifiesto Cyborg” de Donna Ha- político que convoca a la deconstrucción y
raway (1984) quien hace un recorrido por la acción, en tanto invita a dejar de pensar
el estado de los estudios culturales, los a partir del sujeto antropocéntrico y para
estudios de género, en particular, la dis- ello propone reconocer las posiciones de
cusión por la identidad y el lugar de las poder como elementos fundamentales
mujeres en los últimos días de la Guerra de la construcción de las personas. Así se
Fría y el avance del capitalismo postin- deben distinguir por ejemplo las mujeres
dustrial, cruzando para ello, la filosofía, feministas de occidente con experiencias
la política, la cultura, la tecnología y la diferentes que el movimiento de mujeres
ciencia-ficción. Es un texto que desde la negras. Esta distinción permitirá recono-
ficción, como el lugar perfecto para soñar cer que estamos en un sistema opresor y
otra realidad, nos plantea diversas ideas que debemos hackearlo –modificarlo-.
para la reflexión feminista. Nos presenta Esta autora es una de las impulsoras de la
al Cyborg, un ser mitad máquina y mitad tercera ola del feminismo que cuestiona
organismo, que aún hoy nos cuesta ima- la esencia del ser mujer, así como sus pri-
ginar. “El cyborg es nuestra ontología, nos vilegios, que no desarrollaremos en este
otorga nuestra política. Es una imagen artículo. Pero además es la precursora de
condensada de imaginación y realidad la epistemología feminista, con su pro-
material, centros ambos que, unidos, es- puesta de “conocimientos situado1” que
tructuran cualquier posibilidad de trans- critica esa forma y privilegio de mirar la
formación histórica” (Haraway 1991: 254). experiencia de las mujeres desde los már-
Desde donde nos invita a ir más allá, a so- genes, argumentando que hay que tener
ñar otras formas posibles al plantearnos claro desde donde nos situamos en el
un ser “cyborg” que rompe las dicoto- análisis ya que ello proporciona la objeti-
mías, comprometiéndose con otras voces. vidad, la posibilidad de reconocer “desde
Descentralizar nuestra mirada del sujeto, dónde hablamos”. Así cualquier análisis
“en el contexto de la tesis de que «el hom- de la realidad debe partir de un posicio-
bre», la criatura autónoma y racional que namiento, un ejercicio de reflexión y de
tomamos como universal, no es de hecho cuestionamiento independiente, íntimo y
nada más que una construcción moderna continuo.
(Arditi en Haraway 1991: 10). El texto de Sobre la base de esta utopía llamada cy-
Haraway es revolucionario para su tiempo borg, el término “ciberfeminismo” se po-

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pulariza gracias a la obra de Sadie Plant tecnología, proponiendo que las mujeres
(Cf. Galloway 1997). Concretamente, esta no son víctimas pasivas sino activas trans-
autora habla de cómo la tecnología se ha formadoras de la sociedad a partir del uso
servido del trabajo de las mujeres aunque que hacen de ella.
éste ha sido constantemente invisibiliza- Las identidades virtuales deberían ser
do2. La obra de Sadie Plant evidencia el entonces vistas como nuevas formas de
lugar rezagado que injustamente se otor- crearse en el espacio y el tiempo. El ci-
ga a las mujeres en la creación de tecno- berespacio se abre como un lugar para
logía demostrando la capacidad innata crear, en el que, pareciera, el cuerpo hu-
(biológica) en este campo, capacidad que mano no tiene mucha importancia. Las
ha sido ignorada dando lugar a la concep- personas pueden, en el internet, crear
ción de la tecnología como lugar mascu- avatares, adquirir las identidades creadas
lino en el que contradictoriamente, argu- que deseen. Así, a simple vista las divisio-
menta la autora, las mujeres son las mejor nes dicotómicas que otorga el género en
preparadas. el ciberespacio pueden disiparse y jugar
Plant en su obra “Ceros y Puntos”, nos con la construcción de avatares. No obs-
relata la historia de Ada Lovelace (pri- tante, según Wjacman, esta mirada olvida
mera programadora de ordenadores del la “crucial influencia de las corporaciones
mundo) ayudante de Charles Babbage mediáticas y las instituciones de comuni-
creador de la primera máquina de cálcu- caciones en las que se desarrollan las tec-
lo diferencial. A partir de ella reflexiona nologías que circunscriben su uso” (2006:
sobre la invisibilización del trabajo cien- 108); es decir, dentro de la gestión de las
tífico de las mujeres. Demuestra, a partir redes se juegan relaciones de poder im-
de la imagen de la telefonista, cómo las portantes, y si bien, las mujeres pueden
mujeres han estado siempre en los pun- utilizar las tecnologías para crear identi-
tos centrales de las redes comunicativas. dades, esa construcción tiene sus límites,
Nos habla de su superioridad como “teje- no es sostenible ya que “aunque por me-
doras de información” (programadoras). dio del ordenador [se] altera la naturaleza
En este sentido “más que pretender erra- de la interacción al eliminar las señas cor-
dicar las diferencias de sexo, Plant afirma porales, no es lo mismo que crear nuevas
positivamente la radical diferencia sexual identidades” (Wajcman 2006: 108).
de las mujeres, sus cualidades femeninas” Es decir, el ciberfeminismo también se
(Wjacman 2006:114). mueve en el marco de relaciones de po-
En esta línea Sadie Plant definió al ciber- der más amplias que van a influir en las
feminismo como la cooperación entre formas de uso, y que tienen que ver con
mujeres, máquina y nueva tecnología, ar- los intereses que se mueven en la socie-
gumentando que, al haber siempre esta- dad, y en la misma creación y apropiación
do éstas en los puntos centrales de las tecnológica. Esta relación compleja entre
redes comunicativas, las tecnologías son mujeres y tecnología desde una perspec-
esencialmente femeninas. El simple he- tiva crítica, ha sido analizada por el tec-
cho de utilizarlas, les otorga una gran po- nofeminismo, concepto que se presenta a
sibilidad para transformar la sociedad. Así continuación.
la tecnología (en este caso la digitaliza-
ción) y la incursión de las mujeres en ella Tecnofeminismo
es liberadora (per se). En este sentido, la
idea de Sadie Plant no es la de erradicar La relación entre mujeres y tecnología ha
las diferencias de género, sino, al contra- sido abordada por Judy Wajcamn, como
rio, reivindica las cualidades específicas “tecnofeminismo”. Este término conside-
femeninas para el uso y apropiación de ra a la tecnología como un producto de

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las relaciones sociales que lo producen construcción socio técnica. Recupera el


y lo utilizan, parte de un proceso perfor- concepto de “agencia” para referirse a la
mativo que hace particular énfasis en el capacidad de acción de los “humanos y
análisis de las agencias (en el sentido de no-humanos” que están envueltos en una
capacidad de acción) de las mujeres con constante dinámica (no estática). Ya no se
las “tecnologías en transformación” (Cfr. habla de actor sino de actante: persona,
Wjacman 2006). animal o cosa. Lo social no es un dominio
Haciendo un recorrido de la relación de especial, sino “un movimiento muy pecu-
tecnología y sociedad, la autora empie- liar de re asociación y ensamblado” (La-
za señalando que la tecnología ha esta- tour 2008: 21). Es así que el observador
do presente en el transcurso de la historia es un agente activo y debe describir a los
de la humanidad, estando los artefactos actores desplegados en redes de media-
tecnológicos socialmente conformados ciones que incluyen lo biológico, lo histó-
en cuanto a diseño, contenido y uso: “Un rico y lo tecnológico.
sistema tecnológico nunca es meramente Así la propuesta de Latour permite desta-
técnico: su funcionamiento en el mundo car la importancia de las redes de interac-
real incluye elementos técnicos, económi- ciones porque generan un amplio proce-
cos, empresariales, políticos e incluso cul- so entre los actantes que participan o no
turales” (Wjacman 2006:57). En este sen- de dicha red. “las redes generan no solo
tido, la tecnología siempre es parte de un miembros del grupo, sino miembros aje-
proceso que incluye una etapa pre-exis- nos, otros que participan sólo en parte, y
tente (la tecnología previa), una de evo- aquellos que se niegan a pertenecer a él.
lución y una posterior a su creación, en la Tener presentes las prácticas de exclusión
cual la innovación se define a partir de su o evitación y sus efectos es consustacio-
aplicación y utilización, lo que en sí corre nal, y no tangencial, a una adecuada des-
un camino independiente del de los crea- cripción del proceso de construcción de
dores, siendo al final también producto de redes” (Wjacman 2006: 69).
los usuarios. Si bien, una debilidad de esta teoría de
Así, entendiendo que la relación entre actor red, según Wjacman es que “se han
consumidor y creador es dinámica, la im- mostrado ciegos ante el género, la raza
portancia de los usuarios comunes toma la religión, la clase, la sexualidad y otros
especial relevancia porque se fija en los ejes de diferencia social” (Wjacman 2006:
procesos sociales implícitos en la tecno- 157), se debe recuperar toda la mirada in-
logía. Concretamente, esto estudia la tec- terseccional del uso de la tecnología, vin-
nociencia tomando como referente la teo- culada al consumo y la producción, que
ría de redes planteada por Latour. la misma propone. Así, desde una mirada
Este autor parte haciendo una crítica a la tecnofeministas, se debe complejizar la
idea clásica de la sociología de lo social, TAR; estudiando “el impacto diferencial
cuestionando el término “social” porque de la tecnología en las mujeres y el diseño
se lo piensa desde un lugar estático; pro- patriarcal de las tecnologías que no han
pone repensar este concepto viéndolo sido compañeros fáciles de este análisis
como el resultado de interacciones con- de la tecnología” (Wajcman 2006: 69).
cretas y materiales; por ello plantea la Para ejemplificar este desafío, Wjacman
“Sociología de las Asociaciones”, también recupera una experiencia destacada por
conocida como “la Teoría del Actor Red” Latour con el testeo de la implementación
(TAR). del tren Aramis. Este ejemplo trata sobre
Desde esta teoría propone estudiar la un equipo de evaluación que fue contrata-
complejidad de los sistemas como uni- do para evaluar las razones del porque el
dades con funciones propias con una tren Aramis no pudo tener éxito cuando

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se lo puso a disposición del público. Era res no vienen dados objetivamente, sino
rápido y prometía ser muy bien acepta- que se construyen objetivamente” y a
do. Sin embargo, los evaluadores no reali- partir de esta reflexión propone entender
zaron un análisis de género y se perdieron “cómo los intereses se conforman junto
uno de los datos más importantes que fue con la tecnología en el proceso de su ela-
determinante para su fracaso. El tren Ara- boración” (Wjacman 2006: 85). Concluye
mis proponía un espacio más pequeño el sus reflexiones con la siguiente idea:“ Si la
cual es mucho menos cómodo y funcional performatividad es una característica de
para mujeres con niños; así como más in- todas las relaciones sociales, y si las tecno-
seguro al ser un espacio en el que el caso logías y las nuevas formas de las culturas
acoso sexual es más fácil de cometer. Para genéricas son fruto de una coproducción,
los creadores este tren optimizaba tiem- esto es lo que ha sucedido en el pasado y
po, pero no se fijaron en la experiencia de así sucederá también el futuro”(Wjacman
sus usuarias. Wjacman argumenta acerca 2006: 86).
de la importancia de investigaciones tec- Hoy más que nunca se habla de la tecno-
nofeministas que de-construyan la divi- logía y sus revolucionarios avances. Si se
sión entre tecnología, producción y con- acepta el desafío planteado por el tec-
sumo desde estas miradas de género. nofeminismo en relación al uso que las
En efecto, los procesos de asignación de mujeres dan a la tecnología, se requieren
género a través de las distintas etapas de- nuevas formas de análisis que nos permi-
penden mucho de los contextos sociales tan ver cómo las tecnologías están “inno-
e históricos. La tecnología es parte tam- vando” desde un lugar con significados
bién de este proceso en el que se otorga de género que han conformado su diseño,
una “seña de identidad” de género; “Para uso e implementación. Esta simple acción
las compradoras y los compradores, el nos permitirá complejizar y entender me-
consumo de un bien de uso doméstico es jor los valores y el proceso que se ha se-
una actividad de expresión de una misma guido, es decir propone implicarse a la
o de uno mismo, y una seña de la iden- tecnociencia desde un lugar crítico.
tidad de género. Por ello, el marketing y Castells propone que la “cultura de inter-
el consumo forman parte de la conforma- net consta de cuatro capas: la cultura tec-
ción social de la tecnología.” (Wjacman nomediocrática, la hacker, la comunitaria
2006: 76). Así, entiende que los signifi- virtual y la emprendedora” (en Wjacman
cados culturales se integran en los pro- 2006: 96). Nos habla de Internet con gran
cesos de producción de bienes, es decir entusiasmo respecto a las posibilidades
de apropiamiento. En palabras de Wjac- de cambios que nos puede brindar, aun-
man el enfoque tecnofeminista fusiona la que en menor medida sabe que también
“flexibilidad y la maleabilidad interpreta- es un lugar donde se pueden dar abusos.
tivas con respecto a la lectura simbólica Una crítica que viene desde el tecnofemi-
de los artefactos en una comprensión de nismo es que él habla de una libertad si-
cómo conforman y reforman físicamente” tuada en un lugar de privilegio: “Castells
(Wjacman 2006: 77) las redes, tanto ma- dice que ‘internet se produce a través de
teriales como inmateriales. su uso’. La cultura hacker que elogia es
Wjacman argumenta que las interaccio- una cultura masculina- de hecho, una cul-
nes sociales cotidianas son muy importan- tura también predominantemente de raza
tes en la construcción de las identidades blanca y clase media” (Wjacman 2006:
genéricas al igual que las tecnológicas. 98).
Rescata la mirada de Butler que propone
que los intereses de “hombres y de muje-

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Ciberfeminismo desde el tecnofeminismo para las ciberfeministas está en que pue-


den explorar nuevas posiciones discursi-
Las ciberfeministas han visto en las nue- vas, jugar más allá de dualismo de géne-
vas tecnologías digitales (conexión en ro. Sin embargo, es muy difícil escapar a
red) un potencial liberador que parte de la experiencia corporal por lo que el gé-
su experiencia (práctica en el ciberespa- nero sigue jugando un rol importante. “Al
cio) y no del lamento de los pocos recur- vincular género a tecnología, las perspec-
sos con que cuentan. Según Wajcman la tivas tecnofiministas añaden una nueva
desvinculación de las mujeres de la tec- dimensión de análisis sociológicos sobre
nología también supone una desvincula- las diferencias de género y la desigualdad
ción de los ámbitos de poder: entre los sexos” (Wajcman 2006: 175). Las
ciberfeminismo como una reacción fren- tecnologías y su relación con la sociedad
te al pesimismo de los planteamientos de no han logrado un papel de transforma-
la década de 1980, que insistía en la na- ción en las relaciones de género.
turaleza inherentemente masculina de la Hasta ahora hemos explorado el concepto
tecno ciencia. En contraste con ellos, el de ciberfemismo desde la discusión plan-
ciberfeminismo subraya la subjetividad teada por la tecnociencia y el tecnofe-
y la agencia de las mujeres, así como los minismo. Desde la práctica “activista” el
placeres inmanentes a las tecnologías di- término ciberfeminismo toma especial
gitales (Wajcman 2006: 100). importancia y popularidad gracias al mo-
Como vimos en la obra de Plant la tecno- vimiento artístico. En sus inicios con el de-
logía y sobre todo las ciencias que la estu- nominado VNS Matrix3 que en su “primer
dian (ingenierías) son un ámbito profun- manifiesto ciberfeminista para el siglo
damente masculinizado. Se lo reconoce XXI4 ” se proclamó el “virus del nuevo des-
y reivindica desde ese lugar “masculino” orden mundial” a través del ciberespacio
y por lo tanto, se sabe muy poco de las en el que se planteaba el uso del arte en
mujeres que lo habitan y/o contribuyeron el ciberespacio como instrumento de lu-
para su creación, habiendo un vacío en lo cha feminista. Esta relación de arte, inter-
net (ciberespacio) y feminismo, que hacía
que se refiere a un estudio que se enfo-
homenaje a Donna Haraway, dio inicio al
que más en este aspecto con experiencias
llamado NET.ART, que en 1997 realizó el
contemporáneas y los aún grandes obs-
primer encuentro internacional de ciber-
táculos que deben enfrentar para habitar
feministas, en el marco de “Documenta
ese lugar.
X”, en Kassel (Alemania)5. En Latinoamé-
Es importante entender que si bien el ci-
rica se habló del ciberfeminismo vincula-
berfeminismo es parte de una tercera ola
do al cambio social, el término utilizado
del feminismo que pretende ir más allá de
es “ciberfeminismo socia6l” , concepto
los roles de género, en la práctica, aún no
acuñado por Monstserrat Boix, que se re-
podemos abandonar estas miradas por-
fiere a la conexión de las ciberfeministas
que la relación entre mujeres y tecnología
con diversos movimientos sociales como
parte de una sociedad que clasifica roles
ser los de antiglobalización, zapatista, etc.
muy específicos. En este sentido si bien la Es decir se refiere al uso estratégico del
tercera ola del feminismo plantea que el arte, el ciberespacio y el feminismo para
ciberespacio es un lugar en el que se pue- la transformación social.
de superar las identidades de género, el Remedios Zafra, reconoce que la creati-
cuerpo físico debate esa clasificación, la vidad ciberfeminista en su proclama de
negocia, ya que el ciberespacio no existe horizontalidad y desmantelamiento del
sin su interacción con el mundo real. Es estatus del cuerpo fracasó, por lo cual
cierto que el atractivo del ciberespacio plantea la necesidad de las “mutaciones

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del ciberfeminismo” refiriéndose al pro- características de “usabilidad” “intuitiva”


ceso-cambio- en el tiempo que ha trans- para crear “redes sociales”, para infor-
currido. En ese cambio de metodologías marnos y conocer el mundo. La respues-
y los vínculos, lo que propone como algo ta más elaborada de diversos autores es
continúo son las utopías, resistencias y que nos ha devuelto la utopía, como si ese
críticas, que han sido las constantes tanto paisaje digital, ese ciberespacio nos daría
en la pantalla (internet) como en el arte una nueva oportunidad. Un ciberespacio
con un fuerte componente de crítica a las en el que se construye una forma de hacer
inequidades de género. Zafra nos recuer- política diferente (Castells 2012), donde
da que “El ciberfeminismo no es una afi- uno(a) puede crear su propio avatar, don-
nidad natural de las mujeres con las má- de se puede crear comunidad, etc.
quinas, es un acto de posibilidad” (Zafra En esta línea Remedios Zafra (2011) ha-
2017) y el arte también lo es. El arte, el ac- ciendo una analogía con el “cuarto pro-
tivismo, la tecnología y su relación con las pio” de Virginia Woolf propone un “cuarto
mujeres es orgánica ya que la posibilidad propio conectado”; reivindica, el espacio/
de creación parte del momento histórico lugar para la (auto) creación y el tiempo
en el que es concebido tanto en soporte propio conectado a Internet, por lo tanto
de infraestructura como en contenido so- espacio público en línea. El cuarto propio
cial (indignación, utopía, etc.) y es abierto es como lugar o medio emancipador para
para aquellas personas que quieran ha- las mujeres, lo que era el cuarto propio y
cerlo propio. la independencia económica para Woolf,
No todas las “activistas” se autodeno- a saber un espacio/lugar de creación que
minan ciberfeministas ya que este enun- se convierte en nodos de relación en una
ciarse para definir el activismo feminista sociedad conectada, abriendo espacio
en o con Internet es un proceso personal para un nuevo escenario de reflexión “ci-
que conlleva una postura política. Hace berfeminista” y de transferencia, por ende
un año se publicó un compendio con la un lugar emancipador.
experiencia y el trabajo de varias de es- Un espacio además, donde lo público y lo
tas activistas, cabe resaltar que muchas privado se sobreponen ya que como se-
de ellas prefieren el anonimato utilizan- ñala Zafra el espacio privado es también
do apodos. Lo importa es aportar para el un lugar de concentración y experimen-
cambio “utópico”, contra lógicas de po- tación colectiva, un lugar donde pensar
der establecidas por la sociedad machista de manera conectada a internet, el cual
con poderes económicos, políticos, etc. también es público y propicia un lugar
para el autodictismo tecnológico: “el tán-
Los desafíos del ciberfeminismo y la dem sujeto máquina-online es un espacio
apuesta política de concentración privado se posiciona
como uno de los más contemporáneos te-
“Si las mujeres viven en una estructura rritorios de experimentación digital” (Za-
machista que fra, 2011:117)
intenta controlar sus movimientos y ac- El cuarto propio conectado es también un
ciones, espacio de producción y consumo, es de-
¿no han sido, desde siempre, hackers?” cir uno en el que adquieren importancia
Hacktivista7 los prosumidores. En este sentido, Zafra
Cuando pensamos en internet, la primera hace una analogía entre el trabajo domés-
pregunta que una se plantea es ¿cuál será tico y la prosumición, ambos trabajos que
la razón por la que esta tecnología nos ha requieren inversión de tiempo que no es
conmovido tanto? La respuesta rápida es reconocido (no remunerado) y es vital
que esa web 2.0 nos ha cautivado por las para el funcionamiento del sistema.

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Consumimos esos productos pero tam- Las ciberfeministas son aquellas que bus-
bién participamos en su producción, ha- can un cambio y a partir de una represen-
ciéndolos parcialmente nosotros mismos, tación o auto definición a través del in-
sin entrar en una relación de trabajo-capi- ternet. Wilding que analiza la relación de
tal, así como también construimos nues- feminismo y ciberfeminismo, plantea que:
tras redes sociales generando los conte- La (auto) definición puede ser una propie-
nidos que las hacen valiosas. Este debate dad emergente que surge de la práctica y
pondría de relieve que el trabajo adscri- cambia con los movimientos del deseo y
to al ámbito del «consumo» tiene cada la acción. La definición puede ser fluida
vez más implicaciones en el ámbito de la y afirmativa –una declaración de estrate-
«producción» y de su organización, pero gias, acciones y metas. Puede crear una
también en formas de neutralización (por solidaridad crucial en la casa de la dife-
exceso y saturación) de nuestra capaci- rencia –solidaridad, más que unidad o
dad crítica y de concentración respecto consenso–, una solidaridad que es la base
al mundo que habitamos. (Zafra, 2011: 121) para una acción política efectiva. (Wilding
Finalmente Zafra reivindica que el cuar- 2004: 148).
to propio conectado no puede existir sin Esta acción política se refiere al cambio.
arte y creatividad, habla de una época Las feministas han buscado a lo largo de
post utópica, pero rescata el lugar que sus tres momentos históricos (conocidos
tienen las mujeres como productoras en como olas del feminismo) cambios en la
una era de redes, de espíritu emancipador sociedad, todos a partir de su experiencia
que ellos significan. Nos recuerda que la práctica y el momento histórico que vivie-
experiencia de usar la tecnología no está ron. Conocer bien algo para proponer un
supeditada al mundo netamente de la cambio es básicamente la idea hackear y
creación tecnológica, las simples usuarias, básicamente la idea principal de las mu-
entre ellas amas de casa, también son ejes jeres que quieren, exigen e intentan crear
fundamentales y son sus posturas las que cambios, a partir de Internet.
crean el cambio a través de su experien- Hoy más que nunca los simples usuarios
cia. del ciberespacio pueden mostrar la ca-
Entonces se afirma que no solo las chicas pacidad de articulación, la creación de
hackers o geeks8 pueden ser ciberfemi- comunidades afines, por intereses en co-
nistas, es decir no solo los expertos en mún. El ciberespacio como lugar en el
tecnología (programación, infraestructu- que desplegamos nuestras utopías, según
ra), pueden ser/hacer parte del ciberfe- Wajcaman, es el lugar donde el ciberfe-
minismo. Lo son todas aquellas que por minismo juega entre lo utópico y descrip-
conocer algo muy bien pueden proponer tivo. Es decir, lo utópico (aquello que no
cambios. La experiencia más importante hay) como la imaginación y la descripción
está otorgada por el solo hecho de ser de lo que “actualmente existe”.
mujer, pero la conciencia y la apuesta por En general, el Internet ha significado un
un cambio hace la diferencia. No solo se cambio integrando la esfera privada a la
trata de participar en las redes sociales di- esfera pública, la cual se ha expandido
gitales siendo mujer- ello no garantiza un nacional y transnacionalmente, ha contri-
cambio explícito- sino de hacerlo sobre la buido a crear comunidades y en esa ex-
base de una conciencia de existencia de periencia la tecnología es vista como ins-
inequidades que conlleva un proceso de trumento para organizarse políticamente
indignación y una apuesta por de-cons- con el objetivo de concebir los cambios
truir, modificar (hackear). En palabras de y por lo tanto, de impulsar nuevas for-
Federici: “Tener una vagina no es una ga- mas de militancia. “El valor de éste radica
rantía de ser políticamente correcta” (10 precisamente en crear un espacio entre la
de Marzo 2018 9)

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experiencia contemporánea y los anhelos importante, ya que entra en diálogo con


políticos, así como en orientarlos con op- lo que plantea el feminismo. De lo que se
timismo hacia la construcción de nuevas trata es de recoger esas nuevas conjun-
formas de política” (Wajcman 2006: 118). ciones. En palabras de Wajcman: “lo que
Ahora bien, Internet cada vez más nos falta es precisamente recoger las nuevas
muestra sus posibilidades y con respecto solidaridades que están creando los mo-
a temas de infraestructura, conexión, co- vimientos colectivos que el feminismo ha
nocimiento, definición de roles, consen- contribuido a engendrar” (2006: 194).
timiento, posibilidad de retractarse, etc,
aun así esta “tecnología se convierte en NOTAS
un actante que impone sus programas de
acción a sus usuarios y usuarios” (Wajc- 1 El conocimiento situado apuesta por una
man 2006:176). El internet es un medio nueva objetividad, para explicarla propone
pero también adquiere agencialidad al te- pensar dos puntos importantes: el “punto
ner un programa de acción previsto, pro- de vista” y los “objetos como actores” ya
cesos negociados por el diseñador y usua- que la “la objetividad feminista trata de la
rio real, donde los intereses feministas no localización limitada y del conocimiento
están incluidos, pudiendo crear procesos situado, no de la transcendencia y el des-
contradictorios frente a los cuales las doblamiento del sujeto y el objeto” (Ha-
agencias de las mujeres y su posibilidad raway 1991:326). Nos recuerda también
de implicancia tendrán un especial apoyo que la importancia de situar un conoci-
desde la experiencia del feminismo. “la miento está en que nos puede situar en
un lugar otorgándonos una responsabili-
fuerza del feminismo radica en que está
dad en nuestras prácticas, en contra po-
muy vinculado a un análisis social riguro-
sición a un irresponsable “incapaz de dar
so- es decir, un análisis que cumple ciertas
cuentas de algo” (Haraway 1991: 328). Sin
normas con respecto a las pruebas, pero
embargo, también nos advierte del peli-
que siempre vincula la investigación a una
gro de romantizar la visión de los menos
práctica política que supone cambiar algo
poderosos, nos recuerda que “mirar des-
en la red y sus efectos” (Wajcman 2006: de abajo es un problema que se requiere
191). Un feminismo que puede ayudar a al menos tanta pericia con los cuerpos y
entender, colaborar en el proceso al ser el lenguaje, con las mediaciones de la vi-
fuente para la reflexión sobre temas de sión, como las más altas visualizaciones
raza, de lo postcolonial, etc, de diversidad técnico científicas”.(Haraway 1991: 328).
y pluralidad con que las mujeres experi- Es decir el reconocimiento propio y de la
mentan el uso de la tecnología a partir de otredad, de perspectivas parciales, locali-
sus necesidad, luchas, apuestas políticas, zadas y críticas.
et. “las conversaciones feministas están 2 No reconocido, más aún en las ciencias
mucho más en sintonía con las diferentes que la estudian como las ingenierías que
formas en que las mujeres viven y experi- es un ámbito profundamente masculiniza-
mentan la tecnociencia dependiendo de do
su emplazamiento” (Wajcman 2006:192), 3 Este colectivo estaba compuesto por
y son base para el ciberfeminismo. compuesto por las artistas y activistas
De hecho, una crítica de Wajcman es que australianas Jhosephine Strarrs, Juliane
las ciberfeministas atribuyen demasiada Pierce, Francesca da Rimini y Virginia Ba-
“agencia a las nuevas tecnologías y no la rrat.
suficiente a la política feminista” (Wajc- 4 Disponible en http://www.e-revistes.uji.
man 2006: 192). Reconocer la importan- es/index.php/asparkia/article/view/605
cia de la experiencia de las ciberfeminis- 5 En el encuentro de Kassel ante la im-
tas en las redes sociales digitales es muy posibilidad de definir que es el ciberfemi-

48 ISSN 1815-0276
Ida Peñaranda Veizaga

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7 El hacker es aquel experto en tecnología
de internet que utiliza sus conocimientos Castells, Manuel (2012) Redes de indigna-
para cuestionar el sistema, el hacktivista, ción y esperanza, Los movimientos socia-
sería aquel que lo hace con afanes activis- les en la era de Internet. Editorial: Alianza
tas, buscando un cambio social y político. Editorial.
En este sentido las hacktivistas feministas
Haraway, Donna J. (1991) Ciencia, cyborgs
serían aquellas que utilizan la tecnología
y mujeres. Título original de la obra: Si-
para incidir en cambios en las relaciones
mians, Cyhorgs and Women. The Reinven-
de género vistas como desequilibradas.
tion of Nature. Cultura Libre. Traducción
8 Se refiere a la persona fascinada por la
de Manuel Talens
tecnología y la informática, que no nece-
sariamente está pensada desde la ciencia, Inmaculada, P. R. (2016) Género y tecnolo-
sino más bien como medio de expresión gías: Ciberfeminismos y construcción de la
cultural: animación, comics, videojuegos, tecnocultura actual / Gender And Techno-
etc. Es alguien que le interesa mucho al- logies: Cyberfeminism And The Construc-
gún tema, lo investiga y se vuelve experto. tion Of Present. Revista Iberoamericana
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