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Universidad Católica Boliviana “San Pablo”
Keywords:
Representations, identities, hierar-
chies, religious cults.
40 ISSN 1815-0276
Ida Peñaranda Veizaga
¿Pueden, las mujeres como simples usua- porque a partir de pensar la interacción
rias de la tecnología, ser ciberfeministas? de los organismos (vivos o no), plantea
¿Cualquiera que utiliza tecnología, en este una reivindicación del diálogo con los
caso internet, con un simple “Me Gusta” otros, sin mitificarlos, pero dándoles reco-
ya es una activista? ¿Por qué esta relación nocimiento desde su opresión y así parte
de mujeres y tecnología merece un nom- del concepto híbrido del cyborg. Haraway
bre especial? La reflexión en torno a esa también introduce la idea de que no hay
dupla mujer y tecnología no ha sido fá- nada natural en ser mujer: “Sin duda al-
cil, mucho menos es un tema reciente. El guna, en el momento en que las tecnolo-
presente artículo intentará dar un breve gías cibernéticas de poder comienzan a
recorrido sobre los ejes más importantes actuar sobre y a penetrar en los cuerpos
de esta discusión. de las personas, empiezan a generar nue-
vos tipos de subjetividades y nuevos tipos
El semillero: un manifiesto cyborg y plant de organismos: organismos cibernéticos,
con los ceros y unos cyborgs.” (Arditi en Haraway 1991: 12). A
partir de este argumento plantea el “no
Ciberfeminismo es un término inspirado género”; y lo convierte en un manifiesto
en el “Manifiesto Cyborg” de Donna Ha- político que convoca a la deconstrucción y
raway (1984) quien hace un recorrido por la acción, en tanto invita a dejar de pensar
el estado de los estudios culturales, los a partir del sujeto antropocéntrico y para
estudios de género, en particular, la dis- ello propone reconocer las posiciones de
cusión por la identidad y el lugar de las poder como elementos fundamentales
mujeres en los últimos días de la Guerra de la construcción de las personas. Así se
Fría y el avance del capitalismo postin- deben distinguir por ejemplo las mujeres
dustrial, cruzando para ello, la filosofía, feministas de occidente con experiencias
la política, la cultura, la tecnología y la diferentes que el movimiento de mujeres
ciencia-ficción. Es un texto que desde la negras. Esta distinción permitirá recono-
ficción, como el lugar perfecto para soñar cer que estamos en un sistema opresor y
otra realidad, nos plantea diversas ideas que debemos hackearlo –modificarlo-.
para la reflexión feminista. Nos presenta Esta autora es una de las impulsoras de la
al Cyborg, un ser mitad máquina y mitad tercera ola del feminismo que cuestiona
organismo, que aún hoy nos cuesta ima- la esencia del ser mujer, así como sus pri-
ginar. “El cyborg es nuestra ontología, nos vilegios, que no desarrollaremos en este
otorga nuestra política. Es una imagen artículo. Pero además es la precursora de
condensada de imaginación y realidad la epistemología feminista, con su pro-
material, centros ambos que, unidos, es- puesta de “conocimientos situado1” que
tructuran cualquier posibilidad de trans- critica esa forma y privilegio de mirar la
formación histórica” (Haraway 1991: 254). experiencia de las mujeres desde los már-
Desde donde nos invita a ir más allá, a so- genes, argumentando que hay que tener
ñar otras formas posibles al plantearnos claro desde donde nos situamos en el
un ser “cyborg” que rompe las dicoto- análisis ya que ello proporciona la objeti-
mías, comprometiéndose con otras voces. vidad, la posibilidad de reconocer “desde
Descentralizar nuestra mirada del sujeto, dónde hablamos”. Así cualquier análisis
“en el contexto de la tesis de que «el hom- de la realidad debe partir de un posicio-
bre», la criatura autónoma y racional que namiento, un ejercicio de reflexión y de
tomamos como universal, no es de hecho cuestionamiento independiente, íntimo y
nada más que una construcción moderna continuo.
(Arditi en Haraway 1991: 10). El texto de Sobre la base de esta utopía llamada cy-
Haraway es revolucionario para su tiempo borg, el término “ciberfeminismo” se po-
pulariza gracias a la obra de Sadie Plant tecnología, proponiendo que las mujeres
(Cf. Galloway 1997). Concretamente, esta no son víctimas pasivas sino activas trans-
autora habla de cómo la tecnología se ha formadoras de la sociedad a partir del uso
servido del trabajo de las mujeres aunque que hacen de ella.
éste ha sido constantemente invisibiliza- Las identidades virtuales deberían ser
do2. La obra de Sadie Plant evidencia el entonces vistas como nuevas formas de
lugar rezagado que injustamente se otor- crearse en el espacio y el tiempo. El ci-
ga a las mujeres en la creación de tecno- berespacio se abre como un lugar para
logía demostrando la capacidad innata crear, en el que, pareciera, el cuerpo hu-
(biológica) en este campo, capacidad que mano no tiene mucha importancia. Las
ha sido ignorada dando lugar a la concep- personas pueden, en el internet, crear
ción de la tecnología como lugar mascu- avatares, adquirir las identidades creadas
lino en el que contradictoriamente, argu- que deseen. Así, a simple vista las divisio-
menta la autora, las mujeres son las mejor nes dicotómicas que otorga el género en
preparadas. el ciberespacio pueden disiparse y jugar
Plant en su obra “Ceros y Puntos”, nos con la construcción de avatares. No obs-
relata la historia de Ada Lovelace (pri- tante, según Wjacman, esta mirada olvida
mera programadora de ordenadores del la “crucial influencia de las corporaciones
mundo) ayudante de Charles Babbage mediáticas y las instituciones de comuni-
creador de la primera máquina de cálcu- caciones en las que se desarrollan las tec-
lo diferencial. A partir de ella reflexiona nologías que circunscriben su uso” (2006:
sobre la invisibilización del trabajo cien- 108); es decir, dentro de la gestión de las
tífico de las mujeres. Demuestra, a partir redes se juegan relaciones de poder im-
de la imagen de la telefonista, cómo las portantes, y si bien, las mujeres pueden
mujeres han estado siempre en los pun- utilizar las tecnologías para crear identi-
tos centrales de las redes comunicativas. dades, esa construcción tiene sus límites,
Nos habla de su superioridad como “teje- no es sostenible ya que “aunque por me-
doras de información” (programadoras). dio del ordenador [se] altera la naturaleza
En este sentido “más que pretender erra- de la interacción al eliminar las señas cor-
dicar las diferencias de sexo, Plant afirma porales, no es lo mismo que crear nuevas
positivamente la radical diferencia sexual identidades” (Wajcman 2006: 108).
de las mujeres, sus cualidades femeninas” Es decir, el ciberfeminismo también se
(Wjacman 2006:114). mueve en el marco de relaciones de po-
En esta línea Sadie Plant definió al ciber- der más amplias que van a influir en las
feminismo como la cooperación entre formas de uso, y que tienen que ver con
mujeres, máquina y nueva tecnología, ar- los intereses que se mueven en la socie-
gumentando que, al haber siempre esta- dad, y en la misma creación y apropiación
do éstas en los puntos centrales de las tecnológica. Esta relación compleja entre
redes comunicativas, las tecnologías son mujeres y tecnología desde una perspec-
esencialmente femeninas. El simple he- tiva crítica, ha sido analizada por el tec-
cho de utilizarlas, les otorga una gran po- nofeminismo, concepto que se presenta a
sibilidad para transformar la sociedad. Así continuación.
la tecnología (en este caso la digitaliza-
ción) y la incursión de las mujeres en ella Tecnofeminismo
es liberadora (per se). En este sentido, la
idea de Sadie Plant no es la de erradicar La relación entre mujeres y tecnología ha
las diferencias de género, sino, al contra- sido abordada por Judy Wajcamn, como
rio, reivindica las cualidades específicas “tecnofeminismo”. Este término conside-
femeninas para el uso y apropiación de ra a la tecnología como un producto de
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se lo puso a disposición del público. Era res no vienen dados objetivamente, sino
rápido y prometía ser muy bien acepta- que se construyen objetivamente” y a
do. Sin embargo, los evaluadores no reali- partir de esta reflexión propone entender
zaron un análisis de género y se perdieron “cómo los intereses se conforman junto
uno de los datos más importantes que fue con la tecnología en el proceso de su ela-
determinante para su fracaso. El tren Ara- boración” (Wjacman 2006: 85). Concluye
mis proponía un espacio más pequeño el sus reflexiones con la siguiente idea:“ Si la
cual es mucho menos cómodo y funcional performatividad es una característica de
para mujeres con niños; así como más in- todas las relaciones sociales, y si las tecno-
seguro al ser un espacio en el que el caso logías y las nuevas formas de las culturas
acoso sexual es más fácil de cometer. Para genéricas son fruto de una coproducción,
los creadores este tren optimizaba tiem- esto es lo que ha sucedido en el pasado y
po, pero no se fijaron en la experiencia de así sucederá también el futuro”(Wjacman
sus usuarias. Wjacman argumenta acerca 2006: 86).
de la importancia de investigaciones tec- Hoy más que nunca se habla de la tecno-
nofeministas que de-construyan la divi- logía y sus revolucionarios avances. Si se
sión entre tecnología, producción y con- acepta el desafío planteado por el tec-
sumo desde estas miradas de género. nofeminismo en relación al uso que las
En efecto, los procesos de asignación de mujeres dan a la tecnología, se requieren
género a través de las distintas etapas de- nuevas formas de análisis que nos permi-
penden mucho de los contextos sociales tan ver cómo las tecnologías están “inno-
e históricos. La tecnología es parte tam- vando” desde un lugar con significados
bién de este proceso en el que se otorga de género que han conformado su diseño,
una “seña de identidad” de género; “Para uso e implementación. Esta simple acción
las compradoras y los compradores, el nos permitirá complejizar y entender me-
consumo de un bien de uso doméstico es jor los valores y el proceso que se ha se-
una actividad de expresión de una misma guido, es decir propone implicarse a la
o de uno mismo, y una seña de la iden- tecnociencia desde un lugar crítico.
tidad de género. Por ello, el marketing y Castells propone que la “cultura de inter-
el consumo forman parte de la conforma- net consta de cuatro capas: la cultura tec-
ción social de la tecnología.” (Wjacman nomediocrática, la hacker, la comunitaria
2006: 76). Así, entiende que los signifi- virtual y la emprendedora” (en Wjacman
cados culturales se integran en los pro- 2006: 96). Nos habla de Internet con gran
cesos de producción de bienes, es decir entusiasmo respecto a las posibilidades
de apropiamiento. En palabras de Wjac- de cambios que nos puede brindar, aun-
man el enfoque tecnofeminista fusiona la que en menor medida sabe que también
“flexibilidad y la maleabilidad interpreta- es un lugar donde se pueden dar abusos.
tivas con respecto a la lectura simbólica Una crítica que viene desde el tecnofemi-
de los artefactos en una comprensión de nismo es que él habla de una libertad si-
cómo conforman y reforman físicamente” tuada en un lugar de privilegio: “Castells
(Wjacman 2006: 77) las redes, tanto ma- dice que ‘internet se produce a través de
teriales como inmateriales. su uso’. La cultura hacker que elogia es
Wjacman argumenta que las interaccio- una cultura masculina- de hecho, una cul-
nes sociales cotidianas son muy importan- tura también predominantemente de raza
tes en la construcción de las identidades blanca y clase media” (Wjacman 2006:
genéricas al igual que las tecnológicas. 98).
Rescata la mirada de Butler que propone
que los intereses de “hombres y de muje-
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Consumimos esos productos pero tam- Las ciberfeministas son aquellas que bus-
bién participamos en su producción, ha- can un cambio y a partir de una represen-
ciéndolos parcialmente nosotros mismos, tación o auto definición a través del in-
sin entrar en una relación de trabajo-capi- ternet. Wilding que analiza la relación de
tal, así como también construimos nues- feminismo y ciberfeminismo, plantea que:
tras redes sociales generando los conte- La (auto) definición puede ser una propie-
nidos que las hacen valiosas. Este debate dad emergente que surge de la práctica y
pondría de relieve que el trabajo adscri- cambia con los movimientos del deseo y
to al ámbito del «consumo» tiene cada la acción. La definición puede ser fluida
vez más implicaciones en el ámbito de la y afirmativa –una declaración de estrate-
«producción» y de su organización, pero gias, acciones y metas. Puede crear una
también en formas de neutralización (por solidaridad crucial en la casa de la dife-
exceso y saturación) de nuestra capaci- rencia –solidaridad, más que unidad o
dad crítica y de concentración respecto consenso–, una solidaridad que es la base
al mundo que habitamos. (Zafra, 2011: 121) para una acción política efectiva. (Wilding
Finalmente Zafra reivindica que el cuar- 2004: 148).
to propio conectado no puede existir sin Esta acción política se refiere al cambio.
arte y creatividad, habla de una época Las feministas han buscado a lo largo de
post utópica, pero rescata el lugar que sus tres momentos históricos (conocidos
tienen las mujeres como productoras en como olas del feminismo) cambios en la
una era de redes, de espíritu emancipador sociedad, todos a partir de su experiencia
que ellos significan. Nos recuerda que la práctica y el momento histórico que vivie-
experiencia de usar la tecnología no está ron. Conocer bien algo para proponer un
supeditada al mundo netamente de la cambio es básicamente la idea hackear y
creación tecnológica, las simples usuarias, básicamente la idea principal de las mu-
entre ellas amas de casa, también son ejes jeres que quieren, exigen e intentan crear
fundamentales y son sus posturas las que cambios, a partir de Internet.
crean el cambio a través de su experien- Hoy más que nunca los simples usuarios
cia. del ciberespacio pueden mostrar la ca-
Entonces se afirma que no solo las chicas pacidad de articulación, la creación de
hackers o geeks8 pueden ser ciberfemi- comunidades afines, por intereses en co-
nistas, es decir no solo los expertos en mún. El ciberespacio como lugar en el
tecnología (programación, infraestructu- que desplegamos nuestras utopías, según
ra), pueden ser/hacer parte del ciberfe- Wajcaman, es el lugar donde el ciberfe-
minismo. Lo son todas aquellas que por minismo juega entre lo utópico y descrip-
conocer algo muy bien pueden proponer tivo. Es decir, lo utópico (aquello que no
cambios. La experiencia más importante hay) como la imaginación y la descripción
está otorgada por el solo hecho de ser de lo que “actualmente existe”.
mujer, pero la conciencia y la apuesta por En general, el Internet ha significado un
un cambio hace la diferencia. No solo se cambio integrando la esfera privada a la
trata de participar en las redes sociales di- esfera pública, la cual se ha expandido
gitales siendo mujer- ello no garantiza un nacional y transnacionalmente, ha contri-
cambio explícito- sino de hacerlo sobre la buido a crear comunidades y en esa ex-
base de una conciencia de existencia de periencia la tecnología es vista como ins-
inequidades que conlleva un proceso de trumento para organizarse políticamente
indignación y una apuesta por de-cons- con el objetivo de concebir los cambios
truir, modificar (hackear). En palabras de y por lo tanto, de impulsar nuevas for-
Federici: “Tener una vagina no es una ga- mas de militancia. “El valor de éste radica
rantía de ser políticamente correcta” (10 precisamente en crear un espacio entre la
de Marzo 2018 9)
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