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“Cirugía bucal en el paciente medicamente comprometido“

Dr. Jorge Cruz Lolas


09/03/2021

Objetivos
General:

 Conocer el estado de salud general para desarrollar procedimientos quirúrgicos


odontológicos en seguridad que eviten poner en riesgo la salud y eventualmente, vida del
paciente.

Específicos:

 Identificar el riesgo médico del paciente medicamente compro metido.


 Generar condiciones óptimas para una atención segura.
 Formular protocolo de acción para prevenir situaciones no deseadas.

Habitualmente el odontólogo a tratado al individuo sano y por lo tanto, con un estado general
normal aunque presente obviamente patología bucal. Sin embargo, actualmente las circunstancias
socioculturales y sanitarias han cambiado mucho, y todo hace suponer y cada vez con mayor
frecuencia, los pacientes que requieren cuidados bucodentales serán de más edad y con mayor
probabilidad de padecer una patología sistémica. Por lo tanto, es importante desarrollar todo un
protocolo de acciones, de revisar conocimientos y competencias para que en un preoperatorio
podamos evaluar el riesgo que cada paciente puede representar en el traumatismo propio que
constituye una intervención quirúrgica en boca y así valorar la conveniencia de su realización en
un momento determinado.

Sistema de clasificación ASA – PS


Clasificación de la asociación de anestesiología americana.
Tiene que ver con el estado físico del paciente.
ASA – 1, 2 y 3  Son pacientes que pueden ser atendidos sin mayores complicaciones en el box
dental.
ASA – 4 en adelante (ASA – 6 excluido)  Evidentemente en casos extremadamente necesarios
donde se indica la atención odontológica intrahospitalaria, podrían ser atendidos.

Enfermedades de riesgo medico en odontología

 Cardiovasculares
23,57% defunciones en 2014
Más en hombres, más grave en mujeres.

Es muy importante tener presente las enfermedades cardiovasculares porque la hipertensión


arterial tal vez es la más significativa desde el punto de vista odontológico. Un gran porcentaje de
la población y a medida que los pacientes son más añosos, se van haciendo hipertensos
fisiológicamente por evolución de edad, cuerpo, de las paredes arteriales. Por lo tanto esto
significa también que el paciente va teniendo mayores posibilidades de tener un riesgo de
hipertensión, por lo que es muy necesario identificar el riesgo que pueda tener la persona para
poder prevenir alguna situación incómoda para el paciente o para nosotros mismos como
odontólogos.

Los pacientes presentan en la consulta una amplia gama de problemas de salud en un momento
determinado, por lo tanto, nosotros para poder responder a ese tipo de paciente requerimos de la
ciencia, la conciencia y la ética, no solamente se limita a aprender lo que leemos en libros, ni los
resultados de los ensayos clínicos, necesitamos saber más acerca de la comorbilidad de nuestros
pacientes y de esa manera conocer también la evolución y el proceso de las patologías que están
sufriendo en un momento determinado.

 Metabólicas
Tanto en enfermedades cardiovasculares como metabólicas existen factores de riesgo que
se pueden reconocer mirando al paciente: Obesos, sedentarios, disnea, dificultades
respiratorias. Es importante tener presente los factores de riesgo que nos pueden inducir
previamente a pensar que podemos estar frente a un paciente con una comorbilidad de
este tipo.
Algunos ejemplos son: Dislipidemia, diabetes (mellitus I y II) una de las más preocupantes.

 Hepato – renales
Las enfermedades hepáticas y renales tienen mucho que ver con la metabolización y
expresión de los medicamentos que se prescriben, por lo tanto, nosotros debemos tener
un conocimiento completo de lo que es la biodisponibilidad, farmacocinética, niveles
plasmáticos de los medicamentos, de tal manera de poder reconocer si lo que estaos
indicando puede complicar o visualizar una afección hepática o renal.

No olvidar que los pacientes añosos, si bien puede aparentemente verse sanos, si tienen
una disfunción renal o hepática que les altera los mecanismos de excreción de los
fármacos, por lo tanto, las dosis que nosotros vamos a entregar de los fármacos que
generalmente se utilizan para los diferentes tipos de patologías, tienen que ser muy bien
conocidas y controladas por la posibilidad de generar una sobresaturación medicamentosa
en un paciente que tiene alterada su excreción renal.

 Infecciosas
Es relevante ya que se usan mucho los antibióticos. La antibioterapia es básicamente uno
de los fármacos que más se utilizan en el control de las infecciones bucomaxilofaciales. Por
lo tanto, también debemos reconocer las características de los medicamentos, las
contraindicaciones, los efectos adversos, el sinergismo o antagonismo que podemos tener
en la aplicación de un determinado fármaco.

 Tumorales
Más que el tumor mismo en sí, la farmacología que puede estar recibiendo el paciente
para poder atacar la patología tumoral que le está afectando.

 Respiratorias – Inmunologicas
Van tomadas de la mano porque las enfermedades respiratorias tienen mucho que ver
con una ventilación adecuada o no del paciente en los procedimientos de atención
odontológica. Y en las inmunológicas, fundamentalmente tipo asma o alergias respecto de
la patología asmática como también de las alergias o eventuales anafilaxias a ciertos
productos que nosotros utilizamos como anestésicos locales, antibióticos y algunos
elementos como el latex (guante).

 “Embarazo”
 “Adulto mayor”
Si bien no son patologías, son condiciones de la vida. El embarazo es una condición
fisiológica de la mujer, por lo tanto, no siendo una comorbilidad asociada, si es una
condición de cuidado por todo lo que significa la utilización y tratamiento de un fármaco
que debemos administrar.

Caracterización de la enfermedad
Para poder llegar a una correcta valoración del riesgo medico en la atención odontológica, lo que
debemos hacer es la caracterización de la enfermedad

 Tipo de enfermedad  ¿De qué estamos hablando? De un proceso inflamatorio,


infeccioso, una afección tumoral, una afectación inmunológica, emocional, etc…
 Tratamiento, evolución y controles  Determinar cuál es el tratamiento que está
siguiendo el paciente, su evolución y controles a los que está siendo sometido.

En la consulta o box dental habitualmente nos vamos a encontrar con un número no despreciable
de pacientes, que estando tratados por alguna comorbilidad, no siguen los controles y en muchas
ocasiones no tienen adherencia adecuada a los tratamientos farmacológicos que han sido
indicados por el médico tratante. Por lo tanto, son pacientes que representan un riesgo al no estar
perfectamente bien controlados

 Interacciones farmacológicas y reacciones secundarias  De toda la farmacología que


nosotros vamos a utilizar y que está a nuestra disposición.
 Estado actual de la enfermedad

Con estos 4 elementos, se tiene una visión más o menos sustancial de en qué terreno estamos
evaluando a un paciente.

Exámenes de laboratorio
Indicaciones:
Siempre los exámenes de laboratorio deben ser indicados con un propósito determinado. Nunca
pedir exámenes de laboratorio a diestra y siniestra y esperar que los resultados del laboratorio nos
entregue el diagnostico. Nosotros debemos tener la capacidad clínica, el conocimiento y las
habilidades y competencias suficientes para que a través de los exámenes de laboratorio nosotros
podamos hacer:

 Valoración del estado sistémico del paciente


 Diagnostico o confirmación de una impresión diagnostica
 Diagnóstico diferencial

Los exámenes de laboratorio son extremadamente útiles y los odontólogos los pueden indicar en
algunas circunstancias.
También sirven para determinar:

 Evolución de una enfermedad  Como está avanzando o regresando.


 Control del tratamiento o progreso de la recuperación
 Respaldo médico legal  La función de los exámenes de laboratorio como apoyo al
diagnóstico es importantísimo como respaldo médico legal ya que en muchas ocasiones
los tribunales pueden sancionar la eventual negligencia por no haber solicitado un
determinado examen, que de haberse hecho podría haber evitado la situación incómoda
en la que se está.

¿Qué exámenes?
El odontólogo puede pedir algunos exámenes que están relacionados con el ejercicio de la
profesión. Es ese contexto se tienen principalmente los exámenes de laboratorio.

 Hemograma: Biometría de elementos celulares de la sangre.

La biometría o citometria hemática es el examen de mayor utilidad que está a mano y es el más
frecuentemente solicitado por los clínicos. Esto es porque en un solo examen se analizan 3 líneas
celulares completamente diferentes que son: Eritroide, leucocitaria y plaquetaria. Y que no
solamente nos van a orientar a patologías hematológicas, sino también a enfermedades de
diferentes órganos y sistemas.

 Perfil bioquímico: Química sanguínea.

Lo principal para la odontología es la glicemia, es decir, la cantidad de azúcar circulando en la


sangre en función de la producción de insulina que tiene el paciente. Lo cual ayuda mucho a poder
reconocer anticipadamente una situación de este tipo en un paciente. No olvidemos que un poco
menos del 13% de la población chilena es diabética y hay una cifra desconocida mucho mayor de
personas que no están diagnosticadas. Por lo tanto, la probabilidad que nosotros tenemos de
atender a un paciente que no sabe que tiene diabetes es alta y nosotros a través del análisis de
una serie de características propias denominadas factor de riesgo más la solicitud de una glicemia
a partir de un perfil lipídico, puede ayudar muchísimo a reconocer la comorbilidad del paciente es
este sentido.

 Perfil de lípidos: Estudio de grasas en la sangre.

Las grasas tienen unas características muy específicas respecto del paciente con cierto grado de
riesgo cardiovascular pero fundamentalmente en la relación de la cicatrización ósea. El hueso
graso normalmente cicatriza muy mal, tiene un mal proceso de cicatrización fundamentalmente
orientado en la cirugía implanto lógica por ejemplo, ya descrito por Branemark por el año 1985.

 Hemoglobina glicosilada: Valoración del tratamiento de diabetes y R.I.

Es un examen que permite evaluar la adhesión, la relación del azúcar glicosilada en la hemoglobina
de la sangre y la hemoglobina dentro del glóbulo rojo que tiene una vida medio aproximadamente
de 90 días (3 meses). Por lo tanto, es un examen que nos permite visualizar como ha sido el
comportamiento del azúcar en la sangre del paciente los últimos 3 meses, y eso significa por
supuesto que tiene vital importancia en el tratamiento de la diabetes y R.I (resistencia insulinica).
En muchas ocasiones no sirve la glicemia del momento o el hemoglucotest en el momento de la
atención, porque eso es una fotografía del instante, de lo que está ocurriendo y el paciente puede
alterar eso comiendo bien y tomando sus medicamentos para que el dia que se le haga el
homoglucotest este aparezca en valores normales. Sin embargo, con la hemoglobina glicosilada no
hay escapatoria y permite establecer realmente en que niveles de su enfermedad está el paciente.

 PCR: Proteína C reactiva.

Mide el nivel de una proteína liberada por el hígado en las etapas más tempranas de un proceso
inflamatorio. Si bien es cierto, no indica donde está la inflamación, si en forma muy temprana nos
indica que hay una respuesta inflamatoria en alguna parte del organismo. Por lo tanto, sabemos
que la inflamación es la manera que el cuerpo protege los tejidos cuando ocurre una lesión o
infección. Por eso, si no tenemos procesos inflamatorios importantes en alguna parte del cuerpo
específicamente en la región craneomaxilofacial o bucomaxilofacial, los niveles normales de
proteína c reactiva son de 0 mg/L y valores de 1 – 3 mg/L ya representan un alto riesgo de proceso
inflamatorio, el cual no se especifica dónde ni las características de este porque puede ser:
Infeccioso, inmunológico, etc… Pero si es una proteína que nos indica la aparición de una infección
o eventualmente una inflamación. Es un indicador temprano de estos problemas porque sus
niveles sueles empezar a elevarse en la sangre, antes de la aparición de otros síntomas como la
fiebre y el dolor. Por lo tanto, la proteína c reactiva también incluso nos sirve para poder valorar el
curso de la enfermedad, si la infección está remitiendo o no, o si se está agravando. La PCR se
puede ir desarrollando en diferentes momentos del curso del tratamiento y puede permitir
también valorar el progreso de la recuperación del paciente.

 Tiempo de sangrado: TP – TPT – Tiempo de sangrado – INR.

Últimamente también los pacientes con riesgo medico son aquellos que están siendo tratados por
situaciones que requieren fármacos antitromboticos, antiagregantes plaquetarios o fármacos que
actúan a niveles de los procesos de coagulación, los llamados anticoagulantes. Estos tratamientos
en muchas ocasiones a veces asustan pero actualmente los fármacos anticoagulantes están siendo
mucho más selectivos, con vida media más corta por lo tanto permiten bajo ciertas características
realizar procedimientos odontológicos sin tener que suspenderlos.

La idea en términos generales es que, si un paciente está en tratamiento antitrombotico por


alguna alteración de tipo cardiovascular, que ha tenido algún infarto, alguna complicación a nivel
coronario o bien alguna complicación de trombosis en las extremidades o trombosis pulmonares,
los pacientes están inicialmente con tratamientos antitromboticos, con antiagregantes
plaquetarios.
Los antiagregantes plaquetarios inhiben la formacion del trombo, por lo tanto, inhiben la
agregación plaquetaria, por esto nosotros podemos hacer procedimiento odontológicos quirúrgico
donde la única mayor complicación que podemos tener no es un tema de coagulación, es un tema
de formacion del trombo, del coagulo inicial. Por lo tanto, lo que si va a ocurrir es que puede que
los pacientes sangren un poco más, pero no significa que no va a haber eventual coagulación
posteriormente.

La agregación plaquetaria mediante el uso de antiagregantes se mide con un tiempo de sangría


que va entre los 3 – 5 – 8 min dependiendo del método

Y los tratamientos de anticoagulación en estos mismos pacientes, generalmente añosos, están


siendo cada vez más utilizados por los médicos tratantes, hematólogos, cardiólogos, para poder
prevenir situaciones más complejas desde el punto de vista cardiovascular. Estos pacientes
generalmente son añosos, por ejemplo, mujeres sobre los 60 años, donde el riesgo quirúrgico es
mucho mayor y para eso se miden mediante: TP (tiempo de protrombina) o TPT (tiempo parcial de
trombina) y el INR, que es un índice estandarizado de acurdo a los procedimientos de los
diferentes laboratorios, este índice respecto de la anticoagulación que permite conocer cuál es el
grado de anticoagulación que tiene un paciente en virtud de su tratamiento y la dosis que tiene.
En ese sentido va de1 – 4, siendo 1 un paciente no antiacoagulado y 4 pacientes con una máxima
anticoagulación, por ejemplo, aquellos que tienen trombosis venosas profundas en las
extremidades inferiores fundamentalmente. Sin embargo en este rango de 1 – 4, existen valores
de anticoagulación que nos permiten en el box dental hacer algunos tipos de tratamientos y en
otros casos también puede hacerse pero con ayuda hematológica o bien en un centro hospitalario
donde podamos mantener controlado el proceso de coagulación.

 Detección selectiva de enfermedades: VIH – ETS (enfermedades de transmisión sexual).


 En estas patologías, no se puede llegar y pedir un examen de este tipo. La ley de
protección del paciente y la información del paciente es muy rigurosa en eso y se necesita
para solicitar estos exámenes la aprobación del paciente y el consentimiento informado.
De tal manera que luego manteniendo la debida reserva de los eventuales resultados, se
puede solicitar estos exámenes si el paciente lo ha autorizado específicamente.

Signos vitales
Ya reconociendo la caracterización de la enfermedad, la comorbilidad que tiene un paciente, que
puede generar un cierto riesgo médico, es importante reconocer los signos vitales que son parte
de la ficha clínica.

 Frecuencia cardiaca
 Saturometría
 Presión arterial
 Frecuencia respiratoria
 Temperatura

Hay que tener permanentemente en cuenta la valoración de estos signos vitales.

Recomendaciones

 Ficha clínica  Buena, que sea clara, precisa y concisa. Donde se consignen las
descripciones más importantes del paciente. No se trata de hacer una descripción
novelesca, larga sino que en forma clara y precisa de tal manera que cualquier otro
profesional que la lea más adelante pueda interpretar perfectamente cuál era o es el
estado de salud del paciente en un momento determinado.

 Valoración de exámenes complementarios


 Caracterización de la enfermedad
 Control del estrés y ansiedad  Los pacientes normalmente llegan con un grado de estrés,
ansiedad, preocupación, dolores que en ocasiones no son recientes y traen al paciente en
una situación mucho más lábil. Se debe controlar esto porque también es un riesgo
médico del paciente al ser atendido.
 Campo operatorio: Asepsia quirúrgica del paciente, equipo y entorno.  Siempre procurar
respetar los postulados de bioseguridad y de asepsia al 100%. La asepsia es fundamental,
trabajamos en personas, seres vivos, nuestra boca es un medio séptico. Por lo tanto,
tenemos que tener mucho cuidado cuando vamos a realizar procedimientos de tipo
invasivo, desde una exodoncia de baja complejidad en adelante y no solo del paciente sino
del equipo, instrumental y todo el entorno en que estamos desarrollando el
procedimiento.
 Antibióticos en profilaxis o tratamiento.  Pacientes que han tenido enfermedades
cardiovasculares, como la endocarditis bacteriana subaguda, que necesitan una profilaxis
cada vez que se va a desarrollar un procedimiento odontológico donde puede registrarse
alguna bacteriemia transitoria que pueda reactivar un cuadro de estas características. O
también como tratamiento en un caso de un paciente que requiere una antibioterapia en
forma permanente en dosis determinadas, por un tiempo determinado en caso por
ejemplo, de un paciente diabético.
 Interconsulta médica y pase médico – quirúrgico  Una de las cosas más importantes,
siempre desarrollar un contacto permanente con el médico tratante a través de la
interconsulta médica y dentro de esta, en la respuesta de la interconsulta, previamente
debe haberse pedido el pase médico – quirúrgico al médico tratante para poder
desarrollar el procedimiento.
* Acostumbrarse a tener una buena comunicación escrita, ya sea a través de un recetario
o una hoja de interconsulta donde hay que preguntar al médico tratante del paciente, cual
son las contraindicaciones medico farmacológicas para desarrollar el procedimiento
odontológico que se va a realizar. En esa misma receta, al otro lado o en la hoja de
interconsulta vendrá la respuesta y el pase médico – quirúrgico para poder desarrollar el
procedimiento con más tranquilidad.
 Competencias personales en soporte vital básico  El paciente medicamente
comprometido, es un paciente no sano, que está en tratamiento y que probablemente
tiene controlada su patología pero en cualquier momento puede generar una
descompensación que puede llegar a la necesidad de usar el soporte vital básico para
poder rescatarlo.
 Contacto directo con el paciente hasta el alta  Los tratamientos odontológicos no
terminan con el procedimiento, terminan cuando ya se tiene la convicción absoluta de que
el tratamiento se ha dado por terminado, la evolución de este ha sido positiva y ya no
existe ninguna posibilidad de que pueda haber un retroceso en el proceso de
recuperación.
 Posponer atención si es necesario  Ante cualquier duda, ante cualquier indicación del
médico tratante en el sentido de que el paciente debe ser compensado antes, no
desarrollar ningún procedimiento y posponer la atención si es necesario. Si existe alguna
situación de urgencia en ese momento se debe solucionar solamente la atención de
urgencia a través de procedimientos mínimamente invasivos, o bien a través de una
farmacoterapia adecuada para la situación.

Fármacos AC y AT (anticoagulantes y antitromboticos)


Gracias a que han aparecido muchos nuevos fármacos, se hace mucho más selectivo, con periodos
bastante más cortos y no es necesario a veces cuando es indispensable suspender la
anticoagulación, cosa que no hace el odontólogo, siempre en contacto con el médico tratante, el
cual puede dar la indicación de cuando suspender o reanudar el tratamiento anticoagulante o
antitrombotico, si es estrictamente necesario hacerlo, porque el suspender por parte del
odontólogo un tratamiento antitrombotico o anticoagulante para hacer una exodoncia por
ejemplo, no tiene sentido arriesgar al paciente a la generación de una trombosis por la suspensión
de un medicamento o p interrupción de este, simplemente por hacer un exodoncia de baja
complejidad. Siempre mantener el contacto con el médico y es el quien va a dar la autorización.

 Heparina
Clexane (glicosaminoglicano)

 AC cumarinicos y derivados
Acenocumarol (Sintrom)
Warfarina (Coumadin)

 Antiagregantes plaquetarios
Ac. Acetilsalicílico
- Ticlopidina (Tiklid)
- Dipiridamol (Persantin)
- Trifusal (Disgren)
- Clopridogrel (Plavix)

Tener estos fármacos presentes cuando el paciente indique que medicamentos toma, como
consecuencia o respuesta al realizar la ficha clínica.

Nuevos fármacos: NACO’s

 Inhibidores directos del factor X activado


Ribaroxaban (Xarelto)
Apixaban (Eliquis)

 Inhibidores de la trombina: factor II activado


Dabigatran (Pradaxa)

Pacientes con TACO y antitrombóticos


Lo que hay que tener presente es, lo que se va a hacer, valorando el riesgo en función de la
comorbilidad del paciente anticoagulado.
Tenemos que ver, que se va a hacer, y dentro de que clasificaciones cae: bajo, moderado o alto
riesgo. De acuerdo a eso es la actitud que se debe tomar y los procedimientos y caminos que hay
que tomar para dar la prestación.

 Bajo riesgo
Restauraciones supragingivales
Profilaxis simple subgingival
Anestesia por infiltración

 Riesgo moderado
Profilaxis profunda con raspado radicular
Exodoncias de baja complejidad

 Alto riesgo
Cirugía oral, implantológica, preprotésica y periodontal.

Recomendaciones

 Ficha clínica dirigida.

 Enfermedad que determina TACO  Que enfermedad determina la anticoagulación.


Embolismo pulmonar, enfermedades valvulares como endocarditis bacteriana, FA
(fibrilación auricular), tromboembolismo venoso como la trombosis venosa profunda en
pacientes de mayor edad.

 Valoración del riesgo de hemorragia.  En relación a lo que se va a hacer y en función al


tratamiento TACO y su INR.
Bajo, moderado, alto

 Pruebas de laboratorio dirigidas  Permiten conocer en que nivel de anticoagulación está


el paciente.
INR – tiempo de sangría – TP

 Posible uso de terapias puente (heparina). Alto riesgo trombótico.  Cuando es


indispensable suspender el tratamiento anticoagulante, el medico va a utilizar una terapia
puente con uso de heparina en pacientes con alto riesgo trombótico. Le va a suspender el
tratamiento de anticoagulación y le va a dar una terapia puente mediante algún “clexane”,
que son fármacos anticoagulantes muy específicos y de corta duración que permiten
mantener al paciente anticoagulado por tiempos muy breves, lo que al suspenderlo,
rápidamente permite la acción odontológica.

 Fármacos en uso y dieta del paciente.  Conocer. En odontología se usan mucho los
fármacos antiinflamatorios, fundamentalmente aquellos derivados de los AINES,
aumentan o sinergian la acción del fármaco anticoagulante. Así mismo, ciertos tipos de
alimento como el repollo, la coliflor, las betarragas, son alimentos que tienden a producir
un mayor tiempo de anticoagulación. Por lo tanto, hay que sugerir a estos pacientes, si los
vamos a someter a algún tratamiento quirúrgico, manejar con mucho cuidado la
farmacoterapia a utilizar como también la dieta que va a mantener previo a la atención.

 Interconsulta al tratante.  Es él quien debe indicar, cual es el riesgo de suspender el


medicamento, si hay que suspenderlo, por cuanto tiempo, cuando lo reanuda. Siempre la
indicación del médico tratante por escrito para tenerla en mano y adjuntarla en la ficha
clínica.

 Evaluación del procedimiento odontológico.


- Comprobación reciente del estado de anticoagulación.  No sirve un INR tomado
la semana pasada, ojala el INR sea tomado lo más cercano posible (el día anterior
o en la mañana) al día de la atención o procedimiento.

- Técnica quirúrgica atraumática.  En la medida que seamos bien prolijos, con un


técnica quirúrgica bien depurada, cuidadosamente realizada, estaremos
realizando un procedimiento quirúrgico totalmente atraumático que va a significar
menor trauma de tejidos, menor ruptura de vasos sanguíneos, de capilares y vasos
menores. Eso va a ayudar muchísimo a evitar un problema mayor por el
tratamiento de anticoagulación.

- Evitar anestesias tronculares.  Las anestesias infiltrativa para estos efectos son
muy buenas porque nunca vamos a caer mediante la aguja en la cercanía de algún
vaso importante. Se sabe que en la espina de Spix, donde se utiliza la técnica de
Spix, el punto de entrada al canal mandibular; es la arteria, vena y nervio
mandibular. O una anestesia troncular en la tuberosidad en un paciente
anticoagulado nos puede hacer pasar u mal rato.

- Sutura y compresión.  Si se hace un procedimiento quirúrgico incisional o bien


una exodoncia de baja o mediana complejidad, obviamente se debe utilizar si o si
suturas y una compresión de la zona para poder mediante esto producir un
colapso de los vasos sanguíneos menores y evitar un sangrado profuso. La sutura
es indispensable para poder mantener el coagulo recién formado en su posición y
dar las indicaciones adecuadas como, no enjuagatorio en caso de exodoncia
reciente, no desarrollar ejercicios físicos bruscos, dar las indicaciones
masticatorias, analgésicas, más que antiinflamatorias por la sinergia que hacen los
AINES con los anticoagulantes.

- Agentes hemostáticos reabsorbibles: Gelitas, colágeno.

- Vitamina K (en cumarínicos, bajo supervisión médica).  En un caso más


complejo, aquellos pacientes que están siendo sometidos a un tratamiento
anticoagulante con derivados cumarínicos, el uso de la vitamina K bajo supervisión
médica por vía oral o vía inyectable en casos más extremos.
Rangos terapéuticos de anticoagulación
Procedimientos odontológicos que se pueden hacer como procedimiento seguro, con algún grado
de riesgo, aquellos que no se pueden hacer o bien requieren la supervisión o ayuda de un
hematólogo o médico tratante que ha indicado el tratamiento de anticoagulación o antiagregación
plaquetaria.

Bibliografía

 C. Gay Escoda, L. Berini Aytés. Tratado de Cirugía Bucal. Tomo 1

 R.Rodrígues. Manejo de pacientes anticoagulados en la consulta del dentista. Revista


Consejo de Dentistas de España. Agosto 2019 – 38
https://www.consejodentistas.es/comunicacion/actualidad-del-consejo/publicaciones-
del-consejo/revistas-del-consejo/revista-dentistas/item/1653-revista-dentistas-agosto-
2019-n-38.html

 Dental Clinic Guidance MANAGEMENT OF DENTAL PATIENTS TAKING ANTICOAGULANTS


OR ANTIPLATELET DRUGS. Scottish Dental Clinical Effectiveness Programme. August
2015.
https://www.sdcep.org.uk/wp-content/uploads/2015/09/SDCEP-Anticoagulants-
Guidance.pdf

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