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La abundante cantidad de casuística e investigación realizada nos permite afirmar que los
cambios anímicos en los pacientes bipolares se basan o representan alteraciones en la actividad
de algunos sistemas básicos de neurotransmisores del cerebro, en consonancia a determinados
neurupétidos. Entre dichos factores biológicos implicados en la fisiopatología de la enfermedad
y del curso de la misma, se encuentran neurotransmisores, neuromoduladores, hormonas,
neuropétidos, iones, etc.
MONOAMINAS
Noradrenalina
Serotonina
Dopamina
En otro orden de cosas, los fármacos con capacidad antagonista de la dopamina, mejoran la
sintomatología clínica maníaca.
Aunque existe casuística y casos descritos e investigados así como teorías que defienden que
los fármacos neurolépticos solo disminuyen la hiperactividad psicomotriz sin afectar a los
síntomas centrales de la manía, existen datos claros de que sus mecanismos de acción son más
amplios. En un estudio se demostró una capacidad antimaníaca general del fármaco pimocide,
el cual se sabe ejerce una acción de inhibición selectiva de los receptores dopaminérgicos.
Estas respuestas tan obvias a la acción de fármacos agonistas y antagonistas dopaminérgicos
refuerzan la hipótesis de la implicación de la dopamina en la patogénesis de las recaídas y
cambios de fase.
Sin embargo los estudios de tipo genético que se fundamentan en la hipótesis de una alteración
de receptores neuronales específicos para la dopamina como sustrato de la enfermedad han
dado, en su mayor parte, resultados negativos.
ACETILCOLINA
Tanto la fisostigmina como arecolina (agonista directo) pueden provocar síntomas depresivos
en pacientes eutímicos bipolares, con /sin tratamiento con litio.
El GABA es sin lugar a dudas el principal neurotransmisor con acción inhibitoria sobre el sistema
nervioso central
Los efectos de los estrógenos y los andrógenos sobre el estado de ánimo, la irrupción de la
manía aguda postparto, el empeoramiento de la enfermedad bipolar relacionada con el ciclo
menstrual y las alteraciones de la líbido sugieren disfunciones en éste eje.
En mujeres con una predisposición a trastorno bipolar, el momento de la vida de mayor riesgo
para desarrollar una fase maníaca es durante las dos primeras semanas tras un parto.
Los antecedentes de manía postparto aumentan el riesgo de recurrencia tras el siguiente parto,
aunque estas pacientes suelen permanecer libres de síntomas por más tiempo que aquellas que
no presentan la enfermedad vinculada al período puerperal.
Una posible explicación para dicha manía postparto es un brusco y acusado decremento de los
niveles de estrógenos circulantes tras el fenómeno del alumbramiento. Éstos estrógenos
disminuyen la respuesta neuronal a la dopamina, y el tratamiento a largo plazo con estradiol
provoca un incremento de los receptores dopaminérgicos en el corpus estriatum de animales
de experimentación.
Por otra parte, cambios de fase asociados a la mestruación, y las notables modificaciones de la
líbido que se producen en la enfermedad, sugieren también una implicación de las hormonas
sexuales en el curso del tratamiento.
NEUROPÉPTIDOS
Los neuropéptidos constituyen parte primordial del conjunto de sustancias con capacidad
neuromoduladora y activas del sistema nervioso central. Todas ellas tienen cabida o participan
en la regulación del componente emocional de la psique humana.
Vasopresina
Los datos al respecto son poco congruentes. No parece haber diferencias en los niveles de LCR
entre pacientes bipolares eutímicos y controles.
Somatostatina
Los datos disponibles son también controvertidos, habiéndose encontrado niveles bajos de
somatostatina en LCR en pacientes afectivos, así como no diferencias e incluso niveles
aumentados de somatostatina en pacientes maníacos.
Péptidos opioides
Faltan estudios que permitan corroborar una actividad opióide baja en la depresión y alta en la
manía.