Lluvia de Sangre

Libro solo publicado bajo la autorización del autor. Contáctale por su correo Nickcollemanbook@gmail.
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Sinopsis
Max es un joven de tan solo 15 años que ha perdido a su
familia, cuando esta huía de cazadores que destruyeron la
manada donde vivían, lo que ninguno de ellos sabía es que un
terrible destino les esperaba en el pueblo de Annandale, Virgia.
Cuando un hombre lince, asesina a los padres del chico. Max
logra huir del ataque donde conoce a Chris el recién convertido
chico en un cambia formas.
Las cosas se complican cuando logra conocer a Colton,
un lobo de la manada Housand, que al verle lo reconoce como
su pareja de sangre, para Max no hay nada peor que un
depredador, había sufrido mucho en su antiguo colegio para
creaturas sobrenaturales, por parte del abuso de diferentes
depredadores, jamás había pensado en sentir su llamado hacia
uno de ellos.
Por otra parte, Sam quien vivía feliz con Kai, es
secuestrado por cazadores y sometido a una experimentación
humana, cuando este despierta se da cuenta que las cosas no son
iguales, el sonido de un ave lo ensordece y más cuando este se
presenta como el Fénix.
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Prólogo
Max temblaba aún asustado por todos los acontecimientos
recientes. Unos enormes brazos con una capa aterciopelada de
vellos amarillos presionaban su cuerpo.
El chico no sabía por qué temblaba si era por el hecho de
que había sido secuestrado con una enorme jauría de
depredadores o por reconocer un olor tan adictivo que aturdía
sus sentidos, el llamado de sangre se había presentado en ese
momento queriendo reclamar a pareja.
―Cariño tranquilízate… todo va a estar bien, ahora te
tengo ―dijo aquel hombre inmenso con voz apacible.
Max observó el estado en que se encontraba Chris
temiendo por lo que sería ahora su vida, había sido violado por
el Shifters que había asesinado su vida humana convirtiéndole
en un lince. Él se encontraba en los brazos de Adams mientras
dos de los secuestrados iban a ser juzgados.
Sam estaba entre los brazos de Kai dándole un poco de paz
a la mente de Max. De pronto como un torbellino se agolpeó
todos los malos recuerdos de Max en su mente, al verse rodeado
de todos aquellos depredadores. Recordando que su vida había
sido destruida por todos ellos.
Los shifters conejos se encontraban entre las razas
inferiores y pasivas de todos los cambia formas, siempre estuvo
a expensas de cuidarse y protegerse de todos aquellos
depredadores que amedrentaban su vida, aunque Max era
mucho más fuerte que un humano normal jamás lo sería tan
fuerte como cualquier otro shifters que esté por encima de la
cadena alimenticia incluso no podían sanar tan rápidos como la
mayoría de los cambia formas, dependiendo mucho más de su
forma humana.
Aquel hombre tomó a Max sobre sus brazos y al ver al
chico tan agitado, no dudó en salir de aquel lugar con gran
velocidad, Max se aferró a su pecho ocultando su mirada de él,
tenía miedo pues jamás pensó que su pareja iba a hacer un
depredador, uno de las clases que más había aborrecido. En el
instituto siempre fue el hazme reír de todos y aunque estudiaba
en “Shift School” uno de los colegios especialmente para
shifters, el Bullying no dejaba ser una mentira en aquel lugar, de
hecho era mucho peor, pues se permitía que los depredadores
más fuerte tuvieran un cierto poder sobre los más débiles, entre
los cuales Max se encontraba. Desde la muerte de sus padres
sabía que no regresaría a aquel lugar, de hecho le agradaba la
idea presentada por Sam, quien durante todo este tiempo le
había tomado cariño al chico; tanto Kai como él querían ser un
buen ejemplo para Max, y aunque él sabía que nadie iba a poder
suplantar la figura de sus padres, no podía dudar del esfuerzo
que ellos hacían por parecerse a una familia.
Max quería quedarse con ellos aún cuando no había
dicho algo sobre ello, pero era cierto lo que en algún momento
se había dicho, Max no tenía lugar a donde ir, su familia había
muerto. Culminaría el instituto en éste lugar, quizás iba a tener
un poco más de ventaja pues iría a un colegio humano, pero la
sensación de amargura del antiguo colegio todavía permanecía
en el muchacho, sin contar ahora, con que había encontrado a su
pareja de sangre, una por la que no estaba seguro de continuar.
El hecho de que fuera un depredador radicaba para Max volver
a los maltratos, gritos, golpes, entre otras cosas, que había
recibido en su vida. De ser así, la mente de Max colapsaría en
ese momento ante todo ello.
Habían llegado a una cabaña pequeña pero que al entrar se
sentía muy acogedora.
―¿Tienes hambre? Logro escuchar tu estomago ―dijo
aquel hombre mientras aún tenía entre sus brazos a Max.
Max aún no le observaba tenía mucho miedo.
―¡Responde! ―rugió fuertemente aquel tipo, haciéndole
temblar ante su dureza. Lo apretó nuevamente y dijo en seguida:
―Lamento mucho haberte hablado así, no quería asustarte
cariño, es solo que me enoja que me tengas miedo y que no
hables, es a mí quien me tienes asustado. ¿Te han hecho algo
esos cobardes? ―Sus palabras ahora eran suaves,
tranquilizando un poco a Max.
―No… ellos simplemente nos encerraron sin darnos nada
de comer.
Aquel hombre comienza a soltar a Max para dejarlo en el
suelo, pero este actuando por instinto se aferró a él para que no
le dejara, sintiéndose avergonzado ante su actitud infantil y de
necesidad.
Aquel hombre ríe ante aquello y dulcemente le dice:
―Tranquilo, solo buscaré que podemos cenar, tengo
tiempo sin venir a este lugar, pero creo que algo debe haber, si
quieres puedes observarme cocinando para que no te quedes
solo, pero estoy seguro que aquí nada te pasara, ahora estoy
aquí para protegerte, moriría haciéndolo si ese fuera el caso.
Max le soltó asintiendo, caminó detrás de aquel hombre,
hasta que se sentó en una pequeña isla hecha de madera,
observando desde allí todos los movimientos de su pareja, quien
iba abriendo como loco los gabinetes en busca de comida, hasta
que encontró un envoltorio de pasta italiana, luego abrió el
refrigerador, tomó una bolsa de carnes, salsa para pasta y un
queso. ―Sabía que había algo en este lugar ―exclamó
lanzándole un guiño a Max, el cual se ruborizó ante aquello.
Max ahora pudo detallar claramente los hermosos ojos azules
verdosos, su cabello castaño rubio corto, con una barba rasurada
que le hacían ver muy varonil, su cuerpo era muy grande
formado por muchas capas de musculo, Max sería un pequeño
infante encima de este. Aquella idea le hizo ruborizarse pues
ahora comenzaba a tener pensamientos lascivos sobre él.
―¿Cómo te llamas? ―preguntó aquel hombre sin verle
mientras buscaba algunas ollas.
―Soy Max Roar…
―¿Qué edad tienes chico? Te vez muy joven. ―Ahora
observaba a Max.
Él se sonrojo y respondió:
―Soy joven tan solo tengo 15 años, ya casi cumplo los
16.
―Vaya eso es un problema, tan solo eres un adolescente y
yo soy muy mayor para ti, tengo 27 años ¡Joder! Como podré
estar contigo, al menos que te espere o hable con tus padres…
―Se detuvo al escuchar al chico comenzar a llorar.
Corrió hasta él dejando todo lo que estaba haciendo.
―¿Qué sucede? ¿Dije algo que no debía?
―No… ―El chico comenzó a limpiarse el rostro con
ambas manos―. Es solo que mis padres han muerto, Douglas
los asesinos hace poco, Sam y Kai son ahora mi familia.
Aquel hombre le mira con mucha compasión y le abraza.
―Lamento mucho eso, ese desgraciado ha arruinado muchas
cosas en este lugar, prometo hacerte feliz, hablaré con Kai y con
Sam para que me permitan tenerte y cuidar de ti.
―¡No…!
Aquello hizo alejar de golpe al hombre de Max, éste ante
su reacción le miró de forma suplicante para que no se alejara
de él pero aun así continuo. ―No quiero estar contigo, eres un
depredador y tengo muy malas experiencias de todos ustedes.
Aquello le había dolido al hombre pues la mueca de dolor
en su rostro fue muy notoria. No respondió solo se volteó para
seguir haciendo lo que hacía. Max se sintió como la mierda,
¿Que había hecho? ¿Había rechazado a su pareja? No existía
cosa más dura que ser rechazado por la pareja de sangre y Max
lo sabía pues ahora era él quien sentía dolor por haber dicho
aquello y ver como el hombre solo se alejó de él sin decir nada
para continuar cocinando.
Suspiró queriendo mantener la calma y preguntó:
―¿Cuál es tu nombre?
―Soy Colton Housand y soy un lobo.
―¿Housand? ¿Eres de la misma manda de lobos donde
esta Chris?
―Sí. Él es la pareja del alfa. ¿Pero cómo sabes tú eso?
―Estuvo ahí cuando mis padres murieron, el alfa salvó a
su pareja y a mí de una pronta muerte en manos de Douglas…
―Bueno, en realidad ese día fui casi asesinado por Chris y
luego por Douglas…
―¿Por Chris? ¿Cómo?
―Era un nuevo Shifter según lo que me comentó y me vio
en mi forma animal creyendo que era una presa como todo
depredador en este maldito lugar, y cuando me atacó me
transforme en humano ante el miedo y ahí fue cuando se detuvo
horrorizado pidiéndome perdón, luego nos encontramos con
Douglas en un riachuelo, el cual parecía un lago de sangre por
la cantidad de personas muertas en ese lugar, entre los cuales
mis padres estaban… ―Su voz se apagó en ese momento.
Colton suspiró controlando sus impulsos para acercarse a
su chico pues él solo quería tenerlo entre sus brazos y borrar su
dolor.
―¿Qué hacías en el bosque?
―Douglas que en ese momento pensé que solo era un
simple Lince gigantesco, atacó nuestro auto, mis padres me
hicieron tiempo para que pudiera escapar y buscar ayuda, pero
no pude hacerlo, nunca puedo hacer algo bien en mi vida.
―No digas eso, solo fue un terrible inconveniente, si
alguien tiene la culpa ese es Douglas, fue quien les atacó, tú y tu
familia solo tuvieron la desdicha de estar en ese momento, no
debes culparte de nada chico, ahora solo debes luchar por tratar
de salir adelante y ser feliz.
―¿Por qué no te vi en la manada ese día?
―No estaba en la manada, había venido aquí solo para
pensar un poco, suelo hacerlo cuando mis impulsos de lobo Alfa
quieren salir y reclamar a la manada, pero no puedo hacerlo,
Adams es el alfa legítimo y es muy bueno con la manada, un
perfecto líder.
―¿Alfa? ¿No se supone que una manada no puede tener
dos Alfas?
―Así es, pero he decidido servir a la manada sin crear una
nueva, es por ello que vengo a esta cabaña cuando me altero y
quiero reclamar la manada.
―Pero… ¿Por qué?
―No lo sé, quizás sea mi Lobo Alfa queriendo dominar
todo.
Colton no miraba al chico por miedo a lo que vería, pero
era muy difícil, no estaba seguro cuanto tiempo duraría
resistiendo para no mirar esos ojos color miel, su cabello oscuro
y sus labios carnosos, era muy delgado pero no dejaba de ser un
chico tierno y muy lindo.
Capítulo 1
Terminó la cena, impregnando toda la casa con un olor
delicioso, Max comió como si todo aquello fuera lo último que
comería en su vida, Colton le observaba atónito pero
complacido con el chico, verle comer de esa manera algo que él
había preparado le hacía sentir muy bien.
El chico había quedado satisfecho apoyándose contra el
espaldar de la silla mirando a Colton con anhelo en sus ojos.
Colton tuvo que apartar la mirada para no abalanzarse sobre él
en ese momento, pero ahora el chico se bajó del asiento y
caminó hasta él colocándose a su lado, Colton comenzó a
temblar con su cercanía pero no hizo ningún movimiento, Max
extendió su mano temblorosa para tocar el brazo de Colton
hasta su hombro. Colton le miró con agonía y este posó su
mentón sobre su hombro mirándole para luego decir:
―Lamento haberte rechazado, sé que eso es algo muy
duro de escuchar por tu pareja, pero créeme también es duro
decirlo, solo tengo miedo de todo esto, no sé qué hacer, temo a
todos los depredadores de éste mundo.
Colton sin contenerse acarició una de las mejillas del chico
y respondió:
―Lo comprendo solo déjame cuidarte, te prometo que
nadie te hará más daño, siempre y cuando estés conmigo, no
dejaré que nadie te moleste y yo nunca podría hacerte daño, eres
mi todo Max.
―Sabes que pueden demandarte por querer estar con un
adolescente.
―Lucharía con todo el ejército si intentaran alejarte de mí,
eres mío.
Sin esperar más, Colton le besó, un beso tierno y cálido
que se sintió muy bien al tener los labios de su pareja, el cual
seguía temblando hasta relajarse. Colton lo llevó entre sus
brazos hasta la habitación sintiendo lo pequeño que era entre su
cuerpo, lo colocó en la cama mirándole con mucho amor.
El chico estaba ruborizado observando a su pareja quien se
había quitado su camisa mostrando sus enormes músculos.
―Tengo miedo Colton, nunca he estado con un chico.
Aquello hizo sonreír a Colton y respondió:
―¿Eres virgen bebé? Si es así me alegra que nadie te ha
tocado, porqué de ahora en adelante seré el único que lo haga.
Aquello hizo reír a Max viendo la expresión de confusión
de Colton. ―No soy virgen amor, claro que he tenido sexo pero
solo con chicas, sé que me gustan las chicas pero también sé
que cuando la pareja de sangre se presenta ya no importa su
género sino el mero hecho de estar con esa persona, en la
manada donde vivíamos no habían problemas de etiquetas, eso
es para otros clanes no actualizados.
Un bufido emitió Colton.
―Tranquilo ahora sé que solo soy tuyo y no quiero más
nada que eso.
Colton lo miró con lujuria y sin pensarlo se arrojó
bruscamente sobre Max. El chico apretó los ojos nuevamente
temblando.
―¡Lo siento bebe perdóname! Soy un idiota olvido que no
te gusta que sea agresivo.
Max asiente y dice entre susurros:
―Al menos no ahora Colton quizás luego me acostumbre
si vamos hacerlo solo sé menos depredador por mí.
Colton asintió para luego besarlo tiernamente, controlando
sus impulsos de su lobo Alfa, quería despojarle de toda su ropa
y joderlo tan fuerte que tuvo que controlar los temblores de sus
manos. Luego de besarle por varios minutos con mucho cuidado
quitó las ropas de Max para luego observar toda la desnude de
su amante. ―Eres hermoso, simplemente perfecto Max.
Se quitó sus pantalones mientras se perdía en los ojos
color miel de Max, se contuvo por rugir emitiendo un sonido
parecido a un llanto canino para luego comer los perfectos
labios del chico, estuvieron besándose mientras sus cuerpos se
rozaban con movimientos suaves, sintiendo ambos sus
erecciones, Colton so colocó sobre el colchón para luego montar
sobre él a su chico, su cuerpo era tan diminuto sobre él que le
daban aún más impulsos de protegerle y consentirle.
El chico admiraba el cuerpo de Colton sonriendo
complacido mientras acariciaba su pecho con mucha delicadeza.
―Jamás pensé que tocaría así a un hombre, ni mucho menos
sentirme a gusto encima de él, tienes un cuerpo muy bien
desarrollado Alfa.
Colton sonrió para luego besar y decirle entre susurros:
―Me alegro que te guste mi cuerpo, ¿Sabes que es tuyo
cierto?
―¿Solo mío?
―Si únicamente tuyo mi conejito.
Max sonrió, por instinto comenzó a besar el cuello de
Colton para luego recorrer con su lengua todo su pecho, sus
abdominales y al llegar a su miembro este le lamió con cautela y
curiosidad, emitiendo un gemido Colton sin poder contenerse.
―Max…
El chico ante aquello envolvió con su boca la enorme polla
de Colton, medía quizás unos 21 centímetros y muy grueso, por
lo que le dieron muchas arcadas a Max mientras lo lamía, pero
logró que entrara toda sobre su boca y parte de su garganta,
donde la respuesta de Colton fue llevar sus manos entre el
cabello un poco largo del chico. ―Sabía que tu boca era
perfecta.
Max sonrió pero luego de ello Colton lo llevó hasta su
rostro para besarlo y así mezclar todos esos sabores de la boca
del chico en la suya.
Colton haciendo un movimiento posicionó al chico ahora
sobre el colchón dándole acceso a toda su espalda y su culo.
Colton al ver sus nalgas redondas no se contuvo para
llegar hasta él y comenzar a lamerlo, primero de forma muy
suave haciendo que Max por instintito abriera más sus piernas
dándole mejor acceso a la boca de Colton, ante aquello Colton
no se contuvo para comer su culo como quería, haciendo
estremecer al chico.
―Joder Colton tienes una excelente lengua.
―Tengo algo mejor que ella. ―Al decir eso con un tono
muy ronco hizo estremecer a Max; tomó de una de las gavetas
cercanas a la cama, una botella de lubricante, untándola sobre el
culo del chico, metiendo un dedo con mucho cuidado hasta que
se relajó el musculo y así meter hasta tres dedos, haciendo a
Max querer más. Sin esperar tanto Colton dejo caer lubricante
sobre su miembro para luego frotarlo y colocarlo sobre la
entrada de su amante.
―Amor ¿Estás listo? Va a doler un poco pero luego
pasara.
―Hazlo de una vez Colton, los conejos nos
caracterizamos por ser calientes en apareamiento.
Colton rugió por las palabras del chico y cuando este se
iba a quejar por lo muy depredador que sonó Colton, acalló su
boca al sentir la enorme polla deslizarse suavemente sobre su
agujero, quería gritar por el dolor pero no puedo. Apretó sus
manos y sus brazos alrededor de la almohada que estaban
debajo de él, pero Colton había tenido dolor luego de unos
minutos estático el dolor comenzó a desaparecer.
―¡Max! ¿Estás bien?
―Si joder Colton comienza a moverte.
No había terminado de decir aquello cuando Max
comenzó a moverse el mismo, jodiéndose así mismo.
―No cariño eso sí que no, seré yo quien tome el control.
Le dio una nalgada al chico pero eso solo hizo que Max se
moviera más rápido, Colton rugió ante su desobediencia y sin
contemplación lo tomó por sus caderas para hacerlo mover a su
voluntad permitiéndole tomar el control que tanto quería,
Colton dejó salir su depredador por completo dándole
embestidas muy fuertes a Max el cual este solo disfrutaba
gimiendo de placer, estuvieron así por mucho tiempo
intercambiando numerosas posiciones, viéndose Max como tan
solo el muñeco de trapo de Colton. Sin contenerse más ante la
picazón sobre los dientes de Colton, se acercó al hombro del
chico y hundió sus dientes sobre su piel, sintiendo el sabor de su
sangre.
Max grito de dolor y placer seguido de chorros inundando
su culo de parte de Colton y su semen exponiéndose
triunfalmente.
Luego de varios minutos controlando sus respiraciones,
donde Colton abrazaba al chico presionando la espalda de este
sobre su pecho, dijo:
―Te amo Max, eres mi pequeño conejito.
―Esto ha sido alucinante Colton, también te amo.
Así estuvieron durante toda la noche abrazados mientras
Colton aún estaba dentro del chico.
*
Al día siguiente Max se levantó con mucha pereza, no
queriendo levantase de la cama, había tenido la mejor noche de
su vida, no podía creerlo que la mejor sería con un hombre,
bueno, para él no era cualquier persona era su pareja de sangre.
Con mucha fuerza de voluntad fue a lavar sus dientes para luego
tomar una ducha, sabía que Colton estaba en la cocina, pues la
casa olía a comida y como un buen conejo que era, tenía un
excelente olfato y el olor de Colton podría olerlo desde
kilómetros, era muy fuerte lo que emanaba de él.
Salió del baño colocándose nuevamente los vaqueros que
tenía desde la noche anterior, pensando que debería buscar ropa,
pero ¿Adónde iría con Colton? Es decir, él quería estar con su
pareja pero no iba a abandonar a su nueva familia.
Llegó a la cocina sonriendo ante su depredador y besó a su
compañero, quería tomarle por sorpresa pero aquello era casi
imposible para cualquier Shifter, sus sentidos eran muy agudos
al menos que fueras uno de alguna especie felina, los cuales son
muy sigilosos.
―¿Cómo has dormido?
―Bien pero hubiese sido mejor si te hubiera encontrado a
mi lado pequeño Lobo.
Colton alzó una ceja.
―¿Pequeño Lobo? Creo que necesitas ser castigado por
llamarme así. ―Colton podría quizás ser todo pero jamás sería
pequeño.
―Si el castigo implica que me trates como cuando me
jodías, me portare muy mal de ahora en adelante.
―¿Ese vocabulario no es mucho para un adolescente
como tú?
―Quizás, pero todos los cargos caen sobre el culpable
adulto que me corrompe, y creo que ese eres tú…
Colton sonríe y viendo sus vaqueros dice:
―Debemos ir por tus cosas, no puedes seguir usando la
misma ropa o ¿Prefieres qué te compre nueva?
―¿Por mis cosas? ¿Adónde vamos?
―Pues a la manada Max, ¿Qué creías que voy a dejarte
solo? De ahora en adelante te quedas conmigo, necesito
protegerte y cuidarte como se debe, además conmigo no debes
preocuparte de nada vas a tenerlo todo, yo me encargaré de ello.
―¿Eso no es consentir demasiado?
―No lo sé, solo sé que voy hacerte el más feliz del mundo
Max Roar.
Max se sonroja y bajando su rostro dice:
―No sé cómo vayas a tomar esto pero no quiero ir a la
manada, hay muchos depredadores y no me siento capaz de
hacer eso ahora. Me gustaría seguir viviendo con Sam y Kai,
ellos son mi familia ahora.
Colton le miró atónito sin saber que decir.
―Pero yo no puedo dejar la manada Max…
―Lo sé…
Se quedaron en silencio un rato sin decir nada.
―No voy a dejarte Max, así tenga que vivir como un
Omega.
Max le miró con la boca entreabierta, él sabía lo que para
un lobo era eso, no era nada fácil y Max no quería ser el
destructor de su vida.
―¡Espera! No hagas eso, yo… creo que puedo ir contigo,
pero antes hablemos con Sam y Kai.
Una enorme sonrisa apareció en el rostro de Colton,
cargando a Max por los aires para hacerle girar fácilmente.
―Oye, bájame.
―Te amo conejito.
―Yo también pequeño lobo.
―Definitivamente creo que voy a castigarte por ello.
*
Horas pasadas después del almuerzo Max y Colton
estaban en la puerta del apartamento, el chico abrió usando su
juego de llaves, el cual Sam se la había dado el mismo día en
que Chris le otorgó su nuevo apartamento.
―¡Max! ¿Dónde estabas metido? ―gritó Sam corriendo
para abrazar al chico y luego observar confundido al hombre
rubio que estaba detrás de él.
―Lo siento Sam, es solo que he sido raptado…
―¿Raptado? ¡Kai! ―gritó nuevamente alejando a Max
del hombre.
Colton apretó la mandíbula al sentirse amenazado en
alejarlo de su chico, pero Max negó con la cabeza.
Kai apareció de inmediato. ―¡Max! ¿Dónde has estado?
―Observó al otro hombre―, ¿Colton? ¿Qué haces aquí?
―¿Le conoces? ―preguntó Sam confundido.
―Si, es uno de los Lobos de la manada de Adams.
―Pero pensé que…
―Claro Sam, si no me has dejado terminar, no quise decir
literalmente que me han secuestrado, bueno, en realidad lo fue,
pero como sea… Colton es mi pareja de sangre y anoche nos
apareamos.
Sam se sonrojó al escuchar aquello del adolescente tan
natural. Para los shifters hablar del apareamiento era algo
natural, especialmente para la manada donde vivía.
Sam agarró a Max estirando el cuello de su camisa para
ver la mordedura. ―Chiquillo insolente, no pudiste llamar al
menos, nos tenías preocupados y ¿Acaso no estás muy joven
para tener pareja? ¿Sabes qué es de por vida cierto?
Max río ante aquello.
―Claro que lo sé Sam, soy un Shifter conejo después de
todo, de hecho he venido para buscar mis cosas, me iré con la
manada.
Sam le miró horrorizado, para luego observar a Kai algo
angustiado.
―¿Estás seguro? Recuerdas lo que me constaste ¿Verdad?
Ahí hay muchos depredadores Max…
―Lo sé, pero creo que estaré bien mientras Colton este
conmigo y si algo ocurre, tranquilo no dudaré en venir.
Sam asiente y añade:
―En serio Max, si algo sucede no dudes en venir a casa,
quédate con las llaves. Y tu… ―Ahora dirigiéndose a Colton
con un dedo en alto―, más te vale que le cuides, es tan solo un
chico no dejes que nadie le molesta, ¿Vale?
Colton asiente algo asustado ante la advertencia de Sam,
haciendo reír a Kai.
―¿Qué te sucede Kai? ¿De qué te ríes? ―preguntó ahora
malhumorado Colton.
―De nada amigo, solo recordé un chiste.
Colton le miró desafiantemente haciendo reír nuevamente
a Kai quien tomó a Sam entre sus brazos. ―Cuida bien del
chico Colton.
―Lo haré.
Colton ayudó a Max con su maleta para luego conducir
hasta la manada.
Al llegar fueron directamente con el Alfa, Adams quedó
impresionado ante la nueva pareja del grupo, especialmente
cuando era el mismo chico que Chris había atacado en el
bosque, pensando que era una presa.
En segundos la habitación de Colton fue remodelado por
completo, dejando de ser una habitación individual para
convertirse en una para los dos nuevos amantes. Decorado con
muchas pieles de forma muy elegante, con objetos y paredes de
tonos metálicos dándole un aire moderno. Max se abalanzó ante
la enorme cama comprobando lo suave de esta. Colton le miró
con dulzura y le dijo:
―Veo que te gusta la cama.
―Sí, creo que deberíamos probarla.
―Creo que ahora más que nunca me gusta vivir con un
conejo, son muchos más calientes que los lobos.
―Eso es porque nuestro apareamiento dura siete días a
diferencia de muchos shifters, es por ello que creo que tendrás
una semana bastante agitada y cansada.
―No me quejo ―dijo con un rugido, para luego acercarse
y besar apasionadamente a Max.
Capítulo 2
Max pasaba horas y horas encerrado en el cuarto, no
quería salir de ese lugar, le daba miedo, solo se acercaba a la
puerta para abrirle a Chris, quien era el que le visitaba. Hablar
con Chris para el chico era fascinante, era cierto que era muy
encantador y a decir verdad estaba mucho más guapo que la
última vez que le había visto.
El indicaba que casi no salía por lo sucedido la última vez,
Adams se había vuelto enfermizo ante la idea de que su pareja
saliera sin él, pero Chris le entendía pero luchaba muy a
menudo por ser obediente a su compañero. Incluso llegó a
comentar a Max que la manada estaba en estado de alerta, al
parecer comenzaban a rondar cazadores en Virginia. Ellos
siempre han sido un problema para el mundo sobrenatural. Max
se estremecía ante la idea de ser encontrado por algún cazador
pues debido a ello es que habían huido del lugar donde había
crecido junto a sus padres.
Caía la noche cuando Colton apareció dándole una enorme
sonrisa. ―Amor debes vestirte, vamos a ir una fiesta esta noche
con toda la manada. Va hacer en el bosque.
Max le observó un poco horrorizado donde sus manos
comenzaron a temblar. ―Colton no quiero ir… prefiero
quedarme en casa contigo.
―Amor, ya hemos hablado de ello, nada te va suceder si
estás conmigo, además soy un Alfa, los lobos en este lugar me
respetan, nadie se atrevería a meterse contigo.
Max tragó grueso queriendo salir corriendo, pero solo
asintió con mucho miedo. Colton se acercó cuidadosamente
para abrazarle y decirle:
―Tranquilo, estarás bien, imagínate que solo será un
paseo, estoy seguro que tu conejito le gustaría oler un poco de
aire libre.
Max se dirigió al baño tomando una ducha rápida, al igual
que Colton y se colocó una franela blanca con una chaqueta de
cuero negro, unos vaqueros nuevos con sus botas. Colton usaba
una playera de color negro con unos vaqueros desgatados y sus
botas.
Colton tomó a su chico por el hombro y salieron de aquel
lugar. Max observó cómo se habían montado en el auto de
Adams, por ser el segundo al mando, tenía los mismos
privilegios que el Alfa, sin ser quien tomé las decisiones de la
manada. Chris no se cansó de hablar con Max pero aquello no le
molestaba al contrario le agrada el joven Lince.
Llegaron hasta lo más profundo del bosque donde había
gran cantidad de autos, se escuchaba una estruendosa música,
así como risas y muchas conversaciones en el lugar.
Chris toma el brazo de Max y le dice:
―Adams ama las fiestas en los bosques, dice que le
recuerda la primera vez que pudimos hablar bajo la luz de la
luna sin ninguna molestia. Estoy seguro que te encantara Max.
―Espero…
Chris le guiñó un ojo para ir hacia los brazos de su amado,
Colton tomó la mano de su compañero, haciendo ruborizar a
Max pero no la apartó, aún cuando habían personas que les
veían de manera desaprobatoria; habían personas dentro de la
manada que estaban aún bajo las directrices de los Alfas
antiguos. Aquello era una tontería, el llamado de sangre no le
importaba ninguno de tus interés cuando se presentaba lo hacía
y listo ¿Quién podría detenerlo?
Todos bailaban ante dos enormes fogatas, algunos niños
en aquel lugar estaban corriendo de forma descontrolada y las
madres detrás de los pequeños queriendo controlarles, una risa
soltó Max.
Colton le vio y dijo:
―¿Vez? Te dije que no sería tan malo.
Max asintió. ―Creo que tienes razón, quizás solo esté
paranoico.
Colton lo arrastró hasta la multitud solo para que bailara,
con él. Max le vio con un sonrisa en el rostro diciendo:
―¿Los Alfas bailan?
―No pero yo no soy el Alfa de la manada, solo soy un
loba más.
―No eres un lobo más, eres mi pequeño lobo.
―Creo que alguien busca un castigo.
―La diversión no termina aún cuando los momentos de
emparejamiento han cesado.
Max besó a Colton sin miedos mientras seguían bailando.
Colton no era muy buen bailarín pero hacía reír a Max con sus
movimientos improvisados que hacía de manera juguetona.
Max a lo lejos observó cómo Chris peleaba con Adams
solo porque no le invitaba a bailar y éste explicaba que no podía
por ser el Alfa de la manada.
―Que bueno que no eres el Alfa, al menos te diviertes
conmigo.
―Si conejito…
De pronto un disparo se escuchó, seguido de un grito, la
gente comenzó a dispersarse y otros comenzaron a cambiar,
aquel lugar ahora era campo de batalla con tantos disparos, Max
temblaba de miedo. ―¿Colton qué sucede?
―Tranquilo cariño, solo debemos salir de aquí, son
cazadores ―respondió transformándose en un enorme Lobo de
pelaje castaño.
Max se aferró al lomo de su amante, quien comenzó a
correr con furia, un dolor muy fuerte atravesó el brazo de Max,
quien gritó. Colton rugió acelerando sus pasos, luego de unas
horas de trote se detuvieron junto a un lago. Max se aferraba a
su brazo ensangrentado mientras que Colton cambiaba a su
forma humana mostrando su desnudes.
―Max… ¡Déjame ver!
―Estoy bien, solo es una bala.
―Max, puede infectarse, una bala es peligrosa.
Colton reviso la herida y dijo:
―Cariño, necesito quitarte eso, solo debes aguantar un
poco.
Max asiente.
Gritos comenzaron a salir cuando Colton metió sus dedos
sobre la herida, para Max aquello fue una eternidad hasta que la
logró sacar. ―Esos hijos de perra, sabían que trataban con
lobos, era una bala de plata. Lamento todo esto Max, te dije que
te protegería y a cambio has recibido un disparo.
―Calla, deja de culparte, no eres culpable, porque mejor
no me das de tu sangre Alfa para curarme mucho más rápido.
Colton asiente, se muerde la muñeca y Max comenzó a
chupar su sangre, tenía un sabor entre dulce y oxido.
―¿Cómo te sientes?
―Vaya veo que ha aparecido, eso me contenta, siempre
quise saber que era esto de hablar en nuestras mente.
―Aún no respondes Max.
―Me siento mejor, pero estoy nervioso Max, quiero estar
en casa.
*
Max y Colton pasaron la noche en medio del bosque,
donde Colton debió dormir en su forma de lobo para dar calor a
Max, lo cual él agradeció, al día siguiente, se levantaron a penas
la luz del sol comenzó aparecer. Colton logró cazar un jabalí el
cual cocinaron, al terminar se apresuraron en retomar su
camino. Pasaron alrededor de toda la mañana trotando, no fue
hasta al caer la tarde que habían llegado a la entrada del
edificio, donde Colton se desplomó de cansancio.
―¡Colton!
El hombre ahora en su forma humana estaba desmayado
por completo, haciendo temblar a Max mientras gritaba por
ayuda.
Para su sorpresa aparecieron muchos miembros de la
manada, todos palidecieron al verle y lo llevaron hasta la
pequeña ala médica del edificio, detrás de ellos estaba Max con
lágrimas en los ojos y con las manos más descontroladas de lo
normal, si tan solo no hubiera dejado que Colton corriera
durante todo el día encima de él, pensó el chico, luego de unos
minutos de espera donde habían aparecido Chris y Adams al
lugar, el médico salió y dijo:
―Él está bien, es un Alfa muy fuerte, ha corrido durante
todo el día y aún así se ha despertado, solo necesita descansar
más, creo que con un día entero de descanso tendrá fuerzas
suficiente para continuar su rutina.
Max sonrió ante la sorpresa abrazando sin pensar al
médico, el cual se sonrojo por su acto.
―Gracias ―dijo Max con alegría.
Corrió hasta la pequeña habitación donde estaba, este al
verlo no pudo contener una sonrisa. ―Así que mi chico se ha
quedado esperándome.
―No seas tonto ¿Cómo podría irme así? Moriría de la
preocupación.
―Ni se te ocurra morirte, pues más atrás iría yo por ti
―Max sonrió por su ánimo. Colton observando el brazo herido
de Max pregunta ―¿Lo han revisado?
―Si pero me dijeron que has hecho un buen trabajo…
Max es interrumpido por la intromisión de Adams y Chris,
donde el lince dice:
―Vaya el gran Colton es todo un héroe trayendo a su
pareja en sus lomo durante todo el día.
―Y eso que no me viste cazando un jabalí ―respondió
este con una enorme sonrisa.
―Créeme cazar es fácil en comparación a ser el potro de
alguien ―dijo Chris, haciendo fruncir el ceño a Max.
―¿Qué quieres decir? ―preguntó Max.
―No hagas molestar a mi chico Chris ―aseguró Colton.
―Si Chris déjalo, además nada es mejor para nosotros que
cuidar de nuestra pareja. Me alegro que hayan salido de ese
lugar, hubo muchos heridos y perdidas, esos malditos me las
pagaran, todavía no entiendo cómo es que supieron que todos
los que estábamos en la fiesta eran hombres lobo.
―Esos desgraciados usaban balas de plata ―replicó
Colton
*
―La manada entera está en estado de alerta, de ahora en
adelante estaremos patrullando durante las noches y el día con
la finalidad de mantenernos a salvo, odiaría perder a otro
miembro de la manada.
Todos asintieron y luego de un rato Chris y Adams
salieron de la habitación. Durante toda la noche Max se había
quedado para cuidar de su pareja, quien nuevamente había caído
en un profundo sueño.
Eran como las 3 AM de la madrugada cuando Max se
levantó en busca del baño, salió de la habitación, recorrió el
amplio pasillo intentado ubicar la señales que condujeran al
baño, pero no lograba verlas, sin darse cuenta había salido del
ala médica del edificio, visualizó a unos chicos y se dirigió
hasta ello, pensó ¿Qué hacían despierto a estas horas? Pero no le
dio importancia.
―Chicos… ―Ellos le miraron horrorizados como si
fueron encontrados haciendo algo malo. Max se sobresaltó y
continuó―, tranquilos, solo he venido a preguntarles donde me
queda el baño, estoy cuidando a Colton pero no conozco muy
bien el lugar y me he perdido.
―Es por allá. ―Señaló uno de los chicos con ojos
desafiantes, hacia un corredor oscuro.
―Está bien gracias y disculpen la intromisión. ―Sonrió y
caminó hacia la dirección señalada.
En efecto estaba el baño, entro en uno de los cubículos
para descargar el orine presionado de su vejiga, sintiéndose
aliviado desde el momento que comenzó a orinar. Al salir, se
lavó las manos y percibió varios olores, se sobresaltó al mirar de
dónde provenían, eran de siete chicos ahora bien reflejados por
la luz, pero que Max no les detallo bien pues se había perdido
en el olor a peligro que emanaban los chicos, sus ojos oscuros
reclamaban sangre, él podía olerlo.
―¿Qué sucede chicos? ―preguntó Max tartamudeando,
con temblores en sus manos.
―Nada solo quisimos ver al conejito espía.
Max le gustaba que le llamaran conejito, pero solo lo
disfrutaba cuando salía de los labios de Colton. Max no
promulgó ninguna palabra y ahora era la quijada de este que
comenzaba a temblar.
―Veo que tiene miedo ―dijo otro chico.
―Enseñémosle a no meterse donde no le llaman ―dijo un
chico de cabello oscuro.
Los recuerdos de Max, siendo golpeado en el colegio y en
la calle le invadieron. Pero se pronunciaron más cuando el
primer golpe dio directamente sobre el rostro quemando su cara,
se percató que sangre salía de su nariz pero no le dio tiempo
limpiarse pues recibió otro golpe, pero esta vez en el estómago
gritando de dolor, donde automáticamente su cuerpo se curvó
apretando sus brazos sobre la zona, para luego recibir un golpe
directo a su nariz cayendo en el suelo, sabía que al caer en el
suelo todo se volvería peor, eso siempre lo había sabido durante
años, como esperaba comenzaron todos a patearle de forma
brutal donde los hilos de sangre se convirtieron en borbotones
de ella.
Fue un golpe directo al rostro de Max que terminó con su
agonía dejándole desmayado en aquel lugar.
Capítulo 3
El chico rubio salía de la cama directo a la ducha luego de
haber hecho el amor con Kai, cada día que pasaba este amaba el
nuevo rumbo de vida que había tomado.
Sam preparó el desayuno esta vez solo para él, pues sabía
que Kai estaba hambriento, pero no de comida precisamente, así
que tomando una bolsa donante de sangre del refrigerador la
colocó en un plato. Kai apareció besando el rostro de Sam y se
sentó para empezar alimentarse con su bolsa de sangre, Sam
cada vez que veía alimentarse no dejaba de ver el cambio
brusco que ocurría alrededor de sus ojos estos se oscurecían
mostrando más su parte monstruosa, esa imagen para él al
principio había sido terrorífica pero ahora le era normal.
El chico visualizó el puesto donde se sentaba Max y
suspiró.
―Tranquilo, ¿Si quieres vamos a verle esta tarde? ―dijo
Kai sabiendo lo que Sam había pensado.
―¿En serio? ―Una sonrisa apareció en él chico.
―Si… estoy seguro que le gustara verte, a mí el chiquillo
ese también me ha hecho falta.
Sam se acercó y besó a Kai llenando su boca de sangre.
Kai se sobresaltó y le reprendió:
―¡Joder! Sam… sabes que no me gusta que hagas eso,
justamente cuando me alimento, es peligroso, podría saltarte
encima, cuando me alimento tu sabes muy bien que es cuando
mi estado animal aumenta.
―Lo siento, solo se me olvida, pero estoy seguro que no
me lastimarías.
Kai bufó poniendo mala cara.
El timbre comenzó a sonar de manera descontrolada,
haciendo fruncir a los chicos, Sam se levantó bruscamente
interrumpiendo su comida, Kai se levantó desechando la bolsa
sin una gota de sangre, para luego seguir a Sam.
Sam abre con cuidado pero se apresura al ver a un Max
ensangrentado y con el rostro mallugado. El chico lloraba y
temblaba en los brazos de Sam y rápidamente lo adentró al
apartamento. Max estuvo llorando por quizás más de una hora
todavía envuelto en los brazos de Sam, Kai fue a buscar agua
para tranquilizar al chico sangriento, mientras decía:
―Tranquilo chico, ya estás bien… estas en casa.
El chico asintió y al ver Kai que estaba más tranquilo le
preguntó:
―¿Qué ha sucedido?
El respiró profundamente y contestó:
―Fueron unos chicos de la manada, me golpearon tanto
que casi me mataron, caí inconsciente por el dolor y me he
despertado en el bosque, he llegado aquí por el olor y no sé
cómo.
Sam miró a Kai con ojos de súplica y este dijo:
―¿Sabe algo Colton de esto?
―¡No! Él jamás lo hubiese permitido pero estaba
durmiendo en la clínica cuando sucedió, fuimos atacado por
cazadores en la fiesta del bosque la noche anterior, por lo que
debimos huir, al día siguiente corrió en su forma lobo durante
todo el día conmigo encima, al llegar este se desmayó por el
cansancio y se estaba recuperando cuando fui atacado por esos
chicos, fue horrible… ―Otro sollozo comenzaba.
Sam llevó al chico para que se lavara, luego de hacerlo
curó sus heridas en la habitación, el cuerpo del chico estaba
moreteado pero no habían fracturadas, la peor parte era su rostro
eso era otra historia, Sam no estaba seguro si por ser cambia
formas no quedarían marcas pero lamentaría si no podía sanar
completamente, el chico es hermoso. Sam le dejó descansar
mientras buscó a Kai para abrazarle.
―Esto ha sido horrible, no creo que el chico quiera estar
de nuevo allá. ¿Has hablado con Adams?
―¡Sí! Están pronto a venir.
Sam asintió.
*
Pasaron alrededor de una hora para que se presentaran
Chris y Adams en la puerta de Sam, este les hizo entrar
rápidamente y Chris muy impaciente pregunta:
―¿Dónde está?
―Está en el cuarto Chris, está muy cansado por que tuvo
que caminar desde el bosque hasta aquí, aun no logro saber,
cómo es que pudo hacerlo así, en tan mal estado ―agregó Sam.
Chris asintió y luego fueron hasta la enorme sala circular.
Kai fue quien contó todo lo sucedido, trayendo rostros de
asombro a Chris y Adams, ellos no podían creer que había sido
la misma manada quien le había hecho eso a la pareja del lobo
con más rango después del Alfa. Chris recordó lo sucedido con
Mika, doliéndole, pues la manada nuevamente estaba
agrediendo por odio.
―Me temo Adams que no dejaremos que Max vuelva a tu
manada, tampoco creo que el chico quiera hacerlo.
―Lo entiendo, pero es algo que él debe decidir, no
ustedes, además recuerden que es Colton su pareja y las
decisiones deben ser de ambos ―respondió el Alfa
tranquilamente.
―No me importa si Colton es su pareja, Max es un niño y
para tu información fuiste tú quien lo trajo aquí para que le
diéramos protección y eso es lo que vamos hacer, ahora solo
puedo ver que Colton no es lo suficientemente bueno para
protegerlo ―espetó elevando la voz y con obstinación Sam.
Kai colocó un brazo en el hombro del chico para que se
calamara y lo mismo hizo Chris con Adams al ver su mandíbula
apretada.
―Sam… no ha sido culpa de Colton, él sencillamente no
estaba en condiciones para protegerlo, porque de estarlo estoy
seguro que daría su vida por ello, así son los lobos ―dijo
suavemente Chris.
Sam bajó el rostro suavizando sus puños. Adams agregó:
―Déjame ver al chico, lo despertaré un momento y le daré
de mi sangre, la sangre de un Alfa le ayudará a sanar muy
rápido.
―Ve, mi sangre le hubiese curado instantáneamente sino
fuera porque es un Shifter, eso sería un veneno para él, necesita
de un Alfa.
Adams asintió y fue hasta la habitación señalada por Sam.
Luego de unos minutos este apareció con un rostro serio
en el rostro y dijo:
―Debemos irnos Chris…
―¿Qué sucede? ―dijo el Lince.
―Quien haya hecho esto, lo va a pagar, pues esos golpes
solo indican odio y rencor. No voy a tolerar eso en mi manada y
solo espero que no sean por los motivos que estoy pensando.
―¿Cuáles? ―preguntó ahora Sam asustado.
―Porque el chico sea pareja de un macho…
Sam se llevó la mano a la boca, Chris le abrazó para
despedirse mientras Kai los condujo hasta la salida. El chico se
agarró la cabeza, un dolor comenzaba a formarse y su amante
solo se acercó para cargarle y llevarle hasta su cama, ahora le
correspondía a él cuidar de su chico, algo que amaba a Sam
sentirlo tan protector, tan varonil.
*
Al día siguiente Kai se levantó muy temprano al escuchar
la televisión encendida, Sam seguía durmiendo como un niño,
una imagen que amaba ver Kai pues lo hacía tan vulnerable.
Caminó por el largo pasillo hasta la sala circular del inmenso
apartamento, Kai a veces pensaba que cabía una manada
pequeña completa en su hogar, al llegar observó al chico
comprobando que en efecto la sangre de Adams había
funcionado, pues la inflamación estaba menos marcada y una
sonrisa del chico le hizo saber que se encontraba mejor.
Se acercó con confianza al chico colocando un brazo sobre
sus hombros y este le sonrió. ―¿Cómo te sientes?
―Digamos que más tranquilo pero estoy preocupado por
Colton.
―Lo entiendo, él vendrá no te preocupes, pero lo
importante ahorita eres tú, sé que durante tu vida has sufrido
muchos abusos de parte de aquellos que se creen más fuerte que
otros, lo que te ha pasado es algo que remueve los demonios
más oscuros en tu vida, pero quiero decirte algo… ―Kai
recordó los abusos de Sam, algo por lo que ellos se
identificaban, siendo la misma razón por la que Sam quería
proteger al chico, no quería que su vida fuera igual a la que él
tuvo― …Ellos se equivocan pues fuertes son aquellos que aún
cuando han sufrido pérdidas, han sido golpeados, les es
imposible ser derrotados y creo que eres uno de ellos, solo
mírate y entenderás, eres un luchador y has vencido a muchas
tormentas como para que un grupo de perros falderos te
derroten, para mí eres un “Súper Rabbit”.
Una risita soltó el chico dándole una imagen muy tierna a
Kai, cuando de pronto Sam se colocó en el otro espacio de Max
dejando al chico en medio de ellos envolviéndolo como unos
padres. Sam besa a Max en la mejilla y luego une sus labios con
los de Kai de forma rápida.
―Ustedes sí que hacen muy bien el papel de padres.
Aquello sonrojó a Sam.
Unos Golpes muy fuertes hicieron levantar bruscamente a
los tres chicos quienes veían la serie “El diario de un vampiro”
Sam y Max temblaron ante el estruendo y Kai solo frunció el
ceño.
―¡Max! Abre la puerta… ―gritó alguien detrás de la
puerta.
―Es Colton… lo sé ―dijo temblando Max.
Kai camino hasta la puerta y dijo con voz muy fuerte:
―Voy a abrir Colton, pero necesito que estés tranquilo
tienes asustado a Max y a Sam.
No hubo respuesta, pero Kai pudo escuchar como la
respiración de Colton comenzaba a normalizarse. Kai abrió y
ahí estaba el hombre completamente desnudo, seguramente este
había cambiado para llegar lo más rápido posible a este lugar.
―¡Joder! Colton ¿Cómo te dejaron pasar así?
―Use la salida de emergencia por eso nadie me vio, no
soy tan idiota Kai… déjame verle.
Kai asintió, permitiéndole entrar. El cuerpo de Max se
estremeció junto a Sam al verle, tenía miedo de su reacción pues
Colton estaba furioso.
―No vayas a gritarle Colton…
Él asintió. Se agachó hasta encontrar la mirada del chico y
dijo:
―Solo quiero que hablemos, necesito que me cuentes
todo.
Sam asintió y tomándole de la mano lo llevo hasta su
cuarto.
Estando ahí, Max se sentó en la orilla de la cama en
silencio y con el rostro bajo, Colton le miró asustado y con
mucho dolor, pero no impidió que este se colocara junto a él y
dijera:
―Cuéntame todo conejito…
Max suspiró y seguido de eso se echó a llorar, en Colton
se había formado un nudo en su garganta mientras reprimía unas
lágrimas, odiaba ver a su chico así, especialmente con esos
moretones, quien lo había hecho lo iba a pagar…
Max terminó contándole todo a Colton, este solo
controlaba los impulsos de su ira que carcomía sus huesos,
quería matar a esos desgraciados, su propia manada era quien
había hecho esto a su compañero.
―Perdóname bebé… debí protegerte y me odio por ello,
soy demasiado débil pues me quedé dormido.
―No eres débil Colton, no digas eso, no fue tu culpa pues
me habías protegido de los cazadores, te agotaste ese día por mi
culpa debí transformarme y correr contigo no encima de ti.
―Estabas lastimado Max, no podías hacerlo y en tu forma
animal te curas mucho más lento, tú no tienes la culpa soy tu
compañero y mi trabajo es cuidarte.
―Pero yo también lo soy y también debo cuidarte, es por
ello que estuve tranquilo cuando despertaste, me moriría si te
pierdo Colton.
Colton abrazó el chico presionándolo contra su pecho.
―Te amo conejito.
―Yo también te amo Alfa.
―Bueno conejito ahora solo quiero tenerte conmigo en mi
habitación, prometo que vamos a acabar con esos desgraciados,
solo necesito que los reconozcas para hacerlo. Vayamos a
casa…
―No iré…
Aquello hizo erizar la piel de Colton. ―¿A qué te refieres
Max? ―Sus manos comenzaban a temblar.
―No voy a vivir nuevamente ahí, me quedaré aquí con
Sam y Kai, te dije que odio estar entre depredadores y en verdad
intenté hacerlo, pero todavía hay personas ahí que odian el tipo
de relación que tenemos, yo no quiero vivir con más miedo.
Colton le miró confundido, todavía procesaba las palabras
del chico, no le estaba rechazando pero él era un Housand debía
estar con la manada. Suspiró y con una sonrisa calmada dijo:
―Esta bien conejito, te comprendo perfectamente, es mi
culpa que quieras hacer eso, en principio fui yo quien insistió en
hacerte vivir allá conmigo, hablaré con Adams sobre mi
renuncia a la manada, viviré como un Omega de ahora en
adelante.
Max abrió los ojos sorprendido y se apresuró a responder:
―No amor, no es eso lo que deseo, en verdad lamento
mucho esto, si quieres podemos vernos todos los días y quizás
hayan noches donde duerma contigo en un hotel y otros no…
Fue interrumpido por Colton colocando un dedo sobre los
labios del chico.
―No quiero algunas noches, quiero todas las noches
contigo, moriría no tenerte entre mis brazos cada día, esto lo
hago por ti y por mí, solo quiero estar con mi hermoso conejo,
así que no intentes detenerme porque ya he tomado la decisión.
Max asintió un poco triste porque sabía lo que eso
significaba para un lobo, alzándose besó a su compañero y
sintiendo ambos sus erecciones se separaron y él dijo:
―Espérame aquí…
Colton asintió. Max salió de la habitación y en minutos
entró con ropas para él, eran de Kai pues Colton olía su olor
emanar de las ropas. El arrugo la nariz y Max le dijo:
―Sí sé que no te gusta el olor, a mí tampoco pues a decir
verdad prefiero que huelas a mí pero no puedes ir por la calle
así desnudo, así que póntela.
Al salir se encontraron en la sala con un Sam muerto de
miedo mientras Kai le abrazaba, este al ver a Max corrió hasta
él y le abrazó.
―Si no fueras el compañero de Kai, me enojaría mucho lo
que acabas de hacer. ―Chistó Colton achinando sus ojos.
―No seas idiota Colton, lo veo con ojos muy diferentes a
los que usualmente tú lo vez…
Max soltó una risita y Colton solo se sonrojó.
Kai se acercó al hombre y lo llevó lejos de los chicos con
mirada inquietante. Max le miró extrañado y preocupado, Sam
le miró y le dijo:
―Tranquilo, Kai solo va a darle una propuesta, recuerda
que es un vampiro y logró escuchar todo lo que dijeron en el
cuarto… no lo hizo para espiarlo solo para protegerte si era
necesario.
―Colton jamás me haría algo malo.
―Lo sé… ―dijo Sam avergonzado―, pero Kai insistió…
lo lamento.
Max asintió con una respiración profunda y al cabo de
unos minutos aparecieron los dos hombres, Kai tenía una
enorme sonrisa y Colton solo tenía un rostro preocupado.
―¿Qué sucede amor? ―preguntó Max observándole
mientras se dirigía a abrazarle.
―El Alfa ha aceptado ―dijo Kai con entusiasmo, Sam
sonrió y dijo:
―Gracias Alfa.
Max estaba confundido, levantó su rostro para encontrar
los ojos de Colton y preguntó:
―¿Por qué te han llamado Alfa? ¿Qué sucede Colton?
Colton suspiró y respondió:
―Ellos me han propuesto formar una nueva manada
donde yo seré el Alfa, en principio no he querido pero Kai me
ha convencido y he aceptado.
Max le miró con una amplia sonrisa para luego fruncir el
ceño y terminar con una expresión de confusión. ―¿Cómo es
eso posible? Necesitarás más lobos para que eso suceda.
―En realidad no es tan necesario, la fuerza de un Alfa
crece no solo por el número de los miembros sino la fuerza de
ellos, es un lazo que se crea desde que todos reconocen a su
Alfa, en este caso mi manada sería un vampiro original, un
humano y un conejito. ¿No es buena idea? ―Terminó con una
mueca torcida.
Aquello causó gracia a Max pero entendió todo, ahora su
familia adoptada era parte de la manada, al parecer a Kai no le
importaba someterse a los mandatos de Colton y todo esto era
por causa del chico, Sam y Kai le querían como si fueran sus
padres y eso agradaba a Max.
Capítulo 4
Las vacaciones habían pasado como un rayo, Colton debía
llevar a Max al primer día del colegio, a partir de ahora para el
chico solo quedaban dos años para terminar el instituto y poder
ir a la universidad si lo deseaba. Colton con la ayuda de Kai
habían comprado todo el edificio donde se hospedaban, había
sido una millonada pero para sorpresa de todos ellos, Kai y
Colton eran millonarios, Kai había reunido por siglos mucho
dinero a lo largo de sus miles de años, mientras que Colton
había reunido mucho por ser simplemente el segundo al mando
en la manada Housand, Kai se había convertido en el segundo al
mando, dándole risas a Max y Sam cuando ellos le habían
reunido para anunciar la noticia pues la manada solo contaba
con cuatro integrantes y era obvio que Kai sería el segundo al
mando, pues un humano y un conejo no sería tan bueno en esa
tarea protectora.
Colton miraba a Max con una amplia sonrisa en su rostro
mientras él entraba en el auto. ―¿Qué? ―dijo el chico
nervioso.
―Nada solo bésame. ―Colton se acercó al chico y le
beso―. Quédate tranquilo todo saldrá bien, vas a hacer el chico
más hermoso del instituto… pero no dejes que nadie se te
acerque o le arrancaré la cabeza.
Max soltó una risita para luego plantar un beso en la
mejilla de Colton.
Llegaron al colegio, Max estaba que moría de los nervios
pero se tranquilizaba al saber que no era el mismo colegio
Shifters de su hogar, aquí no recibiría golpizas y si algo sucedía,
no dudaría en hablar con Colton, aunque él no creía que fuera
necesario pues los seres humanos no eran más fuerte incluso
para los Shifters más débiles. Salió del auto, Max observó como
muchas miradas se dirigían hacia él y hacia Colton
especialmente, era natural que los humanos se sientan atraídos a
los seres sobrenaturales, era una forma de como ellos cazaban a
sus presas, pero esta regla solo era para los depredadores para
las clases como de la de Max si dependían de la belleza natural
de ellos, no para atraer presas sino a depredadores, algo que
odiaba Max pues no entendía cómo es que ellos debían morir
por los depredadores así como así.
Comenzó a caminar pero Max se detuvo al ver algo
aterrador, en la entrada del colegio estaban aquellos chicos, los
mismos que le habían golpeado, unos mano sintió este en su
hombro girándose hacia a Colton quien le miraba con
preocupación. ―¿Qué sucede? Puedo notar miedo en ti.
Colton miró hacia aquellos chicos que al verle se
adentraron al colegio, pero logró reconocerles, todos ellos eran
parte de la manada, el terror en el rostro de Max solo le indicó
al hombre que ellos habían sido los desgraciados que habían
atacado a su compañero.
―Son ellos ¿Cierto?
Max asintió y dijo:
―No quiero ir… pero no puedo faltar el primer día.
―Tranquilo amor, lo entiendo, si quieres voy a quedarme
aquí hasta que salgas.
―No quiero quitar tu tiempo Colton.
―No quitarás nada, además tengo un asunto pendiente
con esos chicos, no podré estar tranquilo en casa si sé que ellos
están aquí. ―Colton apretó los puños al terminar con su frase.
Max asintió y tomando el poco de valor que tenía caminó
hasta el edificio. Al llegar a la dirección no tardó mucho en
recibir su horario y la clave de su casillero, fue hasta él para
guardar sus cosas y luego dirigirse a su primera clase,
matemáticas. Al entrar Max lo primero que hizo fue supervisar
si compartía clase con los agresores, al no verles no dudó en
sentarse en uno de los mesones de adelante.
La clase había sido lo menos que hubiera esperado Max, el
creía que sería aburrido, pero no, se había divertido con el Sr.
Murphy, el viejo sí que sabía dar una clase muy divertida sobre
límites y derivadas, ahora debía dirigirse a la literatura y como
la misma acción de hace un rato, se percató primero en ver si los
chicos lobos estaban pero nuevamente no les vio, sus sentidos
los había agudizado especialmente el de su olfato pues si sentía
que los chicos se acercaban no dudaría en un huir de aquel
lugar.
La mañana transcurrió para Max más rápido de lo que
pensaba, y lo mejor para él es que en ningún momento se había
topado con los chicos, salía del edificio sonriendo al ver que
Colton había cumplido su promesa, su auto estaba ahí sin
embargo, su olfato no lo identificó dentro del auto, había salido.
Max comenzó a mirar hacia todos lados intentando captar
el olor de Colton pero no daba con él. Comenzaron a sudar sus
manos cuando varios olores golpearon en él, Max se volvió al
sentir una mano en su hombro y eran ellos, le miraban con una
sonrisa curiosa y uno de ellos dijo:
―Si tenemos aquí al chiquillo.
―Déjenme en paz ―tartamudeó Max con miedo.
―Si estas que mueres solo con vernos conejo, sí que eres
gracioso ―dijo otro chico.
―Creo que nos divertiremos este año con el chiquillo
―respondió el primero en hablar.
―Divertirse… es una buena palabra para mí ahora que sé
quiénes son los chicos malos que habían tocado a mi
compañero… ―La voz se escuchaba detrás de ellos. Max
desvió la mirada y era Colton quien lo había dicho.
Los chicos emblanquecieron al verle. Colton tenía una
mirada asesina que Max jamás había visto. Sin verlo venir
Colton golpeó a dos de ellos haciéndoles caer al suelo con un
montón de sangre en el rostro, tomó a otro chico por el borde de
la camisa al intentar huir y con otro movimiento brusco hizo
chocar las caras de dos chicos para terminar de golpear al resto
faltante, todos ellos estaban en el suelo ahora con un pozo de
sangre, había sed de sangre en los ojos de Colton pero fue
detenido por Max tomando su brazo. ―Por favor déjales, ya es
suficiente no quiero que les mate.
―Pero Max… ellos te hicieron daños deberías arrancarle
el cuello.
―No por favor no quiero que manches tus manos,
agradezco que quieras protegerme, pero estoy seguro que ellos
ya han entendido.
―Los dejare solo si me explican por qué lo hicieron y
dependiendo de sus respuesta veré que hago con ellos .
Colton levantó bruscamente a uno de los chicos con la
cara ensangrentada y preguntó:
―Ahora explícame tú por qué golpearon a Max dejándole
casi muerto en medio del bosque.
El chico estaba ahora llorando cuando comenzó a hablar.
―Íbamos a salir del edificio para correr, pues recientemente ha
aparecido nuestro lobo y como estamos en estado de alertas por
los cazadores, no se nos deja correr, fue entonces cuando él
apareció y pensamos que hablaría y le golpeamos para que
callara pero no supimos moderar nuestra fuerza y al verlo casi
muerto nos invadió el miedo y le dejamos en el bosque,
lamentamos mucho haberlo hecho.
Colton iba a matar a esos desgraciados, levantó el puño
para acabar con la vida del chico, cuando Max tomó su brazo,
sus ojos suplicantes hacían derretir a Colton, él es tan bueno que
no quiere que lastimen a los chicos, respiró con dificultad y
terminó diciendo:
―Será mejor que se vayan, no quiero verles cerca de Max
y ni crean que se salvaran de todo esto, hablaré con Adams y él
será el que tome la decisión respecto al castigo que se merecen.
Soltando al chico todos se levantaron y comenzaron a
correr muy asustado, tomó la muñeca de Max metiéndolo en el
auto para luego continuar en la carretera. Max tenía el rostro
triste y Colton comenzaba a enfurecerse.
―Max cambia esa cara si no quieres hacerme explotar,
odio verte así, odio que no me dejaras matar a esos desgraciados
y maldita sea odio que me mires así. ―Esto último lo gritó.
Max comenzaba a temblar y aún con el rostro en sus pies
dijo:
―Lo siento, solo que jamás había visto esa mirada en ti,
era la misma de esos chicos cuando me golpearon.
―Lo lamento Max, pero soy un depredador al igual que
esos chicos y tú lo sabes, esa también es parte de mi naturaleza
y lo haría con quien se atreva a simplemente tocarte y ellos se
pasaron de la raya contigo.
Max relajó los músculos, él sabía que Colton tenía razón
pero no se arrepentía de haber impedido que matara a esos
chicos, de haberlo hecho le había causado mucho más dolor. Sin
pensarlo Max tocó el brazo de Colton el cual se tensó ante el
toque de este, luego se relajó pero siempre mirando al frente de
la carretera, Max se acercó aún más y besó su brazo con mucha
pasión, Colton gruñó y colocándose a un lado de la carretera se
estacionó, aquello le aceleró, pues rápidamente Colton inclinó el
asiento de éste hacia atrás donde comenzó a besarle, Max
respondió a sus besos bruscos como si intentara marcarle con
ellos. ―Eres mío conejito, nadie puede tocarte solo yo.
Max emitió un gemido al sentir como Colton bajó sus
pantalones y volteándole con facilidad le hizo exponer sus
nalgas, Colton bajo hasta ella besando desde la espalda del
chico y al llegar a su redondo culo, no dudó en separar los
cachetes para observar el hermoso circulo de placer, se dirigió
hasta él lamiéndolo con fuerza haciendo gritar a Max. ―Entra
Colton te lo pido.
―Claro conejito, te voy a dar lo que me pidas y más si me
ruegas así.
Sin pensarlo mucho Colton bajó sus pantalones
deteniéndolos hasta sus rodillas, uso un poco de saliva para
lubricar el culo del chico y con su propio liquido pre–seminal
ahora burbujeando en su cabeza presionó sobre la entrada del
chico enterrando todo su miembro sin contemplación. Max
chilló de dolor. ―Lo siento bebé pero estoy muy excitado.
―Solo muévete Colton si no quieres que haga el trabajo
por ti.
―Por eso es que te amo, los conejos son más hombre por
aguantar las grandes vergas de los lobos.
Soltó un Gruñido y comenzó a embestir fuertemente a
Max, él por ser un shifters conejo tenía un impulso sexual
mucho mayor que muchos de los cambia formas, es por ello que
habían sitios donde buscaban a conejos para prostituirles, tenían
la capacidad de aguantar mucho a diferencia de otros. Los
gemidos de ambos se hacían más fuerte por cada golpe brusco y
la velocidad con que se movían, fue gracias a ellos que pudieron
hacerlo dos veces más luego de haber eyaculado.
El auto olía a ellos en todo su esplendor, haberlo hecho en
el auto hizo que Colton y él se relajaran aún más y al llegar al
edificio ahora casi abandonado pues solo habitaban los cuatros
miembros de la manada, donde Kai y Sam vivían en uno de los
apartamentos cerca de ellos pero no juntos para tener
privacidad, no dudaron en repetir lo que habían comenzado,
Colton amaba a Max pues le dejaba exhausto por completo
cuando hacían el amor, él chico era casi insaciable y él lo
saciaría así tuviese que morir en el intento.
Capítulo 5
El bosque estaba decorado con hermosas flores naturales,
el viento soplaba cálidamente mientras numerosas hojas
danzaba a través de ella, dándole un aspecto mágico y de
ensueños. Chris estaba junto a su madre en los primeros puesto
al igual que Adams; Raina traía consigo un hermoso vestido de
color rosa pastel, que mostraba sus delineadas curvas como toda
una jovencita sin ser vulgar; Chris usaba un traje de color azul y
Adams uno de color blanco, ellos parecían unos dioses griegos,
que a veces llamaban la atención más de la cuenta, Diego estaba
en medio del pasillo esperando a la novia pronto a desposarse,
lucía increíblemente guapo también, vestía un traje de color
vino tinto sangre pareciendo un conde vampírico moderno.
Y si de vampiros había que hablar, toda la fiesta contaba
con ellos, el aquelarre Crew estaba completo; con tan solo dos
lobos Alfas, un Lince, un Conejo, un vampiro original y cuatro
humanos. De luchar esto no sería para nada ventajoso para ellos,
luego de esperar aproximadamente 40 minutos de los cuales
Diego contaba y revisaba el reloj cada 5 segundos, aparece
Allison Fork junto a su padre quien le llevaba hasta el altar, la
chica se veía esplendida los hermosos rayos que se filtraban por
el bosque chocaban con su silueta dándole un aire de ninfa del
bosque, su cabello llameante brillaba más que nunca con una
hermosa sonrisa nerviosa, el vestido era blanco con escote de
corazón del tipo sirena, que le daba elegancia y belleza.
La ceremonia continuó con unos abrumadores votos de
amor, en la cual Raina lloraba ante la felicidad mientras Carl
intentaba tranquilizarla, cuando se dieron el beso que cerraba el
pacto del matrimonio la gente comenzó a gritar y aplaudir,
dándole buenos deseos, una lagrima no se contuvo del rostro de
Chris, haciendo que Adams le observara un poco confundido
para luego limpiar su lagrima y sonreírle, se acercó al oído de
este y susurró:
―Te amo Chris Fork.
Chris se estremeció antes sus palabras y besó su mejilla
para luego sonreír. La fiesta se había realizado en la hermosa
mansión de los Crew, era algo muy elegante y único, poseía el
mismo aspecto lujoso del edificio de la manada Housand pero
su exterior era mucho más bonito; Sam, Max y Chris bebían
mientras Colton, Adams, Kai y Diego conversaban en una de las
hermosas columnas griegas; Allison estaba siendo abatida con
regalos y felicitaciones y solo cuando consiguió un aire se
encaminó hacia los chicos.
Sam se le lanzó literalmente encima, seguido de Max para
luego Daniel abrazarle y levantarle. ―Eres la esposa más
perfecta y bella que hay
―¡Gracias Chris! Pero creo que te equivocas, no ves la
belleza sobrehumana que tienen todos los familiares de Diego,
es increíble que existan personas con tan buen aspecto ―espetó
ella.
Max le lanza un guiño y agregó:
―Eso solo lo dices solo porque eres humana y tienes un
efecto para ser atraídas por todos esos depredadores, pero
créeme cuando te conviertan, serás muchos más bella de lo que
crees y Diego tendrá que cuidar aún más de ti.
Aquello sonrojó a Allison pues sabían todo lo que iba a
sucederle y cuando sería.
―No la asustes Max, pero Allison créeme que lo más
maravilloso es la conexión que ocurre, serán uno solo créeme,
sabrán absolutamente todo de ambos y luego de ello, no habrá
nadie que los separe y ni hablar del poder mental chica
―explica Sam con una sonrisa.
―Sí, creo que tienen razón, a decir verdad, es obvio que
tengo miedo, pero Diego es todo para mí y quiero estar con él
hasta la eternidad… hermanito solo cuídate porque luego que
sea convertida tendremos una carrera por el bosque.
Chris soltó un gruñido ante la idea y dijo:
―No me escucharás, soy excelente cazador.
―Ya lo veremos… ―dijo la chica en llamas.
*
La celebración continuó hasta la noche, Max y Colton se
habían ido temprano pues el chico tenía clases al día siguiente,
Sam estaba triste pues no logró observar a su amiga Carla pues
se había enterado que Robín la había llevado de viajes, debía
esperar a Kai, quien tenía toda la atención del Aquelarre por ser
un original, él representaba la figura más importante del lugar
mientras que Adams y Chris los peores, pero había respeto pues
sabían que eran familia de la esposa.
La sorpresa para todos era el hecho de ver a Laura, quien
llevaba el control pleno del aquelarre, estaba realizando una
muy buena tarea en cuanto a ordenes se trataba.
*
La noche había pasado más rápido de lo que Allison
esperaba, el corazón de la chica corría ante el nerviosismo,
estaba en el baño mientras enjuagaba su cara luego de haber
tomado una ducha, pero era el momento en el que su vida
cambiaría para siempre, su nerviosismo no era por la relación
sexual con Diego, pues aunque nunca había llegado a la
penetración por miedo de el mismo Diego, su intranquilidad se
daba al convertirse en una vampira. La cual según Diego, al
despertar tienen un apetito voraz por lo cual ellos ayudarían a la
chica para no acabar con la vida de nadie, era justamente a eso a
lo que ella temía.
―Allison ¿Estás bien? Logró escuchar tu corazón cariño,
no tiene porque ser hoy ―dijo el chico detrás de la puerta.
Allison la abrió con el rostro bajo y respondió:
―No… yo… quiero que sea hoy, solo tengo un poco de
miedo de que pueda lastimar a alguien luego de que todo
suceda.
Una amplia sonrisa apareció en el rostro de Diego y
respondió:
―No tienes por qué preocuparte, yo voy a cuidarte, no te
dejaré ni un segundo.
Ella asiente y sale del cuarto de baño, la sonrisa de Diego
era hambrienta y ella se ruboriza un poco, sin pensarlo él
comienza a acariciarla mientras Allison se llena de placer por el
tacto…
*
Un estruendo se escucha mientras miles de vidrios eran
rotos, fuera de la mansión se escuchaban gritos y suplicas;
cuando la enorme puerta se abre un vampiro del aquelarre esta
en medio y de pronto cae en el suelo con un agujero en su
frente, ¡Cazadores! Pensó Chris. El caos llena el lugar y sin
pensarlo Chris corre hacia Adams, estos sin pensarlo suben
atravesando el salón, alejándose de aquel alboroto, pero son
intersectados por más cazadores que provenían por el corredor
que daba hacia la salida de emergencia, conocían el lugar, sin
pensar mucho Adams y Chris se transforman dejando aturdidos
a los cazadores pues no creían que hubieran otros seres apartes
de vampiros en la mansión.
Chris y Adams habían aniquilados a todos ellos,
saboreando el dulce sabor de la sangre, las bestias estaban
siendo saciadas ante la adrenalina que presentaba toda la
situación y por primera vez Chris había asesinado, pero era su
vida o la de ellos, ante ese pensamiento continuo despedazando
cada cazador que observaba y Adams hacía lo mismo, al parecer
los vampiros no estaban siendo ventajosos pues los cazadores
estaban usando balas de madera para su destrucción, si la plata
era mortal para los lobos, la madera era lo mismo para un
vampiro y podía acabar con su vida al ser disparada en el
corazón o el cerebro directamente. Es gracias a esto que Adams
se sentía mucho más confiado pero temeroso de Chris, pero que
al ser su primera batalla ante cazadores lo estaba haciendo muy
bien el joven lince, sí que era poderoso pensó Adams.
*
Sam corría con desespero para estar detrás de unas de las
barras que sostiene la hermosa mansión, se encontraba
escondido viendo como poco a poco el aquelarre Crew se iba
volviendo en cenizas, los vampiros al ser atacados mortalmente
se convertían en piezas grises disecadas, parecían yesos de
muñecos plantados en el suelo, gracias a que las balas son de
madera Kai podía luchar con tranquilidad, él era un original y la
única forma de matarle es cortándole con una daga de diamantes
cada parte de su cuerpo y luego ser quemada, no era tan fácil
asesinarle y las balas de madera no le hacían daño, Kai luchaba
como un gladiador, joder para los ojos de Kai era como un dios
griego, una leve sonrisa aparece en el rostro de Sam cuando de
pronto sus ojos se oscurecen, intentó zafarse pero en segundos
tenía sus manos atadas, gritó, pero el sonido fue ahogado con un
trapo sobre sus labios…
*
―¡Sam…! ―gritó Kai con desespero al ver al chico
siendo raptado, corrió con velocidad, necesitaba alcanzarle
mataría a todos por ellos, pero, de pronto un rugido se escuchó,
Kai se volvía al sonido cuando un golpe lo abalanzó contra una
de las bases de la mansión, se levantó velozmente y observó
como una enorme criatura en dos patas se alzaba hacia él,
¡Licántropos!, Pensó, otro gemido escuchó de Sam quien
atravesaba la puerta principal y Kai nuevamente corrió hacia él,
pero su caída se hizo inminente cuando otro Licántropo lo
arrojó, joder ya eran dos, al parecer los cazadores estaban
repletos de ellos, pues otros rugidos se escucharon, en verdad
ellos querían asesinar al Aquelarre, ya que no solo las balas de
madera y el fuego destruían a un vampiro cualquiera sino
también la mordedura de un Licántropo, sin pensarlo Kai se
arrojó contra la cabeza de la bestia con un salto y sin dudar le
partió el cuello, así hizo con el segundo y luego el tercero,
mientras lo hacía corría hacía fuera de la mansión buscando a
Sam pero no estaba, no había rastro de él, inclusive su olor
había desaparecido.
―¡Sam! ―gritó más de una vez.
Kai comenzaba a temblar ante la idea de perderle y de
forma automática destruía con simplicidad a cualquier cazador o
licántropo que se le aparecía en frente, el dolor que sentía por la
pérdida de su chico lo hacía perder la noción de todo.
―Otra vez no Sam… no puedo perderte de nuevo…
―promulgó casi en susurros el vampiro.
―¡Kai…! ―Una voz se escuchaba pero no era suficiente
para sacar del trance a Kai, hasta que una mano se posó en él,
este iba a destruir a quien le había tocado cuando observó que
era Diego.
―Hey cálmate, ¿Qué te ocurre? ¿Y Sam?
Kai le miraba con horror y sin poder contenerlo se
arrodilló y las lágrimas comenzaron a salir. ―Se lo han
llevado… él… yo no he podido protegerle, otra vez.
―Joder Kai, no pienses así, volvamos a la mansión, los
cazadores han caído gracias a Chris, a Adams y a ti. No éramos
lo más indicado en esta batalla de no estar ustedes habrían
acabado con el aquelarre Crew.
Kai asiente y con ayuda de Diego se levanta para caminar
con la mirada perdida.
La mansión de los Crew estaba hecha un Caos, había una
pila de vampiros muertos en medio de la entrada principal,
todos agrupados formando una montaña de ellos, a su alrededor
estaban los otros, algunos con lágrimas en los ojos, siendo
consolados por otros miembros y otros solo estaban con la
mirada perdida, quizás habían acabado con la mitad del
aquelarre, una gran pérdida; Laura lloraba con amargura hasta
que se acercó Diego susurrando a sus oídos:
―Debes ser fuerte Laura, lamento mucho la perdida pero
eres nuestra líder…
Ella asintió.
Como una guerrera amazona se levantó Laura con una
mirada de feroz. Chris y Adams estaban abrazados juntos con
capas sobre sus hombros para ocultar la desnudez causada por la
reciente transformación, dándose besos de consuelo y diciendo
hermosas palabras sobre sus oídos, Adams debía tranquilizar la
bestia de Chris que por ser un reciente cambia-formas aclamaba
más sangre.
Con voz muy dura haciendo que todos le observaran,
habló Laura:
―Esta noche nos han declarado la guerra, quizás jamás
habíamos visto algo tan brutal y tan bien preparado por parte de
ellos, pero, de ahora en adelante cualquier ser sobrenatural que
pise nuestras tierras sin permiso será asesinado, no podemos
confiar en nadie en estos momentos, es por ello que declaro al
aquelarre Crew en estado de alerta y con permiso para matar a
aquellos seres que sin permiso vienen a profanar nuestro lugar.
Hemos sido seres que por cientos de años hemos vividos en
estas tierras y aunque anteriormente existía una disputas eterna
por parte de nuestra raza y la de los lobos, hoy declaro que
nuestra fidelidad será dada a la manada Housand por haber
acabado con valentía nuestro combate, así como nuestra
fidelidad a nuestro antecesor Kai Vilmort, padre de muchos…
Lamento las pérdidas del día de hoy, pero debemos luchar no
solo por nuestra familia sino por aquellos que han caído esta
noche, ahora los cazadores sabrán que sucede si enfadan a un
vampiro.
Nadie aplaudió solo observaron a Laura con entusiasmo,
sed de venganza y fidelidad, algo típico de un vampiro. Ante
aquello Laura se acercó a Adams y le dio su mano a él y a Chris
en señal de compromiso al pacto realizado, ellos tomaron su
mano para luego volverse a Kai.
―¿Dónde está Sam? Kai… ―preguntó Chris asustado.
―Esos malnacidos se lo han llevado, pero juro que los
buscaré y mataré a cada uno sin remedio.
―Tranquilo amigo, lo encontraremos, la manada Housand
te ayudará con ello… ―agregó Adams con confianza.
Kai asintió pero luego escucho decir a Diego detrás de él.
―Igual los Crew… hablaré con Laura para que asigne un
grupo de búsqueda y así encontremos a Sam.
―Gracias ―solo dijo Kai con miedo a que se derrumbara
en ese momento.
¿Cómo iba a llegar Kai hasta la casa sin Sam? ¿Cómo
podría dormir sin el chico a su lado? Kai tenía miedo de su
noche pues sería la peor de todas, no había sido cualquiera que
lo había secuestrado sino los mismos cazadores, que era lo
mismo decir que un demonio visitara tu hogar para jugar
contigo.
*
Kai llegó a su hogar luego de haber hablado con Colton y
Max sobre la situación, este último palideció ante la historia,
gritando desesperado que debían encontrar a Sam, pues su
manada entera había sido mutilada por ellos y era por ello que
huían aquel día de ese lugar, hasta el accidente causado por
Douglas. Colton había calmado al chico, pero Kai se sintió peor,
pues temía por la vida de su chico, sin remedios fue hasta a la
habitación y sentándose en el borde de la cama comenzó a
llorar, se tumbó sobre ella en posición fetal sintiéndose tan
vulnerable, tan roto, tan expuesto; necesitaba a su pareja,
necesitaba a Sam, y como si fuera peor a través de su ventana se
colaba una tormentosa melodía que revolvía sus recuerdos con
mucha más fuerza, la canción era Kiss me de Ed Sheeran.
“Fui hecho para mantener tu cuerpo caliente, pero yo
estoy frío mientras sopla el viento, así que abrázame en tus
brazos, oh no. Tu corazón está contra mi pecho, tus labios
presionando mi cuello, y yo estoy cayéndome por tus ojos, pero
todavía no me conocen, y con esta sensación olvidaré que
ahora estoy enamorado. Bésame como si quisieras ser amada,
quisieras ser amada, quisieras ser amada. Esto se parece a
enamorarse, enamorarse, estamos enamorándonos. Sí, he
estado sintiendo todo, desde el odio al amor, del amor a la
lujuria, de la lujuria a la verdad. Supongo que es así como
(llegué a) conocerte, así que te abrazo fuerte para ayudarte a
rendirte.”
Kai por primera vez quería morir…
Capítulo 6
El sonido de las maquinas, las voces ininteligible, el
ritmo cardiaco de su corazón, es lo que escucha Sam mientras
sus sentidos cobraban vida; su cuerpo está húmedo y una visión
de color verdosa es lo que obtiene a través de sus ojos. Todo su
cuerpo estaba envuelto de algún tipo de líquido que le mantenía
flotando, Sam estiro sus manos hasta su visión y observó como
de ella emanaban pequeñas burbujas, de pronto, su cuerpo
comenzaba a quemar por dentro, quiso gritar pero más burbujas
salieron de la boca y del cuerpo del chico.
Una alarma estremeció el lugar y todos comenzaron a
trabajar para controlar la situación.
―Código 91, repito código 91… ―Se escuchó por todo el
lugar.
Sam comenzó a temblar dentro de aquel lugar y el vidrio
que lo contenía comenzaba a agrietarse hasta destruirse por
completo. Sam cayó sobre los cristales rotos cortándose el
brazo, quiso gritar de dolor pero el tubo en su boca se lo impidió
con dificultad, tomó el tubo con ambas manos y tiró de él,
seguido de eso se había ido en vómitos, tosía ante la
inflamación de su garganta, observó nuevamente su brazo
ensangrentado pero las heridas habían sanado de una forma
sobrenatural, frunció el ceño ante la confusión cuando de pronto
miles de voces golpearon su cabeza, Sam comenzó a gritar de
dolor mientras perdía el equilibrio, todo el lugar comenzaba a
estremecerse, las luces comenzaban a fallar, así como el
constante burbujeo de muchos líquidos dentro del laboratorio.
Fue entonces cuando Sam intentó levantarse que observó a
muchos soldados amenazándoles, el chico supo inmediatamente
que eran cazadores, recordó que había sido secuestrado pero
algo habían hecho con él.
―Detente… no queremos hacerte daño, solo necesitamos
que te tranquilices ―dijo un anciano con batas mientras
extendía sus manos en señal de rendición.
El chico asiente y con voz débil dice:
―¿Qué me han hecho?
―Todo te lo explicaremos, pero necesitamos que te
tranquilices, respira conmigo. ―El anciano comienza a respirar
despacio, acto que copia Sam, bajando la intensidad de las
voces―. Ahora necesito que me dejes acercarme a ti y te
ayudaré con todo el proceso.
Sam asiente, pero sin poder más cae en el suelo
desmayado.
*
El chico comienza a abrir los ojos despacio y al aclararse
su visión observa que está en una especie de un cuarto
psiquiátrico, tenía un camisón de fuerza que casi impedía su
movimiento. Empezaba a sentirse impotente y asustado cuando
se abrió la puerta, por ella entraba aquel hombre que le había
hablado la primera vez, detrás de él estaban dos sujetos
custodiándoles y uno de ellos traía una bandeja de comida que
se la entregó al anciano, este la tomó y se acercó al chico
diciendo:
―Hola Sam… espero te encuentres mucho mejor, te
preguntarás que haces en este lugar y así en las condiciones que
te encuentras, pero solo esto es por precaución, un protocolo de
la empresa, todos temen por lo sucedido anteriormente, ante de
continuar nuestra conversación debo presentarme, me llamo
Cornelius Quickman digamos que soy tu médico, por ahora
necesito que comas esto, debes estar hambriento y agotado,
come y sé que te sentirás mucho mejor.
Sam asintió.
Luego de haber comido con la ayuda de Cornelius, pues
las manos del chico estaban sujetadas, Sam preguntó:
―¿Cómo sabes mi nombre?
―La data no los ha informado, este centro que vez tiene
muy buena tecnología Sam.
―¿Por qué me han secuestrado? Pensé que solo buscaban
seres sobrenaturales, yo soy humano.
―Eso es correcto Sam, veo que sabes mucho de nosotros,
pero no ha sido nuestra culpa, en principio pensábamos que eras
uno de esos seres antinaturales, pero nos equivocamos, al saber
que eras un humano temimos por lo que te hubiera pasado,
nuestra política jamás ha sido lastimar a los humanos, al
contrario queremos salvarlos…
Sam interrumpe a Cornelius, agregando:
―Gracias por el apoyo, pero como has visto ninguno de
ellos me han hecho daño, además creo que si recuerdo muy bien
ustedes no son tan humanos como dicen, habían licántropos con
ustedes.
Una sonrisa torcida aparece en los labios de Cornelius y
con voz muy suave responde:
―Vaya sí que has observado muy bien, bueno, debo
confesar que hemos tenido que forjarnos de ayuda pues a decir
verdad es una locura enfrentarse a seres de su tipo siendo
humano, es por ello que hemos reclutados miembros que
desearan entregar su vida plena en lealtad a la compañía, y eso
es lo que son todos ellos, personas con un gran amor por la
compañía que han dado su vida a servicios de cada uno de
nosotros, así eso dependa convertirse en lo que más odian, es
por eso que te hemos mantenido aquí Sam, queremos que te nos
unas.
Aquello hizo fruncir el ceño a Sam y a negar con la cabeza
mientras sonreía, para luego decir:
―Creo que están equivocados, no me uniré a ustedes para
poder lograr encontrar información, solo quiero volver a mi
hogar y continuar con mi vida normal.
―Creo que tu vida no ha sido tan normal después de todo
Sam, compartir tu vida con vampiros, hombres lobos e incluso
un lince, no es lo que yo llamaría una vida normal.
―Ellos son mis amigos, ni usted ni ninguna compañía
podrán derrotarlos.
El rostro cálido de Cornelius se quebró en ese momento.
―Eres valiente para hablarme así, lo tomaré como
ignorancia, pero verás Sam, lamento informarte que no podrás
irte, necesitamos tu información así debamos sacártela con
torturas, hasta dárnosla.
―Haz lo que quiera no la obtendrás ―dijo Sam
escupiendo el rostro de Cornelius.
Este ríe y limpia su rostro. ―Lamento que esto tuviera
que terminar así… ―Levantando su mano golpea a Sam quien
gime de dolor, Sam tose por el golpe viendo gotas de sangre en
el suelo.
―Debo decirte Sam que no podrás salir de este lugar
nunca, nos perteneces y si algo te preocupa deberías preocuparte
más saber que ya no eres humano, te hemos dejado para realizar
un pequeño experimento, que a decir verdad ha sido hasta los
momentos todo un éxito, ahora solo debemos borrar tus
recuerdos y así poder tenerte a nuestra merced.
Aquello congeló a Sam quien estaba ahora en el suelo, fue
entonces cuando la puerta se cerró, que comprendió aquellas
palabras “El ya no era humano” ¿Qué le habían hecho? Pensó
el chico con mucho temor, ¿Sería ahora un licántropo como
aquellos soldados? Kai moriría al saber que dormiría con un
“chucho” como a veces él llamaba a los lobos, y aunque su los
licántropos y los lobos eran diferentes para él descendían de la
misma especie.
*
Los ojos de Sam quemaban ante la presencia de un enorme
animal nunca antes visto, era un ave de color rojo intenso, sus
ojos eran de un color ámbar tan brillantes que parecían que
desprendían fuego a través de ellos, sus alas estaban extendidas
mostrando la majestuosidad de su ser, así como su belleza, Sam
comenzó a caminar en dirección a aquel enorme ave y se
detiene al escuchar una voz en su mente.
―Hola Sam…
Él chico mira hacia los lados y luego enfoca su mirada en
el ave. ―¿Tu eres quien habla?
―Si.
―¿Pero a través de mi mente?
―Si.
―¿Cómo?
―Soy un ave fénix, durante años he estado descansando
sobre mis cenizas, no había visto la razón de resucitar durante
mucho años, hasta que esos hombres encontraron mis cenizas y
la han unido a toda tu genética.
―¿Qué te han unido a mí?
―Así es, ahora somos uno Sam. Bueno, digamos que
necesitamos ser uno, de lo contrario ambos moriremos Sam,
pero a diferencia de ti, siempre resucitare.
―Quiere decir que si no me uno a ti, ¿Moriré?.
―Si Sam, mi poder jamás sería controlado por un simple
humano, al menos, que yo lo desee y para tu suerte, quiero estar
contigo.
―¿Por qué?
―Al insertarme en tu cuerpo he visto toda tu vida por
completo, has sufrido mucho mi pequeño humano, jamás había
visto tanta desgracia en una vida y quiero ayudarte, además,
necesita de mí para poder salir de este lugar, si quieres ver a Kai
y a Max nuevamente.
―¿Conoces a Kai y a Max?
―Si, están esparcidos en tus recuerdos mi querido
humano, déjame ayudarte Sam, nunca he hecho una unión
humana, pero sé que voy a hacerte de gran ayuda, te daré
nuevas habilidades y digamos que de cierta manera la
inmortalidad pues siempre renaceremos de nuestras cenizas, tú
siempre has sido un fénix Sam, durante tus años de sufrimientos
siempre encontrabas personas que te hacían salir de todas tus
cenizas y mírate ahora has renacido.
Sam comenzaba a llorar recordando su pasado y dijo:
―¿Qué debo hacer?
―Solo tócame Sam.
Sam asintió y caminó hasta el ave, sus manos temblaban
pero al tocar al fénix, una enorme energía sintió en su ser, el
sonido del ave inundó la imagen de su mente y enormes llamas
lo rodearon hasta sentir toda la fuerza del fénix en su ser.
Sam abrió los ojos del suelo, sonrió ante la nueva
sensación de su cuerpo y con mucha determinación, hizo que las
correas que le sujetaban, se abrieran, se quitó el camisón,
viendo que estaba completamente desnudo, se acercó a la puerta
y solo con pensar en que se abriera esta lo hizo, el chico sonrió
ante aquello y se apresuró a salir.
Una alarma resonó nuevamente por todo el lugar como la
primera vez, se encontraba en un pasillo alargado y caminó por
instinto hacia su izquierda, era como si sabía a donde ir, un
montón de soldados salieron en su dirección apuntándole y
escuchó un grito.
―¡Alto o disparamos!
Sam sonrió ante la amenaza y sin contemplación
comenzaron los disparos, Sam se detuvo y observaba como cada
bala enviada se detenía en frente de él sin tocarle. Todos le
miraban horrorizados y él haciendo un simple movimiento con
su mano vio como cada uno de ellos había sido presionado
contra las paredes sin poder moverse, algunos chillaban de dolor
pero Sam les ignoró. Los pasillos eran despejados por parte de
Sam con mucha facilidad, era magnifico el poder que el chico
ahora estaba sintiendo, llegó a la sala principal donde se había
desmayado y todos le miraban atónitos, excepto Cornelius quien
le miraba con admiración.
―¡Señores! He ahí mi creación, les presento al fénix, una
de las criaturas más fuerte que ha existido en este mundo, con él
derrotaremos a toda cosa antinatural de este mundo ―gritó
Cornelius, seguido de unos fuertes aplausos.
―Te destruiré malnacido ―Envió esas palabras a la
mente del científico por telepatía.
Sam sonreía al ver la expresión ahora de horror en
Cornelius. ―¡Defensa 101! ―gritó mientras presionaba un
botón de la pared.
De pronto de la nada aparecieron unas armas en todas las
paredes de la sala enviado descargas eléctricas al cuerpo de
Sam, este gritó ante el dolor.
―¡Basta! ―gritaba Sam―. Por favor basta…
Las carcajadas de cada persona en el lugar resonaban en la
mente de Sam, todos se burlaban del chico, Sam recordó las
burlas de su padre y sus hermanos cuando era abusado y sin
poder más, expulsó su poder.
Una enorme ave de fuego cubría el cuerpo de Sam,
haciéndole ahora volar, sus alas eran inmensas al igual que todo
su cuerpo llameante, sus sentidos estaban intensificados, tanto
que podía ver los pensamientos más profundos de cada uno de
ellos, encontrado la oscuridad sobre sus vidas.
―Ustedes han jugado con lo no conocían, su maldad le ha
hecho creer que son dueños del mundo, pero ahora deberán
pagar por ello con el fuego del fénix ―Al decir aquello, una
enorme explosión destruyó toda la base.
*
Sam caminaba por el bosque desnudo, volvió su mirada
hacia la antigua base, observando el enorme cráter que había
dejado sin ninguna prueba de que algo hubiese existido ahí, fue
ahí cuando el chico tuvo miedo, miedo de lo que ahora era, y lo
que era capaz, pero algo si estaba seguro aún no tenía el control
del fénix y fue por ello que por primera vez había matado, no a
una personas sino a ciento de ellas por su ira…
Capítulo 7
Max se encontraba en el inicio de su segunda semana en el
colegio, habían pasado más de siete días desde que no tenían
paradero de Sam, esto le afectaba muchísimo, pues Sam era
parte de su familia, él lo sentía así. En el colegio las cosas para
Max marchaban de maravillas, como había pensado el chico, en
una escuela humana le iba mucho mejor que una llena de
Shifters, y aunque también sabía que en el lugar no solo habían
humanos, sino lobos y vampiros, ninguno se metía con él pues
sabían que pertenecía a la manada “Curt” gracias al verdadero
apellido de Colton; hubo una sorpresa enorme en cuanto a la
manada pues había crecido, pues tres de los chicos que habían
sido expulsado de la manada de los Housand, como castigo por
haber golpeado a Max, habían ido hasta el edificio de Colton,
para pedir perdón y asilo, en principio Colton no lo haría, pero
Max no pudo ante aquello y lo convenció para que les dejara.
Colton había aceptado pero con la condición que debían
proteger a Max en el colegio de quien fuera, ellos aceptaron, es
por ello, que ahora el chico debía estar con ellos siempre. Max
caminaba al cafetín en busca de los chicos y al verles sonríe, en
muy poco tiempo el chico les había querido a todos.
Paul era un chico de cabello un poco largo de color
castaño, ojos claros, con encantadora sonrisa, su piel era blanca
pero bronceada por el sol, muy alto y ejercitado como todos los
hombres lobos, era el más hablador del grupo, para Sam era uno
de lo que más le hacía reír por sus ocurrencias, el otro chico se
llamaba Marcos, un chico de cabello castaño oscuro al igual que
sus ojos, de piel morena con el cuerpo marcado y muy alto, este
chico era el más sensato de los tres o al menos eso era lo que
mostraba, tomaba muy en serio la petición del Alfa en cuanto a
la protección de su compañero. Y por último estaba Gabriel el
chico más pedante y con un carácter muy malhumorado, sus
ojos de color oscuro, su cabello negro peinado le hacía ver
como el típico chico malo, era la sensación del lugar sin
mencionar el muy buen cuerpo que este tenía, aunque respetaba
a Max y a Colton, era el único que aún seguía sin estar cómodo
por la relación de su último Alfa, ni mucho menos, con la de
Colton y Max, aunque respetaba las relaciones le daba asco
pensar en la relación de dos hombres, su malhumor quizás era
por todo ello.
Max se había sentado con los chicos, donde Paul abrazó al
chico seguido de Marcos quien le trajo la comida a Max,
mientras que al saludar a Gabriel este solo le ignoró.
―Oye no seas grosero con el compañero del Alfa ―dijo
Paul con el ceño fruncido.
―No lo soy, solo no quiero hablar en estos momentos y
creo que deben respetar eso ―respondió Gabriel sin ganas.
―Igual debes responder a un saludo, al menos por
educación Gabriel ―acotó esta vez Marcos.
―¡Hey! Tranquilos no ocurre nada, tampoco voy a
mendigar por un saludo menos de quien no se merece el mío…
―respondió Max para luego comenzar a comer.
Gabriel frunció el ceño ante el comentario del chico y
levantándose dijo:
―Creo que debo irme, nos vemos luego chicos,
esperemos que el conejito no se tarde hoy en salir.
Max le mira ahora malhumorado, siempre era lo mismo, le
dejaba ahí y le recalcaba algo que haya hecho mal, joder si no
quería estar con él, hablaría con Colton para que deje a cargo
del trabajo a Paul y Marcos únicamente, pensó el chico. Ambos
chicos se miraron como la muerte hasta que se había marchado
el chico.
―Perdónale Max, él solo es complicado ―dijo Marcos
con una sonrisa nerviosa.
―¿Por qué es así? Es decir, sé que no le gusta mi relación
con Colton pero ninguno de los dos tuvimos opción, solo somos
parejas de sangre y ya… si nuestra pareja de Sangre hubiese
sido una chica igual accederíamos, esto no es cuestión de gusto
es cuestión de una elección por el destino ―explicó Max ahora
obstinado.
―Ahora lo sabemos Max, él solo no lo acepta, además me
encanta que seas la pareja de nuestro Alfa, eres igual de
fascinante que Chris ―agregó Paul.
―Tan fascinante que me golpearon, dejándome casi
muerto, recuerdas ―refunfuñó Max.
―Oye eso es pasado, ahora somos diferentes, estamos
bajo tu disposición eres la pareja de nuestro Alfa y nuestro
salvador pues permitiste que nos aceptaran, nos libraste de una
vida como omegas, lamento que los demás chicos no quisieron
venir ―agregó Paul.
―¿Y por qué Gabriel no se quedó con ellos si tanto
odiaba las relaciones entre hombres? ―preguntó Max.
Marcos suspira y responde:
―Él lo hizo por qué sabía que te lo debía pues jamás
pensó que nuestra ira nos llevaría a hacerte aquello, solo tiene
culpa Max.
Max quedó atónito ante esa declaración y continuó con su
comida.
*
Max estaba en su auto rumbo a la dirección del edificio
Curt, detrás de él le seguían Paul, Marcos y Gabriel cada uno
con una hermosas motos de carrera. Al llegar Max comenzó a
correr al percibir un olor extraño que se extendía en el lugar,
detrás le seguían los tres lobos, su corazón se aceleraba cada vez
más cuando se acercaba al piso de su hogar, el olor era como de
azufre, al abrirse las puertas del ascensor Max vio la puerta del
apartamento de Kai y Sam abierta, sin dudarlo los cuatros
chicos entraron quedando atónitos y confundidos al ver a Colton
y a Kai cerca de una persona, que Max pronto reconoció como
a… ―¡Sam! ―gritó.
―Espera Max… ―dijo Colton, al observar a Max correr
hacia Sam, pero era tarde, este sin pensarlo le abrazó.
Max sintió un fuerte dolor en su cabeza, tanto Max como
Sam gritaron ante sus contactos. Max pudo ver la vida de Sam
por completo, conociendo cada uno de sus recuerdos vividos,
cada abuso sexual que había recibido por su familia, así como
las noches de soledad, los rechazos por su condición, la alegría
que Kai le proporcionaba, así como su amor, y la reciente culpa
por haber asesinado a centenares de personas a causa del poder
del fénix; lo mismo sucedió con Sam, este pudo ver cada detalle
de la vida pasada de Max, cada golpe que había recibido, cada
burla, el día en que sus padres habían muerto, el sentimiento de
soledad, así como la felicidad que sentía a causa de Colton,
cuando cada recuerdo se aquietó, ambos habían caídos
arrodillados mientras lloraban por la conexión emocional de
ellos, Kai intento abrazar a Sam, pero este con solo mirarle lo
arrojó contra la pared impidiéndole que se acercara, Colton
abrazó a Max y este simplemente dijo:
―Sam… lamento todo… saldrás victorioso de todo.
Sam no respondió, solo tenía su mirada perdida a causa
del reciente rechazo que le había proporcionado a Kai, este solo
tenía la mirada baja. ―Solo quiero ayudarte amor… ―dijo al
fin.
―Perdóname Kai, solo no sé controlar todo esto, no
quiero hacerte daño.
―No lo harás. Solo déjame acercarme, por favor, no me
apartes, he tenido unos días miserable desde que te fuiste.
Sam le mira con culpa pero no añade nada. Kai comienza
a acercarse, y al llegar hasta él, le abrazó, Sam comenzó a llorar
desconsoladamente sobre su hombro mientras él lo presionaba
contra su pecho.
*
Sam se había levantado muy temprano, comprobó que
Kai seguía durmiendo, lo cual era muy extraño pues siempre
que este se despertaba, Kai también lo hacía, sin embargo, esta
vez no sucedió así, fue hasta el baño donde se lavó los dientes y
tomó una ducha caliente, al salir observó que Kai ya se había
levantado, este estaba sentado en la cama y al ver al chico, se
acercó hasta él, colocó sus manos sobre sus mejillas y le besó.
―No sabes cuánto te extrañaba Sam.
―Yo también Kai, tuve mucho miedo y aún lo tengo.
Este le sonríe maliciosamente y recorre con sus manos
toda la espalda de Sam hasta llegar a sus glúteos. ―Creo que sé
cómo quitar eso.
―¿Ah, sí? ¿Cómo? ―respondió Sam con una sonrisa
torcida mientras dejó caer la toalla.
Kai se puso duro de inmediato y sin pensarlo dos veces
comenzó a besarlo salvajemente, ambos se sumaron a una
pasión descontrolada, Sam quería verlo en la cama, un grito del
fénix escuchó en su cabeza, al parecer él también estaba
deseoso, con el simple pensamiento Kai fue impulsado hasta la
cama donde no podía moverse.
―¿Sam? ―Tenía una imagen preocupada.
Sam sonrió por su expresión e ignorándole caminó hasta
el, comenzó a besar todo su cuerpo, donde él no podía hacer
nada, solo gemir ante el placer. ―Me gusta verte impotente
―Le dijo Sam con malicia.
―Creo que ya no eres el niñito tierno, Sam.
Sam sonríe y pregunta:
―¿Te gusta?
―No lo sé, creo que necesito más para saber si me gusta.
Sin pensarlo mucho, Sam comenzó a envolver con su boca
el miembro de Kai, este jadeaba del placer y la impotencia de
no poder moverse, luego de unos minutos, Sam le había dejado
para untar lubricante en su entrada, al hacerlo agregando dos
dedos, no dudó en introducirse el miembro de Kai, el fénix
gritó, Sam gimió, Kai le miraba con mucho deseo pero estaba
incapaz de tocarlo.
―Sam, déjame tocarte.
―No mi pequeño vampiro, esta vez tendré el control.
Kai rugió.
Y de pronto Sam comenzó a follarse el mismo con el
miembro de Kai, pero lo hacía levitando, aquello impresionó a
Kai, sin embargo el chico al parecer no se daba cuenta pues
tenía los ojos cerrados mientras disfrutaba del placer, Sam ante
el disfrute no pudo concentrarse más en seguir sujetando a Kai,
por lo que lo soltó, y estaba a punto de llegar a su clímax
máximo, Kai no dudó en acercarlo a su polla para luego hundir
sus dientes en su cuello y beber de su sangre. Una explosión de
Semen ocurrió en Sam derramándola sobre Kai mientras este
inundaba su culo, Kai se había separado con los labios llenos de
sangre, la herida de Sam desapareció en segundos, mostrando
Kai una sonrisa ante lo que veía y luego besó al chico.
―Te amo ―dijo Kai. ―Pero no vuelvas a hacer eso, me
gusta tocarte.
―Está bien, solo debo confesar que me gustó verte
impotente, también te amo Kai.
Capítulo 8
Chris sentía el aire en su rostro mientras estaba sobre el
lomo de Adams, ambos se dirigían a la reciente manada Curt,
para ver a su amigo Sam. Chris se presionaba fuertemente sobre
el pelaje de aquel majestuoso lobo, lo cual le hacía gruñir ante
la caricia.
―Chris deja de hacer eso, sí no quieres que te folle en
medio de este lugar.
―Que más me gustaría… pero no podemos Adams,
debemos ir a ver a Sam, necesito saber cómo se encuentra
ahora con su nueva transformación, como odio a esos
cazadores.
Llegaron al edificio de la pequeña manada, donde dos
chicos se encontraban ahí, Sam cambió donde Chris le dio
vestimenta que ponerse, comenzaron a caminar hasta ellos,
observando que eran aquellos chicos los cuales, habían
golpeado Max y fueron expulsado de la manada, Adams estaba
tenso al verles, sabía que estaba molesto, pero Chris tomó su
mano, haciendo relajarse a Adams.
―Marcos y Paul… veo que siguen por aquí.
―¡Alfa! ―dijeron los dos poniéndose muy rígidos.
―Chicos ¿Cómo están? ―preguntó Chris con una sonrisa
para ambos, para luego darles un abrazo. Ellos se sonrojaron
dándole una sonrisa tímida.
―Chris… no debes tocar a otros lobos nunca.
―Adams, no seas ridículo, deja los celos ellos eran parte
de la manada y solo les abrazo, porque quiero y punto.
―Chris… controla tu gato.
Chris emitió un gruñido dejando solo a Adams para
adentrarse al edificio.
Llegaron hasta el apartamento de Sam, tocaron, y en
segundos Max había abierto la puerta.
―¡Chris… Adams!
―Hola chicos ―Le dijo Adams con una gran sonrisa.
Entraron al apartamento observando, a Colton, Kai y a
Sam.
Chris corrió hasta él pero fue detenido por Kai, Adams
gruñó ante el contacto de Kai. ―Quita las manos de él, Kai…
―Lo siento, Adams y Chris, pero Sam no puede recibir
abrazos por los momentos, ha estado muy sensible, al parecer
ahora puede crear un conexión psíquica entre las personas, aún
no controla sus habilidades..
Sam bajó el rostro para luego mirar a su amigo.
―Chris en verdad me alegra de verte, lamento que no
poder abrazarte.
Chris asiente un poco triste y responde:
―No te preocupes puedo entenderlo, solo quiero saber
¿Cómo te sientes?
―La verdad ha sido muy raro todo, pero ―Observa a Kai
con una sonrisa―, creo que puedo acostumbrarme a ello.
Chris con entusiasmo mira a Colton y pregunta:
―¿Qué te parece si hacemos una fiesta en la manada
Housand y vienen a celebrarlo con nosotros? Todo sea para
celebrar el regreso de nuestro amigo ―dijo esto último
observando a Sam quien sonreía ante la idea.
―No lo sé Chris, las cosas están muy tensas para una
fiesta, además tengo chicos en estos momentos que fueron de su
manada y quizás hayan personas que no quieran verles.
Chris miró a Adams, éste suspiró, no podía negarse a esos
ojitos de suplicas. ―Colton ve, por eso no va a haber
problemas, además los chicos se merecen un poco de
distracción, ¿No lo crees?
―Si Colton vayamos ―suplicó Max.
Colton le miró con pasión y dijo:
―Está bien solo digan el día.
―Mañana en la noche ―soltó Chris.
―¿Mañana? ―preguntaron al unísono Kai, Colton y
Adams.
Los tres chicos rieron al ver sus parejas así y los tres
asintieron.
*
Todo el salón estaba decorado con telas de color blanca y
beige, dándole un aspecto elegante, la fiesta había comenzado
cuando la manda “Curt” se presentaba. Los primeros en
aparecer por la entrada principal habían sido Colton junto a
Max, ambos vestían el mismo color del traje blanco, Chris
corrió hacia ellos para darle un fuerte abrazo a Max y saludar
con la mano a Colton, Adams aparece a su lado para saludar,
detrás de ellos entraban Kai y Sam, solo pudieron saludar con el
tacto a Kai pues Sam estaba indispuesto y detrás de ellos
estaban los dos Gamma Paul y Marcos y detrás de ellos el Beta,
Gabriel. Chris no dudo en saludarles al igual que Adams de
forma muy rígido.
Al entrar varias personas de la manada se acercaron a los
chicos, incluso algunos con lágrimas en los ojos, quizás eran sus
familiares y amigos, pues se veían contentos por verles, otro
sencillamente les observaban con recelo pues aún recordaban lo
que habían hecho al chico.
Max, Chris y Sam estaban sentados observando como los
jóvenes lobos bailaban, mientras que Adams, Colton y Kai
mantenían una conversación de negocios, al parecer, Adams
quería ayudar en el crecimiento de la manada “Curt”
―¿Qué les parece si bailamos? ―preguntó Max con una
sonrisa.
―Creo que eso no le gustara a los chicos ―dijo Chris con
malicia.
―Chris tiene razón Max, los lobos son posesivos, para
ellos un simple baile será provocar a todo el entorno.
―Vamos hacerlo, solo lo haremos entre nosotros
―insistió el chico.
―Está bien ―afirmó Chris.
Los tres chicos se acercaron a la pista, todos le observaban
con curiosidad, incluso Adams, Kai y Colton habían detenido su
conversación para mirar confundidos a los chicos.
Ellos empezaron a bailar entre ellos, haciendo
movimientos muy sensuales, Chris reía al igual que Max y Sam,
al ver que otros lobos le miraban con deseo, no pasó mucho
tiempo, cuando las parejas de los chicos lo sacaron del lugar.
―¿Qué rayos les sucede? ―gritó Adams con dureza.
―Solo bailábamos, Adams, es una fiesta qué crees que se
hacen―respondió Chris con el ceño fruncido.
―Sí, pero deben controlarse, no ven como les miran, es
como si muchos de ellos desean quitarles las ropas ―añadió
Colton.
―Y no te gustaría hacerlo ―dijo con una sonrisa Max,
mientras se acercaba a Colton quien se había puesto muy rojo.
―Sí, pero sin que ellos estén ―agregó Colton.
―¿Y tú que vas a decirme? ―preguntó Sam viendo a Kai.
―¿Qué puedo decirte que ya no sepas?
―Tienes razón amor, perdóname ―dijo Sam para luego
besar a Kai.
― ¿Por qué no puedes ser así Chris…?
―¡Adams será mejor que te calles, sino quieres que
tengamos un problema ahora mismo, soy como soy y tú debes
amarme así.
―Y lo hago solo, pero no abuses de mi paciencia.
Chris iba añadir algo cuando un ruido desvía su atención.
―¿Adams? ¿Cazadores?
―¡Sí! Ya les escuche.
Kai usando su velocidad corre y apaga la música, todos le
miran confundidos y Adams usando la voz Alfa dice:
―Prepárense vienen cazadores y son mucho más que
cuando llegaron al aquelarre Crew.
Todos asienten horrorizados, Sam y Max junto con los
niños y algunas mujeres tanto lobas como humanas corrieron
bajando hacia el sótano para resguardarse, el resto comenzaron
aullar para transformarse. La enorme puerta quedo en añicos al
entrar un enorme auto a través de ella, Chris quien se había
transformado no dudo en asesinar los primeros cazadores, el
caos se había desatado en todo el lugar, los primeros licántropos
aparecieron, pero la manada era grande y aquello no era
suficiente, algunos lobos ya habían caído a causa de las balas de
plata, sin embargo, Chris tenía ventaja por ser un lince, la plata
no le hacía nada; se acercó a un cazador que apuntaba a Adams
por su espalda y con un solo movimiento clavo sus dientes en el
cuello del humano, de pronto un impacto recibe este en su
costado, maúlla de dolor y Adams ruge, corre hacia su amante y
lame la herida, sintiendo un sabor algo extraño mezclado con su
sangre, olfatea la herida y huele algo que hiela su piel, no era
plata sino azufre, Chris pierde la transformación y Adams
cambia, lo toma entre sus brazos con lágrimas en los ojos.
―Por favor no mueras, te pido que resistas.
―¿Por qué me duele tanto Adams? Pensé que la plata no
me hacía daño.
―La plata no amor, pero si el azufre, alguien debió haber
hablado de ti.
En eso alguien apunta la cabeza de Adams, y éste ve algo
que le asusta, era uno de los chicos expulsados quien le
apuntaba. ―Alfa será mejor que venga conmigo.
―¿Por qué haces esto Kyle?
―No veo cual es el problema Alfa, total, ya no somos de
su manada.
―¿Somos?
―Si Alfa, también están conmigo Tyler, Mónaco y Dylan.
―No me llames Alfa, porque no soy tu Alfa, traidor.
― Como quiera, será mejor que me acompañe sino quiere
que le vuele la cabeza ahora mismo o mejor si se la vuelo a él
―señaló a Chris.
Adams ruge de la rabia y apretando los dientes se levanta
dejando a Chris en el suelo, el chico comienza a temblar y él
dice:
―Jamás amenaces la pareja del Alfa. ―Adams iba a
golpear al chico pero detrás de este aparece Mónaco apuntando
a Chris.
―Si lo hace lo matare ahora.
Adams baja el rostro y comienza a caminar con ellos,
Tyler había regresado para traer consigo a Chris pues él sería la
razón de que el Alfa colaborara en todo. Al llegar al salón
principal, los chicos se quedan atónitos al ver a un chico
resplandeciendo, era como si su cuerpo estaba envuelto en
llamas con la forma de un ave, Adams estaba atónito al ver que
era Sam quien estaba en medio de aquello, tenía levitando a
todos los cazadores y licántropos del lugar, este con un
movimiento de sus manos destrozó el cuello de todos ellos,
cayendo muertos al suelo, los lobos comienzan a dispararle,
Sam observa a Chris malogrado y sus ojos brillan con más
intensidad, él con otro movimiento de su mano rompe el cuello
de los cuatro chicos, Adams toma a Chris antes de caer al suelo,
Sam acercándose a este, toca su herida y la sana.
―Gracias ―dice Adams.
―No tienes por qué agradecerme.
Sam salió del edificio y viendo a otro cazador el cual
comenzó a dispararle, pero ninguna bala llegaba hasta él pues se
detenían en el aire, lo tomó con su telequinesis y lo acercó, Sam
tocando su frente comenzó a hacer una conexión psíquica
gracias a su telepatía de cada cazador y dijo:
―Mueran.
Cada cazador que se encontraba en el lugar, empezaron a
gritar de dolor, para luego morir, aquello fue instantáneo. Kai
sabía que era Sam al ver como cada cuerpo de ellos se
desintegraba, corrió hasta el edificio y ahí estaba en la entrada
un enorme ave de fuego que envolvía a Sam, él no podía
acercarse demasiado pero el ave al verlo emitió un sonido de
alegría, Kai sonrío y al desaparecer el enorme pájaro corrió para
tomar a Sam quien yacía entre sus brazos durmiendo.
Besó sus labios y dijo:
―Gracias por salvar la noche cariño, eres nuestro héroe, te
amo.
Fin
Epílogo
Kai observaba con ansiedad su reloj, mientras la multitud
conversaba, él no entendía como ellos podían estar tan
tranquilos en un momento como este. El sonido del piano
comenzó cuando Sam apareció por la entrada principal del
edificio “Curt” con un traje de color rosa pastel, se veía
hermoso, resaltaba su cabello rubio y esos ojos que se habían
vuelto de color ámbar casi amarillos, es como si estuvieran en
llamas, todo aquello era por el fénix que vivía ahora en su
interior, el chico estaba siendo escoltado por Chris y su amiga
Carla quien había llegado de su viaje por la boda.
Al estar enfrente de Kai, este no dudo en abrazarle,
Allison condujo a su hermano a su lado, ella sí que lucía
excepcional, su nueva vida había hecho resaltar los atributos
que había tenido como humana, ahora sí que era la más
hermosas del Aquelarre Crew, por otra parte, Robín tomó la
mano de su chica para colocarla a su lado. Apareció ahora en la
entrada Max y Colton ambos vestidos de color negro, entre los
dos cargaban una almohadilla con los anillos, los dos chicos al
ver a Sam y Kai sonrieron esperando detrás de ellos.
Fue así cuando la ceremonia comenzó…
―Este anillo es el símbolo de nuestro amor, es la marca
que indica una eternidad de felicidad, alegría, tristezas y llantos
a tu lado, con este anillo hoy, yo Sam Lutter te declaro mi amor
por la eternidad… uno que resucita entre las cenizas y que se
renueva cada día como el fénix…
Sam coloca el anillo a Kai para luego este comenzar su
discurso.
―Con este anillo, como representación simbólico de
nuestro amor te desposo, así como el circulo es infinito, así es
mi amor por ti; así como el tiempo nunca acaba, así es mi
fidelidad a ti; y así como la muerte es la marca de nuestra
separación, hasta ella engañaremos para perdurar nuestra
unión…
El anillo en el dedo de Sam, era lo último faltante para
luego escuchar:
―Pueden besarse.
Estos lo hicieron haciendo que las personas aplaudieran y
gritaran de emoción, mientras Chris y Max lloraban de
emoción, fue entonces cuando Chris comprobó que su máxima
ilusión no había sido cumplido, él todavía no se había casado,
¿Adónde había quedado el chico puro e inocente que era antes?
Nick Colleman
Enamorado de la ciencia ficción y lo paranormal. Un
romántico innato donde muchas de las historias creadas son
productos de una noche de sueños sobre la cama.
Escribe y lee desde su infancia como parte fundamental de
su vida, por el cual piensa que:
“La diferencia que existe entre admitir y arrepentirse, es el
hecho de que uno te lleva a equivocarte en lo mismo cada día,
mientras que el otro te da la oportunidad de un cambio real, a
veces, admitir no es suficiente sino hay un arrepentimiento
verdadero de nuestros errores”

Lluvia de Sangre

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