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Reflexiones sobre la formació n del estado y la construcció n de la

sociedad argentina - Oscar Oszlak

Nación y Estado:

• Los fundadores del estado argentino no buscaban formar una unidad política más fuerte, sino evitar la disgregación
(dispersión) existente y producir una transición estable del orden colonial a un estado nacional. El problema de centralizar
era que Bs. As. no podía controlar todo el territorio del ex virreinato.

• El caudillismo asumió la representación del pueblo, el cual (luego del proceso colonial) desconocía la práctica
democrática.

• El aislamiento y el localismo de las provincias en condiciones de precariedad institucional, magros recursos y población
escasa, impidieron el total fraccionamiento de las provincias en estados soberanos, y sobre todo por la vinculación del
circuito económico que tenía por eje al puerto de Bs. As., siendo factor del comercio exterior que produjo una
dependencia del mercado interno.

 Orden y Progreso:

• La idea de progreso implicaba regularizar el sistema productivo y económico del mercado interno para satisfacer al
mercado internacional, por lo que hacía falta más población (mano de obra) y transporte de las mercancías (trenes hacia
la aduana de Bs. As.). A partir de la caída de Rosas y el comienzo de la 2ª revolución industrial, la economía de
exportación de materias primas creció considerablemente. Solo a partir de una economía de mercado de exportación que
pudiera desarrollar la productividad del mercado nacional se pueden consolidar las perspectivas para la formación de un
estado nacional.

• El “orden” era la condición que posibilitaría el progreso, por lo que era necesario imponer una nueva forma de
organización social en todo el territorio en conformidad con el nuevo sistema de producción, sus relaciones y fuerzas
productivas. El orden posibilitaría el progreso, y este a la economía, por lo que el orden excluiría a todos aquellos
elementos que pudieran obstaculizar el progreso, fueran indios o montoneras.
 

Dominium:

• El triunfo de Bs. As. sobre la confederación en la batalla de Pavón confirmó la hegemonía de este sobre el resto del
territorio, por lo que el gobierno surgido (Mitre) desplegó un amplio abanico de actividades (medidas coercitivas sobre
todo, aunque con excepción de Entre Ríos) que fueron afianzando el dominio institucional del estado, siendo que las
nuevas instituciones nacionales se constituyeron como un proceso de expropiación social que convertía los intereses
comunes en interés general (estos estaban reservados a los gobiernos locales), proceder esta expropiación implica
convertir lo “local-privado” en “nacional-público”, creando la posibilidad de concentrar el poder y proporcionando
recursos propios al estado nacional. El proceso de expropiación también comprendió los bienes de la iglesia y las tierras
indígenas. Las instancias que cedían terreno y se subordinaban a las nuevas modalidades de institucionalización
permitieron comprobar la legitimidad del nuevo estado nacional.

Penetración estatal:

• Así como la coerción era una condición necesaria para el monopolio de la violencia y el control territorial, la creación de
bases consensúales de dominación era una condición necesaria para la estatidad. El consenso además de una alianza
política estable requería una presencia material e ideológica que afianzara los vínculos de nacionalidad. (coerción =

control y dominio / consenso = estatidad).

• La penetración estatal comprende:

Una modalidad represiva (coercitiva): fuerza territorial unificada y distribuida territorialmente para mantener el orden.
(La represión federal en las provincias era un mecanismo represivo antes que cooptativo para ganar adhesiones)

Una cooptativa: la captación recíproca de prestaciones y apoyos de los sectores dominantes a través de alianzas y
coaliciones. Hizo que el estado ganara aliados entre fracciones burguesas del interior a través de promesas o concesiones
de beneficios de incorporarlos a la coalición dominante (designación de subsidios o cargos públicos fueron algunos
mecanismos empleados)

Una material: la distribución de obras, servicios y regulaciones indispensables para el progreso económico interno.
Constituyó una modalidad de control social basada en diferentes factores de la producción y regulando sus relaciones.

Una ideológica: la difusión de valores y símbolos nacionales patrios para legitimar el sistema establecido. Se basó en la
acción del estado en instituir pautas educacionales congruentes con el nuevo esquema de organización social, como
sacralizar a la justicia y el imperio de la ley, revistiendo la represión o los intereses individuales como legítimos, junto a la
dominación hegemónica de un poder central. Esta modalidad también incluía desarrollar un discurso político que
justificara el funcionamiento de una democracia restrictiva, contradictoria con el liberalismo impuesto en las relaciones
de producción, y todas las creencias, valores y normas de conducta coherentes con un nuevo patrón de relaciones
sociales y un nuevo esquema de dominación.

De todas estas modalidades, la represiva era la principal forma de penetración. Las demás modalidades se diferencian de
la coerción por poseer contraprestaciones (beneficios) consolidando intereses en común (sobre todo en el interés
material); siendo que la modalidad cooptativa se relaciona al poder, la material al interés y la ideológica a la convicción,
contribuyendo en conjunto al consenso.

• Cada una de estas formas de penetración se expresaron a través de instituciones (normas y organizaciones burocráticas
que regularían y ejecutarían las actividades contempladas en los distintos ámbitos operativos).
 Resistencias:

• El estado se encontraba con una “autonomía relativa”, ya que los sectores dominantes del interior eran indiferentes u
hostiles a la organización de un estado nacional; la disputa por la hegemonía del gobierno central se disputaría entre la
Confederación Argentina y Buenos Aires, pero ni la colisión de todas las provincias lograría imponerse al orden de esta. El
triunfo de Bs. As. incrementaría el conflicto de determinados grupos (como los indígenas o los caudillos) que venían
resistiendo desde mucho antes.

• La gran concentración de la propiedad fundaría, la ausencia de un extendido sector campesino, el poder ejercido por los
grandes propietarios y la temprana inserción del país en el mercado mundial con las agroexportaciones (que convirtieron
los impuestos sobre la aduana en la principal fuente de ingresos del estado) permitieron reducir la presión tributaria
sobre el capital interno y los sectores populares. El pueblo, disgregado, analfabeto, férreamente dominado como
productor y guerrero, sistemáticamente privado de derechos cívicos, no se alzó. Sirvió más bien como instrumento
(apasionado o indiferente de jefes ocasionales).

Estado y clases:

• Hay dos aspectos diferentes pero íntimamente relacionados: 1la composición y transformación de la clase dominante, y
2el papel del estado en la estructuración de clases sociales.

• El valor militar es el valor que más rápidamente abre acceso a la clase política o dominante.

• Los comerciantes criollos tuvieron un papel destacable (como comerciantes de materias primas, saladeristas, laneros,
etc.) cuyo poder económico llevó a que asumieran una influencia protagónica en la escena política local y nacional; pero
tampoco es desdeñable la influencia de hacendados e intelectuales (o “elite letrada”), aunque su influencia crecería en las
décadas siguientes.

• El centro de la escena política fue ocupado por diversas fracciones de una burguesía en formación, implantada
fundamentalmente en las actividades mercantiles y agroexportadoras que conformaban la todavía rústica pero pujante
economía bonaerense.

• En el papel del estado, mediante el disciplinamiento y capacitación de la fuerza de trabajo (la institucionalización del
aparato jurídico para la regulación de las relaciones civiles y comerciales, la promoción de la educación gratuita y
obligatoria, el emprendimiento de obras de infraestructura, etc.), se elevó las calificaciones técnico-profesionales de
diversos estratos de la clase asalariada (obreros industriales y de la construcción, empleados, funcionarios públicos, etc.).

Reflexiones finales:

• La unidad nacional fue siempre el precio de la derrota de unos y la consagración de privilegios de otros; y el estado
nacional, símbolo institucional de esa unidad, representó el medio de rutinizar la dominación impuesta por las armas.

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