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ESCUELA DE POST GRADO

MAESTRIA EN DERECHO PENAL Y PROCESAL PENAL

PRODUCTO ACADÉMICO V
ANÁLISIS CRÍTICO DEL ACUERDO PLENARIO 1/2019-CIJ-116
FUNDAMENTO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES Y SUS TREINTA
DIRECTRICES EN LA PRISIÓN PREVENTIVA

INTEGRANTE:
Abg. OLIVERA CABALLERO, Rainer Gorki
Abg. SOLIS VASQUEZ, Diana
Abg. SUAREZ PEÑA, Hilter
Abg. VARGAS LOPEZ, Raymond Fernando
Abg. VELASQUEZ HUANCA, Miguel Aquiles

Asesor:
Mgtr. Dante E. Pimentel Cruzado

Lima – Perú
2021
INTRODUCCIÓN

Hablar de prisión preventiva en estos últimos tiempos, es iniciar un debate

ferviente sobre sus terribles consecuencias. Por un lado, se le califica como

necesaria y oportuna, de cara a lucha contra la corrupción; y por otro lado, se

apela presunción de inocencia como garantía fundamental excepcional y

aplicable únicamente bajo determinados presupuestos procesales, bajo la

concepción del Código Procesal Penal no como un instrumento para la

averiguación de la verdad, sino como un instrumento que limita el ius puniendi.

La segunda posición, asimismo, entiende al Código Procesal Penal como un

límite de índole procesal, donde todas las normas contenidas en este cuerpo

adjetivo, deben interpretarse bajo el principio pro homine y, sobre todo,

aplicarse si y solo si, se cumplen cabalmente todos los presupuestos

determinados para la institución procesal denominada prisión preventiva.

En ese sentido, procederemos a analizar la figura de la prisión preventiva a

propósito del acuerdo plenario No. 01-2019/CSJ-116


ANALISIS

El 17 de setiembre, conforme al artículo 116 del Texto Único Ordenado de la Ley

Orgánica del Poder Judicial, se publicó el Acuerdo Plenario 01-2019/CIJ-116,

que se ocupa de diversas discusiones en torno a la prisión preventiva.

Cabe apuntar que en este acuerdo se estableció como doctrina legal los

fundamentos jurídicos 24 al 27, 34 al 55, 57 al 59, 67 y 71.

1. El nuevo Acuerdo Plenario, utiliza el concepto de “sospecha fuerte” para

referirse al primer presupuesto de la prisión, esto es, elementos de

convicción que se encuentren en un grado superior incluso al que se requiere

para formular acusación. Ratifica entonces los criterios anteriores de

la Casación 626-2013-Moquegua, estableciendo que nuestro sistema

procesal “…no admite, para estos efectos, sospechas simples, las

sospechas reveladoras o las sospechas suficientes”. El Acuerdo Plenario

reitera entonces que se debe cumplir con “un mayor nivel de acreditación” de

los elementos de convicción. (Fundamento 14°).

2. En esa línea, indica que “…se ha de afirmar un juicio de probabilidad sentado

en criterios objetivos sólidos o indicios consistentes, esto es, contar con un

sistema coherente de datos graves, precisos y concordantes, y con un alto

grado de confianza, consistencia, fiabilidad y credibilidad, sin llegar por

cierto, al estándar de convencimiento propio de la sentencia condenatoria…”

(Fundamento 25°).
3. Reconoce que la prisión preventiva además de privar el derecho a la libertad

reduce el ejercicio de una defensa procesal efectiva. (Fundamento 7°).

4. Citando a Barona Vilar, afirma que en el análisis de la proporcionalidad “no

cabe hablar de aplicación matemática de la normativa pertinente sino que se

abre un amplio margen de discrecionalidad” (Fundamento 15°).

5. Acerca de la fundamentación de la resolución judicial que impone la prisión

preventiva, el Acuerdo Plenario enfatiza que “…el argumento judicial debe

ser puntual, preciso y concreto, sin incurrir en abundancia expositiva ni citas

extensas y confusas así como de invocaciones doctrinarias sin mayor

relevancia para la dilucidación del caso concreto…ha de cultivarse la

concisión y rigurosidad explicativa para la determinación de los elementos

de investigación…” (Fundamento 19°).

6. En ningún caso podrá adoptarse la prisión preventiva de forma instrumental,

como modo de presionar al imputado para obtener su confesión o algún tipo

de colaboración, perdiendo así su función cautelar y aseguratoria de la

prueba. (Fundamento 20°).

7. Acerca de la valoración indiciaría de los elementos de convicción, distingue

el indicio en materia de coerción procesa! del indicio en materia probatoria y

señala que “…el indicio en materia de coerción procesal… da lugar a un

juicio centralmente hipotético, en cuya virtud el indicio es una base fáctica,

de una predicción, esto es, para afirmar la posibilidad que algo suceda en el

futuro…” Sin embargo, también es claro en precisar que dicha valoración

indiciaria no debe equivaler a una certeza jurídica , pues, “…no se puede

anticipar lo que es propio del juicio oral… «(Fundamento 26°).


8. Respecto de la imputación, el Acuerdo Plenario afirma que se requiere de

“…la existencia de datos concretos indicadores de un injusto penal…con la

presencia de todas sus categorías materiales: tipicidad, antijuridicidad,

culpabilidad y punibilidad…” (Fundamento 27°).

9. Acerca de la utilización de la declaración de un aspirante a colaborador

eficaz, el Acuerdo Plenario nos dice que “…la identidad del colaborador…no

necesariamente debe ser conocida por el órgano jurisdiccional…” Sin

embargo, reitera en el sentido de establecer que “…la versión del

colaborador o aspirante a colaborador no debe ser la única relevante, sino

que ha de estar corroborada por otros medios de prueba… se requerirán

datos externos de carácter objetivo distintos a la propia declaración del

colaborador. (Fundamento 33°).

10. Con relación al peligro procesal, el Acuerdo Plenario, recuerda que dicho

presupuesto “…es el elemento más importante para evaluar la validez de

una medida de coerción…” En esa línea, señala que la consideración del

peligro procesal “…aparta a la prisión preventiva de tener como función la de

anticipar la pena, la de calmar la alarma social o la de ser un instrumento de

la investigación penal… (Fundamento 39°).

11. Otro de los temas interesantes del Acuerdo Plenario tiene que ver con “el

factor tiempo”, es decir, la incidencia del transcurso del tiempo en el

mantenimiento o subsistencia de la prisión. En efecto, “…los requisitos

exigidos en el momento inicial de su adopción no son los mismos que los

que deben exigirse con posterioridad para decretar su mantenimiento… si

en un principio cabe admitir una motivación basada únicamente en datos


objetivos como la gravedad del delito y la posible pena, el transcurso del

tiempo en la aplicación de la medida exige que se ponderen más

individualizadamente circunstancias personales del preso preventivo…”

Asimismo, indica el Acuerdo Plenario que el mero transcurso del tiempo, al

margen de propiciar la aparición de circunstancias sobrevenidas, va

disminuyendo el peligro de fuga (Fundamento 45°).

12. Con relación a la pertenencia a una organización criminal como presupuesto

para considerar mayor o menor peligro procesal, el Acuerdo Plenario, citando

a Asencio Mellado, indica que dicho precepto o presupuesto “…sólo opera

en los casos en los que, perteneciendo el imputado a una organización

criminal o concurriendo la posibilidad de su reintegración en la misma, a su

vez, sea la propia agrupación delictiva la que puede proporcionar los medios

para facilitar la fuga del imputado al proceso o la obstaculización de la

investigación… (Fundamento 46°).

13. Otro tema importante es el relativo al peligro de obstaculización. Establece

el Acuerdo Plenario que “…el peligro de obstaculización, desde una

perspectiva dogmática, a diferencia del peligro de fuga, por lo general, no se

extienden el tiempo con la misma virtualidad que este último peligro. Es una

causal de una menor entidad expansiva en orden al tiempo de vigencia de la

medida… por ende, el plazo de duración debe ser tendencialmente más

breve y no necesariamente igual que el correspondiente al peligro de fuga…”

(Fundamento 55°).

14. Acerca del plazo de la medida, el Acuerdo Plenario afirma que el derecho a

un plazo de prisión preventiva razonable impone, a su vez, una obligación al


Estado de tramitar con mayor diligencia y prontitud aquellos procesos

penales en los cuales el imputado se encuentre privado de su libertad…” En

esa línea, se establece que “…el fiscal, en casos de prisión preventiva, está

obligado a realizar actos de investigación con razonable celeridad que

merece un preso preventivo…” (Fundamento 57°).

15. Asimismo, para ponderar la razonabilidad del plazo, el Acuerdo Plenario

precisa que debe tenerse en cuenta la afectación generada en la situación

de la persona involucrada en el proceso. Con base en dicho criterio, la Corte

Suprema indica que cuando se trate de “…personas políticamente activas…

se extreme el cuidado par afijar el plazo de la prisión preventiva…”

(Fundamento 60°).

16. Con relación a la audiencia de prisión, el Acuerdo Plenario, recuerda que

“…la audiencia no es probatoria. Luego, no se actúan o ejecutan medios de

investigación o de prueba, más allá de los medios de investigación

documental y documentado que puedan presentarse…” Por lo tanto, indica

la Corte Suprema, “…no cabe su lectura ni un debate específico de su mérito

probatorio -propio del debate probatorio-, sólo su alegación sobre su

relevancia…” (Fundamento 63°).

17. Acerca del plazo para la realización de la audiencia de prisión, el Acuerdo

Plenario hace una distinción importante, según se trate de procesos simples

o complejos. En esa línea, se indica que “…en procesos simples, obviamente

el plazo de cuarenta y ocho horas fijado para la celebración de la audiencia

resultaría razonable, no así en procesos complejos o contra organizaciones


criminales, por lo que, en cumplimiento del derecho instrumental de defensa

procesal, cabe señalar un plazo distinto… (Fundamento 66°).

18. Respecto de la dirección de la audiencia y el control del debate, la Corte

Suprema enfatiza en la necesidad de evitar debates tediosos e innecesarios.

Por ello, se afirma que “…no es de recibo que el Juez consienta una

exagerada y tediosa exposición de la presentación y de las

resistencias…estas audiencias, salvo casos excepcionales no pueden durar

horas y horas, y con replicas y duplicas reiterativas, o intervenciones

secuenciales interminables o repetitivas…su enfoque debe ser unificado e

integrado a fin de relievar el argumento principal… el Juez debe precisar el

tiempo -único- que las partes tienen para fijar sus pretensiones y

resistencias, el cual debe definirse en función a las características de la

causa…” (Fundamento 67°).

19. Referente al auto de prisión preventiva, el nuevo Acuerdo Plenario, reitera la

exigencia de una “motivación reforzada o cualificada” (Fundamento 68°). Sin

embargo, llama la atención al afirmar que el hecho de que el auto sea oral

“…no significa que su contenido difiera del expresado en el apartado 3 del

artículo 271 del CPP, ni que se aparte de lo dispuesto en el artículo 123.1 y,

en lo pertinente, en el artículo 122 del Código Procesal Civil…” Es decir, la

emisión de una resolución oral exige igualmente la precisión necesaria de

los fundamentos de hecho y de derecho que sustentan la decisión cautelar.

(Fundamento 69).

20. Para finalizar esta reseña decir que, pese a la existencia de una

jurisprudencia casatoria bastante amplia acerca de este tema, generada en


los últimos años, siempre será de ayuda a los operadores de justicia mayores

precisiones y mejores criterios jurídicos acerca de un tema tan controversial

y a la vez dramático como la prisión preventiva. Podrán surgir voces críticas

y también adhesiones a este nuevo Acuerdo Plenario, pero creo que la Corte

Suprema hace un aporte necesario para seguir afirmando un modelo en que

se procure el ansiado equilibrio entre eficacia y garantía, propio de un

proceso penal democrático.


CONCLUSIONES

El Tribunal Constitucional Peruano y la Corte Interamericana de Derechos

Humanos, han establecido parámetros relevantes de la aplicación de la prisión

preventiva tales como la motivación, plazo razonable y proporcionalidad de la

medida.

Los delitos en donde se aplica la prisión preventiva son aquellos que superen los

4 años de pena privativa de libertad, sobre todo en aquellos delitos que atentan

contra la vida el cuerpo y la salud, delitos contra la administración pública y

criminalidad organizada

La prisión preventiva es una de las medidas de coerción personal y por no

precisar la más controvertida, sujeta a debate por parte de diversos estudiosos

y aplicadores razonables del derecho, encontrando muchas personas a favor y

en contra la misma, dado que requiere la concurrencia de los presupuestos

procesales establecidos en el artículo 268° del Código Procesal Penal, tales

como fundados y graves elementos de convicción, prognosis de pena y peligro

procesal.
BIBLIOGRAFIA

 Almeyda Chumpitaz, F. (2017). La prisión preventiva y el principio de

proporcionalidad en el distrito judicial de Cañete 2016. Lima: Editorial César

Vallejo.

 Asencio Mellado, J. M. (2004). La Regulación de la Prisión Preventiva en el

Código Procesal Penal del Perú. Lima: Editorial Palestra.

 Cárdenas Rioseco, R. (2004). La prisión preventiva en México viola la

presunción de inocencia y los tratados internacionales. México: Themis.

 Hurtado Pozo, J. (1987). Manual de Derecho Penal. Lima: Editorial EDDILI.

 Sorza Cepeda, F. A. (2015). La detención preventiva en Colombia frente al

principio de libertad en los derechos humanos. Revista Análisis

Internacional, 39-66.

 Sousa, R. (28 de Abril de 2019). Diario El Correo. Obtenido de La prisión

preventica: uso y abuso: https://diariocorreo.pe/opinion/la-prision-preventiva-

uso-y-abuso-884008/

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