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LA TERCERÍA DE PROPIEDAD Y DE DERECHO PREFERENTE EN EL

PROCESO ABREVIADO

1. EL PROCESO ABREVIADO

Los asuntos contenciosos contemplados en el 486 del CPC son de una


complejidad intermedia, no lo suficientemente complejos ni dificultosos para
tramitarse en la vía de conocimiento pero tampoco de extrema sencillez ni
urgencia para ser ventilados en la vía sumarísima.

2. FUNDAMENTO

De acuerdo con el artículo 533 del Código Procesal Civil, se tiene que:

«Artículo 533.- Fundamento

La tercería se entiende con el demandante y el demandado, y sólo puede


fundarse en la propiedad de los bienes afectados judicialmente por
medida cautelar o para la ejecución; o en el derecho preferente a ser
pagado con el precio de tales bienes.

Sin perjuicio de lo señalado, puede fundarse en la propiedad de bienes


afectados con garantías reales, cuando el derecho del tercerista se
encuentra inscrito con anterioridad a dicha afectación»

La tercería puede ser, según la división plasmada en el artículo 534 del Código


adjetivo, de propiedad o de derecho preferente, por lo que solo puede
fundarse, respectivamente, en la propiedad de los bienes afectados judicialmente
por medida cautelar o para la ejecución; o en el derecho preferente a ser pagado
con el precio de tales bienes, entendiéndose en ambos casos con el demandante y
el demandado. Excepcionalmente puede fundarse en la propiedad de bienes
afectados con garantías reales, cuando el derecho del tercerista se encuentra
inscrito con anterioridad a dicha afectación (art. 533). (Tantaleán Odar, 2016, p.
88)

La parte activa de este proceso es el tercerista, la persona cuyo bien está siendo
afectado por medida cautelar o para la ejecución, o quien tiene un derecho
preferente de pago. A su vez, la parte pasiva está conformada por
el demandante (el acreedor) y el demandado (sobre quien se interpone la
medida cautelar o la ejecución), conformando una parte pasiva compleja, es
decir, un litisconsorcio pasivo necesario. (Ledesma Narváez, 2008, p. 788)

Cabe señalar que la tercería de propiedad se entiende sobre cualquier bien, ya


sea mueble o inmueble, siempre que se cumpla con acreditar dicha propiedad,
por lo menos, con documento público o privado de fecha cierta; y el bien esté
siendo ejecutado o afectado mediante medida cautelar. (Ídem)

Veamos a continuación los dos tipos de tercería:

2.1. Tercería de propiedad

La tercería de dominio o de propiedad propiamente no es un proceso definitorio


del dominio con el efecto secundario del alzamiento del embargo del bien objeto
de la tercería, sino más bien se la entiende como un incidente de la
ejecución, encaminado directamente a decidir si procede la desafección o el
mantenimiento del embargo; ergo, se fundamenta en el dominio o titularidad de
los bienes embargados y persigue solo el levantamiento de la traba sobre ellos,
debiendo el tercerista acreditar su derecho de propiedad. (Tantaleán Odar, 2016,
p. 88)

Es decir, el tercerista es aquel que solicita el levantamiento del embargo sobre su


bien que se ha visto afectado en cumplimiento de una obligación ajena. Al
corresponderle la obligación a persona distinta del tercerista, este no debe ver su
derecho de propiedad afectado con la medida del embargo.

2.2. Tercería de derecho preferente

Por su parte, la tercería de prelación o de mejor derecho y de preferencia para el


pago es la oposición formulada por un tercero que adviene al proceso de
ejecución, que, aduciendo, la calidad de acreedor del ejecutado reclama mejor
derecho para pagarse con el producto de la subasta, pidiendo que se le pague
preferentemente con el producto de la realización de los bienes embargados a
instancia del ejecutante. (Tantaleán Odar, 2016, p. 88)

En otras palabras, el tercerista, en un proceso de ejecución en donde es acreedor,


solicita que su crédito se vea satisfecho antes que el de otros acreedores del
mismo deudor por tener un mejor derecho.

3. OPORTUNIDAD

De acuerdo con el artículo 534 del Código Procesal Civil, se tiene que:


«Artículo 534.- Oportunidad

La tercería de propiedad puede interponerse en cualquier momento


antes que se inicie el remate del bien. La de derecho preferente antes que
se realice el pago al acreedor.

El Juez competente es el Juez del proceso en el que se interviene»

3.1. Tercería de propiedad

En lo que respecta a la primera, señala que puede hacerse en cualquier momento


hasta antes de que se inicie el remate del bien. Aquí pueden surgir algunas dudas
al determinarse qué se entiende por remate del bien. Así, se podría argumentar
que la tercería solo podría interponerse hasta antes de iniciarse los actos
procesales tendientes al remate o, por el contrario, se podría entender que la
demanda se podría presentar hasta el acto de expropiación mismo: el remate
efectivo. (Ledesma Narváez, 2008, p. 808)

La jurisprudencia mayoritaria se ha inclinado por esta última orientación,


señalando que la norma se refiere, «al momento en que se materializa el remate,
ya sea con la entrega del bien al postor favorecido o con su adjudicación al
acreedor cuando ha sido solicitado por este; mas no alude al comienzo de las
diligencias del remate, que abarca tanto la primera convocatoria como las
sucesivas». (Ídem)

En conclusión, la tercería de propiedad se puede interponer hasta el acto de


expropiación mismo: el remate efectivo.

3.2. Tercería de derecho


La tercería de pago, por obvias razones, tiene un alcance mayor en términos de
oportunidad que la tercería de propiedad. En efecto, esta tercería puede
interponerse hasta después del remate del bien, pero antes de que se realice el
pago al acreedor. Y ello, porque la tercería de pago está referida al derecho de
crédito y no a la propiedad del bien. (Ledesma Narváez, 2008, p. 810)

En suma, la tercería de derecho se puede interponer hasta antes de realizarse el


pago al acreedor.

4. INADMISIBILIDAD

De acuerdo con el artículo 535 del Código Procesal Civil, se tiene que:

«Artículo 535.- Inadmisibilidad

La demanda de tercería no será admitida si no reúne los requisitos del


Artículo 424 y, además, si el demandante no prueba su derecho con
documento público o privado de fecha cierta, en su defecto, si no da
garantía suficiente a criterio del Juez para responder por los daños y
perjuicios que la tercería pudiera irrogar»
El artículo en comentario establece anexos especiales de admisibilidad de la
demanda. En efecto, además de reunir todos los requisitos del artículo 424 del
CPC, se deberá acompañar documento público o privado de fecha cierta que
contenga el derecho de propiedad (en el caso de la tercería de propiedad) o
el derecho preferente (en el caso de la tercería de pago), salvo que se presente
garantía suficiente para responder de los daños y perjuicios que la tercería podría
irrogar. (Ledesma Narváez, 2008, p. 811)

Los requisitos en cuestión son de admisibilidad y no de procedencia; por lo que


una demanda que no presenta estos documentos no debe ser declarada
improcedente, sino inadmisible, y deberá otorgarse al actor el plazo
correspondiente para que pueda subsanarla, de lo contrario, deberá ser
rechazada. Creer, como en algún momento lo hizo la Corte Suprema, que la
omisión de estos anexos puede acarrear la improcedencia, más que un error
interpretativo, es una lectura totalmente antojadiza del artículo en mención.
(Ídem)

Por lo demás, la norma es clara al exigir como mínimo para admitir la demanda,
el documento público o privado de fecha cierta. El primero es el expedido por
funcionario público o notario en el ejercicio de sus funciones, mientras el
segundo es el constituido por particulares, pero siempre que tenga fecha cierta.
De acuerdo al artículo 245 del CPC, el documento privado adquiere fecha cierta
y produce eficacia jurídica como tal desde:

a) La muerte del otorgante;


b) La presentación del documento ante funcionario público;
c) La presentación del documento ante notario público, para que certifique
la fecha o legalice las firmas;
d) La difusión a través de un medio público de fecha determinada o
determinable; y
e) Otros casos análogos. (Ledesma Narváez, 2008, p. 812) 

Como puede observarse, la fecha cierta en el documento privado no se limita a la


lista establecida en-el artículo 245 del CPC, sino que el mismo dispositivo
posibilita la interpretación analógica para incluir otros supuestos en donde el
juez pueda entender que existe fecha cierta. (Ídem)

5. Efectos de la tercería de propiedad

De acuerdo con el artículo 536 del Código Procesal Civil, se tiene que:

«Artículo 536.- Efectos de la tercería de propiedad

Admitida la tercería de propiedad, se suspenderá el proceso si estuviera


en la etapa de ejecución, aunque esté consentida o ejecutoriada la
resolución que ordena la venta de los bienes, salvo que estén sujetos a
deterioro, corrupción o desaparición o que su conservación resulte
excesivamente onerosa. En estos casos, el producto de la venta queda
afectado al resultado de la tercería.
El tercerista puede obtener la suspensión de la medida cautelar o de la
ejecución del bien afectado, si la garantía otorgada es suficiente a
criterio del Juez, en caso no pruebe que los bienes son de su propiedad»

6. EFECTOS DE LA TERCERÍA DE DERECHO DE PROPIEDAD


PREFERENTE

De acuerdo con el artículo 537 del Código Procesal Civil, se tiene que:

«Artículo 537.- Efectos de la tercería de derecho preferente

Admitida la tercería de derecho preferente, se suspende el pago al


acreedor hasta que se decida en definitiva sobre la preferencia, salvo
que el tercerista otorgue garantía suficiente a criterio del Juez para
responder por el capital, intereses, costas, costos y multas.

El tercerista puede intervenir en las actuaciones relacionadas con el


remate del bien»

7. CONNIVENCIA Y MALICIA

De acuerdo con el artículo 538 del Código Procesal Civil, se tiene que:

«Artículo 538.- Connivencia y malicia

Si se prueba la connivencia entre tercerista y demandado, se impondrá a


ambos y a sus Abogados, solidariamente, una multa no menor de cinco
ni mayor de veinte Unidades de Referencia Procesal, más la
indemnización de daños y perjuicios, costos y costas. Además, el Juez
remitirá al Ministerio Público copia certificada de los actuados
pertinentes, para el ejercicio de la acción penal correspondiente.

Las mismas sanciones se le impondrá a quien haya solicitado y


ejecutado maliciosamente una medida cautelar»

8. SUSPENSIÓN DE LA MEDIDA CAUTELAR SIN TERCERÍA

De acuerdo con el artículo 539 del Código Procesal Civil, se tiene que:

«Artículo 539.- Suspensión de la medida cautelar sin tercería

El perjudicado por una medida cautelar dictada en proceso en que no es


parte, puede pedir su suspensión sin interponer tercería, anexando título
de propiedad registrado. Del pedido se corre traslado a las partes. Si se
suspende la medida, la resolución es irrecurrible. En caso contrario, el
interesado puede interponer tercería, de acuerdo al Artículo 533»

La suspensión de la medida cautelar sin tercería es un mecanismo de


protección del derecho de propiedad sin necesidad de interponer la tercería. En
este caso no será necesario instaurar un proceso autónomo, limitándose a una
mera solicitud que tiene como presupuesto el título de propiedad registrado.
(Ledesma Narváez, 2008. p. 827)

Este mecanismo es muy semejante a la desafectación, instrumento procesal que


tiene la misma finalidad. Así, la desafectación también sería un mecanismo de
protección de la propiedad que se encuentra afectada con una medida cautelar,
pero a diferencia de la tercería, no es necesario establecer un proceso autónomo,
sino una solicitud que acredita la propiedad de forma «fehaciente». Se afirma en
ese sentido que son evidentes las ventajas de la desafectación frente la tercería:
(i) en la desafectación no hay limitación de medios probatorios, mientras
que en la tercería en principio se exige documento de fecha cierta.

(ii) ante la falta de un documento de fecha cierta, en la desafectación no se


exige el otorgamiento de garantía, como si se hace en la tercería.

(iii) el trámite de la desafectación es breve, sin traslado a las partes en el que


se dictó la medida cautelar, mientras que la tercería supone iniciar todo
un proceso judicial. (Ídem)

Para concluir, es más conveniente utilizar la desafectación que la medida


cautelar sin tercería, bastando acreditar la propiedad de forma fehaciente de un
bien afectado por medida cautelar mediante una solicitud anexando el título de
propiedad registrado.

9. CONCLUSIONES

Los asuntos contenciosos contemplados en el 486 del CPC son de una


complejidad intermedia, no lo suficientemente complejos ni dificultosos para
tramitarse en la vía de conocimiento pero tampoco de extrema sencillez ni
urgencia para ser ventilados en la vía sumarísima.

En la tercería de propiedad, el tercerista es aquel que solicita el levantamiento


del embargo sobre su bien que se ha visto afectado en cumplimiento de una
obligación ajena. Al corresponderle la obligación a persona distinta del
tercerista, este no debe ver su derecho de propiedad afectado con la medida del
embargo. Asimismo, se puede interponer hasta el acto de expropiación mismo:
el remate efectivo.

En la tercería de derecho preferente, el tercerista, en un proceso de ejecución


en donde es acreedor, solicita que su crédito se vea satisfecho antes que el de
otros acreedores del mismo deudor por tener un mejor derecho. Asimismo, la
tercería de derecho se puede interponer hasta antes de realizarse el pago al
acreedor.

Es más conveniente la utilización de la desafectación, que la medida cautelar


sin tercería, bastando acreditar la propiedad de forma fehaciente de un bien
afectado por medida cautelar mediante una solicitud anexando el título de
propiedad registrado.
Otras normas encargadas de regular la tercería son las referentes a la
inadmisibilidad (535), efectos de la tercería de propiedad (536), efectos de la
tercería de derecho preferente (537) y la connivencia y malicia (538).

10. BIBLIOGRAFÍA

COCA GUZMÁN, Saúl (2021). «Proceso abreviado: reglas, plazos,


competencia». Disponible en: https://lpderecho.pe/proceso-abreviado-derecho-
procesal-civil/

LEDESMA NARVÁEZ, Marianella (2008). Comentarios al Código Procesal


Civil. Análisis artículo por artículo. Tomo II. Lima: Gaceta Jurídica.

TANTALEÁN ODAR, Reynaldo Mario (2016). “Comentario al artículo 486


del Código Procesal Civil”. En: Código Procesal Civil comentado por los
mejores especialistas. Análisis y comentarios artículo por artículo, Tomo IV, pp.
79-96.

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