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Nos interesa mucho tratar el tema de la semejanza, una vez que hemos

descubierto que la identidad no nos conviene. Si a partir de ahora debemos


decir que los hombres no son iguales, sino semejantes, que no hay especies,
sino cosas que se asemejan, hay que decir qué son las semejanzas y en qué
consisten.
A este respecto, he encontrado que Foucault trata la cuestión en Las
palabras y las cosas. Dice ahí que las similitudes habían desempeñado un
papel constructivo en el saber de la cultura occidental hasta finales del siglo
XVI, hasta que la semejanza deja de desempeñar ese papel y desaparece del
horizonte del conocimiento.
Según él, hay cuatro tipos de semejanza que son esenciales.
1. Convenientia: son convenientes las cosas que acercándose una a
otra, se unen. Se puede comunicar por conveniencia el movimiento,
las influencias, las pasiones y las propiedades. La planta conviene
con el animal, la tierra con el mar. El mundo es la conveniencia
universal de todas las cosas.
2. Aemulatio: es como si la conveniencia espacial se hubiera roto y los
eslabones de la cadenas, separados, reprodujeran sus círculos, lejos
los unos de los otros, sin contacto. Las cosas se emulan, se imitan, de
un lado al otro del universo, sin encadenarse. La emulación es una
gemelidad natural de las cosas; nace de un pliegue del ser cuyos dos
lados, de inmediato, se enfrentan.
3. Analogía: La convenientia y la aemulatio se superponen: al igual
que la aemulatio, asegura las semejanzas en la distancia, pero habla
de junturas. No trata de las similitudes evidentes de las cosas
mismas, sino de otras más sutiles que se encuentran en las
relaciones, lo cual le confiere un inmenso poder. Por medio de ella
pueden relacionarse todas las figuras del mundo.
4. Simpatías: Juega en estado libre en las profundidades del mundo.
Suscita el movimiento de las cosas en el mundo y provoca los
acercamientos más distantes. Tiene el peligro de hacer las cosas
idénticas unas a otras. La simpatía transforma. Por ello se compensa
por su figura gemela, la antipatía, que mantiene el aislamiento e
impide la asimilación.
*
El mundo premoderno parece articularse por las semejanzas: el mundo
es la conveniencia universal de todas las cosas, que se aproximan y
alejan. Cuando se aproximan y convienen en todo, dejan de ser. Cuando
se alejan y no se asemejan en nada, desaparecen.

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