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El individuo que se encuentra frente a una necesidad de información, deberá llevar a cabo

una búsqueda
adecuada para encontrar su respuesta. La misma debe interpretarse como un proceso en el
cual inciden
diversos factores y se encuentra directamente relacionado con el contexto del individuo que
la realiza,
así como, con su necesidad informacional. Sobre esta base, las etapas claves que definen a
la búsqueda de
información son: analizar y comprender la problemática; identificar en donde se realizará la
búsqueda;
interactuar y realizar la búsqueda en el lugar seleccionado; identificar la pertinencia de la
información
obtenida en base a la necesidad de información; organizar la información que responde a la
problemática
(Argudo y Pons, 2012; Cid Leal y Perpinya Morera, 2013).

La búsqueda puede ser realizada en diversos medios y canales de transmisión de información,


desde internet a un catálogo manual.

De esto se desprende que la alfabetización en información y la búsqueda de información no están


exentas
de un contexto cultural.

La disponibilidad y difusión de información se encuentra muy extendida, por lo que, al realizar una
búsqueda
se debe precisar qué tipo de información es la que se necesita, para luego establecer dónde se debe
buscar

Para que los individuos puedan realizar un uso adecuado de la información, es necesario que se
encuentren
alfabetizados en su manejo. Si nos referimos específicamente al uso y manejo en los entornos web,
es
imprescindible poseer competencias en la búsqueda ya que es el primer paso dentro de las
estrategias para dar
respuesta a las necesidades de información.

La búsqueda de información es, por tanto, un proceso complejo y dinámico que se encuentra
influenciado
por varios factores. Requiere de la adquisición de herramientas competenciales para encontrar la
información
específica requerida. Poseer las competencias de búsqueda en un contexto en donde los individuos
están
constantemente interactuando con la información en la web es de gran relevancia. Sumado a esto,
en la
actualidad, donde la información falsa y las fake news están cada vez más presentes, se torna
sumamente
necesario que los individuos manejen buenas estrategias para la búsqueda de información.

Alonso, L. y Saraiva, I. (2020). Búsqueda y evaluación de información: dos competencias


necesarias en el contexto de las fake news. Palabra Clave (La Plata), 9(2).
https://doi.org/10.24215/18539912e090

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La mayoría de los buscadores utilizan mecanismos que revisan sólo el contenido formal de las
páginas web para saber si contienen o no las palabras clave que se les indican. Las técnicas
que emplean están basadas en el número de veces que los usuarios acceden a esas
páginas, el número de enlaces que tienen o la posición que ocupan.

En general, los motores de búsqueda tradicionales no prestan atención al contenido semántico.


Esta es la causa de que a veces devuelvan resultados poco relevantes para el tema que se
está buscando, además de que el análisis de los mismos supone una gran pérdida de
tiempo. Una propuesta para abordar este problema es convertir la información en
conocimiento por medio de ontologías.

http://eprints.rclis.org/24018/1/dulce.pdf

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Los MB son herramientas que permiten a los usuarios localizar información disponible en Internet
de
manera interactiva. Sus bases de datos son una especie de inventario de archivos existentes en
Internet.
Constan de un programa que registra estos archivos sin utilizar criterios específicos de selección y,
con
ellos, forma un índice de búsqueda que otro programa consulta cuando el usuario realiza su
solicitud. Los
MB proporcionan formularios y diversas interfaz mediante las cuales el interesado puede realizar su
demanda de información; como resultado, el solicitante recibe una lista de referencias que
responden a su
pedido.1-3
Dicha interfaz, entre el programa y el usuario, permite introducir un grupo de palabras claves (una
palabra,
una frase, etc.) para seleccionar la información; relacionarla; escoger o acotar periodos de tiempo o
fechas,
así como determinar los tipos de documentos que desea, según sus formatos (.xls, .html, .doc, .pdf u
otro),
entre otras facilidades.
Como resultado de la exploración, el MB presenta una lista ordenada de documentos que cumplen
completa
o parcialmente los criterios exigidos por el usuario. El orden de aparición de los registros depende
de una
calificación que otorga el programa a cada página web cuando realiza la búsqueda. De manera
general, el
orden responde a la cantidad de veces que la página contiene la palabra introducida, aunque este
criterio
varía para cada buscador.

Aunque el ejercicio de la búsqueda constante desarrolla las habilidades necesarias para utilizar los
MB,
conocer cómo funcionan previamente ahorra un tiempo muy necesario. Su dominio es
imprescindible para
realizar un uso eficaz de ellos, con vistas a obtener información con rapidez y exactitud.
http://eprints.rclis.org/5039/1/elementos.pdf
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http://marketinglink.up.edu.pe/big-data-explosion-de-informacion/

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El liderazgo económico de EE.UU. en esos momentos, su crecimiento científico y


tecnológico, junto a sus pretensiones geopolíticas, recolocan en un nuevo plano lo
que actualmente denominamos fenómenos informacionales. La publicación en
1945, por Vannevar Bushb, de un artículo titulado As we may think (Cómo
debemos pensar) logra poner en escena un fenómeno antes desconocido: la
problemática de la explosión de información como consecuencia del creciente
desarrollo científico y tecnológico de ese momento; asimismo, propone una de las
soluciones claves a ese problema: la utilización de las posibilidades de las recién
creadas tecnologías. Este diagnóstico fue medular por su oferta de solución al
creciente exceso de información.4 No parecen existir dudas de que, desde la
aparición de este artículo en 1945 hasta la constitución formal de la Ciencia de la
Información en 1962, se producen un conjunto de eventos que van a marcar la
concreción de este espacio de conocimiento.
https://www.redalyc.org/pdf/3776/377646639011.pdf

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Como bien se dijo al principio, y basado en las características antes mencionadas del
tratamiento documental para los Objetos digitales, se ha afirmado que una de las principales
herramientas creadas con el fin de tomar el control, organización y descripción de esta
explosión de información digital, son los llamados Metadatos.
El concepto “metadato” nació en la década de los sesentas, y su creación se atribuye a Jack
Myers, quien lo utilizó para describir datos correctamente8
; actualmente, la definición mas
sencilla de metadatos es la que los refiere como “datos sobre datos” de tal forma que lo que
básicamente representarán será metainformación. A pesar de esto, tradicionalmente, el
término se ha empleado con referencia a datos sobre indización y catalogación creados por
profesionales en la ciencia de la información; no obstante, su definición estará subordinada
tanto a su labor como al campo profesional que los maneje. Por tal razón, su papel va mas
allá de lo simplemente descriptivo, puesto que también se usan en la elaboración de
registros de adquisición, catálogos de exhibiciones, datos sobre utilización o incluso,
información para la administración de información digital; todo esto en pro de la
recuperación de información digital. De esta forma, los metadatos se convierten en
componentes primordiales de las Bibliotecas Digitales.
En términos generales, tal y como lo afirma Ortiz-Repiso (1999)9
la palabra metadato, en el
contexto de las bibliotecas, sin importar si estas son digitales o no, se utiliza comúnmente
para referirse a información que:
− Proporciona (normalmente de forma breve) una caracterización de un recurso de
información específico en las colecciones de la biblioteca
− Se almacena en los catálogos
− Se usa principalmente para ayudar al usuario a acceder a los recursos de
información de su interés
Méndez (2002), por su parte, considera que definir los metadatos requiere tener en cuenta
las diferentes tendencias de éstos, con el fin de limitar el concepto y acercarlo mas hacia lo
que realmente representan:

En contraste con lo anterior, el Dr. Martínez Arellano11, simplifica la función de los


metadatos a únicamente tres, aunque igualmente, hace inferencia en que el papel de lo
metadatos va mas allá de la simple descripción:
1. Proporcionar una descripción de una entidad de información junto con otra
información necesaria para su manejo
2. Proporcionar los puntos de acceso a esa descripción
3. Codificar esa descripción para facilitar su manejo por medio automatizados

https://core.ac.uk/download/pdf/290471305.pdf

Si se hiciera una encuesta acerca de cual es la herramienta mas poderosa que ha surgido
dentro de la Sociedad de la Información, en cuanto a transmisión y masificación de
información se refiere, ganaría, sin lugar a dudas, la Internet. La razón, es que ha traído
consigo cambios importantes y trascendentales en la manera de procesar la información y
por ende ha transformado de manera casi radical el papel del profesional en información;
esto se aprecia especialmente a raíz del nacimiento de la WWW a principios del decenio
pasado. La Internet, como ya se acotó antes, al ser considerada como el medio de
comunicación mas importante de los últimos años, ha sido considerada por muchos como la
futura Biblioteca Universal, aunque realmente esté muy lejos de serlo; paralelo a esto, el
cambio de pensamiento que ha generado ha sido inmenso, puesto que ha creado nuevas
formas de aprehensión del conocimiento, de tal manera que esta nueva forma de percepción
del mundo requiere que se generen igualmente nuevas formas de organización de la
información que los diferentes usuarios consumen.

https://core.ac.uk/download/pdf/290471305.pdf

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