Sergio Esteban Gaitán Segura

Universidad Nacional de Colombia

Gonzalez, B. (2020). Historia de la caricatura en Colombia. Bogotá : Villegas

editores.

Beatriz Gonzalez es una artista, historiadora y crítica de arte nacida en 1938 en

Bucaramanga Santander. En 1959 empezó a estudiar artes plásticas en la Universidad de
los Andes, iniciando su trayectoria como pintora. En los siguientes años su trabajo se
concentró en expresar temas de desigualdad social y violencia, que la terminan
posicionando como una de las artistas más influyentes y relevantes de las últimas
décadas en el país. Además de su producción artística ha trabajado como crítica de arte
y también como curadora de varias exposiciones de la biblioteca Luis Ángel Arango y
Museo de Arte Moderno.
En sus obras se distingue una tendencia hacia el sarcasmo y la ironía, aspectos que
explican su cercanía hacia la caricatura y permite comprender el interés de ella en
construir una historia sobre la caricatura en Colombia. En las últimas dos décadas ha
sido investigadora y curadora de varias exposiciones sobre este aspecto, experiencia que
le permitió publicar el libro “Historia de la caricatura en Colombia” en el 2020. A través
de esta obra Beatriz Gonzalez realiza un repaso de las técnicas, caricaturistas y
contextos en los que se empezó a construir la caricatura en el país.
Ese libro consta de 3 tomos con un total de 21 capítulos. Esta reseña se va a enfocar en
el capítulo IV, V y VI. El capítulo cuarto hace una aproximación a la caricatura social
después de la independencia a partir del papel del costumbrismo, para ello realiza un
análisis de varios pintores de la primera mitad del siglo XIX como José María Espinosa,
José María Domínguez, José Manuel Groot, y Ramón Torres Méndez. El quinto
capítulo se enfoca en el análisis de las caricaturas que se encuentran en publicaciones de
periódicos entre el periodo de 1840 y 1860, dándole mayor atención a las ediciones de
“El día”, “El duende”, “El Alacran” y “Matachines”. El sexto capítulo aborda los inicios
de lo que llama la edad de oro de la caricatura en Colombia a partir de 1876 – 1877, de
tal modo, explica el origen de la caricatura antirradical en el país y se enfoca en dos
periódicos de esta época “El Alcanfor” y “El Amolador”.
Objetivo general
Explicar el desarrollo de la caricatura en el país desde la independencia hasta los
primeros años de la edad de oro de ese arte en el país.
Objetivos específicos

 Explicar la importancia que tuvo la caricatura social después de la

independencia como manifestación humorística de aspectos cotidianos y
políticos de la sociedad.

 Reflejar el papel que tuvieron las publicaciones de periódicos entre 1840 y 1860
como espacios de difusión de caricaturas
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Universidad Nacional de Colombia

 Evidenciar el papel que tuvo Alberto Urdaneta como uno de los principales
caricaturistas del siglo XIX en el surgimiento de la edad de oro de la caricatura
en el país.
Problemas

 A pesar de la falta de estímulos los dibujantes después de la independencia

lograron contribuir al desarrollo de la caricatura social. La caricatura surgió
como un elemento que se relaciona con la representación costumbrista que
expresaba la cotidianidad de la sociedad colombiana. Varios artistas empezaron
a representar individual o colectivamente a personajes que habitaban en los
lugares públicos de las ciudades, particularmente de Bogotá. Para que los artistas
se enfocaran en estos aspectos desde un punto de vista humorístico no les fue
necesario realizar viajes a otros países donde había avances en la técnicas de la
caricatura, ni tampoco les fue necesario formar escuelas de arte. El interés y
libertad humorístico fue clave para que dibujantes como José María Domínguez
Roche, José Manuel Groot, José María Espinosa, Juan Francisco Mancera y
Ramón Torrez Méndez dieran pasos determinantes en el nacimiento de la
caricatura en el país.

 El periódico el duende de 1846 no es el primer periódico satírico de Bogotá. Se

ha afirmado que esta publicación se puede considerar como la primera del
género satírico, sin embargo, para esa fecha ya hay varias publicaciones de ese
estilo. El valor de la publicación de esa revista está en la regularidad con que se
presentan caricaturas.

 A mediados del siglo XIX la imprenta tuvo un notable desarrollado.

Principalmente en la década del cuarenta de ese siglo de la mano de litógrafos
venezolanos que migraron por las condiciones políticas de su país, la imprenta
tuvo un considerable desarrollo que facilitó la producción de periódicos. Este
aspecto permitió que surgieran numerosas ediciones de revistas liberales y
conservadores, que a su vez fueron espacios para la libertad gráfica.

 Con Rafael Urdaneta la caricatura en el país tuvo un desarrollo técnico

considerable. Este artista influyó para que la caricatura francesa tuviera una
amplia difusión en las técnicas que se empezaron a usar en el dibujo satírico y
humorístico colombiano. El viaje que realizó Urdaneta a Francia le permitió
regresar con conocimientos que dieron un salto no solo en la técnica del dibujo
sino en su reproducción a través de la litografía y xilografía más especializada.
Aunado a lo anterior, con la llegada de información sobre la caricatura
contemporánea se dio un impulso a la representación gráfica crítica para
expresar opiniones o discursos, para lo cual el periódico “El Mochuelo” de
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Urdaneta representa lo que fue la influencia francesa en la ilustración satírica del

país y que tuvo repercusión en otros periódicos como “El Amolador”.
Tesis

 La corriente costumbrista en las artes y las ciencias en el país tiene sus raíces,
por una parte, en el espíritu de ilustración importado por José Celestino Mutis,
Humboldt y los viajeros, y por otra en la presencia de Inglaterra en el campo
militar y comercial para la conformación de la República.

 Cuatro dibujantes, contribuyeron al desarrollo de la caricatura social; sin haber

realizado estudios en Europa, ilustraron gráficamente su visión humorística en la
galería de personajes para la memoria de la Nueva Granada.

 Se admira la libertad y la comprensión del humor que anima a los artistas de la

década de 1840, a pesar de la falta de estímulo en cuanto a la formación estética,
viajes a otros países o fundación de escuelas de arte, se puede afirmar que en
este momento la caricatura social era aceptada casi plenamente por las víctimas
de las jocosidades.

 En 1846 surgió un periódico con el nombre de El duende. Era la tercera vez que
se usaba ese nombre. Este semanario, como todas las publicaciones de
entretenimiento, pretendió tener un carácter cultural, pero gradualmente se fue
envenenando con la política. (…) Este periódico se ha considerado sin mucha
razón como el primer periódico satírico publicado en Bogotá, sin embargo, esto
no es totalmente cierto porque para esa fecha ya había existido un sin número de
impresos de este género. Tampoco se puede afirmar que fue el primero en
publicar caricaturas porque seguramente algunas del general Santander no eran
hojas sueltas, sino que debieron pertenecer a algún periódico. Lo que sí es cierto
es que existe en “El duende” claridad respecto al tema de la caricatura y
regularidad para presentar estas viñetas que se acomodaban a los personajes o
acontecimientos políticos del país.

 La presencia estable y prolongada en la Nueva Granada de los litógrafos

venezolanos procuró a los periódicos avances en la ilustración que fueron
aprovechados por los caricaturistas. La litografía, como se dijo anteriormente,
llegó al país en 1823 con Carlos Cazar de Molina, se reactivó con Lefévre en
1837 y tomó impulso definitivo con la llegada de los venezolanos.

 Cuando el radicalismo llevaba ya 14 años en el poder, tuvo lugar una

convergencia en el campo de la gráfica crítica: primero, se perfeccionaron las
técnicas para imprimir imágenes - litografía y xilografía- segundo, llegó
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información sobre la caricatura europea contemporánea; y tercero, se creó una

iconografía apropiada para expresar la situación social y política.

 Urdaneta murió en plena actividad en Bogotá, a los 42 años de edad. Era la

persona más versada en caricatura en el país. Con él se inició la edad de oro de
la caricatura en Colombia, que llega hasta Ricardo Rendón y Pepe Gómez
Castro. En términos históricos, la edad de oro cubre desde la guerra civil de
1876 - 1877, hasta la caída del conservatismo en 1930. Para concluir, se debe
afirmar que solo a partir de Urdaneta, la caricatura, que ya existía en el país,
obtuvo su carta de presentación.
Validez
El texto de Beatriz González es completamente válido para comprender el surgimiento
de la caricatura en el país. Para ello, el capítulo cuatro, cinco y seis son completamente
adecuados para aproximarse a los inicios de ese arte después de la independencia y
hasta los primeros años de lo que se denomina la edad de oro de la caricatura en el país.
Para ello, hace uso de diversas fuentes del siglo XIX que reflejan la evolución de la
caricatura en el país y cómo ésta pasó de un carácter costumbrista a una expresión
humorística y sarcástica de aspectos sociales, políticos y culturales.
A su vez, uno termina con una visión amplia de los aspectos que influyeron para el
desarrollo de la caricatura, como puede ser el papel de los litógrafos venezolanos a
mediados del siglo XIX o la influencia de la caricatura francesa a partir de la década del
setenta y por intermedio de Urdaneta. Todos estos aspectos enriquecen la validez de las
afirmaciones que brinda Beatriz Gonzalez.
Cuestionamiento al texto
Cuestionar el texto de Beatriz Gonzales puede llegar a ser complicado por lo completa
que es la obra, sin embargo, a modo de complemento sugiero que se podría profundizar
más el contexto de los procesos históricos que se dieron a la par del desarrollo de la
caricatura, para efectos de dar cuenta con mayor claridad las críticas que hacían algunos
caricaturistas.
Reacción al texto
Los capítulos que me correspondieron me gustaron y fueron agradables de leer ya que
tienen una escritura simple y que permite comprender con claridad la estructura de las
ideas que quiere exponer la autora. Adicionalmente, hace uso de imágenes adecuadas y
pertinentes para expresar el papel que tuvieron varios caricaturistas y cómo estos
aportaron al desarrollo de ese dibujo. Así mismo, me enseñó la importancia que tuvo la
caricatura social como un medio de expresión humorístico y satírico, pero también
crítico.