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El monopsonio de Amazon

La tienda online tiene demasiado poder sobre sus


proveedores y está usándolo de manera abusiva.
NYT SyndicateAmazon.com, el gigante minorista, tiene demasiado
poder y lo utiliza de formas que dañan al mercado estadounidense.
Sé que suena abrupto, pero quería ir al grano desde el inicio
porque, con mucha frecuencia, las discusiones sobre la compañía
tienden a dispersarse en asuntos secundarios.Por ejemplo, sus
críticos suelen retratarla como un monstruo a punto de hacerse
con el control de toda la economía. Tales afirmaciones son
exageradas —Amazon no domina las ventas online y mucho menos
el comercio minorista de Estados Unidos, y probablemente nunca
lo hará—. No obstante, sí está jugando un rol
problemático.Entretanto, sus defensores divagan a menudo en
odas a la venta online de libros, que efectivamente ha sido positiva
para muchos estadounidenses, o en testimonios de su buena
atención al cliente –sí, yo tengo membresía en Amazon Prime y lo
utilizo mucho–. Pero de nuevo, el asunto no es la conveniencia de
contar con nueva tecnología ni el uso efectivo que la compañía
hace de ella.Después de todo, John D. Rockefeller y sus socios
también fueron bastante buenos en el negocio petrolero, pero
Standard Oil ostentaba demasiado poder y la acción pública para
ponerle freno fue esencial. Lo mismo se aplica hoy para
Amazon.He aquí las noticias recientes: en mayo, una disputa entre
la compañía y la editorial Hachette se transformó en una abierta
guerra comercial. La primera había estado exigiendo mayores
recortes en los precios de los libros de la segunda, y cuando esta se
resistió a hacerlo, Amazon optó por entorpecer las ventas de
Hachette. Si bien sus libros no fueron excluidos del website de la
minorista, esta comenzó a retrasar su entrega, elevar sus precios
y/o atraer a los clientes hacia los productos de otras
editoriales.Uno podría sentirse tentado a decir que así son los
negocios; nada diferente de las prácticas de Standard Oil, que
antes de ser dividida en 34 empresas a principios del siglo pasado,
se rehusó a transportar petróleo a través de los ferrocarriles que se
negaron a otorgarle descuentos especiales. Y ese es precisamente
el punto: la era del magnate inescrupuloso terminó cuando el país
decidió que las tácticas de algunas empresas eran incorrectas. La
pregunta es saber si estamos dispuestos a retomar esa decisión.
¿Tiene Amazon el poder de mercado de un magnate del pasado?
Pues cuando se trata de libros, definitivamente. La compañía
domina abrumadoramente las ventas online de libros, con una
participación de mercado comparable con la que poseía Standard
Oil en la refinación petrolera cuando fue dividida en 1911. Incluso
si se analizan las ventas totales de libros, Amazon es de lejos el
jugador principal.Hasta ahora, la compañía no ha intentado
explotar a los consumidores y más bien ha mantenido sus precios
bajos a fin de reforzar su dominio. En lugar de ello, ha utilizado su
poder de mercado para reducir los márgenes de las editoriales,
obligándolas a disminuir los precios que Amazon les paga por sus
libros –esto explica la pelea con Hachette–.En jerga económica, al
menos por ahora Amazon no está actuando como un monopolio,
un vendedor dominante con el poder de elevar los precios. Pero sí
está actuando como un monopsonio, un comprador dominante
con el poder de empujar los precios a la baja.En ese frente su
poder es verdaderamente inmenso, incluso mayor de lo que
indican las cifras de participación de mercado. Las ventas de libros
dependen crucialmente de la propaganda y el boca a boca (razón
por la cual los autores son enviados con frecuencia a extenuantes
tours promocionales). Uno compra un libro porque ha oído de él,
porque otros lo están leyendo, es un tema de conversación y está
en la lista de los "best sellers".Y lo que Amazon posee es el poder
de matar la propaganda. Si bien es posible, con algo de esfuerzo
adicional, comprar un libro del cual se haya escuchado sin que la
compañía esté divulgándolo, si esta no le brinda su respaldo
promocional, es mucho menos probable oír sobre él.¿Podemos
confiar en que Amazon no abusará de ese poder? La disputa con
Hachette ha respondido esta pregunta: no, no podemos. Aunque
es importante, no se trata solamente del dinero. Al reducir los
márgenes de las editoriales, Amazon está afectando a los autores y
los lectores. Y también está el tema de la influencia indebida. En
específico, la penalidad que la compañía está imponiendo sobre
los libros de Hachette es mala en sí misma, aunque existe una
curiosa selectividad en cómo esa penalidad está siendo aplicada. El
mes pasado, el blog Bits de The New York Times documentó el
caso de dos libros de la editorial que recibían un trato muy
diferente.Uno es "The Way Forward", del congresista republicano
y excandidato a la vicepresidencia Paul Ryan y, el otro, "Sons of
Wichita", de Daniel Schulman, un perfil de los hermanos Koch.
Ambos son elegibles para Amazon Prime pero el primero es
entregado en uno o dos días, sin cargos, mientras que el segundo
llega, usualmente, en dos a tres semanas. Ajá.Esto nos trae de
regreso a la pregunta clave. No me digan que Amazon está
brindando a los consumidores lo que ellos quieren y que se ha
ganado su puesto en el mercado. Lo que importa es si posee
demasiado poder y si está abusando de él. Y en ambos casos la
respuesta es afirmativa.
Bibliografía: https://gestion.pe/impresa/monopsonio-amazon-
78072-noticia/?ref=gesr

Alemania abre investigación a


Google por posible abuso a la libre
competencia
Google opera el motor de búsqueda, YouTube, el servicio de geolocalización Maps, el sistema
operativo Android y el navegador Chrome.

El gigante estadounidense Google es objeto de una investigación en Alemania


por prácticas contrarias a la libre competencia, en aplicación de una reciente ley
que refuerza el poder del Estado contra los gigantes del sector digital, anunciaron
el martes las autoridades.

La oficina federal anticarteles abrió una investigación contra dos entidades


europeas de Google y su matriz Alphabet en Estados Unidos “conforme a la
nueva reglamentación para las empresas del sector digital”, anunció el
responsable de la competencia en un comunicado, tras haber lanzado ya medidas
similares este año contra Amazon y Facebook.
Las autoridades quieren determinar si el “gran número de servicios”
desarrollados por Google le valen una “importancia crucial para la competencia
en los mercados”, indicó Andreas Mundt, presidente de la oficina federal, en un
comunicado.

Google opera el homónimo motor de búsqueda, la cadena YouTube, el servicio


de geolocalización Maps, el sistema operativo Android y el navegador Chrome.

Sus rivales tienen complicado competir con este “ecosistema”, una situación que


el gendarme alemán de los mercados puede ahora sancionar, siempre y cuando
pruebe la existencia de un abuso de posición dominante.

En virtud de esta ley, la oficina inició este martes otro procedimiento destinado a
examinar “de muy cerca las condiciones de tratamiento de datos” de los usuarios,
que son el núcleo del negocio de Google y de otros gigantes tecnológicos.

El objetivo es determinar si los consumidores “disponen de opciones suficientes


sobre el uso por Google de sus datos” cuando recurren a sus servicios, añadió
Mundt.

La decisión de Alemania se conoce luego de que el regulador de la competencia


en Italia anunciara una multa contra Google de más de 100 millones de euros
(121 millones de dólares) por abuso de posición dominante.

Esta multa, de un monto de 102,084 millones de euros (123,5 millones de


dólares), se debe al rechazo del gigante tecnológico a aceptar en su plataforma
Google Play una aplicación que permita localizar terminales de recarga para los
coches eléctricos, precisó el organismo italiano en un comunicado.

“A través del sistema operativo Android y la tienda de aplicaciones Google Play,


Google tiene una posición dominante (...). Hay que recordar que en Italia cerca
de tres cuartas partes de los teléfonos inteligentes utilizan Android”, dijo la
autoridad antimonopolio.

Según una investigación del regulador italiano, “Google no autorizó” el uso de la


aplicación JuicePass, desarrollada por el gigante energético italiano Enel, en su
sistema Android Auto.
“JuicePass ofrece una amplia gama de servicios para la recarga de vehículos
eléctricos que van desde la búsqueda de una estación de recarga hasta la gestión
del proceso de recarga y la reserva de una estación”, dijo el organismo italiano.

Esta aplicación compite con la del gigante estadounidense Google Maps, que, sin
embargo, de momento solo permite buscar estaciones de carga para vehículos
eléctricos.

“Google, al negar a Enel X Italia (...) la disponibilidad de JuicePass en Android


Auto, limitó injustamente las posibilidades de los usuarios de la aplicación de
Enel”, dijo el organismo, que había abierto una investigación en mayo de 2019.

Asimismo, la Autoridad también señaló cómo la conducta de Google podría


influir en el desarrollo de la movilidad eléctrica en una fase crucial de su
lanzamiento, en particular en lo que respecta al desarrollo de una red de
infraestructuras para la recarga de automóviles eléctricos adecuada al crecimiento
y evolución de la demanda de servicios de recarga.

De su lado, la compañía estadounidense ha expresado su desacuerdo con la


decisión de la Autoridad y ha indicado que evaluará sus alternativas. “No
estamos de acuerdo con la decisión de la Autoridad y revisaremos nuestras
opciones”, afirmó

Bibliografía: https://www.semana.com/tecnologia/articulo/alemania-abre-investigacion-a-google-
por-posible-abuso-a-la-libre-competencia/202158/

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