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María Guadalupe Díaz Cabrera

Psicoterapia infantil
Noveno cuatrimestre

Ensayo: Actitud del terapeuta en psicoterapia infantil


Cuando hablamos de terapia infantil podemos abarcar varios temas, entre los
principales están las técnicas que se utilizan a la hora de hacer una intervención
con el niño o la niña, si bien a pesar de que es una población delimitada, existen
diversos problemas, factores y situaciones por las que un infante llega a consulta,
y así mismo, es importante tomar en cuenta que casi nunca llegará solo, la
mayoría de las veces llegará al consultorio acompañado de un adulto, sean sus
padres o tutores, que para esto, serán con los que se tendrá el primer contacto
para que así, se abra un espacio donde se pueda exponer el motivo de consulta.

La conducta del psicólogo juega un papel importante en la terapia infantil, desde


hacer el rapport con los padres o tutores del infante, hasta “ganarse" la confianza
del niño, pero ¿qué habilidades y aptitudes favorecen la relación con el paciente?
Se pueden mencionar algunos puntos importantes tales como:

 Ser asertivo: esta capacidad permite expresar opiniones, sentimientos,


ideas, de la mejor manera, apegándonos al contexto de la conversación y
sin que este diálogo afecte a terceros, es decir, comunicarse de manera
correcta.

 Empatía: Ser empático no sólo implica comprender lo que siente o piensa el


paciente, sino también la validación de dichos sentimientos y pensamientos
que lo están afectando de cierta forma, al validarlo se puede trabajar de
manera óptima en su proceso terapéutico.

 Escucha activa: Es fundamental e imprescindible saber escuchar, prestar


atención al relato del niño o la niña, sin hacer juicios ni divagar en lo que
posiblemente esté padeciendo, si esto ocurre, puede que exista un sesgo
en nuestra intervención.
 Observación: La capacidad de ser observador es otra característica
importante en el psicólogo, en cualquier población con la que se trabaje, sin
embargo, con los niños/as, se ponen en práctica ciertas técnicas como el
juego, el dibujo, el cuento, etc. que requieren de observación total, ¿por qué
hace lo que hace? ¿por qué dice lo que dice? ¿qué conductas tiene al
realizar estas actividades? Son preguntas que debemos considerar a la
hora de observar su desarrollo en terapia.

 Flexibilidad: esta es la capacidad de aceptar distintas situaciones creadas


en el contexto de la intervención, pero también con saber responder de
manera creativa y novedosa ante los problemas que puedan surgir.

Al tomar en cuenta estas habilidades, también se consideran algunos aspectos


que pueden suceder dentro de terapia con algunos pacientes, por ejemplo, es
importante que, al estar presente con el niño o la niña al momento de la técnica
del juego, él o ella son quienes tienen la libertad de jugar solo o con el terapeuta,
para esto, el terapeuta debe crear un espacio donde se genere la creatividad del
infante, y si el niño desea incorporar a su juego al psicólogo, éste debe ser flexible
para poder llevar a cabo esta actividad. Asimismo, suele ocurrir que lleguen
pacientes con una actitud negativa o poco cooperativa, es decir, si se comporta de
manera hostil en terapia y/o se niega a hablar, el terapeuta le debe dar a entender
que él está ahí con un fin, y si no está listo para comenzar, se tomará el tiempo
necesario para que él solo pueda dar inicio a una conversación. Para esto,
también juegan un papel fundamental los padres por ser la red de apoyo (en
algunos casos) de los niños y las niñas, sin embargo, en el caso de que éstos no
colaboren con el proceso terapéutico o en el contexto en el que se desenvuelve el
infante, se consideran las únicas herramientas con las que se pueden trabajar al
momento con el paciente, es decir, que le vamos a dar herramientas de
afrontamiento para poder manejar sus emociones, pensamientos, conductas etc,
ante la realidad que esté presentando.

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