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Planeamiento estratégico: profundo desafío, gran oportunidad.

El planeamiento estratégico (PE) es una de las herramientas más importantes


con que cuentan las organizaciones, para apoyar la toma de decisiones, en una
realidad actual orientada a un futuro deseado, procurando identificar los
entornos claves que modelaran los posibles escenarios tanto; beneficiosos
como perjudiciales, para convertirlos en positivos para el Estado peruano

En ese sentido, este ensayo abordará en primer lugar, los puntos de vista más
importantes sobre el empleo del PE en el Estado peruano de modo general y
en la Fuerza Aérea del Perú (FAP) en particular, en segundo lugar se realizará
un análisis de la situación actual y posibles escenarios que enfrente el Estado y
nuestra institución en el marco del empleo del PE, en tercer lugar se abordará
algunas iniciativas y sus resultados empleando los recursos del PE, finalmente
se recogerán las conclusiones más importantes de este ensayo.

En primer lugar, es necesario definir el concepto de PE en el marco del Decreto


Legislativo N° 1088 del 26 de junio del 2008, Ley del Sistema Nacional de
Planeamiento Estratégico (SINAPLAN) y del Centro Nacional de Planeamiento
Estratégico (CEPLAN), el cual detalla que el PE “…es un instrumento técnico
de gobierno y gestión para el desarrollo armónico y sostenido del país y el
fortalecimiento de la gobernabilidad democrática en el marco del estado
constitucional de derecho…” (Art N° 1), en otras palabras es una herramienta
técnica con que cuentan todas las instituciones públicas, buscado el desarrollo
equitativo logrando mayor eficiencia, eficacia y calidad en los bienes y servicios
que se proveen dentro del Estado con una visión a futuro.

Con relación a la revisión histórica del PE, apoyado en Postigo (2018),se puede
detallar que fue la Ex URSS, que por primera vez implantó conceptos de PE, a
través de la planificación central soviética, la cual fracasó por su rigidez y la
ausencia de libre mercado, posteriormente al término de la Segunda Guerra
Mundial se aplicó el Plan Marshall y la planificación indicativa francesa como
esfuerzo para la reconstrucción de Europa y Francia respectivamente, luego en
la década de los sesenta se implantaron los conceptos desarrollados en
Estados Unidos, para ejecutar el PE en América Latina, instaurando entre otros
la planificación industrial del Pacto Andino, hasta llegar al Perú creándose el
SINAPLAN y CEPLAN en el 2008.

Es necesario puntualizar que, si bien se puede enumerar varias iniciativas para


la mejora de la toma de decisiones a través del PE en nuestro país, todavía no
se ha encontrado el nivel de implementación deseado en la administración
pública, en estos casi catorce años de existencia del CEPLAN, lo anterior se
apoya en el último estudio del Programa de Alta Dirección de la Universidad de
Piura (UDEP) del año 2021 en el entorno empresarial peruano, que entrevistó a
331 ejecutivos, donde se destaca los seis principales riesgos o amenazas al
PE, en orden prioritario: las tareas del día a día; falta de liderazgo; carencia de
personal adecuado; falta de compromiso; carencia de recursos y finalmente los
datos no documentados, como se puede resaltar estas amenazas son
fácilmente percibidas también en el ámbito de la gestión pública, lo que impide
el logro de los objetivos trazados al momento de realizar el PE.

En otro sentido, en el sector público moderno la programación presupuestal


está subordinada al PE, es decir como ambos factores están completamente
vinculados, el orden natural es que primero se realice el PE para luego realizar
la programación presupuestal y de esta forma se vayan alcanzando las metas
propuestas en los planes estratégicos, pero lo que observamos en la práctica
en la FAP especialmente, es que el PE está subordinado a la programación
presupuestal, dado que se busca ejecutar el presupuesto asignado con mucha
eficiencia pero sin generar los cambios deseados, dado que no se tiene claro
una visión a futuro de la institución pese a contar con un PE institucional,
denominado “Plan Quiñones”, con varios años de haber sido elaborado pero
que es de carácter secreto, lo cual dificulta tener conocimiento pleno de las
acciones estratégicas que la institución está proponiendo para buscar su
realización.

Es necesario precisar también, que el plan estratégico para la preparación y


desarrollo de la FAP, denominado “Plan Quiñones” del 5 de noviembre del
2014, fue aprobado con Resolución Suprema Nº 654-2014-DE, el cual tiene
como finalidad “determinar las acciones que debe efectuar la FAP en el corto,
mediano y largo plazo, requeridas para recuperar, reponer, mantener,
repotenciar y modernizar su capacidad operacional y constituirse en una fuerza
disuasiva y decisiva”, cabe indicar que la Ord. FAP 17-2 “Formulación del plan
estratégico para la preparación y desarrollo de la FAP” del 3 de setiembre del
2021, establece en su Anexo “B” el horizonte temporal para los PE de
preparación y desarrollo de 20 años, pero en el caso específico del Plan
Quiñones, indica la norma, se realizará su revisión en el año 2025, disponiendo
la su actualización cada cinco años para los siguientes PE.

De otro lado es importante resaltar los intentos de cambios en la Institución,


como la creación de unidades materializadas en el Comando de Control
Aeroespacial y Ciberespacial (COCAC), el Grupo de Operaciones del
Ciberespacio (GROCE), la Dirección General de Aviación del Estado (DIGAE),
entre otras, que han sido modificadas o absorbidas, lo que demuestra la clara
intención de la institución por modernizar su organización pilar fundamental
para la mejora de los procesos, aquí es necesario detallar que con Resolución
COFAP N° 0556 del 18 de noviembre del 2021, el Comandante General de la
FAP dispone retornar a la organización dispuesta en el Decreto Legislativo N°
1139 “Ley de la FAP” del 24 de diciembre del 2014 y su reglamento.

Por lo anteriormente expuesto es que llegan a las siguientes conclusiones:

1. Las experiencias de otros países y las propias, demuestran la importancia


de contar con un PE que soporte nuestra visión tanto de país como
institucional, basado en un profundo análisis prospectivo, que permita
detallar nuestra situación actual y hacia donde queremos dirigirnos, que lo
convierte en un gran desafío para el Estado y la FAP.
2. Si bien es necesario puntualizar que se ha avanzado en el PE a nivel del
Estado peruano, es necesario tener presente que existen varias amenazas
como las recogidas por el estudio de la UDEP (2021), que atentan contra el
PE, las cuales es necesario contrastar y puntualizar en cada realidad
institucional para combatirla y mejorar el proceso de PE.
3. A nivel FAP es necesario mencionar que existen varias iniciativas de
mejoras del PE y a nivel organizacional, los cuales demuestran la voluntad y
el liderazgo de nuestro alto mando, sin embargo se podría mejorar lo
referente a la difusión de los PE como el “Plan Quiñones”, así mismo lo
relacionado a la vinculación del PE con la ejecución presupuestal, teniendo
en consideración que el PE es siempre primero, convirtiendo de esta forma
el PE en una gran oportunidad para la institución.

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