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Apología de la gimnasia en la mujer

La "tríada de la mujer deportista" la describió en 1992 el


Grupo de Trabajo de la Mujer del American College of
Sports Medicine.Hace referencia a la interrelación de tres
entidades médicas diferenciadas que pueden coexistir en
las mujeres deportistas: trastornos de la conducta
alimentarla, disfunción menstrual y osteopenia prematura.
En las mujeres con uno de los trastornos de la tríada debe
realizarse una exploración selectiva en busca de los otros.

A) Trastornos de la conducta alimentaria:

Los trastornos de la conducta alimentarla abarcan varios


patrones de alimentación anormales, incluidas la anorexia
nerviosa y la bulimia nerviosa. Estas dos enfermedades
psicológicos tienen unos criterios estrictos, definidos por la
American Psychiatric Association . Para hacer el
diagnóstico es necesario que se cumplan todos estos
criterios:

Anorexia nerviosa .
A. Rechazo a mantener el peso corporal en o por encima
del mínimamente normal para la edad y la talla (p. ej.,
pérdida de peso que lleva al mantenimiento de un peso
corporal inferior al 85% del esperaba, o incapacidad de
alcanzar el aumento de peso esperado durante el período
de crecimiento, lo que origina un peso corporal inferior al
85% del esperado).
B. Temor intenso a ganar peso o engordar, aunque el peso
sea insuficiente.

C. Alteración de la percepción del peso y el aspecto del


propio cuerpo, influencia excesiva del peso o el aspecto del
cuerpo sobre la imagen de sí mismo o negación de la
gravedad del bajo peso corporal actual.

D. Amenorrea en las mujeres que ya han presentado la


menarquia, es decir, ausencia de al menos tres ciclos
menstruales consecutivos.

Tipos específicos:
Tipo restrictívo: Durante el episodio de anorexia nerviosa la
persona no muestra regularmente conductas de ingesta
voraz o usa purgantes (por ej., inducción del vómito o
abuso de laxantes o diuréticos).

Tipo de ingesta voraz/uso de purgantes:Durante este


episodio de anorexia nerviosa, la persona muestra
regularmente conductas de ingesta voraz o usa purgantes
(según la definición anterior).

Bulimia nerviosa
A. Episodios recurrentes de ingesta voraz, caracterizados
por los dos rasgos siguientes:
1) Comer durante un período concreto de tiempo (p. ej., en
un período cualquiera de 2 horas) una cantidad de
alimentos que es claramente mayor de lo que la mayoría de
las personas comerían durante un período de tiempo
similar y en circunstancias semejantes.

2) Sensación de falta de control de la ingesta durante el


episodio (p. ej., sensación de que no se puede dejar de
comer ni controlar lo que se come o cuánto se come).

B. Conducta compensadora inadecuada recurrente para


evitar el aumento de peso,como vómitos autoinducidos,
abuso de laxantes, diuréticos, enemas u otros
medicamentos, ayuno o ejercicio físico excesivo.

C. Tanto la conducta de ingesta voraz como la


compensadora inadecuada se producen por término medio
al menos dos veces a la semana durante 3 meses.

D. El aspecto y el peso corporales influyen excesivamente


en la autoevaluación.

E. El trastorno no se produce exclusivamente durante los


episodios de anorexia nerviosa.

Tipos específicos:
Típo con medidas de purgación: La persona recurre
habitualmente al vómito autoinducido o al abuso de
laxantes o diuréticos.

Tipo sin medidas de purgación: La persona utiliza otra


conducta compensadora inadecuada, como el ayuno o el
ejercicio físico excesivo, pero no recurre habitualmente al
vómito autoinducido ni al abuso de laxantes o diuréticos.

Un grupo diferente de trastornos de la conducta alimentaria


no especificados abarca la variedad más amplia de
procesos que no se corresponden exactamente con las
definiciones anteriores de anorexia y bulimia.

Sin embargo, es importante reconocer que existe todo un


espectro de trastornos de la conducta alimentarla, que van
desde la preocupación por los alimentos y por el tamaño, la
forma y la composición del cuerpo, hasta los trastornos
más graves. El déficit de nutrientes y/o la ingesta calórica
insuficiente para el grado de entrenamiento y competición
pueden originar un déficit de energía, que a su vez puede
conducir a los otros componentes de la tríada: amenorrea y
osteopenia.

B. Amenorrea:

Se entiende por amenorrea la ausencia de menstruación.


En la amenorrea primaria, la niña no ha presentado la
primera menstruación (menarquia) a los 16 años de edad
y/o no ha desarrollado los caracteres sexuales secundarios
(como las mamas y el vello púbico) a los 14 años. La
amenorrea secundaria es la interrupción de las
menstruaciones después de la menarquia y, en concreto, la
ausencia de menstruación durante 3 meses consecutivos, o
tener menos de 3 períodos al año.

La oligomenorrea se da cuando los períodos se producen a


intervalos superiores a 35 días, o cuando hay de 3 a 6
períodos al año. Las causas pueden ser disfunción en el
hipotálamo, la hipófisis, los ovarios o el útero. Es
importante excluir otras causas médicas, incluido el
embarazo .

El comienzo y el mantenimiento normales de la


menstruación exigen la integración y el funcionamiento de
todos los órganos. El hipotálamo produce la hormona
liberadora de gonadotropina (Gn-RH) con un patrón pulsátil
regular. Esta ejerce un efecto directo sobre la secreción de
hormona luteinizante (LH) y hormona estimulante de los
folículos (FSH) por la hipófisis, que posteriormente
estimulan la ovulación. Después de la ovulación, las células
del ovario producen grandes cantidades de estrógenos
(estradiol) y progesterona.

El ejercicio físico y/o el estrés emocional excesivos pueden


influir sobre muchas hormonas, incluidas las
neurohormonas, las endorfinas y las catecolami-nas. Los
opioides endógenos, las hormonas responsables de la
"euforia del corredor", pueden suprimir la frecuencia y la
amplitud de los pultos de GN-RH. La melatonina y la
dopamina, que aumentan con el entrenamiento aeróbico,
pueden disminuir la secreción de GN-RH. El
hipercortisolismo también ejerce una acción inhibidora. Un
desequilibrio entre el gasto de energía derivado de las
exigencias del deporte y la ingesta de calorías puede hacer
que el organismo perciba la existencia de reservas netas
de energía insuficientes para soportar el desarrollo de un
feto. El sistema reproductor se "cierra" de modo eficaz
como mecanismo de autoprotección(15).

Incluso las difunciones menstruales de poca importancia


pueden originar el descenso de los niveles circulantes de
estrógenos y progesterona. La deportista amenorreica, al
igual que la mujer posmenopáusica, pueden sufrir
posteriormente una pérdida de la densidad ósea. También
se pierden los efectos protectores hormonales sobre los
perfiles lipídicos del suero y sobre el sistema
cardiovascular. No se conocen los efectos sobre la
incidencia de cáncer del sistema reproductor.

De todos modos los datos científicos sobre la amenorrea


no siempre son fiables y deben considerarse con cautela.

C) Osteopenia/Osteoporosis:

La osteoporosis es "una enfermedad esquelético sistémica


que se caracteriza por una masa ósea baja y un deterioro
de la mieroarquitectura del tejido óseo, con el consiguiente
aumento de la fragilidad ósea y de la predisposición a sufrir
una fractura. La densidad ósea máxima se alcanza en la
tercera década, e incluso tal vez antes, y se produce un
descenso progresivo hasta la menopausia, en la que la
pérdida ósea es más rápida. Al menos el 60-70% de la
masa ósea máxima se deposita durante el "estirón" de
crecimiento de la adolescencia. No debe desaprovecharse
esta "ventana de oportunidad" crítica en estas muchachas.

Las sobrecargas físicas antinaturales del entrenamiento,


así como el peso corporal bajo, pueden retrasar la
menarquia y el comienzo de la pubertad. Puede detenerse
el crecimiento, y no se logra alcanzar la densidad ósea
óptima. La ingesta insuficiente de calcio es otra
complicación derivada de los hábitos nutricionales
restrictivos. El hipoestrogenismo debido a la amenorrea
originará una mayor pérdida de la densidad ósea. Las
mujeres jóvenes de 20-30 años pueden tener la densidad
ósea de mujeres de más de 70 años. Esto puede ser
irreversible a pesar de la recuperación de los cielos
menstruales normales y/o de la administración de
tratamiento hormonal sustitutivo. Existe un aumento de la
propensión a las fracturas de estrés y a otras lesiones
musculoesqueléticas. Sin embargo, la principal
preocupación es la aparición prematura de fracturas por
fragilidad de la muñeca,las vértebras y la cadera, que con
tanta frecuencia incapacitan a las mujeres de edad mucho
más avanzada.

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