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UNIVERSIDAD ABIERTA Y A DISTANCIA DE MÉXICO

DIVISIÓN DE CIENCIAS DE LA SALUD, BIOLOGICAS Y AMBIENTALES (DCSBA)

LIC. NUTRICIÓN APLICADA

Asignatura: ÉTICA Y SALUD

Unidad 1. Principios de la ética

Evidencia de Aprendizaje: Ética en la cotidianidad

Docente en línea:  M. E. Elizabeth Margarita García Ruíz Hernández

Estudiante: Karina Mosqueda Alonzo

Matricula: ES202107867

Grupo separado:  NA-NESA-2102-B1-003

Tabasco, México a 24 de julio 2021


INTRODUCCIÓN

La ética puede ser observada en nuestra vida cotidiana en todos los actos, decisiones y
comportamientos con los que nos conducimos, bien sea en el trabajo o la escuela, en la forma
en que nos relacionamos con nuestros seres queridos o con las demás personas, así como con
el medio ambiente.

Es gracias al respeto de todos estos principios y reglas que creamos las condiciones adecuadas
para convivir en sociedad.

Por su parte, la ética del cuidado surge al reconocer la vulnerabilidad y la dependencia del ser
humano cuando, a lo largo de su vida, pasa por momentos en los que no puede cuidar de sí
mismo y precisa de otros para vivir y encontrar su bienestar.

En la presente actividad trataremos el tema de la ética del cuidado a través de un ensayo, en el


cual abordaremos los fundamentos éticos indispensables que debe de tener un profesional de la
salud para su buena práctica.
DESARROLLO

La ética del cuidado tiene que ver con situaciones reales, tan reales como las necesidades
ajenas, el deseo de evitar el daño, la circunstancia de ser responsable de otro, tener que
proteger, atender a alguien. Para ella, el compromiso hacia los demás se entiende como una
acción en forma de ayuda. Una persona tiene el deber de ayudar a los demás; si vemos una
necesidad, nos sentimos obligadas a procurar que se resuelva. (Alvarado, A., 2004, p. 31).

En todos los procesos relacionados con la salud deben estar concebidos e implícitos los
principios éticos, porque en todos ellos el objetivo es la salud y el bienestar del ser humano. Por
otra parte, la autora señala que “en las políticas de salud se deben tener en cuenta las creencias
y compromisos de un determinado pueblo, pues de no ser así, no se basan en la realidad, ni en
las necesidades de una nación; por lo tanto, esas políticas no tienen fundamento real y no son
acordes con las necesidades de las personas.” (p. 38)

Los fundamentos éticos son indispensables para el óptimo desarrollo de una buena practica en
el campo de salud pues a través de ellos, se garantiza la satisfacción del servicio para el
paciente. Los fundamentos éticos con los cuales se debe regir todo sistema de salud son: no
maleficencia, beneficencia, autonomía y justicia.

Por su parte, Alvarado, A. (2004) considera también como complementarios los siguientes
principios éticos que, aunados a los cuatros anteriores, aumentaría la probabilidad de éxito en el
servicio de salud, tales son: Eficiencia (mejor utilización de los recursos administrativos, técnicos
y financieros disponibles), Universalidad (garantía para que todas las personas tengan acceso a
la salud), Solidaridad (práctica mutua de ayuda entre el sector), Integralidad (la cobertura de
todas las contingencias que afectan la salud, condiciones de vida de toda la población), Unidad
(articulación entre las políticas e instituciones para alcanzar los fines). (p. 38)

Sin embargo, estas normas en la práctica no siempre se llevan a cabo, pues las malas
administraciones y las burocracias han hecho que no tengan el impacto adecuado. Además, los
recursos en salud han disminuido o no son suficientes para atender las demandas. Por tanto,
hay que seguir insistiendo en el derecho al que deben apuntar las políticas de salud y el sistema
sanitario, que es el de salud para todos, pues toda persona tiene derecho a la protección de la
vida y a la salud.

Por su parte, todo personal de salud, como cualquier otra persona, es un ser moral que debe
estar continuamente en una reflexión ética, la cual le permita revaluar sus compromisos con el
cuidado de la vida en cualquiera de las etapas del ciclo vital. Como primera medida, el mayor
compromiso es el de defender la vida en sí misma, reconociéndole a cada persona su dignidad,
su individualidad, intimidad, autonomía, capacidad de autorregularse, entre otros factores,
siempre aplicando los principios y valores morales durante la elaboración del proceso de
atención que debe brindar. (Alvarado, A., 2004, p. 33).

Desde este punto de vista, el profesional de la salud tiene la obligación de capacitarse, para
adquirir los conocimientos y habilidades que le permitan discutir o apoyar procesos relacionados
con la práctica ética de su actividad laboral.
Por lo tanto, como señala la misma autora, la responsabilidad del personal de la salud, en el
desarrollo de los aspectos éticos en la atención en salud, “va más allá del nivel individual,
trasciende al ámbito interdisciplinario y busca siempre el bienestar del paciente, aboga por los
derechos de las personas a quienes cuida, para asegurar que sus necesidades sean atendidas
en forma eficiente y humanizada”. (p. 37)

Por todo lo anterior, es importante señalar sobre los principios éticos a los que se debe apegar
todo personal de la salud para realizar de una mejor forma su actividad; por ejemplo, debe de
practicar la autonomía como derecho mismo del individuo de determinar sus propias acciones,
de acuerdo con los planes que ha escogido, respetando sus convicciones y, por ende, sus
decisiones. Todo lo anterior antes del consentimiento informado. De igual manera, debe de
prevalecer en el personal de salud el principio de beneficencia, que significa evitar el daño y
promover el bienestar de la persona. Acompañando a los anteriores principios éticos, el personal
de la salud no debe olvidar practicar la autonomía, veracidad, fidelidad, confiabilidad,
individualidad, integralidad, solidaridad, privacidad, justicia, cooperación, tolerancia, respeto.

Sin lugar a dudas, los principios éticos son indispensables para que la sociedad tenga unos
servicios de salud eficientes y eficaces, en los cuales deben de estar inmersos su propio
personal, pues eso garantiza la obtención de los objetivos. Pero más aún, el ser humano en
general debe de tener presente siempre la ética en su vida diaria, pues esto le permitirá convivir
de forma pacifica y regulada en su sociedad.

Con respecto a mi experiencia propia, la ética, considero se puede y debe de practicar en


aspectos tan sencillos de la vida; como por ejemplo, la aceptación hacia todo aquello que sea
diferente a lo que nosotros pensamos, podemos practicar la benevolencia cuando ayudamos a
nuestro semejante o cuando compartimos alguna comida con un necesitado, en la cual
aplicamos también el principio de compasión; otro ejemplo podría ser la responsabilidad cuando
cumplimos con el compromiso adquirido con una persona, o la empatía, tan promovida en estos
tiempos de pandemia.
CONCLUSIÓN

Definitivamente esta actividad fue muy provechosa pues aprendí que la ética es importante en la
práctica profesional cotidiana, y más aún en los profesionales de la salud, pues estamos
expuestos a enfrentar dilemas éticos que implican un esfuerzo adicional para la toma de
decisiones, tomar decisiones asertivas implica tener una plena claridad de la diferencia entre
bien y mal, además, de conocer los puntos intermedios entre éstos. (UnADM, 2021, p. 32)

Entre los profesionales de la salud, la ética ha sido tradicionalmente asumida como un conjunto
de exigencias institucionales hacia su conducta profesional, las cuales se manifiestan en la
práctica, como normas de comportamiento que gozan del reconocimiento generalizado.

El ejercicio de las profesiones dedicadas a la salud exige mantener una relación estrictamente
profesional con la persona a quien se atiende, en un ambiente de respeto mutuo y de
reconocimiento de su dignidad, valores, costumbres y creencias, así como mantener una
conducta honesta y leal con una actitud de veracidad y confidencialidad salvaguardando en todo
momento los intereses de la persona. (UnADM, 2021, p. 33)

Por todo lo anterior, puedo concluir que un personal de salud sin ética siempre va anteponer sus
intereses personales por encima de los valores éticos intrínsecos que se supone debe tener todo
profesionista y esto se vera reflejado en un servicio de salud deficiente para el paciente; caso
contrario, si el personal de salud se rige bajo la ética y teniendo presente las normas, es muy
probable que se tenga un servicio de excelencia y cercano al usuario.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

 Alvarado, A. (2004). La ética del cuidado. Aquichan, Año 4, Núm. 4, 30-39. Recuperado


de: http://www.scielo.org.co/pdf/aqui/v4n1/v4n1a05.pdf
 Busquets, M. (2019). Descubriendo la Importancia Ética del Cuidado. Folia
Humanística, Núm. 12, pp. 30–39. Recuperado de:
https://revista.proeditio.com/foliahumanistica/article/download/1290/2227/3341
 UnADM (2021) Unidad 1. Principios de la ética. Recuperado de:
https://campus.unadmexico.mx/contenidos/DCSBA/BLOQUE1/NA/02/NESA/unidad_01/d
escargables/NESA_U1_Contenido.pdf

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