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Componentes
El Sonne utiliza tres antenas fijas alineadas en un mismo plano, y separadas cada una de
ellas una distancia en torno a 1 km, tres veces la longitud de onda de la señal de
emisión. Las antenas eran unas torres metálicas cuadradas de celosía, de
aproximadamente un metro de lado y 100 metros de altura.
Sobre las torres se situaba un sombrero capacitivo de unos 11 metros de diámetro y 31
metros de perímetro. De esta forma, se generaban dos diagramas de radiación
hiperbólica en forma de abanico que se superponían y se reproducían simétricamente al
otro lado de la línea de antenas.
Un único transmisor
Principio de funcionamiento y evolución
Las transmisiones del radiofaro son cíclicas utilizándose el siguiente patrón:
1) En primer lugar transmite la antena central durante ocho segundos. Dicha
transmisión consiste en el envío del código de identificación del radiofaro en Morse.
2) A continuación se realiza una pausa de un segundo y medio.
3) Después de la pausa, se inicia un período de treinta segundos utilizado para
enviar la señal de radionavegación en sí, cuyo funcionamiento es similar al observado
en los radiofaros direccionales anteriores. En concreto, se activan las tres antenas
durante este periodo y el efecto direccional se consigue mediante la variación del valor
de φ. Más específicamente, este período de treinta segundos se divide en 60
subintervalos de medio segundo. En cada subintervalo, se transmite una raya (duración
de transmisión de 3/8 de segundo) se- guida de un punto (duración de transmisión de
1/8 de segundo). Dependiendo de si se transmite una raya o un punto, el valor de las
fases inducidas en las antenas será diferente, que a su vez va variando en función del
tiempo para introducir el efecto direccional.
4) Finalmente, se realiza una pausa de medio segundo y se reanuda el ciclo.
En cuanto a la determinación de la azimut en la aeronave, el sistema se basa en obtener
dicho ángulo a partir del número de signos recibidos (rayas y puntos) ya que este
número varía en función de la posición de la aeronave. En concreto, se utilizaban cartas
de navegación donde se podría obtener la orientación de la aeronave en función del
radiofaro desde donde se recibe la señal y el conjunto de signos recibido.
funcionamiento
Un único transmisor producía una señal que se enviaba directamente a la antena central.
Esta misma señal se codificaba y se separaba en dos partes, que se hacían pasar
alternativamente por cada una de las antenas laterales: primero la señal se enviada
brevemente a una de las antenas, de forma que esta emitía una señal consistente en un
punto de código Morse; después la señal era enviada a la segunda antena durante un
tiempo mayor para que esta antena emitiera una señal consistente en una raya de código
Morse. Así se conseguía el patrón de puntos y rayas utilizado en el Haz de Lorenz.
Puesto que en todo instante emitían al mismo tiempo la antena central y una de las
antenas laterales, el patrón de radiación era una cardioide. Esta se hacía girar lentamente
para que emitiera puntos en el sentido de las agujas del reloj y rayas en el sentido
antihorario. Una vez por minuto, cesaba la señal de las dos antenas laterales durante 6
segundos, emitiendo entonces el sistema una señal omnidireccional desde la antena
central. En esta señal se transmitía el código de identificación de la estación en código
Morse. Así, el piloto podía identificar la estación de la que recibe la transmisión.
Cuando las señales de las antenas laterales volvían a emitir de nuevo, 2 segundos
después de que terminara la transmisión del código de identificación de la estación, el
receptor volvía a recibir la transmisión de puntos y rayas. El piloto, en general, estaba a
uno de los lados de la equiseñal, por lo que escuchaba la transmisión de puntos o de
rayas. Como el patrón de emisión iba girando, se iban acercando los puntos y alejando
las rayas o al revés. Por eso, durante un periodo de 30 segundos, el receptor escucharía
puntos o rayas, después brevemente la equiseñal y después rayas o puntos (lo contrario
a lo que escuchaba antes de la equiseñal).
A bordo, era necesario un receptor de onda larga, así como cartas de navegación
especiales y tablas del sistema. Con una sencilla observación de la señal recibida, el
piloto podía determinar el ángulo en el que se encontraba una estación respecto a su
posición, sin más que contar los puntos y las rayas y situar su posición en el radial
correcto de los indicados en las cartas de navegación creadas especialmente para este
sistema.
Una vez que se conocía el ángulo respecto a dos estaciones diferentes y sabiendo la
localización de las mismas (indicadas en las cartas de navegación), el receptor situaba
su posición en la intersección de los dos radiales, tal y como puede verse en la siguiente
imagen.