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El sistema de posicionamiento Consol, el que se empleaba en la estación
radioeléctrica de Arneiro, se basaba en modular tres ondas continuas de la
misma frecuencia –una por antena dentro de la estación, la cual tenía tres
antenas- mediante una variación temporal de sus desfases recíprocos,
añadiendo un desfasaje entre las dos antenas de los extremos variable y
periódico en el tiempo y formado por una parte en forma de tren de pulsos
cuadrados de 180 grados de amplitud más otra parte variando en forma de
diente de sierra. De este modo, gracias al desfasaje variable de las tres señales
emitidas en las tres antenas, se lograba un patrón para el diagrama de
radiación con varios lóbulos que iban girando alrededor desde el momento de
inicio de cada barrido. Para una ubicación genérica en relación a una
determinada estación emisora, había momentos en los que las dos ondas y la
del mástil central llegaban las tres perfectamente enfasadas, dando lugar a que
en ese instante la amplitud entre puntos y rayas fuera máxima; momentos en
los que estaban enfasadas las ondas extremas pero en contrafase con la onda
central, dando lugar a una amplitud entre rayas y puntos máxima; y momentos
en los que las dos ondas extremas estaban en fase y a su vez desfasadas 90º en
relación a la central, momento de equiseñal; con todos los momentos
intermedios entre ellos con variación continua. Esto por lo que respecta a la
amplitud de la señal demodulada, pero en relación a su forma, resulta lógico el
saber que en el instante de equiseñal (amplitud intermedia), las dos señales de
las ondas extremas, alternando puntos y rayas, con parte real nula de ambos
fasores, daría lugar a una onda demodulada constante, porque en ese momento
sus fasores tenían un valor de más/menos la unidad imaginaria, arrojando un
resultado intermedio al combinarlas con el fasor de la estación central;
mientras que antes o después de la equiseñal serían los puntos (o
respectivamente rayas) los que prevalecerían porque los fasores de las ondas
de los mástiles extremos formarían ángulos suplementarios para las dos en el
momento del punto (o respectivamente raya) y posición simétrica de los
fasores en el momento de la raya (o respectivamente punto) -simetría respecto
al eje imaginario con los fasores por debajo del eje real-, con ángulo distinto a
90º, con respecto al fasor de la onda central. Eso tendría la consecuencia de
que uno de los signos se oiría más fuerte que el otro, dando lugar a puntos
fuertes intercalados con rayas débiles antes de la equiseñal; y otro tanto
ocurriría después del instante de equiseñal si cambiamos la palabra “puntos”
por la de “rayas”, con lo cual para cada ubicación concreta el operador de
radio oía primero un determinado número de puntos (o de rayas) seguido
después de otro determinado número de rayas (respectivamente de puntos).
Esta descripción se correspondería con cada ciclo completo de señal de
orientación, aunque en una posición determinada de escucha la señal recibida
podría comenzar su evolución en cualquiera posición del mismo. Se ha escrito
la palabra “viceversa” en varios lugares, porque dependiendo de donde se
halle el receptor, oirá primero las rayas más fuertes que los puntos o al revés.
Operativamente, gracias a esos dos números de puntos con rayas inapreciables
y rayas con puntos inapreciables, anteriores y posteriores respectivamente a la
equiseñal, pareja a las sucesivas diferencias de fase de ambas antenas
extremas, al ir barriendo los haces el espacio, se podía llevar a cabo la
obtención de la línea de demora en relación a la estación que se estaba
escuchando, para lo cual el operario podía recurrir a planos debidamente
señalizados con la posición de la estación y las líneas rectas que salen de ella
en todo su alrededor, que no son sino aproximaciones de las hipérbolas
verdaderas. Es por esto que el sistema Consol no podía emplearse en las
proximidades de cada estación, dado que en dichas proximidades las
hipérbolas no son aproximables por rectas y tienen una notable componente
curva, lo que origina una mucho mayor imprecisión. Esto ya condicionaba de
por sí el emplazamiento que debía elegirse para las estaciones, que como es
lógico no se situaban justo en la costa sino tierra adentro. Antes de cada
barrido la antena central de la estación emitía una onda continua modulada
con un código Morse identificador de la estación, además de la propia
portadora sin modular, señal que se propagaba ciertos segundos antes del
inicio del barrido. Esta señal isotrópica de baliza no direccional servía para
que el operario del navío o del avión buscase la dirección de mínimo de
recepción con el radiogoniómetro –instrumento empleado para determinar una
aproximación a una línea de demora con respecto a un cierto transmisor que
sintonizamos-. De este modo se obtenía una aproximación a la línea de
demora, que era empleada después de recibir la sucesión de puntos y rayas de
la segunda parte de la transmisión –o parte Consol de la señal- para eliminar
las ambigüedades inherentes a este sistema. Esto sucede porque el hecho de
emitirse varios lóbulos que se van moviendo por cada lado tiene como
consecuencia que en diferentes lugares muy distantes entre sí se puede
escuchar exactamente la misma secuencia de puntos y de rayas, y gracias a la
aproximación obtenida con el radiogoniómetro en la recepción de la señal
NDB –Non Directional Beacon- se podía discernir verdaderamente en cual de
los radiales se hallaba el navío. Por lo tanto, si con una estación obtenemos un
radial o línea de demora, es necesario al menos el escuchar otra estación
después para determinar el punto de corte de ambas. Esto no era problema,
dado que en Europa existieron estaciones Consol en Arneiro, en Sevilla, en
Ploneis, en Stavanger, durante la II Guerra Mundial, y aditivamente en Bush
Mills y muchas otras ubicaciones del mundo ya después de la confrontación.
9.- EL TRANSMISOR .-
¿Por qué se hacía esto así?. La razón de que se añadiera ese desfasaje variable
y periódico (con periodicidad de 1 minuto para las estaciones de Arneiro,
Sevilla y Stavanger y tiempo de permanencia de las tres señales con idéntica
fase –momento en que el régimen P generaba 180º y el D generaba 180º- de
un sexto de segundo), será explicada con una analogía física en el siguiente
párrafo.
Supongamos ahora que entre los instantes de salto de las dos personas
extremas, utilizando la central como referencia, aplicamos los dos regímenes
de desfase comentados. Como hablar del desfasaje entre dos señales es
equivalente a hablar del retardo que media entre ellas, lo que sucederá es que
los tres saltadores sólo saltarán síncronamente en el sexto de segundo en el
que el régimen P aporta 180º y el régimen D también 180º, y en el que
permanecen las tres ondas transmitidas con la misma fase. Considerando sólo
el régimen D, en el intervalo temporal del primer medio minuto el primer
saltador será el primero en saltar, seguido del segundo saltador por un tiempo
cada vez mayor, y siendo esa diferencia temporal la suplementaria de la que
hay entre el segundo y el tercero saltadores. Cuando se llega a la mitad del
tiempo de operación, existe igualdad de retardos hasta los dos saltadores.
Después de este instante, el desfase con respecto al tercer saltador seguirá
disminuyendo y con respecto al primero aumentando. Pero si consideramos
aditivamente a esta disposición el régimen brusco P, obtendremos unos
desfases que se superponen al lineal, y que se disponen al transcurrir el tiempo
de forma casi simétrica antes del punto medio con relación a después del
punto medio, por lo que a partir de ese medio minuto se tendrá una onda casi
simétrica a la del medio minuto inicial (salvo por que ahora serán los símbolos
que tenían mayor amplitud los que tendrán menos y viceversa), todo esto
observado desde la recta perpendicular a la alineación de saltadores. ¿A qué
da lugar esta disposición de retardos temporales?. En cada configuración
particular instantánea de retardos, en un momento dado del doble régimen, las
tres ondas planas esféricas de los tres saltadores se sumarán tal cual (en fase)
en una determinada dirección, en general diferente de la dirección
perpendicular. Además, como es lógico, habrá solución de continuidad
espacial y temporal en la dirección así establecida, como es de esperar dado
que la disposición instantánea de retardos también varía suave y
continuamente en el tiempo. Por lo tanto, la dirección de interferencia
totalmente constructiva o de máximo valor de la onda total irá girando. En
realidad todo lo que aquí he dicho debe ser ampliado, ya que habrá más
direcciones de máxima interferencia que una, dado que todas aquellas
direcciones en que las tres ondas llegan con desfases de múltiplos de 360º,
equivalentemente retardos múltiplos del periodo de repetición de saltos,
también darán lugar a interferencias totalmente constructivas en campo lejano
(se habla de campo lejano en radiación de ondas refiriéndonos a lugares lo
suficientemente alejados de la estación transmisora como para que ahí las
ondas esféricas puedan ser consideradas como planas). Por lo tanto, lo que se
tiene en realidad es un conjunto de líneas de máxima amplitud que van
girando alrededor, con variación continua angularmente entre ellas, dando
lugar a algo parecido a un faro.
Si ahora aplicamos esta analogía al sistema radiante formado por las tres
antenas, con su régimen de desfasaje implícito, habremos conseguido en
realidad un radiofaro, con un cierto número de lóbulos girando a la misma
velocidad en torno a la estación transmisora. En el anterior esquema se
representa el régimen de desfasaje brusco y periódico P.
Características de emisión :
Características de emisión :
En esta entrada presentaré los datos técnicos concretos relativos a la
transmisión que se efectuaba desde la estaciones Consol europeas en los años
1957 y 1966, a excepción de los de la estación de Arneiro que ya he
publicado. Estos datos han sido extraidos de la publicación del Instituto
Hidrográfico de la Marina “Radiofaros Consol –publicación especial número
2-“, en sus ediciones respectivas de 1957 y de 1966.
Características de emisión :
Características de emisión :
Características de emisión :
Características de emisión :
Características de emisión :
a) Emisión omnidireccional = Indicativo LEC (.-.. . -.-.) durante 5,8 segs; raya
larga, 19,2 segs.; silencio, 2,5 segs.
Características de emisión :
Características de emisión :
a) Emisión omnidireccional = Indicativo FRQ (..-. .-. –.-) dos veces.
Como se puede observar, a tenor de los datos que aquí se hallan, cada una de
las estaciones Consol de Europa varió al transcurrir el tiempo sus
características intrínsecas de transmisión, lo cual es lógico, ya que este hecho
se corresponde con los reajustes que se hacen en cualquier sistema técnico a lo
largo de su vida útil, y las estaciones Consol no fueron una excepción a esto.
Es decir, existe una gran variedad de antenas, cada caso particular se emplea
para ciertas utilidades concretas. En otras subsecciones explicaré lo que es el
diagrama de radiación, la ganancia y directividad de una antena, el ancho de
banda de la misma, el ancho de haz, la resistencia de radiación, la impedancia
de entrada, y la polarización. Ante un determinado caso de diseño, se trata de
determinar la geometría y dimensiones de la antena para que sus parámetros
característicos se aproximen a los que se necesitan para la correspondiente
situación particular de transmisión-recepción.
En esta expresión el vector A es el potencial vector, el valor nu es la
permeabilidad magnética, el vector J es la distribución sobre la superficie de la
antena del fasor de la densidad de corriente, k es la constante de propagación,
y R es la distancia entre el punto concreto de la antena cuyo aporte estamos
considerando y el lugar donde se quiere calcular el potencial vector. El valor
dv’ es el elemento diferencial de volumen por el que fluye la densidad de
corriente y V’ es todo el volumen por el que circula la corriente en la antena.
Así pues, esta ecuación lo que viene a expresar, es que el potencial vector es
una combinación lineal formada con coeficientes complejos que multiplican a
los vectores densidad de corriente de cada posición de la antena, que equivale
a la suma de los elementos de potencial vector, y que se hallan por un escalado
complejo del producto de la densidad de corriente impresa y el inverso de la
distancia. La exponencial compleja que forma parte de los coeficientes de
escalado es un término de fase que expresa la tardanza en producirse los
efectos (campos electromagnéticos) en el punto de cálculo, posteriormente en
el tiempo a las causas, que fueron las corrientes impresas de la antena, y que
tardaron un cierto tiempo en propagarse.
En los anteriores subapartados de esta misma sección, dentro del análisis del
sistema de posicionamiento Consol, se han considerado las antenas dipolo de
manera aislada. En la práctica, si existen obstáculos cerca de una antena, éstos
consiguen modificar el diagrama de radiación de la propia antena en relación a
la situación de ubicación en el vacío. La propia presencia de la tierra en el
lugar físico donde se halla la antena condiciona sus características de
radiación-recepción. La energía que radia la antena es reflejada en mayor o
menor medida en la superficie terrestre, según sea fundamentalmente el grado
de conductividad o facilidad de conducción de la corriente eléctrica que posea
la tierra. Así, pasamos a tener no sólo la onda radiada directamente por la
antena, sino además una onda reflejada por la superficie.
Por otra parte, es un hecho que -para bajas frecuencias- es difícil el poder
construir antenas grandes. Además de la dificultad de la construcción de un
mástil radiante de gran tamaño, surge el problema de que al disminuir la
frecuencia la resistencia de radiación disminuye de manera rápida, y la
reactancia de entrada aumenta también con rapidez, presentando valores
capacitivos. Esto ya fue descrito en la sección 11.2, cuando se habló del dipolo
elemental. Esta reactancia capacitiva vista hacia la derecha de la salida de
línea de transmisión sería nociva a efectos operativos, pues representaría la
presencia de potencia reactiva en la antena y en la línea, que es potencia que
no sólo puede provocar sobrecargas por ser la antena y la línea, en estas
circunstancias, una interfase de transferencia y de almacenamiento de energía,
sino que además disminuye la magnitud de la energía transferida. Es una
situación no deseable, pues en vez de consumirse toda la energía que se
entrega a la antena, parte de ella se almacena y no se consigue la optimización
de la energía radiada, que lógicamente habrá de ser máxima. Para corregir esta
situación, ha de emplearse una bobina, con el objeto de “corregir el factor de
potencia”. Esta bobina cancelará el efecto capacitivo de la impedancia de
entrada de la antena, y permitirá que toda la energía que se entrega al
monopolo –salvo la que se pierde por efecto Joule a causa de su componente
resistiva- sea radiada, consiguiéndose que el conjunto de la antena y la bobina
logren un comportamiento resonante o de máxima transferencia de energía. Se
dice entonces que la antena está en resonancia o que está sintonizada. A
escasos metros de los mástiles radiantes de la estación Consol existían unas
cabinas donde se hallaban las bobinas variométricas, que habían de ser
ajustadas para lograr poner en resonancia las antenas, eliminándose así la
potencia reactiva.
Como se puede observar en las imágenes, que han sido extraidas del libro
“Radio Navigation Radar and Position Fixing Systems for use in Marine
Navigation”, volumen II, publicado por el Ministerio de Transporte Británico
en mayo de 1946, redactado en el “International Meeting on Radio Aids to
Marine Navigation”, y en el que se realiza un estudio –entre otras cosas- del
sistema Consol con vistas a la instalación en Bush Mills (Irlanda) de la que
sería la estación Consol británica, operativa después de la Segunda Guerra
Mundial; las líneas de transmisión tenían una impedancia característica de 600
Ohmmios, entre la estación transmisora y las antenas extremas había una
distancia de aproximadamente 3 longitudes de onda, en las proximidades de
los mástiles radiantes existían unas “Aerial Tunning Unit”, que son los lugares
donde se realizaba la sintonía de cada antena, mediante las bobinas
variométricas; existían además unas “Balance/Unbalanced Matching Unit”,
donde se adaptaban las impedancias, operando además como balun, para
conseguir distribución equilibrada o balanceada entre la corriente de ambas
ramas del dipolo equivalente; y además, existía un “Monitor Hut”, o punto de
monitorización, ubicado en la perpendicular de la línea de antenas a una
distancia lo suficientemente grande como para estar situado en la zona de
campo lejano –que en la práctica eran unos kilómetros-, cuya misión era la de
garantizar que los desfases producidos sobre la onda por haber viajado largo
trecho a través de las líneas de transmisión desde el transmisor central, así
como los eventuales desfases espurios que se produjesen en la máquina
Elektra por su posible y eventual situación de incorrecto ajuste, ambos
considerados cooperativamente, no alterasen la operación ideal de
funcionamiento del período de transmisión de señal Consol o señal de
orientación, según el cual entre las señales aplicadas a las antenas extremas
debe mediar un desfase exacto resultado de la alternancia de 0 grados y de 180
grados, más un desfase creciente y lineal en forma de diente de sierra. Esto es,
mediante el punto de monitorización, donde se hallaba un receptor de radio, y
que estaba comunicado por línea con la estación de control, se lograba saber
cuándo pasaba el máximo (o el mínimo, según conveniencia) del lóbulo de
radiación perpendicular sobre la línea recta que unía dicho punto de
monitorización y la antena central, y que era perpendicular a la línea de
antenas, y así se podía avisar a la estación de control, para que allí ajustasen
en consecuencia la máquina Elektra (la cual era la responsable de conseguir
los dos regímenes de desfase superpuestos P y D de los que se ha hablado en
la sección 9, entre las corrientes aplicadas a las dos antenas extremas) para
lograr un correcto funcionamiento y la corrección de los factores de fase
producidos por el viaje de la onda hasta las antenas y por un ajuste inadecuado
de la propia máquina Elektra, consiguiéndose el deseado movimiento de los
lóbulos de barrido a ambos lados, que establecen el movimiento de los
radiales de equiseñal, y en perfecta sincronía con el comienzo del ciclo de
señal de orientación, de tal forma que en alta mar se produjese la observancia
del paso del rayo de equiseñal justo en el momento que le corresponde según
lo descrito en las cartas de navegación que incluyen los radiales, y según lo
prescrito por el diseño, y no antes ni después, cosa que daría lugar a lecturas
de posición muy erradas.
13.- LA EVOLUCIÓN DEL SISTEMA CONSOL CON EL PASO DEL
TIEMPO.-
Lo mismo ocurre en la imagen que le sigue, que también representa los
carriles, en particular la red de identificación.