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El sistema de posicionamiento Consol se engloba dentro de los sistemas de

posicionamiento hiperbólicos. Los sistemas más conocidos de este tipo fueron


fundamentalmente tres, a saber, el sistema Decca, el sistema Loran y el que
aquí me ocupa, el Consol. El hecho de que reciban este nombre de
hiperbólicos deriva de la filosofía implícita en la recepción de las señales. La
característica común de los sistemas hiperbólicos es que la diferencia de fases
o de tiempos entre señales emitidas desde antenas diferentes de la misma
estación, en el momento de su recepción, sirve para determinar la línea de
demora que media entre el receptor y la estación emisora, o al menos una de
las posibles –como sería en el caso de Consol-. Como es lógico y
sobradamente conocido, el lugar matemático espacial en el que la diferencia
de distancias a dos puntos diferentes se mantiene constante es un hiperboloide
de revolución. Pues bien, si entre una antena y el receptor la onda sin modular
(CW) tarda x segundos, y si entre otra antena de la misma estación y el mismo
receptor tarda x + y segundos, la diferencia entre ambos tiempos, esto es, y
segundos, o respectivamente, entre ambas fases, lleva parejo un determinado
hiperboloide de revolución, lugar geométrico en el que el receptor arrojaría la
misma medida. Por lo tanto, se sigue inmediatamente de esto que una medida
basada en un único par de antenas no sería operativa, por dar lugar a
ambigüedad. Es estrictamente necesario conocer una aproximación a la línea
de demora mediante radiogoniometría, y disponer de otro hiperboloide de
revolución que se corte con el primero en algunos puntos entre los cuales se
halla el de la verdadera posición del receptor. Entre esas medidas se resuelve
el problema de la ambigüedad. Esto se podía hacer empleando distintas
escuchas con relación a distintas estaciones, o bien, como sucede con Decca y
Loran, con diferentes medidas obtenidas en relación a distintos pares de
antenas dentro de cada estación.

 
 

El sistema Decca estaba basado en estaciones emisoras –o cadenas Decca-


formadas normalmente por tres o cuatro antenas, ubicadas en diferentes
lugares relativamente próximos entre sí y formando una figura geométrica que
podía variar. La filosofía del sistema Decca de cuatro antenas se basaba en que
una de las antenas iba asociada al transmisor maestro, que emitía una onda
continua –esto es, CW- a determinada frecuencia. Las otras tres antenas
recibían esa señal, y esa señal recibida era procesada por un conversor de
frecuencia que la multiplicaba por una determinada relación, pasando esa
señal a ser transmitida, despúes de amplificarla, en cada antena esclava. Por lo
tanto, como se deduce de esto, no se transmitía la misma portadora en las
cuatro antenas, ya que ello las haría indistinguibles en el receptor. Como la
diferencia de fase entre la portadora maestra y una de las señales esclava es en
recepción dependiente de la diferencia de distancias que han recorrido ambas
ondas, así como de la frecuencia empleada en la antena maestra y del factor
que relaciona la onda emitida en cada par maestra-esclava, al final esa
diferencia de fase, o de tiempos de propagación, podía ponerse en relación
directa con un determinado hiperboloide relativo a cada par maestra-esclava, y
arrojaba un valor numérico de diferencia de fase que podía ser llevado a un
sistema de presentación. El sistema de presentación de Decca consistía en tres
marcadores con forma de reloj, uno para la diferencia Rojo, otro para la
diferencia Verde y otro para la diferencia Morado. Cada reloj estaba asociado
a un par de antenas maestra-esclava, de tal modo que en la antena receptora se
recibían tres ondas a tres distintas frecuencias, y la diferencia de fase entre
cada par de ondas se representaba en cada uno de los tres relojes. Cada uno de
los tres relojes recibía pues un par de señales que eran transformadas en
frecuencia por dos factores diferentes en dos ramas circuitales distintas, para
ponerlas a ambas en la misma frecuencia, tras lo cual se medía la diferencia
entre sus fases, con un discriminador de fase, y ese resultado pasaba después
al reloj correspondiente. Por lo tanto, como cada reloj iba asociado a un
hiperboloide diferente, la intersección de los tres lugares geométricos arrojaba
-en un mapa convenientemente marcado con las hipérbolas- la posición del
navío o avión donde se hallaba el receptor, en relación a la estación emisora.

 
El sistema de posicionamiento Consol, el que se empleaba en la estación
radioeléctrica de Arneiro, se basaba en modular tres ondas continuas de la
misma frecuencia –una por antena dentro de la estación, la cual tenía tres
antenas- mediante una variación temporal de sus desfases recíprocos,
añadiendo un desfasaje entre las dos antenas de los extremos variable y
periódico en el tiempo y formado por una parte en forma de tren de pulsos
cuadrados de 180 grados de amplitud más otra parte variando en forma de
diente de sierra. De este modo, gracias al desfasaje variable de las tres señales
emitidas en las tres antenas, se lograba un patrón para el diagrama de
radiación con varios lóbulos que iban girando alrededor desde el momento de
inicio de cada barrido. Para una ubicación genérica en relación a una
determinada estación emisora, había momentos en los que las dos ondas y la
del mástil central llegaban las tres perfectamente enfasadas, dando lugar a que
en ese instante la amplitud entre puntos y rayas fuera máxima; momentos en
los que estaban enfasadas las ondas extremas pero en contrafase con la onda
central, dando lugar a una amplitud entre rayas y puntos máxima; y momentos
en los que las dos ondas extremas estaban en fase y a su vez desfasadas 90º en
relación a la central, momento de equiseñal; con todos los momentos
intermedios entre ellos con variación continua. Esto por lo que respecta a la
amplitud de la señal demodulada, pero en relación a su forma, resulta lógico el
saber que en el instante de equiseñal (amplitud intermedia), las dos señales de
las ondas extremas, alternando puntos y rayas, con parte real nula de ambos
fasores, daría lugar a una onda demodulada constante, porque en ese momento
sus fasores tenían un valor de más/menos la unidad imaginaria, arrojando un
resultado intermedio al combinarlas con el fasor de la estación central;
mientras que antes o después de la equiseñal serían los puntos (o
respectivamente rayas) los que prevalecerían porque los fasores de las ondas
de los mástiles extremos formarían ángulos suplementarios para las dos en el
momento del punto (o respectivamente raya) y posición simétrica de los
fasores en el momento de la raya (o respectivamente punto) -simetría respecto
al eje imaginario con los fasores por debajo del eje real-, con ángulo distinto a
90º, con respecto al fasor de la onda central. Eso tendría la consecuencia de
que uno de los signos se oiría más fuerte que el otro, dando lugar a puntos
fuertes intercalados con rayas débiles antes de la equiseñal; y otro tanto
ocurriría después del instante de equiseñal si cambiamos la palabra “puntos”
por la de “rayas”, con lo cual para cada ubicación concreta el operador de
radio oía primero un determinado número de puntos (o de rayas) seguido
después de otro determinado número de rayas (respectivamente de puntos).
Esta descripción se correspondería con cada ciclo completo de señal de
orientación, aunque en una posición determinada de escucha la señal recibida
podría comenzar su evolución en cualquiera posición del mismo. Se ha escrito
la palabra “viceversa” en varios lugares, porque dependiendo de donde se
halle el receptor, oirá primero las rayas más fuertes que los puntos o al revés.
Operativamente, gracias a esos dos números de puntos con rayas inapreciables
y rayas con puntos inapreciables, anteriores y posteriores respectivamente a la
equiseñal, pareja a las sucesivas diferencias de fase de ambas antenas
extremas, al ir barriendo los haces el espacio, se podía llevar a cabo la
obtención de la línea de demora en relación a la estación que se estaba
escuchando, para lo cual el operario podía recurrir a planos debidamente
señalizados con la posición de la estación y las líneas rectas que salen de ella
en todo su alrededor, que no son sino aproximaciones de las hipérbolas
verdaderas. Es por esto que el sistema Consol no podía emplearse en las
proximidades de cada estación, dado que en dichas proximidades las
hipérbolas no son aproximables por rectas y tienen una notable componente
curva, lo que origina una mucho mayor imprecisión. Esto ya condicionaba de
por sí el emplazamiento que debía elegirse para las estaciones, que como es
lógico no se situaban justo en la costa sino tierra adentro. Antes de cada
barrido la antena central de la estación emitía una onda continua modulada
con un código Morse identificador de la estación, además de la propia
portadora sin modular, señal que se propagaba ciertos segundos antes del
inicio del barrido. Esta señal isotrópica de baliza no direccional servía para
que el operario del navío o del avión buscase la dirección de mínimo de
recepción con el radiogoniómetro –instrumento empleado para determinar una
aproximación a una línea de demora con respecto a un cierto transmisor que
sintonizamos-. De este modo se obtenía una aproximación a la línea de
demora, que era empleada después de recibir la sucesión de puntos y rayas de
la segunda parte de la transmisión –o parte Consol de la señal- para eliminar
las ambigüedades inherentes a este sistema. Esto sucede porque el hecho de
emitirse varios lóbulos que se van moviendo por cada lado tiene como
consecuencia que en diferentes lugares muy distantes entre sí se puede
escuchar exactamente la misma secuencia de puntos y de rayas, y gracias a la
aproximación obtenida con el radiogoniómetro en la recepción de la señal
NDB –Non Directional Beacon- se podía discernir verdaderamente en cual de
los radiales se hallaba el navío. Por lo tanto, si con una estación obtenemos un
radial o línea de demora, es necesario al menos el escuchar otra estación
después para determinar el punto de corte de ambas. Esto no era problema,
dado que en Europa existieron estaciones Consol en Arneiro, en Sevilla, en
Ploneis, en Stavanger, durante la II Guerra Mundial, y aditivamente en Bush
Mills y muchas otras ubicaciones del mundo ya después de la confrontación.

En las imágenes mostradas en esta entrada se pueden apreciar gráficamente


diferentes aspectos relativos a los sistemas hiperbólicos, en concreto sólo he
colocado imágenes de los sistemas Decca y Loran, puesto que Consol lo
trataré con más detalle en lo sucesivo. En la primera imagen se advierte la
representación del corte de los hiperboloides con la superficie terrestre, que da
lugar como es sabido a hipérbolas -en realidad no son estrictamente
hipérbolas, ésto sucedería si intersecáramos los hiperboloides con un plano,
pero en realidad dichos hiperboloides se intersecan con una figura muy
parecida a un elipsoide de revolución (el planeta)-. Se representan diferentes
hipérbolas parejas a diferentes diferencias de fase medidas en dos de los
decómetros o relojes de presentación de Decca (había tres relojes de
presentación o decómetros, pero bastaba con la medida de dos de ellos para
averiguar la posición). Se observa como las dos curvas cuyas diferencias de
fase características (una curva para cada diferencia), que han sido medidas, se
cortan en un punto, que sería el lugar en el que se hallaría el navío. La segunda
imagen representa el discriminador de fase a válvulas de vacío, las cuales
operaban como diodos, que se empleaba para suministrar la señal a los
decómetros. La tercera imagen es una fotografía que muestra la apariencia real
de los decómetros. La penúltima imagen representa la obtención de la posición
mediante el sistema Loran, y finalmente la última imagen es una fotografía del
sistema de recepción y presentación de Loran, en la que se puede ver una
pequeña pantalla que era marcada con el haz de electrones de un tubo de rayos
catódicos. Las fotografías han sido tomadas del libro de mediados de siglo
titulado “Radar and electronic navigation”, del autor G.J.Sonnenberg.

9.- EL TRANSMISOR .-

Siguiendo con la serie de artículos dedicados al sistema radioeléctrico Consol,


en el presente apartado trataré la filosofía del sistema transmisor, el cual en la
estación de Arneiro (Cospeito) se hallaba emplazado en uno de los edificios
ubicados a menos de 200 metros de la antigua (ahora ya no existente) antena
central.

La misión del transmisor del sistema Consol era la de generar la señal de


corriente de alta potencia que debía ser “colocada” en cada uno de los tres
mástiles radiantes.

La operación del sistema Consol se basaba en dos partes diferenciadas, en la


primera de las cuales –funcionando como baliza omnidireccional- sólo
transmitía la antena central, emitiendo el indicador Morse de la estación
modulando a la portadora, mientras que en la segunda parte –en la que se
generaba la señal de orientación- una señal CW sin modular –que sonaría
como un pitido continuo en un receptor- se aplicaba a la antena central, al
tiempo que a la misma señal se le sometía a un programa doble de desfasaje,
para generar así las dos señales de los mástiles radiantes extremos.

En esa segunda parte de transmisión de señal de orientación, la antena central


emitía un tono de portadora, vibrando en la estación de Arneiro dicha
portadora a la frecuencia de 285 KiloHerzios. Ahora bien, si empleamos este
mismo tono de portadora sin modular en los tres mástiles radiantes, no
obtendríamos el diagrama de radiación de rotación lenta de un radiofaro. Para
ello, y de acuerdo con el dibujo de más arriba, la antena central emitía la
portadora sin ninguna modificación en su fase en dicha fracción de tiempo de
orientación (segunda parte) eso sí con una potencia que era doble a la de las
antenas laterales (esto es, una amplitud de señal aproximadamente cuádruple).
Al mismo tiempo, la portadora era sometida a un régimen de desfasaje
compuesto de dos partes, para la cual existían sendos circuitos. Primeramente
a la señal sin modular se le practicaba un desfasaje brusco periódico P por
saltos de 180º, generando así dos señales retardadas en esa cantidad, y después
se les añadía además un desfasaje D continuo que variaba entre 0º y 180º. De
este modo se obtenían dos señales diferentes entre las cuales mediaba un
retardo (o desfase) de acuerdo con el régimen doble, y que eran aplicadas a las
antenas de los extremos. El desfasaje resultante variaba, pues, con una forma
parecida a la hoja de una sierra. El régimen de tipo P con saltos bruscos era el
responsable de que al sintonizar en alta mar el receptor con los 285 KHz., en
este caso, de Consol de Arneiro, se oyesen puntos más fuertes entre los que
había rayas más débiles o viceversa, y al considerar dicho régimen combinado
con el régimen continuo D lo que se obtenía es que la envolvente de los
puntos iba creciendo y la de las rayas decreciendo (o viceversa) hasta hacerse
iguales en el instante de equiseñal.

¿Por qué se hacía esto así?. La razón de que se añadiera ese desfasaje variable
y periódico (con periodicidad de 1 minuto para las estaciones de Arneiro,
Sevilla y Stavanger y tiempo de permanencia de las tres señales con idéntica
fase –momento en que el régimen P generaba 180º y el D generaba 180º- de
un sexto de segundo), será explicada con una analogía física en el siguiente
párrafo.

Supongamos tres personas alineadas, separadas entre sí –cada dos


consecutivas- por una cierta distancia igual, que saltan a la misma frecuencia
de repetición en un lago grande de suficiente profundidad. Si el salto entre las
tres personas es siempre síncrono, esto es, tocan el agua en el mismo instante
los tres, cada una de las tres personas generará la misma onda esférica plana, y
el resultado total de la triple acción humana en cada punto del lago resultará
ser la suma de cada contribución particular. Ahora bien, para cada dirección
particular considerada desde el saltador central, los tres frentes de onda
llegarán con distintas fases, con lo cual la interferencia que crearán según cada
dirección tendrá diferente amplitud, pues el resultado de sumar vectorialmente
en el plano complejo los tres fasores puede dar un fasor resultante de mayor
módulo que cada uno de los tres por separado, o podría ser también de menor
módulo que el máximo módulo de dichos tres fasores, el primer caso sería una
interferencia constructiva y el segundo caso sería una interferencia
destructiva; y en general dichos tres fasores pueden aparecer según
combinaciones de diferentes estados de vibración parejos a distintos ángulos
de fase aunque sus amplitudes sean aproximadamente iguales-. De este modo,
como en la dirección perpendicular a la de alineamiento entre las tres
personas, las tres ondas llegan al frente de onda con la misma fase, esto es, en
el mismo estado de vibración, debido a que en esa dirección los retardos de
cada una hasta llegar al frente de fase son idénticos en una posición lo
suficientemente alejada de los saltadores, se deduce que según esa dirección, y
en campo lejano, las tres ondas se suman sin más, dando lugar a la
interferencia más constructiva que puede existir, según la cual las tres
amplitudes de vibración se suman tal cual para dar la amplitud resultante.

Supongamos ahora que entre los instantes de salto de las dos personas
extremas, utilizando la central como referencia, aplicamos los dos regímenes
de desfase comentados. Como hablar del desfasaje entre dos señales es
equivalente a hablar del retardo que media entre ellas, lo que sucederá es que
los tres saltadores sólo saltarán síncronamente en el sexto de segundo en el
que el régimen P aporta 180º y el régimen D también 180º, y en el que
permanecen las tres ondas transmitidas con la misma fase. Considerando sólo
el régimen D, en el intervalo temporal del primer medio minuto el primer
saltador será el primero en saltar, seguido del segundo saltador por un tiempo
cada vez mayor, y siendo esa diferencia temporal la suplementaria de la que
hay entre el segundo y el tercero saltadores. Cuando se llega a la mitad del
tiempo de operación, existe igualdad de retardos hasta los dos saltadores.
Después de este instante, el desfase con respecto al tercer saltador seguirá
disminuyendo y con respecto al primero aumentando. Pero si consideramos
aditivamente a esta disposición el régimen brusco P, obtendremos unos
desfases que se superponen al lineal, y que se disponen al transcurrir el tiempo
de forma casi simétrica antes del punto medio con relación a después del
punto medio, por lo que a partir de ese medio minuto se tendrá una onda casi
simétrica a la del medio minuto inicial (salvo por que ahora serán los símbolos
que tenían mayor amplitud los que tendrán menos y viceversa), todo esto
observado desde la recta perpendicular a la alineación de saltadores. ¿A qué
da lugar esta disposición de retardos temporales?. En cada configuración
particular instantánea de retardos, en un momento dado del doble régimen, las
tres ondas planas esféricas de los tres saltadores se sumarán tal cual (en fase)
en una determinada dirección, en general diferente de la dirección
perpendicular. Además, como es lógico, habrá solución de continuidad
espacial y temporal en la dirección así establecida, como es de esperar dado
que la disposición instantánea de retardos también varía suave y
continuamente en el tiempo. Por lo tanto, la dirección de interferencia
totalmente constructiva o de máximo valor de la onda total irá girando. En
realidad todo lo que aquí he dicho debe ser ampliado, ya que habrá más
direcciones de máxima interferencia que una, dado que todas aquellas
direcciones en que las tres ondas llegan con desfases de múltiplos de 360º,
equivalentemente retardos múltiplos del periodo de repetición de saltos,
también darán lugar a interferencias totalmente constructivas en campo lejano
(se habla de campo lejano en radiación de ondas refiriéndonos a lugares lo
suficientemente alejados de la estación transmisora como para que ahí las
ondas esféricas puedan ser consideradas como planas). Por lo tanto, lo que se
tiene en realidad es un conjunto de líneas de máxima amplitud que van
girando alrededor, con variación continua angularmente entre ellas, dando
lugar a algo parecido a un faro.

Si ahora aplicamos esta analogía al sistema radiante formado por las tres
antenas, con su régimen de desfasaje implícito, habremos conseguido en
realidad un radiofaro, con un cierto número de lóbulos girando a la misma
velocidad en torno a la estación transmisora. En el anterior esquema se
representa el régimen de desfasaje brusco y periódico P.

A continuación se detallan los datos técnicos relativos a la transmisión que se


efectuaba desde la estación Consol de Arneiro en los años 1957 y 1966,
extraidos de la publicación del Instituto Hidrográfico de la Marina
“Radiofaros Consol –publicación especial número 2-“.

ESTACION CONSOL DE ARNEIRO (LUGO) – (Datos técnicos de 1957)


Situación : Latitud 43º 14’ 53’’,29 N. Longitud 7º 28’ 55’’,89 W.

Frecuencia : 285 KHz. (1052,6 metros).

Tipo de onda : A 1.

Potencia : 1,5 Kwatt.

Características de emisión :

a) Emisión omnidireccional = Indicativo LG (.-.. –.) y raya larga durante 60


segs.

b) Emisión de orientación = Puntos de 1/6 de seg. y rayas de 5/6 de seg.


durante 60 segs.

Período total : 120 segundos.

Horario de emisiones : Continuo.

Sectores utilizables : Del 019º al 157º y del 199º al 337º.

ESTACION CONSOL DE ARNEIRO (LUGO) – (Datos técnicos de 1966)

Situación : Latitud 43º 14’ 53’’,29 N. Longitud 7º 28’ 55’’,89 W.

Frecuencia : 285 KHz. (1052,6 metros).

Tipo de onda : A 1.

Potencia : 1,5 Kwatt.

Características de emisión :

a) Emisión omnidireccional = Indicativo LG (.-.. –.) durante 5,0 segs.; silencio


2,5 segs.

b) Emisión de orientación = Puntos y rayas durante 30 segundos.


c) Omnidireccional también = Silencio 2,5 segs.; raya larga 17,5 segs.;
silencio 2,5 segs.

Período total : 60 segundos.

Horario de emisiones : Continuo.

Sectores utilizables : Del 019º al 157º y del 199º al 337º.

Para ya finalizar esta entrada, se representa una “fotografía” de un corte


horizontal del diagrama de radiación en un instante determinado de la rotación
lenta del mismo.

10.- DATOS TÉCNICOS DE TRANSMISIÓN DE LAS ESTACIONES


EUROPEAS .-

 
En esta entrada presentaré los datos técnicos concretos relativos a la
transmisión que se efectuaba desde la estaciones Consol europeas en los años
1957 y 1966, a excepción de los de la estación de Arneiro que ya he
publicado. Estos datos han sido extraidos de la publicación del Instituto
Hidrográfico de la Marina “Radiofaros Consol –publicación especial número
2-“, en sus ediciones respectivas de 1957 y de 1966.

ESTACION CONSOL DE GUILLENA (SEVILLA) – (Datos técnicos de


1957)

Situación : Latitud 37º 31’ 17’’,44 N. Longitud 6º 01’ 48’’,06 W.

Frecuencia : 315 KHz. (952,4 metros).

Tipo de onda : A 1.

Potencia : 1,5 Kwatt.

Características de emisión :a) Emisión omnidireccional = Indicativo SL y


raya larga durante 60 segs.

b) Emisión de orientación = Puntos de 1/6 de seg. y rayas de 5/6 de seg.


durante 60 segs.

Período total : 120 segundos.

Horario de emisiones : Continuo.

Sectores utilizables : Del 014º al 152º y del 194º al 332º.

ESTACION CONSOL DE STAVANGER (NORUEGA) – (Datos técnicos


de 1957)

Situación : Latitud 58º 37’ 30’’ N. Longitud 5º 37’ 45’’ W.

Frecuencia : 319 KHz. (940,4 metros).


Tipo de onda : A 1.

Potencia : 1,5 Kwatt.

Características de emisión :

a) Emisión omnidireccional = Señal continua e indicativo LEC durante 30


segs.

b) Emisión de orientación = Puntos de 1/6 de seg. y rayas de 5/6 de seg.


durante 60 segs.

Período total : 60 segundos.

Horario de emisiones : Servicio permanente.

Sectores utilizables : Del 350º al 140º y del 170º al 320º.

ESTACION CONSOL DE BUSH MILLS (IRLANDA DEL NORTE) –


(Datos técnicos de 1957)

Situación : Latitud 55º 12’ 20’’ N. Longitud 6º 28’ 02’’ W.

Frecuencia : 266 KHz. (1127,8 metros).

Tipo de onda : A 1.

Potencia : 2 Kwatt.

Características de emisión :

a) Emisión omnidireccional = Indicativo MWN y raya larga durante 10 ó 30


segs.

b) Emisión de orientación = Puntos de 1/8 de seg. y rayas de 3/8 de seg.


durante 30 segs.

Período total : 40 ó 60 segundos.

Horario de emisiones : Servicio permanente.


Sectores utilizables : Del 065º al 195º y del 245º al 015º.

ESTACION CONSOL DE PLONEIS (FRANCIA) – (Datos técnicos de


1957)

Situación : Latitud 48º 01’ 06’’ N. Longitud 4º 12’ 55’’ W.

Frecuencia : 257 KHz. (1167,3 metros).

Tipo de onda : A 1.

Características de emisión :

a) Emisión omnidireccional = Indicativo FRQ durante 20 segs.

b) Emisión de orientación = Puntos de 1/12 de seg. y rayas de 5/12 de seg.


durante 30 segs. Silencio = 10 segs.

Período total : 60 segundos.

Horario de emisiones : Continuo, excepto de 7:30 a.m. a 7:45 a.m., que


funciona para su regulación.

Sectores utilizables : Del 033º al 179º y del 213º al 359º.

Nota : Cuando funcionaba en esta fecha en período de prueba emitía la palabra


TEST en lugar de su indicativo FRQ y no podían utilizarse sus emisiones en
dicho perído.

ESTACION CONSOL DE GUILLENA (SEVILLA) – (Datos técnicos de


1966)

Situación : Latitud 37º 31’ 17’’,44 N. Longitud 6º 01’ 48’’,06 W.

Frecuencia : 315 KHz. (952,4 metros).

Tipo de onda : A 1.


Potencia : 1,5 Kwatt.

Características de emisión :

a) Emisión omnidireccional = Indicativo SL (… .-..) durante 3,5 segs.; silencio


durante 2,5 segs.

b) Emisión de orientación = Puntos y rayas durante 30 segs.

c) Omnidireccional también = Silencio 2,5 segs.; raya larga 19 segs; silencio


2,5 segs.

Período total : 60 segundos.

Horario de emisiones : Continuo.

Sectores utilizables : Del 014º al 152º y del 194º al 332º.

ESTACION CONSOL DE STAVANGER (NORUEGA) – (Datos técnicos


de 1966)

Situación : Latitud 58º 37’ 30’’ N. Longitud 5º 37’ 45’’ W.

Frecuencia : 319 KHz. (940,4 metros).

Tipo de onda : A 1.

Potencia : 1,5 Kwatt.

Características de emisión :

a) Emisión omnidireccional = Indicativo LEC (.-.. . -.-.) durante 5,8 segs; raya
larga, 19,2 segs.; silencio, 2,5 segs.

b) Emisión de orientación = Puntos y rayas durante 30 seg.; silencio durante


2,5 segs.

Período total : 60 segundos.

Horario de emisiones : Continuo.


Sectores utilizables : Del 350º al 140º y del 170º al 320º.

ESTACION CONSOL DE BUSH MILLS (IRLANDA DEL NORTE) –


(Datos técnicos de 1966)

Situación : Latitud 55º 12’ 20’’ N. Longitud 6º 28’ 02’’ W.

Frecuencia : 266 KHz. (1127,8 metros).

Tipo de onda : A 1.

Potencia : 2 Kwatt.

Características de emisión :

a) Emisión omnidireccional = Indicativo MWN (– .– .-) y raya larga durante 8


segs.

b) Emisión de orientación = Puntos de 1/8 de seg. y rayas de 3/8 de seg.


durante 32 segs.

Período total : 40 segundos.

Horario de emisiones : Continuo, excepto de 16:00 a 16:15 diariamente y de


11:00 a 12:00 los miércoles.

Sectores utilizables : Del 065º al 195º y del 245º al 015º.

ESTACION CONSOL DE PLONEIS (FRANCIA) – (Datos técnicos de


1966)

Situación : Latitud 48º 01’ 06’’ N. Longitud 4º 12’ 55’’ W.

Frecuencia : 257 KHz. (1167,3 metros).

Tipo de onda : A 1.

Características de emisión :
a) Emisión omnidireccional = Indicativo FRQ (..-. .-. –.-) dos veces.

b) Emisión de orientación = Puntos de 1/12 de seg. y rayas de 5/12 de seg.


durante 30 segs.

Período total : 40 segundos.

Horario de emisiones : Continuo, excepto de 7:30 a.m. a 7:45 a.m., que


funciona para su regulación.

Sectores utilizables : Del 033º al 179º y del 213º al 359º.

Nota : Cuando funcionaba en esta fecha en período de prueba emitía la palabra


TEST en lugar de su indicativo FRQ y no podían utilizarse sus emisiones en
dicho perído.

Como se puede observar, a tenor de los datos que aquí se hallan, cada una de
las estaciones Consol de Europa varió al transcurrir el tiempo sus
características intrínsecas de transmisión, lo cual es lógico, ya que este hecho
se corresponde con los reajustes que se hacen en cualquier sistema técnico a lo
largo de su vida útil, y las estaciones Consol no fueron una excepción a esto.

Para ya culminar con esta entrada, inserto a continuación un mapa extraido de


un libro extranjero de mediados de siglo, en el que se recoge una
representación de las coberturas de cada una de las estaciones Consol
europeas, exceptúando la de la estación de Ploneis (Francia), y por supuesto
sin tener en cuenta las estaciones que funcionarían años más tarde con esta
misma tecnología. Se puede observar en este mapa que quedaban muy pocas
zonas en el Atlántico Norte a las que no llegara la señal de al menos dos
estaciones. Era imprescindible el recibir en alta mar la señal de dos estaciones,
ya que con la señal de una no bastaba. Así como con los sistemas Decca y
Loran, que ya he tratado en su día, era suficiente recibir distintas ondas parejas
a distintas antenas dentro de la misma estación, sin embargo el sistema Consol
sólo proveía de una línea de demora por medida/estación, y para llevar a cabo
el emplazamiento de la ubicación se necesitaban al menos dos líneas de
demora, que se intersecaban en el mapa en el lugar de la posición del navío,
submarino o avión. Por otra parte, también se puede observar en el dibujo, así
como en los datos expuestos, que existían sectores no utilizables para cada
estación, a pesar de que su señal sí llegaba físicamente a esas zonas. En estos
sectores, que se correspondían con ángulos pequeños en relación a la dirección
de alineamiento de las tres antenas de la estación, no se debía usar la
información extraida de la recepción de la señal, dado que una diferencia o
imprecisión pequeña en la medida de la cantidad de puntos (o rayas) hasta el
momento de equiseñal y después del mismo, que no era infrecuente por
determinarse ambos números mediante la audición de la onda demodulada,
significa un mayor error en relación a la posición real en esta zona si
comparamos ese error con el que se produciría con igual audición en las
posiciones del receptor no próximas a la dirección de alineamiento de las
antenas.

 
 

11.1.- EL SISTEMA RADIANTE. NOCIONES BÁSICAS .-

Dedicaré un pequeño conjunto de subsecciones dentro del tema de los


radiofaros Consol para introducir algunos conceptos básicos dentro del
electromagnetismo, que después usaré cuando hable de las antenas del
mencionado sistema de posicionamiento. Ésta no es sino la introducción
dentro de este grupo de subsecciones.
Existen muchos tipos diferentes de antenas, pero básicamente se pueden
reducir a dos tipos, en concreto, antenas lineales, y antenas de apertura. Y digo
sólo estos dos tipos, porque en general existen muchas antenas, como por
ejemplo los mástiles radiantes de la estación Consol, que pueden ser puestos
en equivalencia con antenas lineales, dado que están constituidas por tramos
de acero, y la dimensión física de su grosor es mucho menor que la longitud
de onda, y no ocasiona una pérdida de generalidad el considerar como antenas
lineales otros tipos de radiadores de mayor longitud, siempre que estén
confeccionados con elementos lineales, o inclusive agrupamientos o arrays
formados por conjuntos de antenas en interacción, del que es un ejemplo la tan
conocida y clásica antena Uda-Yagi, usada en recepción de televisión. De este
modo, no sólo son antenas lineales los clásicos dipolos, monopolos, y
monopolos sobre masa –caso éste último al que pertenecen los mástiles
radiantes Consol-, sino que también son antenas lineales las espiras usadas en
los radiogoniómetros, las antenas rómbicas y espirales –adaptadas éstas
últimas especialmente a las polarizaciones elípticas-, las espirales cónicas, los
dipolos doblados, los solenoides cargados con ferrita, usados desde los
comienzos de la transmisión en onda media en receptores de radiodifusión, e
incluso se pueden catalogar como antenas lineales algunas de las empleadas
en banda ancha, que utilizan por ejemplo una distribución logarítmica en la
distancia entre elementos, antenas multibanda con distintas longitudes de los
elementos y también con distancias específicas entre ellos, antenas
logoperiódicas trapezoidales, usadas como alimentadores (feeders) de antenas
parabólicas grandes, y un largo etcétera, en el que podemos incluir como caso
llamativo las antenas con geometría fractal, como el monopolo de Sierpinski –
también pensado para banda ancha-. De este modo una antena lineal es un
radiador que se puede aproximar por un conjunto de líneas construidas de un
material buen conductor de la corriente eléctrica, en un punto de las cuales se
suministra la corriente impresa o de excitación, y que presentan una
determinada geometría que condiciona ya de por sí todas sus características de
transmisión-recepción.

Por otra parte, se denominan antenas de apertura a aquellos radiadores en los


cuales el campo electromagnético radiado se puede calcular como una integral
extendida a una cierta superficie y obtenida en base a la distribución de campo
eléctrico de excitación en dicha superficie. Casos de éstas antenas son las
conocidas parabólicas, tanto si las alimentamos desde el foco de la parábola;
como también en la variedad Cassegrain, en la que se usa un subreflector
montado en el foco de la parábola, estando el feeder en el centro de la misma
y orientado al subreflector. Otros casos de antenas de apertura son las antenas
de lente, o las llamadas bocinas, que no son más que precisamente aberturas
con forma de embudo que dan solución de continuidad al campo eléctrico que
viaja por la guía de onda y que sale por ellas al aire. Y también se usan
antenas de tipo micro-strip para frecuencias de microondas.

Es decir, existe una gran variedad de antenas, cada caso particular se emplea
para ciertas utilidades concretas. En otras subsecciones explicaré lo que es el
diagrama de radiación, la ganancia y directividad de una antena, el ancho de
banda de la misma, el ancho de haz, la resistencia de radiación, la impedancia
de entrada, y la polarización. Ante un determinado caso de diseño, se trata de
determinar la geometría y dimensiones de la antena para que sus parámetros
característicos se aproximen a los que se necesitan para la correspondiente
situación particular de transmisión-recepción.

En cálculo de antenas, a partir de las ecuaciones de Maxwell, se puede definir


una magnitud de la que deriva el campo magnético radiado, que es el potencial
vector. Aplicando ciertas buenas aproximaciones se obtiene, por un lado, que
el fasor de campo magnético se puede poner como el rotacional del potencial
vector, mientras que el fasor del campo eléctrico, en una radiación
monocromática (si se excita una única frecuencia o tono de portadora) se
obtiene como la pulsación multiplicada por el potencial vector y con un factor
que incluye la unidad imaginaria cambiada de signo. Esto es, si somos capaces
de obtener una expresión para el potencial vector A en una cierta posición
alejada de la antena, seremos capaces de conocer los fasores de campo
magnético y eléctrico de la onda en ese lugar.

¿Qué es un fasor?. Un fasor es un vector complejo de una o más dimensiones,


tal que multiplicándolo por una exponencial compleja de pulsación w y
obteniendo la parte real de dicho producto, se consigue la función temporal o
señal de una cierta magnitud eléctrica, que podría ser por ejemplo una señal de
corriente, un voltaje o señal de tensión, o también la expresión instantánea del
campo eléctrico o del campo magnético. Es decir, podemos pensar en un fasor
para cada señal que estudiemos, el campo eléctrico instantáneo llevará un
fasor asociado, el campo magnético tendrá asociado otro fasor, la corriente por
ejemplo de un circuito también se puede escribir en forma fasorial, etcétera…
Pero los fasores tienen la limitación de que sólo se pueden emplear para
pulsaciones monocromáticas, esto es, sólo podríamos usar los fasores cuando
trabajamos con una única frecuencia, que sería la portadora. El caso general de
una transmisión pasobanda, más aproximada a la realidad, y que es el caso
más genérico posible, precisa del empleo de otro concepto matemático más
sofisticado como es la envolvente compleja, que no es otra cosa que una
función compleja temporal formada por un módulo dependiente del tiempo
multiplicando a un factor de fase también dependiente del tiempo. Si
multiplicamos esta envolvente compleja por una exponencial compleja de
pulsación w (correspondiente a la frecuencia de portadora de w/(2*pi) ), y
tomamos la parte real, estaremos en realidad obteniendo la variación temporal
instantánea de una determinada magnitud bajo estudio, que al igual que en el
caso del uso de fasores puede ser un campo, una corriente, o una tensión, pero
que en este caso particular presenta la propiedad de no ser una frecuencia
pura, sino el conjunto de muchas frecuencias puras actuando a la vez, y
ocupando un cierto ancho de banda. Multiplicar un fasor o una envolvente
compleja por una exponencial compleja de una cierta pulsación equivale a
girarlo en el plano complejo con una velocidad de giro o rotación igual a la
pulsación, medida en radianes por segundo.

En general, y como remate de este primer acercamiento a las antenas y al


electromagnetismo, el potencial vector que necesitamos para conocer cómo
funciona una antena se halla según una expresión como la que sigue:

 
En esta expresión el vector A es el potencial vector, el valor nu es la
permeabilidad magnética, el vector J es la distribución sobre la superficie de la
antena del fasor de la densidad de corriente, k es la constante de propagación,
y R es la distancia entre el punto concreto de la antena cuyo aporte estamos
considerando y el lugar donde se quiere calcular el potencial vector. El valor
dv’ es el elemento diferencial de volumen por el que fluye la densidad de
corriente y V’ es todo el volumen por el que circula la corriente en la antena.
Así pues, esta ecuación lo que viene a expresar, es que el potencial vector es
una combinación lineal formada con coeficientes complejos que multiplican a
los vectores densidad de corriente de cada posición de la antena, que equivale
a la suma de los elementos de potencial vector, y que se hallan por un escalado
complejo del producto de la densidad de corriente impresa y el inverso de la
distancia. La exponencial compleja que forma parte de los coeficientes de
escalado es un término de fase que expresa la tardanza en producirse los
efectos (campos electromagnéticos) en el punto de cálculo, posteriormente en
el tiempo a las causas, que fueron las corrientes impresas de la antena, y que
tardaron un cierto tiempo en propagarse.

En la siguiente subsección de este hilo trataré el caso particular de la radiación


del dipolo elemental y de otros tipos de dipolos más largos.

11.3.- EL SISTEMA RADIANTE. EL MONOPOLO SOBRE MASA Y COMO


SE IMPLEMENTÓ EN LA ESTACIÓN ELEKTRA-SONNE.-

 
 

En los anteriores subapartados de esta misma sección, dentro del análisis del
sistema de posicionamiento Consol, se han considerado las antenas dipolo de
manera aislada. En la práctica, si existen obstáculos cerca de una antena, éstos
consiguen modificar el diagrama de radiación de la propia antena en relación a
la situación de ubicación en el vacío. La propia presencia de la tierra en el
lugar físico donde se halla la antena condiciona sus características de
radiación-recepción. La energía que radia la antena es reflejada en mayor o
menor medida en la superficie terrestre, según sea fundamentalmente el grado
de conductividad o facilidad de conducción de la corriente eléctrica que posea
la tierra. Así, pasamos a tener no sólo la onda radiada directamente por la
antena, sino además una onda reflejada por la superficie.

En electromagnetismo se utiliza la teoría de imágenes para obtener una antena


a todos los efectos equivalente a la situación de proximidad de la antena real a
la tierra. Para ello, se busca la geometría de una distribución de corrientes
ideal que estuviese por debajo del plano de la tierra, y que fuese tal que,
suponiendo que éste fuese un plano conductor perfecto, se obtuvieran las
condiciones de contorno reales que existen sobre el mismo, en términos de
valores de los campos eléctrico y magnético. Garantizando esto se estaría en
una situación de equivalencia a todos los efectos en la propagación y
magnitudes de la onda de espacio (formada por la onda directa y la onda
reflejada), en la región en la que ésta puede ser recibida por un receptor, que
es el espacio por encima de la superficie terrestre. Es decir, se puede sustituir
un plano conductor perfecto por unas corrientes equivalentes. Este hecho se
aprovecha en las antenas monopolo sobre masa, del cual las antenas del
sistema Elektra-Sonne eran un caso particular. Este tipo de antenas se usan
fundamentalmente a bajas frecuencias, dado que sería muy difícil construir un
dipolo operando a la frecuencia de portadora, dado el gran tamaño necesario.
Las antenas monopolo sobre masa son antenas lineales situadas en posición
vertical sobre la tierra, conectadas a uno de los terminales de la línea de
transmisión que trae la onda de corriente desde el transmisor, estando el otro
terminal de la línea conectado a tierra.

El equivalente del monopolo y su imagen es una antena dipolo, de tal manera


que en el espacio sobre la tierra los campos reales serán los de un dipolo de
longitud igual a la doble del monopolo. De esta manera, tanto la distribución
de corriente como el diagrama de radiación serán los mismos que los del
dipolo. Como sólo se radia en la mitad del espacio, el monopolo radiará la
mitad de la potencia radiada por el dipolo equivalente y por tanto la resistencia
de radiación será también la mitad de la resistencia de radiación del dipolo
equivalente, siendo además la directividad doble de la dicho dipolo.

Todo lo anterior sería válido si considerásemos una tierra perfecta, es decir, de


conductividad infinita. En la práctica la conductividad es finita, y ello acarrea
la presencia de pérdidas de energía, que causan una menor eficiencia de la
antena y una elevación del lóbulo –en el plano vertical- en su diagrama de
radiación. En los mástiles de radiodifusión de Onda Media, con el objeto de
contrarrestar las pérdidas por la conductividad finita de la tierra, se aumenta
ésta enterrando platinas metálicas conductoras (tiras conductoras) conectadas
entre sí, en la base de la antena y sus proximidades, y también humedeciendo
el terreno para que aumente su conductividad. Estas medidas fueron puestas
en práctica durante la operatividad del sistema Elektra-Sonne.

 
 

Por otra parte, es un hecho que -para bajas frecuencias- es difícil el poder
construir antenas grandes. Además de la dificultad de la construcción de un
mástil radiante de gran tamaño, surge el problema de que al disminuir la
frecuencia la resistencia de radiación disminuye de manera rápida, y la
reactancia de entrada aumenta también con rapidez, presentando valores
capacitivos. Esto ya fue descrito en la sección 11.2, cuando se habló del dipolo
elemental. Esta reactancia capacitiva vista hacia la derecha de la salida de
línea de transmisión sería nociva a efectos operativos, pues representaría la
presencia de potencia reactiva en la antena y en la línea, que es potencia que
no sólo puede provocar sobrecargas por ser la antena y la línea, en estas
circunstancias, una interfase de transferencia y de almacenamiento de energía,
sino que además disminuye la magnitud de la energía transferida. Es una
situación no deseable, pues en vez de consumirse toda la energía que se
entrega a la antena, parte de ella se almacena y no se consigue la optimización
de la energía radiada, que lógicamente habrá de ser máxima. Para corregir esta
situación, ha de emplearse una bobina, con el objeto de “corregir el factor de
potencia”. Esta bobina cancelará el efecto capacitivo de la impedancia de
entrada de la antena, y permitirá que toda la energía que se entrega al
monopolo –salvo la que se pierde por efecto Joule a causa de su componente
resistiva- sea radiada, consiguiéndose que el conjunto de la antena y la bobina
logren un comportamiento resonante o de máxima transferencia de energía. Se
dice entonces que la antena está en resonancia o que está sintonizada. A
escasos metros de los mástiles radiantes de la estación Consol existían unas
cabinas donde se hallaban las bobinas variométricas, que habían de ser
ajustadas para lograr poner en resonancia las antenas, eliminándose así la
potencia reactiva.

Además de esto, como ya se mencionó en anteriores apartados y se puede


observar en las fotografías anteriores en este análisis del sistema Elektra-
Sonne, los mástiles radiantes Consol estaban terminados en unas caperuzas
capacitivas. El hecho de la utilización de estas terminaciones acumuladoras de
carga se puede razonar teniendo en cuenta que su presencia fuerza a que la
distribución de corriente en la antena no se anule en el extremo y pueda ser
vista desde la entrada como la distribución de una antena más larga. Si a partir
de la finalización de la línea de transmisión no se hubiese abierto ésta como
antena, tendríamos una línea de transmisión terminada en un condensador, el
cual puede ser sustituido a todos los efectos por otro tramo de línea de
transmisión con la longitud necesaria para presentar la misma impedancia de
entrada que el condensador. Se razona entonces que el condensador –o en este
caso su equivalente obtenido mediante la caperuza y la tierra, que son sus dos
placas- tiene como efecto el de alargar la antena, obteniéndose en el tramo de
antena que va desde la base hasta el capuchón capacitivo la distribución de
corriente de la antena alargada, pero sólo en ese tramo, que es el que
realmente existe, y que será por lo tanto prácticamente uniforme arrojando en
el cálculo unos valores de campos electromagnéticos radiados mayores por
calcularse los mismos en función del potencial vector, según se vio en la
sección 11.1, con la presencia de una densidad de corriente mayor en la antena
en relación a la situación del no uso del capuchón capacitivo, al pasarse de una
distribución de forma casi triangular a una distribución prácticamente
uniforme (constante), dando lugar así a una integral de potencial vector de
valor mayor.
Por otra parte, dado que las dos antenas extremas estaban ubicadas lejos del
transmisor, era preciso llevar la onda mediante sendas líneas de transmisión
desde el mismo a ambas antenas –también era necesaria una línea más corta
para hacer lo propio con la antena central-, y para ello era precisa una
adaptación de impedancias tanto a la salida del transmisor como a la llegada a
las proximidades de las antenas, para conseguir máxima transferencia de
energía con reflexiones de onda nulas en los cambios de medio (interfases
transmisor-línea y línea-antena). Esto se lograba mediante los oportunos
transformadores.

Como se puede observar en las imágenes, que han sido extraidas del libro
“Radio Navigation Radar and Position Fixing Systems for use in Marine
Navigation”, volumen II, publicado por el Ministerio de Transporte Británico
en mayo de 1946, redactado en el “International Meeting on Radio Aids to
Marine Navigation”, y en el que se realiza un estudio –entre otras cosas- del
sistema Consol con vistas a la instalación en Bush Mills (Irlanda) de la que
sería la estación Consol británica, operativa después de la Segunda Guerra
Mundial; las líneas de transmisión tenían una impedancia característica de 600
Ohmmios, entre la estación transmisora y las antenas extremas había una
distancia de aproximadamente 3 longitudes de onda, en las proximidades de
los mástiles radiantes existían unas “Aerial Tunning Unit”, que son los lugares
donde se realizaba la sintonía de cada antena, mediante las bobinas
variométricas; existían además unas “Balance/Unbalanced Matching Unit”,
donde se adaptaban las impedancias, operando además como balun, para
conseguir distribución equilibrada o balanceada entre la corriente de ambas
ramas del dipolo equivalente; y además, existía un “Monitor Hut”, o punto de
monitorización, ubicado en la perpendicular de la línea de antenas a una
distancia lo suficientemente grande como para estar situado en la zona de
campo lejano –que en la práctica eran unos kilómetros-, cuya misión era la de
garantizar que los desfases producidos sobre la onda por haber viajado largo
trecho a través de las líneas de transmisión desde el transmisor central, así
como los eventuales desfases espurios que se produjesen en la máquina
Elektra por su posible y eventual situación de incorrecto ajuste, ambos
considerados cooperativamente, no alterasen la operación ideal de
funcionamiento del período de transmisión de señal Consol o señal de
orientación, según el cual entre las señales aplicadas a las antenas extremas
debe mediar un desfase exacto resultado de la alternancia de 0 grados y de 180
grados, más un desfase creciente y lineal en forma de diente de sierra. Esto es,
mediante el punto de monitorización, donde se hallaba un receptor de radio, y
que estaba comunicado por línea con la estación de control, se lograba saber
cuándo pasaba el máximo (o el mínimo, según conveniencia) del lóbulo de
radiación perpendicular sobre la línea recta que unía dicho punto de
monitorización y la antena central, y que era perpendicular a la línea de
antenas, y así se podía avisar a la estación de control, para que allí ajustasen
en consecuencia la máquina Elektra (la cual era la responsable de conseguir
los dos regímenes de desfase superpuestos P y D de los que se ha hablado en
la sección 9, entre las corrientes aplicadas a las dos antenas extremas) para
lograr un correcto funcionamiento y la corrección de los factores de fase
producidos por el viaje de la onda hasta las antenas y por un ajuste inadecuado
de la propia máquina Elektra, consiguiéndose el deseado movimiento de los
lóbulos de barrido a ambos lados, que establecen el movimiento de los
radiales de equiseñal, y en perfecta sincronía con el comienzo del ciclo de
señal de orientación, de tal forma que en alta mar se produjese la observancia
del paso del rayo de equiseñal justo en el momento que le corresponde según
lo descrito en las cartas de navegación que incluyen los radiales, y según lo
prescrito por el diseño, y no antes ni después, cosa que daría lugar a lecturas
de posición muy erradas.

En la imagen a continuación se representa el corte horizontal del diagrama de


radiación de una estación Consolan, sistema similar a Consol salvo en el
número de antenas empleadas (dos para este caso), y en el número de lóbulos
del corte horizontal del diagrama de radiación de dicho sistema. El sistema
Consolan fue un desarrollo creado posteriormente al sistema Consol, es decir
después de la confrontación bélica, y estaba basado en el sistema Elektra-
Sonne. La imagen ha sido extraida del libro Funk-systeme für Ortung und
Navigation, escrito por Ernst Kramar, y publicado en el año 1973. En cuanto
al corte vertical del diagrama de radiación, y para ya concluir con este
apartado, faltaría decir únicamente que por ser monopolos sobre tierra las
antenas, sería similar al de una antena dipolo.

 
13.- LA EVOLUCIÓN DEL SISTEMA CONSOL CON EL PASO DEL
TIEMPO.-

Habiendo pasado ya bastante tiempo de mi publicación inicial de la


información histórica que obraba en mi poder, tengo algunas revisiones
importantes que acometer al respecto de dichos datos, a la luz de nueva
documentación al respecto que he ido recabando. Seguiré el mismo orden que
empleé originalmente y adjuntaré las evidencias de mis afirmaciones una a
una.

En el punto 3 se explicitaba que la estación de Bush Mills (Irlanda), se había


construido después de la Segunda Guerra Mundial. Pero quedó (mal)
redactado (a pesar de que yo ya sabía cómo debía quedar), y se podría
interpretar como si no hubiese más estaciones que la ahora mencionada y las
originales usadas en la guerra. Esa interpretación sería totalmente errónea.
Aunque en este preciso instante no aportaré la lista de estaciones con sus
respectivas frecuencias, cosa que dejaré para otra entrada, sí puedo adelantar
que después de la confrontación bélica se fue completando la cobertura del
sistema Consol. En particular, en el Atlántico más septentrional se
construyeron estaciones en las islas de Jan Majen y Bjornoya, así como en la
costa de Noruega, en la localidad de Andoya. Para probar esta afirmación,
incluyo a continuación un mapa con el enclavamiento geográfico de estas tres
estaciones, extraido del libro Funk-system für Ortung und Navigation, de
Ernst Kramar.

 
 

19.-TABLAS Y GRÁFICAS DE INTERÉS RELATIVAS AL SISTEMA DECCA.

En esta entrada incluiré algunas imágenes y gráficas relativas al sistema de


posicionamiento hiperbólico Decca, primo hermano del sistema Consol.

La anterior imagen representa las bandas de frecuencias que fueron asignadas


para la operación del sistema Decca en todo el mundo, establecidas en la
Conferencia de Atlantic City de 1947.
 

La segunda imagen es un mapa que representa la cadena Decca británica, con


las hipérbolas y los carriles que surgen de ellas

 
 

La imagen anterior es una representación en diagrama de bloques del receptor


empleado en el sistema de posicionamiento Decca.

 
 

La imagen que precede este párrafo representa la respuesta en frecuencia del


filtro empleado en el receptor Decca para poder trabajar con distintas
estaciones a la vez. Para conseguir este filtro de cristal con la precisa
selectividad en frecuencia era preciso tallar el cristal de una manera concreta.

 
 

El anterior esquema representa las frecuencias empleadas en la cadena Decca


del Támesis.

La imagen que precede representa la sensibilidad de la frecuencia resonante en


la pieza de cristal en relación a la variación de la temperatura.

 
 

Se representan en la anterior imagen los carriles en los que quedaba dividido


el espacio de navegación por mediación de las hipérbolas Decca.

 
Lo mismo ocurre en la imagen que le sigue, que también representa los
carriles, en particular la red de identificación.

El esquema anterior es un diagrama de bloques del circuito destinado a


identificar la cadena Decca de la que se recibe la señal, en el supuesto de que
haya varias operando en la zona donde se encuentra el navío o avión.

 
 

Para ya finalizar, se representa en la anterior fotografía el sistema de


presentación de Decca.

La imagen que precede este párrafo representa un receptor multibanda típico


para la recepción de la señal Consol.

 
 

Otro tanto podemos decir de la siguiente foto, que representa un receptor


Decca (téngase en cuenta que estas imágenes se corresponden con las
implementaciones de estos sistemas cuando corría el año 1982.

 
 

Esta imagen representa la antena y receptor usados en un radiogoniómetro de


calidad.

 
 

En la siguiente fotografía se puede identificar la evolución que ha tenido el


sistema receptor de Loran. Se ha pasado de un TRC con los pulsos
representados mediante rayos catódicos a un sistema de lectura digital.

 
 

A continuación se esquematiza la propagación que suele haber con este tipo de


sistemas a baja frecuencia, que incluye una onda ionosférica y una onda
directa y de superficie.

 
 

Para ya finalizar se muestra el cronograma típico de los pulsos recibidos


mediante el receptor Loran.

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