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APELLIDOS Y NOMBRES:
GRUPO: “B”
AREQUIPA-PERÚ
SEMESTRE-2021 A
Repercusiones de las clases virtuales en los estudiantes
universitarios en el contexto por COVID- 19: El caso de la
UNSA
Introducción
Desde sus inicios, la humanidad ha tenido que pasar por cambios abruptos y repentinos que han
sido causa del replanteamiento de sus modelos de vida. El contexto actual, marcado por la
existencia de una nueva pandemia mundial, ha alterado en muchas formas la vida cotidiana de
los peruanos del siglo XXI. Uno de los sectores más ampliamente afectados es, sin duda, la
educación universitaria. Así, la pandemia de la COVID-19 forzó a los centros de educación
superior a postergar las clases dictadas presencialmente y a reemplazarlas por semestres
netamente virtuales (La República 2020, párr. 1). Una coyuntura como esta parece evidenciar lo
mencionado por Chiecher, Donolo y Rinaudo (2005, p. 3) cuando resaltan la importancia de
entrenar a los estudiantes universitarios en nuevas modalidades educativas, en especial en el uso
de la tecnología. Mucho se ha escrito sobre la creciente educación virtual y sus ventajas en la
educación superior. Sin embargo, la mayoría de las universidades peruanas no estaban
preparadas para afrontar los desafíos de una educación no presencial. En especial cuando ella
fue fruto de una adaptación forzosa. Ella no solo nos recuerda las deficiencias del sistema de
educación superior, sino que también es oportuna para reformularnos la calidad de la salud
mental en el contexto universitario y las nuevas complicaciones que la coyuntura actual acarrea
para esta.
Son muchos los autores que han estudiado y propuesto diversas medidas para obtener una buena
experiencia en aulas virtuales. Autores como Área y Adell (2009, p. 8) se centran, en especial,
en la comunicación e interacción entre los agentes involucrados en el e-learning, pues en esta se
encuentra el éxito de la educación netamente virtual. Los autores señalan que las problemáticas
actuales del e-learning giran en torno a la calidad de la educación impartida de forma virtual.
Por su parte, Lara (2001) enfatiza el carácter diverso de las estrategias didácticas en un entorno
virtual y clasifica los recursos en sincrónicos y asincrónicos. Además, propone que se deben
utilizar lo mejor de ambos recursos para obtener una mayor productividad en la educación no
presencial. Chumpitaz (2002, p. 84) estudia tanto al docente como al alumno virtual y ofrece
interesantes alcances sobre las funciones y características de cada uno de estos para una
experiencia virtual fructífera. Sin embargo, a diferencia de los autores antes citados, es
Gagliardi (2020, p. 4) quien se cuestiona sobre algunos de los problemas que los estudiantes
podrían presentar en un aula virtual. Los factores como la disponibilidad de recursos
tecnológicos y la calidad de estos son recogidos por la autora como conceptos que se tienen que
tomar en cuenta para el buen desenvolvimiento de los estudiantes en el nuevo reto de una
virtualización de las aulas inesperada y difícil.
Si bien la evaluación de que la sociedad propició el inicio de las clases virtuales, la pandemia de
la COVID-19 ha obligado tanto a los profesores como a los estudiantes a adaptarse a una
educación 100% virtualizada. Ello, a su vez, supone un cambio en las estrategias de aprendizaje
y enseñanza de estos, además de una redefinición de sus roles.
Tomando en cuenta el contexto actual que por sí mismo afecta la salud mental de las
personas, es importante que el docente enseñe teniendo en cuenta la función de orientación
mencionada por los autores, con empatía y entusiasmo a los universitarios. Ello, pues, ahora
más que nunca, es imperante una educación desde la ética de la vida que forme posturas
responsables para el desarrollo de una sociedad más justa (Novoa y Pirela, 2020).
De igual manera, la palabra para definir a un alumno en aulas virtuales cambia, trans-
formándose de “estudiante” a “aprendiz”, con todo lo que ello connota (Chaupart, Corredor y
Marín, 1998). El “aprendiz" se diferencia del “estudiante” en que el primero es el protagonista
en el nuevo modelo educativo. Así, los alumnos dejan de ser simples receptores de información
para ser los constructores de sus propios conceptos, orientados por el tutor (Chaupart, Corredor
y Marín, 1998). Lo anteriormente mencionado implica una mejora en la capacidad de
organización y de la autodisciplina en los estudiantes, debido a la libertad que estos disponen
(Rugeles, Mora y Metaute, 2015). Asimismo, aumenta la necesidad de un estudiante capaz de
lidiar con la incertidumbre y ambigüedad que supone el poseer diversas fuentes de conocimiento
(Bautista, Borges y Forés, 2006).
Si bien es cierto que, el uso de los entornos virtuales de aprendizaje posibilitan mayor
acceso a la educación y mejora las oportunidades de obtener información, estas no
sustituyen todos los recursos pedagógicos tradicionales, sino que claramente aumentan y
di- versifican las posibilidades del aprendizaje, lo que deja en evidencia que es un reto
para las universidades, departamentos o cátedras que oferten este sistema virtual de
educación, disminuir los índices de deserción de dichos entornos, desafío que pasa por
considerar los roles de los participantes en el proceso, las propuestas y estrategias de
enseñanza, los medios u objetos de enseñanza, así como la estructura y diseño de la
plata- forma educativa, en función a que se adapten a las necesidades actuales y futuras
de los usuarios.
Desde su fundación hace 193 años, la UNSA se ha caracterizado por su predilección por la
educación presencial. Sin embargo, en los últimos años, la universidad ha venido
implementando diversos espacios pedagógicos y herramientas virtuales como Elab, aulas
informáticas, Clickers, etc. Intranet como herramienta virtual y Paideia como herramienta
pedagógica destacan por su utilidad y diversidad de servicios (Vallejos, 2013). Ambos se
utilizan para las modalidades presencial, semipresencial y virtual. Para el nivel de pregrado, la
modalidad virtual a través de la plataforma Paideia era escasa hasta la postergación de las clases
presenciales a causa de la expansión de la COVID-19 en el Perú, contando solo con algunos
cursos virtuales. No obstante, las modalidades semipresencial y virtual ya estaban totalmente
habilitadas para los estudiantes del nivel postgrado y algunos diplomados y diplomaturas, como
la Diplomatura de Especialización en Enseñanza del Idioma Español a Hablantes de otras
Lenguas.
Discusión
El objetivo de este ensayo fue estudiar las consecuencias de la educación virtual en los
estudiantes universitarios de la UNSA en tiempo de pandemia. Para la consecución de dicho
objetivo se separó en dos grupos a los estudiantes.
Afecciones en la salud mental de los estudiantes con adecuados recursos
económicos
Según Villamonte (2020, párr. 7), los docentes, dadas las circunstancias actuales, deben
adaptarse a un cambio en la enseñanza que, indudablemente, necesita habilidades diferentes a
las requeridas en la enseñanza presencial. Muchos de los profesores, además, tuvieron dificulta-
des en su proceso de adaptación. Por ello, una de las repercusiones características de este grupo
fue la sobrecarga académica por la inexperiencia en el manejo de las clases virtuales que algu-
nos docentes presentaron. Asimismo, el estrés causado por el proceso de adaptación a la nueva
metodología de enseñanza fue otra repercusión latente en estos estudiantes.
En segundo lugar, se analizarán las afecciones en la salud mental del segundo subgrupo de
estudio. A diferencia del primero, los alumnos que conforman este poseen escasos recursos
tecnológicos, con los cuales debieron afrontar el proceso de adaptación forzosa a las clases
virtuales. Como bien lo señala Inga (2020, párr. 6), profesor de la Universidad Nacional Mayor
de San Marcos, no solo existen estudiantes que tienen problemas para el acceso a tecnologías,
también están aquellos que no pueden acceder a “tecnologías de calidad”. Este ensayo se
enfocará en estos últimos. Ellos enfrentaron muchas más dificultades en el proceso de
virtualización de las clases que el primer subgrupo. Estas reflejaron, por ejemplo, en los
problemas por conectividad que este grupo presenta al desarrollar sus clases vía
videoconferencia, el método que fue más utilizado por la UNSA en la modalidad no presencial.
Conclusiones
Se concluye que los problemas que causan repercusiones en la salud mental de este subgrupo
son adaptativos, es decir, temporales. Se analizó, por otro lado, las afecciones de los alumnos
con escasos recursos tecnológicos, carencia que los pone en desventaja con el primer subgrupo.
Este subconjunto presenta las mismas repercusiones que el primero, además de las afecciones
que le son características, como la frustración y la deserción. Por ello, en él convergen la mayo-
ría de las dificultades que, en caso de ser constantes en un siguiente semestre, podrían
desencadenar problemas más graves en la salud mental y el eventual retiro de cursos e, incluso,
la deserción universitaria. Problemas que, según Canales y De los Ríos (2007, p. 174), van en
aumento a pesar de que la matrícula universitaria crece paulatinamente.
Referencias