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La Jurisdicción y La Competencia Modulo 1
La Jurisdicción y La Competencia Modulo 1
La Jurisdicción y La Competencia Modulo 1
Noción de competencia
Juan Montero Aroca visualiza la competencia desde dos puntos de vista: el objetivo
y el subjetivo (del juez y de las partes). Desde el punto de vista "objetivo", la
competencia es el conjunto de pretensiones sobre las que un órgano jurisdiccional
ejerce su jurisdicción. Desde el "subjetivo”: a) con referencia al órgano jurisdiccional
es la facultad de ejercer su función con relación a pretensiones determinadas; y b)
con referencia a las partes, es tanto el derecho de que sus pretensiones-resistencias
sean conocidas por un órgano determinados como el deber de someterse al mismo.
Consideraciones
d) El informe que en relación a todos estos aspectos debe rendirá la Corte Suprema
de Justicia el Ministerio de Trabajo y Previsión Social después de oír a la Inspección
General de Trabajo. Con base en todos estos factores la Corte Suprema de Justicia
ha emitido distintos acuerdos desde el año de 1984 hasta la presente fecha, con los
que ha distribuido la competencia por razón de territorio de los tribunales de trabajo
y previsión social en materia procesal individual y en materia procesal colectiva del
trabajo. Para una mayor ilustración todos estos acuerdos se contienen en los
anexos de esta obra.
Naturaleza jurídica de la competencia
Caracteres de la competencia
Improrrogabilidad
Exclusividad
Reglas de la competencia
Las reglas de la competencia constituyen los dispositivos que rigen la avocación del
conocimiento que los jueces de trabajo y previsión social hagan en relación a los
asuntos que les compete conocer, pero atendiendo a cada caso en concreto
determinado por aquellos dispositivos, estas reglas pueden dividirse en reglas de
orden general y reglas de orden especial.
La regla de orden general se encuentra normada en el literal a) del Artículo 314 del
Código de Trabajo; y es la que regula que es competente y preferido a cualquier
otro juez de trabajo y previsión social, aquel de la zona jurisdiccional a que
corresponda el lugar de ejecución del trabajo. En este caso se aprecia que por regla
general deberá instaurarse la demanda indistintamente del objeto del juicio, ante el
juez del lugar en donde el trabajador ejecutaba los servicios. Como ejemplos
gráficos pueden citarse la demanda que se instaura por despido injustificado. la que
se instaura para reclamar el pago de prestaciones retenidas, la que se instaura por
mujer trabajadora que encontrándose en estado de gravidez ha sido despedida y la
demanda que se promueva con el objeto de obtener la declaración de nulidad de la
tergiversación o disminución de las condiciones de contratación pactadas en el
contrato individual de trabajo.
Reglas especiales
a) La regla de los distintos lugares de ejecución del trabajo. En este caso, se regula
que cuando la ejecución de la prestación de los servicios tenga lugar en diversos
lugares el tribunal de trabajo y previsión social competente será el de la zona
jurisdiccional a la que corresponda la residencia habitual del actor o demandante.
Esta regla resulta de trascendencia, por cuanto el actor puede demandar en el lugar
de su domicilio, siendo oportuno el ejemplo del trabajador que se desempeña como
distribuidor rutero, con una cartera de clientes que se ubican en tres Departamento
de la República, pero que vive en un cuarto Departamento distinto a aquellos en
donde ejecuta la prestación de los servicios. Aplicada la regla a este caso, aunque
su actividad laboral este dividida en su ejecución en tres lugares distintos, el
trabajador podrá instaurar su demanda ante el tribunal de trabajo del domicilio a
donde corresponda su residencia habitual, lo cual es notoriamente beneficioso para
aquel, sobre todo si se toma en cuenta la precariedad económica del actor cuando
éste encarna en la persona del trabajador y más en los casos de los juicios
promovidos por reclamo de pago de prestaciones.
b) Los conflictos entre trabajadores o entre patronos. En este caso, la regla especial
de la competencia regula que cuando se trate de demandas instauradas para dirimir
un conflicto surgido entre dos trabajadores o entre dos empleadores, será
competente el tribunal de trabajo que corresponda al de la zona jurisdiccional de la
residencia habitual del demandado. Aunque este caso es muy poco común dentro
de la práctica procesal del trabajo guatemalteca, se advierte que lo que busca
regular es la competencia de los tribunales para el caso de los conflictos surgidos
con ocasión del trabajo entre dos o más trabajadores del mismo centro de trabajo o
bien entre dos o más empleadores.
Ahora bien, la misma regla prevé un tercer supuesto que se refiere a cuando estas
organizaciones funjan como empleadores, pero no se trate de instaurar contra ellas
un reclamo por pago de prestaciones, sino cualquier otra clase de reclamo derivado
de esa calidad. En tal caso se establece que se deberá determinar la competencia
del tribunal con base en las reglas preceptuadas en el Artículo 314 del Código de
Trabajo, de lo que se infiere que si no encaja en ninguno de los casos regulados en
las de orden especial el tribunal competente para conocer de los reclamos
instaurados contra estas organizaciones será el del lugar en donde se produzca la
ejecución de la prestación de los servicios.
Competencia Objetiva
Así el art. 292 indica que “Los Juzgados de Trabajo conocen en Primera Instancia,
dentro de sus respectivas jurisdicciones”. (se refiere a la competencia por razón del
territorio):
c) De todos los juicios que se entablen para obtener la disolución judicial de las
organizaciones sindicales y de los conflictos que entre ellos surjan;
No perdamos de vista que los Juzgados de Paz al conocer asuntos por razón de la
cuantía, lo hacen en primera instancia y que de la segunda instancia debe conocer
la Sala de la Corte de Apelaciones que corresponda.
Por su parte el art. 300 del CdeT señala que las Salas de la Corte de Apelaciones,
conocerán en segunda instancia de los asuntos de trabajo y previsión social.
Queda claro entonces que en nuestro país existen tribunales específicos con
competencia para conocer de todas las cuestiones que se deriven con ocasión del
Competencia Funcional
b) Qué juez va a conocer de las fases del proceso. Así mismo, nos va a indicar
igualmente quién será el competente para conocer La etapa de conocimiento
o cognición, y de la ejecución; y finalmente,
Hemos visto que de conformidad con el art. 292 del CdeT, los Trabajo conocen en
primera instancia, dentro de sus respectivas jurisdicciones (competencia territorial)
de todas las cuestiones que se susciten con ocasión del trabajo. Y que el art. 291
del mismo código, se refiere a la competencia de los juzgados de Paz, en lo que
podríamos llamar menor cuantía (que no exceda de 6.3,000.00), que también
conocen en primera instancia.
Opinamos que cuando los Jueces de Paz conocen de los conflictos de trabajo, lo
hacen en primera instancia; por lo que correspondería a las Salas de Apelaciones
conocer en segunda instancia y no a los Juzgados de Trabajo y Previsión Social,
pues la competencia de estos últimos es conocer en primera instancia y no en
segunda instancia.
Competencia Territorial
Indica Montero Aroca (Derecho jurisdiccional, II) que una vez determinada la
competencia objetiva del órgano, la norma territorial distribuye las causas entre los
distintos tribunales de un mismo tipo. Al respecto, el art. 288 del Cdet determina que
"Se deben establecer Juzgados de Trabajo y Previsión Social con jurisdicción (en
rigor competencia) en cada zona económica que la Corte Suprema de Justicia
determine, atendiendo a:
a) Concentración de trabajadores,
Aun cuando el CdeT todavía hace referencia a la división del país en zonas
económicas, que incluían tres o cuatro departamentos, y en cada zona había un
Juzgado de Trabajo. Hoy en día la Corte Suprema de Justicia, en ejercicio de su
facultad, ha establecido Juzgados de Trabajo en cada cabecera departamental, y
en algunos municipios como Coatepeque (Quetzaltenango), Santa Eulalia
(Huehuetenango), Ixchiguán (San Marcos), Santa María Nebaj (Quiché), Ixcán
(Quiché), Santiago Atitlán (Sololá), Poptún (Petén), y Malacatán (San Marcos). sin
derogar el concepto de "zona económica”.
Hemos referido que el art. 291 prescribe que los Juzgados de Paz conocen de todos
aquellos conflictos de trabajo cuya cuantía no exceda de tres mil (3,000.00)
quetzales. Todos los Jueces de Paz de la Republica tiene competencia para
conocer en esos conflictos donde no hubiese Jueces de Trabajo y Previsión Social.
Lo anterior indica que los Juzgados de Paz tiene competencia para conocer de los
conflictos de Trabajo en sus respectivos municipios, en donde no hubiese jueces de
Trabajo. Contrario sensu, si en el municipio hay Juez de Trabajo, el Juez de Paz no
tiene competencia para conocer, ya que la competencia le corresponde al Juez de
Primera Instancia de Trabajo.
Por su parte el art 307 indica que "En los conflictos de trabajo la jurisdicción es
improrrogable por razón de la materia y del territorio. salvo en lo que respecta a la
jurisdicción territorial, cuando se hubiere convenido en los contratos o pactos de
trabajo una cláusula que notoriamente favorezca al trabajador”
Consideraciones
Por consiguiente, la jurisdicción del trabajo es privativa porque el juez que juzga en
este ámbito debe hacerlo con absoluta exclusividad, de lo que se advierte que todos
los conflictos relativos al trabajo deben estar sometidos a su conocimiento pues es
a ellos a los únicos que les compete juzgar y ejecutar lo juzgado en aquellos
conflictos. Aunque el carácter privativo de la jurisdicción obliga a suponer que los
tribunales de trabajo y previsión social, no deben someter a su conocimiento otra
cosa que no sean los relativos al trabajo y a la previsión social, este aspecto resulta
ser bastante relativo derivado de que sólo en algunos casos como en el de los
juzgados de trabajo y previsión social del Departamento de Guatemala y en el de
Escuintla, existe una verdadera jurisdicción privativa, mientras que en el resto del
territorio nacional, como ya se relacionó en otro apartado de este trabajo, el juzgador
al que se ha investido de jurisdicción y competencia para juzgar en este ámbito,
también debe juzgar en los ámbitos cuando menos, de familia y de lo económico
coactivo.
Esto nos hace afirmar que la jurisdicción privativa del trabajo en Guatemala,
solamente es privativa parcialmente. Por supuesto, que esta situación se traduce
en una problemática que empieza a simple vista con la falta de especialidad de los
jueces de trabajo y previsión social, pero que trasciende mucho más allá de eso, y
en la casi totalidad de casos, genera una aplicación de justicia tergiversada o influida
por principios procesales distintos a los que inspiran al derecho procesal del trabajo,
esto como consecuencia que los ramos con los que se comparte la administración
de justicia laboral, como el de familia, absorben en vista de la excesiva demanda de
servicios, la atención del juzgador, lo que lo obliga a familiarizarse y especializarse
en ese ramo, más que en cualquier otro.
En este ejemplo concurren los dos presupuestos antes relacionados, pues existe el
pacto derivado del contrato de trabajo y además éste es notoriamente favorable
para el trabajador.
Indelegabilidad
Exclusividad
¿Jurisdicción laboral?
Conviene precisar la diferencia que existe entre las excusas, los impedimentos y las
recusaciones, previo a relacionar las disposiciones de naturaleza especial que el
Código de Trabajo prevé en relación a estas instituciones, que únicamente en lo
relacionado a las causas de impedimento, excusa y recusación deben de regularse
en lo dispuesto en los Artículos del 122 al 134 de la Ley del Organismo Judicial.
Para el efecto, veamos la definición de cada una de ellas.
1. Las excusas
De lo anterior debe entenderse entonces que la excusa es la facultad que tienen las
partes de pedir al juez de trabajo y previsión social que deje de conocer de un asunto
que ha sido sometido a su conocimiento, con fundamento en considerar que la
actuación de éste se encuadra en alguna de las causales de excusa normadas en
el Artículo 123 de la Ley del Organismo Judicial. La excusa también puede ser
dispuesta por el propio juez de trabajo y previsión social, si este establece que tiene
causal para excusarse y dejar de conocer del proceso. Como puede advertirse de
lo relacionado la excusa constituye un medio para separar del conocimiento del
proceso al juzgador, debiéndose tomar en cuenta que, en todo caso, la excusa es
una facultad de juzgador que se encuentra en su derecho de aceptarla o no. Por
consiguiente, el auto en que se resuelve la solicitud de excusa presentada por
alguna de las partes no es susceptible de impugnación.
2. Los impedimentos
3. Las recusaciones
Este trámite se realiza inaudita audiencia a las partes que figuran dentro del
proceso. Por otro lado, y en el caso de que exista algún impedimento que
obstaculice el conocimiento del juzgador en la causa sujeta a su jurisdicción este
debe dictar la resolución en la que se inhiba de seguir conociendo y posteriormente
remitir las actuaciones a la sala jurisdiccional para que sea ésta la que designe el
tribunal de trabajo que deba seguir conociendo.
Si este último fuera el caso, la sala de apelaciones debe recibir las mismas en
audiencia oral que debe verificarse dentro del plazo de tres días posteriores a
haberse señalado, finalmente, y después de haberse recibido la prueba la sala
deberá dictar la resolución de la recusación dentro de las cuarenta y ocho horas
siguientes. Importante es mencionar que el trámite de la recusación, cuando ha sido
negada la causal invocada, no es incidental y no tiene efectos suspensivos sobre el
trámite del proceso, a menos que dentro del trámite las actuaciones lleguen a estar
en estado de resolver sin que se hubiere resuelto la recusación, en cuyo caso
deberá suspenderse el trámite del procedimiento hasta que se resuelva en definitiva
lo relacionado a la recusación.