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EL CORRECCIONALISMO
1. ¿ES UNA ESCUELA?
2. LUGAR QUE OCUPA EN LA SISTEMÁTICA PENAL.
3. ANTECEDENTES.
4. ROEDER Y SU DOCTRINA.
5. EN OTROS PAÍSES.
6. EN ESPAÑA.
1. ¿ES UNA ESCUELA?
Raimundo del Río dice que el “Correccionalismo”, más que una Escuela, representa una teoría sobre
el fundamento del derecho de penar, pues, el delincuente es un enfermo cuya expresión patológica
es el crimen, y que los castigos constituyen la medicina que debe aplicar la autoridad para impedir
que se propague el mal; en otros términos, se castiga no para infligir un daño al delincuente, sino,
para regenerarlo. No es ajena a importantes medidas preventivas como la educación del pueblo, la
promoción del bienestar general, la elevación de los sentimientos de honor en el individuo y la buena
organización policial. En la determinación de la pena atiende tanto a la naturaleza del delito y al daño
que causa, como a las condiciones personales del hechor, y fija sus límites en la obtención de sus
fines, es decir, en la corrección del delincuente. Así, el Correccionalismo llega a ser una verdadera
teoría que comprende un sistema penal, en la que se expone el fundamento del derecho de reprimir,
que consiste en la enmienda, mejora, perfección del autor del delito. Pese a ello, Carlos Fontán
Balestra la llama:
“Escuela Correccionalista”, aclarando que no es Escuela Intermedia.
22. ANTECEDENTES
Como es natural, el Correccionalismo tuvo sus antecedentes: unos, lejanos; otros, directos e
inmediatos. Así, la corrección del delincuente, como fin de la función penal del Estado, ha tenido
desde épocas antiguas sus defensores; rebuscando con atención, se encontrarían probablemente
muchos que de un modo o de otro la preconizan.
a) ANTECEDENTES REMOTOS.- Entre los antecedentes remotos
tenemos: 1.- Los diálogos de Platón, que en “Protágoras”, en el “Gorgias”, en “La República”, y en
“Las Leyes”, habló de la enfermedad del alma y de la pena como medicina. Puesto que considera al
delito signo de que el alma del sujeto está enferma y ve en la pena la medicina adecuada para la
oportuna curación psicológica, sólo en casos de incurabilidad es lícito acudir a la pena de muerte en
beneficio del propio autor del delito. Puesto que la pena purifica al delincuente, es un bien para él, y
la impunidad el mayor de los males. Los delincuentes que huyen de la pena hacen como los
enfermos que rechazan los medicamentos por las molestias que producen. 2.- Por su parte, San
Juan Crisóstomo afirmó que el pecado es ponzoña y la pena castigo medicinal. 3.- El Papa
Clemente XI, en 1703, hizo grabar al frente del Hospicio de San Miguel de Roma: Parum est
coercere ímprobos poena, nisi probos eficias disciplina (Poco vale castigar a los delincuentes si no
se les mejora con la educación). 4.- El filántropo John Howard sugiriendo humanitarias ideas de
mejora penitenciaria, se dedica al estudio de los sistemas penitenciarios de su época, y lo hace en
forma práctica, visitando las prisiones europeas para luego publicar una síntesis de las pautas que
deben existir en los sistemas penitenciarios: higiene, trabajo, separación entre los procesados y los
condenados y el sistema celular2. De modo que quiso transformar los recintos penitenciarios, para
que los hombres que ingresaban a ellos no se corrompieran más.
b) ANTECEDENTES PRÓXIMOS.- Los más próximos antecesores de
la teoría correccional se hallan en Alemania: Grolmann, Henk, Abegg y Spangenberg. Y sobre todo,
aparecen ceñidos al pensamiento correccional estos autores: Stelzer, que en 1811 formula su tesis
de la “Corrección Jurídica”, que procura mejorar al delincuente de modo que éste, por su propio
sentimiento, no vuelva a ser dañino para la seguridad general; en 1829, Gross, habla de “Corrección
intelectual”, desde un punto de partida médico-legista. Asimismo, Charles Lucas, en cuyo sentir la
aplicación de la pena se justifica sólo por la corrección del reo.
hombre real, “vivo y efectivo”, a su total y exclusiva individualidad. La pena correccional no tiende
sólo al hecho aislado que quebranta el Derecho, sino que le contempla en relación a toda la vida
anterior y posterior del ser humano.
e) ¿A QUIÉN VA DIRIGIDA LA PENA? : Partiendo del hecho de que el delincuente es un
hombre concreto, con vida interior propia, Roeder explica que la pena correccional no se dirige al
hombre en general y en abstracto, sino al hombre real, “vivo y efectivo”, que se hace responsable de
un delito determinado, el único fin esencial de la pena es ejercer un influjo bienhechor sobre el ánimo
del penado, en su sentimiento, pensamiento y voluntad. Frente a esto, hoy se plantea que la pena
debe lograr la readaptación jurídica para evitar la reincidencia. “Si el fin de la pena es la corrección,
aquella no debería aplicarse a los reos que son incorregibles o se hallan en el límite de serlo, pues,
¿para qué sancionar cuando el fin de la sanción no puede ser alcanzado?”162.
162 CAJIAS K., Huáscar, MIGUEL, Benjamín: Ob. Cit., pág. 35.
pedir a las cárceles más de lo que pueden dar; no es posible transformar en buenos a los malos.
6. EN ESPAÑA
a) PENETRACIÓN DEL CORRECCIONALISMO EN ESPAÑA.- La doctrina de Roeder penetra
junto con la filosofía Krausista, donde tomó un desarrollo inusitado. Llegó a dicho país, a través del
filósofo Julián Sanz del Río, quien, como sostiene, Constancio Bernardo de Quiros, introdujo a su
país, tres grandes mercaderías: 1) En el orden de la filosofía General, las doctrinas de Krausse,
traducidas inmediatamente después en su libro “Ideal de la Humanidad Para la Vida”; 2) En la
Filosofía del Derecho, las ideas de Enrique Ahrens; y, 3) En la del Derecho Penal, las ideas de
Carlos David Augusto Roeder.
b) REPRESENTANTES.- El correccionalismo tuvo mucha influencia y grandes representantes
en España, hasta el grado de expresarse que con él aparece la propia y verdadera teoría penal
española; en efecto, Roeder fue traducido por don Francisco Giner de los Ríos, y basándose en
aquellas teorías, creo la doctrina de la “Tutela Penal”, más eficaz y humana que las anteriores, y
que, en sucesivos desenvolvimientos, se constituyó en antecedente magnífico de la tendencia de
don Pedro Dorado Montero del: “Derecho Protector de los Criminales”, a la que aludiremos en breve
síntesis a continuación.
c) PEDRO DORADO MONTERO.- Este personaje escribió: “La pena, de esta suerte, en el
correccionalismo, tuvo y tiene puramente el sentido de una medida regeneradora de los reos
presentes, al mismo tiempo que lo es de preservación social, contra posibles causas subjetivas de
futura delincuencia, o sea de peligros para el porvenir”. Busca que el Derecho Penal del futuro, sea
preventivo y regenerador en lugar de ser sólo sancionador, porque el delito es de origen humano,
personal, en cuya formación interviene sin remedio, como factor de importancia decisiva, la llamada
“Ecuación personal”, es decir, el estado del sujeto apreciador y valorador, con todas las
circunstancias que lo constituyen: circunstancias de raza y herencia, de gustos y propensiones, de
sexo, de familia, de religión, de profesión, de ocupación, de educación, de patrimonio, etc., o sea,
que el delito no tiene otra causa que no sea
la voluntad del delincuente, sobre la que influyen diversos factores. Por esta razón, los partidarios de
la corrección del condenado, han dicho que éste (reo) tiene derecho a la pena, pero no como
venganza, sino como tratamiento racional aplicado de una manera reflexiva a quien ha menester del
mismo, según su situación requiera. Tiene como exponentes además de Dorado Montero a Giner de
los Ríos, Romero Girón y Luís Silvela, quienes creen que el sistema penal del futuro será (como ya
lo es), correccionalista, con un sentido general utilitario y preventivo.
TEMA 11
ESCUELAS INTERMEDIAS
1. ORIGEN.
2. ANTECEDENTES FILOSÓFICOS.
3. LA TERZA SCUOLA.
4. LA TERCERA ESCUELA ALEMANA.
5. ESCUELA DE LA POLÍTICA CRIMINAL.
6. CARACTERES COMUNES DE LA ESCUELA DE LA POLÍTICA CRIMINAL.
1. ORIGEN
Ante la disputa de las dos Escuelas no faltaron los juristas que intentaron unificar la doctrina por la
vía del compromiso, es decir, del eclecticismo. Explicables críticas surgieron contra la corriente
positiva y la clásica, determinando la aparición de ideas penales eclécticas al buscar posiciones,
equidistantes entre las dos discutidas ideologías, y superando así, las limitaciones de ambas, a la
vez que, recogiendo aciertos de las dos grandes Escuelas. Estas nuevas tendencias fueron
conocidas bajo la denominación de “INTERMEDIAS”. Por ser eclécticas, no tienen un método propio,
toda vez que como su nombre lo indica, fueron Escuelas eclécticas que tomaban una parte de los
principios que aparecían ya inconmovibles de la Escuela Positiva y conservaban principios,
considerados ya inconmovibles por ellos, de la Escuela Clásica, es decir, no se animan a abandonar
todavía una Escuela y no se animan a aceptar la otra Escuela; tienen un poco de las dos. Se les dio
también el nombre de “Positivismo Crítico”.
2. ANTECEDENTES FILOSÓFICOS
Estas Escuelas tuvieron algunos precedentes filosóficos de atendible importancia, entre los que
podemos citar los siguientes:
a) LAS IDEAS FUERZAS.- Amparado por A. Fouillee en el que la idea de la libertad es una idea-
fuerza que no es contraria al determinismo y la responsabilidad. Junto a la libertad, la
responsabilidad “aparece como una idea que tiende, ella misma, a realizarse; es el ideal concebido
que se atribuye una fuerza eficaz y que, en consecuencia, no acepta su propio desfallecimiento
práctico como absoluta y definitivamente necesario, sino que lo explica por necesidades físicas y
mentales, relativas por lo demás”163.
negación de la moral, tanto como arte que como ciencia, sino moral relativa, moral progresiva, moral
subjetiva, sujeta también a las leyes universales de la bien entendida evolución”.
Con referencia a José Tarozzi que se ocupó del problema de la libertad, la concibió como una
creación nueva. En esa creación de lo nuevo consiste la libertad psicológica, “en cuanto la libertad
se piensa como creatriz de un orden nuevo en la sociedad o en la naturaleza”; libertad moral, en
cuanto la libertad misma es “actividad individual de perfeccionamiento”164
La nueva tendencia dualista en Derecho Penal, no quedo limitada solo a Italia, donde como
acabamos de explicar, apareció la Terza Scuola, sino que se extendió hacia otros países, como el
caso de Francia, en el que su máximo representante fue René Garraud y Alemania, donde surgió la
conocida Tercera Escuela, cuyo eclecticismo, antes que entre las Escuelas Clásica y Positiva,
fluctuaba entre la pena meramente retributiva apoyada por la primera de estas y la pena finalista
amparada por Von Liszt.
Adolfo Merkel es considerado su iniciador, siendo Mauricio Liepmann, R. Schmidt, Stern, Van
Calker, Oetker y otros, sus continuadores, cuyas teorías dan importancia a la idea de fin, a la idea de
justicia. La retribución contenida en la pena debe ser justa, como debe serlo la pena en general. La
justicia y la conveniencia se hallan en la misma relación reciproca en toda la esfera de la actividad
del Estado. No se llama justo aquel que convierte a la justicia en el fin de su hacer, sino a aquel otro
que procede justamente en la consecución de sus fines.
Algunos consideran a la Política Criminal como ciencia en tanto que existe una tendencia que la
entiende como Escuela.
Adolfo Merkel, que pertenecía al positivismo crítico, pone las bases de esta corriente penal, pero
Franz Von Liszt es el gran sistematizador y el que le da estructura.
Esta corriente que presenta máxima vitalidad y fuerza expansiva tiende a dar solución práctica a los
grandes problemas filosóficos que habían apasionado a clásicos y positivistas.
a) ORIGEN Y DENOMINATIVOS: Es de origen Italiano, llego a varios países europeos, como
Francia, Inglaterra y Alemania principalmente, donde tuvo mucha influencia y sostenedores.
Además de Política Criminal, la doctrina de Liszt se la conoció con el título de “Joven Escuela” o
“Escuela Sociológica”, por haberse orientado en la dirección sociológica.
b) DISTINCIÓN ENTRE POLÍTICA SOCIAL Y LA POLÍTICA
CRIMINAL: Al llegar a este punto, es necesario recordar la reconocida distinción entre la Política
Social y la Política Criminal. En efecto, la Política Social tiene por objeto la supresión, o al menos la
restricción de las condiciones sociales del crimen o estados capaces de hacer posible la comisión de
delitos. La Política Criminal en realidad “es un conjunto de principios fundados en la investigación
científica del delito y de la eficacia de la pena, por medio de los cuales se lucha contra el crimen;
valiéndose, no solo de los medios penales, sino también de los de carácter asegurativo”.
30. CARACTERES COMUNES DE LA ESCUELA DE LA POLÍTICA CRIMINAL
TEMA 12
OTRAS TENDENCIAS O DIRECCIONES
1. NEOCLASICISMO.
2. TENDENCIA DUALISTA.
3. ESCUELA PENAL HUMANISTA.
4. IDEALISMO ACTUALISTA.
5. LA ESCUELA TÉCNICO-JURÍDICA.
6. CRÍTICA A LA ESCUELA TÉCNICO-JURÍDICA.
7. ESCUELA PENAL UNITARIA.
8. CONCLUSIÓN.
Ante la disputa de las dos Escuelas, no faltaron los juristas que tomando como objetos de su estudio
el delito, el delincuente y la pena elaboraron cada uno doctrinas a los que son necesarios referirnos.
31. 1. NEOCLASICISMO
En este grupo denominado “Tendencia Dualista”, no sólo figuran en él, aunque esto sea paradójico,
los seguidores de la ya estudiada Política Criminal, sino el más preclaro enemigo de ella, Carlos R.
Von Birkmeyer, que inicia esta
Escuela como una posición extrema de la denominada Política Criminal, desde 1911 en que hizo la
crítica del Anteproyecto del Código Penal Alemán, dos años después,
cuando se ocupó de los trabajos preparatorios del anteproyecto de Suecia, de Thyren, Birkmeyer
lanzó la idea de que lo mejor era postular la composición de dos códigos:
1) Penal o Represivo: construido sobre el concepto básico de la sola retribución penal, en el que
serían objeto de reglamentación las ideas de imputabilidad y definirse los delitos y las penas que les
correspondan;
2) Preventivo o Asegurativo, el otro, basado en medidas profilácticas, en el que se enuncie y
regulen jurídicamente la peligrosidad y las medidas de seguridad. En 1913, insistió en aquella su
idea, expresando que por ese camino iban a marchar, en lo futuro, los legisladores de todos los
países.
El Italiano Vicente “Vincenzo” Lanza, escribió el año 1905, un análisis psicológico de la reacción
penal, echando las bases del Derecho Penal Humanista. Para difundir la Escuela Penal humanista
funda en Catania el año 1923, su “Bolletino di Diritto Penale”, cuyo nombre se cambió el año 1925
por el de “la Scuola Penale Humanista” y que termina al morir su animador. Lanza afi “solamente en
la Dirección del sentimiento está la dirección de la conducta humana”, pues, entre la moral y el
Derecho Penal existe una absoluta identidad revelada por nuestra propia conciencia moral. Para
lanza, toda acción que viola nuestros “sentimientos morales” deberá ser considerada delito, mientras
que todo lo que no va contra nuestros sentimientos morales debe cesar de serlo. El Estado no es
reconocido como ente jurídico-político, sino como un Estado ético, moral, debiendo reaccionar ante
el delito solo por principios morales, en consecuencia, no acepta como delictivas las conductas que
no atentan contra dichos principios, desconociendo entonces la antigua conclusión de que no todo lo
que es inmoral es también antijurídico, aunque todo lo que es antijurídico sea casi siempre inmoral.
Partiendo de estos criterios delictivos, puesto que el suicidio es una violación de nuestros
sentimientos morales, deberá considerársele como acción punible: la legítima defensa y el estado de
necesidad son expresiones rudimentarias y violentas del egoísmo y de la venganza; son hechos
contra la moralidad y deberían ser eliminados totalmente del Derecho Penal como causa de
irresponsabilidad. En contrapartida, no pueden constituir actos punibles, los llamados delitos de
creación política y otras contravenciones, si no contradicen nuestros sentimientos morales.
Considera esta Escuela, que la pena, no es un mal, sino una fuerza poderosa que tiene por misión
la educación, la corrección del delincuente, por esta razón, se declaran culpables solo a quienes
pueden reeducarse con la pena, y conforme a esa finalidad hay que establecer todo el sistema de
los Códigos y las cárceles. Esta tendencia después de su fundador, tuvo altos exponentes, entre los
que podemos mencionar a Montalbano, Pappalardo, Troyano, y Giuseppino Ferruccio Falchi,
habiendo este último escrito el año 1936 un libro de “Filosofía del Derecho Penal” en la que la
“Escuela Humanista” alcanzó sus propósitos de afianzar los fundamentos de la nueva doctrina,
alcanzando sus máximas perfecciones.
La nueva dirección filosófica de Benedetto Croce y José Gentile, conocida también como “Idealismo
Inmanentista”, “Activista” o “Actualista”, tuvo un momento en Italia en que pareció estar llamada para
grandes empresas. No es raro, entonces, que invadiera el espacio del Derecho Penal por obra de
otros penalistas que enseñaba este Neo-Idealismo: Giuseppe Maggiore, Hugo Spirito, Fausto Costa
y Francesco Orestano.
Según esta nueva filosofía, la única realidad es el espíritu, concebido como pura actividad, incesante
devenir. El único y verdadero ser del espíritu es el obrar y todo acto no es sino “espiritualidad
realizada”, pues, el espíritu no tiene existencia autónoma, solo vive en las actuaciones y
realizaciones del propio sujeto.
Defienden el concepto de la “responsabilidad universal”, o sea, no hay distinción entre responsables
e irresponsables, todos son plenamente imputables, aunque diferentemente punibles, según se
comporte la personalidad moral de cada uno. Maggiore dice: “Todos los hombres, sin excepción, en
virtud de su inmanente humanidad, deben responder ante la ley penal, no porque todos sean
intimidables, que no es verdad; o todos temibles, que no es exacto, sino porque nadie podrá jamás
impedir que la acción suya sea suya, sea la actualidad y la realidad de su espíritu, que obrando, crea
su mundo”. Por su parte, Spirito, expresa “El hombre es moralmente responsable de todo, porque él
no es cosa distinta del todo, sino el mismo todo y, si comete un delito, tiene siempre derecho a la
pena. Ningún delincuente puede ser sustraído al derecho de ser penado168. La corrección y la
redención del condenado, son fines tanto de la pena como de las medidas de seguridad y nada
autoriza para atribuírselo exclusivamente a estas últimas.
En mérito a este razonamiento, Maggiore y Spirito, alegan que existe un auténtico derecho a la
pena, que no hay dualismo entre pena y medida de seguridad, siendo importante que la pena sea
indeterminada, durando el tiempo que sea necesario para la rehabilitación del culpable. Según dicen
tratadistas de la materia, este idealismo activista, carece de importancia para nuestra ciencia.
a) ORIGEN.- La Escuela Técnico-Jurídica surge como una reacción a la crisis en que se debatía
el Derecho Penal a fines del siglo XIX, indicando que las tendencias clásica y positiva, equivocaron
el estudio del Derecho Penal al dedicarse a la indagación filosófica o naturalista, descuidando la
parte trascendental que es la propia investigación jurídica, de ahí que su característica principal
estriba en el desarrollo del estudio lógico- formal del delito.
Subrayemos que en su primitivo origen algunos la remontan a Geny, que aplico el vocablo
(Tecnicismo) al Derecho, inspirado en concepciones de Savigny en Francia. Empero, su legítimo
sistematizador es Vicente Manzini que se resiste al positivismo y no acepta la intervención de la
filosofía, con lo que se puso a distancia de los partidarios del método experimental en nuestra
materia, y de los clásicos.
b) LUGAR QUE OCUPA EN LA SISTEMÁTICA PENAL.- Florián clasificó esta tendencia como
“Clásica”, Ferri como “Neoclásica”,
Grispigni como continuadora de la “Terza Scuola”, Rocco la designo
“Dirección” y Manzini la nombró “Concepción”. El Prof. Juan P. Ramos, dice que no es una Escuela,
como la Clásica o la Positiva, sino “un sistema de aplicación de la doctrina al Derecho Penal”, pues,
considera al Derecho Penal como una construcción de puro derecho y, si hacen frente solo al
aspecto jurídico del problema penal, con la finalidad de resolverlo como tal, no es una Escuela
propiamente dicha. El tecnicismo jurídico tiene una técnica jurídicamente mucho más perfeccionada.
Esta es su ventaja. Parte de un dogmatismo, en el verdadero sentido de la palabra, es decir, en el
sentido de afirmación que no puede ser controlada; pero no ya de un dogmatismo fundado en el
derecho natural; por eso no es un Ius naturalismo como era la Escuela Clásica.
Luís Jiménez de Asúa lo trata como a una verdadera Escuela, considerando que su formación fue
lenta, prestigiándose por el profundo manejo de la técnica y por su estilo conceptuoso.
c) ANTIFILOSÓFICA.- Pero lo que más sobresale de esta Escuela es el hecho de ser
antifilosófica, no discuten el libre albedrío, ni plantean problema filosófico alguno, sólo hablan del
Derecho Penal Positivo, siendo la “única realidad positiva” para el penalista, la ley penal en vigencia,
debiendo el jurista resolver sus asuntos con su propia técnica, sin ningún preconcepto filosófico y sin
ninguna finalidad práctica, toda vez que no existe otro Derecho Penal fuera de la legislación del
Estado, ni un Derecho Penal Filosófico, Ideal, Racional, o Natural, los que son simples
abstracciones.
d) DESLINDE DE SECTORES.- De ahí que en el fondo, la Escuela Técnico- Jurídica representa
un deslinde de sectores: el Derecho Penal vigente con su contenido dogmático y su método jurídico
separado de la Criminología, ciencia de contenido causal y naturalista y método experimental y
sociológico. En resumen, se aleja de las especulaciones biológicas o sociológicas, y en general, de
otras ciencias, que hacían perder casi siempre el camino deseable, o sea el de una ciencia de
autonomía y personalidad.
e) CARACTERÍSTICAS.- Entre sus características más descollantes, citaremos:
a. Según esta Escuela, el Derecho Penal debe utilizar el método jurídico empleando para ello
tres tipos de investigaciones: 1) El EXEGÉTICO que se refiere a la interpretación del sentido de las
palabras y textos; 2) EL DOGMATICO (sistemática), que procura coordinar entre si los diversos
conceptos jurídicos siguiendo las normas de la ley, y; 3) EL CRÍTICO, que se funda en discernir los
aspectos positivos y negativos de la legislación vigente, dirigiendo reformas punitivas dentro de un
concepto dogmático.
b. En cuanto al delincuente, partiendo de que la responsabilidad penal deriva de la capacidad de
entender y querer, basada en la simple voluntad del sujeto normal, rechaza el libre albedrío como el
determinismo, aplicando la responsabilidad psicológica a través de la voluntad del sujeto, distingue a
los mismos en “imputables”, sobre los que cae la acción del Derecho Penal e “inimputables”, que
deben someterse a las medidas de seguridad.
c. Instituye el delito como pura relación jurídica, que pone en peligro la existencia de la sociedad
jurídicamente organizada, sin cautivar al Derecho Penal su contenido social e individual, motivo por
el que se substrae de todo nexo con lo biológico, lo político, lo social, lo filosófico o lo histórico, en la
génesis de la infracción, es decir, el delito es típico, antijurídico y culpable.
d. La pena como consecuencia jurídica del delito, es reservada para los sujetos capaces
penalmente e impuesta por el Estado al autor de la acción ilícita. Las acciones peligrosas que no dan
lugar a la aplicación de una pena por razones de incapacidad quedarán sometidas a medidas de
seguridad o de carácter administrativo.
e. El fin del Derecho Penal reside en la defensa social, pero con un contenido diferente del
Positivismo. La defensa social, en sentido propio, que concede a la potestad publica un amplio
campo discrecional, forma el objeto característico de la función administrativa en la actividad de
policía; mientras el Derecho Penal, que obliga al Estado a pedir normalmente la garantía de la
función jurisdiccional para poder ejercer su potestad punitiva, presenta el carácter de un derecho de
justicia, que generalmente excluye todo poder discrecional en lo que concierne a la esencia de la
represión.
Además de Manzini y Rocco, podemos nombrar entre sus exponentes a: Mayer, Beling, Mezger,
Vannini, etc.
6. CRÍTICA A LA ESCUELA TÉCNICO-JURÍDICA
Sus postulantes han dado lugar a que se desaten numerosas críticas, siendo el mayor fustigador
Enrique Ferri que nos dice:
a) La técnica jurídica emplea tres tipos de investigaciones: la exégesis, la dogmática y la crítica,
pero, se observa que la crítica de las leyes está totalmente olvidada, así como los datos de las
ciencias auxiliares, dándose profusa cobertura a la exégesis por los comentaristas de los Códigos,
con ayuda de las sentencias de los Tribunales de Justicia y Cortes de Casación; otro error
fundamental, está en la dogmática, en el que impone al Derecho Penal, que es una rama del
Derecho Público, los presupuestos y la lógica abstracta del Derecho Civil, que es por excelencia
Derecho Privado, apreciando que entre el Estado que castiga y el delincuente que conculca la ley,
subsisten relaciones jurídicas, al igual que entre los dos contratantes en el campo de las
obligaciones privadas.
b) Sobre la utilización del método jurídico, esta afirmación es engorrosa, ya que de ser correcta,
habría que aceptar la existencia de un método especial para cada orden de ciencias, y habría así un
“método matemático”, un “método químico”, un “método económico”, etc. En el lenguaje común se
habla con frecuencia de un “método estadístico” y de un “método matemático”, pero es indudable
que tales expresiones son inexactas, porque confunden el verdadero y propio “método de estudio”
con el “proceso particular de búsqueda o examen de los datos”; en la ciencia no existe más que dos
métodos: el deductivo y apriorístico o de lógica abstracta, y el inductivo o de observación y
experimentación.
c) Otra crítica severa es la que se erige en que lo “jurídico” no se enmarca solamente a lo “legal”,
“comprendemos que los adeptos de esta tendencia quieran referir su estudio exclusivamente a la ley
vigente en una época y un lugar dados; pero, dentro de tal propósito, creemos que deberían
denominar su iniciativa “tecnicismo legal” y no “tecnicismo jurídico”, porque el concepto de lo jurídico
excede notoriamente el campo de lo “legal”. Lo jurídico expresa la noción del Derecho en forma
completa, en tanto que lo legal solamente significa una parte del Derecho, a saber, el Derecho
Escrito.
37. 7. ESCUELA PENAL UNITARIA
a) ORIGEN.- La lucha de Escuelas ha terminado. Reflejo de tal estado de cosas es la fundación
de un nuevo grupo de estudios penales, verificada en Italia. A esta nueva tendencia se da el nombre
de “Scuola Penale Unitaria”, a la que se refiere el penalista argentino Eusebio Gómez,
denominándola “Tendencia Ecléctica”, asumiendo la fecunda tarea de unificar el derecho criminal
sirviendo de punto de convergencia a todas las Escuelas. Dirige el movimiento el Prof. Guglielmo
Sabatini, contando la novísima Escuela con su órgano propio, llamado asimismo “Scuola Penale
Unitaria”, fundado por el propio Sabatini. También Girolamo Penso, en su periódico “II Pensiero
Giurídico Criminale”, creada en Messina, expreso iguales propósitos.
b) FINALIDAD DE ESTA ESCUELA.- La finalidad que persigue esta Escuela es el de someter a
una nueva y completa revisión crítica los postulados fundamentales y argumentos básicos de la
ciencia del Derecho Penal, asimilando los elementos vitales de las corrientes tradicionales,
coordinando paralelamente el método positivo, con el método lógico- jurídico. “Unir a los
criminalistas de toda Escuela y de toda Nación en una colaboración íntima y activa y unir los
sistemas de las varias tendencias y de las varias legislaciones en un sistema orgánico y eficaz, por
encima de cada particular utilidad, para el orden y el perfeccionamiento de la disciplina penal, en una
extensión y vigorización de la lucha contra la delincuencia, en interés de la civilidad y de la
ciencia”169, son los programas de las dos revistas.
c) CARACTERÍSTICAS PRINCIPALES.- Sostiene que la responsabilidad penal es jurídica, antes
que moral. La imputabilidad sigue siendo la base de la penalidad, separando a los delincuentes en
normales y anormales. Referente al delito se esmera en el estudio de la mente criminal, cuya
diligencia práctica es siempre incompatible a los fines sociales. La pena es dualista, debe buscar la
readaptación del delincuente y apartar de este toda posibilidad física de que otra vez incurra en
actos delictivos.
38. 8. CONCLUSIÓN
Las Escuelas así someramente descritas, han sostenido una verdadera lucha por sus principios, y se
han logrado conclusiones que hoy fundamentan toda la dogmática del Derecho Penal. En el
presente, los juristas no consideran que la pena realmente intimide. Sin embargo, la pena queda
justificada por la defensa del orden jurídico a partir de la conciencia de la colectividad. La ejecución
de la pena apunta a la resocialización del delincuente. Definitivamente, en el Derecho Penal se
observa una creciente e incesante liberación y humanización de la pena.
TEMA 13
LA LEY PENAL
1. CONCEPTO.
2 . DEFINICIÓN.
3. CONTENIDO DE LA LEY PENAL.
4. ELEMENTOS INTEGRANTES DE LA LEY PENAL.
5. NORMAS PRIMARIAS Y SECUNDARIAS.
6. CARACTERÍSTICAS DE LA LEY PENAL.
7. ESPECIES.
8. SON LEYES LOS ACTOS LEGIFERANTES?
1. CONCEPTO.-La voz LEY'" tiene su origen en la locución latina ELIGERE", que significa
ELEGIR", porque el legislador justamente elige, entre las normas de conducta humana las que
encuentre mejores y les da la categoría de preceptos jurídicos.
en Roma se le dio el nombre de "LEX (de LEGERE- LEER) y de éste vocablo latino deriva en
español la palabra "LEY", según explica Planiol: "LEX ES LO OUE SE LEE", con lo que se aludiría a
su forma escrita, legible.
Otros asignan el origen de la ley en la voz latina "LIGARE", que quiere decir ligar, es decir, que la ley
obliga a realizar u omitir un hecho.
Para otros proviene de "LEGARE" (LEGAR -DAR), toda vez que la ley confiere facultades y
deberes.
2. DEFINICIÓN
Según Fernando Castellanos, La ley es una norma obligatoria (Art.164. II.CPE), general, abstracta,
permanente, emanada del Estado (Arts. 145 y 158.3.CPE), según los trámites que marca la
Constitución (Art. 163, CPE) para
el ejercicio de la función legislativa, promulgada por el Ejecutivo (Art. 172. 7. CPE) y provista de una
sanción". El Prof. Jiménez, de Asúa, en cambi0, manifiesta: ""La ley en su sentido formal,
es la manifestación de la voluntad colectiva expresada mediante los órganos constitucionales, y
publicada conforme a los preceptos vigentes. Y si de materia punitiva se trata, es preciso añadir, que
en ella se definen delitos y se establecen O aplican penas o medidas de seguridad"170
3. CONTENIDO DE LA LEY PENAL
De ninguna manera pueden confundirse la norma y la ley, pues, aunque pueden coincidir. y es lo
que ordinariamente sucede, en muchas ocasiones una norma penal está integrada en mas de una
ley o de un Articulo. Así por ejemplo, muchas do las normas penales incriminadoras que tipifican los
delitos en la Parte Especial del Código Penal, deben ser completadas con disposiciones de la Parte
especial
Del código penal, deben ser cpompletadas las disposiciones de la parte general del mismo statuto
en todos estos casos la norma esta compuesta por varias disposiciones de la ley penal.
4. ELEMENTOS INTEGRANTES DE LA LEY PENAAL
La ley penal se compone, como toda proposición Juridica que no contenga una definición , de un
supuesto de hecho y de una consecuencia juridica que otorga derecho o impone deberes.
De lo expuesto, se evidencia que la norma penal está compuesta por dos partes sustancialmente
diversas: el precepto y la sanción.
a) EL PRECEPTO.- El precepto, aunque a veces se reduce al verdo activo,suele ser la descripción
sintética de un supuesto hecho humano. La sanción es la consecuencia jurídica que se asocia a esa
conducta. La opinión común era la de que el delincuente, con sus actos, violaba ese precepto
mejor dicho quebrantaba la ley. Si nos fijamos en la redacción de los "preceptos contenida en el
Código Penal Boliviano, se ve claramente que la prohibición está implicita (no dice se prohibe robar,
o matar, etc), pues la forma de expresar los hechos hipotéticos es meramente descriptiva.
Por consiguiente, el delincuente no viola la ley penal, sino algo que esta por encima de la regla
escrita. Con razón escribe Beling: "Ante la ley penal y sobre ella, está la norma". Sobre el particular
Carlos Binding dice: "El delincuente en vez de transgredir la ley penal, conforme a la qu es
enjuiciado, debe, en todo caso y por el contrario, obrar en conformda y con la primera parte de esa
ley, en consonancia con ella". Con sobrada razón Binding, explica: la norma crea lo antijurídico; la
ley crea delito. O dicho más exactamente: la norma valora; la ley, describe. E esta la que atribuye al
Estado el poder coercitivo. Para ejemplarizar anrmado recurrimos al Artículo 251 del Código Penal,
que expresa:
D que matare a otro, será sancionado con presidio de cinco a veinte and
Si la víctima del delito resultare ser Niña, Niño o Adolescente, la pena será de diez a veinticinco
años". De la disposición que fija directamente la sanción, se obtiene fácilmente el precepto, esto es,
la regla de conducta que la misma establece. En el precepto está contenida la descripción del
Hecho que constituye delito. La situación de hecho descrita en la norma se llama comúnmente tipo
legal.
LA SANCIÓN.- Es decir, la consecuencia jurídica que deriva de la violación del precepto, supone la
amenaza de un mal: la pena. Talame de los súbditos para inducirles al respeto del precepto penal,
ante la violación
Se orienta a ejercer una coacción psicológica sobre la voluntad amenaza se rie perspectiva de un
sufrimiento.
, NORMAS PRIMARIAS Y SECUNDARIAS
Autores denominan al precepto propiamente dicho "PRECEPT0
Algunos autores de PRIMARIO", y PRECEPTO SECUNDARIO A LA SANCION CON ESTA
TERMINOLOGIA QUIERE DESTACARSE QUE LA SANCION ENCIERRA EN SI UNA
PRESCPRIPCION DIRIGIDA A LOS ORGANOS COMPETENTES DEL ESTADO PARA QUE LA
APLIQUEN CUANDO SE VERIFIQUEN LAS CONDICIONES ESTABLECIDAS EN LA NORMA .
INTERPRETACIÓN DE LA LEY
1. CONCEPTO.
2. ¿SIEMPRE NECESARIA?
3. MÉTODOS UTILIZADOS.
4. DOCTRINAS DE INTERPRETACIÓN.
5. INTERPRETACIÓN DE LA LEY PENAL.
6. SISTEMAS DE INTERPRETACIÓN.
7. DIVERSAS CLASES DE INTERPRETACIÓN.
8. INTERPRETACIÓN ANALÓGICA.
39. 1. CONCEPTO
Interpretación es la acción y efecto de interpretar, de explicar o de declarar el sentido de una cosa,
principalmente el de los textos faltos de claridad. Las Leyes de Partidas definían la interpretación
como la verdadera, recta y provechosa inteligencia de la ley según la letra y la razón.
Entonces, interpretar las normas es fijar el sentido de los textos en que se hallan formuladas. En
suma, la interpretación es una operación lógico-jurídica que se dirige a descubrir la voluntad objetiva
de la ley, no de la del legislador, es decir, se busca establecer el sentido de las expresiones
utilizadas por la ley para decidir los supuestos contenidos en ella y, consecuentemente, su
aplicabilidad al supuesto de hecho que se le plantea al intérprete, que se encuentra sometido a
especiales exigencias derivadas del principio de legalidad.
2. ¿SIEMPRE NECESARIA?
Siempre, en todo tiempo ha sido necesaria la interpretación de la ley. Dorado Montero dice que no
sólo las leyes obscuras o equívocas deben ser interpretadas; lo han de ser todas, incluso las
clarísimas. Esta operación de fijación del sentido del texto es necesaria incluso allí donde su tenor
literal no parece ofrecer problemas, ya que el legislador al redactarlas ha podido emplear palabras
impropias y no decir lo que realmente quería decir. El aforismo “in claris non fit interpretatio” (Las
leyes claras no necesitan interpretación), no es más que una falacia: confunde la ausencia de
dificultades interpretativas con la ausencia de interpretación.
a) IMPUGNADORES DE LA INTERPRETACIÓN DE LA LEY.- Pero, no en todos los tiempos ha
existido el mismo criterio, recordemos cómo Napoleón Bonaparte en Francia, cuando Toullier hizo
algunas interpretaciones y comentarios al Código Civil, exclamó: “MON CODE EST PERDU”, (Mi
Código está perdido), pues, él sostenía que existiendo el Código, lo único que restaba era aplicar la
ley como estaba escrito. Otro impugnador de la interpretación de la ley, ha sido el Marqués de
Beccaria, el fundamento principal en el que se basaba fue el de que el juez, al no tener carácter de
legislador, no tenía facultades para interpretar lógica o analógicamente las leyes punitivas, ya que
solamente los legisladores estaban investidos de esa potestad; además, refiriéndose al juez, decía
que éste debía hacer un silogismo perfecto, que consistía en la premisa mayor que era la ley general
y la premisa menor que no era sino la acción conforme o no a la ley, y la consecuencia no podía ser
otra cosa que la libertad o la pena, luego, vemos que la ley necesariamente tiene que ser
interpretada y los impugnadores de la interpretación fueron Napoleón Bonaparte y el Marqués de
Beccaria.
b) NORMAS PROHIBITIVAS DE LA INTERPRETACIÓN.- Pero no sólo esto ocurrió, sino, que
hasta existieron normas prohibitivas para la interpretación de las leyes.
Tal ocurre por ejemplo con el proemio del CORPUS IURIS FRIDERICIANI de 1749
- 1751, en la que se prohibía la interpretación bajo graves penas. Tampoco se permitieron los
comentarios del Derecho. Justiniano estableció otras prohibiciones. En los Siglos XVIII – XIX se
conocieron las famosas observaciones sobre el Código Penal para el reino de Baviera hechas en
1813 - 1814, y las observaciones mediante la Ordenanza de 19 de octubre de 1813, que no admitía
que se hicieran más comentarios. Como expresa Mezger, el resultado de estas órdenes fue que, “de
hecho, no apareció comentario alguno durante los cincuenta años que estuvo en vigor el Código
Penal de Baviera de 1813”.
La determinación del sentido de un texto legal puede hacerse, o bien atendiendo a la voluntad del
legislador (doctrina subjetiva de la interpretación), o bien atendiendo al significado objetivo del texto
(doctrina objetiva de la interpretación).
a) DOCTRINA SUBJETIVA DE LA INTERPRETACIÓN: La tesis de que las leyes deben
interpretarse conforme a la voluntad del legislador, sostenida en su día por la llamada “ESCUELA
DE LA EXÉGESIS”, que propugnaba una interpretación filológica-histórica, que identificaba el
sentido de la ley con la voluntad del legislador, se halla hoy prácticamente abandonada. Las razones
que han motivado tal abandono proceden, de una parte, de la dificultad inherente a la determinación
de cuál es la voluntad del legislador, pues, normalmente los órganos legislativos son colegiados, y
las leyes que sancionan no suelen reflejar una concreta voluntad empírica, sobre todo cuando el
legislador no es el autor de la ley, toda vez que los proyectos generalmente son redactados por los
juristas que no pertenecen al Congreso de la República o a la Asamblea Legislativa Plurinacional, y,
de otra, de los inadecuados resultados a los que conduce tal procedimiento interpretativo, pues, el
texto de la ley se refiere a un “contexto” que no permanece inalterable, sino, que cambia
constantemente; esos cambios en el contexto alteran el sentido del texto. Entre tantas personas que
intervienen, ¿quién es el legislador?
b) DOCTRINA OBJETIVA DE LA INTERPRETACIÓN: La doctrina objetiva es hoy absolutamente
dominante en materia de interpretación. La interpretación consiste, pues, en la fijación del sentido
objetivo del texto de la ley con independencia del pensamiento de quienes la han redactado, dado
que la ley, una vez promulgada, se emancipa de las personas que han cooperado en su producción,
adquiriendo un significado autónomo. La existencia de un sentido objetivo del texto de la ley no
presupone que se reconozca la existencia de algo así como una “voluntad de la ley”. En el caso de
la ley, menos aún que en el del legislador, puede hablarse de una voluntad empírica.
Aun cuando el método de interpretación en materia penal no difiere del que corresponde a otras
Ramas jurídicas, se aparta de ellas en cuanto a que toda duda sobre el sentido de un precepto debe
resolverse favorablemente para el reo, con exclusión de cualquier interpretación analógica o de
aplicación de principios generales del Derecho, porque lo impide la norma, esencial en Derecho
Penal, de que no hay delito sin previa ley que lo establezca. En consecuencia, las reglas sobre
subsanación de las “lagunas legales”, no rigen para la interpretación de la ley penal. Así, en el Art. 7
del Código de Procedimiento Penal, se establece:”(…) Cuando exista duda en la aplicación de una
medida cautelar o de otras disposiciones que restrinjan derechos o facultades del imputado, deberá
estarse a lo que sea más favorable a éste”. La misma Constitución Política del Estado en el Art. 116.
I, reconoce lo siguiente: “Durante el proceso, en caso de duda sobre la norma aplicable, regirá la
más favorable al imputado o procesado”. (Las negrillas me pertenecen).
Existen muy variados criterios para clasificar la interpretación. Los más conocidos se refieren al
sujeto que la efectúa, a los medios de que se vale y los resultados que con ella alcanza.
A. SEGÚN EL ÓRGANO O SUJETO QUE LA HACE.- Según el sujeto de quien emana, la
interpretación puede ser auténtica, jurisprudencial y doctrinal.
a. LEGISLATIVA O AUTÉNTICA.- 1.- La interpretación de la ley es auténtica, legislativa o
parlamentaria, cuando la hace el mismo Poder u órgano que dictó la ley. Esta interpretación parte de
la revolución francesa, representada entre otros por Montesquieu que en su teoría de la división de
poderes sostenía: “(…) los jueces de la nación, como es sabido, no son más ni menos que la boca
que pronuncia las palabras de la ley, seres inanimados que no pueden mitigar la fuerza y el rigor de
la misma”, en consecuencia, el juzgador quedaba obligado a aplicarla literalmente. En nuestro país,
de acuerdo al Art. 158. 3 de la Constitución Política del Estado, corresponde a la Asamblea
Legislativa Plurinacional señalar su aplicación con exactitud a través de explicaciones concretas de
la disposición legal. 2.- CLASES.- La interpretación auténtica puede ser de dos clases: contextual y
posterior. a) Es CONTEXTUAL, cuando la declaración hermenéutica está contenida en el mismo
Cuerpo Legal, es decir, es la que el legislador hace en el propio texto de la ley, como la del Artículo
165 del Código Penal, enunciando que ha de entenderse por funcionario público, empleado público y
autoridad, o la del Art. 177 bis del Código Punitivo sobre retardo de justicia en el que dice que se
entenderá por malicioso, “el retardo provocado para conseguir cualquier finalidad ilegítima”. b) La
POSTERIOR, es la que hacen los legisladores después de dictada la ley, para, en casos de
excepcional trascendencia, aclararla fijando el sentido y alcance, es decir, cuando las normas de
interpretación se vierten en una ley distinta y ulterior a aquella cuyo sentido se trata de buscar. Se ha
dicho por esto que
no se trata de una verdadera interpretación; sin embargo, muchos autores dicen que se trata de una
norma de interpretación, que no posee nuevo contenido legal, sino que restituye el primigenio al
significado verdadero, a menudo torcido por los fallos judiciales. La retroactividad presenta
limitaciones: la primera, constituida por la circunstancia de que la nueva norma no puede abarcar,
hacia el pasado, más situaciones que las que pudieron ser cubiertas por la ley anterior. En segundo
lugar, la aplicación retroactiva de la norma se detiene frente a aquellos “derechos adquiridos”, es
decir, que tiene su límite en la cosa juzgada.
Constituyendo una expresión de soberanía, la interpretación auténtica, legislativa o parlamentaria es
la única que tiene carácter vinculante, es decir, obligatoria.
b. DOCTRINAL.- La interpretación de la ley es doctrinal, cuando se funda en la opinión
sostenida de autores o tratadistas especializados en la materia, que, a través de ensayos, tesis u
otras bibliografías pudieran mostrar aplicación subjetiva de la ley en el plano teórico, siempre
discrepante entre sí. Los resultados de los estudiosos tienen gran importancia en la aplicación de las
leyes y cotidianamente se usan por los abogados en sus debates forenses las opiniones de los
tratadistas, que en nuestro país llegan incluso a invadir las sentencias. Esta interpretación carece de
obligatoriedad, lo cual ciertamente no le resta importancia en la práctica judicial, toda vez que su
valor está en la fuerza convincente del razonamiento.
c. JUDICIAL O USUAL.- La interpretación judicial de la ley, tiene lugar mediante fallos judiciales
en que el funcionario investido de jurisdicción, aplica la Ley administrando justicia, particularizando
su contenido al caso que fue puesto en litigio. La interpretación judicial tiene lugar en ocasión de los
fallos a instancia. En nuestro país, son los jueces, los Tribunales Departamentales de Justicia y el
Tribunal Supremo de Justicia y muy especialmente el Tribunal Constitucional Plurinacional, el que
interpreta oficialmente la ley. La interpretación judicial sólo tiene eficacia respecto al caso concreto
que se juzga en aquel instante; en cambio, “las decisiones y sentencias del Tribunal Constitucional
Plurinacional son de carácter vinculante y de cumplimiento obligatorio, y contra ellas no cabe recurso
ordinario ulterior alguno” (Art. 203 de la C.P.E.).
a) LITERAL. Cuando la interpretación se la hace conforme a la letra del texto o al sentido propio
y exacto de las palabras originales de la ley.
b) GRAMATICAL. La interpretación gramatical tiene lugar cuando la redacción de los preceptos
no confrontan las reglas que debieron ser observadas para la construcción y ordenamiento de las
palabras, frases, oraciones y períodos gramaticales que trasunten el pensamiento o la mente de la
disposición legal, prestándose a confusiones o involucramientos. Es por eso que la ley, debe ser
clara, objetiva, sin defectos literarios para cumplir su misión. El legislador debe respetar el principio
de taxatividad y evitar los conceptos vagos, abiertos y excesivamente indeterminados.
c) TELEOLÓGICA.- Si nuestra disciplina es teleológica y sólo puede ser trabajada con el método
teleológico, teleológica ha de ser también la interpretación de las leyes. Entonces, la interpretación
más acertada es la TELEOLÓGICA, porque averigua el fin de la función para qué fue creada la ley,
es decir, busca la finalidad de la ley; esclarece el bien jurídico; desentraña el tipo legal; se vale del
método sistemático y con ello logra una correcta interpretación de la ley, desentrañando la verdadera
voluntad de ésta. Lo que importa no es la letra o el espíritu, sino que del espíritu y de la letra
obtengamos la voluntad de la ley.
d) HISTÓRICA.- El Derecho Penal vigente no surge de una vez, por un capricho o por una
arbitrariedad, sino que es el producto de una evolución histórica. Por eso puede ser necesario, para
captar la esencia de un precepto legal o de una ley, conocer su historia. De modo que la
interpretación histórica se la realiza tomando en cuenta las leyes e Instituciones pasadas,
comparándolas con las presentes, nos permite remontarnos a sus orígenes y seguirlos en el
desarrollo que han tenido en la sucesión del tiempo. El intérprete debe seguir paso a paso el
desarrollo y las modificaciones por las que ha pasado antes de adoptar el aspecto y los caracteres
que tiene en el texto vigente.
e) LÓGICO SISTEMÁTICA.- Esta interpretación busca el sentido de los términos legales a partir
de su ubicación dentro de la ley y su relación con otros preceptos, desde la perspectiva de la
necesaria coherencia del ordenamiento jurídico. Aunque en ocasiones el legislador olvide el orden
sistemático e incurra en contradicciones, los términos legales no pueden interpretarse de manera
aislada sino en relación al contexto en que se les utiliza. Podemos encontrar ejemplos de la
utilización del método sistemático en la atención al Título o el Capítulo del Código Penal en que se
encuentre descrito el delito en cuestión; así, el llamado delito de agresión sexual se regula en el
Código Penal bajo el “nomen iuris” de Delitos Contra la Libertad Sexual, lo que elimina cualquier
duda acerca de que el coito violento con una persona dedicada a la prostitución y en contra de su
voluntad constituye delito de violación (Art.308 C.P.), puesto que se lesiona su capacidad de
autodeterminación en ésta materia.
B) DE ACUERDO CON LOS RESULTADOS.
a. EXTENSIVA.- Es extensiva, cuando la ley penal en su texto, por efecto de la interpretación se
extiende más allá de su contenido, ampliando o extendiendo a otras figuras jurídicas para que la
letra corresponda al espíritu y voluntad del texto, así tenemos como ejemplo, lo previsto en el Art.
240 (Bigamia) del Código Penal.
b. RESTRICTIVA.- Cuando la ley penal en su texto ha dicho literalmente más de lo que quería,
debiendo entonces el intérprete limitar su alcance a los casos que en verdad deben quedar
comprendidos en la norma, según su finalidad objetiva. Ello ocurre cuando la ley utiliza un lenguaje
inapropiado por su laxitud. De modo que por efecto de la interpretación, se reduce, o se restringe el
alcance de las palabras de la ley por entender que su pensamiento y voluntad no consienten atribuir
a su letra todo el significado que en ella podía contenerse, ajustándose al propio espíritu de la ley, o
sea, al caso preciso. Ejemplo, el Art. 4 del Código Penal.
c. DECLARATIVA.- Cuando expresa el sentido de la ley, en relación con su contenido. Las
palabras de la ley dicen con precisión lo que la ley quería y debía decir, de modo que el intérprete no
precisa ni puede ampliar o restringir el alcance del tenor literal, porque esto implicaría crear una
norma distinta. En ella, se llega a la conclusión de que el sentido de la norma coincide plenamente
con su tenor literal, de modo que el intérprete no precisa ni puede ampliar o restringir el alcance del
tenor literal, porque esto implicaría crear una nueva norma distinta. Por eso, la interpretación de que
tratamos ha de entenderse como aquella en que la “eventual duda se resuelve con la exacta
correspondencia entre el espíritu y la letra de la ley, sin dar a la fórmula ni significado más
restringido, ni más amplio”174. Así tenemos por ejemplo, el caso del Art. 165 (Significación de
términos empleados) del Código Penal y del Art. 177 bis del
C.P. (Retardo de justicia).
d. PROGRESIVA.- Es aquella interpretación que está vinculada con el progreso en las ciencias
de la técnica o el Derecho, es decir, que pone a la ley penal, en relación con los progresos
alcanzados por la humanidad, poniéndolas en tono con las corrientes doctrinarias del momento,
pues, la meta de la interpretación es la adaptación de la ley a las necesidades y concepciones del
presente. El juez, puesto que vive en la sociedad de una época, no puede permanecer ajeno, al
interpretar la ley, a la transformación de las condiciones sociales. Diversas expresiones, como
“Enfermedad mental”, “Grave perturbación de la conciencia”, “Grave insuficiencia de la inteligencia”
del Art. 17 del Código Penal, permiten hacer una interpretación progresiva al acondicionarse a las
ideas de la Psiquiatría Moderna. También podemos citar como ejemplo, el caso del Art. 330
(Substracción de energía) del mismo Compilado Penal.
TEMA 15
1. CONCEPTO.
2. FUENTE DE PRODUCCIÓN.
3. FUENTES FORMALES O DE CONOCIMIENTO.
4. DIVISIÓN DE LAS FUENTES DE CONOCIMIENTO.
5. FUENTES MEDIATAS O INDIRECTAS.
46. CONCEPTO
Se entiende, en general, por fuente de Derecho, los hechos o medios de donde el Derecho Positivo
nace, o sea, los hechos creadores del Derecho Penal Positivo. Esta expresión comporta una
distinción entre la voluntad del sujeto, del cual emanan las normas jurídicas, llamada fuente de
producción y, otra que alude, al modo de manifestarse la voluntad jurídica, es decir, la forma que el
Derecho objetivo asume en la vida social, denominada fuente formal o de conocimiento.
Esta fuera de toda duda que en nuestro momento histórico la única fuente de producción del
Derecho Penal es el Estado. La verdadera y propia norma penal es siempre una manifestación del
poder soberano del Estado, aunque provenga de otros sujetos jurídicos, puesto que en todo caso es
el Estado quien confiere a los sujetos mismos las facultades correspondientes. En nuestra
legislación, el Art. 158, numeral 3 de la Constitución Política del Estado, así lo confirma al establecer:
“Son atribuciones de la Asamblea Legislativa Plurinacional:(…) 3. Dictar leyes, interpretarlas,
derogarlas, abrogarlas y modificarlas”. El principio constitucional (Art. 116) de que cualquier sanción
debe fundarse en una Ley anterior al hecho punible, es de la más pura estirpe democrática y
constituye un postulado indestructible del moderno Derecho Penal.
El carácter de única fuente de producción del Derecho Penal que posee la ley se ve reafirmado por
el hecho de que los recursos de apelación y casación contra sentencias penales sólo pueden
interponerse si se ha infringido un precepto legal o se han quebrantado las normas procesales; por
tanto, es la infracción de la ley la que posibilita la revisión de las sentencias penales y éstas no
pueden recurrirse alegando la “infracción” de la costumbre por los tribunales.
a) FUENTES FORMALES.
Cuando se dice que la ley penal debe ser “escrita”, se está expresando, en primer lugar, que el
Derecho Penal es exclusivamente Derecho Positivo, lo que excluye la posibilidad de que mediante la
costumbre o los principios generales no escritos se establezcan delitos y penas. Lo que se pretende
con ello es reservar al órgano legislativo la potestad
para definir los delitos y las penas. En este caso se trata de la manera de manifestarse, es decir, de
la forma que el Derecho asume en la vida de la comunidad estatal; así, les dan una forma especial
por cuyos rasgos podemos reconocerlos y distinguirlos de otras especies de normas; en otros
términos, se trata de los medios con que la voluntad del Estado se manifiesta a las personas
obligadas a la obediencia y a los órganos encargados de hacerla observar. Sobre el particular, el Art.
410 de la Constitución Política del Estado prevé: “La aplicación de las normas jurídicas se regirá por
la siguiente jerarquía, de acuerdo a las competencias de las entidades territoriales: 1.- Constitución
Política del Estado; 2.- Los Tratados Internacionales; 3.- Las leyes nacionales, los estatutos
autonómicos, las cartas orgánicas y el resto de la legislación departamental, municipal e indígena, y;
4.- Los decretos, reglamentos y demás resoluciones emanadas de los órganos ejecutivos
correspondientes”. En estos tópicos, el tema que nos interesa es la ley, por ser la única fuente
directa e inmediata del Derecho Penal.
b) FUENTES DE CONOCIMIENTO.
Para conocer y entender el Derecho Positivo del presente o del pasado, tenemos que recurrir a los
documentos en que están esas normas: Códigos, Gacetas, Anuarios, etc. Tratándose del Derecho
antiguo son fuentes de conocimiento las inscripciones en mármol, bronce y piedra; las leyendas en
los edificios y monumentos que se han conservado; los papiros y libros que han podido salvarse de
la destrucción, y en fin todo aquello en que ha quedado registrada la norma jurídica
49. DIVISIÓN DE LAS FUENTES DE CONOCIMIENTO
TEMA 16
VALIDEZ DE LA LEY
La regla o principio general establece que la ley tiene aplicación desde que el poder público la pone
en vigor hasta que la misma es abrogada o derogada, esto es, que el mismo poder la prive,
respectivamente, de sus efectos totales o parcialmente.
a) ACTOS FORMALES PARA LA EXISTENCIA DE LA LEY.- La ley penal, una vez sancionada
por el órgano legislativo, “necesita para su existencia actos formales que le den fuerza y la hagan
notoria a los ciudadanos; es decir, precisa ser promulgada y publicada. La sanción se refiere a la
existencia jurídica de la ley, de la promulgación deriva su ejecutoriedad, y de la publicación su
obligatoriedad”180.
á) La promulgación es el acto mediante el cual el Jefe del Estado declara la existencia de la ley y
ordena que sea cumplida y hecha cumplir como obligatoria. El Art. 172. 7 de la Constitución Política
del Estado establece: “Son atribuciones de la Presidenta o del Presidente del Estado, además de las
que establece esta Constitución y la ley: (…). 7. Promulgar las leyes sancionadas por la Asamblea
Legislativa Plurinacional”.
b’) La publicación consiste en aquellos medios de difusión que hacen posible a los ciudadanos el
conocimiento de las leyes para su cumplimiento obligatorio. En nuestro país, de acuerdo al
Parágrafo II del Artículo
161 JIMÉNEZ DE ASÚA, Luís: “Tratado”, Ob. Cit., tomo II, pág. 516, Edición 1950.
164 de la Constitución Política del Estado, la ley es de cumplimiento obligatorio desde el día de su
publicación (Gaceta Oficial), salvo que en ella se establezca un plazo diferente para su entrada en
vigencia. Durante dicho período entre la publicación y la entrada en vigor -la
“vacatio legis”-, la ley carece de eficacia y no puede ser aplicada, lo que significa que todavía se
encuentra vigente la ley anterior. Esta será, en principio, la aplicable a los delitos cometidos durante
la vacatio legis. En materia de leyes penales, dada la trascendencia de sus efectos, suele
recomendarse la previsión de una vacatio legis prudencial, para permitir su completoconocimiento no
sólo por los tribunales que deben aplicarla, sino también por los abogados y principalmente por los
ciudadanos que recibirán sus consecuencias. Por ejemplo, la Ley No. 1970 del 25 de marzo de
1999, en la primera disposición final establece: “Primera.- (Vigencia). El presente Código entrará en
vigencia plena veinticuatro meses después de su publicación y se aplicará a todas las causas que se
inicien a partir del vencimiento de este plazo”.
Empero, el problema se suscita cuando se trata de la aplicación de la ley en el tiempo, que ha
originado la controversia sobre la retroactividad de la ley.
b) EL PRINCIPIO DE LA IRRETROACTIVIDAD DE LA LEY.- El
imperio de la ley significa seguridad y estabilidad en las relaciones jurídicas, garantía de convivencia
social sujeta a normas positivas. Si un hecho o un acto es considerado lícito por la ley y por ello se lo
realiza durante la vigencia de tal ley, no puede después ser considerado como ilícito, si una ley
posterior lo declara como tal; este carácter dado por la nueva ley será para lo posterior, pues, la ley
sólo dispone para lo venidero y no tiene efecto retroactivo. Así la creación de una nueva figura
delictiva por la ley penal expresa un desvalor sobre los hechos que se definen, pero no puede recaer
sobre conductas cometidas con anterioridad a que tal desvalor se expresara legalmente. Y permite
también explicar la excepción al principio, esto es, de la retroactividad de la ley más favorable, así
como solucionar algunos casos dudosos que se plantean en la aplicación concreta de dichos
principios. En esta línea, ha sido destacado también el hecho de que las leyes penales son reglas de
conducta que miran al futuro y por tanto, no pueden desplegar sus efectos hacia momentos
anteriores a su entrada en vigor. Se legisla hacia el futuro, no hacia la Historia. Parece, por tanto,
evidente, que la naturaleza irretroactiva, como regla general de la ley penal, debe ser un dictado de
la vigencia material del principio de seguridad jurídica, que constituye el soporte de todo derecho
penal evolucionado.
c) EL PRINCIPIO DE RETROACTIVIDAD.- Etimológicamente, retroactividad significa una
actividad hacia atrás, es decir, una acción que va sobre el pasado. La retroactividad consiste en la
prolongación de los efectos de la ley a un tiempo anterior a aquél en que ha entrado en vigencia. La
norma nueva ingresa en el dominio de la anterior y vuelve sobre el pasado. Es una ficción de
preexistencia de la ley. “La retroactividad de la ley penal sólo podrá tener lugar a través de la
existencia de una ley más favorable, esto es, estará inspirada necesariamente en el principio de
legalidad. De esta forma, se exigirá la presencia de una disposición penal previa de naturaleza más
grave, y la vigencia de una ley penal subsiguiente, de una ley penal más benigna”181. El Artículo
123 de la C.P.E. (Constitución Política del Estado), dispone: “La ley sólo dispone para lo venidero y
no tendrá efecto retroactivo”, sentándose en esos términos las bases para la afirmación genérica de
la naturaleza irretroactiva de las leyes penales. Sin embargo, acto seguido se formula la excepción ,
es decir, la admisión de la retroactividad en supuestos de mayor benignidad: “excepto en materia
laboral, cuando lo determine expresamente a favor de las trabajadoras y de los trabajadores; en
materia penal, cuando beneficie a la imputada o al imputado; en materia de corrupción, para
investigar, procesar y sancionar los delitos cometidos por servidores públicos contra los intereses del
Estado; y en el resto de los casos señalados por la Constitución”. De lo que resulta, que el legislador
puede sancionar leyes retroactivas para beneficiar, pero no para perjudicar al delincuente y en los
casos de corrupción para investigar, procesar y sancionar los delitos cometidos por los
as) servidores públicos contra los intereses del Estado. Por otro lado, en el texto Constitucional no
hay nada que impida que en normas de rango inferior se establezca la retroactividad beneficiosa
como principio de plena aplicabilidad.
d) EN EL ARTÍCULO 4º DEL CÓDIGO PENAL.- La retroactividad de la ley penal más favorable
constituye así una excepción al principio general de irretroactividad de las leyes penales que, por
otra parte, se encontraba ya reconocido con anterioridad a la promulgación de la actual Constitución,
en el Código Penal. Efectivamente, el Artículo 4 del Código Penal establece: (EN CUANTO AL
TIEMPO), “Si la ley vigente en el momento de cometerse el delito, fuere distinta de la que existe al
dictarse el fallo, o de la vigente en el tiempo intermedio, se aplicará siempre la más favorable.
Si durante el cumplimiento de la condena se dictare una ley más benigna, será ésta la que se
aplique.
No obstante lo dispuesto en los párrafos anteriores, las leyes dictadas para regir sólo durante un
tiempo determinado se aplicarán a todos los hechos cometidos durante su vigencia”.
e) EL PRINCIPIO DE LA ULTRACTIVIDAD.- Se denomina así cuando la antigua ley pese a estar
abrogada o derogada, se sigue aplicando cuando es más favorable al delincuente. En efecto, en los
casos en que una norma penal es derogada por otra que sanciona más severamente los mismos
hechos, se aplica la ley derogada.
53. EN EL ESPACIO
Cuando se trata de aplicar una ley dentro del territorio nacional no se presenta ninguna dificultad, la
ley se impone y rige en todo el territorio, sin que ninguno de los que habitan ese Estado pueda
excusarse de su cumplimiento. Empero, cuando se comete el delito fuera del territorio nacional, lo
que se denomina la aplicación de la ley penal en el espacio, surgen diferentes problemas jurídicos.
De aquí nacen los siguientes principios:
c) LA INVIOLABILIDAD PARLAMENTARIA
1. HISTORIA.- Resulta útil recordar que el origen histórico de esta institución se sitúa en la
necesidad de proteger a los primeros Parlamentarios frente a las intromisiones de los otros Poderes
y, especialmente, de evitar las actuaciones del Monarca contra los representantes de la soberanía.
Así, el reconocimiento de la inviolabilidad aparece en el BILL OF RIGTHS inglés, cuya declaración IX
establece que “Las libertades de expresión, discusión y actuación en el Parlamento no pueden ser
juzgadas ni investigadas por otro Tribunal que el Parlamento”.
2. EN LA LEGISLACIÓN NACIONAL.- Nuestra legislación reconoce la inviolabilidad
parlamentaria en el Art. 151, parágrafo I de la actual Constitución Política del Estado, que consiste
en que las asambleístas y los asambleístas gozan de inviolabilidad personal durante el tiempo de su
mandato y con posterioridad a éste, por las opiniones, comunicaciones, representaciones,
requerimientos, interpelaciones, denuncias, propuestas, expresiones o cualquier acto de legislación,
información o fiscalización que formulen o realicen en el desempeño de sus funciones, no pueden
ser procesados penalmente.
d) LAS INMUNIDADES PARLAMENTARIAS.- Son diferentes a las inviolabilidades, pues éstas,
(las inviolabilidades) se refieren a la actuación misma de la asambleísta o el asambleísta, para que
no sea perseguido, apresado o enjuiciado por el ejecutivo, por las opiniones que vierta en casos de
interpretación u otros actos parlamentarios, defensa de proyectos, acusaciones, etc. En cambio,
aquellas, (las inmunidades) son “obstáculos procesales” establecidos para demandar
responsabilidad penal a los sujetos que gozan de las mismas. La inmunidad puede conllevar
especiales requisitos para detener o para enjuiciar a la persona inmune, que no se exigen para el
resto de los ciudadanos. Obstáculo procesal que, en terminología penal, equivalen a las
denominadas condiciones objetivas de procedibilidad. Sin embargo, se aclara que el Art. 152 de la
actual Constitución Política del Estado, no admite la inmunidad, pues, dice: “Las asambleístas y los
asambleístas no gozarán de inmunidad. Durante su mandato, en los procesos penales no se les
aplicará la medida cautelar de la detención preventiva, salvo delito flagrante”.
e) PRERROGATIVAS PROCESALES.- En mérito a las prerrogativas procesales, los altos
dignatarios de Estado, como el Presidente y Vicepresidente de la República, gozan de prerrogativas
procesales, pues éstos, no pueden ser juzgados por tribunales inferiores, u ordinarios, sino, que el
procedimiento se sujeta a ciertas formalidades y solemnidades. Así, el Art. 184. 4 de la Constitución
Política del Estado, establece que es atribución del Tribunal Supremo de
Justicia, juzgar, como tribunal colegiado en pleno y en única instancia, a la Presidenta o al
Presidente del Estado, o a la Vicepresidenta o al Vicepresidente del Estado, por delitos cometidos en
el ejercicio de su mandato. El juicio se llevará a cabo previa autorización de la Asamblea Legislativa
Plurinacional, por decisión de al menos dos tercios de los miembros presentes y a requerimiento
fundado de la Fiscal o del Fiscal General del Estado, quien formulará acusación si estima que la
investigación proporcionó fundamento para el enjuiciamiento. El proceso será oral, público, continuo
e ininterrumpido. La ley determinará el procedimiento.
TEMA Nº 17
EL DELITO
La teoría del delito reúne en un sistema los elementos que, en base al Derecho positivo, pueden
considerarse comunes a todo delito o a ciertos grupos de delitos. La teoría del delito es obra de la
doctrina jurídico-penal y constituye la manifestación más característica y elaborada de la dogmática
del Derecho Penal. Ésta tiene como objetivo teórico más elevado la búsqueda de los principios
básicos del Derecho Penal positivo y su articulación en un sistema unitario. La teoría del delito
constituye un intento de ofrecer un sistema de estas características. No es, pues, fundamentalmente
una propuesta incondicionada sobre lo que el delito debería ser -no es una construcción
iusnaturalista-, sino una elaboración sistemática de las características generales que el Derecho
positivo permite atribuir al delito, a la vista de la regulación que aquél efectúa de éste. La teoría del
delito constituye, en efecto, la determinación de las fronteras mínimas de lo que puede ser prohibido
y penado por el Derecho Penal, y da respuestas a la pregunta de cuáles son los elementos que
deben concurrir, como mínimo y con carácter general, para que algo sea jurídico-penalmente,
prohibible y punible. La contestación a este interrogante ha de depender, por tanto, de la unción que
se atribuya al Derecho Penal y de los límites que se impongan de modo general a su ejercicio. El
carácter de última ratio del Derecho Penal ha de condicionar la punibilidad del hecho a que
manifieste una suficiente gravedad y necesidad de pena. Estos son los elementos que trata de
articular en un sistema la teoría del
delito, sistema no sólo dotado, en cuanto tal, de valor científico y práctico, sino también legítimo en la
medida en que es el resultado de una evolución que ha ido recogiendo las exigencias que la
concepción del Estado dominante en nuestro ámbito de cultura impone al Derecho Penal.
De la definición dogmática del delito que hemos dado del Prof. Jiménez de Asúa, se deducen
explícitamente una serie de características, constantes o variables que ofrecen su lado positivo y
negativo, lleno de significaciones para el penalista; en este entendido, he aquí el esquema que
puede conformarse:
6. CLASIFICACIÓN
En la vida real se cometen toda serie de delitos, hecho que ha determinado la necesidad de
clasificarlos, tanto en el campo doctrinal, como en la legislación; siendo esto así, tenemos:
a) EN ORDEN ALA GRAVEDAD.- En orden a la gravedad, las infracciones pueden ajustarse a los
siguientes sistemas:
SISTEMA TRIPARTITO.- Es la fórmula difundida por la literatura penal del período filosófico y fueron
clasificadas las infracciones en:
CRÍMENES, que eran los que lesionaban los derechos naturales, como la vida, la libertad, etc.;
DELITOS, que violaban los derechos creados por el contrato social, como la propiedad, y;
CONTRAVENCIONES, que únicamente infringían los reglamentos y disposiciones de policía.
SISTEMA BIPARTITO.- Es el más moderno y se dividen en: delitos y contravenciones, este sistema
rige en la mayoría de las legislaciones, los delitos se encuentran descritos en el Código Penal y
algunas leyes especiales, mientras que las contravenciones en los Reglamentos de Policía y
Tránsito, o sea, que en este sistema no se distinguen los delitos de los crímenes.
b) POR LA CAUSALIDAD Y EL RESULTADO
POR EL RESULTADO: Las infracciones pueden ser: formales y materiales.
FORMALES: Los delitos formales, son delitos de “Simple actividad o meros delitos de acción”,
pues, la acción que les constituye, basta de por sí y sin más para violar la norma, por ejemplo, la
calumnia, la injuria, en ellos es suficiente lograr la objetividad jurídica, es indiferente el éxito.
MATERIALES: Son los delitos de “Resultado externo”, toda vez que en su contenido se inserta el
resultado como elemento constitutivo; estos delitos no alcanzan su consumación sino se verifica un
cierto resultado, un estado de hecho nuevo, por ejemplo: la muerte en el homicidio, determinado por
el agente con su obrar.
POR LA CAUSALIDAD: Los delitos pueden ser de lesión o daño y de peligro.
DE LESIÓN O DAÑO: Son aquellos en que la ofensa a un determinado objeto pertenece al tipo
legal, como por ejemplo, la muerte de un hombre en el homicidio, o causa un daño real o material en
el bien jurídico lesionado, otros ejemplos, serían la violación, el hurto, etc.
DE PELIGRO: Se estiman delitos de peligro, a aquellos en los que basta para la realización típica
que se haga correr un riesgo al objeto protegido como bien o interés jurídico, ya que el peligro
consiste en la posibilidad inmediata de probabilidad en la producción de un acontecimiento dañoso
concreto. Los autores modernos diferencian este grupo de delitos de peligro, en delitos de peligro
concreto y delitos de peligro abstracto.
DELITOS DE PELIGRO CONCRETO: En estos casos se exige, para que pueda decirse que el
hecho encaja en el tipo legal, la demostración en cada caso de que realmente se ha producido el
peligro.
DELITOS DE PELIGRO ABSTRACTO: En este tipo de delitos, si bien el delito representa un
peligro específico de los bienes jurídicos protegidos, la consecuencia penal no depende de que se
demuestre en el caso concreto la situación de peligro especial, por ejemplo: la asociación delictuosa
(Art. 132 del C.P.). Soler cita como delito de peligro concreto el disparo de arma, puesto que “el
Derecho, además de tutelar el bien jurídico de la vida, eleva también a esa jerarquía a la seguridad
de las personas, y por eso, además de prohibir la destrucción de la vida (en el homicidio), prohíbe el
mero hecho de ponerla en peligro; la acción de hacer correr un grave riesgo a determinada persona”.
c) EN REFERENCIA A LA UNIDAD O PLURALIDAD DE LA ACCIÓN.- Se clasifican en:
1) COMUNES.- Son aquellos que afectan a los intereses y bienes jurídicos de las personas
particulares, como ser el hurto, el estupro, la injuria, etc.
2) POLÍTICOS.- Son aquellos que lesionan un derecho o un interés político del Estado o un derecho
político de los ciudadanos. Para determinar el delito político hemos de partir incuestionablemente del
móvil que guía al agente y del fin que el autor del hecho se propone; por ejemplo, Alzamientos
armados contra la seguridad y soberanía del Estado (Rebelión), Sedición, conspiración, etc.
3) SOCIALES.-El delincuente social opera por causas fundamentalmente económicas. Los
explotados, los que han recibido la peor parte en el reparto del trabajo y del producto, quieren
transformar la actual organización social de la propiedad, quieren más equidad en las distribuciones.
Entonces, no se puede separar de modo tajante los delitos políticos y sociales, es decir, se hallan
íntimamente relacionados con los políticos. Atentan contra los principios sociales y económicos;
ejemplo, sabotaje, atentados contra la libertad de trabajo, monopolio de trabajo, etc.
f) RESPECTO DEL BIEN JURÍDICO LESIONADO.- Tomando en cuenta que el bien jurídico
lesionado, es el interés legalmente protegido por el derecho, los delitos se clasifican en:
1) DELITOS CONTRA LA VIDA.- Tomando en cuenta el bien jurídico “vida humana”, tenemos
los delitos de homicidio, asesinato, aborto, etc., es decir, que atentan contra ese bien jurídico.
2) DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO.- Que son aquellos actos
que afectan el patrimonio de una persona como el robo, el hurto, la estafa, etc.
3) DELITOS CONTRA EL HONOR.- Como la difamación, la injuria, calumnia.
4) DELITOS CONTRA LA SALUD PÚBLICA.- Aquí se protege la salud de la sociedad, de la
colectividad y no de las personas individuales o particulares, así tenemos el caso de propagar
enfermedades graves o contagiosas, o el ejercicio ilegal de la medicina.
g) EN ORDEN AL SUJETO PASIVO.- Tomando en cuenta el sujeto pasivo de los delitos, estos
han sido agrupados de la siguiente manera:
1) DELITOS CONTRA LA PERSONA.- Son aquellos que lesionan los intereses de una persona
particular, sin tomar en cuenta ninguna condición social o jurídica, como ser el robo, las lesiones, el
homicidio, etc.
2) DELITOS CONTRA LA FAMILIA.- Son aquellas conductas que atentan los intereses de un
grupo familiar, concretamente de la institución de la familia, como en el caso de la bigamia, contra
los deberes de asistencia familiar, abandono de familia, abandono de mujer embarazada, etc.
3) DELITOS CONTRA EL ESTADO.- Son los actos que afectan los intereses legalmente
protegidos y pertenecientes al Estado en su seguridad exterior e interior, como por ejemplo, la
traición a la patria, espionaje, sedición, conspiración, etc.
4) DELITOS CONTRA LA SOCIEDAD.- Son los actos que lesionan los intereses de una
colectividad, como ser la falsificación de la moneda, el envenenamiento de aguas de consumo
público, etc.
1) DOLOSOS.- Son aquellos que producen un resultado que ha sido querido y ratificado por el
autor, o sea, cuando existiendo en el autor la intención de cometerlo, lo comete, tales como el
asesinato, el robo, etc.
2) DELITOS CULPOSOS.- Son los actos realizados por una persona, pero, sin la intención de
producirlos o de cometerlos, pero que tenía el deber de prever y evitar su comisión; sin embargo, por
su negligencia o imprudencia se producen, como por ejemplo, los homicidios en los casos de
accidente de tránsito, el homicidio culposo, la evasión por culpa.
3) DELITOS PRETERINTENCIONALES.- Son aquellos delitos cometidos por una persona,
donde el resultado es superior o excede al deseado por aquella, por ejemplo, una persona que
teniendo la intención de causar un daño o lesión a otra, le ocasiona la muerte. Su intención no ha
sido darle muerte, el resultado ha llegado más lejos que su propósito. En este tipo de delito la acción
u omisión engendra un mal más grave que el previsto. Se presenta el concurso de dolo y culpa: el
sujeto ha querido inferir cierto daño, y lo ha inferido (dolo), no ha querido el evento más grave, pero
éste sobrevino por su imprevisión (culpa), otro ejemplo, el aborto seguido de muerte, etc.
En este caso, la Fiscalía ejerce la acción penal pública, sólo cuando se haya ejercido primeramente
la instancia de parte, o sea, cuando se formula la denuncia del hecho. (Ver Arts. 17 y 19 C.P.P.)
Por otra parte, el delito causa un daño a un bien (jurídico), el cual necesariamente ha de tener un
titular. En consecuencia, en todo delito hay un sujeto activo (que ejecuta la conducta descrita por la
ley) y un sujeto pasivo (que es el titular del bien jurídico ofendido con la acción u omisión del sujeto
activo). De modo que los sujetos del delito son dos: activo y pasivo:
a) SUJETO ACTIVO.- Es la persona individual que comete el delito, es decir, que por medio de
un acto, expresa su voluntad de delinquir, por lo tanto debe ser imputable, o sea, tener aptitud
psíquica mental para darse cuenta de los actos que realiza y responder penalmente de su acto, por
eso se sostiene que el sujeto activo del delito es el hombre que posee existencia física y visible;
como tal tiene capacidad de hecho y de derecho. De modo que no pueden ser sujetos activos de un
delito, las personas jurídicas o morales, porque el delito como acto, es la manifestación de una sola
voluntad individual; el hecho de que varias personas cometan un delito, da lugar a que cada una de
ellas responda según el grado de su participación y culpabilidad. El hombre puede intervenir en la
comisión del delito como protagonista principal (agente, autor) o como cómplice.
1. EN LA LEGISLACIÓN BOLIVIANA.- Para una mejor ilustración, el Código Penal Boliviano en
el Art. 5 considera que sus disposiciones se aplicarán a las personas que en el momento del hecho
fueren mayores de catorce años. En el Art.20 dice: Son autores, quienes realizan el hecho por sí
solos, conjuntamente, por medio de otro o los que dolosamente prestan una cooperación de tal
naturaleza, sin la cual no habría podido cometerse el hecho antijurídico doloso. Son autores
mediatos, los que para cometerlo, dolosamente se sirven de otro como instrumento para la
realización del delito. Son instigadores, los que intencionalmente determinan a otro a cometer el
hecho antijurídico doloso. Son cómplices, los que dolosamente faciliten o cooperen a la ejecución del
hecho antijurídico doloso, de tal forma que aún sin esa ayuda se habría cometido; y el que en virtud
de promesas anteriores, preste asistencia o ayuda con posterioridad al hecho.
La mayor parte de los tratadistas de Derecho Penal, distinguen entre el objeto material y el objeto
jurídico de protección; en este entendido, los objetos del delito son:
a) OBJETO JURÍDICO O DE PROTECCIÓN.- Es el bien o interés jurídicamente tutelado o
protegido por la ley penal mediante la sanción que prevé la norma como amenaza concreta contra el
que lesiona o pone en peligro la vida, la integridad corporal, el patrimonio, el honor, la libertad, etc.
Son intereses jurídicos que se defienden a través de la ley penal. La ley los contiene, generalmente
en los epígrafes de los diferentes títulos y capítulos del Libro Segundo del Código Penal. En suma, el
objeto jurídico o de protección, está constituido por los bienes jurídicos, en cuya lesión no sólo
vemos el quebranto de un interés particular, sino a la vez, la ofensa a un interés público con la
violación del deber de respetar las normas de cultura reconocidas por el Estado. El objeto jurídico,
por su contenido valorativo, no es elemento del tipo, sino de la antijuricidad.
b) OBJETO MATERIAL O DE LA ACCIÓN U OMISIÓN.- Lo constituyen la cosa o la persona
sobre la que se produce el delito. Es decir, es todo hombre vivo o muerto, consciente o inconsciente,
toda persona jurídica, toda colectividad y particularmente el Estado y toda cosa animada o
inanimada sobre la cual recae la acción u omisión física del delito, con la sola diferencia de que si las
personas físicas tienen capacidad suficiente según los casos, pueden ser sujetos y objetos, en tanto
que las cosas y animales nunca pueden ser más que objetos del delito188. El objeto material es un
elemento del tipo legal. Como ejemplo, podemos señalar que en el robo, el sujeto pasivo es el
poseedor de la cosa, el objeto material es la cosa mueble ajena de que el ladrón se apodera y el
objeto jurídico es la propiedad o el patrimonio. En el homicidio, el objeto material es el hombre como
ser vivo, perteneciente al mundo corpóreo y el objeto jurídico es la vida del hombre como interés
protegido.
c) OBJETO FORMALO SUSTANCIAL O ESPECÍFICO.- Arturo Rocco, dice: “El objeto formal es
el derecho del Estado a la observancia de los preceptos penales”.
Sobre el objeto sustancial lo clasifica en genérico y específico.
1. Por objeto sustancial genérico entiende el interés del Estado al aseguramiento de las
condiciones de existencia de la vida en sociedad.
2. Por objeto sustancial específico entiende el bien o interés propio del sujeto pasivo del delito,
es decir de la persona o ente ofendido directamente por el delito
TEMA 18
EL ACTO Y SU AUSENCIA
1 EL COMPORTAMIENTO HUMANO COMO BASE DE LA TEORÍA DEL DELITO.
2 EL DERECHO PENAL ES UN DERECHO PENAL DE ACTO Y NO DE AUTOR.
3 DEFINICIÓN.
4 ELEMENTOS DEL ACTO.
5 PROBLEMÁTICA DEL ACTO.
6 MODALIDADES DEL ACTO.
7 EL LUGAR Y EL TIEMPO DE LA ACCIÓN. RELEVANCIA PENAL.
8 AUSENCIA DE ACTO.
9 EL ESQUEMA FINALISTA.
3. DEFINICIÓN
7. "El acto -dice Jiménez de Asúa-, es la manifestación de la voluntad que mediante acción
produce un cambio en el mundo exterior, o que por no hacer lo que se espera, deja inerte ese
mundo externo, cuya mutación se aguarda". Para expresar el acto, se ha usado otros vocablos,
como la voz acción, la palabra hecho, etc. En consecuencia, nosotros emplearemos el término acto.
No decimos hecho,
porque es demasiado genérico, ya que, como Binding señaló, con esta palabra se designa todo
acontecimiento, nazca de la mano o de la mente del hombre, o acaezca por caso fortuito, mientras
que por "acción " se entienden voluntades jurídicamente significativas. No aceptamos el término
"conducta", porque ésta se refiere más al comportamiento, a una actuación más continuada y
sostenida que la del mero "acto psicológico que, como veremos en las lecciones posteriores, es el
punto de partida para el juicio de reproche en qué consiste la culpabilidad. Finalmente, rechazamos
llamar acontecimiento al acto humano, porque el acto supone la existencia de un ser dotado de
voluntad que lo ejecuta, entonces, tampoco pueden constituir un. delito los hechos producidos por
animales ni los sucesos puramente causales, como los fenómenos de la naturaleza, por más que
puedan producir resultados lesivos (la muerte de una persona o la destrucción de una cosecha).
Por otro lado, debemos dejar establecido que el término "resultado" y "estado", no son cosa idéntica;
en efecto, el resultado, puede pasar a veces a estado. Lo que en un instante concreto es un
acontecimiento de la vida, puede transformarse en situación duradera. La muerte de un hombre es
un resultado en el momento de producirse, pero luego se hace estado.
C) NEXO CAUSAL.- Dijimos que el delito es un acto humano, que comprende la acción
ejecutada (acción) y la acción esperada (omisión) y de otra el resultado (daño) producido o la
potencialidad de causarlo (peligro) que es también resultado porque produce un cambio en el mundo
psíquico externo. Para que éste pueda ser incriminado precisa existir un nexo o una relación de
causalidad entre el acto humano y el resultado producido. Existirá relación causal cuando no se
puede suponer suprimido el acto de voluntad sin que deje de producirse el resultado concreto.
D) CAUSA.- Es inexcusablemente el conjunto de factores que han precedido a la producción de
un fenómeno, incluso los pasivos y los aparentemente más alejados de él.
E) RESPONSABILIDAD PENAL.- La responsabilidad penal es consecuencia de haber realizado
un acto típico, antijurídico y culpable. La investigación de la relación causal sólo tiende a precisar
uno de los elementos del delito: el acto (acción u omisión). Asignarle mayor trascendencia al nexo
causal, es inductivo a error, cualesquiera que sean las doctrinas que quieran adoptarse.
8. f) CONCAUSA
4°. Tres son, pues, los presupuestos exigidos para la penalidad del resultado: a) Nexo causal entre
la acción u omisión humana y el resultado, dentro del principio de la conditio sine qua non. b)
Relevancia jurídica de esa relación, apreciada y esclarecida en cada tipo legal. c) Culpabilidad del
sujeto en orden al resultado.
5°. Los casos dudosos que, si bien excepcionalmente, presentará la vida ante los jueces, sólo
pueden ser solucionados desentrañando el tipo, todo el tipo legal, en su "ratio legis", en su verbo
activo, en su imagen rectora, y aun en referencia a los medios y circunstancias para poner
ordinariamente en marcha la voluntad hacia la consecución del resultado, a fin de determinar el
grado de probabilidad o de improbabilidad del curso causal realmente producido.
Pero todavía se precisa añadir algo más, en holocausto de la claridad. Frecuentemente se habla por
autores en sus obras y por jueces en sus sentencias, de interrupción de la cadena causal y de
"concausas", sobre todo en el delito de homicidio. Implícitamente hemos declarado la improcedencia
de hablar de la primera y de la imposibilidad de invocar las segundas en la teoría de la equivalencia
de las condiciones, que para nosotros es punto de arranque. No estarán demás, sin embargo,
mayores esclarecimientos”
La problemática del acto consiste en la controversia sobre la naturaleza autónoma o acromática del
acto, o sea sobre si el acto es o no independiente de los otros caracteres del delito, según vamos a
ver ahora, al estudiar las opiniones de varios tratadistas o penalistas.
Es el núcleo del tipo penal que se traduce en un verbo rector: matar, robar, defraudar, etc. En
términos generales se entiende por acción a todo comportamiento social y jurídicamente relevante
que depende de la voluntad humana. Los delitos de acción o de comisión son llamados también de
actividad y son los que se consuman haciendo algo que la ley prohíbe.
b) OMISIÓN.-Es el no hacer un movimiento corporal esperado que debía producir un cambio en
el mundo exterior, que por la inactividad quedó inerte. Es la abstención de actuar. Dejar de hacer lo
que la ley exige, inactividad frente al deber o conveniencia de actuar. Son aquellos en que el agente
mediante una conducta negativa deja de hacer algo que la ley imperativa indica. Las simples
omisiones se hallan definidas en los Códigos Penales y se configuran ante el supuesto imperativo de
actuar que responde a un mandato de la norma. Ejemplo, Omisión de socorro.
c) COMISIÓN POR OMISIÓN, ANÁLISIS DE LA POSICIÓN DE GARANTE.- Determinados
sujetos tienen un deber específico de actuar para evitar que se produzca el resultado típico. A estos
se les denomina garantes y se dice que han cometido un delito de omisión impropio si se abstienen
de cumplir con el deber específico mencionado. La comisión por omisión u omisión impropia
equivale a un delito de resultado. Los ejemplos más usados por los autores como casos de delitos
de comisión por omisión son: la madre que dolosamente y con deliberado propósito de causar la
muerte de su hijo, no le amamanta ni le proporciona alimento, comete un delito de asesinato (o de
infanticidio); el guardavías que no ejecuta el debido cambio de agujas, causando así un
descarrilamiento, comete el delito de desastre en medios de transporte, penado en el Artículo 212
del Código Penal Boliviano. Adviértase que las disposiciones legales sobre el asesinato o infanticidio
así como las de desastre en medios de transporte, se hallan configuradas en la ley como tipos de
acción que producen un resultado en que se cambia el mundo externo. Empero, en estos casos, el
agente los perpetra mediante una conducta omisiva, es decir un no hacer.
El Código Penal propone una fórmula incorporada en el Art. 13 bis:
"(Comisión por omisión). Los delitos que consistan en la producción de un resultado sólo se
entenderán cometidos por omisión cuando el no haberlos evitado, por la infracción de un especial
deber jurídico del autor que lo coloca en posición de garante, equivalga, según el sentido de la ley, a
su causacion.
d) EL DEBER DE ACTUAR.- Para constituir omisión punible, la acción esperada ha de poder ser
exigida. En efecto, si hemos contestado a la pregunta de cómo puede causarse algo omitiendo,
mediante la afirmación de que ello se debe a que se deja de hacer la acción que se esperaba, es
porque la acción que pensamos y esperamos puede exigirse, es decir, por ser exigida en el caso
concreto.
e) DETERMINACIÓN DE LAS FUENTES DE GARANTÍA DEL DEBER DE ACTUAR PARA
IMPEDIR UN RESULTADO.- La determinación de las fuentes de garantía supone uno de los temas
más polémicos y debatidos de la teoría del delito. En efecto, esa exigencia de actuar la hallan la
inmensa mayoría de los penalistas en: a) En un precepto jurídico; b) En la aceptación del agente; c)
En una conducta precedente.
1. EL DEBER IMPUESTO POR PRECEPTO JURÍDICO.- El delito de comisión por omisión
puede hallarla exigencia del hacer positivo esperado, en un precepto jurídico impuesto por la ley, por
decreto con valor legiferante, por orden del superior jerárquico con competencia o por derecho
consuetudinario, incluso por sentencia judicial. De la Constitución Política del Estado, del Código de
Familia, se deducen concretos deberes legales de las bolivianas y los bolivianos como el de asistir,
alimentar y educar a las hijas e hijos; asistir, proteger y socorrer a sus ascendientes; socorrer con
todo el apoyo necesario, en casos de desastres naturales y otras contingencias. Los deberes de
asistencia familiar han tomado en los últimos años mucha importancia en el Derecho punitivo y se ha
configurado el delito de abandono de familia, abandono de mujer embarazada fuera de matrimonio e
incumplimiento de deberes de asistencia.
2. EL DEBER FUNDADO EN LA ACEPTACIÓN DEL AGENTE.- En primer término debemos
hacer constar la exigencia de una conducta activa cuando el sujeto se halla obligado a tal ejercicio
por causa de un negocio jurídico (contrato); es decir, cuando alguien voluntariamente se coloca en
posición de garante, por ejemplo, el del guía que debe conducir
por camino seguro hasta su destino a las personas que requirieron sus servicios, los abandona o el
caso del que entra al servicio de un enfermo al que ha de cuidar y alimentar. El no tener con él las
debidas precauciones para evitarle daños y el no darle comida, configuran delitos de comisión por
omisión (homicidio, lesiones, etc.) salvo que el dolo de matar coincidiera, como acabamos de decir,
con el origen de los hechos que produjeron el resultado, en cuyo caso -igual que en el de la madre
que no amamanta a su hijo nos hallaríamos ante un delito de acción, en que el medio omisivo sería
tan accidental como el empleo de armas blancas o de fuego en una lesión. También debe fundarse
la aceptación del deber por parte del agente, cuando se trata de concluir lo comenzado, o en caso
de gestión de negocios sin encargo previo. El cirujano que inicia una operación debe terminarla,
siendo responsable del resultado letal si la interrumpe y omite su prosecución, por haber exigido
entonces el pago. La aceptación de un cargo oficial origina también deberes exigibles cuya omisión
se pena
3. EL DEBER ORIUNDO DE CONDUCTA PRECEDENTE.- El deber se origina en un hacer
precedente y del cual nace la obligación de impedir la producción de un resultado si con su actividad
anterior, el sujeto ha originado ese peligro. Franz Von Liszt escribió que "la obligación jurídica de
obrar" puede resultar además "de la acción precedente, que hace aparecer como contrario a lo
debido el hecho de no obrar. En este caso la obligación de obrar está impuesta al autor como una
resultante". Podemos acudir a estos ejemplos, "quien recoge a un niño abandonado (conducta
anterior) está en la obligación jurídica de cuidarlo en lo sucesivo"; "el que origina un peligro, en
relación con el Derecho -tal vez por la velocidad excesiva de un automóvil-, tiene la obligación
jurídica de evitar los daños que pudieran sobrevenir por su modo de obrar".
10. 7. EL LUGAR Y EL TIEMPO DE LA ACCIÓN. RELEVANCIA PENAL El lugar y el tiempo en
que se realiza la acción, tienen relevancia frente Derecho Penal Internacional e Interno.
8 . AUSENCIA DE ACTO
Se debe a los penalistas alemanes haber establecido con toda claridad la ausencia de acto, con
independencia de la inimputabilidad o inculpabilidad. La ausencia de acto constituye el primer
carácter negativo del delito y comprende todos aquellos casos en que los movimientos realizados
por la persona o la falta de esos movimientos, no son manifestación libre de la voluntad del agente,
puesto que el Derecho Penal sólo se ocupa de acciones voluntarias, en consecuencia, no habrá
acción penalmente relevante cuando falte la voluntad. Sucede en estos grupos de casos:
Se puede presentar también como ausencia del acto, el caso fortuito, por ejemplo, cuando una
persona por esquivar a otra provoca una lesión a otra persona.
9. EL ESQUEMA FINALISTA
a ) LA ESTRUCTURA FINALISTA DEL HECHO PUNIBLE.- El finalismo estudia el delito o hecho
punible en tres distintas formas de aparición: delitos dolosos de comisión, delitos culposos y delitos
de omisión (propios e impropios, dolosos y culposos). Pese a que el finalismo estudia el delito en
tres formas de aparición, la estructura es formalmente idéntica en las tres. Así, habrá que analizar
metódicamente en todo caso los conceptos de conducta (acción u omisión), tipo objetivo, tipo
subjetivo (dolo o culpa), antijuricidad (ausencia de causas de justificación) y reprochabilidad,
categorías en que se reparten los diversos contenidos del hecho delictivo.
b ) ACCIÓNESACTIVIDAD FINAL HUMANA.- La causalidad es ciega, la finalidad es evidente, La
finalidad consiste en una sobre determinación de la causalidad por la voluntad, es decir, en la
dirección consciente del curso causal hacia una meta u objetivo previamente propuesto por la
voluntad. El hombre se propone fines y, gracias a su previo conocimiento de las leyes naturales,
puede anticipar el curso y los resultados de su actividad, dentro de ciertos límites. La acción final
consta, pues, de una faz interna (voluntad final del fin, de los medios y de los efectos concomitantes)
y de una faz externa (curso causal que transcurre en el mundo físico y social y que precisamente es
dirigido, sobre determinado o encauzado por la voluntad final). El contenido de la voluntad (el fin
propuesto) hace parte integrante de la acción misma y no puede de consiguiente dejarse en la
culpabilidad como último estrato del análisis del delito. El ilícito está constituido entonces
fundamentalmente por el "desvalor de acción", que en el delito doloso está representado por el dolo
y demás elementos subjetivos o sicológicos del tipo y en el delito culposo por la violación de un
deber objetivo de cuidado o diligencia (negligencia o imprudencia). Esta es, además, la substancia
del "injusto personal"
TEMA 19
LA TIPICIDAD
En una íntima referencia a la autonomía de los tipos, estos han sido divididos por Paúl Merkel en:
Básicos, Especiales y Complementados.
b) TIPO ESPECIAL.- Supone el mantenimiento de los caracteres del tipo básico, pero,
añadiéndole alguna otra peculiaridad, cuya nueva existencia excluye la aplicación del tipo básico y
obliga a subsumir los hechos bajo el tipo especial; es decir que éste y el básico se eliminan
mutuamente como ocurre en el parricidio, infanticidio, calumnia, asesinato, etc.
c) TIPO COMPLEMENTADO.- Presupone la aplicación del tipo básico que se ha de incorporar a
aquel. Así, es tipo básico el que define la injuria y tipo complementado la parte en que se definen las
injurias graves, porque éste demanda la definición de aquel.
La teoría del tipo es muy importante dentro del Derecho Penal Liberal, habida cuenta que gracias a
ella se conoce con anterioridad que hechos concretos de la vida real son delitos y que otros no lo
son. Esta importancia, podemos resumirlo así:
1. DEFINICIÓN.
2. NO ES CONFUNDIBLE CON LA TIPICIDAD.
3. ANTIJURICIDAD E INJUSTO. PRECISIONES TERMINOLÓGICAS.
4. ANTIJURICIDAD FORMAL Y MATERIAL.
5. CAUSAS DE JUSTIFICACIÓN.
6. LA LEGÍTIMA DEFENSA.
7. EL ESTADO DE NECESIDAD.
8. DEFENSA PUTATIVA.
9. OTRAS CAUSAS DE JUSTIFICACIÓN.
Una vez afirmada la tipicidad del caso real concreto, es decir, una vez comprobado que el caso es
subsumible en el supuesto de hecho del tipo de delito previsto en la norma penal, el siguiente paso,
en orden a la averiguación de si ese caso puede engendrar responsabilidad penal, es la
determinación de la antijuricidad, es decir, la constatación de que el hecho producido es contrario al
Derecho, injusto o ilícito.
1. DEFINICIÓN
La antijuricidad es un juicio negativo de valor que recae sobre un comportamiento humano y que
indica que ese comportamiento es contrario a las exigencias del ordenamiento jurídico. La
antijuricidad es un concepto unitario válido para todo el ordenamiento jurídico, de tal forma que lo
que es antijurídico en una Rama del Derecho, lo es también para las restantes Ramas. Sin embargo,
no todo comportamiento antijurídico es penalmente relevante. Por imperativo del principio de
legalidad y de la idea de seguridad y certeza jurídicas, sólo los comportamientos antijurídicos que,
además, son típicos pueden dar lugar a una reacción jurídico penal, por lo que será antijurídico todo
hecho definido en la ley y no protegido por las causas de justificación que se establecen de un modo
expreso en materia penal.
El delito, en cuanto constituye un acto injusto, es, como la infracción civil, un acto culpable contrario
al Derecho. El delito es, pues, contrario al Derecho. Esta reprobación jurídica que recae sobre el
acto es doble:
Sin embargo, Jiménez de Asúa dice: "todo se reduce a que Franz Von Liszt confunde la antijuricidad
formal con la tipicidad. En suma, la antijuricidad formal es la tipicidad y la antijuricidad material es la
antijuricidad propia. El error está en que con la terminología de Liszt se hace valorativo (normativo) a
lo "formal", que es descriptivo (típico)"
1. CONCEPTO.- Son causas de justificación las que excluyen la antijuricidad de una conducta
que puede subsumirse en un tipo legal, esto es, aquellos actos u omisiones que revisten aspecto de
delito, figura delictiva, pero, en los que falta, sin embargo, el carácter de ser antijurídicos, de
contrarios al derecho, que es el elemento más importante del crimen. En suma, las causas de
justificación no son otra cosa que aquellos actos realizados conforme a la norma expresa y en
cumplimiento de un deber o ejercicio de un derecho, profesión, cargo u oficio, es decir, que convierte
el hecho, en sí típico, en un hecho perfectamente lícito y aprobado por el ordenamiento jurídico.
Cuando se presenta una causa de exclusión de la antijuricidad desaparece el delito, y en
consecuencia desaparece también la obligación de indemnizar los perjuicios que terceros hayan
sufrido, porque el agente ha procedido en absoluto acuerdo con el derecho.
2. CONSECUENCIAS DE LAS CAUSAS DE JUSTIFICACIÓN.- Las causas de justificación
tienen cuatro consecuencias, a saber:
a) El hecho no puede sancionarse de ningún modo ni con medidas de seguridad, que se
reservan a hechos antijurídicos no culpables. El Código Penal, al decir: "Está exento de
responsabilidad", quiere decir que no se aplicará pena ni responsabilidad civil alguna en los casos
previstos por los Arts. 11 y 12 del citado Código Punitivo.
b) Se convierte en lícita la participación de cualquier persona, la causa afecta a todos los
partícipes.
c) El carácter lícito de la conducta impide que se responda legítimamente a quien se ve
sometida a ella.
d) La ausencia de algún elemento permite considerarlas como atenuantes, aunque el hecho
entonces es considerado antijurídico.
3. ESTRUCTURA DE LAS CA USAS DE JUSTIFICACIÓN.- Toda causa de justificación consta
de una parte objetiva y otra subjetiva.
el presupuesto de hecho cuya concurrencia habilita para realizar la conducta típica y las condiciones
que debe cumplir ésta para que el legislador la autorice.
La parte subjetiva, requiere, igual que el dolo, conocimiento y voluntad.
> Otra condición es la necesidad racional de la defensa, es decir, que no exista ningún otro
medio, de modo absoluto, para poder rechazar la agresión. La defensa es la repulsa violenta contra
la agresión, y, se califica de legítima cuando reúne determinadas condiciones. La existencia de la
necesidad racional debe determinarse en relación al bien jurídico que se defiende y al tipo de delito
que se comete sin la exclusión de responsabilidades. La necesidad racional es el indicativo de que
no podemos sacrificar un valor superior por un inferior a causa del rechazo de la agresión.
> Debe existir una relación proporcional entre los medios empleados para la defensa y la
agresión. Para que se dé la legítima defensa perfecta ha de existir proporcionalidad entre la repulsa
y el peligro causado por el ataque, medida individualmente, en cada caso, pero no subjetivamente,
sino conforme al criterio objetivado del hombre razonable que en ese instante y circunstancias se ve
agredido. porque si los medios de defensa son excesivos y desproporcionados, se cae en el exceso
de la causa. La desproporcionalidad superior de los medios de defensa puede eliminar la legítima
defensa como eximente de responsabilidad.
> Es necesario también considerar que se debe estudiar en el caso concreto, si de parte del
agredido hubo provocación y el grado de ésta, pues, en algún caso puede invalidar la legítima
defensa. La causa se vicia cuando hemos provocado suficientemente el ataque. La agresión no
debe ser provocada; pero también afecta a la defensa, que corresponde sólo legítimamente a quien
no provocó
7. EL ESTADO DE NECESIDAD
hambriento, para salvar un bien jurídico de máxima monta, cual es el de su propia vida, sacrifica un
interés menor: el de la propiedad del panadero.
b) ES UNA ACCIÓN ANTES QUE UNA REACCIÓN: En el estado de necesidad, siempre hay
una acción antes que una reacción, o sea que, en ésta figura hay un simple ataque y en la legítima
defensa hay un contraataque, una reacción.
c) EXTENSIÓN: El estado de necesidad puede recaer sobre toda clase de bienes jurídicos,
como la vida, la integridad corporal, la libertad, la propiedad, etc.
d) REQUISITOS SEGÚN EL ART. 12 DEL CÓDIGO PENAL: La alternativa de infringir una ley
para evitar un mal mayor para ser considerado como causa de justificación ha de reunir estos
requisitos:
> Que la lesión causada no sea mayor que la que se trata de evitar, tomando en cuenta la
equivalencia en la calidad de los bienes jurídicos comprometidos.
> Inminente, es decir, que casi necesariamente se producirá la situación de hecho o actual;
pero, no para hechos pasados o futuros.
> Es necesario que el sujeto no haya puesto dolosamente las condiciones que causen la
alternativa de escoger entre dos bienes jurídicos protegidos (es decir no provocarlos). Que el peligro
surja de modo extraño a la voluntad del agente, o sea, que éste no haya dado voluntariamente lugar
al peligro del que trata de salvarse.
> Que, no exista ningún otro medio para evitar el tener que escoger entre dos valores jurídicos.
> Que el necesitado no tenga por su oficio o cargo, la obligación de afrontar el peligro o
sacrificarse. "Hay ciertas actividades, profesiones u oficios que por su misma naturaleza implican un
riesgo o peligro prácticamente permanente, y es natural que quienes se dedican a esas actividades
no pueden invocar la situación peligrosa para ofender bienes ajenos con el fin de salvarse ellos
mismos. La obligación de afrontar el peligro puede derivarse de una norma jurídica, de un
reglamento, o de una simple relación contractual. Así ocurre con los médicos, que tienen el deber de
soportar los peligros que dimanan de la atención de ciertos pacientes afectados de enfermedades
contagiosas, los soldados que tienen el deber de ir a la guerra y de afrontar en ella el peligro de
morir, el capitán de un buque o de un avión, que debe atender a la salvación de sus pasajeros antes
que a la suya propia o de sus marineros; el bombero que corre gran riesgo en la extinción de los
incendios, etc.
8. DEFENSA PUTATIVA
Como dice la palabra, es la creencia de que nos hallamos atacados y que subjetivamente nos hace
pensar que es necesaria la defensa. Así por ejemplo, imaginemos que un par de universitarios para
dar una pesada broma a su amigo, entran en su habitación armados con sendas pistolas, pero, sin
balas, y con pañuelos en los rostros para no ser reconocidos; en estas circunstancias, el que cree
ser agredido saca su revólver de verdad, cargado, y dispara, matando a uno de los que cree ser su
agresor, en este caso, se produce un hipotético caso de una defensa putativa.