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Aprender A Priorizar
Aprender A Priorizar
-Epícteto-
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Ahora bien, la necesidad de clarificar prioridades va más allá incluso de la mera
productividad personal. Estamos ante una habilidad multinivel y transversal que
impacta en cada ámbito de nuestra vida. Porque quien sabe y recuerda qué es lo
verdaderamente importante, camina mejor en sus relaciones, en su trabajo y
en su desarrollo emocional.
Debemos estar muy preparados para ello, porque aunque priorizar implique a veces
un coste, tendrá como resultado la felicidad, la potenciación de la autoestima y
alcanzar nuestros propósitos vitales.
Reducir la complejidad
La complejidad habita en nuestra mente y también en nuestra vida. Cuando
sufrimos ansiedad nuestras prioridades se difuminan, y nuestro presente se vuelve
confuso, abigarrado de pensamientos, preocupaciones y temores. Asimismo,
cuando llenamos nuestras agendas de ocupaciones, de citas, compromisos, tareas
y obligaciones estamos haciendo lo mismo. La complejidad nos domina y nos
aleja de nuestras auténticas prioridades.
Por ello, un modo sensacional de resolver este problema es trabajar diariamente en
nuestro equilibrio, interno y externo. Prácticas como el mindfulness pueden
ayudarnos a relajar la mente. A su vez, en lo que se refiera a nuestra cotidianidad
externa, nada mejor que aplicar lo que se conoce como el minimalismo.
-Maya Angelou-
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Ojalá hubiera vivido una vida fiel a mí mismo y no lo que querían los demás.
Me gustaría no haber trabajado tan duro y haber disfrutado más tiempo con mi
pareja y familia.
Ojalá hubiera tenido el coraje de expresar mis sentimientos.
Tendría que haber contactado más con mis amigos.
Me hubiese gustado ser más feliz.
“La felicidad es el estado de consciencia que procede del logro de los valores propios”
-Ayn Rand-
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-Dalai Lama-
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Valora a quien te dedica su tiempo, porque nunca lo recuperará
El tiempo no es oro, el tiempo es vida. Por eso, valora cada segundo que los demás pasan
contigo porque en buena medida te...Ver más »
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El gran valor del tiempo
Como llevaba demasiado tiempo sin hablar con alguien, se acercó al mercader
pensativo y le dijo:
-Bueno, la perdida de una joya seguro que no es gran cosa para ti. Llevas gran
cantidad de ellas en tus camellos y seguro que no te costará reponerla.
-Debía ser preciosa, sí – expresó el viajero – Pero, con mucho dinero ¿no podrías
hacerte otra igual?
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Si traduces los ratos que los demás pasan contigo en el lenguaje afectivo
comprenderás que hay más te quieros y me importas de los que
esperabas. Por eso, valora cada segundo con ganas que los demás te dedican,
porque en buena medida te están ofreciendo el mayor regalo que existe: parte de su
vida.
El don de las buenas personas está en los pequeños detalles
Las buenas personas no llevan pancartas proclamando que lo son. Traen luz en su alma,
aliento en sus ojos y son hábiles artesanas de...Ver más »
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Suele decirse que el mejor homenaje que se le puede hacer a las buenas
personas es imitarlas. Ahora bien, compartirás con nosotros la idea de que no
todos pueden hacerlo. De que no todo el mundo sabe practicar la bondad
humana. Así pues, la auténtica pregunta que nos viene al respecto sería… ¿Las
buenas personas nacen o se hacen?
Desde la neurociencia hay muchas voces que defienden la tendencia innata del ser
humano hacia la bondad. Sería algo arraigado a nuestra biología y que ensalza la
psicología positiva.
Las experiencias tempranas, los estilos de crianza, el contexto social y educativo, y
las experiencias posteriores, podrían hacer que esta tendencia natural sufra las
consecuentes variaciones.
El propio acto de dar, de ofrecer, de ayudar y atender, debería ser por sí mismo un
acto capaz de ofrecer felicidad y equilibrio interior. Sin embargo, no son muchas las
personas que llegan a adquirir esta capacidad.
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Me gusta la gente que acepta a los demás tal y como son, que no prejuzga, que
no critica. Me gustan porque conocen sus límites y saben bien que aunque no es
oro todo lo que reluce, siempre hay algo en el interior de las personas que
merece una sonrisa.
Esto es lo que verdaderamente tiene sentido en un mundo de imperfectos. Todos
somos merecedores de afecto y de aceptación. Por eso, tener esto claro y
ponerlo en práctica nos hace mejores personas no solo a los ojos de los demás,
sino a los ojos de nuestro propio interior.
Así, nuestra capacidad para relacionarnos con el mundo tendrá mucho que
ver con nuestro diálogo interno respecto a los demás. Es decir, que si siempre
procuramos comprender la trascendencia de los comportamientos ajenos y
buscamos razones y aspectos positivos, entonces la luz que emanamos iluminará
nuestro recorrido por la vida.
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Todos tenemos conflictos y sombras, todos
somos personas
Las personas no son aceptables o no aceptables. Somos simplemente
personas dentro de nuestra propia complejidad. Todos somos aceptables en la
medida en la que nos esforcemos por cultivar los aciertos en vez de estigmatizar
por los fallos.
Por eso, en lugar de criminalizar los problemas de los demás o los nuestros propios, quizás
es importante que empecemos por aprender a detectar los conflictos de los demás y a
actuar de manera correcta ante ellos.
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Al fin y al cabo, aquel que acepta a los demás tal y como son, es hábil viendo
en el interior de las personas y, sobre todo, empatizan y tienden una mano a los
demás en vez de mostrar actitudes victimistas y agresivas o defensivas.
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Protégete si es necesario, pero no huyas despavorido de aquellas personas
que tienen problemas o que han mostrado su lado menos amable. Acepta a los
demás tal y como son e intenta resolver sus sufrimientos sin críticas y sin juicios.
Y es que, si no lo hacemos, nos convertimos en un estilo de persona del que
huiríamos. Sé consciente de que todos tenemos sombras, acéptalas y
desaparecerá gran parte de la oscuridad que las caracteriza. Entonces (y solo
entonces) podrás contemplar la gran belleza que a todos nos acompaña.
¿Eres capaz de aceptar a cada quien como es? ¿O a menudo experimentas ira,
resentimiento, celos y otros sentimientos negativos hacia aquellos que no se
comportan como tú pretendes?
ORDEN DE PRIORIDADES
5.- Planes,
y, …respetarlo.
Algunos propositos
Algunos objetivos…
Algunas consecuencias.
Algunos detalles.
Características:
Es muy importante tener primero tantas ideas como sea posible y luego empezar a
escoger las prioridades.
Diferentes personas pueden tener diferentes prioridades en una misma situación.
Ud. debe saber exactamente la razón por la cual escogió algo como una prioridad.
Es muy difícil escoger los aspectos más importantes y luego comenzar por el otro
extremo, rechazando los menos importantes, para observar, lo que nos queda.
No se deben ignorar las ideas, aun cuando no fuesen escogidas como prioridades, y
deben ser consideradas después de estas.
- Principios(esencia)
- Valores
- Virtudes
- Realidad(existencia)
- Leyes
- Normas y reglamentos
- Tradiciones y costumbres
- Opiniones personales (clichés, tendencias, refranes, creencias)
1.- Contemplación.
2.- Aceptación.
3.- Rechazo.
4.- Tolerancia.
5.- Priorización.
El hombre fue creado por Dios para vivir eternamente en amistad con
Él. Por lo tanto, el hombre está destinado a la vida eterna y debe vivir
de cara a ella.
Por ello es que el hombre debe encauzar las pasiones para ser un
hombre íntegro. Porque las virtudes de adquieren por medio de actos
virtuosos.
Hoy en día se admira a las personas que ganan mucho dinero, a las
grandes estrellas de la televisión o de la música, a los grandes
deportistas.
Todas estas personas realizan actos buenos. Estos actos son buenos en
sí mismos y tienen un fin bueno, pero no nos hacen crecer como
hombres. No podemos asegurar que un jugador de basquetbol de fama
mundial sea mejor persona que nosotros, únicamente porque él sabe
meter canastas de tres puntos y nosotros no.
Tipos de virtudes"
Todo lo que sea contrario a la virtud son malos hábitos, que llamamos
vicios.
Virtudes cardinales
Es la virtud que equilibra nuestro trato con las demás personas. Es una
virtud muy compleja, una madeja con muchos hilos.
Para que se diga que alguien es justo hay que apartarse de cualquier
mal que dañe al prójimo o a la sociedad y hacer el bien debido al otro.
No basta con no hacer un mal, sino que hay que darle lo que se merece.
Tipos de justicia:
Conmutativa: dar a cada uno lo que merece. Y lo puede merecer por
contrato o por derecho adquirido.
General o legal: dar a la sociedad lo necesario para obtener el bien
común. Ej. Pagar impuestos para que haya hospitales.
Distributiva: dar lo necesario a cada miembro de la sociedad, según sus
derechos naturales o adquiridos.
Social: proteger los derechos naturales de la sociedad y de sus
miembros. Es decir, ni defender tanto a la sociedad que se perjudique a
los ciudadanos, ni defender tanto los derechos de los individuos que
perjudiquemos a otros y a la sociedad.
Vindicativa: restablecer la justicia lesionada. Porque quien perjudica los
derechos de otros tiene el deber de repararlos.
El don del Espíritu Santo correspondiente a esta virtud es el don de
piedad.
La fortaleza: es la virtud que asegura la firmeza y la constancia en la
búsqueda del bien, superando los obstáculos que se presentan en el
cumplimiento de las propias responsabilidades.
Cualquier hombre de bien puede tener esta virtud, pero en el caso del
cristiano esta virtud tiene que estar cimentada en el amor a Dios.
Si hacemos esto todos los días, nos daremos cuenta, de pronto, de que
ya hemos alcanzado las virtudes que tanto deseábamos y muchas otras
que ni siquiera habíamos imaginado.
Algunas personas te podrán decir que las virtudes son propias de los
santos pero no de las personas como nosotros. Que Dios ayuda a los
santos y como magia se convierten en personas virtuosas. Recuerda que
las virtudes morales se adquieren mediante las fuerzas humanas.
Requieren de nuestro esfuerzo y constancia. El hombre virtuoso es el
que practica libremente el bien. Catecismo de la Iglesia Católica, nn.
1803-1845