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1.

Del historial clínico

Se presenta un joven de formación universitaria que padece de representaciones obsesivas desde la


infancia, pero particularmente desde hace cuatro años. El contenido principal de estas
representaciones obsesivas son unos temores de que le suceda algo a su padre o a una dama a quien
admira. Dice sentir impulsos obsesivos como cortarse el cuello con una navaja de afeitar y producir
prohibiciones referidas aun a cosas indiferentes. La lucha contra estas ideas le ha hecho perder años e
interfirieron con los estudios de su carrera.

A. La introducción del tratamiento

Tiene un amigo a quien respeta y acude cada vez que le surge un impulso criminal, le pregunta si no lo
odia como si fuera un delincuente y este amigo lo apoya diciendo que es un hombre de bien.

B. La sexualidad infantil

Respecto de su vida sexual, refiere que empezó muy temprano.

Relata un recuerdo de sus 4 o 5 años con una gobernanta joven y bella, la señorita Peter, que estaba
recostada en el sofá leyendo y el paciente le pidió permiso para deslizarse bajo su falda, ella lo dejó
mientras no le dijera a nadie, entonces le tocó los genitales y el vientre. Desde entonces le quedó una
curiosidad que define como ardiente por ver el cuerpo femenino. 

A sus 6 años había otra joven bella, la señorita Lina, que tenía abscesos en las nalgas y en la noche
solía apretarlos y él aprovechaba a observar esta situación para "saciar su curiosidad". 

Ya a los 6 años padecía de erecciones y una vez fue a quejarse con su madre. Durante un tiempo tuvo
la idea enfermiza de que los padres sabrían sus pensamientos, por haberlos declarado él mismo sin
darse cuenta en voz alta. Él sostiene que este fue el comienzo de su enfermedad.

Tenía el deseo de ver desnudas a las mujeres, pero a raíz de ese desear tenía un sentimiento ominoso
de que algo iba a suceder si pensaba eso y debía hacer toda clase de cosas para impedirlo. Como
ejemplo de estos temores plantea los pensamientos sobre la muerte del padre, pero éste había muerto
hace ya varios años.

Freud plantea que lo que el paciente relata sobre su sexto o séptimo año no es solo el comienzo de la
enfermedad, sino ya la enfermedad misma, una neurosis completa a la que no le falta ningún elemento
esencial.

El niño se encuentra bajo el imperio de un componente pulsional sexual (el placer de ver) cuyo
resultado es el deseo, que siempre surge de nuevo y con una intensidad mayor de ver mujeres
desnudas. Este deseo corresponde a la posterior idea obsesiva, y entra en contradicción por un afecto
penoso, lo que lleva a un conflicto en la vida anímica del pequeño. Así, al deseo obsesivo se anuda un
temor obsesivo, toda vez que aparezca el deseo de ver mujeres desnudas, le sobrevendrá el temor a
que a su padre muera, y para que el temor no se cumpla el paciente emprende medidas protectoras.

Freud dice que hay presente una suerte de delirio o formación delirante, de raro contenido (que los
padres sabrían sus pensamientos porque él los habría declarado sin oírlos el mismo). Suena según
freud como una proyección hacia afuera del supuesto de que él tiene unos pensamientos sin saber
nada de ellos: como una percepción endopsíquica de lo reprimido. 
Freud conjetura que antes del sexto año le sobrevinieron al paciente vivencias traumáticas, conflictos y
represiones que si bien cayeron bajo la amnesia, dejaron como residuo de este contenido del temor
obsesivo. Además plantea que los factores constitutivos de la psiconeurosis deben buscarse en la vida
sexual infantil.

C. El gran temor obsesivo

La vivencia que lo hizo acudir a Freud fue que durante las maniobras militares en X, un día hicieron
una marcha y perdió sus anteojos los cuales no los busco para no atrasar a los otros, por lo que le
escribió a su óptico de Viena para que le enviara unos de reemplazo. 

Esa noche se sienta en el fogón al lado del capitán "checo", o también llamado "capitán cruel" que
tenía una inclinación a la crueldad, la cual hacía que fuera partidario de los castigos corporales. Este
capitán cuenta una tortura china: agarraban un prisionero, lo ataban, le ataban un balde en la cola y en
ese balde metían una rata grande a la que atizaban con hierros calientes y la rata desesperada
buscaba una salida mordiendo por el ano del prisionero.  

Freud dice que ve en el paciente mientras cuenta esta narración, el horror ante su placer ignorado por
él mismo (sujeto dividido en el horror que le causa y el placer ignorado). Ante esto se le pasa la idea
de que esto le va a suceder a su amada y a su padre en el más allá.

Al atardecer del día siguiente el capitán cruel le entrega los anteojos que él había pedido y le dice que
tiene que pagarle al teniente A, el ahí tiene dos ideas obsesivas, una se sucede a la otra. La primera
es: no voy a pagar eso (3.80 coronas) sino eso (castigo de las ratas) puede sucederle a mi padre o a
mi amada. Luego aparece la segunda idea obsesiva a modo de un juramento que es "Tu debes
devolver al teniente primero A las 3.80 coronas"

Dos días después terminan las maniobras y durante todo ese tiempo, el "intenta" pagarle al teniente A
pero siempre había obstáculos "objetivos". 

Un día le mando el dinero por un oficial que iba a la estafeta de correo pero se alegró cuando este le
devolvió el dinero diciéndole que no había encontrado allí al teniente A, aunque esto no lo dejaba
conforme del todo porque no cumplía con el juramento de "tu debes devolver el dinero al teniente
primero A" 

Cuando al fin se encuentra con el teniente A y le va a pagar, éste le dice que le tiene que pagar al
teniente B porque el capitán cruel no sabía que el teniente A había estado a cargo de la estafeta postal
pero ya no estaba más, de ahí la confusión del capitán cruel. Quedó afectado porque no podía cumplir
su juramento, entonces se propuso que iría a la estafeta postal con el teniente A y el teniente B. Allí le
daría a la chica que atiende las 3.80 coronas, la señorita las daría al teniente B y el de acuerdo con el
texto del juramento las devolvería a A. (Debe pagarle si o si al teniente A y que luego A se lo de a B)

En la última reunión de los oficiales antes que concluyeran las maniobras argumentos y
contraargumentos se peleaban entre sí. Así pensaba en que el teniente A iba a acompañar en la
cabalgata que llegaría hasta la estación ferroviaria P y tendría tiempo de pedirle el favor, pero no lo
hace. Deja que A se vaya y luego piensa en ir a buscarlo para pedirle el favor de que acepte el dinero
y se lo de a B, pero duda de hacerlo o tomar el tren para Viena. Piensa que es un cobarde por no
querer pasar por esta situación y que es un cobarde porque sucumbe a sus obsesiones.

Cuando no podía tomar una decisión la deja al azar y como un changador le pregunta si las valijas son
para el tren de Viena dice que si y toma el tren a Viena. Durante el viaje a Viena piensa en bajarse en
las distintas estaciones para buscar al teniente A, pero va desplazando el descenso hasta que llega a
una estación que es imposible el descenso y sigue el viaje hasta Viena. Al llegar a Viena habla con su
amigo, éste lo tranquiliza y le dice que al otro día lo acompañaría al correo para devolver el dinero. (Así
sucedió)

La interpretación que hace Freud de esto es que el teniente L (paciente) desde el principio sabe que
no le debe ni al teniente A ni al teniente B, sino a la chica de la estafeta postal que había preguntado si
alguien conocía al teniente L. Así, se averiguó que ya lo sabía de antes del reclamo del capitán y de su
propio juramento, porque se acuerda que horas antes del encuentro con el capitán cruel tuvo
oportunidad de presentarse a otro capitán, que le contó la verdadera situación (la señorita encargada
de la estafeta postal preguntó si conocía al teniente L (paciente) para quien había llegado un paquete,
a lo que respondió negativamente entonces ella abonó el aporte)

El paciente quiso acudir al médico porque se haría extender un certificado según el cual necesitaba,
para restablecerse, de ese acto que meditaba con el teniente primero A., y este se dejaría mover por el
certificado a aceptarle las 3.80 coronas. 

D. La introducción en el entendimiento de la cura

El paciente le comunica algo que lo martiriza desde el comienzo, relata con gran amplitud la historia de
la enfermedad de su padre, quien murió de enfisema nueve años atrás.  

Él siempre se había sentido culpable por no estar en el momento de muerte de su padre. Un año y
medio después de su muerte el recuerdo empezó a martirizarlo hasta el punto de sentirse un criminal,
el ocasionamiento de ello fue la muerte de una tía política y la visita que hizo él a la casa mortuoria. El
tío que acababa de enviudar dijo a modo de lamentación “Otros maridos se lo permiten todo, y yo he
vivido sólo para esta mujer”. El paciente supuso que el tío aludía al padre y ponía bajo sospecha su
fidelidad marital, a pesar de que el tío rechazó esta interpretación.

En la sesión siguiente cuenta que a los doce años amaba a una nena, que era hermana de un amigo,
pero no con un amor sensual. Ella no era con él todo lo dulce que él quería, entonces se le ocurrió que
ella le demostraría amor si a él le ocurría una desgracia y pensó que ésta podía ser la muerte de su
padre. Rechazo esa idea enseguida y enérgicamente.

Otro pensamiento similar le ocurrió medio año antes de la muerte de su padre, ya estaba enamorado
de aquella dama pero por cuestiones de dinero no podía casarse con ella, entonces lo que se le ocurre
es que si su padre muriera él se volvería tan rico que podría casarse con ella. Inmediatamente piensa
que ojalá no herede nada, así él no tiene ninguna compensación por tal gran pérdida (defensa contra
contra la idea de la muerte del padre). 

Una tercera vez tuvo ese pensamiento, el día anterior a la muerte del padre. Incluso a pesar de todo
esto que va contando el paciente, sigue negando que se trate de un deseo, está totalmente seguro que
siempre fue un temor.

Así Freud sostiene que semejante angustia corresponde a un deseo que una vez se tuvo, ahora
reprimido; por eso uno no puede menos que suponer exactamento lo contrario de lo que él asegura.
Además, ello armoniza con el reclamo de que lo icc deba ser el opuesto contradictorio de lo cc. Es
entonces el mismo gran amor el que no admite que el odio permanezca cc. ¿De dónde proviene ese
odio? De los apetitos sensuales a partir de los cuales ha sentido al padre como pertubador. Freud dice
que es común un conflicto entre la sensualidad y el amor infantil. La hostilidad hacia el padre reafloró
cuando él perturba su relación con la dama.

En la séptima sesión dice no poder creer que haya tenido alguna vez ese deseo contra el padre.
Cuenta una situación donde él se siente un criminal. Dice que su hermano menor le preocupa porque
se quiere casar con alguien que él considera un disparate, a raíz de esto cuenta que antes de los 8
años, ellos tenían escopetas de juguete y el cargo la suya y le dijo al hermano que mire adentro del
caño que vería algo, cuando éste lo hizo, disparo y le dio en la frente, no le hizo nada pero su
propósito era lastimarlo gravemente, posteriormente a esto se arrojó al suelo y se puso a llorar.
Respecto a esto Freud considera que si conservo un hecho así en su memoria, existe la posibilidad de
que en años anteriores haya ocurrido contra el padre algo parecido, que hoy ya no recuerda. 

La enfermedad se ha acrecentado enormemente desde la muerte de su padre, Freud le da la razón ya


que reconoce el duelo por el padre como la principal fuente de intensidad de aquella. 

E. Algunas representaciones obsesivas y su traducción 

Freud plantea que las representaciones obsesivas son como un sueño en el sentido de que en primera
instancia no se entiende, parece que no tiene sentido, y su aspiración es encontrarle sentido dentro de
la vida anímica del paciente. Para lo cual es importante, meterse en el entramado del vivenciar del
paciente, explorar la primera emergencia de cada representación obsesiva y las circunstancias
externas bajo las cuales suele repetirse.

Ejemplos:

Impulso suicida: una vez su dama había partido a cuidar a su abuela enferma. Él estudiaba y lo invadió
la idea de cortarse el cuello con una navaja. Tomó la navaja y, en seguida lo detuvo otra idea, la de
viajar y matar a la abuela de su amada.

Aquí   el   impulso   suicida   habría   surgido   como   una   forma   de   autocastigo,   puesto   que
inconscientemente deseó matar a la abuela de su amada porque por culpa de esa mujer, por haber
enfermado, su amada había viajado lejos para cuidarla y no estaba con él.

Aquí observamos una secuencia invertida: primero se le representa la idea de matarse y luego la de
matar a la anciana, pero inconscientemente es al revés.

La idea de adelgazar:  Recuerda que por el verano le vino la idea de que estaba gordo (gordo en
alemán es: DICK). Entonces salió a correr y a trepar por montes. Y en uno de ellos le vino la idea de
saltar al vacío. Esto se relaciona con el hecho de que su dama también estaba en aquel lugar de
veraneo, pero en compañía de un primo llamado Ricardo (del cual él estaba muy celoso) y a quien le
decían justamente “Dick”. Esto indica que en realidad al querer adelgazar, sacarse la gordura, sacarse
lo “dick”, en realidad estaba deseando eliminar a Dick. (Tanto la abuela como Dick le robaban la
presencia de la dama).

Compulsión protectora:  había tenido una compulsión protectora, de proteger a su dama y constreñirla
(esto ocurrió cierta vez que viajaban en barco) deseando que no le pasara nada. (arreciaba un fuerte
viento y e vio obligado a constreñirla a que se pusiera la capa de él porque se le había plasmado el
mandamiento de que no le suceda nada).

Quitar y colocar la piedra:  Cierta vez encontró en la calle una piedra y debió retirarla porque pensó
que el carruaje de su amada pasaría por allí y podría accidentarse. Más tarde pensó que era ridículo y
llevó nuevamente la piedra hasta allí y la colocó otra vez.

Esto de colocar la piedra nuevamente tiene que ver con deshacer el acto de amor, colocando la piedra
como para que ahora sí se haga daño (inconscientemente). Esto nos habla de ambivalencia hacia su
amada, se da una lucha de amor y odio hacia la misma persona.
Diez años atrás, la dama había respondido con un «No» a su primer cortejo. Desde entonces, y
también dentro de su saber, alternaron épocas en que creía amarla intensamente con otras en las que
sentía indiferencia hacia ella.

- La compulsión a comprender:  tenía la compulsión a preguntar “¿qué?” cada vez que alguien decía
algo, preocupado por haber entendido mal. Y esto se relaciona con el hecho de que su dama, cierta
vez, tras un entredicho lo hizo sentir muy desdichado y luego le dijo que la había entendido mal. Esta
compulsión a comprender se relacionaba con esto y manifiesta fundamentalmente una duda en cuanto
al amor de ella para con él.

Todas estas acciones obsesivas tienen dos tiempos (el segundo anula al primero). Y este mecanismo
de anulación es típico de la neurosis obsesiva.

F. El ocasionamiento de la enfermedad.

Cuando el padre del hombre de las ratas muere, la madre le cuenta al hijo que había hablado con sus
parientes ricos y éstos accedieron a "entregarle" una de sus hijas cuando él terminara sus estudios y
así podría acceder a los negocios familiares que le abrirán "brillantes perspectivas aún en su trabajo
profesional". Entonces esto lo llevó a un conflicto de si debía permanecer fiel a su amada pobre o
seguir las huellas del padre y tomar por esposa a la bella y distinguida muchacha que le habían
destinado.
"Y a ese conflicto, que en verdad lo era entre su amor y el continuado efecto de la voluntad del padre,
lo soluciona enfermando, mejor dicho, enfermando se sustrajo de la tarea de solucionarlo en la
realidad objetiva."(cita textual página 156).
Es decir, que empieza a postergar el hecho de recibirse porque como esa era la condición para
casarse con la muchacha que su familia quería que se casara, mientras no se recibiera no se resolvía
esta cuestión. Lo que aparentemente es la consecuencia de su enfermedad, en realidad es la causa.

G. El complejo paterno y la solución de las ideas de las ratas.

El conflicto de la enfermedad era una lucha entre la voluntad del padre y su propia inclinación
enamorada.
Freud plantea que en algún momento sufrió un reto muy fuerte por la masturbación a partir de la cual
él dejó de masturbarse por un lado, por eso está tan reprimida la masturbación pero por otro tiene una
"inquina" hostil interminable contra el padre.
Freud se sorprende cuando el paciente le cuenta una historia que se fue pasando de boca en boca por
la familia "De niño, a la edad de 6 años, él ha cometido algún desaguisado sexual entramado con el
onanismo, y recibió del padre una sensible reprimenda. Este castigo habría puesto fin al onanismo, sí,
pero por otra parte dejó como secuela una inquina inextinguible contra el padre y fijó para todos los
tiempos su papel como perturbador del goce sexual". (CITA TEXTUAL)
Su mamá le había contado varias veces un suceso así en su infancia pero que él no recordaba. Lo que
le relata su mamá es que una vez el hombre de las ratas había hecho algo por lo que su padre se
enojó mucho y le pegó (algo relacionado a morder a alguien, lo cual también tiene relación con que las
ratas muerden por el ano). El niño enojado comenzó a insultar a su padre, incluso cuando le estaba
pegando, pero como por su corta edad no sabía muchas palabras, empezó a decir cualquiera que se
le venía a la mente: eh tu lámpara pañuelo, plato. En ese momento el padre le dijo “este chico será un
gran hombre o un gran criminal”. (Cita textual de la página 161).
Este suceso tuvo dos consecuencias: una es que dejó de lado la masturbación y la otra es que se
volvió un cobarde porque a partir de ahí temía su ira y la ira ajena, ya que cada vez que su padre le
pegaba a alguno de sus hermanitos él se escondía muy atemorizado.
A partir de esta construcción, el hombre de las ratas comienza a admitir que tal vez guardaba
sentimientos hostiles hacia el padre.
El primer enigma era, evidentemente, por qué los dos dichos del capitán checo, el cuento sobre las
ratas y su reclamación de devolver el dinero al teniente primero A. le provocaron una reacción tan
violenta.
Esto está en la vida militar, el padre había sido durante bastante tiempo militar, lo ponía en una
identificación inconsciente con el padre pero al mismo tiempo aparece una transferencia hacia el
capitán cruel de una figura paterna (capitán cruel= padre. Los castigos del padre = el castigo de las
ratas del capitán cruel).
Freud dice que toda esa escena del castigo del padre, se va reproduciendo en la situación con el
capitán cruel. Interpreta que el pensamiento del hombre de las ratas fue “a vos habría que hacerte una
tortura así”. La primera reacción violenta cuando él piensa “algo así le va a suceder a mi padre y a mi
amada”, Freud la interpreta así, como devolviéndole la crueldad al capitán cruel y detrás del capitán al
que le quiere devolver la crueldad es al padre.
Hay una palabra que juega un rol muy importante en traer otra historia de la prehistoria del padre. La
palabra es “Spiclraítc” que significa jugador deudor pero el significado que toma es “rata de juego” que
remite a otro pecado del padre.
El tema de la deuda vuelve al tema de las dudas y sospechas sobre el padre, sobre su integridad. El
padre cuando estaba en el servicio militar, antes de conocer a la madre, había jugado a las cartas, un
dinero que no era suyo que era del regimiento y lo pierde y no tiene como reponerlo por lo que su
honor iba a quedar comprometido, pero en esa situación otro soldado le presta el dinero. Cuando el
padre se encuentra en una mejor posición (es decir, luego de casarse con la madre) le quiere devolver
el dinero pero el hombre de las ratas no sabe si su padre pudo hacerlo, sospecha que no.
Entonces cuando el capitán cruel le dice que le devuelva el dinero al teniente A, el hombre de las ratas
lo escucha como una alusión a esa deuda impaga del padre. Él cree que está en la deuda al teniente A
pero al mismo tiempo, inconscientemente, está en la escena de la deuda del padre.
A partir de ahí, empieza a haber asociaciones sobre ratas, en donde ratas por ejemplo a partir de un
juego de palabras en alemán simboliza el dinero.
CITA TEXTUAL, PÁGINA 167:
“El castigo de las ratas despabiló sobre todo al erotismo anal, que en su infancia había desempeñado
considerable papel y se había mantenido durante años por un estímulo constante debido a los
gusanos (lombrices intestinales). Así, las ratas llegaron al significado de «dinero»,nexo señalado al
ocurrírsele al paciente, para «ratas» {«Ratten»), «cuotas» {«Raten»]. En sus delirios obsesivos
{Ziuangsdelirien), él se había instituido una formal moneda de ratas; por ejemplo, cuando, preguntado
por él, yo le comuniqué el precio de la hora de tratamiento, eso dijo {es heisst} en él algo de lo cual me
enteré seis meses más tarde: «Tantos florines, tantas ratas»”
Freud se entera que esto ya estaba presente en la 1era sesión porque cuando Freud le planteó sus
honorarios, él inmediatamente piensa “tantos florines, tantas ratas”. Es decir que ya desde el comienzo
uno de los significados de rata era dinero.
Entonces a partir de ahí comienza a deslizarse el sentido de rata, aparece la rata ligada a la suciedad,
a la sífilis, con pene, luego con hijos.
Más tarde el hombre de las ratas se entera que una de las cosas que genera ambivalencia de él
respecto de su amada y la duda del casamiento (además de la posición del padre) es que su amada
no podía tener hijos porque le habían quitado los dos ovarios y él era muy amante de los niños y
quería tener hijos por lo que esta situación era un gran obstáculo.
Incluso Freud interpreta el valor libidinal de las ratas como una escena de parto “macabro”, para
interpretar eso se apoya en el simbolismo de algunas teorías sexuales infantiles que trabaja en “Tres
ensayos” y también cierto simbolismo del sueño que trabaja en la interpretación de los sueños y las
teorías sexuales infantiles en las que se apoya la interpretación del parto a raíz de la escena de las
ratas es una que los hijos se parirían por el ano, por lo tanto lo pueden tener los varones también, y lo
que toma de la interpretación de los sueños es que a veces una acción puede simbolizar su contrario y
la expulsión de los hijos por el ano puede ser simbolizado desfiguradamente en la fantasía como la
introducción de algo en el ano.
También otro significado de las ratas era que en alemán esta palabra se parece a la palabra "casarse"
y que también estaba en juego por su conflicto de casarse con la amada pobre o con la otra mujer rica
como hizo su padre.
Otro significado que es fundamental en relación a las ratas es que Freud dice que la rata en última
instancia también representa la imagen misma del paciente, como que él mismo representa a la rata
por el tema de morder, ser sucio y castigado.
Desde el complejo paterno y el recuerdo de la escena infantil se le plasma la respuesta "Sí, devolveré
el dinero a A, si mi amada y mi padre tienen hijos (el padre no puede y la amada tampoco) Es decir, se
impone un juramento imposible.

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