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CUADERNOS DE LECTURA.

POPULAR

GUILLERMO PRIETO
(Biografía)

por Alejandro Ceriz Manero

SERIE: '"LA VICTORIA DE LA REPUBLICA"


CUILLERMO PRIETO

(Biografía)
CUADERNOS DE LECTURA POPULAR

GUILLERMO PRIETO
(B i og r afí a)

por

ALEJANDRO CERTZ MANERO

Serie: La Victoria de la República

MÉxrco, D. F. SEPTIEMBRE, 1967


@ .%cretaría de Educación Pública.
Subsecretaría de Asuntos Culturales.
México, 1967
FUE la ciudad de México, en el Portal de Tejeda, el
10 de febrero de 1818,el lugar del nacimiento de José
Guillermo Ramón Antonio Agustín Prieto. Tan largo
nombre quedó reducido en sus escritos,y así se le
conoce como .GuiIIermo Prieto a secas.
Al decir de susbiógrafos,don JoséMaría Prieto
Gamboa,su padre,dirigía un molino y una panade-
ría, pero en el despacho,junto a la maquinaria y
muestrasde trigo, gustaba de tener algunas obras que
como El Periquillo de Lizardi, Los Viajes de Gulliver
y laspoesíasde Arriaza,seguramente
influyeron en la
afición de su hijo por las letras.
Su niñez transcurrió tan plácida como corresponde
a esa edad, practicando junto a los deberesescolares
los juegos de equilibrio y la rayuela. Sus nume-
rososprimosy él, seentreteníanademásorganizando
y representandoespectáculosingenuos o brevesdra.
mas para pasatiempo de la familia. Los títeres tenían
el privilegio d? abstraerlohasta el máximo, y todos
aquellos muñecosconstituían para él seresreales y
amistades entrañables.
Gratos recuerdos fueron para don Guillermo, casi
al final de su vida, aquellos sábadosen la tarde, en

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8 A. GERTZ MANERO

que repartíainvitacionespara la función. Los ni-


ños más elegantesdel 'barrio paseabana los muñecos
suspendidosde lujosos bastones,siguiéndolesen su
marcha una comitiva de histriones y una banda de
música. Señores,señoritas y niños se asomabana los
balcones,y en la callela genteformabavalla a la ori-
lla de la banqueta.
En los días de colegio, como todos los estudiantes
que vivían en el Molino del Rey o Tacubaya,selevan-
taba muy de mañana a fin de llegar oportunamente a
la ciudad a clase.
Eran verdader,ascorreríasque se hacían en nutridos
grupos, con la correspondiente caravana de los mozos
de estribo. Constituían estas excursiones un gran es-
parcimiento además de un adiestramiento muscular,
-yaque no selimitaban a ir al pasolento de las cabal-
gacluras,sino que saltaban zanjas, coleaban caballos,
lazaban, corrían y atropellaban a más de un tran-
seúnte.
Este tipo de distracción combinadacon el estudio
cambio cuando,poco después,la muerte del abuelo
proporcionó a la familia una pequeña fortuna, me-
diante la cual fue posible se trasladaran a la capital,
donde adquirió nuevos amigos y abarcó nuevos ho-
rizontes.
La escuelaa la que asistíadon Guillermo estabasi-
tuada en la segunda calle del Puente de la Aduana
número catorce, y la dirigía don Manuel Calderón
Samohano,que aunque con parsimonia,no escaseaba
los azotes,perosin llegar a la crueldady a la ignomi-
nia de los otros profesoresde la época. Hablaba a los
niños con la suavidad necesaria para llegar a sus
dúctiles almas, penetrando sagazmentehasta hacerles
comprender el mensaje que deseaba.
GUILLERMO PRIETO 9

Su feliz y despreocupadaniñez terminó súbitanlen-


te en 1831, a la edad de trece años. Sobre el emporio
de lo que fue el Parián, cayóla avalanchadel saqueo.
Era el pronunciamiento de la Acordada, que despertó
al pueblo con el estampido de un cañón; y el pequeño
Guillermo vio cómo las gentes corrían, y los soldados
atravesaban las calles con las espadasdesenvainadas.
Por todas partes había heridos, mujeres que pre-
guntaban por hijos o maridos, y sólo seoían las des.
cargasque lanzabanlos pronunciadosdesdelo alto, y
los zaguanesque cerraba la gente, llena de miedo,
con estrépito. En el Parián, los saqueadoresrompían
las puertas y tiraban las joyas, encajesy telas al suelo;
se asfixiaban por arrebatarse lo que cogían y tras de
vender a irrisorio precio los efectosasíobtenidos,vol-
vían a la carga. Así, al grito de iViva Gucrrcro y Loba.
to. Y viva lo que arrebato! , las calles de La Palma y
del Refugio, frente al Empedradillo y Plateros, se ta-
pizaron de cambray,ricos pañosy listonesque un día
fueron el orgullo del mercado del Parián.
Su padre murió inesperadamente,y su madre per-
dió el juicio a causade la violenta impresión recibida;
sucesoque debió causar a don Guillermo verdadera
conmoción, pues toda su adolescencia habla bajo ese
dolor, que aumentó por la miseria y la falta de apoyo
paterno, convirtiéndolo en una persona de sensibili-
dad contradictoria. Se dejaba poseer por la alegría
"para luego hundirse en hondas tristezasque lo hacían
taciturno y funesto. Se regocijaba con una fiesta y al
punto se retraía, arrepentido, en un templo solitario,
a soñar con las llamas de los cirios y el humo del in-
cienso. Aspiraba a una posición, a algo que realizara
sus quimeras de hombre; mas volvía en sí ante la
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realidad de la orfandad y la pobreza.Personasdesco-


nocidas desguarnecieronla casa,y algunos parientes
maternos seencargaronde doña JosefaPradillo y Es-
tañol,quedandoGuillermoPrietoenel máscompleto
desamparo.
Sin embargo,doscaritativasancianas,que ejercían
el oficio de costureras,y que habían sido objeto de
atencionespor parte de la familia Prieto, le refugia-
ron en su casa,y a fin de hacerle más llevadera su 1
vida,apenasllegabaéstele entregabandulcesqueha-
bían guardadopara él, o bien, lo sorprendíancon un
sacoo pantalónde desechoy que comobuenascostu-
reras adaptaban a su estatura.
Pasabala mayor parte de las horas en casade las
ancianas,y sólo el amor filial le llevaba a visitar a su
madre cuantasvecespodía. EI estadomental de la
señorahacía que el alma de Prieto sellenara de espe-
ranzas,angustiasy ambiciones.Quería ser grande,va-
liente y rico, tal vez en compensacióna su amargura
e impotencia.GuillermoPrieto la tratabade la mis-
ma manera que a una niña o a una hermana menor.
Le regalabadulces,cuentasde vidrio o algún abalo-
rio que ponía en su cuello.
La madre lloraba y reía sin motivo, pero a veces
tenía momentos de lucidez que hacían concebir a
don Guillermo grandes ilusiones. Mas su ropa dete-
riorada, casi convertida en harapos y su calzado des-
hecho, desvanecíansus quimeras y lo llevaban a la
realidad de su vida prematuramente amarga y triste.
Su propia tragediale sirvió de acicate,y trasmuchos
esfuerzoslogró obtener un empleo de meritorio en la
Comisaría General, y más tarde trabajó como depen-
diente en una tienda de ropa.
Sin embargo,pesea lo absorbentede susocupacio-
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nes, no olvidó su educación y se inscribió en la clase


de francés que se impartía en el Colegio de Minería.
Fue precisamente en esta época cuando sintió por
primera vez el llamado de su vocación. Como lo único
que tenían legible los calendarios de La Rosa y Onti-
veros, eran los sonetos dedicados a la Virgen de Gua-
dalupe, se aficionó tanto a ellos que terminó por
memorizarlos.Y contaba que una vez que trató de re-
cordar un soneto, falló de tal modo su memoria, que
decidió hacer el primer pie, que como le resultara a
su gusto le llenó de satisfacción su descubrimiento.
A partir de entonces, en las iglesias, pulquerías o
donde quiera que encontrara un verso, lo retenía. Ese
mundo interno que tanto le satisfacía lo volvió locuaz;
procuró amistades entre sus vecinas, los amigos le
buscaban, se hizo indispensable entre las costureras,
viudas entretenidas, sastres, músicos y curiales desva-
lidos.

Por su edad, buscó el apoyo intelectual de Otros


hombres, refugiándose entonces en el barbero don Me-
lesio, que si bien no era brillante, sí se encargó.de pro-
porcionarle las lecturas que estaban a su alcance, cuya
selecciónaunque sumamentevariada se hallaba des-
provista de criterio, pues unas veces era un tomo del
poeta festivo Gerardo Lobo, otra del padre Sartorio,
entremeses mexicanos, loas indias, y un buen número
de comedias de Calderón y de Lope. Nada parecía a
don Guillermo carente de interés y de sentido. Todo
lo leía y una buena parte se la aprendió de memoria.
Fue Melesio la persona afín que le mereciera toda
su confianza, y que un día hubo de oír sus confiden-
cias en medio de la mayor seriedad. Era un hombre
simpático de aproximadamente 35 años que desde
joven había sentido gran entusiasmo por la política.
i!

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Corría fama de ser gente de mundo que contaba en-


tre sus amistades a Isabel Rendón, y era confidente
de la Chata Munguía, la Gamborino y Agustina Mon-
tenegro. En la política había corrido arriesgadas aven-
turas con los amigos de Zerecero y los partidarios de
Gómez Farías. Tocaba la guitarra con maestría y no
era raro concurrieran a su barbería artistas como
Bibián, y el ciego Dueñas.
Quizá lo que más atraía a don Guillermo era el sa-
ber que a Melesio lo distinguían con su amistad per-
sonas de cierta intelectualidad, especialmente yorki-
nos, pues Melesio era ekaltado miembro de esta Logia
y entusiasta admirador de Rocafuerte que no dejaba
de leer la Moral de Holbach.
Melesio tenía habilidad para conspirador, pue co-
nocía bastante bien el uso de la prensa de mano, el
de la tinta simpática, y sabía esconder estupendamen-
te un folleto dentro de un pan, picar con un alfiler
un impreso y demás tretas aplicables a la política.
Consecuente a su oficio, era charlatán, y tanto a
sus narraciones políticas como a los hechos anecdóti-
cos y a los detalles biográficos de algunos personajes,
les comunicaba siempre el colorido de escandalosa
crónica.
Conocía la multitud de escritos virulentos que so-
bre toda clase de asuntos brotaba de la prensa, no en
forma de libertad de imprenta, sino de libertinaje.
Los ataques más violentos, las ideas más atrevidas y
disparatadas, salían frecuentemente al público, seme-
jando rezos y letanías, ya que para hacerlas penetrar
al pueblo, no había Otro remedio que adoptar esa
forma de escritura, la única comprensible entre el
vulgo.
Pero si don Melesio estabamuy lejos de serun men-
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tor hábil, era un hombre comprensivo, y fue el pri-


mero en saber y estimar los méritos de aquel niño
poeta.
Ahora bien, la situación era crítica en todo el país,
pero para él era angustiosa. A ello vino a contribuir
que una noche, mientras se le suponía dormido, oyó
hablar a las dos ancianas, sin dolo alguno, de los
sacrificios a que se sometían para poder alimentarlo.
Eso-le convenció de luchar por todos los medios posi-
bles a fin de aliviar cuanto fuera posible su situación.
Desesperado, consiguió entrevistarse con el enton-
ces Ministro de Justicia, don Andrés Quintana Roo,
a quien explicó sus apuros. Habló del desamparoy
de las dificultades económicas que sufría, expresando
al mismo tiempo su deseo de lucha. No era un me-
nesteroso que solicitaba una limosna, era un luchador
que acudía a un hombre influyente en la posibilidad
de abrirse paso.
Así, se explica que cuando Quintana Roo, tras oír
el relato, retirárase a sus habitaciones y tornara con
algún dinero para socorrerlo, éste lo rechazara orgu-
llosamente. Hubo, en efecto, una falla de tacto en el
ministro, y quizá de comprensión, muy factible en un
hombre que se veía constantemente importunado por
solicitudes, y que oía a cada instante historias dolo-
rosas más o menos verídicas. Por otra parte, don An-
drés, al dar ese dinero no se proponía liberarse del
inoportuno, sino atender a las necesidadesmás apre-
miantes y reservarse el impartir más adelante una
ayuda en verdad efectiva.
Don Andrés, favorablemente impresionado, le con.
cedió su protección, puso una excelente biblioteca a
su disposición y le extendió dos cartas de presenta-
ción. Una que le permitía inscribirse en el Colegio
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de San Juan de Letrán a fin de continuar su educa-


ción. La otra, dirigida al administrador de la Adua-
na, donde Guillermo Prieto obtuvo un empleo de
aprendiz. La suerte daba un pequeño giro, el sueldo,
magnífico para él, era de dieciséis pesos mensuales,
suma que le permitió, a la edad de quince años, en-
cargarse de los gastos de su madre, a la cual se llevó
a vivir consigo.
EI espíritu literario de Prieto se definía cada vez
más, y la enfermedad del cólera que sufriera su her-
mano y su milagrosa cura, le inspiraron un soneto que
mostró al doctor Barrientos, eminente e importante
clérigo de la catedral, que tras de leer el poema y
dudar un poco,pidió le hiciera otro para la procesión
del Señor de Santa Teresa. El joven Guillermo cum-
plió con el cometido y con satisfacción, el prelado le
dio un pequeño estipendio.
Dos días más tarde se enteró de que los sonetos,
impresos con su nombre al calce, se habían fijado en
las puertas de todas las iglesias de la capital. Esa vino
a ser su primera publicación.
Poco después, es decir hacia 1834, Guillermo Prieto
contñ.5 a la que luego sería su amada María, que tras
de un hecho chusco se sintió espiritualmente vincu-
lado a ella.
La diferencia de clases iba a entrar nuevamente en
juego, pero para nuestro personaje no como un dis-
tanciamiento, por el contrario, como un estímulo a la
superación. Su novia era rica y hermosa; él, poeta y
pobre. Anheló crear algo que ofrecerle, algo que pu-
diera contrarrestar la diferencia social y económica.
Así fue que resolvió estudiar con más ahínco la lite-
ratura y asociarse con los mejores periodistas. Su bús-
queda lo llevó a casa de don Francisco Ortega, distin-
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guido hombre de letras con fama de hábil periodista


y fácil versificador. La casade la familia Ortega llegó
a convertirse en punto de reunión de un grupo lite-
rario, el cual fundó el periódico manuscrito Obsequio
a la Amistad de predominante escuela romántica y al
que Guillermo Prieto contribuyó con algunas poesías.
por su parte, don Francisco aprovechaba estas reu-
niones para darles lecciones de latín y de literatura.
Pero no todo podía ser espiritual en la vida de
Prieto, y lo material de su trabajo en la Aduana le
hacía volver a la. realidad.
Sus jefes fueron don Joaquín Lebrija, don Ignacio
de la Barrera y don Mariano Domínguez. EI primero
fungía como administrador y los dos últimos, uno
como contador, y el otro de tesorero, respectivamente.
Sin lugar a dudas, la Aduana ejercía una influencia
definitiva en las finanzas de la época, y no lo desmen-
tía el gran movimiento que había en ella de mulas
y de carros que salían.por sus puertas; la multitud de
bultos que se abrían y cerraban en los grandes patios,
y la gente de todas categorías que entraba diaria.
mente a dicha dependencia.
En un principio trabajó en una de las más activas
oficinas del establecimiento; sus bromas y los comen-
tarios con los arrieros y rancheritas provocaban a tal
punto la risa de los demás empleados que muy pronto
lo trasladaron a otra oficina donde se dedicaba única
y exclusivamente a la contabilidad. Pronto se aburrió
y no logrando concentrar la atención requerida, al
concluir el mes, sus papeles no estaban en orden. Tras
de pensar en despedirlo y al enterarse de esa resolu-
ción, Guillermo Prieto habló personalmente con el
señor Lebrija, hombre generoso y comprensivo, que
no sólo desautorizó el cese, sino que lo nombró su
16 A. GERTZ MANERO

secretario particular. Así cambió la vida y la actitud


inquieta de don Guillermo, y a los pocosdías no sólo
llevó la correspondencia con rapidez y soltura, sino
que se aventuró a formular algunos informes, y redac-
tó minutas, con tal acierto que mereció la aprobación
del señor Lebrija.
Mientras tanto, su entrega a la literatura continua-
ba. En los ratos libres tanto del colegio como de su
empleo, y en compañía de sus amigos Juan N. Lacun-
za y Manuel Toniat Ferrer, se reunía •en el cuarto de.
José María Lacunza para hablar de cuestiones litera-
rias. Tanto se aficionaron a estas reuniones que al
poco tiempo empezaron a llegar con versos que mu.
tuamente se leían a fin de hacer críticas y señalar de-
fectos.
Aun cuando estas sesiones tenían propiamente el
carácter de un juego, eran en el fondo, gracias a la
vasta cultura de Lacunza, verdaderas cátedras de lite-
ratura, pues so pretexto de una imitación de Herrera o
de fray Luis de León, don José María disertaba am-
pliamente sobre los literatos españoles, o bien sobre
una traducción de Ossián o de Byron, para hablar
sobre literatura inglesa.
Estas reuniones se prolongaron dentro de su aisla-
miento por más de dos años, hasta que dicidieron
aumentar su número. Así una tarde de junio de 1836
resolvieron establecerse formalmente con el nombre
de Academia de Letrán, y era requisito indispensable
que el candidatc;que desearaingresar a ella tenía que
leer una composición original ante el grupo reunido
y defenderla de sus críticos.
Muchos fueron los personajes de la época que se
presentaron a leer sus trabajos ante tan difícil jurado,
distinguiéndose entre ellos: don Andrés Quintana
CUILLÊRMO PRIÉ-ÊO

Roo, que por unanimidadfue elegidopresidenteper.


petuode la incipienteinstitución;el doctorManuel
Carpioy don JoséJoaquínPesado, a los queseles
llamabapoetassalrmstaspor su tendenciaa Inspirarse
en asuntos bíblicos; Ignacio Ramírez, del cual tanto
se ha escrito; Eladio Ortega; Larrañaga; Aguilar;
Francisco Modesto de Olaguibel; Joaquín Cardoso, y
otros más.
Guillermo Prieto vino a ser uno de los cuatro fun-
s
dadore de estaInstitución,a la que CarlosGonzález
Peña considera como uno de los Impulsos más serios,
sostenidosy vigorososque recibió la literatura mexi-
cana,puestoque contribuyó al desarrollode la gene.
ración más activa de la segunda mitad del siglo pa-
sado. Los frutos literarios de esta sociedad fueron tres
s
pequeño tomospublicadospor Rodríguezy Galván
en los años de 1837,1838y 1839,en todos los cuales
aparecenpoemasde nuestropersonaje.
Si bien su prestigio como escritor crecía,su situa-
ción pecuniariaiba de mal en peor,máximeapurado
como estaba por buscar un mejor alojamiento para
su madre, que al fin logró, cambiándosea Tacubaya
gracias a la ayuda del dramaturgo romántico don
Fernando Calderón, del cual recibió auxilio algunas
veces más.
Don Fernando era oriundo de Guadalajara, donde
pasó susprimeros años. De noble prosapia, pues des-
cendía de los condes de Santa Rosa, Calderón amaba
a la juventud estudiantil. Era amable, de trato fran-
co, condescendiente y de una alegría contagiosa, que
desterraba toda huella de mal humor.
Por otra parte, sus relaciones románticas con María
no avanzaban en lo absoluto. En realidad sus obs-
táculos eran: la pobrezay su falta de distinción social.
18 A. GERTZ, MANERO

Una vez más daría un golpe audaz que lo sacara de la


situación en que se hallaba. La oportunidad se le
presentó cuando durante la distribución de premios
del Colegio de San Juan de Letrán, a la cual asistió
el entonces presidente de la República don Anastasio
Bustamante, dijo una pieza de oratoria que asombró
y alarmó a la concurrencia.
Como era de suponerse el jefe de policía le ordenó
se presentara al día siguiente ante el presidente. Prie-
to cumplió la orden y el señor Bustamante le pidió
manifestara francamente la opinión que le merecían
las condiciones de la enseñanza pública en México.
Poco después,ante la franqueza y simpatía de Gui-
llermo Prieto, el presidente ordenó se le instalara una
cama en las habitaciones presidenciales, le señaló un
sueldo de cien pesosmensualesen carácter de secreta-
rio particular y lo nombróredactorde El Diario Ofi-
cial, con una remuneración adicional de ciento cin.
cuenta pesos.
Así fue como un muchacho pobre y huérfano logró
por su propio esfuerzo un empleo de confianza y una
situación respetable en la casa presidencial. Ya con
la situación económica asegurada, Guillermo Prieto
obtuvo el permiso para visitar una vez por semana a
María en calidad de novio oficial, y antes de cumplir
un año contrajeron matrimonio.
Al general Bustamante debió don Guillermo entre
otros favores: el haberse casado, su entrada al perio-
dismo y su iniciación en la vida política, pues desde
un principio le aconsejó visitara al señor Gondra, del
cual decía tenía mucho que aprender. En efecto, lle-
gó el tiempo de conocer a este caballeroso personaje
que había hecho brillantes estudios en la carrera ecle-
siástica, de la cual por equis circunstancias trató de
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e
desligars de susvotos,El clero, ante estaresolución
lo consideró como apostasíay le persiguió cruelmente.
A fin de escudarse de esa actitud, el señor Gondra
resolvió hacersemasón,por 10que seafilió en el par-
tido exaltado y buscóarrimo cercadel gobierno. Fue
entonces cuando lo conoció Guillermo Prieto, fun-
giendocomodirectorenjefedeEl Diario Oficial.
Mientras tanto, el descontento se extendía en el
país.Los conatosde pronunciamientos
semultiplica-
ban. En la frontera el hambre y el descontento de las
s
tropa forzabanal generalArista a tomarselicencias
en la Aduana. Yucatán estaba en efervescencia y Ta-
bascootro tanto; la prensasevolcó en contra de la
Administración de Bustamante. Al fin, en Jalisco esta-
lló la rebelión, disfrazada de movimiento local.
El paísvolvió a sumirseen uno de los movimientos
internos tan frecuentesy que tanto le perjudicaban:
se trataba de la rebelión de los ultraconservadores de
1841,la cual despojóa Bustamantede la presidencia.
Santa Anna asumió el mando, y Guillermo Prieto, que
lo odiaba, renunció a El Diario Oficial para incor-
porarse a la redacción del periódico El Siglo XIX,
entoncesjoven y vigorosa publicación liberal y órga-
no de oposición.
Un año después,y a travésde susamigos,consiguió
un empleo como inspector de tabacos en Zacatecas,
adonde se trasladó para encargarse del nuevo cargo.
Ahí siguió en sus aficiones literarias ocupándoseen
recoger-los materialesnecesariospara una larga serie
de artículos costumbristas, que publicó a su regreso
a la capital, regreso por cierto nada voluntario, pues
dentro del Instituto de esa ciudad, intervino y expre-
só de una manera tan vehemente sus sentimientos en
contra de las dictaduras militares, que lo destituyeron.
20 A. GERTZ MANERO

Cuando don Guillermo llegó a la capital de la Re-


pública, don Ignacio Cumplido, director de EI Siglo
XIX, le proporcionó un empleo mejor: quince pesos
al mes por dos artículos semanales,y siete pesoscon
cuatro reales por las críticas de teatro.
De 1843 a 1844 colaboró asiduamente en la redac-
ción de EI Museo Mexicano, revista literaria también
publicadapor Cumplido;y cuandoen 1845cambióde
nombre por el de Revista Científica y Literaria de
Méjico, Prieto siguió figurando entre los principales
colaboradores,siendo su principal aportación una se-
rie de 12 artículos en que describíasu viaje a Cuer-
navaca durante octubre de ese año.
El 2 de noviembre de 1844ante un nuevo alzamien-
to, el del generalParedes,sosteniendola ideade cam-
biar la forma de gobiernocentralistapor un monár-
quico, Prieto seunió a la redacciónde EI Monitor
Republicano,en dohdeescribiótalesartículoscontra
,
Paredes queéstellamóal directordel periódico,Gar-
cía Torres, y lo desterró a Monterrey.
Para entoncessus aspiracionesaumentaron, y la
idea de crearun periódicopropio estabapor reali-
zarse.Guillermo y un amigomuy íntimo, Ignacio Ra-
mírez,cuajaronla ilusióñ de establecer
un periódico
satíricopropio:Don Simplicio,quesepublicódesde
diciembre de 1845 hasta abril de 1846, en que fue
suspendido
y don Guillermollevadoa la cárceljunto
con los demás miembros de la redacción.
Sin embargoel periódicoreaparecióen julio de
1846y volvió a suspenderse
en abril de 1847,peroen
forma voluntaria, pues no había lugar para la bro-
ma cuandoel paíshabíasidohumillado con la inter-
vención norteamericana.
Los sucesosde la frontera eran alarmantes. Cuando
GUILLERMO PRIETO 21

Santa Anna marchó a Cerrogordo, le sucedió en su


ausencia don Pedro Anaya, quien con notable activi-
dad, reunió fuerzas y arbitró recursos.
En el Ministerio de Relaciones, Baranda, don Fer-
nando Ramírez, don Guillermo y otros, formaron una
sección en inglés, cpn objeto de hacer conocer los
derechos de la República, principalmente a los irlan-
deses.,
Cuando se supo la derrota de Cerrogordo, se empe-
zaron a tomar, por parte del Ayuntamiento, las me-
didas necesarias para la defensa de la capital. Se abrie-
ron fosos, se buscaron recursos y se mandaron quitar
las cajas de los coches, convirtiéndolos en carros para
conducir los tablones de la plaza de toros.
Los acontecimientos se precipitaron, el general San-
ta Anna volvió a ocupar la presidencia en mayo. La
ciudad de México estaba convertida en un inmenso
campamento. Las gentes calladamente reunían sus
provisionespara el sitio, y por las calzadassalíanca-
rros con muebles y familias que deseaban ponerse a
salvo de la guerra. Algunos poetas, como Félix María
Escalante y Bocanegra, escribían versos exaltando el
amor a la patria.
EI 9 de agosto, a las tres de la tarde, la campana de
catedral anunció la aproximación del enemigo. Desde
esemomento no dejó de escucharsesu triste tañer. Ese
día, en medio de la agitación y de los toques de alar-
ma, la familia de don Guillermo dejó su casa con
intención de trasladarse a San Cosme. La señora se
encontraba enferma, con tres niños, uno de ellos re-
cién nacido, y el resto de la familia achacosa y llena
de cuitas.
Buscaban lugar donde refugiarse cuando, inespera-
damente, de una casa de rica apariencia, salió un cria-
22 A. CERTZ MANERO

do a ofrecer habitación a los viajeros. Accedieron y


n
ocuparo un amplioy cómododepartamento.
Des-
s supodonGuillermo
pué queelinmueble
erapropie-
dad de don LucasAlamán, hospedajeque le fue des-
e
agradabl
porsushondas
prevenciones
políticashacia
el señorAlamán,contraquien habíapublicadotoda
clasede dicterios, y al cual sevio obligado a tratar,
lo quelehizocambiar
un tantoel concepto
quetenía
de él y establecercierto armisticio.
Guillermo Prieto y los demásredactoresde El MO-
nitor, a fin de ofrecersusserviciosal generalValencia,
sedirigierona casade don ManuelCampero,
rico
capitalistade México,dondese hallaba hospedado.
Valencia, en sus primeros ímpetus era terrible, pero
una vezcalmado,semostrabahumano y generoso,leal
y valiente.El generalrecibióamablemente
a susvisi-
tantes, especialmentea don Guillermo al que recor-
daba con cierta simpatía.
En tanto los funestossucesosahogabanal país, las
s
pasione personalesde Valenciay SantaAnna, las
hostilidades de sus respectivoscírculos, y las calum-
nias y chismes,agravabancadavezmásla situación.
Valencia comisionó a Guillermo Prieto y a Luis
Arrieta, paraquefuerana entrevistaral generalSan-
ta Anna, que se encontraba en San Angel, en la casa
del generalMora,a la queacudíanen tropelpolíti-
cos, soldados,jefes, agiotistas y arrieros, que eran
atropelladospor aparatosos correosque veníande to-
daspartes,y entrabana caballohastael patio.
Apenasestuvieronlos comisionadosante él, el ge.
neral Arrieta tomó la palabra y expuso de la mejor
manera la situación que guardaba el general Valen-
cia. Santa Anna, impaciente y lleno de cólera, los
corrió. Llegadosal campamento,informaron al gene-
GUILLERMO PRIETO 23

ral Valencia el resultado de su entrevista; éste enten-


dió con ello que la derrota era inminente. Al amane-
cer del 20 de agosto,los americanos,a travésde movi-
mientos envolventes y rápidos, lograron poner entre
dos fuegosa las fuerzasdel generalValencia,y apo-
derándose de la artillería nacional, y con la suya,
dispararonsobrelas fuerzasque huían.
s
Despué de la derrota,Prieto, que se disponíaa
marchar a Churubusco con los elementos restantes,
fue alcanzad
o por unaordenanzadelgeneralValencia
con el ruegode que seapartaradel camino.Le con.
dujohastaun lugarenqueseencontraba oculto,pues
había órdenesde SantaAnna para hacerlofusilar. Co-
misionó a don Guillermo para que influyera en su
favor,y a PepeCadena,para que cumplieraciertos
s
encargo íntimosconsu familia,queestabaen Cuau-
titlán.
Ambos sedespidierondel generaly disfrazados,se
dieron al camino. Tras de rodear Lomas del Rey, Los
Morales, Santa Mónica y Tizapán, llegaron casi al
anochecera Cuautitlán. De ahí emprendieronel viaje
hastaToluca, dondeya sehallaba el generalValencia.
A petició
n deéste,donGuillermoredactóun mani-
fiestoque lanzóel generala la Nacióny regresóa
México donde sereunió con su familia, en la casade
don Lucas Alamán.
Aquí gozóde un pequeñoparéntesisde paz que
duró sólo el término del armisticio negociado después
dela batalla de Churubusco.Al romperselas hostilida-
,
des sepresentóal Cuerpode Hidalgo,que estabaa
las órdenes de don Félix Galindo, y que ocupaba el
tramo comprendido entre.Belén y Chapultepec.
Cuando el asalto a Chapultepec,don Guillermo se
a
encontrab junto con otraspersonas
en la casadel
24 A. GERTZ MANERO

guardabosque,hastadonde llegabanlos clamoresde


angustiaque proferíanalgunasfamilias de los alum-
nos del Colegio Militar, el fragor de la lucha y el
retumbar de los cañones.
Vencida la última resistencia de la ciudad, Santa
Anna renunció al Poder Ejecutivo para asumirlo el
presidentede la SupremaCorte, don Manuel de la
Peñay Peña,quien primero en Toluca y luego en
Querétaro,reunió los restosdel gobiernonacional.
Prácticamente, la ciudad de México se volcó en Que-
rétaro el gobernadorproporcionóhabitacionespara
el Presidentey susministros,y mandó acondicionar
localespara oficinasy cuarteles.Guillermo Prieto,en
su calidadde diputadopor Jalisco,lo acompañó,dan-
do lugar a su larga y activa carrera legislativa.
Porlo querespecta
a la políticaen esaciudad,se
crearon dos bandos igual de exagerados:los que que-
rían la guerra,y losque deseaban
la paz.Surgíanlas
,
disputasy el patriotismoera exaltadoen todoslos
sitios de reunión. Entre los centrosde tertulia estaba
la cas
a quehabitabaPrieto.Ahí sereuníanlospolí-
ticos en cierne, militares, científicos y próceres en-
s
cumbradoy benévolos.
La tertuliaeramatutinay la
presidía el señor Pedraza.
La causade la formación de esosbandos,no fue
otracosa
, queal llegarel gobierno
a Querétaro,
el
señorPeñay Peñaconvocóa una junta de goberna-
sdore paraqueexpusiese
n losrecursos
quelosEstados
n
podía ponera disposició
n del gobierno,
dadoel
cas queel Congreso
o sedicidiesepor la guerra.Pre-
sidíala junta uno de losministros,y fungíande se-
cretariosFranciscoZarcoy Guillermo Prieto.Comola
mayorpartedelosgobernadores
nopudoasistir.man-
daron a sus representantes.
GUILLERMO PRIETO 25

Los elementosde que disponían los Estadoseran


e
completament exiguos,puestoda la Repúblicasu-
fría las consecuencias de la guerra. Las rentas apenas
cubrían las necesidadesmás imperiosas; el comercio
a
estab paralizado;los camposabandonados
y los ca-
minos desiertos. Pese a eso, algunas entidades como
Guanajuato, Michoacán, San Luis Potosí y otras, ma-
nifestaronque si era necesariocontribuirían a los
s
gasto de guerra.Hubo pocafuerzaentrelos repre-
s
sentante y comoera natural, la junta sedisolvió sin
éxito alguno.
Instalado el señor Peña y Peña como Presidente, se
reanudaron en la Villa de Guadalupe, aunque de
manerasigilosa,lasconferenciasde paz.Fuerondesig-
nados como representantesde México el señor Luis
Cuevasy el licenciado Miguel Aristain, y como re-
e
presentant
delosEstados
UnidosMr. Trist.
El CongresoFederalOrdinario, elegido conformea
la convocatoriadel 3 de junio de 1847,pudo iniciar
sus sesionesel 30 de abril de 1848. Estaba llamado a
ratificar el Tratado de Guadalupe, que puso fin a la
guerra con Norteamérica.
El Congresoabrió sussesiones en mediode un si-
lencio solemne.Aprobados los tratados de paz, don
Manuel de la Peña y Peña dejó la Presidencia,y lo
substituyódonJoséJoaquínHerrera,queprestójura-
mento en Querétaro el 3 de junio. Días despuésse
trasladó el gobierno a Mixcoac, en tanto las tropas
americanas evacuaban la ciudad de México. A prin-
cipios del messiguientetuvo que sofocaren Gua-
najuatoel primer pronunciamiento contrasu régi-
men, encabezado por el general Paredes.
La situación del país empeorabacadavez más.La
haciendapública continuabaen bancarrota;la guerra
26 A. GERTZ MANERO

de castascundía en el norte, en Yucatán y en los lími-


tes de San Luis y Querétaro. Los filibusteros se aven-
turabanpordiversosrumbos,alentadospor lo deTe-
.
xa¿ Despuésdel de Paredes,los levantamientosse
sucedieron uno tras otro, sin otro resultado que el
desunir la relación entre los Estadosy los poderesdel
centro,relajandoel sistemafederal.A pesarde la
efervescencipolítica y del desorden,el generalHe-
a
rrera consiguióterminarsu periodoconstitucional,y
en enero de 1851,entregóel poder al generalArista.
o
Pasad esteperiodotrágico,don Guillermosiguióde
lleno en la vida política, y despuésde tres periodos
en la Cámarade Diputados pasóa la de Senadores,
dondepermaneció
pocosmesesal serdesignado
Mi-
nistro de Haciendael 14de septiembrede 1852.Tenía
entonces34 añosy selanzó a la obra con todo entu-
siasmo.
Actuó valientemente,y su primer pasofue decretar
la reducción de sueldos de los empleados de la Secre-
taría de Hacienda a la mitad. A ésa siguieron otras
reformasigualmenteseverasque en nada aprobaban
las filas burocráticas. Pese a sus enérgicos esfuerzos,
las condiciones siguieron agravándose y escasearon
tanto las rentas,que los soldadosde Chihuahuatu-
vieronqueempeñarsusarmasy soltarsuscaballosen
los terrenos baldíos. Don Guillermo presentó su re-
nuncia. En realidad su actuación había sido muy
corta,puesfue del 14de septiembre
de 1852al 5 de
enero de 1853.
Hacia el mesde julio, serebeló en Guadalajarael
coronel Blancarte contra el gobernador López Porti-
Ilo; en septiembrelo hizo en La Piedadel coronel
Bahamonte, en contra del gobernador de Michoacán
don Melchor Ocampo.Ambosmovimientospedían la
GUILLERMO PRIETO 27

destitución de Arista y la vuelta de Santa Anna. Un


tercer alzamiento estalló en Guadalajara el 20 de
octubre, bajo el Plan del Hospicio, que auspiciadopor
el clero, desconocía a las autoridades y pedía la con-
vocatoria a un Congreso Constituyente, invitando a
regresara Santa Anna: EI general López Uraga, jefe
de las fuerzas del gobierno, se pasó a los alzados. Y
el 5 de enero de 1853 renunció el presidente Arista.
La vacante de Arista la cubrió por ministerio de
ley, el Presidentede la SupremaCorte,don Juan Ce-
ballos,quien disolvió el Congresocuandoéstepreten-
dió enjuiciarlo por haberle propuesto se convirtiera
en convocante de un Constituyente extraordinario. Al
mes de su designaciónrenunció Ceballos,ante la ad-
hesión de los militares al Plan del Hospicio, y en su
lugar fue designadoel generalLombardini,el 7 de
febrero de 1853.
Conservadoresprominentes pensaban en la dicta-
dura como único medio de poner orden en el caos
.prevalecienteDe acuerdocon esasideas y con los
planesde Guadalajara,modificadospor un convenio
entre los generales victoriosos y Lombardini, Santa
Anna fue llamado de su destierro en Turbaco, y se le
invistió del poder necesario para que durante un año
gobernara sin Constitución, en tanto se reunía un
Congresoextraordinario que la expidiera. En las elec-
ciones del 17 de marzo, 18 votos de los estados y terri-
torios confirieron la presidencia interina a Santa
Anna, contra 5 votos distribuidos entre otros candi-
datos.
La recepción a Santa Anna en su arribo a Veracruz
el IQ de abril, fue estupenda, y como si se tratara de
un soberano, las entidades mandaron sus embajadores
y todos se esforzaron por colmar de alabanzasy ensal-
28 A. GERTZ MANERO

zar susglorias.Entró en México con inusitada pompa.


Tomó posesiónde la presidenciay nombró su minis-
terio.
Guillermo Prieto retornó al periodismo como me-
dio de mantenimiento. Nuevamentese incorporó a
la redacciónde El Monitor que publicaba por enton-
ces una serie de artículos contra Santa Anna, artícu-
los que le valieron el destierro a Cadereyta donde
vivió de junio a diciembre de 1853, tiempo durante
el cual escribió más de 500 páginas de poemas, leyen-
das y episodios autobiográficos. EI 17 de diciembre de
eseaño Santa Anna perdonó a los desterradospolíticos
y Prieto retornó a la capital.
No habían pasado seis meses, cuando el 18 de
mayo de 1854 fue nuevamente aprehendido. Aun sin
explicarle la causa, don Guillermo coligió se trataba
de su libro sobre la guerra entre México y los Estados
Unidos, en el cual lo había criticado severamente. En
efecto, Santa Anna mandó recoger y quemar todos los
ejemplares de los Apuntes. Así Prieto fue enviado a
Tehuacán.
Durante ese nuevo y forzado periodo de ocio, Ma-
nuel Orozco y Berra invitó a Guillermo Prieto a co-
laborar en su Diccionario Universal de Historia y Geo-
grafía que constaría de siete volúmenes de texto ge-
neral y un apéndice de tres tomos. Prieto debería
colaborar en el apéndice.
Mientras tanto, Mr. Lane, gobernador de Nuevo
México, había ocupado de propia autoridad el terre-
no llamado La Mesilla. México protestó, a lo que Mr.
Gaden, ministro norteamericano en el país, contestó
cínicamente que su gobierno tenfa que apoderarse de
esa porción. Ante esa respuesta, Santa Anna no tuvo
otra salida que venderla en diez millones de
GUILLERMO PRIETO 29

declarando, además, libres a los Estados Unidos de la


cláusula del Tratado de Guadalupe que les imponía
la obligación de impedir incursiones apaches,proble-
ma que fue y siguió siendo muy grave para México.
Quizá el país hubiera perdonado al dictador su pre-
cipitación o mala fe, si esta escandalosaventa no hu-
biera servido únicamente para enriquecer a Santa
Anna y sus favoritos, y aumentar el despilfarro y la
tiranía del gobierno. El descontento cundió rápida-
mente, y el coronel Florencio Villarreal, por indica-
ciones del general Juan Alvarez, proclamó el Plan de
Ayutla, plan en que se desconocía a Santa Anna.
Tras el triunfo del Plan de Ayutla, una vez que el
general Alvarez fue electo presidente, nombró a Gui-
Ilermo Prieto Ministro de Hacienda. Nuevamente ini-
ció la reorganización completa de la Secretaría y a pe-
sar de ese principio tan ambicioso, su segundo minis.
terio sólo duró del 6 de octubre al 7 de diciembre. de
1855, fecha en que don Guillermo renunció.
No pasó mucho tiempo sin un empleo gubernamen-
tal, debido a sus antecedentes, pues durante su primer
ministerio había iniciado algunas reformas en el ser-
vicio de correos, que por aquel entonces formaba parte
de la Secretaría de Hacienda; sólo que la inseguridad
política y el poco tiempo de su desempeñole impidie-
ron realizarlas. Manifestaba tanto entusiasmo por su
programa de reformas que cuando Manuel Payno se
encargó de la misma Secretaría, don Guillermo aceptó
el cargo de administrador general de Correos que ejer-
ció del 9 de enero de 1856 al l? de diciembre de 1857,
cuando el general Ignacio Comonfort se encargó de
la presidencia, al cual don Guillermo no quiso apo-
yar y entregó su renuncia.
Como administrador, estudió a fondo los sistemas
30 A. GERVZ MANERO

de correos existentes en Francia, España, Inglaterra,


Alemania y los Estados Unidos. Tras de lo cual for-
muló un nuevo reglamento para el servicio postal me-
xicano, reglamento que puso en práctica. Aun cuando
las reformas fueron numerosas, cabe mencionar una,
la cual acredita su buena labor dentro de ese ramo:
Según el sistema antiguo, la persona que recibía la
carta pagaba el porte; situación compleja que daba
origen a un increíble papeleo, pues el dinero debería
remitirse de una oficina de correos a otra hasta llegar
a la de origen. Así que el 21 de febrero de 1856 don
Guillermo Prieto estableció el sistema de franqueo.
La suerte política de don Guillermo estaba echada,
y estas actividades las alternaba con trabajos de ma-
yor importancia. Así, a poco de recibir el nombra.
miento de administrador general de correos, fue ele.
gido delegado ante el Congreso Constituyente. Su po-
pularidad iba en aumento. Las actas del Congreso
ocupan dos tomos y su nombre se encuentra en casi
las páginas. Desempeñó un papel sumamente
activo en los debates y apoyó la libertad de prensa, la
libertad de conciencia y otras muchas ideas que se
consideraban avanzadas para su tiempo.
Concluida la Constitución y firmada en su calidad
de diputado por el estado de Puebla, se dedicó nueva-
mente a sus responsabilidades como administrador ge-
neral de Correos.
La República se vio otra vez envuelta en la violen-
cia de una guerra intestina y los hombres se dividie-
ron en busca de partido. Tocó a Guillermo Prieto
seguir a uno de los más preclaros y cuyo nombre y el
de todos los integrantes de ese grup pasarían a la
historia; el hombre al cual siguió por propia convic-
ción fue don Benito Juárez.
GUILLERMO PRIETO

Cuando Comonfort pasó de presidente sustituto a


constitucional, ya había arraigado en su ánimo la idea
de que no se podía gobernar con la nueva Carta
Magna; y bajo la presión de los pronunciamientos
queestallabanpor todaspartes,el Congreso
concedió
facultades extraordinarias al Ejecutivo que práctica-
mente prorrogaba la dictadura. EI 17 de diciembre se
pronuncióenTacubayael generalZuloaga,de acuer-
do con un plan que proclamaba el desconocimiento
de la Constitución, el renocimiento de Comonfort y la
convocatoria a un nuevo constituyente.
La guarnición de la capital y el gobernadordel Dis-
trito secundaron el plan. El Ayuntamiento y varios
ministros renunciaron. Juárez y Olvera, entonces pre-
sidentes, respectivamente, de la Corte y de la Cámara,
fueron reducidos a prisión, y el día 19, el presidente
Comonfort se adhirió al Plan de Tacubaya.
Zuloaga,que desconfiabadel espíritu vacilante de
si Comonfort, y temiendo se entregara a los radicales, lo
e desconoció el II de enero de 1858. Comonfort requi-
a rió entonces del auxilio de sus antiguos hombres y
se puso en libertad a Juárez, quien marchó al interior,
asumió la presidencia de la República y reivindicó
d la vigencia de la Constitución del 57.
La lucha se generalizó en la capital, dando la vic-
e- toria a Zuloaga. El 21 de enero Comonfort abandonó
la ciudad de México, rumbo a Veracruz con destino
n- a los pstados Unidos; y el 23 Zuloaga fue designado
presidente provisional. Así dio principio la Guerra de
to Tres Años.
el Juárez estableció la sede del -Poder Ejecutivo en
la Guanajuato el mes de enero de 1858. Don Guillermo
huyó disfrazado de arriero, con el propósito de unirse
al gobierno furtivo. Ahí lo recibieron cordialmente y
32. A. GERTZ MANERO

lo nombraron nuevamente Ministro de Hacienda.


Poco tiempo despuésel gobierno juarista se trasladó
a Guadalajara, donde el coronel Landa encabezóuna
rebelión contra Juárez,en la que debido a un impulso
indescripti ble, Guillermo Prieto salvó la vida a
Juárez.
Su acción heroica había evitado la catástrofe por
el momento, pero el gobierno liberal aún corría peli-
gro. Pocos días más tarde el presidente y sus ministros
se retiraron a Manzanillo. Se embarcaron rumbo a
Panamá, cruzaron la región ístmica, y continuaron por
Cuba y Nueva Orleáns hasta llegar a Veracruz, en
donde había decidido establecer la sede del nuevo
gobierno.
Guillermo Prieto siguió hasta San Andrés Tuxtla,
donde redactó un plan para reorganizar al. gobierno,
plan que resultó tan atrevido que dejó a la zaga todos
sus proyectos anteriores. Tres días más tarde entregó
su renuncia.
Sin embargo siguió con Juárez, y formó parte del
grupo que se refugió con él en San Juan de Ulúa
cuando Miramón sitió a Veracruz el mes de febrero
de 1859.Durante esta época redactó un periódico sa-
tírico: EI Tío Cualandas,publicación que entretenía
al pueblo al burlarse de los altos funcionarios del go-
bierno enemigo.
Hacia agosto del mismo año, Guillermo Prieto se
encontraba en San Luis Potosí, entonces cuartel del
comandante general de las fuerzas liberales, y cuando
González Ortega derrotó al último ejército conserva-
dor en la batalla de San Miguel Calpulalpan, nombró
a Prieto encargado de las negociacionesque pusieron
fin a la Guerra de Tres Años.
Como de ellas, el general González Ortega
GUILLERMO PRIETO 33

entró triunfalmente a la ciudad de México cl IQ de


enero de 1861, en medio de repiques, profusión de
honores y regocijo general. Guillermo Prieto iba en-
tre los soldados que le acompañaban y entonaban su
propia canción Los Cangrejos.
Al revés de González Ortega, Juárez entró sin pom-
pa alguna. Pocos días despuésPrieto fue nombrado
otra vez Ministro de Hacienda, cargo que desempeñó
por cuarta y última vez del 20 de enero al 5 de abril
de 1861. Lo primero que hizo fue reimprimir el plan
de 1858, pues el nuevo gabinete había prometido
ponerlo en práctica.
En su carácter de Ministro de Hacienda correspon.
dió a don Guillermo la difícil tarea de llevar a cabo
la reforma, y así lo hizo al publicar el decreto de 5
de febrero de 1861, que decía que los bienes eclesiás-
ticos eran y habían sido siempre del dominio de la
Nación, y en consecuencia, eran nulos y de ningún
valor todos los contratos y negocios celebrados por el
clero sin el conocimiento y la aprobación del gobierno
constitucional.
Su predecesor en la Secretaría había despedido a
casi todos los empleados, así que cuando Prieto se
encargó del Ramo, se encontró sin personal, ni archi-
vo, ni modo alguno de informarse acerca de los ante-
cedentes de los asuntos pendientes. Se presentaba en
la oficina a las siete y por lo general salía a las doce
de la noche. Se ocupaba de todo, desde abrir bolsas,
hasta empacar la correspondencia que partía al exte-
rior. Como el esfuerzo resultó excesivo, abandonó el
cargo a los tres meses.
Guillermo Prieto quedó un poco alejado de la po-
lítica, hasta principios de 1862, en que los franceses
invadieron el suelo patrio, volvió a ocupar un lugar
34 A. GERTZ MANERO

de importancia. Fundó La Chinaca, periódico satí-


rico, que segúnel subtítulo, estabaescrito única y
excluS1vamentepara el pueblo, con su principal obje-
tivo de burlarse de los franceses; periódico, por cierto,
que con una breve interrupción se publicó de abril
de 1862a mayode 1863.
La popularidad de nuestro personaje quedó demos:
trada por el hecho de que en los comicios de eseaño,
fue electo diputado propietario por Guanajuato,y
suplente por San Luis Potosí y el Distrito Federal.
Cuando el gobierno republicano se vio precisado a sa-
lir de la capital para retirarse a San Luis Potosí, don
Guillermo Prieto lo acompañó.
Fue entonces que comenzó a escribir para otro pe-
riódico satírico, EI Monarca, que ponía en ridículo
la idea de establecer al Archiduque Fernando Maxi.
miliano sobre un trono mexicano. Este periódico,
notable por su sátira y sus caricaturas, se publicó del
26 de julio al 6 de diciembre de 1863.
Cuando las fuerzas francesas se apoderaron de Que-
rétaro y avanzaron a San Luis Potosí, Prieto y los
otros miembros del gabinete de Juárez huyeron, pri-
mero a Saltillo y Monterrey, de ahí otra vez a Saltillo,
y luego a Chihuahua y Paso del Norte, adonde Ilega-
ron el 15 de agosto•de 1865.
Don Guillermo fue director del perióclico oficial
juarista conocido con el nombre de Periódico Oficial
del Gobierno de la República, hasta noviembre de
de 1865. Alrededor de esa fecha, rompió con Juárez
debido a que el periodo para el cual don Benito ha-
bía sido elegido, terminaría en el otoño de 1865; pero,
a causa de la presencia de tropas extranjeras en el
territorio nacional, no hubo elecciones para designar
sucesor.
GUILLERMO PRIETO 35

La Constitución del 57 estipulaba que, si por algu-


na razón no había eleccionespara el l? de diciembre,
el mandatario,cuyo periodo finalizaba,debíaentre-
gar el mandoal presidentede la SupremaCortede
.
Justicia e a ello,Juárezexpidióun decretopor el
Pes
cual prolongaba su periodo presidencial hasta que las
elecciones fueran posibles.
Dicha medida disgustó sobremanera a Prieto, quien
veía en Juárez la personificación del gobierno cons-
titucional, considerándolo como a un estadista ideal.
De ahí que cuando Juárez acabó con esa idealización,
Guillermo Prieto rompió con él y apoyó a Jesús
González Ortega, a quien correspondía la presiden.
cia según la Constitución.
Prieto abandonó la República y se encaminó a
Brownsville, Texas, donde pensaba establecer otro
periódico, dirigido, segúnél, en contra de francesesy
traidores. Cuando llegó a esa ciudad una intriga lo
hizo aparecer como organizador de un cuerpo de fili-
busteros, con tal escándalo, que todo su grupo tuvo
que retirarse hasta San Antonio, Texas, para esperar
ayuda de González Ortega. Así permaneció hasta oc-
tubre de 1867.
EI tiempo transcurrió, y con él, la suerte de las
fuerzas liberales iba cambiando. Bazaine empezó a re-
1 tirar las tropas francesas de Tampico, Monterrey y
Saltillo, y para fines de marzo de 1867, los soldados
e galos habían salido de la República.
z En realidad, desde antes que se iniciara su repatria-
ción y de que los liberales empezaran a recibir arma-
mento norteamericano, las guerrillas republicanas,
nunca del todo extinguidas, demostraban la inestabi-
lidad del trono.
EI emperador Maximiliano, enemistado con el clero
36 A. GERTZ MANERO

y el partido conservador,repudiado por los liberales,


.y cada vez más distanciadodel ejército expediciona-
rio, terminaba solo y abatido, para sucumbir en Que.
rétaro. EI 15 de julio de 1867 hizo su entrada el pre-
sidente Juárez a la ciudad de México y con él volvie-
ron triunfantes, de dos guerras, la constitución del 57
y las Leyes de Reforma.
Para diciembre de ese mismo año, Guillermo Prieto
se encontraba nuevamente en la República, tomando
desde luego parte activa en el segundo paso hacia el
desarrollo de una literatura nacional mexicana. Me.
dia docenade poetasy él, seempezarona reunir y a !
leerse sus composiciones, publicándolas después en
una serie de folletos titulada Veladas Literarias, cuyo
número inaugural apareció con dos poesías de Prieto
y en la portada un grabado autografiado.
Otra vez la política le sonrió y fue elegido diputado
por el partido de Rioverde, San Luis Potosí. Así que
volvió a ocupar un lugar dentro del Congreso. Pero
su pluma seguía incansable. Sus poesías satíricas co-
menzaron a salir en La Orquesta, periódico de buen
humor y caricaturas. Luego escribió para El Semana-
rio Ilustrado, cuyo contenido era de índole más cosmo-
polita; y cuando compuso el prólogo del libro de
poesías de José Rivera y Río, Flores del Destierro,
Prieto ensayó un nuevo estilo.
Así transcurrió el año de 1868, que terminó de
manera muy propicia para él, pues el 31 de diciembre
lo nombraron socio honorario de la Sociedad Mexica-
na de Geografía y Estadística, ingresando en ella con
personajes tan distinguidos como Vicente Riva Pala-
Cio e Ignacio M. Altamirano.
Poco después, Querétaro le eligió diputado suplen.
te ante el Quinto Congreso Constitucional, en donde
GUiLLERMO PRIETO 37

hubo sesionesen que el úniéo representante de Que-


rétaro que estaba presente era él. En tales casos, tenía
que encargarse del trabajo de todo el Estado. Tam-
bién desempeñó el cargo de la Comisión Permanente.
En 1871, obtuvo otra diputación ante el Sexto Con-
greso, el que además de asistir a las sesionesy des-
empeñar importante papel en los debates, encontró
tiempo para dar una serie de conferencias sobre eco-
nomía política a los estudiantesde jurisprudencia de
la ciudad de México, que reunidas en un libro se
publicaron ese año, y se reeditaron, corregidas y bas-
tante aumentadas en 1876.
En el Séptimo Congreso Constitucional volvió a
figurar como diputado, representando al Distrito Fe-
deral, y al llegar al Octavo Congr-eso, en 1875, don
Guillermo Prieto resultó electo por Tacubaya. Sólo
que este Congreso, reunido el 16 de septiembre de
1875,sedisolvió el 20 de noviembre del año siguiente,
a raíz del triunfo del Plan de Tuxtepec, cuyosantece-
dentes no son otros que cuando Lerdo anunció sus
intenciones de reelección para 1876, Porfirio Díaz
proclamó dicho plan y encabezó la rebelión de las
fuerzas de varios estados.
e Lerdo ganólaselecciones,y JoséMaría Iglesias,pre-
sidentede la SupremaCorte, al considerarilegítima
la elección,pensóque la presidenciacorrespondíaa
él, mas sabía, sin embargo, que de ext&iorizar esa
opinión, los lerdistas lo apresarían inmediatamente.
Por eso resolvió retirarse al Estado de Guanajuato,
donde esperabarecibir el apoyo de fuertes contingen-
tes militares. Así el primero de octubre salió de la ca-
pital conducido por el hijo de Prieto. Pasó la noche
con don Guillermo en Tacubaya' y luego siguió hasta
Salamanca,donde el 28 de esemes publicó un pro-
38 A. GERTZ MANERO

gramadegobiernoen calidaddepresidente
interino.
Guillermo Prieto designadopor Iglesiasministro de
Gobernación, comunicó el plan a los gobernadores
de varios estados.Sus funciones duraron del 28 de
octubre de 1876 al 17 de enero de 1877, fecha en que
el gobiernode Iglesias,
no habiendorecibidoel apo-
yo del pueblo,sevio obligadoa abandonar el país.
Se embarcaron en Manzanillo y llegaron a San Fran-
cisco el 25 de enero, deteniéndose allí unas semanas
para pasara NuevaOrleáns,ciudaden que perma-
necieronmesy medio.En NuevaYorkresidierondel
7 demayoal 27dejulio. Prietoseseparóentoncesde
Iglesiasy resolvió volver a México.
Como en 1878no fue reelecto,esole permitió dedi-
car susenergíasa la literatura. Colaborónuevamente
en El Siglo XIX, donderedactópuntualmenteuna
columnaen prosay versotituladaLos SanLunesde
Fidel.
Un añodespués,
editósusVersosInéditos,primer
libro de índole estrictamenteliteraria, aun cuando
llevabaya 46 añosde publicar selecciones
breves.En
realidad el material de los primeros años permanece
en su mayoría ignorado dentro de periódicosy re-
vistas.
Si bien la literatura fue su atención durante este
tiempo,volvió a la política en 1880,en que fue ele-
gido diputadopor Pueblaante el DécimoCongreso,
v reelecto en el Undécimo.
embargo,el retorno a los debereslegislativosno
disminuyósu producciónliteraria, puesen 1883pre-
sentóla segundaediciónde suspoesías bajo el título
de Musa Callejera,que fue en definitiva el máspopu-
lar de sus libros.
El 13 de septiembrede 1884,Guillermo Prieto
GUILLERMO PRIETO 39

participó en un avancede la literatura mexicana,


cuando un grupo de intelectuales se reunió en el sa-
lón de la Sociedad de Geografía y Estadística, y deci-
dió establecer una sociedad literaria con el nombre de
Liceo Hidalgo.
No obstante su entusiasmo, se vio precisado a faltar
a algunassesiones,
al encontrarsemuy ocupadodentro
del Congreso. Era el tiempo en que la Cámara empe-
zó a discutir un nuevo arreglo de la deuda que se
tenía con los tenedores de bonos en Londres. Don
Guillermo se opuso tenazmente, pues lo consideraba
desfavorablepara el pueblo mexicano, y tomó la pa-
labra hasta quedar exhausto. El impacto de su dis-
curso fue enorme y los diputados optaron por retirar
definitivamente el asunto de la Deuda Inglesa, lo que
constituyó un triunfo para Prieto.
Como el esfuerzo desarrollado en la Cámara per-
judicó su salud le fue recetadose trasladaraa Cuer-
navacao a Yautepeca fin de recuperarse.De tal suer-
te que el 22de noviembresalióde la capital rumbo a
tierra caliente. El descansoy el buen clima surtieron
la mejoría deseada,y en marzode 1885estabade re-
gresoen el Distrito Federal donde pudo continuar sus
labores legislativas.
Ese mismo año publicó El Romancero Nacional
que constituyó otro éxito literario y que consistíaen
una colección de poemas sobre el movimiento de
1810.
Resultó reelecto para el Decimotercer Congreso
Constitucional y asistió a todas las sesiones.Contaba
entonces con 68 años, se sentía cansado y temía la
muerte le sorprendiera sin narrar cuanto había visto
y oído. De ahí que el 2 de agosto de 1886 empezó a
redactar sus Memorias.
40 A. GERTZ MANERO

La parte de susMemorias,correspondienteal pe-


rioclo 1828-1853,apareció en 1906 y es la fuente que
más se cita cuando se alude a este lapso de la historia
mexicana. En Viajes de Orden Supremapublicó el
material correspondienteal periodo de 1853-1855;y
la parte que abarcalos veinte añossiguientes,esde-
cir, de 1856 a 1876, aún no se ha dado a conocer.
En 188
6 publicótambién
lasLecciones
deHistoria
Patria,escritasparaalumnosdel ColegioMilitar. Fue
libro •de texto en dicha institución y en la Escuela
Nacional Preparatoria,tan popular que llegó a edi-
tarse cinco veces.Al año siguiente, Prieto empezóa
escribir para La Juventud Literaria, revista con ma-
yorespretensiones
que todasaquellasen lasque había
colaborado hasta entonces.
Electo para el Decimocuarto Congreso,ya se sen-
tía muy viejo para desempeñarun papel activo dentro
de los debates.Sin embargo colaboró y se distinguió
por su discursopronunci@doel 22 de abril de 1889,
fechaen que serecibió la noticia de la muerte del ex
presidenteLerdo de Tejada. Prieto pidió la palabra
y rindió a don Sebastiánun homenajemuy elocuente.
Aun cuando se dan noticias de que nuestro personaje
se sentía muy débil, las actas de la Cámara muestran
que aún le restabaentusiasmo.Pruebade ello esque
fue electoparael DecimoquintoCongreso;fue miem-
bro de la Comisión Permanente, y presidió algunas
de sus sesiones.
Si el año de 1884marcó el punto más alto de su
actividad física, en 1890llegó a la cúspide de su carre-
ra literaria. Con motivo de celebrar el aniversario de
la fundación de la Prensa Asociada de México, se
design un comitéencargado
ó deelegiral decanodela
a
prens nacional.Sepropusoa muchos,y seespeculó
GUILLERMO PRIETO
41

al principioconel nombrede Luis Villard, conside-


radocomoel mejor candidato,pueshabíaescritopara
El Pájaro Verdedesde1858.Muy pronto surgieron
otros nombres, todos con su fecha de iniciación en
las actividades periodísticas: Luis Villard (1858);
Juan Pablo de los Ríos (1853);Vicente GarcíaTo-
rres (1850);Manuel M. de Zamacona(1844);José
María Roa Bárcena (1844) ; José María Iglesias
,(1840)y GuillermoPrieto (1836).Fue evidenteque
la mayor antigüedadcorrespondióa Prieto, puesha-
cía cincuenta y cuatro años que colaboraba para pe-
riódicos,así que cuandose inauguró la ceremonia,
don Guillermo ocupó el sitio de honor y presidió la
velada.
Otro hecho confirmó su importancia literaria: en
septiembredel mismoaño,el periódicoLa República
abrió un concurso para escoger al poeta más popu-
lar, a través de la votación que hicieran sus lectores.
Tres ocuparon los primeros lugares;al principio fue
Salvador Díaz Mirón; despuéstomó la importancia
Juande DiosPeza;peroquiensellevó la mayoríade
votos fue Guillermo Prieto con 3 752, contra 1 610
deJuandeDiosPezay 1912deSalvador
DíazMirón.
Los festejosfueron grandesy entusiastas;discursos
a granel,y al finalizar el banqueteque sele brindó,
el periodistaAntónio de la Peñay Reyes,en aquelen-
s
tonce el periodistamásjovendela República,colocó
en las sieneSde don Guillermo una corona de laurel
labrada en plata. Lo alzaron en hombros y llevado
al "Zócalo" lo vitorearon de tal manera, que ni antes
ni después,poeta alguno mexicanoha oído.
Con tal demostración, Prieto ganó sin embarazo
algunolas elecciones
para diputadoante el Decimo-
42 A. GERTZ MANERO

sexto Congreso; y lo reeligieron para el Decimosépti-


mo en compañía de su hijo Manuel G. Prieto, como
diputado suplente por el mismo distrito. Aun cuando
dio la impresión de convertir su cargo en sinecura, en
realidad Guillermo Prieto fue el que intervino en las
sesiones.
Durante todo ese tiempo, Prieto no abandonó el
campo de las letras. En 1895 publicó un nuevo volu-
men de poesías, cuyo principal contenido era una co-
lección de romanceshistóricos sobre la guerra entre
México y los Estados Unidos.
Cuando lo eligieron para el Decimoctavo Congreso,
se encontraba definitivamente débil. Necesitaba apo-
yarse en alguien para poder caminar. Pese a esto, asis-
tió a todas las sesionesordinarias en la medida que 10
permitía su estado físico. Prácticamente pronunció su
último discurso el 29 de octubre de 1896,y el 24 de
noviembre firmó por vez postrera un documento legis-
lativo, concluyendo así su activa carrera en el Con-
greso Nacional.
Pasó una temporada en Cuernavaca y aun cuando
volvió a la capital algo mejorado, se agravó a raíz del
fallecimiento de su hijo Guillermo, muerto de tifo.
El 2 de marzo de 1897, a las 7:35 de la tarde, don
Guillermo Prieto murió acompañado en sus últimos
momentos por su segundaesposadoña Emilia Golard
de Prieto, sus hijos y sus nietos.
Hemos llegado al final de un hombre que caminó
de la mano con la historia. Larga y fecunda fue su
vida, polifacética y atractiva. Fidel, o don Simplicio,
como se le conoció a través de sus más populares seu-
dónimos, desempeñó los cargos de economista, litera-
to, periodista e historiador, amoldándose a las condi-
GUILLERMO PRIETO
43

ciones, unas veces propicias y otras adversasen que


tuvo que actuar.
Le tocó por suerte vivir una de las más aciagas
sépoca de México, en las que junto al romanticismo
se gestabael nacionalismo.Ante la triste situación
del país,la ignoranciadel puebloy la indolenciaha-
cia lo que un día seríasu oprobio,serebelóal igual
que otros individuos, y trató de penetrar sus ideas
a través de artículos serios, o bien, de sátira, combi-
nando a su influencia política, la fuerza de su pluma.
Los cambios de fortuna le hicieron ascender y des.
cender,y tanto trató y amó al pueblo bajo, al que de-
dicó su trabajo, como conoció y colaboró con el grupo
de liberales que forjaba en esemomento la historia
de una de las etapas más decisivas de nuestra vida
independiente.
El hecho de haber sido el Ministro de Hacienda
que dio el decreto que secularizabala propiedad
eclesiástica,lo convirtió en una figura muy discutida,
y creemos que junto a su larga permanencia en la
Cámara de Diputados, influyó en su fama de literato,
hasta el grado de no reconocerletodo el mérito a que
es acreedor por el importante papel que desempeñó
en el desarrollo de la literatura nacional.
Nunca dejó de recordar a los grupos en los que
convivió, y dentro del gran mérito de Guillermo Prie-
to de haber sido antesque otra cosa,un costumbrista,
nos hizo penetrar en un mundo de recuerdos,en el
que en nuestra imaginación, paseamoscon los perso-
najes que fueron eslabonesde sus vivencias,siendo
uno de los primerosautoresnacionalesque publicó
cuadros de costumbres mexicanas.
Ahora bien, si a Guillermo Prieto se le conoce en
un doble aspecto,el de político y el de poeta, aun
44 A. GERJZ MANERO

cuando es mayor lo segundo, no debemos menospre-


ciar su actuaciónpública, tanto así que su labor legis-
lativa resulta tan larga, que nos hemos inclinado a
incluir al final de este breve trabajo, una lista de su
participación dentro del Congresomexicano, así como
una bibliogxafía, a la que dimos un orden cronoló-
gico, excepto en el apartado de su correspondencia,
de su mayor producción literaria investigada hasta
hoy.
ACTUACION LEGISLATIVA DE GUILLERMO
PRIETO EN EL CONGRESO NACIONAL
MEXICANO

Régimen Federal
7 de mayo de 1848 a 14 de diciembre de 1849 (Ja.
lisco).
IQ de enero de 1850 a 14 de diciembre de 1851 (Ja-
lisco) .
IQ de enero a 3 de enero de 1852 (Jalisco) .
5 de enero a 13 de septiembrede 1852 (Senadorele-
gido por la Cámara de Diputados).

Congreso Constituyente
14 de febrero de 1856 a 5 de febrero de 1857 (Pue.
bla).
CongresosConstitucionales
20 de octubre de 1862 a 31 de mayo de 1863 (Gua-
najuato).
8 de diciembre de 1867 a 31 de mayo de 1869 (San
Luis Potosí).
6 de septiembrede 1869a 31 de mayo de 1871
1
(Querétaro).
16 de septiembrede 1871a 31 de mayo de 1873
46 A. GERTZ MANERO

16de septiembrede 1873a 31 de mayode 1875(Dis-


trito Federal).
16de septiembrede.1875a 20 de noviembrede 1876
(Distrito Federal).
16de septiembrede 1880a 31 de mayode 1882 (Pue.
bla) .
16de septiembrede 1882a 31 de mayode 1884 (Pue-
bla).
16 de septiembrede 1884a 31 de mayo de 1886 (Dis-
trito Federal).
16 de septiembrede 1886a 31 de mayo de 1888 (Dis-
trito Federal).
16 de septiembrede 1888a 31 de mayo de 1890 (Dis-
trito Federal) .
16 de septiembre de 1890a 31 de mayo de 1892 (Dis-
trito Federal) .
16 de septiembre de 1892 a 31 de mayo de 1894 (Dis-
trito Federal).
16 de septiembrede 1894á 31 de mayo de 1896 (Dis-
trito Federal).
16 de septiembre de 1896 a 2 de marzo de 1897 (Dis-
trito Federal).l

McLean, Malcolm D. Vida y obra de Guillermo Prieto,


p. 20. El Colegio de México. Fondo de Cultura Económica,
México, 1960.
BIBLIOGRAFIA DE GUILLERMO PRIETO

1. OBRAS DE GUILLERMO PRIETO

A. COLECCIONES

Versos inéditos de Guillermo Prieto, 2 tomos en un volu-


rnen. (Imprenta del Comercio, de Dublán y Chávez, México,
1879.)
Musa Callejera. Poesías festivas nacionales por Fidel. Segun-
da edición (Tipografía Literaria de Filomeno Mata, México,
1883). 3 tomos en un volumen; Musa Callejera. Prólogo y
Selección de Francisco Monterde (Ediciones de la U.N.A.M.,
México, 1940. Biblioteca del estudiante universitario, vol.
XVII).
El Romancero Nacional (Oficina Tip. de la Secretaría de
Fomento, México, 1885).
Colección de Poesías escogidas publicadas e inéditas de Gui-
llermo Prieto. (Tipografía de la Oficina Impresora de Estam-
pillas, Palacio Nacional, México, 1895.)
Colección de poesías escogidas publicadas e inéditas de Gui-
llermo Prieto. Segunda parte. (Tipografía de la Oficina lm-
presora de Estampillas, Palacio Nacional, México, 1897.)
Guillermo Prieto. Prosas y Versos. Selección y prólogo de
Luis González Obregón. (Imprenta Victoria, México, 1917.)
Segunda edición (Bibl. Mínima Mexicana, Vol. 16., Editora
Ibero-Mexicana, México, 1955).

B. OBRAS SUELTAS

Las cárceles de Edimburgo. Melodrama semiserio en tres


actos. Traducido al español y puesto en verso para el "Museo
Teatral" (Museo Teatral, México, 1841

47
48 A. GERTZ MANERO

El susto de Pinganillas. Capricho dramático con que los


alumnos del Colegio de San Ildefonso felicitaron el cumple-
años del Excmo. Sr. General D. José María Tornel la noche
del 19 de marzo de 1843. Su autor Guillermo Prieto. (lm-
preso por Ignacio Cumplido, México, 1843.)
Oración cívica pronunciada por el ciudadano Guillermo
Prieto, en la Alameda de México, el día 16 de septiembre
dc 1855. (Imprenta de Ignacio Cumplido, México, 1855.)
Apéndice al Diccionario Universal de Historia y Geografía.
Coaut. Manuel Orozco y Berra, México, 1855-1856.
Viajes de orden suprema, por Fidel. Años de 1853, 54 y
55, (Imprenta de Vicente García Torres, México, 1857.)
Discurso pronunciado en San Andrés Tuxtla por el ciuda-
dano Guillermo Prieto, en la solemnidad del 16 de septiembre
de 1858. (Imprenta de Rafael de Zayas, México, 1858.)
Improvisación, que, en celebridad del glorioso grito de in-
dependencia de Dolores, pronunció el ciudadano Guillermo
Prieto la noche del 15 de septiembre de 1859 en la plaza ma-
yor de San Luis Potosí. (G. Dávalos, San Luis Potosí, 1859.)
Lecciones elementales de economía política, dadas en la Es-
cuela de Jurisprudencia de México en el curso de 1871. (Im-
prenta del Gobierno, en Palacio, México, 1871.) Segunda
edición, 1876.

La cuestión de cursantes internos. (Imprenta en la Calle


Cerrada de Santa Teresa, núm. 3, México, 1873.)
Breve estudio sobre la cuestión de huelgas de obreros, leído
en el Colegio de Abogados de México. (Imprenta de la "Revis-
ta Universal", México, 1875.)
Churubusco. Recuerdos de 1847. La madre del recluta. To-
mado del cancionero inédito de Guillermo Prieto. (Imprenta
de la "Revista Universal", México, 1875.)
Romances y Leyendas. Coaut. Juan A. Mateos, México, 1875.
Viaje a los Estados Unidos, por Fidel. Tres vols. (Imprenta
del Comercio, de Dublán y Chávez, México, 1877-1878.)
GUILLERMO PRIETO 49

Discursopronunciadoel 5 de mayode 1879. (Imprenta del


Hospicio, Puebla, 1879.)
Documentos relativos al establecimiento de las Escuelas Nor-
s
male de Profesoresde InstrucciónPrimaria y Secundariadel
Estado de Puebla. (Imprenta del Hospicio, Puebla, 1879.)
s
Composicione leídaspor GuillermoPrieto en el PaseoViejo
de Puebla,y en el seno de la gran Sociedadde Artesanos,cl
5 de mayo de 1880. (Imprenta del Hospicio, Puebla, 1880.)
Breve introducción al estudio de la historia universal. (Tip.
Literaria de F. Mata, México, 1884.)
Leccionesde historia patria escritaspara los alumnos del
ColegioMilitar, por el profesorGuillermo Prieto. (Oficina Tip.
de la Secretaría de Fomento, México, 1886.) Segunda edición,
1890; Tercera edición, 1891. Cuarta edición, 1893. Quinta
edición, Imprenta de la EscuelaCorreccional,México, 1896.
Romancillo de actualidad. (Folleto sin forro, 1887.)
Breve introducción al estudio de la historia universal.Expli-
cacioney ampliaciones
s del textode Mr. Duruy,titulado: His-
toria Antigua. (Tip. Literaria de F. Mata, México,1888.)
Brevesnocionesde economíapolítica, o seanprincipios ele-
mentalesde esta ciencia para los primeros estudiosescolares.
(OficinaTip. de la Secretaríade Fomento,México,1888.)
e
Compendi de historiauniversal,segundaedición.(Tip. c'El
Gran Libro", México, 1888.)
Indicacionesa mis discípulospara susrecuerdosde la época
virreinal, por GuillermoPrieto. 1888 (Imprenta
de Francisco Díaz de León, México, 1888).
Poesíaleída por GuillermoPrieto en la jamaica de Tacubaya
a
dispuest para el socorrode losinundadosde León. (Imprenta
de Díaz de León, México, 1888.)
Memorias de mis tiempos,1828 a 1840. (Librería de la Vda.
de C. Bouret,México, 1906.) Segundaedición,Colec.México
en el Siglo XIX, Editorial Patria, México, 1948.
50 A. CERTZ MANERO

Memorias de mis tiempos, 1840 a 1853. (Librería de la Vda.


de C. Bouret, México, 1906.) Segunda edición, Colec. México
en el Siglo XIX, Editorial Patria, México, 1948. Selecciones de
Memorias de mis tiempos (Fidel), Introducción, selección y
notas de Yolanda Villenave. (Secretaría de Educación Pública,
México, 1944, Biblioteca Enciclopédica Popular, vol. XVIII.)

Los San Lunes de Fidel. (Imp. de M. León Sánchez, Méxi-


Co, 1923.) Los San Lunes de Fidel, Selección y prólogo de Yo-
landa Villenave. (Secretaría de Educación Pública, México,
1948 Biblioteca Enciclopédica Popular, Tercera época, núm.
'
191.)
Ocho días en Puebla. Impresiones Profundas de viaje arqui-
tectónico, sentimental, científico y estrambótico, de Fidel. (Bi-
blioteca aportación histórica, Editor Vargas Rea, México, D.F.,
1944.)

A mi Padre, Monólogo (Verso). (Librería teatral de Juan


Lechuga, México, s.f.)

Patria y honra. Drama en tres actos. (México, sin pie de


imprenta. )

C. CORRESPONDENCIA

Cartas a Manuel Doblado:

Genaro García (Editor), Documentos inéditos o muy raros


para la historia de México, XXVI. (Librería de la Vda. de C.
Bouret, México, 1909.)
Carlos E. Castañeda (Editor), La Guerra de Reforma se-
gún el archivo del general D. Manuel Doblado, 1857-1860
(Editora Lozano, San Antonio, Texas, 1930). Nuevos docu-
mentos inéditos o muy raros para la historia de México, vol.
111.

"Correspondencia a Manuel Doblado, 1861", copias meca-


nografiadas en la Latin American Collection, The University
of Texas Library. Existen también dos tomos correspndientes
a los años 1862-1863.
GUILLERMO PRIETO 51

Cartas a Jesús González Ortega:

Correspondence Of Jesús González Ortega, 1861-1881,


V, copias mecanografiadas, Latin American Collection, The
University Of Texas Library.

Cartas a Juan de la Granja:

Juan de la Granja, epistolario. Con un estudio biográfico


preliminar de Luis Castillo Ledón, y notas de Nereo Rodrí-
guez Barragán (Talleres Gráficos del Museo Nacional de Ar-
queología, Historia y Etnografía, México, D. F., 1937) .

Cartas a Justo Sierra:

Justo Sierra, epistolario y papeles privados, vol. XIV en


Obras Completas del Maestro Justo Sierra (U.N.A.M., México,
1949).

2. IMPRESOS OFICIALES

CAMARA DE DIPUTArx»s

Voto Particular en el dictamen de las Comisiones Primera


y Segunda de Hacienda, a la iniciativa del Ministerio que pide
s autorice al Gobierno para disponer de tres millones de pe-
e
s de la indemnización americana. (Imp. de Cumplido, Mé-
so
Xico, 1850.)
El manifiesto de los comisionados. (Imprenta de Vicente
García Torres, México, 1862.)
Diario de los Debates. (México, 1862-1897.)
Discurso de Guillerrno Prieto en la cuestión del senado. (Im-
prenta de Ignacio Cumplido, México, 1870.)
Reglamentación de las leyes de reforma. Discursos que en la
discusión en lo general y en lo particular pronunciaron los ciu-
dadanos diputados Guillermo Prieto, Justo Mendoza y Emete-
52 A. GERTZ MANERO

rio Robles Gil. (Imprenta de la Revista Universal, México,


1875.)

Discursospronunciadosen la Cámarade Diputados, con mo-


tivo de la discusión dc la deuda inglesa. (Imp. de Francisco
Díaz de León, México, 1884.)

GACETAS OFICIALES

Diario de Gobiernode la RepúblicaMexicana.México, 1835-


1846.

El Constitucional. Periódico oficial de los Estados Unidos


Mexicanos. México, 1852.
Periódico Oficial del Gobierno Constitucional de la Repú-
blica, Chihuahua y Paso del Norte, 1864-1866.
Diario Oficial del GobiernoSupremode la República. Mé-
Xico, 1867-1873.

SECRETARIA DE HACIENDA Y CREDITO PUBLICO

Indicaciones sobre el origen, vicisitudes y estado que guar-


dan actualmente las rentas generales de la Federación Mexi-
cana. Por el ciudadano Guillermo Prieto, diputado al Congre-
so General. (Imp. de Ignacio Cumplido, México, 1850.)
Información que Presentael Secretario de Hacienda sobre
el estado que guarda la deuda extranjera. (Tip. de Vicente
García Torres, México, D. F., 1852.)
Informes leídos en la Cámara de Diputados por el Secreta-
rio de Hacienda, sobre el estado que guarda el Erario Público,
y sobre las últimas operacionespracticadas en la deuda exte-
rior e interior de la República Mexicana. (Imprenta de Igna-
Cio Cumplido, México, 1852.)
Instrucción que deja Guillermo Prieto sobre los negocios
Pendientes en la Secretaría que estuvo a su cargo, a Su sucesor
el Excmo. Sr. Ministro de Hacienda, Lic. D. José María Ur-
quidi. (Imp. de Vicente García Torres, México, 1853.)
GUILLERMO PRIETO

Ioforme con que el Secretario de Hacienda dio cuenta en


junta de señore
s ministros acercadel negociorelativo a la
emisión de bonos d'? Lizardi, e incidente del mismo. (Tip. de
Torres, México, 1855.)
Circular del Miniffro de Hacienda, Guillermo Prieto, a los
Gobernadoresde los Estados. (Imprenta de Vicente García To-
rres, México, 1855.)
Contestación a un cuaderno de D. Víctor Echenique, di-
rigido a la Cámarade Diputados,sobrelos interesesde la casa
e diligencias,que se mandó pasaral archivo. (Alcance al nú-
d
mero 3 738 del Monitor Republicano,noviembre23 de 1857.)
n
Exposició elevadaal SoberanoCongresopor el Administra-
dor General de Correos, C. Guillermo Prieto, con motivo de la
proposició presentad
n a por el diputadoPérezFernández,sobre
n
abolició del franoueoprevio. (Imprenta de Vicente García
Torres, México, 1857.)
Informe de la Administración Generalde Correos,al Excmo.
Sr. Ministro de Hacienda. (Imprenta de Ignacio Çumplido,
México, 1857.)
Algunas ideas sobre organizaciónde la Hacienda Pública
as
basad en el presupuestode 1857,escritaspor Guillermoprie-
to en marzo de 1858. (Imprenta de Vicente García Torres,
México, 1861.)
El Ministerio de Hacienda del 21 de enero al 6 de abril de
.
1861 (Imprentade VicenteGarcíaTorres,México,1862.)
Memoria de Hacienda y Crédito Público correspondienteal
o
cuadragésim quinto año económico.Presentadapor el Secre-
tario de Hacienda al Congresode la Unión. El 16 de septiem-
e de 1870. (Imprenta del Gobierno,"en Palacio, México,
br
1870.)

3. PERIÓDICOS Y REVISTAS

A . PERIODrcos

El Cosmopolita, México, 1835-1843.


54 A. GERTZ MANERO

El sol, México, 1835.


El Siglo XIX, México, 1841-1845, 1848-1858, 1861-1863,
1867-1896.

El Monitor Republicano, México, 1847, 1873-1885.


Los Padres del Agua Fría, México, 1856-1857.
El Mensajero, México, 1871, 1879-1880.
La Libertad, México, 1878-1881.
La Pat,ia, México, 1878-1882.
El Eco de México, México, 1879.
El Foro, México, 1879-1882.
El Republicano, México, 1879-1881.
La Tribuna, México, 1879-1881.

Diario Comercial, México, 1880.


Gaceta del Lunes, México, 1880-1881.

La Razón del Pueblo, Mérida, 1880-1881.

La República, México, 1880-1882, 1885.


El Lunes, México, 1881-1884.
El Diario del Hogar, México, 1882.

El Tiempo, México, 1884, 1890, 1897.


El Universal, México, 1890.

El Popular, México, 1897.

B. REVISTAS Y PERIODICOS DE SEGUNDA IMPORTANCIA

El Mosaico Mexicano, o colección de amenidades curiosas


e instructivas, México, 1836-1842. Guillermo Prieto en vols.
IV, VII.
GUILLERMO PRIETO 55

El Año Nuevo, Presente Amistoso, México, 1837, 1838, 1839.


El Recreo de las Familias, México, 1838.
El Museo Popular, México, 1840.
Museo Teatral, México, 1841-1842. Guillermo Prieto en
vol. l.

Semanario de las Señoritas Mexicanas. Educación científica,


moral y literaria del bello sexo, México, 1841-1842.
El Museo Mexicano, o Miscelánea Pintoresca de amenidades
curiosas e instructivas, México, 1843-1845. Guillermo Prieto en
vols. 1-IV.

El Ateneo Mexicano, México, 1844.


El Gallo Pitagórico, México, 1845.
Don Simplicio, México, 1845-1847.Guillermo Prieto en casi
todos los números.
Revista Científica y Literaria de Méjico, publicada por los
antiguosredactoresdel MuseoMejicano, México, 1845-1846.
América Poética. Colección escogida de composiciones en
verso, escritaspor americanosdel presentesiglo, Valparaíso,
Imprenta del Mercurio, 1846.
El Album Mexicano. Periódico- de literatura, artes y bellas
letras, México, 1849
Biblioteca mexicana Popular y económica. Ciencias; litera-
tura; amenidades. Revista religiosa, política, histórica, litera-
ria, científica, artística, industrial, agrícola, económica, dra-
mática, bibliográfica, judicial, médica, de bellas artes, conoci-
mientos útiles, de viajes, descubrimientos, costumbres, biogra-
fias, másica, baile, dibujo, bordado, jardinería, equitación, mo-
das, amenidades, noticias, etc., México, 1851-1852. Guillermo
Prieto en vol. l.

La Ilustración Mexicana, México, 1851-1854. Guillerrno


Prieto en vol. I.

Las Cosquillas. Periódico retogón, impolítico y de malas cos-


tumbres, México, 1852, 1861. Guillermo Prieto en 1861.
56 A. GERTZ MANERO

Tío Cualandas. Periódico popular. Veracruz, 1860.


La Orquesta. Periódico omniscio, de buen humor y con eS-
lampas, México, 1861-1877. Guillermo Prieto en 1861-1862,
1865, 1867-1868, 1870.
La Chinaca. Periódico escrito única y exclusivamente para
el pueblo, México, 1862-1863.
El Palo de Ciego. Periódico poco político, de costumbres,
literatura, variedades y avisos; con caricaturas, México, 1862-
1863. Guillermo Prieto en vol. I.

El Monqrca. Periódicosoberanoy de origen divino, SanLuis


Potosí, 1863.
La Guirnalda. Periódico de literatura y variedades, Vera-
cruz, 1868.
El Semanario Ilustrado. Enciclopedia de conocimientos úti-
les. publicación adornada con grabados. Comprende Secciones
de ciencias, artes, historia, viajes, costumbres, teatros, educa-
ción, literatura, comercio,modas,México, 1868-1869.Guiller-
mo Prieto en vol. I.

La Vida de México. Periódico de literatura, modas, teatros,


ciencias, artes, etc., México, 1868.
El Renacimiento. Periódico literario, México, 1869, 1894.
Guillermo Prieto en 1869.

El Domingo, México, 1871-1873.Guillermo Prieto en vols.


1, IV.
El Federalista. Edición literaria de los domingos, México,
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Se terminó de imprimir este libro
en los TALLERES GRÁFICOS DE LA
NACIÓN,S. C. DEP. E. Y DER. S., el
día 25 de septiembre de 1967, bajo
la dirección de Marco Antonio
Millán y José Revueltas, Coordina-
dores de la Subsecretaría de Asun-
tos Culturales de la S.E.P. Este
libro consta de 10 000 ejemplares
impresos en papel Tablet de 50
Kg. y de 1 000 en Bond de 70 Kg.
La prtada es obra del grabador
Adolfo Quintero S.
CUADEÊNC.)S OE LECTURA
POPULAR

SEP
SUBSECRETAR\A
DE ASUNTOS CULTURALES

PRECiO $ 1.50 — EDICION DE LUJO $ 2,50

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