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“Antologta del poema en prosa en México, Estudio preliminar, seleccién y notas de Luts Icnacto HELGUERA letras mexicanas FONDO DE CULTURA ECONOMICA Perret As Primera edi, 198, ez 200739 D.R.© 1998, Fonoo 0: CuLruRA Baowtaic, S.A. 8 CV. ‘CarteraPicacho-Ajsco, 27; 14200 Méxice,D. . ISBN 968-16-4110-8 Impeeso en Mésico nie. ESTUDIO PRELIMINAR TL. Poesia ¥ PROSA La cuestién de la poesta y la prosa, de su relaci6n, su destinde, la legitimidad de su oposicién, es una de las més antiguas y eomple- jas. Literalmente lo habfa advertido Etienne Bonnot de Condillac: “La cuestién de la diferenciacién entre la prosa y la poesfa es de las mds complicadas”, y Percy Bysshe Shelley llegs a decir que la distincién entre escritores en prosa y en verso era vulgar. Hablar de poesfa y prosa equivale desde luego a remontarnos a Jas rafces mismas del lenguaje, a los orfgenes del discurso, de la cseritura, del habla y del pensamiento, y si se quiere llegar ain mds lejos, hasta del ser humano como animal que produce poesfa = elizmente para mf, la tarea de este estudio preliminar noes la de adentrarse en tan interesantes, espesos y obscuros bosques de la lingditstiea y 1a fllosoffa del lenguaje, sino tan s6lo desbrosar un poco, muy poco, las cosas para acerearnos al poem en prosa Como {sénero literario y sus expresiones en México. ‘Ya tan sélo eso es arduo, y el campo de accién de las confu- siones no es meramente el de las elevadas esferas te6ricas sino el ids inmediato y profano. Los oficios burocréticos o los editoriales y boletines de la prensa suelen estar escritos en prosa, aunque @ veces su extrafia redacci6n y coja sintaxis haga a uno dudarlo y creer, de algunas muestras, que aspiran al rango de poesia surrea- lista o escritura automética. El lenguaje prosaico es el de todos los dias y el podtico, cosa cexcepcional, crema del lenguaje y la literatura, asunto de poetas, algo a lo que la gente comin y cortiente tiene acceso limitado. Pero, gsiempre fue asf? ZEs ast? ;Y toda la poesta juglaresca, por ‘ejemplo? ‘Tan vieja como el lenguaje es la poesfa, algunos dicen que inclu s0 més vieja que la prosa y, como escribe el sabio profesor Silvestre Lanza recordando la conocida distineién de Paul Valéry entre la prosa como marcha y la poesfa como danza, “si, como afirman tan- % tos investigadores de la literatura, la prosa es un arte posterior all de la poesfa, la literatura sélo aprendié a caminar después de saber bailar”.' Consideran otros, Roman Jakobson u Octavio Paz,? por ejemplo, que todo es poesfa en el lenguaje, cada expresién, cada palabra, cada rafe, cada sflaba. Y se puede por supuesto ir més lejos, hasta el sentido griego de poesta como poiesis, como crea- cin, cualquier acto de ereacién humana, y entonces todo lo que hhacemos es poesfa, y poetas, buenos o malos, somos todos. Este sentido vasto de la palabra ‘“poesfa” se fue estrechando hasta el ‘xtremo y errético que la identifica con el verso, con todo y que ya desde la Poética de Aristételes se establecfa —en pasaje comen- tado por Alfonso Reyes y Octavio Paz— que “nada hay de comin entre Homero y Empédocles, excepto la métrica; por eso habria que llamar poeta al primero y, al segundo, més que poeta, fisidlo- 0”, y que los mimos de Sofrén y Jenarco, y los didlogos de Platén, a pesar de estar escritos en prosa, quedaban més cerca de la poesfa ‘que los versos de Empédocles.* Pocos prejuicios tan arraigados como esta identificacién de la ppoesfa con el verso y de la prosa con el dominio de las diferentes for- ‘mas discursivas, desde el ensayo, el periodismo o la narrativa hasta el oficio burocritico, el documento legal o la receta de cocina; pre- Juicios que derivan en la oposicién radical poesfa-prosa, cuya accién ‘mecénica impide en primera instancia comprender rectamente algo as{ como el poema en prosa. ‘Todos ereemos poder diferenciar la poesta de la prosa, pero con paso menos firme entramos en las arenas movedizas de las defini- ciones y cuando menos lo pensamos, estamos hechos ya un Ifo, en que un conspirador, pero también una clave importante para acla- rarlo, es precisamente el poema en prosa. La dificultad de comprensién de esta forma literaria no queda relegada a las imprentas o las publicaciones literarias donde un ‘poema en prosa sale tercamente quebrado en versiculos, ni al co- restre Lana, “Le vida Iterara", en E! Semanari.Cultarl de Nowdaes, wim. (exio, domingo 10 de mayo de 199, Ato XT, Val. XI. TOctavid Pan, “Palogy”« Potta en mexinient, México, 1915-1966, en Mésio on la lea de Octavio Paz. Generaciones 7 semblancns, Fondo de Cultura Beondmicn, Utes ‘mexicanas: México 1987; eicin do Octavio Pez Ls Matio Schneider p. 156 (vase tambien EL are ya lira de Octavio Ps); Roman Jokebsor, Esai de gui gence, Past, 1963. * Ariatteles, Posin, captul Alfonso Reyes, Eden, Fondo de Cultura Econni- a, Lengua y EtadienLiteraros: México 1983, pp. 26:27; Octavio Paz, Barco la lira, Fenda de Cultura Eondmion, Lengua y sadios tea: Mexico, 1056 y 1967p. 1, 8 rmentario gentil del lector ordinario de qué bonito relato al refe- rirse a un poema en prosa, sino que ha embargado incluso, y con frecuencia, al crtico literario de buen oj. En ese clima de confusién, no es rara la idea de que al poema en prosa lo envuelve un aura de diletantismo literario ni el comen- tario de que fue un htbrido experimental interesante, al que corres- pondié su época, pero ya actualmente superado y que sirve s6lo para preservar la existencia de cierta gente de taller literario que como no sabe escribir poemas ni prosa, pues escribe poemas en prosa. Sélo que esta gente escribe peores “poemas en prosa” —lis consabidas paginitas de diario con mariposas y flores y estrellas y corazones de recado telefénico— que poemas o prosa a secas. Se agotan los estilos, no los géneros literarios. Ahora bien, jel poema en prosa es un género literario o un hfbrido experimental? Bastarfa que el experimento hubiera funcionado, dando paso a un nuevo género literario. Pero el poema en prosa no es un htbrido, ‘como sf lo fue su génesis de prosa artistica romantica de princi- pios y casi mediados del siglo xtx, sino una forma literaria hasta cierto punto auténoma —hasta cierto punto porque finalmente es ‘una posibilidad radical de la poesfa—, ya desde el Gaspard de la nuit. Fantasies a la manidre de Rembrandt et Callot (1842), nico y péstumo libro de un extratio Monsieur tisico, un eurioso adelan- tado que respondia al nombre Aloysius Bertrand (1807-1841). IL, BERTRAND, BAUDELAIRE Y EL ORIGEN DEL POEMA EN PROSA “,Quién de nosotros no sofé en sus dfas de ambicién el milagro de una prosa poética, musical, sin ritmo y sin rima, lo bastante flexible y lo bastante contrastada para adaptarse a los movimien- tos liricos del alma, las ondulaciones de la ensofiacién, los sobre~ saltos de la conciencia?", preguntaba Charles Baudelaire en el prélogo-dedicatoria “A Arsene Houssaye” de Le Spleen de Paris. Petits Podmes en Prose (1869), del que me interesa entresacar estos otros pérrafos: A hojear, por vigésima vez cuando menos, el famoso Gaspard de la ‘Nuit de Aloysius Bertrand (un libro conocido por usted, por mi y por algunos de nuestros amigos, sn tiene todos los derechos de ser lama- do famoso?), me vino la idea de intentar una cosa anéloge, y de aplicar 9 «la deseripein de la vida moderna, o més bien de una vida moderna y nds abstracta, el procedimiento que él aplicé a la pinture de la vida “nligua, tan extralamente pintoresca (...) Pero a decir la verdad por sted, temo que mi celo no te haya dado fortuna. Tan pronto como ccomencé el trabajo, me pereaté de que no solamente quedaba bien lejos de mi misteioso y brillante modelo, sino ademés de que hacta una cosa (si esto puede lamarse una cosa) singularmente distnta, ac~ cidente de que otro se enorgulleceria sin duda, pero que no puede sino humillar profundamente a un espfritu que mira como el més grande hhonor de poeta curplitjustamente lo que proyects hacer.* He lefdo y relefdo muchas veces las Ifneas antes citadas sin, humildemente, quedar de acuerdo con varias cosas que expresa Baudelaire. Me parece, en primer lugar, que el concepto de poema ‘en prosa como balada, como composicién dotada de ritmo, estrofas ‘en prosa y estribillos, que subyace a Gaspard de la nuit no encaja bien en la idea baudelariana de “prosa poética, musical”, “sin rit~ mo” —;es posible algo musical sin ritmo?—. La prueba de esto {quizds esté sencillamente en las maneras casi por completo distin- tas de tratar la poesta en prosa de Le Spleen de Paris y de Gaspard de la nuit. Desde luego, no puede reducirse el asunto a una dife- rencia de atmésferas temdticas —Ia pintura de Rembrandt y Callot, Ja imaginerfa medieval y la vida antigua en Bertrand, Is vida de las grandes ciudades en Baudelaire— y se hace imprescindible la comparacién y la consideracién de dos temperamentos literarios fuertes y singulares —un artesano y vifetista insdlito de la prosa, y de la poesta, pues aquf es lo mismo: Bertrand; y un flanéur, un “afticaIirico y violento de la vida, Ia moral y la sociedad, y uno de Jos fundadores decisivos de la época moderna: Baudelaire—, y que entre ambos libros median 27 afios. Por eso me desconciertan tanto las lineas arrepentidas, autosubestimativas y para mf nada irdnicas, no sé si falsamente modestas, de Baudelsire, declarén- dose incompetente falsificador y adaptador del artista Bertrand. Lo que “proyect6 hacer” Baudelaire con Le Spleen de Paris impor- ta poco junto a lo que hizo y proyect6: nuevos eauces para el poe- ima en prosa, para la poesfa sin mas. La erftica de la vida y la so- * Charles Baulelie, Le Spleen de Paris (1965), en Oeres comple, ibrar Gallimard, Bittiotieque del eode: Parte, Franca, 1954; pp. 281-282, La taduccdn de lo paajes (poe agut se ofrece es del aatdlogn, Hay una version de Marco Antonio Campos: Charles Radclaice Poyuctorperasen prose, Promia Favor, La nave de los locas, im. 97, Mé- soo, 188, 10 ciedad “moderas” corre en los poemas de Baudelaire al ritmo de su critica implicita e la sujecién academicista al verso y las formas rnétricas tradicionales. ‘Acaso lo que produjo la insatisfaccién de Baudelaire respecto de Le Spleen pueda verse como su gran aporte formal. A partir de las breves, concentradas composiciones, instanténeas, visiones noc turmas, roménticas, impresionistas de Bertrand, Baudelaire prac- ticé lo mismo, en Ifnea parecida, el petit podme en prose que el poc~ ma en prosa extenso —“Retrato de amantes”, por ejemplo, pasa de las cuatro cuarillas—, lo mismo el poema que a través de la re- flexién y la critica linda con el ensayo, que el poema que a través de la anéedota linda con el relato,o el poema que a través del tono personal linda con la carta —como “EI tirso”, dedicado y dirigido a Franz . Lo que en Bertrand hay de pintura exquisita, de ccontemplacién misteriosa alerta a todas las sorpresas del dfa como ‘alas ensofiaciones macabras de la noche, lo hay en Baudelaire de critica hicida, violenta, y de reflexién notablemente entreverada con el lirismo. Al plasmar Ia desesperacién de la vieja 2 la que es devuelta con horror por un nifio la ternura que siente por él, al apalear a un limosnero para regresarle su dignidad humana y ser apaleado por él, al estampar un puerto, Baudelaire funde la eritica con el canto, la mirada precursora de la naciente modemidad con tuna forma poética y modema de trabajar la prosa, ciertamente dis- tante de la de Bertrand. [Ni siquiera los milagros surgen de la nada: Ex nihilo nihil. “El milagro de una prosa poética, musical” tiene su genealogfa difuss ‘en una tradieién sobre todo francesa de prosa artstica, sustenta- da.en la depuracién del estilo, la concisién del verbo, el perfeccio- namiento de la forma, la explotacién de imégenes y metforas, el preciosismo. La ascendencia natural del poema en prosa no es menos cierta que su ascendencia “accidental”, 0 sea, las tradueciones en pros de La Biblia, de obras clésicas en verso, lo mismo italianes (Tasso, ‘Ariosto) que inglesas (Milton, Walter Scott, Pope, “Ossian”), que ntieron el requerimiento de dar prioridad al ritmo y a la imagen sobre la métrica y la rima, aprovechando la mayor malesbilidad de Ia prosa. El origen, pues, del poema en prosa hay que rastrearlo en las versiones en prosa de estas obras escritas originalmente en verso, tanto como en la prosa artistica de Les Aventures de Télémaque. Fils d'Ulysses de Frangois Salignac de la Mothe Fénelon (1651- u 1715)- de Jean-Jacques Rousseau (1721-1778) —quien confesa- ba su aspiracién de llegar a ser “poeta en prosa”—,° Evariste- Desiré de Forges, vizconde de Pamy (1753-1814),’ Frangois René de Chateaubriand (1768-1848), Charles Nodier (1780-1844) Pros~ per Merimeé (1803-1870) —La Guzla—, Gérard de Nerval (1808- 1855) —especialmente: Les filles de feu—, Maurice de Guérin (1810-1839)? Téophile Gautier (1811-1872), los hermanos Goun- cort —Edmond (1822-1896) y Jules (1820-1870). Los cauces abiertos por Baudelaire fueron aprovechados y reno- vados en Francia por una larga némina de poetas simbolistas, cubis- tas, surrealistas: el Conde de Lautréamont con Los cantos de Maldo- ror, Rimbaud —quien exhort6 ante el exceso estético de Baudela al “trastocamiento deliberado de los sentidos”, que ensay6 en Las iluminaciones y Una ‘en el infierno—, Catulle Mendes, Stéphane Mallarmé, Paul Verlaine, Jules Renard, Marcel Schwob, Paul Claudel, Paul Valéry, Pierre Lous, Paul Fort, Léon-Paul Far- gue, Max Jacob, Pierre Reverdy, André Breton, Paul Eluard, Jean Cocteau, Saint-John Perse, y més recientemente, Henri Michaux, Francis Ponge, René Char, G6o Norge, Jean L’Anselme, Yves Bon- iguiend a Alber Chere, La proce pee Tena prio de otostabosy de le= janine per lo importane son las eombinaciones de sno; as alterancia de pet Je lange, elementos de miscalidad que acompatan la dulzura de as evolucions, {En era linea ~arplifictndla-— 2e mucte Ia prosa rondntica con Chateuibiand la fabeea™ En el importante libro de Guillermo Dias lj (. 1908), Bl poera en prova en Egan, Bsudio ericoy analog, Faitral Gustavo Gili: Bareloa, 1956; 99. "Sure Pamy csorbiérecientomenteToxé dela Colina en Bl Semanario Cultural de Noredade, Meco, domingo 8 de mar de 1992, p.5 "ET unto pct en prose Stara (821) de Nodierevoca el elima vag e conser te del neo, "Maurice de Guérn mais en 1810 y musis en 1839, hermano de a pois Eugenie ‘Guarn (1005-1848). inel poem en prosa de M, de Guin “El centaur, “e sient plpta Srecre Envque Bier Canad en una excelente antlogi— un mundo mcvo a taves de ‘una evoecign de To antigua” (Errique Diez Cando, la poeta rancesa del romanticism al iperrealamo, Elisa Lesa: Buenos Alves, 14S: p. 81). Por pate, Benjamin Sart, ‘ets notable Encielpeia infra que George San publics exe poems ncnchso en a ‘evista de los don mundo, exci sabe “El cet”: "La vida misteriona de a natoraleza ‘enna aurorny le wauptsidad que experimenta un alma fete yprmita al sumer eo ‘la estan express enna form precisa, lea de vign” (Bena Jars Encielpedia de Telerau reopilada bao la drccin de B. J Eatoea Cental México ao Ip. 201 Nose reat el ao le edn, pr sus mas natin bibliog, puede ner quo se publict«peincipioe de Ios euarerts, quis en 1941) Yq Albert Thibaodet en su lision Historia del eratura francesa (Eitri Load Buenos Aires, 1989; trducciin: Lai Echivarr, despues de mrt la reciente infil 12 Si Francia fue euna y foco de propagacién del poema en prosa, serfa impensable el desarrollo cel mismo sin tomar en cuenta, por ejemplo, su fundacién en Alemania con la obra de Peter Altenberg, (1859-1919); en Inglaterra, a partir del ensayo irénico y # través de Ja obra de Lord Dunsany, Charles Lamb y Oscar Wilde; en Espatia, arafz de Ramén de Campoamor y Gustavo Adolfo Bécquer." IT], BREVE APROXIMACION TEORICA AL. POEMA EN PROSA Los tebricos y estudiosos del poema en prosa, Vista Clayton, Su- zanne Bernard, Guillermo Dfaz Plaja, entre otros, han concluido ‘con raz6n que es muy dificil demarcar los lfmites formales precisos tec ea pes na pos y camo ut en Fo Rimbaud, Latte, Frs, tla Cosena ec Seva caro fess enable n map pti de a cree iompertaca ur meno ln apes da os a omens de es, eT rtetes yl lgees do anges (ster: ene maps an ini casero pian Be tnguon anc plan meme Que IR, oe Setter caver 390) Oca Parka popu una i rate explicaiénlingutien del hecho de que el ocr en poss o¢ hye generado en Frene “una fma que s6lo pao invertase on [Era eng en le que ta pbvcen dc lo acento tne Limite considers ln reure Xn rhmicas del wor Mor” (La hi del lin, De romanticism la sanguardi, Seix ‘Baral Barcelona 1974, p90). TT Puedon enconrare slgnas versiones al espaol de poemas de Alenbex, reside por Jol Pcha en lo vist Pauta, Cuadernos de teria erica mia, NY, CNM, Te Bsn, md 29 (enero de 1989, pp. 60-6, y mim. 90 (abril de 198%, p. 21-28 dtchee Benedikt publics una analog del pooma en poss mundial: The Prove Poem. ‘As Interatona Aniology, A Lael Origa 1. 709% Nueva York, 1976 (00 ees: ‘ones de 20 mores: vata tradactores). Lamenableente,e esd gba woes fe Prtende ser “ls primera antologta que representa el pea en pros alrededor ‘tins reallando "a ubieuiad intemarioaal del pooma‘en prose y no alguna inal {Id”(p 35) poo ielaye das espattes Juan Ramin Tinéoe Luis Cerda) y 11 norte ecleenos, Octavio Pa est epesentade por dos poomes, mien que el propio antlogo ‘Mlamente por 15, De Mexico etn antologados, emda de Octavio Paz Juan Jou Arreola we{S Atte Montenmso —6-—, Jaime Sabines 9, Mareo Antonio Montes de Oca G7 Uldlume Gonsdler de Lebn —17 may breve: or cen, buen ertico de af misma, ‘inure inatsfeca con esos poems, no quso cadets ahora a presente antl: Lntlogla de Benedikt pretend ser amniabarcadora no slo en el espacio sino también tel temp. Entonces, {nde extn Tor, Reyes y Owen, pas slo eta es Iagunas céanicos? No ea todo, En momentos, prece que tenemos en las manos un analogs ‘deeucntos de epigams, de lo que sea menos de poems en pros: "Mi wid con loa” “Baby H. Pde Arla “El eclipse", “Paseos con el poets “Mosca y"Fetliad” —epigrama—de Maotenosn ome sn tavern poemas en pos ts. Po fla la aba marta de eta antolgi Ua familia de eles” de Jules Rend pen tampoco figura en le atclogl—,aducio esplndidamente poe Genaro Esra y Juan Jeo Area eu presortad camo pom enprsaeiginal de Aol 13 Tr del pooma en prosa como género o especie literatia."* Esta indefi- nicién no equivale a que sea un género mixto, ni un htbride de moda literaria, ni imposibilita su identificacién, por ejemplo y como ahora, al emprender una antologfa del mismo." Tampoco autoriza a cemitir clasificaciones tan arbitrarias como las siguientes, de dos poemas en prosa de Jules Renard aparecidos en la Revista Moderna: “‘La lluvia’ artfculo-ensayo; ‘El péndulo’, cuento-novela”."* Y tampoco creo que sea cosa de desesperacién sino al contratio: en eso le va al pocma en prosa mucho de su poder seductor, que, al componerlo, reside en el desaffo de disfrutar de su libertad de redacei6n procurando a la vez el rigor de la factura y la sintesis verbal. E] eriterio de la brevedad, con frecuencia asociado a la definicién del poema en prosa, no deja de ser cuestionable. Por un lado, hay cexcelentes ejemplos de poemas en prosa extensos, como Las eantos de Maldoror de Lautréamont; por otro, abunda la prosa breve que no es poesfa en prosa. Que la concentracién verbal caracteristica del poema en prosa se lleve bien con la brevedad no hace de ésta un re~ uisito irrecusable en su composicién, pues qué tan breve habrfa de ser el poema, de cudntas lineas o palabras?” % Surnne Berl (le Pome en Pre. De Baueaie Jug’ 2 ox Leite Nit, 199) depts dictate on ign faeces 9 females del pens on pro cence gust embargo Tniesont edition acc” (gp 69) (Veo tne: Vint Cyt, The Prose Poon i Feneh Lier of itech Conary, Nova Yor, Pulao othe Intute of French Stace 198) Gare Dit Pj vel dl dine re propen nn dfn os ‘tr amplia ht tipo “Derorimes poem ce pe el tad esas ‘open eamarel line cpr yu extn del pome sass pee Cetimeno private del era” op. 3). Alon Ra Soon Barca da so te ers Univer Ncioal Atm de Mie, Mate Se tary Sr fy, nim 6: Mein, 198, scoped nude pans en Pose cows tela pblena deda woe proce cameron ne POM Y eH "Manin Helper “La gut ttl ate dee ple ae de a ba Lo quan cbr te podem abel pr a soni wt (Et igen de fa or de a) Obes ‘vando tl profcr AE Honnan see plé un einen del pat come gee cdi post coma osc on protien anata poe ts, yl eres, porn ramen gu lo sjoan cones Pern tercepcn los recone meron oan tu he ce cones ays taeda nije Pig yr tra Ged Came baer Vales pri dod yi Inde del “Resa Matera’ Universo Naina hatin de Meso, 16.20. mn Vala, pr empl, urn enn eu on ar el coe publica me ai Uno md ann 1987) gu eluent erie al gue is do vig ipso en nei Ei Canto dae conan de 7 Hae Peres pi nestling uals eos deena 4 Fs natural, por otra parte, que a los autores de poemas en prosa suela molestarles que se considere sus composiciones de este tipo ‘como proses poéticas, pues de aqui a la eonfusién con diferentes clases de prosa narrativa —breve o extensa— hay un paso. Al co- mentario “Hablemos de su prosa poética”, respondié Octavio Paz cen una entrevista: “No me gusta eso de ‘prosa postica’. He escrito prosa y poemas en prosa”." El empleo de recursos poéticos en la prosa no conduce nece- sariamente al poema en prosa, el cual, si lo es de veras, implica una idea estricta de la composicién y de la unidad estética del poe- ‘ma. El Llano en llamas y Pedro Péramo de Juan Rulto, por ejemplo, ‘estén concebidos en una prosa poética a la que, sin embargo, sub- ‘yace una intencién narrativa; podria decirse que al narrar, Rulfo dio ‘con una forma auténticamente pottica de hacerlo, En cierto sentido, la prosa poética es lo contrario del poema en _prosa, pues si la prosa poética es una prosa en la que se recurre a pro- Codimentos podtcos como la imagen, la metfor, la estructura paro- lelfstica, ecétera, en el poema en prosa la poesfa no se introduce en Ja prose como un ingrediente sino que se expresa en prosa, se vuelve pprosa sin dejar de ser poesfa. Al romper con ¢l verso, que puede convertirse en un corral para la intemperie lirica del poems, y fundar- se en el ritmo de la prosa, el poema experimenta una libertad de escritura y de expansién radicales. Entre los géneros literarios existen comunicaciones secretas cuya exploraci6n no tiene por qué anular. Si el poema en prosa surge en cierto modo contra la rigidex de los géneros literaries, parece absurdo imponer una definicién rigida del poema en prosa. TY. CAITERIOS DE ESTA ANTOLOGIA ‘Asumida cabalmente su incapacidad para definir con precisién al ppoema en prosa como género literario, que ademés evoluciona de ‘autor en autor y de poética en poética, le queda a este antélogo su intuicién frégil para seleccionar nombres y poemas en prosa de un vasto y abigarrado paisaje nacional. ™ Octavio Ps, n aetna de Bro Pea, "Pes: itemogcin con mult dl espa, publica en La Jomada,supleento cultural nim. del exatoanivensar, 22 de sotiembre de 198, 15

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