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RIESGO DE UN SOLO ACTIVO

El concepto de riesgo se desarrolla al considerar primero un solo activo


independiente. Revisamos los comportamientos del rendimiento esperado para
evaluar el riesgo y las estadísticas que se usan para medirlo.
Evaluación del riesgo El análisis de sensibilidad y las distribuciones de
probabilidad se usan para evaluar el nivel general de riesgo de un activo
específico.
Análisis de sensibilidad.
El análisis de sensibilidad utiliza varios cálculos del rendimiento posible para
obtener una percepción del grado de variación entre los resultados. Un método
común implica realizar cálculos pesimistas (peores), más probables
(esperados) y optimistas (mejores) de los rendimientos relacionados con un
activo específico. En este caso, el riesgo del activo se puede medir con el
intervalo de los rendimientos. El intervalo se obtiene restando el resultado
pesimista del resultado optimista. Cuanto mayor sea el intervalo, mayor será el
grado de variación, o riesgo, que tiene el activo.

Ejemplo:
Norman Company, una empresa fabricante de equipo de golf por pedido, desea
elegir la mejor de dos inversiones, A y B. Cada una requiere un desembolso
inicial de 10,000 dólares y tiene una tasa de rendimiento anual más probable
del 15 por ciento. La administración ha realizado cálculos pesimistas y
optimistas de los rendimientos relacionados con cada una. La tabla 2 presenta
los tres cálculos para cada activo, junto con su intervalo. El activo A parece ser
menos riesgoso que el activo B; su intervalo del 4 por ciento (17 por ciento - 13
por ciento) es menor que el intervalo del 16 por ciento (23 por ciento - 7 por
ciento) del activo B. El administrador que toma las decisiones tiene aversión al
riesgo y preferirá el activo A en vez del activo B porque el activo A ofrece el
mismo rendimiento más probable que el activo B (15 por ciento) con menor
riesgo (intervalo más pequeño).

Tabla 2. Tasas de rendimiento probables


Aunque el uso del análisis de sensibilidad y del intervalo es en realidad burdo,
proporciona a este administrador una percepción del comportamiento de los
rendimientos que puede usar para calcular el riesgo involucrado.

Distribuciones de probabilidad.
Las distribuciones de probabilidad proporcionan una comprensión más
cuantitativa del riesgo de un activo. La probabilidad de un resultado
determinado es su posibilidad de ocurrir. Se esperaría que un resultado con un
80 por ciento de probabilidad de ocurrir aconteciera 8 de cada 10 veces. Un
resultado con una probabilidad del 100 por ciento es seguro que ocurra. Los
resultados con una probabilidad de cero nunca ocurrirán.

Los cálculos pasados de Norman Company indican que las probabilidades de


los resultados, pesimista, más probable y optimista son del 25, 50 y 25 por
ciento, respectivamente. Observe que la suma de estas probabilidades debe ser
igual al 100 por ciento, es decir, deben basarse en todas las alternativas
consideradas.
Una distribución de probabilidad es un modelo que relaciona las probabilidades
con los resultados asociados. El tipo más sencillo de distribución de
probabilidad es la gráfica de barras, que muestra sólo un número limitado de
coordenadas resultado-probabilidad. La figura 1 muestra las gráficas de barras
de los activos A y B de Norman Company. Aunque ambos activos tienen el
mismo rendimiento más probable, el intervalo del rendimiento es mucho mayor,
o más disperso, para el activo B que para el activo A: 16 por ciento frente al 4
por ciento. Si conocemos todos los resultados posibles y las probabilidades
relacionadas, podemos desarrollar una distribución de probabilidad continua.
Este tipo de distribución puede ser visto como una gráfica de barras para un
gran número de resultados. Obviamente, el activo B es mucho más riesgoso
que el activo A.

Figura 1. Grafica de barras de los activos A y B


Medición del riesgo. Además de considerar su intervalo, el riesgo de un
activo puede medirse cuantitativamente mediante estadísticas. Aquí
consideramos dos estadísticas, la desviación estándar y el coeficiente de
variación, que se usan para medir el grado de variación de los rendimientos de
activos.
El valor esperado de un rendimiento. Es el rendimiento más probable de un
activo. Se calcula de la manera siguiente:

ꝁ=∑ Kj∗PrJ (2)


Donde:
ꝁ = valor esperado de rendimiento
Kj= rendimiento del j-ésimo resultado
Prj= probabilidad de que ocurra el resultado j-ésimo

Tabla 3. Probabilidad y rendimientos esperados

La fórmula para calcular el valor esperado del rendimiento, cuando se


conocen todos los resultados, kj, y se asume que sus probabilidades
relacionadas son iguales, es un simple promedio aritmético:

∑ Kj
ꝁ= (3)
n

ꝁ= valor esperado de rendimiento


Kj= rendimiento del j-ésimo resultado
n=número de resultados considerados

Desviación estándar. El indicador estadístico más común del riesgo de un


activo es la desviación estándar, que mide la dispersión alrededor del valor
esperado.

La expresión para calcular la desviación estándar de rendimientos, es

(4)

Tabla 4. Desviación estándar

Rendimientos históricos y riesgo. Ahora podemos usar la desviación


estándar como una medida de riesgo para evaluar los datos de los
rendimientos históricos de inversiones

(5)

Coeficiente de variación. El coeficiente de variación, CV, es una medida


de dispersión relativa que es útil para comparar los riesgos de los activos con
diferentes rendimientos esperados. La ecuación proporciona la expresión para
calcular el coeficiente de variación:

(6)

Cuando las desviaciones estándar (de la tabla 4) y los rendimientos esperados


(de la tabla 3) de los activos A y B se sustituyen en la ecuación 6, los
coeficientes de variación de A y B son 0.094 (1.41 por ciento/15 por ciento) y
0.377 (5.66 por ciento/15 por ciento), respectivamente. El activo B tiene el
coeficiente de variación más alto y es, por lo tanto, más riesgoso que el activo
A, lo que ya sabíamos por la desviación estándar (puesto que los dos activos
tienen el mismo rendimiento esperado, el coeficiente de variación no
proporcionó ninguna información nueva).
La utilidad real del coeficiente de variación consiste en comparar los riesgos
de los activos que tienen diferentes rendimientos esperados.

Cuanto mayor es el coeficiente de variación, mayor es el riesgo y, por lo tanto,


mayor es el rendimiento esperado. Esta relación se observa al comparar los
coeficientes de variación de la columna 3 de la tabla 5, la cual muestra los
datos históricos de las inversiones de 1926-2003, con los rendimientos
anuales promedio en la columna 1. Del mismo modo que con las desviaciones
estándar de la columna 2, los rendimientos mayores se relacionan con los
coeficientes de variación más altos.

Tabla 5. Rendimientos, desviación estándar y coeficiente de variación


Ejemplo:
Una empresa desea seleccionar la menos riesgosa de dos alternativas de
activos, C y D. El rendimiento esperado, la desviación estándar y el coeficiente
de variación de los rendimientos de cada uno de estos activos son

Tabla 6. Coeficiente de variación

Si consideramos sólo las desviaciones estándar, la empresa preferiría el activo


C, que tiene una desviación estándar menor que el activo D (9 por ciento
frente a 10 por ciento). Sin embargo, la administración cometería un grave
error si eligiera el activo C en vez del activo D porque la dispersión, es decir, el
riesgo del activo, según lo refleja su coeficiente de variación, es menor para D
(0.50) que para C (0.75). Es evidente que es eficaz usar el coeficiente de
variación para comparar el riesgo del activo porque también considera el
tamaño relativo, o rendimiento esperado, de los activos.

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