FORO DERECHOS HUMANO-TEMA 1

Asimilada como una entidad normativa, la dignidad humana puede abordarse

desde dos perspectivas: desde su objeto de protección o desde su
funcionalidad normativa.

En cuanto a su objeto concreto de protección, la dignidad humana puede

entenderse como:

 La autonomía del ser humano para elaborar un plan de vida y las

características en que éste se va a desarrollar, es decir, “vivir como
quiera”

 El conseguir ciertas condiciones materiales que mejoren su existencia o

simplemente el denominado “vivir bien”; y,

 La intangibilidad de bienes patrimoniales, tales como la integridad física

e integridad moral (vivir sin humillaciones)

Desde el punto de vista de su funcionalidad normativa, la dignidad humana

es:

 Reconocida como uno de los valores fundamentales para el surgimiento

del ordenamiento jurídico, y por ende del Estado.

 Un principio constitucional.

 Un derecho fundamental autónomo.

Por otro lado, la dignidad humana tiene elementos subjetivos, que se resumen
en la idea de que la realización de ciertas condiciones de vida permite alcanzar
la felicidad individual, es decir, están relacionados con las convicciones
personales del individuo, y, también tienen elementos objetivos, vinculados a
las condiciones individuales que dispone la persona para conseguirla.

En relación a la naturaleza jurídica de la dignidad humana, es necesario

indicar que su entendimiento adquiere relevancia al observarse una estrecha
relación entre la prestación eficiente e ininterrumpida de servicios públicos, el
Estado social de derechos y la eficacia de los derechos fundamentales; en esta
medida, dicha importancia se manifiesta al comprender que en un caso
concreto, la dignidad humana puede considerarse como fundamento de
derechos, o como entidad normativa, o como derecho fundamental o como
principio constitucional, es decir, su entendimiento no proviene de una
definición única y se reconoce la riqueza tanto conceptual como funcional de
la dignidad humana como concepto normativo.

Al abordar a la dignidad humana desde su objeto de protección,

necesariamente se habla de resguardar la integridad física y moral de la
persona, que implica la intangibilidad del cuerpo y del espíritu, es decir, el ser
humano no puede ser sometido a tratos crueles o degradantes o a hechos o
actuaciones que atenten contra su honra, puesto que, por su condición
intrínseca, el ser humano tiene derecho al respeto de su dignidad, y es
justamente ese derecho, el que el Estado tiene la obligación de tutelar, no solo
reconociéndolo en normas positivas sino respetándolo en todas sus
actuaciones.

La dignidad humana constituye el pilar fundamental de la gama de derechos

que le son atribuibles al ser humano, es decir, es por considerase a esta como
intrínseca al ser humano que la persona es sujeto de derechos. Su
importancia radica no solo en cuanto a su capacidad de diseñar su plan de
vida, o a conseguir bienes para procurarse una vida cómoda o al respecto de
su integridad física y moral, sino que la dignidad es el valor fundacional del
ordenamiento jurídico y razón de ser del Estado social de derecho, pues este
tiene por finalidad la realización de la persona en sociedad, misma que es
posible únicamente cuando el ser humano está en pleno goce de sus derechos,
reconoce el derecho de terceros y el Estado es eficiente en el respeto a ellos.