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El libro Formulare gestalten y su edición en inglés, The Form

Book (Libro de formularios), fueron creados gracias al interés


del diseñador/autor Borries Schwesinger (1978).
En los genes
Borries es el único hijo de dos
diseñadores gráficos. Participó en un
concurso de diseño gráfico de su
ciudad (que ganó) y con 21 años
solicitó plaza en un curso de diseño
gráfico en Berlín y otro en Potsdam.
Ruido de fondo.
"No podría citar a ningún ídolo del diseño". Sin embargo, los
impresionistas tardíos le impresionan. Hojea revistas de
diseño y visita galerías y exposiciones, pero lo ve más como
investigación que como inspiración, pero casi nunca veo
algo que quiera repetir. De todas formas, en general, sería
inapropiado hacerlo.
Diseño de información

Es sinónimo de trabajo diseñado para


transmitir conocimientos prácticos y
útiles, de modo que los sistemas de
señalización, los horarios y las
representaciones esquemáticas de
todo tipo entran en esta categoría.
Una tarde, Borries estaba
sentado en la cocina de su novia
pensando en posibles temas
para su tesis cuando vio un
cuaderno de notas para anotar
mensajes telefónicos.
Primeras ideas de diseño

"No suelo utilizar cuadernos de


bocetos -afirma Borries-. Mis
garabatos no suelen ser muy
sofisticados. No nos enseñan a
hacerlo así en Alemania
formularios. Parecía una
solución racional:
Borries investigó
formularios tanto
antiguos como
actuales, citando
una carta de
indulgencia del siglo
xv como uno de los
primeros ejemplos
El libro Formulare gestalten y su edición en inglés, The
Form Book (Libro de formularios), fueron creados
gracias al interés del diseñador/autor Borries
Schwesinger (1978) por uno de los resultados más
humildes del diseño gráfico: el formulario. El libro
original empezó siendo su tesis universitaria, y una
posterior edición inglesa donde se examinan una amplia
serie de documentos que tienen una cosa en común:
todos han sido diseñados para ser rellenados.

El diseño de información sigue resultando atractivo para


muchos diseñadores, al combinar el pensamiento
sistemático con una estética necesariamente mínima.
Las autoras estaban intrigadas, en parte por el tema
poco habitual del libro y en parte también porque era un
proyecto promovido y escrito por la misma persona. La
tesis de Borries fue publicada inicialmente por un editor
alemán, y después por una editorial británica.
El diseño de formularios es un apartado en la práctica
del diseño gráfico que es fácil de rechazar por árido.
Embarcarse en la investigación académica en este
campo requiere autodisciplina, escrutinio y rigor.
Además, hay que tener el don de saber convencer a un
editor de que las conclusiones resultarán en un libro
atractivo y sofisticado visualmente.

Atado al escritorio
Borries se pasó los años que duró la enseñanza
secundaria deseando ser arquitecto. Después de
pensarlo mejor, sus intereses lo llevaron hacia el campo
del urbanismo. Borries reconsideró su decisión al
temer estar siempre atado a su escritorio. Sonríe
irónicamente al darse cuenta de que su trabajo como
diseñador gráfico también es sedentario.
En los genes
Borries es el único hijo de dos diseñadores gráficos.
Participó en un concurso de diseño gráfico de su ciudad
(que ganó) y con 21 años solicitó plaza en un curso de
diseño gráfico en Berlín y otro en Potsdam.

En 2004, cuando todavía estaba en la facultad, empezó


a colaborar con dos compañeros, con quienes montó un
pequeño estudio en Berlín llamado Form Dusche.
Entre sus proyectos, figuraban trabajos corporativos y
de identidad, así como proyectos en los sectores
cultural, educativo y científico. Cuando era estudiante,
Borries también tuvo alguna experiencia laboral en
Milán. A los dieciocho meses de haber terminado sus
estudios, decidió volver a trabajar en el extranjero, esta
vez en Reino Unido para mejorar su inglés y aprender
más sobre los británicos y sus sensibilidades en diseño.

¿Está Dios en los detalles?


La filosofía del diseño de Borries se basa en la creencia
de que el resultado crece a partir del contenido. Borries
se centra en todos los detalles: las consideraciones
estructurales de formato, trama, jerarquía, tipos y
espaciado, y también en lo que podrían parecer
minucias del diseño, como el interletrado (el kerning y el
tracking) y los finales de línea.

Ruido de fondo.
"No podría citar a ningún ídolo del diseño". Sin embargo,
los impresionistas tardíos le gustan. Admite que hojea
revistas de diseño y visita galerías y exposiciones, pero
lo ve más como investigación que como inspiración,
pero casi nunca ve algo que quiera repetir. De todas
formas, en general, sería inapropiado hacerlo.

Diseño de información
A Borries no le gusta que lo definan como un "diseñador
de información'', y es comprensible, porque se ha
convertido en un término sobreutilizado y mal definido.
Por una parte, es sinónimo de trabajo diseñado para
transmitir conocimientos prácticos y útiles, de modo que
los sistemas de señalización, los horarios y las
representaciones esquemáticas de todo tipo entran en
esta categoría.
Una tarde, Borries estaba sentado en la cocina de su
novia en Zúrich pensando en posibles temas para su
tesis cuando vio un cuaderno de notas para anotar
mensajes telefónicos. Borries quedó hechizado por su
diseño ligero (el reloj sin manillas esperando ser
rellenado, las instrucciones en alemán y en francés, la
longitud de las líneas de rayas). Al mirarlo más
detenidamente, Borries empezó a preguntarse si su
tesis podría investigar este y otros artículos efímeros,
funcionales pero también estéticos.
Borries investigó formularios tanto antiguos como
actuales, citando una carta de indulgencia del siglo xv
como uno de los primeros ejemplos (las indulgencias
eran concedidas por la Iglesia medieval como remisión
de los pecados, y consistían en un documento
preimpreso con un espacio vacío para ser rellenado con
el nombre del comprador).
Para los ejemplos modernos, Borries pidió a veinticinco
diseñadores actuales que le prestaran sus diseños para
analizarlos e incluirlos en su tesis. Borries estaba
interesado en incluir la máxima variedad de ejemplos
posible, considerando que formulario era todo aquello
que incluye una parte por rellenar a mano o a máquina,
sobre papel o en una pantalla.
Pidió no sólo formularios de negocios y administrativos,
sino también respuestas postales a envíos, tiques,
cuestionarios, certificados, etc.

La versión británica requería más investigación para que


el libro resultara atrayente para los americanos, los
australianos y otros lectores anglófonos. Ambos libros
incluyen más de 300 ejemplos contemporáneos e
históricos.
La tesis.
Es poco habitual que una tesis escrita y diseñada por un
estudiante se publique comercialmente casi sin editar.

Los profesores de Borries acogieron la propuesta con


entusiasmo, pero no eran expertos en esta materia.
Aunque les hizo partícipes de sus progresos unas cinco
o seis veces, básicamente fue un proyecto autodirigido.
Borries empezó a agrupar su investigación en diferentes
apartados, imaginó el resultado como un libro ilustrado y
decidió que aquella era sin duda la solución más
acertada y eficiente.

Muchos diseñadores de grandes proyectos editoriales


empiezan haciendo el borrador de una maqueta porque
es una valiosa manera de visualizar la totalidad de la
publicación y de controlar el material que podría resultar
amorfo y difícil de manejar. Las indicaciones pueden ser
simples como recuadros con una cruz para representar
las imágenes y conjuntos de líneas para representar el
texto.
Se pasó dos días elaborando en su mesa de trabajo, y
"representé en garabatos todo el libro.

Escribir y diseñar
Incluso para un autor/diseñador experimentado, la
magnitud y el potencial de un proyecto de libro son
enormes. Quizás éste sea el motivo por el que muchos
diseñadores gráficos veneran los libros, porque les
ofrecen la oportunidad de ser inmortales.
Borries tuvo dificultades a la hora de elegir el formato de
su libro. Sabía que el formato A4 era la opción evidente,
porque muchos formularios son de este tamaño, pero no
era lo ideal: "No es un formato muy atractivo. Sabía que
no podía mostrar los ejemplos a tamaño real, porque
eran muy grandes y voluminosos, y que las
proporciones no eran adecuadas, pero por otro lado es
un libro sobre diseño de formularios, de modo que el A4
era el formato adecuado".

Primeras ideas de diseño


Se puede afirmar que los diseñadores gráficos parecen
dividirse en dos categorías: los que hacen listas, que
utilizan unos cuadernos generalmente sin pautar, y los
que coleccionan los restos de su inspiración en unos
cuadernos de bocetos llenos a rebosar. Los diseñadores
que escriben suelen entrar en la primera categoría. "No
suelo utilizar cuadernos de bocetos -afirma Borries-. Mis
garabatos no suelen ser muy sofisticados. No nos
enseñan a hacerlo así en Alemania formularios.

Desarrollo del diseño


Borries decidió reflejar los formularios de un modo más
sutil en su diseño. Utilizó la fuente FF Letter Gothi para
los títulos, combinada con un verde bastante insípido
utilizado en los formularios fiscales alemanes. Su
intención fue dar al libro "una especie de estética
antiestética", en un intento de mostrar la belleza en lo
cotidiano. Utilizó la fuente Dolly para el texto elegida por
su legibilidad, novedad y toque humano.

Borries rastreo bibliotecas, archivos e Internet buscando


imágenes de referencia, Borries fotografió algún
material, otros artículos fueron escaneados y tuvo la
suerte de disponer de algunas imágenes en formato
digital. Algunas de las imágenes tuvieron que ser
retocadas para borrar el nombre de las personas u otros
datos personales.

Los aspirantes a autores suelen enviar propuestas a los


editores, que incluyen detalles biográficos, una breve
sinopsis del libro y una lista de posibles títulos de los
capítulos con indicaciones sobre el contenido. Sin
embargo, el contrato de edición de Borries fue poco
habitual porque su libro ya existía en forma de tesis, de
modo que no era necesario hacer una propuesta
convencional. En lugar de eso, los editores repasaron a
fondo la tesis subrayando los cambios necesarios para
publicarla como un libro viable comercialmente.

Le pidieron que desarrollara una nueva cubierta más


contundente, porque consideraban que la cubierta
compuesta sólo con texto de su tesis, era demasiado
sutil para llamar la atención de los compradores en el
competitivo entorno de una librería. "Era evidente que la
cubierta de la tesis no podría ser la cubierta del libro.
Nadie lo habría comprado o al menos, no la gente
suficiente."

Realizó varios garabatos y pruebas iniciales. Aunque


logró que quedara más llamativo que el diseño de la
cubierta de su tesis original, no quedó del todo
satisfecho porque le parecieron unas soluciones poco
inspiradas y poco elegantes.

Cubierta ​-
Todas las editoriales prestan una atención especial al
diseño de las cubiertas. En el libro, éstas se consideran
como el equivalente a un imán, diseñado para resultar
irresistible para el lector interesado. Generalmente, los
diseñadores sólo presentan un concepto global para el
interior del libro, mientras que hacen tres o más
propuestas de cubierta. No fue hasta que el libro estuvo
a punto de ir a imprenta cuando dio con la solución
correcta: De pronto, me vinieron las rayas a la cabeza,
así como la idea del adhesivo, que parece un recibo de
caja puesto en la esquina de la cubierta.
Borries tuvo que reescribir de forma considerable su
estudio académico para convertirlo en un libro accesible
que interesara a un gran número de lectores de libros de
diseño.

Borries cuido con mucho detalle todos los aspectos de


la producción de su libro. "Pasó mucho tiempo buscando
un buen papel para el libro, por ejemplo, que fuera
adecuado para la lectura, con un tacto apropiado que
encajará con el tema. Tenía que tener cierta aspereza,
porque la mayoría de los papeles de libro son
demasiado bonitos y tenía que quedar utilitario." Borries
eligió un papel blanco de 130 g/m' para el cuerpo
principal del libro. Era un papel menos comprimido que
otros papeles del mismo gramaje y le daba un buen
grosor. El papel era caro, pero a los editores de Borries
les gustaba porque tenía unas buenas referencias
medioambientales.

Borries cree que el cuidado y la atención prestados a los


detalles es lo que puede convertir un encargo en
realmente especial. Al lector, estos detalles pueden
pasar desapercibidos, pero Borries está seguro de que
nota el amor que se ha depositado en el proyecto y, por
tanto, valora el resultado más plenamente.

Borries se sintió afortunado de haber podido contar con


la mirada fresca de su padre diseñador, que le ayudó a
comprobar las líneas viudas, las huérfanas y las
particiones de palabra poco elegantes que podrían
alterar la fácil lectura del texto. Las líneas viudas y
huérfanas son líneas sueltas al principio o al final de un
párrafo que quedan solas al principio o al final de una
columna. Las viudas también son palabras sueltas que
forman la última línea de un párrafo.
Borries tuvo que hacer frente a la abrumadora tarea de
buscar las autorizaciones legales y los archivos de
imágenes en alta resolución para el libro, tarea que no
había sido necesaria para su tesis. Algunas de las
fotografías utilizadas en un principio fueron imposibles
de encontrar en una calidad suficientemente buena para
reproducirlas, de modo que tuvo que encontrar
ilustraciones alternativas.

El coste de la producción
Aunque es un negocio rentable, la edición conlleva
ciertos riesgos económicos. En realidad, los libros que
triunfan sirven para financiar muchos otros menos
lucrativos. Los honorarios del autor y del diseñador se
pagan mucho antes de realizar las ventas, y lo mismo
pasa con las facturas de la impresión y la producción.
Una forma de reducir estos costes para las editoriales
es tener una participación en las imprentas que
imprimen sus libros, y otra es subcontratar la producción
a otras partes del mundo más económicas.
Borries se sintió privilegiado de poder publicar primero
en Alemania, porque los libros más caros, dirigidos a un
número de lectores más reducido y selecto, son
habituales en ese país. "A las editoriales no les
preocupa que sus libros sean más caros que la mayoría,
porque la gente los compra."

Formulare gestalten ha ganado cinco premios


internacionales, incluidos el TDC New York Award for
Typographic Excellence 2008 y el Tokyo TDC Book
Design Prize 2008.
Edición conjunta - Es habitual que los libros de arte y de
diseño se publiquen en más de un idioma, ya sea
simultáneamente o después de la primera publicación. A
menudo, se vuelve a imprimir el libro original con el
nombre de la nueva editorial y el texto traducido en lugar
del texto original, pero con el mismo diseño. Formulare
gestalten tardó dos años en llegar a las tiendas en
versión inglesa. Al principio, Borries revisó el texto,
añadiendo nuevos estudios de casos para adaptarlo
mejor a un público de habla inglesa, y
luego rediseñó las páginas para que el nuevo texto
quedará bien. "Estaba entusiasmado con el hecho de
tener una edición inglesa, pero naturalmente fue duro
volver a trabajar sobre lo mismo, sobre todo porque era
la tercera vez.
The Form Book se vende aproximadamente a dos
tercios del precio de la versión en alemán, con lo cual
resulta accesible a un público más amplio, aunque su
coste de producción es menor.

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