Está en la página 1de 3

PRAGMATISMO Y PROGRESISMO EDUCATIVO: MONTESSORI

Nacida el 31 de agosto de 1870 en Chiaravelle (Roma), fue la primera mujer en Italia que se
doctoró en ciencias naturales y medicina por la Universidad de Roma. Poco después fue
elegida para representar a su país en dos conferencias internacionales de mujeres, en Berlín y
en Londres. A través de su práctica profesional llegó a la conclusión de que los niños «se
construyen a sí mismos» a partir de elementos del ambiente y, para comprobarlo, volvió a las
aulas universitarias a estudiar psicología. Cuando tenía dieciocho años, en el Congreso
Pedagógico de Turín, presentó un modelo pedagógico con un plan para la educación de niños
deficientes, que incluía la creación de escuelas especiales. Montessori vio la necesidad de
ayudar a estos niños deficientes fuera del marco estrictamente médico o terapéutico. Intentó,
pues, hacer una orientación psicopedagógica de estos alumnos. Entre 1899 y 1900 dirigió la
Scuola Magistrale Ortofrenica, donde se recogían niños que los maestros de las escuelas
ordinarias consideraban ineducables a causa de su deficiencia mental. En esta escuela aplicó el
material de los doctores Itard y Séguin, que conocía gracias a sus estudios en Inglaterra y
Francia. Es entonces cuando empezó a darle una crucial importancia al material.

La premisa de que los niños son sus propios maestros y que para aprender necesitan libertad y
multiplicidad de opciones entre las cuales escoger, inspiró a Maria Montessori en todas sus
batallas por reformar la metodología y la psicología de la educación. Su método se difundió
muy rápidamente por Italia y el extranjero. Incluso en Estados Unidos tuvo a partir de 1911
una enorme importancia, donde se crearon escuelas montessorianas y en las que, tal y como
ella las concibió, destaca la participación y el compromiso de los padres. Con el fascismo
italiano se prohibió la pedagogía montessoriana, con lo que la doctora Montessori abandonó
su país y residió largas temporadas en Barcelona, concretamente durante la Segunda
República (de ahí la enorme importancia que tiene su método en Cataluña). Durante su
estancia en Barcelona, contactó con Joan Palau, que fue el gran divulgador de su método. Con
el inicio de la Guerra Civil Española (1936) se marchó a Holanda, donde falleció en 1952 pero
su pensamiento sigue vivo en las muchas instituciones educativas que en diversos países del
mundo aplican su método.

Ideas generales sobre educación, aportaciones metodológicas y realizaciones prácticas

El Método de la Pedagogía Científica Al método Montessori también se le denomina Método


de la Pedagogía Científica por el camino y el método que inicia, no por el más o menos
riguroso contenido científico que ofrece. Inducir de la observación y la experimentación, del
ambiente cuidado y de los estímulos seleccionados, pero libremente ofrecidos, he aquí lo
científico. Así mismo esa observación y experimentación en la que pretendía educar
Montessori, también era la base o las premisas de trabajo del docente.

El Método de la Pedagogía Científica o experimental se basa en:

• Preparar al niño para la vida, para enfrentarse al ambiente.


• Facilitar un ambiente agradable a los niños en el aula.
• No interferir en los esfuerzos del niño, en su propio aprendizaje.
• Proporcionar unos materiales sensoriales que ejerciten los sentidos (tacto, olor, sabor,
etc.) y desarrollen la voluntad.

El objetivo principal del método Montessori es que el niño desarrolle al máximo sus
posibilidades dentro de un ambiente estructurado que le resulte atractivo y motivador.
Standing adapta y resume en doce puntos los aspectos principales del Método de la Pedagogía
Científica:

1. Está basado en años de paciente observación de la naturaleza del niño.

2. Ha demostrado tener una aplicación universal en los niños de casi cualquier país civilizado.

3. Ha revelado al niño pequeño como un amante del trabajo, del trabajo intelectual, escogido
espontáneamente y llevado a cabo con una profunda alegría.

4. Está basado en la necesidad imperiosa del niño de aprender haciendo. En cada etapa del
crecimiento mental del niño se proporcionan ocupaciones correspondientes gracias a las
cuales desarrolla sus facultades.

5. Si bien ofrece al niño un máximo de espontaneidad, lo capacita para que alcance el mismo
nivel o incluso uno superior de logro escolar que bajo los sistemas antiguos.

6. Aunque prescinde de la necesidad de coacción mediante recompensas y castigos, logra un


gran nivel de disciplina. Se trata de una disciplina que tiene su origen dentro del niño, no es
impuesta.

7. Está basado en un profundo respeto por la personalidad del niño y le quita la influencia
preponderante del adulto, dejándole espacio para crecer en una independencia biológica. Se
permite al niño un amplio margen de libertad (no licencia) que constituye la base de la
disciplina real.

8. Permite al maestro tratar con cada niño individualmente en cada materia, y así le guía de
acuerdo con sus necesidades individuales.

9. Respeta el ritmo interno del alma del niño. De aquí que el niño rápido no se vea retenido
por el lento, ni éste, al tratar de alcanzar al primero, se vea obligado a dar tumbos sin
esperanza para salir de su profundidad..

10. Prescinde del espíritu de competencia y de su tren de resultados perniciosos.

11. Siendo que el niño trabaja partiendo de su libre elección, sin competencia ni coerción, está
libre del daño de un exceso de tensión, de sentimientos de inferioridad y de otras experiencias
que son capaces de ser la causa inconsciente de desórdenes mentales profundos más adelante
en su vida.

12. Finalmente, el método Montessori desarrolla la totalidad de la personalidad del niño, no


sólo sus facultades intelectuales sino también sus poderes de deliberación, iniciativa y elección
independiente, junto con sus complementos emocionales. Al vivir como un miembro libre de
una comunidad social real, el niño se adiestra en esas cualidades sociales fundamentales que
constituyen la base para la buena ciudadanía.
Mentalidad Progresista

Montessori fue, en todos los sentidos, una persona avanzada a su tiempo: una feminista
convencida, de personalidad fuerte, de mentalidad progresista y acciones consecuentes con su
forma de pensar. Se avanzó a su tiempo y desarrolló una propuesta pedagógicamente bien
diseñada y congruente con su pensamiento. Ha pasado ya un siglo desde las primeras
aportaciones de Montessori. En este momento, y a las puertas de un nuevo milenio,
destacamos la calidad, el rigor y la innovación que supone la aportación de Montessori.

En este sentido, el diálogo y las reuniones frecuentes con los padres han de servir para
establecer unos patrones educativos comunes y para tener un conocimiento más pertinente y
profundo de los niños y niñas. La doctora Montessori soñó con que su método se adaptase a
los tiempos y las realidades cambiantes, se extrapolase o se extendiese a la escuela primaria y
beneficiase a todos los niños, enfermos o sanos, pobres o ricos. Ninguno de estos tres deseos
se ha cumplido. Su método no sólo no ha evolucionado, sino que ha sido desnaturalizado.
Tampoco se ha extendido a las escuelas elementales por varios motivos: en primer lugar, por
el alto coste que representa; en segundo lugar, por su desviación religiosa (la escuela pública
laica no comparte el sesgo catolicista de su propuesta y por ello ni siquiera se ha extendido
mucho en la etapa infantil); y, en tercer lugar, en el momento que surgió la propuesta se
valoró como excesivamente laxa en un contexto escolar tradicional, y después, con los
movimientos de renovación pedagógica surgidos después de mayo del 68 y presentes a lo
largo de los setenta, se considera la propuesta montessoriana demasiado dirigida, en
oposición con el activismo y la libertad propuesta por estos movimientos.

Nos quedamos con su herencia, el hombre y mujer nuevos con los que ella soñaba en una
sociedad sin muros ni barreras.

También podría gustarte