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CUIDADO DE LA SALUD MENTAL EN SITUACIONES DE RIESGO

Tema 1. ¿Qué pasa en mi mente cuando hay estrés por trauma o situaciones
de emergencia?
Al terminar el módulo, se espera que logres: Identificar los factores de riesgo y las
conductas que detonan, para disminuir el impacto en la salud mental.
Lee con atención la siguiente afirmación y selecciona si es verdadera o falsa.
La “Mente” y el “Cerebro” son independientes y llevan a cabo funciones diferentes.
El cerebro y la mente.
Todas las experiencias que vivimos son producto de nuestra mente; al decir mente
nos estamos refiriendo al conjunto de funciones articuladas y jerárquicas que
ocurren dentro del sistema nervioso central, pero particularmente en el cerebro.
Pero entonces, ¿qué es cerebro y qué es mente?

El cerebro es el centro biológico de las experiencias de nuestra mente. Este


órgano recibe los estímulos del interior y del exterior de nuestro cuerpo, los integra
unos con otros y nos permite sentir en este momento la luz de la pantalla, la
dureza de nuestro asiento y la posición de nuestras extremidades, sin embargo
también nos permite eliminar esas sensaciones para ejercer funciones superiores
que darán origen al conocimiento que estamos por lograr
Como parte del Sistema Nervioso Central, el cerebro recibe información, la
interpreta y decide la respuesta y al hacerlo funciona como una computadora. Si
recibe imágenes ligeramente diferentes de un objeto en los dos ojos, calcula las
diferencias e infiere que tan lejos debe estar ese objeto para proyectar esa
diferencia.
El cerebro también hace los cálculos necesarios para producir el movimiento. Por
ejemplo, ¿cómo se hacen los cálculos para arrugar una bola de papel y lanzarla al
cesto de basura? Primero, cada neurona se conecta con miles de otras neuronas
que se disponen en redes al interconectarse unas con otras.
Con alrededor de 30 mil millones de neuronas, cada una con 10,000 contactos
sobre otras neuronas, terminaríamos con alrededor de 300 millones de millones de
conexiones sinápticas corticales. Un pedazo de cerebro del tamaño de un grano
de arena contiene 10,000 neuronas y mil millones de sinapsis activas.
Mente
Al llamarla mente, entendemos esta como el conjunto de actividades y procesos
conscientes e inconscientes, cognitivos, afectivos, conductuales tal y como
aparecen en la experiencia de cada uno de nosotros y con relación a nuestros
conocimientos previos.
El principal problema partía de localizar el vinculo entre lo subjetivo representado
por estas funciones y lo objetivo, representado por el órgano de donde parte la
identificación de todo lo que se experimenta.
Todos lo que conocemos, así nunca lo hayamos visto, está en nuestro cerebro.
Así nuestras ideas y nuestras imágenes de la infancia se encuentran localizadas
en alguna de las circunvoluciones cerebrales en alguno de los lóbulos de nuestro
cerebro. Cuando pensamos sobre nuestro cerebro estamos pensando con nuestro
cerebro, activando millones de sinapsis y liberando miles de millones de moléculas
de neurotransmisores.

La mente es lo que el cerebro hace.

El cerebro y la mente.
Todo, incluso el miedo, la preocupación, el temor, entre otras emociones, parten
de experiencias que hemos vivido y mientras más las hemos vivido, menos las
tememos, todo esta en nuestro cerebro. Considerando lo anterior, ¿qué es el
estrés?

¿Qué ES EL ESTRÉS?
Cualquier estímulo intrínseco o extrínseco que evoca una respuesta biológica se
conoce como estrés.
Respuestas al estrés
Las respuestas compensatorias se conocen como respuestas al estrés. Según el
tipo, el momento y la gravedad del estímulo aplicado, el estrés puede ejercer
diversas acciones en el cuerpo, desde alteraciones en la homeóstasis hasta
efectos potencialmente mortales y la muerte.
Consecuencias
En muchos casos, las complicaciones de las enfermedades surgen del estrés y de
la respuesta de las personas al estrés. Una persona que trabaja o vive en
ambientes estresantes, tienen una mayor probabilidad de padecer muchos
trastornos no solo mentales. El estrés puede ser un factor desencadenante o
agravante para muchas enfermedades y afecciones patológicas.
¿Qué esta pasando en mi cuerpo cuando siento estrés?
De inicio el estrés es eso que nos mantiene vivos al aparecer la respuesta
primitiva de luchar, paralizarnos o huir, sin embargo, cuando el estrés se convierte
en una vivencia continua que se activa una y otra vez o está presente durante
mucho tiempo, esa misma respuesta que antes nos hizo sobrevivir empieza a ser
no solo poco útil sino dañina.
Para que la respuesta ocurra debe ocurrir lo siguiente
1. Identificar la situación
El cerebro al identificar una situación estresante, que llamamos estresor lanza una
respuesta no consiente que prepara al cuerpo para actuar.
2. Señales adicionales
El cerebro es un complejo sistema de cableado que puede derivar señales a
muchos lugares a partir del mismo estímulo.
Como el estrés es una señal de que la vida esta en juego, no es suficiente el
cableado, sino que lanza una señal que libera otro tipo de señales a la sangre.
3. Hormonas del estrés
Esta respuesta regida por las hormonas del sistema endocrino inicia en la glándula
hipófisis y termina en la glándula suprarrenal liberando las hormonas del estrés:
cortisol, adrenalina y noradrenalina.
4. Hipertensión temporal
Las hormonas del estrés, son químicos que flotan en la sangre y en segundos
llegan a través de pequeños vasos al corazón que esta listo para responder a las
señales aumentando el número de contracciones que hace que sintamos el
cambio en nuestros latidos y aumenta la presión de los vasos de la sangre
generando hipertensión temporal.
5. Daños en el corazón y arterias
Con el tiempo, las respuestas van dañando a estos órganos y predisponen a la
aparición de la hipertensión. De igual manera, las lesiones que el cortisol genera
pueden favorecer la acumulación de colesterol en las arterias.
6. Daño en otros órganos
Sin embargo el estrés continúa. Al activar el sistema nervioso autónomo, esta red
de conexiones llega al sistema digestivo, que en situaciones de emergencia no es
jerárquicamente el más importante. Esta orden dada por el cerebro de dar
prioridad a otros sistemas permite que las contracciones rítmicas del intestino se
modifiquen y den origen al síndrome de intestino irritable, favoreciendo la
distensión del intestino y la modificación de la flora normal de este sitio.
7. Señal de emergencia continua
El cortisol es como una señal de emergencia que no se detiene. Como en el caso
del estrés continuo, indica al cuerpo que requiere consumir alimentos ricos en
energía, razón por la cual ingerimos alimentos ricos en carbohidratos que terminan
convertidos en grasa como reserva para este tiempo difícil.
Y entonces, ¿qué hace a una experiencia traumática?
Ahora que sabemos lo que pasa cuando llega el estrés, analicemos lo que pasa
cuando ese estrés aparece por una situación que de antemano sabemos que
puede poner en riesgo nuestra integridad o nuestra vida. A este tipo de estrés le
llamamos comúnmente trauma. 
Nuestro cerebro se compone de muchas partes, sin embargo, enfatizaremos en
las siguientes:
- Neurocorteza: Es una de las partes muy evolucionadas del cerebro que, entre
otras cosas, organiza nuestros pensamientos.
- Sistema límbico: Es una parte muy primitivas del cerebro que nos mantienen
vivos organizando funciones como respirar o regulando los latidos del corazón,
pero también son estas las que nos permiten sentir experiencias emocionales
placenteras.
- Hipocampo: El hipocampo que normalmente guarda memorias y se encarga del
aprendizaje, en este momento solo funciona para regular el aumento en la
liberación de cortisol que es la señal que incrementa la alerta a otros sistemas. En
este caso no manda la lógica, sino el instinto.
- Amígdala: Durante una experiencia traumática, una de las partes del sistema
límbico, la amígdala es como la alerta sísmica que nos indica lo que es peligro, y
no guardará silencio hasta que todo parezca volver a la normalidad. Mientras la
alerta de la amígdala suena en todo su esplendor, las partes de la más sofisticada
neocorteza, dedicada a brindarnos control, permanecen apagadas.

Esto tiene una explicación muy elemental, cuando se trata de sobrevivir, el cerebro
más primitivo es el que manda, resolviendo con instintos inmediatos el problema y
bajo únicamente tres posibles soluciones: pelear, huir o paralizarse.
Una vez que esta alarma esta activada, los músculos y el corazón se preparan
para estar activos.
Cuando la alerta (amígdala) se activa, usualmente se apaga cuando el estímulo
deja de estar presente. Sin embargo, cuando el estímulo ha sido terrible o muy
intenso, como en el caso de una situación traumática, esta alarma permanece
activada y siempre lista para volver a encenderse. Este es el origen del trastorno
por estrés postraumático (TEPT).
Como ocurre en situaciones de catástrofes naturales, en las que como por
ejemplo, posterior al estímulo, ante cualquier indicio de su presencia,
reaccionamos exageradamente, evitamos recordarlo o aparece en nuestra
memoria o en nuestros sueños como imágenes o recuerdos sin que nosotros lo
estemos pensando.
Cuando el sistema de alarmas se enciende una y otra vez, como al estar
reviviendo el trauma día tras día sin posibilidad de escapar de él, como ocurre en
el abuso doméstico o infantil, este trastorno se puede convertir en TEPT
complejo.
Traumas
Vivencias
El sistema de alarmas se activa tanto que la experiencia vivida alrededor de todas
sus características, como los olores, los sonidos, los recuerdos, las situaciones,
etc., pueden desencadenar muchos síntomas tras volver a ser vividos por
separado.
Síntomas
Durante esta etapa del trauma no es común padecer depresión o llorar todo el día,
sin embargo es más frecuente presentar pesadillas, entumecimiento, "flashbacks",
estrés, sensación de estar enfermo, vergüenza o culpa, dificultad para disfrutar
actividades placenteras como el sexo, aislamiento, entre otras.
Los síntomas pueden ser tan abrumadores que es frecuente recurrir al abuso de
alcohol, el abuso de drogas ilícitas, la autoagresión o la violencia, y la disociación
(desconexión y falta de continuidad entre los pensamientos, los recuerdos, el
entorno, las acciones y la identidad).
El estrés es un mecanismo evolutivo que nos protege. El trauma es la respuesta
del cerebro a la necesidad de sobrevivir en situaciones amenazantes. No somos
superhéroes, tener un cerebro reactivo a las emociones nos hace frágiles.
El estrés traumático es la respuesta del cerebro a situaciones anormales. Es
normal.
La repetición de las experiencias traumáticas hace que los resultados sean
peores.
Todos somos distintos, los síntomas pueden afectarnos a todos en forma distinta y
variar durante el tiempo. La respuesta es impredecible.
si bien el estrés posterior al trauma puede ser individual, hay experiencias
colectivas que pueden generar las mismas reacciones en un par, decenas, cientos
o miles de personas. Al final, las estructuras que dan orden a una sociedad están
diseñadas para limitar el estrés individual: seguridad, iluminación, sanidad,
servicios, etc. Todas aquellas situaciones que afecten ese orden, son
potencialmente generadoras de estrés en la mayoría de los individuos de una
sociedad.
¿Cuáles son esas posibles causas o agentes perturbadores que pueden
alterar o generar estrés en toda una población?
Todo aquello que pueda afectar a un sistema de forma tal que pueda generar
daños a este al grado de desastre, se considera fenómeno perturbador. Estos
pueden ser:
Astronómicos
Vivimos en un universo y eventos relacionados a nuestra vecindad astrológica con
planetas o meteoros, estrellas o cualquier cuerpo celeste que pueda interactuar
con la tierra, puede perturbar su equilibrio, como las tormentas magnéticas o el
impacto de algún meteoro.
Geológicos
La causa directa es la dinámica de la corteza terrestre. Los movimientos o
acciones de la misma como los volcanes o los sismos pueden alterar el orden de
una comunidad.
Hidrometeorológicos
Son los agentes perturbadores derivados de la atmosfera, como las lluvias y
ciclones.
Químico tecnológicos
Estos son derivados de la interacción molecular o nuclear con el sistema e incluye
explosiones, radiaciones, fugas tóxicas, radiaciones y derrames.
Sanitario ecológicos
Estos son derivados a las acciones patógenas de agentes biológicos que afectan
a la población, tanto humana como animal o vegetal causando daños en el
sistema. Esto incluye epidemias, plagas, contaminación del aire, agua o alimentos
y el ejemplo más claro es el curso de la actual pandemia.
Socio organizativos
En este subtipo se deriva de la acción de errores humanos o acciones
premeditadas que se dan en el marco de movimientos o concentraciones masivas,
como el terrorismo, vandalismo o las grandes movilizaciones de población.
Conclusiones.
Con base en lo revisado en el tema, podemos concluir que:
Ante cualquiera de estas experiencias en las que el orden establecido se
altera, la población ira respondiendo con estrés. No todos al mismo tiempo ni
de la misma manera, pero eventualmente todos los miembros de una
sociedad impactada por un agente perturbador, resultarán afectados.
La respuesta de estrés es normal. La solución al estrés es la certeza, la
seguridad, sin embargo la mayoría de desastres son inciertos, alteran el
orden cotidiano y causan lesiones o muertes. Sobrevivir al desastre puede
ser unificador en forma inicial.
Tema 2.
Esto que estoy sintiendo, ¿cómo se llama y qué es?

Efectos inmediatos de las situaciones de


emergencia.
Los eventos traumáticos son altamente estresantes y “rompen” la idea
de que vivimos en un entorno seguro y nos hace percibir nuestro
entorno como amenaza e incontrolable. Existen muchas clasificaciones
de estrés y trauma. A continuación se mencionan algunas:

Clasificación 1
Estrés primario
Es derivado de vivir una experiencia crítica.
Estrés secundario
El estrés secundario es derivado de los comportamientos y emociones
naturales derivados de conocer sobre un incidente traumático sufrido
por otro que ha experimentado un trauma, tal es el caso del personal
encargado de atender emocionalmente a las personas que han
experimentado un trauma. Aquí aparece la fatiga por compasión y el
síndrome de Burnout (agotamiento físico, mental y emocional).

Clasificación 2
Estrés general y crítico
Tanto el estrés general como el derivado de las situaciones críticas son
adaptativos y por tal son normales. Aún cuando el estrés está
relacionado con las situaciones críticas es normal, pues se trata de la
respuesta normal a un incidente anormal. Que sea normal no implica
que no sea displacentero, pero ocurre en respuesta a un estímulo que al
terminar, la respuesta termina con él.
Estrés postraumático
Incluye la re-experimentación (que incluye síntomas como
de flashbacks, recuerdos intrusivos, pesadillas, angustia al recordar el
evento estresante), la evitación (evitar lugares, personas o hablar del
evento estresante) y la hiperactivación (que se traduce en la
hiperalerta, irritabilidad y alteraciones de los patrones del sueño).
Estrés acumulativo
El estrés acumulativo ocurre cuando se va incrementando estrés general
sin resolución, aumentando la demanda de respuesta, convirtiéndose en
la suma del estrés a través de todos los factores, la gravedad y longitud
de los mismos.

Clasificación 3
Trauma tipo I
Son aquellos ocasionados por un solo tipo de trauma.
Trauma tipo II
Son aquellos con episodios repetidos y similares que terminan como la
experiencia estigmatizante.
Trauma tipo III
Son aquellos con episodios repetidos que continúan, como el abuso.

Efectos inmediatos de las situaciones de


emergencia.
Los efectos del estrés sobre el organismo y particularmente en el
cerebro, son claros. El órgano clave de la respuesta al estrés es el
cerebro.

Estrés
Afectaciones
El estrés afecta tanto al cerebro y las comunicaciones nerviosas, además de
los efectos causados por los efectos cardiovascular, neural, endocrino e
inmunológico.
Remodelacion de los órganos
Todos los órganos cerebrales que intervienen en el estrés (hipocampo,
amígdala y corteza prefrontal), como mecanismo adaptativo se remodelan
estructuralmente para disminuir la respuesta conductual y fisiológica.
Hormonas del estres
Las hormonas del estrés mejoran la memoria a largo plazo de los hechos
adversos y su consolidación, sin embargo deterioran el aprendizaje.

Efectos de las situaciones de emergencia a


largo plazo
La reacción al estrés puede salvarnos la vida siempre y cuando ésta se
presente por un tiempo breve. Sin embargo, cuando la reacción se
prolonga por mucho tiempo, el contacto con las hormonas del estrés
perjudica la salud.

Mecanismos de recuperación del equilibrio


Homeostasis
Es la tendencia de un sistema a recuperar el equilibrio.

Alostásis

Es la energía que utiliza en cuerpo para volver al equilibrio homeostático. A lo


largo del tiempo, este desgaste de energía se va acumulando, llamándose
carga alostática, generando deterioro de los sistemas y dificultando la
recuperación del equilibrio u homeóstasis.

Efectos de las situaciones de emergencia a


largo plazo
El estrés nos afecta a todos pero no nos afecta por igual. Por ejemplo:
Mecanismos de recuperación del equilibrio
Persistencia del trauma y estrés generado
Aún cuando el estímulo estresante derivado de una situación de emergencia
termine, la persistencia del trauma y el estrés generado determinará el nivel
de impacto en la salud. En organismos vulnerables, o sometidos al estresor por
más tiempo, el pronóstico suele empeorar y generar más complicaciones.

Intensidad del estimulo

En el caso de las situaciones de emergencia que ocurren en un trauma único,


como los terremotos, la intensidad del estímulo puede sobrepasar a los
mecanismos de recuperación del equilibrio en un organismo normal. Sin
embargo, en organismos sometidos a estrés, como en poblaciones en
condición de vulnerabilidad, esta situación es aún más grave.

Efectos del estrés


Como ya se ha comentado, el estrés tiene la función de mantenernos
alerta cuando se considera que la vida puede estar en peligro, sin
embargo, cuando el estrés es una constante en nuestra vida, comienza
a generar daños no sólo a nivel emocional, sino a nivel biológico. El
cuidado de la salud mental, siempre contribuirá positivamente en
nuestra salud.
Efectos de las situaciones de emergencia a
largo plazo
Las complicaciones derivadas del estrés a largo plazo pueden ser
múltiples. Las dividiremos en psiquiátricas, psicosociales y somáticas:
Psiquiátricas
Aún cuando existe la creencia que la depresión o los trastornos
psiquiátricos en general ocurren directamente secundarios a una
experiencia única, nada más lejano a la realidad que esto. Usualmente,
posterior al trauma, el estrés persiste y eventualmente tiende a
disminuir en intensidad hasta recuperarse la normalidad, sin embargo
en las condiciones en que este estrés no cese, es común la aparición de
las siguientes complicaciones:

El trastorno por estrés postraumático (TEPT)


Es un trastorno que algunas personas presentan después de haber
vivido o presenciado un acontecimiento impactante, terrorífico o
peligroso. Es posible que a las personas que continúen teniendo
problemas se les diagnostique con trastorno por estrés postraumático y
generalmente persisten con sintomatología aun cuando ya no están en
peligro.

Los síntomas característicos de este son:

 Al menos un síntoma de reexperimentación (flashbacks,


pesadillas).
 Al menos un síntoma de evitación (evitar situaciones, lugares o
hablar con relación al evento).
 Al menos dos síntomas de hiperactivación y alerta (sobresalto,
irritabilidad).
 Síntomas cognitivos y del estado de ánimo (falta de
concentración, tristeza, despersonalización).

Depresión
Es un trastorno mental y sistémico en el cual los síntomas más
identificables son los sentimientos de tristeza, frustración que interfieren
con la vida diaria durante dos semanas o más. Tanto niños y
adolescentes pueden presentar irritabilidad en lugar de las alteraciones
del ánimo y en adultos mayores es frecuente la confusión con estadios
iniciales de la demencia. La exposición a largos periodos de estrés o
experiencias traumáticas prolongadas genera síntomas similares a la
depresión y en general favorece la aparición de esta como trastorno.
Puede suceder a todas las edades y sus síntomas pueden incluir:
 Ánimo bajo o disminuido casi todos los días.
 Alteraciones en el sueño, disminución o exceso de sueño.
 Alteraciones en el apetito, aumento o pérdida de peso.
 Cansancio y falta de energía.
 Sentimientos de culpa.
 Dificultad para concentrarse.
 Lentitud de los movimientos.
 Sentimientos de desesperanza o abandono.
 Pensamientos de muerte o ideas de suicidio.
 Pérdida de placer en actividades que suelen hacerlo feliz.

Suicidio

Aun cuando no es una enfermedad, es una complicación grave y común


de las situaciones traumáticas que puede ocurrir en cualquier momento
de la evolución.  Es el acto deliberado de quitarse la vida y son todas
aquellas acciones que llevan al individuo a la muerte sea por
intoxicación, traumatismo o autolesión. Muchos factores pueden
relacionarse con el suicidio consumado, como los antecedentes de abuso
de alcohol u otras drogas, antecedentes personales y familiares de
suicidio y la presencia de trastornos mentales o trastornos médicos
crónicos como el dolor. Uno de estos factores mas importantes es la
experiencia traumática.
Trastornos de ansiedad

En algunos casos, la experiencia traumática puede no conducir a


trastornos por estrés postraumático. La experimentación de estrés
indirecto ocasionalmente puede favorecer la aparición de síntomas de
ansiedad e incluso, trastorno de ansiedad generalizada.
Psicosis

Aún cuando no son frecuentes, la posibilidad de desarrollar síntomas de


psicosis posterior a experiencias traumáticas es posible, especialmente
en personas vulnerables por antecedentes personales o familiares.
Abuso de alcohol, tabaco, marihuana y otras drogas

Las sustancias de abuso en su mayoría pueden alterar el razonamiento y


el juicio de una persona. En situaciones de estrés existe el riesgo de
incrementar el consumo de estas sustancias hasta presentar grados de
abuso y en estas situaciones los daños por el consumo de sustancias se
suman a los derivados del trauma.
Psicosociales
Violencia

Posterior a las experiencias traumáticas existe un repunte frecuente de


los reportes de violencia. Esto se hace particularmente importante en
aquellas situaciones de emergencia que exigen desplazar poblaciones a
albergues o a refugios temporales.

La hiperactivación propia del estrés secundario al trauma, aún en


normalidad nos mantiene irritables y eso puede favorecer la aparición de
la violencia.

Somáticas
Las consecuencias se encuentran presentes en todo el cuerpo y afectan
al:

Sistema inmunológico
 
En situaciones de estrés, el sistema inmune se ve disminuido
particularmente derivado del contacto con las hormonas del estrés,
enlenteciendo la respuesta de defensa a las infecciones y favoreciendo
la aparición de resfriados o infecciones.

Sistema cardiovascular
 
El estrés y sus consecuencias en la frecuencia cardiaca a través de las
hormonas del estrés así como en los vasos sanguíneos, aumenta la
presión sanguínea y las lesiones vasculares favorecen la aparición de
lesiones que facilitan la acumulación de grasas y la formación de
ateromas (lesiones en las arterias).
Sistema digestivo
 
Secundario a la reacción de estrés, la sangre suele ir a los músculos
disminuyendo el aporte de otros sistemas no esenciales como el
digestivo, esto genera lento vaciamiento y distensión característica del
colon irritable y sus síntomas como estreñimiento o diarrea. Igualmente,
la liberación de ácido en el estomago suele aumentar en episodios de
estrés favoreciendo la aparición de gastritis. Una consecuencia particular
es el incremento del apetito. En periodos prolongados podría conducir a
obesidad, factor de riesgo para el desarrollo de diabetes y enfermedad
cardiovascular.

Conclusiones
Con base en lo revisado en el tema, podemos concluir que:
El estrés afecta tanto al cerebro y las comunicaciones nerviosas,
además de los efectos causados por los efectos cardiovascular,
neural, endocrino e inmunológico.
Todos los órganos cerebrales que intervienen en el estrés
(hipocampo, amígdala y corteza prefrontal), como mecanismo
adaptativo se remodelan estructuralmente para disminuir la
respuesta conductual y fisiológica, pero no necesariamente el
impacto.
Las hormonas del estrés mejoran la memoria a largo plazo de los
hechos adversos y su consolidación, sin embargo deterioran el
aprendizaje.
La reacción al estrés puede salvarnos la vida cuando esta se
presente por un tiempo breve. Cuando se prolonga por mucho
tiempo, el contacto con las hormonas del estrés perjudica la salud.
Tema 3
¿Cómo puedo cuidar mi salud mental?

Tipos de autocuidado.
El autocuidado de la salud mental es muy importante, por lo que a
continuación se muestran sus tipos:

Físico
 Dormir.
 Estiramiento.
 Caminar.
 Liberación física.
 Comida sana.
 Yoga.
 Descanso.

Emocional
 Manejo del estrés.
 Madurez emocional.
 Perdón.
 Compasión.
 Amabilidad.
Social
 Establecimiento de límites.
 Redes de apoyo.
 Medios sociales positivos.
 Comunicación efectiva.
 Tiempo juntos (sana convivencia).
 Pedir ayuda.
Espiritual
 Tiempo a solas.
 Meditación.
 Yoga.
 Conexión con la naturaleza.
 Diario de experiencias.
 Espacio sagrado (creencias).

Autocuidado físico.
¿Cómo cuidas de tu salud mental?
A continuación se hacen algunas sugerencias para el autocuidado de tipo
físico.

Ubica lo que sientes (emociones)


Muchas veces con el estrés sentimos muchas cosas que no entendemos
claramente. Es importante echar a andar un escaneo completo para
identificar realmente cuáles son las reacciones que el miedo y la
ansiedad generan en el cuerpo y con eso identificar los recursos que
puedan ayudar a controlarlos.

Sueño
Lo normal para un adulto es dormir entre 7 y 8 horas. Procura seguir
estas 10 acciones recomendadas por la World Sleep Society:

 Establecer un horario regular para irse a dormir y despertarse.


 Si se tiene la costumbre de tomar siestas, no exceder los 45
minutos de sueño diurno.
 Evitar la ingestión excesiva de alcohol 4 horas antes de
acostarse y no fumar. Evitar la cafeína 6 horas antes de acostarse. Esto
incluye café, té y refrescos, así como chocolate.
 Evitar los alimentos pesados, picantes o azucarados 4 horas antes
de acostarse. Un refrigerio ligero antes de acostarse es aceptable.
 Hacer ejercicio regularmente, pero no justo antes de acostarse.
 Usar ropa de cama cómoda y acogedora.
 Encontrar una configuración de temperatura de sueño cómoda y
mantener la habitación bien ventilada.
 Bloquee todo el ruido que distrae y elimine la mayor cantidad de
luz posible.
 Reserve su cama para dormir y el sexo, evitando su uso para el
trabajo o la recreación general.

Actividad física
Un nivel adecuado de actividad física regular en los adultos:

 Reduce el riesgo de hipertensión, cardiopatía coronaria, accidente


cerebrovascular, diabetes, cáncer de mama y de colon, depresión y
caídas.
 Mejora la salud ósea y funcional.
 Es un determinante clave del gasto energético, y es por tanto
fundamental para el equilibrio calórico y el control del peso.
Alimentación sana
Una dieta sana ayuda a protegernos de la malnutrición y las
enfermedades. En todo el mundo la dieta no saludable y la inactividad
física son factores de riesgo para la salud. Los hábitos alimentarios
inician en la infancia y permanecen durante la vida favoreciendo un
crecimiento sano.

 La ingesta calórica debe estar equilibrada con el gasto calórico.


Las grasas no deberían superar el 30% del total de la ingesta.
 Limitar el consumo de azúcar a menos del 10% es saludable, sin
embargo para mayor beneficio se recomienda menos del 5%.
 El consumo de sal debajo de 5 gramos diarios previene la
hipertensión y reduce el riesgo de enfermedad cardiovascular. La sal
debe ser yodada.
 Debe incluir frutas, verduras, legumbres, frutos secos y cereales
integrales.
 Al menos 400 gramos deberán ser frutos y hortalizas excepto
tubérculos feculentos.

Descanso
 El descanso es tan importante como la dieta.
Descansar también significa una actividad destinada a relajarse,
disfrutar y mejorar el rendimiento.

Autocuidado emocional.
 Al hablar de autocuidado, tenemos que considerar nuestra salud
emocional. Con lo anterior nos referimos al proceso en el que
promovemos el conocimiento de nuestras emociones y nos
hacemos responsables de ellas, para cuidarnos y favorecer
nuestro equilibrio. Esto es esencial en nuestro bienestar. Algunas
prácticas saludables para nuestro autocuidado emocional son las
siguientes:

Permítete sentir
Muchos problemas son el resultado de pelear contra emociones normales o
el no poder reconocerlas.
Observa tus emociones
Identifica lo que te hacen sentir y trata de identificar las causas de estas.
Determina tus necesidades
Antes de pensar en las necesidades de otros, identifica las tuyas.
Identifica tus emociones
Si algo te lastima emocionalmente, piensa que siempre tienes la opción de
salir de ahí, aún cuando quizá tome más tiempo de lo esperado o de lo que le
tome a otros.
Pide ayuda
Si mis emociones se encuentran descontroladas o me generan daño, es
importante pedir ayuda.

Autocuidado físico.
¿Cómo cuidas de tu salud mental?
Darnos tiempo a nosotros mismos, para divertirnos o compartir con las
personas con las que nos sentimos bien, nuestras necesidades físicas y
emocionales se resuelven con mayor facilidad. Algunas estrategias de
autocuidado en nuestro componente social son:
Mantener la comunicación
Mantener el contacto con nuestros seres mas queridos favorece el
control de nuestras emociones y puede cambiarnos el día.
ener tiempo para si mismo
Así como nos hacemos tiempo para trabajar, siempre debemos darnos
un tiempo para nuestra relajación.

La relajación lejos de ser descanso es una actividad con el fin de


eliminar el estrés
Promover las actividades novedosas
y de interaccion
Trabajar en equipo ayuda a escuchar nuevas ideas.
Tener nuevas actividades y escuchar nuevas ideas ayuda a mantener
activas todas las áreas de nuestro cerebro.
Externar emociones
Hablar sobre lo que sentimos ayudará. Una forma de entender mejor lo
que sentimos es hablarlo con otros. No siempre tiene que ser en un
proceso terapéutico, en ocasiones, reflejarnos en otros ayuda a
entendernos.
Más información
La vida tiende a enfrentarnos en diferentes formas al estrés.

El cuidarnos es una posición activa ante el estrés.

Es la decisión de comprometerse en actividades que optimizan nuestras


potencialidades.

Esto incluye a nuestra experiencia social.

Autocuidado espiritual.
La espiritualidad tiene diferentes significados para cada sociedad e
incluso para cada persona. No es únicamente una serie de prácticas
rituales o religiosos. La espiritualidad se refiere a la presencia de
comportamientos personales que expresan un sentido de relación con
una dimensión trascendental o con algo más que el presente y el yo.
Algunas estrategias de autocuidado a este nivel podrían ser:
Medita o imagina.
Haz algo por alguien mas.
Date tiempo para contemplar tu entorno.
Ante una situación intensa de estrés en tu trabajo, familia o a nivel
individual, responde lo siguiente:
¿Qué haces para reducir la tensión?
¿Echas mano de alguna herramienta para ayudarte? ¿Cuál?
Después de responder, da clic en el botón de abajo.

Herramientas para la reducción del estrés.


Si bien, el estrés es una situación que nos mantiene en una incomodidad
constante, tampoco quiere decir que tenemos que hacerlo parte de
nuestra vida. Existen diversas formas de reducir los niveles de estrés
que nos permitirán además de tener una sensación de tranquilidad,
beneficiarán nuestra salud física.
Herramientas para la reducción del estrés.
Relajación.
Una herramienta que optimiza nuestro funcionamiento pueden ser la de
relajación. Esta técnica de relajación fue desarrollada por el médico
estadounidense Edmund Jacobson en la primera mitad del siglo XX, y
aún al día de hoy es muy utilizada.

Consiste en ir relajando los grupos musculares del cuerpo de manera


progresiva, como si se tratase del recorrido de un pequeño tren imaginario. Es
un ejercicio muy útil para reducir la ansiedad relacionada con procesos físicos
como el deporte o el seguimiento de horarios estrictos. Sin embargo, hacerlo
te llevará tiempo, por lo que nos debemos de asegurar que disponemos del
necesario para evitar distracciones.

¿Cómo realizarla?
Calcule 15 minutos para realizar este ejercicio.

Para realizar esta técnica de relajación, sigue estos pasos:


Túmbate o siéntate en un lugar cómodo, haciendo que piernas y brazos
estén en paralelo. Si decides sentarte, haz que las palmas reposen sobre tus
muslos. Puedes usar grabaciones con sonidos relajantes y cierra los ojos.
Dedica unos segundos a respirar profundamente con el diafragma.
Concéntrate en las sensaciones que te produce tu pie derecho. Visualízalo
mediante la imaginación y, cuando notes que toda tu atención está puesta en
él, contrae con fuerza los músculos de esa parte del cuerpo haciendo que tu
pie se tense durante 5 segundos.
Vuelve a hacer que todos los músculos del pie queden totalmente relajados.
Concentra tu atención en la sensación de calma que te produce esa parte del
cuerpo durante unos 20 segundos.
Repite este proceso con tu otro pie, los gemelos y los muslos de cada una
de las piernas, tu abdomen, los pectorales, los brazos, las manos, la espalda,
el cuello, la mandíbula, la cara y el cuero cabelludo.
Respira profundamente durante 20 segundos y abre los ojos.

Herramientas para la reducción del estrés.


Respiración.
Otra herramienta sugerida es la de respiración con el diafragma. Muchas
veces, el simple hecho de modificar el modo en el que respiramos hará
que se desencadenen una serie de procesos en nuestro cuerpo que
harán que la ansiedad disminuya significativamente. Esto, sumado al
hecho de que las técnicas de relajación relacionadas con la respiración
son muy fáciles de realizar, hace que la respiración diafragmática
sea un ejercicio ideal para iniciarse.

¿En qué consiste?


El objetivo de esta técnica es hacer que aprendamos a prestar atención a
nuestra respiración y que nos entrenemos para llegar a respirar de manera
óptima, haciendo que el abdomen tenga más protagonismo que el pecho.

¿Cómo realizarla?
Calcule 15 minutos para realizar este ejercicio.

Los pasos a seguir para realizar esta técnica son los siguientes:

1. Túmbate en una superficie plana mirando hacia arriba y


manteniendo una postura recta, aunque sin contraer los músculos.
También puedes sentarte en una silla haciendo que tus muslos estén
paralelos y formen un ángulo de 90 grados respecto al tronco.
2. Pon la palma de una de tus manos sobre el pecho y la otra
sobre tu abdomen. Durante 20 segundos, dirige tu atención hacia
cómo la respiración hace que estas dos zonas se muevan. 
3. El hecho de que el pecho se mueva mucho más que el
abdomen es un signo de respiración superficial, que hace que
muchas veces nos falte oxígeno aunque no nos demos cuenta de ello.
4. Durante un mínimo de 3 minutos, debes guiar tu
respiración para hacer que la mano que reposa sobre el abdomen
se mueva más que la que hay sobre el pecho. Para conseguirlo, inhala
profundamente por la nariz durante unos 5 segundos y mantén el aire
en la zona del vientre durante un par de segundos. Luego, exhala por la
boca durante otros 5 segundos.

¿Te has sorprendido alguna vez pensando en otra cosa mientras te hablan
tus hijos? ¿Has anotado mentalmente tus temas pendientes en el transcurso
de una reunión familiar? ¿O has tenido algún “mal día” donde todo lo ves
negro?

Estar sin estar


Con frecuencia, nuestro diálogo interior nos priva de vivir el momento
presente. Percibimos la realidad a través de un filtro de pensamientos y
emociones, no sólo a través de nuestros sentidos. Tanto que
automatizamos gran parte de nuestras acciones. Nos bañamos
pensando en qué haremos durante el día, saludamos a nuestra pareja
pensando qué haremos para cenar o recreamos mentalmente escenarios
catastróficos de la pandemia COVID-19 sentados en el sofá. 
Estamos aquí pero nuestra mente está en otro lugar, pero... ¿Cómo es
esto posible?

Da clic en “siguiente” para conocer más información.


¿Por qué “estar sin estar”?
La mente tiene mucha tendencia a distraerse. Le gusta saltar de un lado
a otro, no sólo hacia el pasado y el futuro sino también hacia el mundo
de la fantasía, como advierte la escritora Jan Chozen Bays. Muchos
autores comparan esta característica de la mente con un mono que salta
de rama en rama (“monkey mind”). Otros la comparan con sitios tipo
“YouTube” donde los videos se enlazan con otros parecidos en una
cadena incesante.
Nuestra mente es como un pequeño mono al que le gusta deambular de
rama en rama, saltando de una a otra.
Le gusta balancearse constantemente entre el pasado y el futuro.
Invita a ese pequeño mono a descansar en una rama por un momento y solo
respira.

Herramientas para la reducción del estrés.


El mindfulness o la atención plena.
¿Por qué “estar sin estar”?

La mente tiene mucha tendencia a distraerse. Le gusta saltar de un lado


a otro, no sólo hacia el pasado y el futuro sino también hacia el mundo
de la fantasía, como advierte la escritora Jan Chozen Bays. Muchos
autores comparan esta característica de la mente con un mono que salta
de rama en rama (“monkey mind”). Otros la comparan con sitios
tipo “YouTube” donde los videos se enlazan con otros parecidos en una
cadena incesante.
Deja de darle a la mente de mono opiniones constantes, por ejemplo, juzgar,
hacer comparaciones, quejarse de todo y por todo, etc., y pídele que por un
momento ponga atención a su respiración. Esto la calmará y te traerá de
vuelta al momento presente.

Herramientas para la reducción del estrés.


El mindfulness o la atención plena.
En algún momento, hemos escuchado sobre la meditación y
probablemente sobre los beneficios que pueden obtenerse al practicarla.
Pero... ¿Qué es?

¿Qué es?
Igual que corremos o vamos al gimnasio para entrenar el cuerpo, la
meditación es el campo de entrenamiento de nuestra mente.
Observamos nuestros pensamientos y regresamos a la mente hacia
nuestro objeto de meditación, por ejemplo, la respiración o el cuerpo
¿Cuál es su finalidad?
Con la práctica, vamos entrenando a la mente a que esté donde
nosotros queremos que esté, no donde ella quiera ir. Dicho en otras
palabras, podemos observar nuestros pensamientos sin dejarnos
arrastrar por ellos. Podemos entrenarnos a sentir nuestras emociones,
sin rechazarlas y sin sobreidentificarnos con ellas.

No es lo mismo estar ansioso que tener un ataque de pánico, ni es lo


mismo sentir ira que tener un ataque de furia. Podemos convivir con lo
que sea que estemos experimentando sin desbordarnos; sintiendo
nuestras sensaciones corporales; dejando de alimentar los
pensamientos que no nos hagan bien y acompañándonos de una
herramienta imprescindible: la respiración.
¿Cómo puede ayudar?
En palabras de Vidyamala Burch -creadora del programa MBPM
Mindfulness y Compasión para el dolor y para el estrés- el
entrenamiento que hacemos en la meditación o la práctica de
Mindfulness nos permite vivir atentos a nuestras sensaciones,
emociones y pensamientos. Si sabemos lo que está pasando en el
momento, entonces podemos elegir cómo responder a esa experiencia.
Así que el resultado de ser mindful significa que tienes la sensación de
vivir una vida donde estás eligiendo cómo quieres vivir en cada
momento.
Un ejemplo para entenderlo mejor:
Si estamos en nuestro coche y alguien nos pega por detrás, podremos
ver que llega un pensamiento con el siguiente contenido “¿Qué le pasa?
¿no sabe conducir? ¡me las va a pagar!”. Si estamos entrenados para
dejar ir los pensamientos que no nos convienen, podremos soltarlo y
bajar del coche diciendo “Buenas tardes, ¿está usted bien? veamos qué
ha pasado”.

Probablemente sentiremos la tensión en nuestros músculos, la


mandíbula apretada, el corazón acelerado y la respiración corta y
rápida. Seguramente experimentaremos ira y frustración, pero
podremos elegir no dejarnos arrastrar por nuestras emociones y
pensamientos, dejando de alimentarlos, anclándonos en nuestras
sensaciones corporales y en nuestra respiración. Si no podemos hacer
este ejercicio en la meditación, espacio de silencio libre de riesgos,
difícilmente podremos hacerlo cuando un coche nos pegue por detrás y
la experiencia esté a flor de piel. 

Herramientas para la reducción del estrés.


El mindfulness o la atención plena.
Aunque la meditación es milenaria, existen más de 20 años de evidencia
científica sobre los efectos de ella.

¿Cuáles son los beneficios?


Sus beneficios han sido demostrados en la gestión del dolor crónico, la
mejora de la memoria, la creatividad, la capacidad de atención y la
resiliencia, el aumento de la inteligencia emocional, la ansiedad, el
estrés, la depresión, el agotamiento e irritabilidad, el tratamiento de las
adicciones, el funcionamiento del sistema inmunitario, el retraso en el
envejecimiento celular y la resiliencia cromosómica, la salud cardíaca y
el control glucémico, entre otros. 
 
Múltiples programas basados en meditación han sido sistemáticamente
evaluados para documentar estos efectos.

¿Cómo aprender a meditar?


¡Llegó el momento de hacer un alto!
Sólo por un momento, te sugerimos hacer un alto en tus actividades.
Date la oportunidad de hacer una pausa en todo lo que estés haciendo
dale play a los siguientes audios:

¿Por qué es importante?


Meditar nos pone en contacto con nosotros mismos.

A través de la auto-observación, aprendemos a conocernos mejor y a


“dominar” al caballo salvaje que parece a veces la mente, sobretodo en
momentos difíciles como el que estamos viviendo. No podemos dejar de
pensar, ¡generamos más de 60,000 pensamientos diarios! Pero sí
podemos aprender a gestionar mejor nuestros procesos mentales para
vivir una vida más plena y estar más presentes.
¿En dónde encontrar más opciones?
Si tienes oportunidad, busca un curso de mindfulness (¡muchos se
ofrecen en línea!) o empieza una práctica de meditación. Algunos de los
cursos que pueden ser útiles para ti son: MBPM Mindfulness y
Compasión para el Dolor y para el Estrés, MSC Mindfulness y
Autocompasión, MBSR Reducción del Estrés Basado en Mindfulness y
MBCT Terapia Cognitiva Basada en Mindfulness.

Todo aquello que decidamos hacer por el bienestar propio y de nuestros


seres queridos, siempre será lo mejor.
Conclusiones
Con base en lo revisado en el tema, podemos concluir que:
Existen cuatro tipos de autocuidado: físico, emocional, social y
espiritual.
El autocuidado físico, considera la identificación de emociones, la
importancia del sueño, de la actividad física, de la alimentación
sana y del descanso.
El conocimiento de nuestras emociones es importante porque nos
hacemos responsables de ellas para cuidarnos y favorecer nuestro
equilibrio.
Dedicar tiempo a nosotros mismos, para divertirnos o compartir
con las personas con las que nos sentimos bien, nuestras
necesidades físicas y emocionales se resuelven con mayor facilidad.
La espiritualidad se refiere a la presencia de comportamientos
personales que expresan un sentido de relación con una dimensión
trascendental o con algo más que el presente y el yo.

Si no puedo resolver mi situación yo mismo, ¿a quién puedo pedir ayuda?

¿A qué profesional de la salud puedo pedir


ayuda?
Una de las preguntas que mas nos aqueja y que menos clara tenemos
es: ¿cuando tengo que ir al psicólogo? ¿Cuando tengo que ir al
psiquiatra? ¿Cuál es la diferencia entre ir al psicólogo e ir al psiquiatra?
Por mucho tiempo se ha estigmatizado la labor de los profesionales de la
salud. Sin embargo, es de suma importancia romper los tabúes e
identificar la forma en que nos pueden ayudar para atender cualquier
situación que comprometa nuestra salud mental y física. Reconocer que
necesitamos ayuda profesional es el primer paso para recuperar el
bienestar propio y de nuestros seres queridos. Si lo necesitas, pide
ayuda.

Medico

Cuándo acudir al médico?


Normalmente cuando hablamos de síntomas muy fáciles de identificar
como dolores de cabeza, fiebre o aumento de la temperatura, golpes o
fracturas, es común solicitar ayuda médica. En nuestro país es muy
frecuente acudir al médico por presentar debilidad y/o fallas en la
concentración.
Síntomas físicos

En muchas ocasiones, los síntomas obedecen a causas fáciles de


identificar: tener una infección que aumenta la temperatura de una zona
o corporal, una fractura que genera un dolor, etc., sin embargo, cuando
un síntoma se presenta durante mucho tiempo y no tiene relación
especifica a algo, es importante aclarar algunas cosas. En especial en el
estrés, la tensión continua tanto física como emocional, no solo se
queda en la mente. Usualmente esta reacción al estrés y al trauma se
traduce en tensión muscular, la misma que nos prepara para pelear,
huir o paralizarnos.
Síntomas emocionales

Es muy frecuente en nuestro país acudir al médico por presentar fallas


en la concentración y/o debilidad. Aún cuando muchos creen que esto es
falta de vitaminas y algunos médicos lo tratan enviando
multivitamínicos, en realidad lo necesario en estas situaciones es
evaluar el estrés.

El estrés agudo produce síntomas agudos o cansancio, sin embargo se


recupera pronto. Por su parte, el estrés crónico o acumulado tiende a
generar síntomas más frecuentes y confusos.
 
¿Cuándo acudir al médico?

Cuando identificamos un síntoma claramente relacionado a algún


sistema de nuestro organismo y derivado de alguna alteración de la
función corporal, es necesario consultar a un médico. Los médicos son
profesionales del área de la salud que ejercen bajo autorización legal la
medicina.

Se dedican al estudio, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades.


Los síntomas, cuando se presentan en forma continua, crónica o no
responden a los tratamientos médicos, deben ser canalizados con
especialistas de las áreas de la salud mental.

IMPORTANTE
La recomendación general, es consultar en primera
instancia al profesional médico general o familiar. Él
determinará que es lo más recomendable de acuerdo
al grado de afectación o intensidad de los síntomas.

Psicologo

¿Cuándo acudir al psicólogo?


Nuestra salud también es mental. Un profesional de la salud mental
podría ayudar en caso de presentar una situación emocional que yo
mismo no puedo resolver. Pero quien sería, ¿un psicólogo o un
psiquiatra?
Síntomas emocionales

Cuando percibimos síntomas que afectan nuestra vida diariamente o que


particularmente están afectando nuestro comportamiento cotidiano y
llegan a hacer más difíciles nuestras actividades, altera nuestros
pensamientos, son causa de insomnios ocasionales o generan menor
productividad en mis actividades, podría ser necesario solicitar ayuda en
el control del estrés.

Muchas veces, síntomas como ansiedad o inquietud, falta de motivación


o sentirse abrumado, irritabilidad o enojo, tristeza o problemas para
dormir, pueden mejorar si logramos establecer un tratamiento basado
en la modificación de la conducta, sin necesitar tratamiento médico.
¿Cuándo acudir al psicólogo?

A manera de guía general de sugerencias, es momento de acudir al


psicólogo cuando:
 
 Presentas síntomas que no puedes identificar claramente o los
identificas dentro de tus emociones (preocupación, modificaciones en el
impulso por hacer las cosas, dificultad para ordenar tus ideas o
concentrarte o síntomas físicos poco constantes o difusos).
 Este síntoma cambia, desaparece o disminuye cuando dejas de
estar preocupado o aumenta cuando más preocupado estás.
 Este síntoma es continuo por varios días, por varias semanas.
Has notado que este síntoma no te permite hacer tus actividades como
las realizabas antes.
 Estos síntomas han afectado moderadamente tus áreas de
funcionamiento personal, familiar, social y laboral.

Psiquiatra

¿Cuándo acudir al psiquiatra?


Cuando la intensidad de los síntomas no nos permiten continuar con la
realización de nuestra vida cotidiana, es momento de acudir al
psiquiatra.

Síntomas emocionales

En ocasiones el estrés lleva al organismo a momentos en los que no


está claro por ninguna razón o ningún medio por que sentirse fatal y no
tener fuerzas para levantarse de la cama, aunque solo lleve dos
semanas de estrés o preocupaciones, tener continuamente ideas que no
se detienen o llegar a sentir panoramas muy desoladores o incluso
sensaciones de miedo, persecución al grado tal de no poder hacer las
actividades cotidianas, es momento de acudir al psiquiatra.

En muchas ocasiones el enfoque del tratamiento consiste en ayuda


psicológica y en ocasiones médica.

¿Cuándo acudir al psiquiatra?

A manera de guía general de sugerencias, es momento de acudir al


psiquiatra cuando:

 Presentas síntomas tanto físicos variados como emocionales que


afectan de manera significativa tu funcionamiento en la vida diaria o no
te permiten realizar tus actividades o disminuyen tu gusto por vivir.
 Presentas síntomas tanto físicos variados como emocionales que
te generan malestar.
 Estos síntomas han afectado gravemente tus áreas de
funcionamiento personal, familiar, laboral y social.
 
 Conclusiones
 Con base en lo revisado en el tema, podemos concluir que:
 Es de suma importancia romper los tabúes e identificar la forma
en que nos pueden ayudar para atender cualquier situación que
comprometa nuestra salud mental y física.
 El estrés agudo produce síntomas agudos o cansancio, sin
embargo se recupera pronto. Por su parte, el estrés crónico o
acumulado tiende a generar síntomas mas frecuentes y confusos.
 Los síntomas pueden mejorar si se establece un tratamiento
basado en la modificación de la conducta, sin necesitar
tratamiento médico.
 La recomendación general consultar en primera instancia es el
médico, ya que el determinará qué es lo más recomendable de
acuerdo al grado de afectación o intensidad de los síntomas.
 Reconocer que necesitamos ayuda profesional es el primer paso
para recuperar el bienestar propio y de nuestros seres queridos. Si
lo necesitas, pide ayuda.

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