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La neuropsicología es la neurociencia que estudia la relación entre cerebro y conducta; por tanto,
la neuropsicología de la personalidad seria la relación que existe entre los rasgos que forman la
personalidad de un individuo con su funcionamiento cerebral y como este también, es parte del
desarrollo e integración de la personalidad. Una de las funciones del neuropsicólogo es la
rehabilitación y técnicamente para lograr esto primero se debe de realizar la evaluación del
individuo, por tanto, el estudio de la neuropsicología de la personalidad es de suma importancia
pues nos permite conocer y comprender el funcionamiento general del cerebro y la personalidad,
lo que nos permitirá en la práctica saber primero de dónde partir en la evaluación y fundamentar
los resultados obtenidos y segundo conocer las diferencias individuales nos permitirá encontrar el
programa de rehabilitación adecuado para cada paciente.
Los lóbulos frontales son las estructuras cerebrales de mas reciente desarrollo y evolución en el
cerebro del humano; básicamente sus funciones son todas aquellas que atribuimos
exclusivamente a los seres racionales, con criterio propio, con la posibilidad de actuar según
estrategias complejas y bien preparados para vivir en sociedades muy grandes. Los lóbulos
frontales representan un sistema de planeación, regulación y control de los procesos psicológicos
(Luria, 1986), que como ya mencioné son aspectos que forman la personalidad, entonces se puede
decir que los lóbulos frontales son gestores de la personalidad, que ahí se desarrolla en mayor
parte ciertos aspectos de esta. Por tanto, un daño de estos traerá consecuencia de gran
importancia en las conductas más complejas del ser humano, desde alteraciones en la regulación
emocional y la conducta social hasta alteraciones en el pensamiento abstracto y la meta cognición
(Stuss & Levine, 2000). Siguiendo esta idea y sabiendo que las funciones ejecutivas son una serie
de procesos cuyo objetivo principal es controlar y autorregular la propia conducta y que se
encuentran ubicadas mayormente en los lóbulos frontales; por tanto, adquieren gran relevancia
en el funcionamiento cognitivo normal y patológico ya que son el centro de ejecutivo del cerebro
(Gldberg, 2001), son esos procesos que nos dan esta capacidad que tenemos como seres humanos
de razonamiento y aprendizaje.
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