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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO

FACULTAD DE PSICOLOGIA.

SISTEMA DE UNIVERSIDAD ABIERTA.

MODELOS EN PSICOLOGIA CLINICA.

LIC. CUEVAS SALAZAR JOSAFAT.

LA PERDIDA DEL OBJETO COMO CAUSA DEL SUICIDIO EN PSICOANALISIS FREUDIANO.

Alumno: Saavedra Gonzalez Djeliel Alejandro.

Grupo: 9112 SUA.


INTRODUCCION.

El presente ensayo trata de profundizar un poco acerca de lo significa el suicidio en el Psicoanálisis Freudiano, así como
tratar de encontrar una concepción general de los principales puntos que, desde la concepción Freudiana, pueden llevar
a una persona a tomar esa decisión. Con el presente documento no se busca menospreciar o incomodar a los lectores,
tampoco, desde luego, restarles importancia a otros factores, fuera de la competencia Psicoanalítica, como los clínicos,
que influyen en la consumación de este acto.

Sigmund Freud (1856-1939). Fue un Neurólogo de origen Austriaco, al cual se le considera Padre del psicoanálisis, “Fue
uno de los científicos que mas investigo la Psicologia y sus descubrimientos han marcado un antes y un después en este
sector. Marcó las bases para la Psicologia moderna y, hoy, sus estudios dan respuesta a multitud de problemas mentales”
(OKDIARIO, 2019). Si bien sus visiones respecto a la sexualidad infantil y la interpretación de los sueños siguen siendo
polémicas, no se puede pasar por alto su aportación tan importante con las técnicas Terapéuticas modernas.

Tomaremos como objetivo de este ensayo, exponer como y porqué es que Freud describe al suicidio de diferentes formas,
iniciando en “Contribuciones al simposio sobre el suicidio” como antecedente inicial del acercamiento al tema, después,
en “Duelo y Melancolía” donde se explica el proceso mediante el cual, partiendo de la perdida del objeto, el Yo se
autocastiga por culpa de la melancolía y de una instancia Superyoica, también trataremos de analizar la relación entre las
pulsiones de vida y muerte (Eros y Thanatos) y por último abordaremos las reflexiones sobre Narcisismo en “Introducción
al Narcisismo” donde se apoya para la creación de su teoría sobre el suicidio.

A palabras de la OMS: “El suicidio es un grave problema de salud pública; no obstante, es prevenible mediante
intervenciones oportunas, basadas en datos fidedignos y a menudo de bajo coste. Para que las respuestas nacionales sean
eficaces se requiere una estrategia de prevención del suicidio multisectorial e integral. Cada suicidio es una tragedia que
afecta a familias, comunidades y países y tiene efectos duraderos para los allegados del suicida. El suicidio se puede
producir a cualquier edad, y en 2016 fue la segunda causa principal de defunción en el grupo etario de 15 a 29 años en
todo el mundo. No solo se produce en los países de altos ingresos, sino que es un fenómeno global que afecta a todas las
regiones del mundo. De hecho, en 2016, más del 79% de los suicidios en todo el mundo tuvieron lugar en países de ingresos
bajos y medianos.” (OMS, 2019).

Esto, nos lleva a darnos cuenta de que si bien, día a día, la implementación de campañas para la prevención del suicidio
crecen, todavía sigue siendo considerado un tema Tabú, mucho más en Países de Ingresos Bajos y Medios, es por eso que
es importante buscar, como individuos y como sociedad, una manera correcta de lidiar con estos temas, es ahí donde se
debe dar la importancia a la creación de políticas públicas para la generación de una buena cultural de Salud Emocional,
y es por eso que, la falta de sensibilización respecto del suicidio como problema de salud publica y el tabú que existe de
este en la diferentes sociedades para examinarlo abiertamente deben de ser unos de los problemas a atacar en esta
década de los nuevos 20´s a 101 años del fallecimiento del Padre de la Psicologia experimental Wilhelm Wundt y, cuyos
conceptos de Psicologia Experimental Wundtiana sirvieron de Base a Freud para la elaboración de una Antropología
psicoanalítica, porque, como lo expone Alan Santos en su articulo “Las relaciones sobre Antropología y Psicoanálisis: Freud
y Wundt inesperada colaboración” publicado en Agosto del 2016 en la Revista Científica Multidisciplinaria base del
conocimiento: “Se concluyó que tal relación fue hecha posible por el hecho (psicología experimental) y Ciencias
(psicoanálisis) estudian un objeto similar, y que a pesar de ser distintos, estos supuestos no impidieron las investigaciones
sobre el fenómeno mismo, pero por el contrario, permitió la teoría del refinamiento y la producción de herramientas de
investigación.” (Santos, 2016). dejándonos claro que, El Psicoanálisis y la Psicologia experimental no están separados cual
agua y aceite, por lo que no necesariamente este debe ser considerado una Pseudociencia o con bases no científicas.

Es necesario pues, leer este ensayo, y todo aquello que tenga que ver con la teoría psicoanalítica, con la misma actitud
que se tiene al leer un texto científico, pues eso es.
DESARROLLO.

Teniendo como antecedente la introducción, y enfocándonos en el año de 1910, Freud expone en “Contribuciones al
simposio sobre el suicidio” que, si bien, en el caso de los suicidios juveniles, no se le pueden imponer la culpa absoluta a
la escuela y al estrés que esta induce en los estudiantes, tampoco es inocente en todo sentido ya que a palabras suyas:
“La escuela, empero, ha de cumplir algo mas que abstenerse simplemente de impulsar a los jóvenes al suicidio: ha de
infundirles el placer de vivir y ofrecerles apoyo y asidero en un periodo de su vida en el cual las condiciones de su desarrollo
los obligan a soltar los vínculos con el hogar paterno y con la familia” (Freud, Contribuciones al Simposio sobre el Suicidio,
1910). Es así, como, después de este argumento, realiza sus primeras preguntas en torno al sí, quienes realizan este frágil
acto, lo hacen por motivos puramente yoicos o por una libido defraudada, sobre todo, pone especial énfasis en la
importancia de esclarecer como es posible que se llegue a superar el poderoso instinto de vida, principales interrogantes
que responderá a lo largo de la publicación de sus escritos.

“Introducción al narcisismo” del año 1914, pasa a ser una de las primeras obras en las cuales da las bases para responder
las interrogantes antes planteadas ya que, de primera instancia se afirma que, aunque al yo se le atribuye una carga
primaria de libido, la libido sexual se debe diferenciar de la energía no sexual, pues: “No existe desde un principio una
unidad comparable al yo” (Freud, 1993). Es precisamente por esa afirmación, que el Yo tiene la obligación de desarrollarse,
y aunque las pulsiones autoeróticas son parte de la naturaleza del ser, la construcción del Narcisismo es necesario
agregarle otro componente al autoerotismo, un nuevo acto Psíquico.

Es a partir de este nuevo acto que el Yo se define como el deposito de la Libido y este es narcisista, de ahí deriva el valor
de los conceptos de la libido objetal y libido del yo las cuales provienen de la construcción de caracteres personales en los
procesos psicóticos y neuróticos, respectivamente, esto quiere decir que la división de la libido no es otra que la división
de los instintos del Yo y los instintos sexuales. De aquí se saca que la libido objetal alcanza su máximo desarrollo en el
amor, en esta situación, el ideal narcisistico de la elección de objeto hace que la personalidad del sujeto se disuelva en pro
de la carga del objeto elegido. Debemos destacar que, en esta elección de objeto, existen dos variantes, una anaclitica,
que busca con objeto parecido al modelo de los progenitores y otro narcisista, cuya elección se centra en una que se
identifique con el Yo.

Así, una vez que este objeto se va, la libido en la que estaba imbuido regresa al Yo, en forma de un narcisismo secundario,
es por eso que, los melancólicos, al perder su objeto y regresar la sustancia a ellos, los reproches, agresiones y venganzas
que están dirigidas al objeto, se vuelcan en su Yo por la identificación Narcisista que este tiene con el objeto es en “La
teoría de la libido y el narcisismo” donde Freud afirma: ” También la inclinación de los melancólicos al suicidio se vuelve
más comprensible si se reflexiona en que la ira del enfermo recae de un golpe sobre el yo propio y sobre el objeto amado-
odiado” (Freud, 26ª conferencia. La teoría de la libido y el narcisismo, 2013). Aquí podemos observar un primer
acercamiento a la respuesta de si el acto suicida, desde la perspectiva psicoanalítica, se debe a motivos puramente Yoicos
o existen motivos libidinales.

Ahora, pues, una vez aclarado el punto del porque la pérdida del objeto causa el suicidio, avanzamos a 1915 donde Freud
publica “Duelo y Melancolía” obra que nos ayuda a hacer una distinción más clara de los dos procesos que ocurren en
nosotros al perder el objeto libidinal, Freud se pregunta el porque la melancolía y el duelo, a pesar de hacer daño al sujeto,
no se consideran una enfermedad o se les da un tratamiento apropiado, esto lo podemos corroborar con el siguiente
fragmento: “A pesar de que el duelo trae consigo graves desviaciones de la conducta normal en la vida, nunca se nos ocurre
considerarlo un estado patológico ni remitirlo al médico para su tratamiento. Confiamos en que pasado cierto tiempo se
lo superará, y juzgamos inoportuno y aun dañino perturbarlo.” (Freud, Duelo y Melancolia, 1993).

Después de esto, trae a comprensión los dos estados anímicos que nos interesan, por un lado, al duelo lo describe así: “El
duelo es, por regla general, la reacción frente a la pérdida de una persona amada o de una abstracción que haga sus veces,
como la patria, la libertad, un ideal, etc.” (Freud, Duelo y Melancolia, 1993). Cabe destacar aquí, que, como Freud explica,
el objeto libidinal no necesariamente tiene que ser una persona, si no que, lo podemos describir como la idealización del
deseo narcisista del sujeto, misma que puede ser cualquier cosa con la que este se identifique y sienta una especial
relación.
Por otro lado, describe a la melancolía de la siguiente forma: “La melancolía se singulariza en lo anímico por una desazón
profundamente dolida, una cancelación del interés por el mundo exterior, la pérdida de la capacidad de amar, la inhibición
de toda productividad y una rebaja en el sentimiento de sí que se exterioriza en autorreproches y auto denigraciones y se
extrema hasta una delirante expectativa de castigo.” (Freud, Duelo y Melancolia, 1993). En este punto, es importante
aclarar que, si bien ambos cuadros, de Melancolía y de Duelo, tienen muchas semejanzas, la principal diferencia que tienen
estos, es que en la melancolía ocurre una perturbación del sentimiento en sí, mientras que en el Duelo este se mantiene
sin cambios, podemos pues, asociar las características de la melancolía con las del duelo, de la siguiente forma: Mientras
que en la melancolía se cancela el interés por el mundo exterior, pasa lo mismo en el duelo, al no querer hacer nada que
no recuerde al fallecido en cuestión, la perdida de la capacidad de amar, se asociaría con la imposibilidad de conseguir un
reemplazo de la persona muerta y en ultimo punto a la perdida de productividad, se le asocia simplemente con la entrega
a capa y espada de la persona con su duelo, lo cual la deja imposibilitada de realizar alguna otra actividad. Es por eso por
lo que, como Freud dice: “Si estas Conductas no nos parecen patológicas, solo se debe a que las sabemos explicar muy
bien” (Freud, Duelo y Melancolia, 1993).

Pero ¿A qué vamos con esto?, vamos a que, una vez que el duelo se traslada a una situación melancólica, como resultado
de la ruptura con un objeto amoroso impuesto por la elección narcisista del yo, ya no se podrá realizar una sustitución de
este por uno nuevo, ya que este lugar lo ocupa el yo, al que se le regresó esa sustancia libidinal, pues es este regreso de
la carga lo que le permitirá al Yo , ser tratado como el objeto perdido( algo parecido al impulso homicida de los neuróticos
que se proyecta hacia otra persona pero que en un segundo instante es devuelvo a él), por lo que ocurre una regresión a
la etapa sádica y por lo mismo el Yo es castigado, solo que, ahora, no habrá una externalización del impulso, si no que se
verá interiorizado y atacará al Yo sin proyectarlo al exterior, de ahí que ocurra la iniciación del Acto suicida como
consecuencia del impulso sádico.

Como ultimo punto a desarrollar, nos vamos a centrar en 1920, con “Mas allá del principio del placer” obra en la cual,
Freud termina de responder a la interrogante de si se puede desear la muerte de uno mismo, apoyado en lo dicho en
“Duelo y melancolía”, diciendo que el verdadero origen del placer está gobernado por las pulsiones de muerte “Thanatos”
esto se apoya cuando escribe: “Lo inanimado era antes que lo animado. En una época indeterminada fueron despertados
en la materia inanimada, por la actuación de fuerzas inimaginables, las cualidades de lo viviente. “ (Freud, Mas alla del
principio del placer., 2013). Pues podemos deducir, entonces, que la meta de toda vida es la muerte, y junto con esta, el
ser alcanza el verdadero objeto del placer, cosa que, sin lugar a duda nos lleva a contestar la interrogante de si se puede
desear la muerte, claro que, esto solo se puede teorizar si ponemos como restricción que la pulsión de muerte no se
encuentre con la “encarnación de la voluntad de vivir” (Freud, Mas alla del principio del placer., 2013). Es decir, con la
pulsión de vida “Eros” encarnada en la pulsión sexual, la cual:” Vive, Lucha y crea ilusiones figuradas como certezas,
solamente, para soportar el padecimiento de la existencia”. (Ferreyra, 2017,Vol. 3,N° 2).

La ultima interrogante que queda, es: ¿Cómo, una elección de objeto, detonada por una pulsión sexual “Eros” deriva al
instinto sádico que se dirige al daño de este objeto y acaba en una pulsión de muerte “Thanatos” ?, bueno, pues en la
misma obra “Mas allá del principio del Placer” el autor nos propone que, aceptando al sadismo como un instinto de
muerte, la respuesta es que este fue expulsado del Yo por la misma corriente libidinal que otorgamos al objeto elegido,
es por eso que solo se encuentra en el objeto, por lo que el sadismo pasa a estar al servicio de la pulsión Sexual, o a
palabras de Freud: “Entraría, pues, al servicio de la pulsión sexual, pasando su actuación por diversos grados. En el estadio
oral de la organización de la libido coincide aún el apoderamiento erótico con la destrucción del objeto; pasado tal estadio
es cuando tiene lugar la expulsión del instinto sádico, el cual toma por último al sobrevenir la primacía genital, y en interés
de la procreación, la función de dominar al objeto sexual; pero tan sólo hasta el punto necesario para la ejecución del acto
sexual.” (Freud, Mas alla del principio del placer., 2013). Es así como podemos justificar la existencia de un impulso de
muerte dentro de un acto guiado por los impulsos de vida, ya que, como todo organismo, tenemos una “Elasticidad “que
busca regresar a nuestro estado anterior: Inanimado.
CONCLUSION.

Freud, a lo largo de su obra nos expone una explicación libidinal del acto suicida que también llega a tener causantes
Yoicas, es precisamente por eso que , de primera instancia, nos muestra a la perdida de ese objeto del deseo como
causante de la acción suicida, hagamos pues, una breve recapacitación de cada punto: debemos estar conscientes de que
primera instancia el libido se divide en Objetal y libido del yo, es esta división la que va a provocar que, el sujeto, madure
y agregue al autoerotismo otro componente, así este desarrolla el narcisismo, lo que a su vez lleva al sujeto a la elección
del objeto, esta también tiene dos variantes: la anaclitica y la narcisista, la primera viene de tratar de imitar los gustos de
los progenitores y la segunda de buscar un objeto de acuerdo a la concepción yoica del sujeto. Una vez elegido el objeto,
la libido objetal se desprende de nosotros para imbuir a este, dentro de esta libido, va el impulso de muerte, el sadismo,
este, pasa a servir al impulso sexual para ayudar a la consumación del acto en todas sus facetas, pero, una vez que
perdemos este objeto, la libido objetal regresa a nosotros, junto con el impulso de muerte “liberado”, entran a nuestro
ser en forma de un narcisismo secundario y se expresa de dos formas: Duelo o Melancolía. La fase “Peligrosa” de este
punto, es cuando existe un cambio en el sentimiento que se tenía hacia ese objeto de deseo, efecto solo producido por la
melancolía, la cual hace que todo ese deseo “bueno” que tenemos proyectado hacia ese objeto perdido, se convierta en
sentimientos de venganza, ira y rabia. No debemos olvidar que, ahora el sujeto, por el impulso narcisista del yo de sustituir
el objeto perdido por él mismo, será el objetivo de estos sentimientos, lo que provocará su aniquilación melancólica: El
suicidio. Todo esto apoyado por el impulso sádico, cuyo objetivo es regresar al organismo a su estado primario: “La
muerte”.

Esto es más fácil de explicar con el siguiente Grafico:

Créditos: Alejandro Saavedra.


Precisamente es por esos factores que es importante tratar al suicidio con la debida importancia, ya que, según Freud, los
instintos libidinales son tan naturales, como la elasticidad y tendencia natural hacia la muerte, cosa que no nos debe de
espantar o significar un funesto presagio, pues así como el deseo nos lleva a luchar por vivir, también es natural que nos
lleve a morir, pues esto es simplemente parte del ciclo natural de las cosas, pero que se vuelve un problema ya que, al
consumarse el acto suicida, el sujeto deja una marca emocional profunda en las personas cercanas a él, lo que a su vez
puede derivar en problemas de carácter social, así mismo, estas personas pueden llegar a cometer el mismo acto,
afectando cada vez a círculos poblacionales mas grandes, lo que a su vez derivaría en problemas sociales mas profundos,
como lo pueden ser los aumentos en el consumo de sustancias adictivas, legales e ilegales, violencia intrafamiliar, violencia
de genero y sin fin de situaciones que ejemplifican debidamente los efectos de la bola de nieve y el efecto mariposa. Es
ahí precisamente donde radica la importancia de la implementación de verdaderos programas de políticas publicas para
controlar este acto o, en su defecto, tomarlo como una elección de vida natural, sin satanizarla ni tratar de ocultarla.

BIBLIOGRAFIA

Bibliografía
Ferreyra, L. E. (2017,Vol. 3,N° 2). Suicidios y Freud: Conceptualizaciones sobre el suicidio en ensayos Freudianos. Anuario
de Investigaciones de la Facultad de Psicología, 488-506.

Freud, S. (1910). Contribuciones al Simposio sobre el Suicidio. Viena: NoBooks.

Freud, S. (1993). Duelo y Melancolia. Buenos Aires: Amorrortu.

Freud, S. (1993). Introduccion al Narcisismo. Buenos Aires: Amorrortu.

Freud, S. (2013). 26ª conferencia. La teoría de la libido y el narcisismo. Buenos Aires: Amorrortu .

Freud, S. (2013). Mas alla del principio del placer. Buenos Aires: Amorrortu.

OKDIARIO. (12 de 03 de 2019). Ok Diario. Obtenido de https://okdiario.com/curiosidades/grandes-cientificos-sigmund-


freud-558556

OMS. (2 de Septiembre de 2019). Organización Mundial de la Salud. Obtenido de https://www.who.int/es/news-


room/fact-sheets/detail/suicide

Santos, A. F. (2016). Las relaciones entre Antropología y psicoanálisis: Freud y Wundt inesperada colaboración. Revista
científica multidisciplinaria base de conocimiento, Año 1. Vol. 6, págs. 5-14.

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