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ADOLESCENCIA

“LA CLINICA PSICOANALITICA CON NIÑOS CON PROBLEMAS EN EL DESARROLLO” – Norma Brunner.
El niño es un objeto difícil de diagnostico, ya que su lugar en la estructura aun no está definido.
Juego: al jugar un niño introduce los significantes primordiales a “su historia” y si no hay juego no hay historia, ni
infancia. En nuestra experiencia clínica los niños que llegan a tratamiento con problemas en el desarrollo podrán
conquistar su historia si el trabajo de la intervención clínica psicoanalítica e interdisciplinaria es eficaz. Si no hay
juego lo infantil se tornara imposible.
Pensar el desarrollo como “lo singular del desarrollo” incluyendo al sujeto y considerando al deseo del icc, no por
aquel que recibe la marca como objeto de la cual es representado de manera fija, por el signo o trastorno.
En la intervención psicoanalítica temprana se pone a funcionar la función del significante y sus leyes. Significantes
primordiales que encuentran dificultades para representar a un sujeto para otro significante recorrido, que requiere
el deseo para su intento de realización, o sea, su desarrollo.
DESARROLLO: se trata de la carretera que se va construyendo, organizada desde el material significante en el que
tiene lugar y transcurren para el sujeto sus trayectos, recorridos y virajes del deseo y sus instrumentos, desde el
nacimiento hasta la muerte. Este desarrollo carretera funciona para este transcurrir, al mismo tiempo, como su límite
último.

“EL MARCO TEORICO DE LA PSICOLOGIA EVOLUTIVA” – N. Sáez Narro.


1° DIACRONIA: PARADIGMA EVOLUTIVO. 2° SINCRONIA: PARADIGMA DESARROLLO.
Cambio: secuencial, irreversible, lineal, universal. Ciclo completo de la vida: es una orientación dentro de
Tres tipos de estudios dentro de la psicología del un área concreta, implica un marco conceptual y
desarrollo desde el punto de vista empírico: metodológico para el estudio del desarrollo conductual
- La descripción de la conducta y procesos estudiados. desde el nacimiento hasta la muerte.
- Explicación del cambio y de sus causas.
- Intervención en el cambio, los objetivos son la Cambio: se comprende mejor si se observa el contexto
corrección de conductas problemáticas, su prevención y de cadenas y patrones, de sucesos antecedentes y
la optimización del desarrollo. consecuentes. Sus supuestos y proposiciones no son
fijos ni rígidos.
Dos tipos de varianza:
- Cambio intraindividual: opera en un mismo individuo La edad pasa a 2° lugar: no es solo variable “causativa”,
con el paso del tiempo. sino una dimensión a lo largo de la cual actúan las
- Cambio interindividual: las diferencias que se operan variables causativas. Hay que profundizar en las
entre los individuos cuando las condiciones propias de variables ambientales, organizas, etc. Que son los
cada uno de ellos van evolucionando con el tiempo. auténticos motores del cambio evolutivo y que
determinan que las conductas vayan cambiando con la
Fenómenos propios de la psicología evolutiva: aquellos edad.
englobados por el termino conducta usado en un
sentido más amplio (movimientos musculares, Naturaleza explicativa: en el crecimiento y
motivación, aspectos afectivos, pensamiento, etc.). envejecimiento biológico no existen estados especiales
Tambien incluye el estudio del cambio en las estructuras de madurez, el desarrollo se ve como un proceso
interiorizadas por los sujetos que construyen como continuo y se establece la estructura de su orden e
resultados de sus acciones. (*) interrelaciones temporales.

Naturaleza descriptiva: la edad cronológica es lo más La estructura nos permite pensar el desarrollo:
importante para ubicar al sujeto. - No se guía por una descripción fundada del crecimiento
y envejecimiento.
Momentos del desarrollo: - No estados especiales de madurez.
- Niñez - El desarrollo es un proceso continuo.
- Adolescencia - La estructura permite el orden e interrelaciones
- Adultez (cúspide de la campana) temporales.
- Vejez (esta parte es el declive, no desarrollo)
Desarrollo: es una expresión de los principios
Un elemento determinante es la madurez biológica. ontogenéticos individuales y de los principios
relacionados con el cambio histórico o evolucionista.
Este modelo mecanicista concibe el desarrollo como la Estos principios ontogenéticos pueden variar en
acumulación de información. diferentes aspectos del desarrollo conductual durante
los diversos periodos del ciclo de la vida.
((*) Conductas que muestran cambios consistentes con
la edad solo en los individuos que están sujetos a Concepción pluralista del cambio: procesos multi-
experiencias específicas, a través de una enseñanza lineales y discontinuos. Implica que los cambios no
dirigida, no se clasificarían como evolutivas. Tampoco tienen por qué extenderse a lo largo de toda la vida y
aquellas que representan dimensiones más relacionadas que pueden aparecer nuevos cambios, incluida en la
con las diferencias individuales y cuya aparición es tercera edad.
esporádica como la agresión.)
Paradigma dialectico:
- La base material interior y exterior del sujeto es lo que
representa los orígenes del proceso de interacción.
- Incluye una focalización y atención sobre el cambio
como una interacción dinámica, una causación mutua,
ausente de determinismo completo.
- La crisis (cuando las dimensiones del sujeto se
desajustan) genera cambios, movimiento, tensión, que
siempre que no sea drástica, implica avances de las
habilidades.
- Cultura: permite introducir el cambio de conducta
(base: estructura)
- Heterocronia: singularidad/tiempos de cada persona.
- No hay discusión sobre lo innato – adquirido.
- Estructura descompletada: se puede introducir algo
nuevo y no podemos hablar de un desarrollo máximo.

“DESARROLLO FISICO DE LA ADOLESCENCIA” – STONE – CHURCH.


2 momentos:
1. Pubescencia:
- 2 años: mujeres 9 – 11; hombres 11 – 13.
- Crecimiento acelerado en poco tiempo, se da cuenta por la observación del otro y es crecimiento
asincrónico.
- Torpeza.
- Reestructuración mental de su propio cuerpo (esquema corporal que todavía no se ha acomodado).
- Caracteres sexuales secundarios:
Hombres: barba, cambio de voz, crece la espalda, vello corporal y púbico.
Mujeres: crecimiento de la cadera, vello púbico, telarca (crecimiento de los pechos).
- Es importante el referente adulto que oriente y tranquilice.

2. Pubertad:
- 1 año: mujeres 12 – 14; hombres 14 – 16.
- El sujeto vuelve a encontrar una cierta armonía con su cuerpo.
- Caracteres sexuales primarios:
Hombres:
Mujeres: menarca (entre la menarca y telarca trascurren 2 años).

Sustratos que hacen posible estos cambios: hormonas (sistema endocrino).

“EL ADOLESCENTE Y LA LIBERTAD” – A. Aberastury y M. Knobel.


Adolescente:
- Seria anormal la presencia de un equilibrio estable durante el proceso adolescente.
- Debemos ubicar sus desviaciones en el contexto.
- Atraviesa desequilibrios que configuran una semi patología, denominado “síndrome normal de la adolescencia”
que es perturbador para el adulto, pero necesario, para el adolescente ya que este proceso va a establecer su
identidad. Para ello debe enfrentar el mundo de los adultos y desprenderse de su mundo infantil.
Duelos en la adolescencia:
1. Duelo por el cuerpo infantil perdido: sentir sus cambios como algo externo frente a lo cual se encuentra
como espectador impotente de lo que ocurre en su propio organismo.
2. Duelo por el rol y la identidad infantil: renuncia de la dependencia y aceptación de responsabilidades.
3. Duelo por los padres de la infancia: trata de retenerlos buscando el refugio y la protección en ellos,
situación que en esta etapa se ve complicada.
4. Duelo por la bisexualidad infantil perdida.
Estos duelos van acompañados por el complejo psicodinámico del duelo normal y en ocasiones, adquieren
características patológicas.
“Síndrome de la adolescencia normal” (desequilibrio/pseudopatologia):
- Producto de la propia situación evolutiva, surge, de la interacción del individuo con su medio. El mundo de los
adultos no acepta las fluctuaciones del adolescente sin conmoverse (ya que son conflictos ya superados). La
patología es siempre expresión del conflicto del individuo con la realidad.
- Las modificaciones del medio determinan la expresión de la normal/anormalidad del adolescente, pero de ninguna
manera podemos condicionar toda la realidad bio-psicológica.
- La necesidad de elaborar los duelos básicos, obligan al adolescente a recurrir normalmente a manejos psicopáticos
de actuación, que identifican su conducta. Lo que diferencia al adolescente normal del psicópata, persiste con
intensidad en el uso de este modo de conducta.
- El adolescente presenta vulnerabilidad para asimilar los impactos proyectivos de toda la sociedad, es decir, es
receptáculo propicio para hacerse cargo de los conflictos de los demás y asumir los aspectos más enfermos del
medio. Es la sociedad la que recurre a un mecanismo esquizoide haciendo que una de sus propias partes en
conflictos, como lo es la juventud, adquiera las características de todo lo malo.
Características (adolescencia/libertad):
o Adolescente= pérdida de su condición de niño, proceso de desprendimiento que comenzó con el nacimiento.
o Cambios psicológicos, cambios corporales, con los padres y con el mundo. Ha cambiado la imagen que tiene
de su cuerpo, su identidad, y necesita adquirir una ideología que le permita su adaptación al mundo y/o para
cambiarlo.
o Fluctúa entre una dependencia y una independencia extremas.
o Periodo confuso, doloroso, caracterizado por fricciones con el medio familiar y social.
o Las modificaciones corporales y los imperativos del mundo externo, son vividos al principio como una
invasión. Esto lo lleva a retener, como defensa, muchos de sus logros infantiles. También se refugia en su
mundo interno para poder reconectarse con su pasado. Esto implica la búsqueda de una nueva identidad en
un plano cc e icc.
o El adolescente no quiere ser como determinados adultos, pero elige a otros como ideales.
o El duelo por el cuerpo: cuando los caracteres sexuales secundarios lo ponen ante la evidencia de su nuevo
status y del rol que tendría que asumir en la procreación.
o Se presenta como varios personajes, ante diferentes personas del mundo externo, que nos da de él,
versiones totalmente contradictorias sobre su madurez, bondad, capacidad, afectividad e incluso sobre su
aspecto físico. Las fluctuaciones de identidad se experimentan en los cambios bruscos, en pocas horas el uso
de diferentes vestimentas.
o Los padres tienen dificultad para aceptar el crecimiento a consecuencia del rechazo que experimentan
frente a la genitalidad y a la libre expresión, esta incomprensión se encuentra enmascarada bajo una
excesiva libertad que el adolescente vive como abandono, que en realidad lo es.
o Cuando la conducta de los padres implica una incomprensión de las fluctuaciones entre dependencia-
independencia, se dificulta la labor del duelo.
o Madurez: biológica, afectiva e intelectual = sistema de valores e ideología que confronta con la de su medio
y donde el rechazo a determinadas situaciones se cumple en una crítica constructiva; su idea de reforma del
mundo se traduce en acción; adquiere teorías éticas; confronta sus ideas sobre Dios. Pero antes tendrá una
multiplicidad de identificaciones contemporáneas y contradictorias.
o Provoca una verdadera revolución en su medio familiar y social: esto crea un problema generacional no
siempre bien resuelto, también los padres viven los duelos por los hijos, ahora son juzgados por sus hijos y
la rebeldía y el enfrentamiento son más dolorosos si el adulto no tiene conscientes sus problemas frente al
adolescente, los padres ya no podrán funcionar como líder o ídolo y deberá aceptar una relación llena de
ambivalencias y de críticas.
o El desprecio al adulto es, una defensa para eludir la depresión que le impone el desprendimiento de sus
partes infantiles, la des idealización de los padres lo sume en desamparo. Este dolor es poco percibido por
los padres que suelen encerrarse en una actitud de autoridad.
o Los factores económicos juegan un rol importante.
o El adulto se aferra a su mundo de valores y el adolescente defiende sus valores y desprecia los que quiere
imponerle el adulto, los siente como una trampa de la que necesita escapar.
o El adolescente siente que debe controlar los cambios; necesita adaptar el mundo externo a sus necesidades
imperiosas, sus deseos y a la necesidad de reformas sociales.
o Se produce un incremento de la intelectualización para superar la incapacidad de acción. El adolescente
busca la solución teórica de todos los problemas trascendentes.
o Su nuevo plan de vida le impone abandonar la solución del “como si” del juego y del aprendizaje, para
enfrentar el “si” y el “no” de la realidad activa que tiene en sus manos. Debe formarse un sistema de teorías,
al cual aferrarse y la necesidad de algo en lo que pueda descargar el monto de ansiedad.
o A esta crisis intensa, la solución transitoriamente es con un incremento paralelo de la omnipotencia
narcisista y de la sensación de presidencia de lo externo. Sufre crisis de susceptibilidad y de celos, exige y
necesita vigilancia y dependencia, pero sin transición surge en él un rechazo a los padres y la necesidad de
independencia y huir de ellos. El monto de gratificación y frustración y la gradual adaptación a las exigencias
ambientales van a marcar la intensidad y gravedad de estos conflictos.
o A la juventud se la enfrenta con violencia, y el resultado es la destrucción y el entorpecimiento del proceso.
La violencia de los estudiantes no es sino la respuesta a la violencia institucionalizada de las familias y la
sociedad. El adolescente, cuya búsqueda es de ideales para identificarse, se encuentra con la violencia y el
poder, que también los usara.
o Moratoria social: es la suspensión temporal de la ley, manifiesta una situación profunda. La dificultad del
adulto para aceptar la maduración intelectual y sexual del niño es la base de esa pseudo “moratoria social”.
Es construir un campo de prueba en la intensa interacción con el medio, permitida por quienes rodean al
sujeto. Permite el desarrollo de la identidad.
o Buscan logros y encuentran satisfacciones en ellos. Si estos logros son desestimados por los padres y la
sociedad, surgen sufrimiento y rechazo.
o En la crisis es cuando los padres recurren a dos medios de coacción: dinero y libertad. Son tres las exigencias
de libertad que plantea el adolescente a sus padres: libertad en salidas y horarios, de defender su ideología,
de vivir un amor y un trabajo. Los padres se ocupan de la primera “libertad en las salidas y horarios” ya que
significa el control sobre las otras libertades. Cuando los padres restringen las salidas o la dependencia
económica “cortando los víveres”, es que hubo algo mal llevado en la educación anterior.
o Prohibir y es diferente a escuchar: es frecuente que los padres se quejen de que ya no hablan con ellos. Esos
padres no se dan cuenta de que escuchar es el camino para entender lo que pasa con sus hijos. El
adolescente necesita hacer sus experiencias y comunicarles, pero no quiere, que sean criticadas.
o Cuando los padres controlan el tiempo y los horarios están controlando su mundo interno, su crecimiento y
su desprendimiento.

“SEXTING: UNA ANALISIS DE NUEVOS CRUCES ENTRE JOVENES, SEXUALIDAD Y TECNOLOGIA” – V. Arias.
“Sexting”: neologismo; palabras sex (sexo) y texting (enviar mensaje de texto). Es la práctica de sacarse fotos en
desnudez total o parcial utilizando la cámara de fotos del teléfono y enviarlas a otros dispositivos tecnológicos o
subirlas a internet.
Características:
- Fotos de carácter erótico, videos de corta duración.
- Imágenes enviadas con o sin texto.
- Foto obtenida de manera voluntaria, tomada por el mismo sujeto en soledad.
- Los dispositivos tecnológicos son teléfonos, cámaras webs o tablets.
- Esta práctica tiene una larga tradición, sin embargo, el sexting es una variante que tiene particularidades que la
singularizan: los teléfonos e internet han posibilitado que los usuarios pasen de ser espectadores (como en la era
analógica) a ser productores y difusores con mucha facilidad.
- La portabilidad y acceso a los teléfonos con la capacidad de distribución de internet producen que sacarse fotos y
compartirlas pueda hacerse con facilidad.
- Es gratis.
Contexto:
- Declive de la institución y predominio del mercado.
- Promueve esta práctica: la lógica del mercado gana protagonismo a medida que se debilitan las instituciones
modernas.
- La transmisión y al apuntalamiento del sujeto responsable de sus actos y capaz de insertarse críticamente en la
sociedad, pierden peso en la vida social.
- Prevalecen opiniones y juicios, que definen a las instituciones como estructuras represivas y destructoras de la
individualidad. Hay dos conceptos desdibujados: ley (limite que restringe al sujeto) y autoridad (equiparada con el
autoritarismo), ambas muy criticadas.
- El mercado y los medios de comunicación: si bien se presentan con un discurso liberador, con el objetivo de
eliminar todos los obstáculos que se interpongan entre el sujeto y lo que él quisiera ser y hacer, la lógica de mercado
tiene un discurso sobre las cosas e implica una normativa acerca de cómo debe ser el sujeto; favorecen un modelo
de sujeto y de relaciones personales y de ejercicio de la sexualidad.
Sexualidad:
1. Sociedad de consumo:
- adquisición de productos + desarrollo personal = felicidad.
- “nadie puede convertirse en sujeto sin antes convertirse en producto”.
- en las relaciones, las personas se presentan como un producto deseable a fin de tener cierto éxito.
- los medio de comunicación presentan coordenadas que indican que es deseable y que no: para ser,
debemos aparecer, el éxito económico, la juventud y la belleza son los valores relevantes.
- consumo des-subjetivante: el consumidor se arrastra por las pulsiones al consumir sin límites y porque
queda bajo el mandato del mercado.
2. Relaciones/parejas:
- marcado por la rapidez, la novedad y el consumo.
- las relaciones amorosas son más un modelo de “conexión” que de relación, ya que la relación requiere de
trabajo, esfuerzo y paciencia, y la conexión es instantánea, veloz y voluntarista, me desconecto si quiero sin
consecuencias.
- el amor hoy es una fórmula de disfrute y productor de sentimientos placenteros.
- el sentimiento amoroso es reducido a la sexualidad.
- el sujeto queda reducido a objeto a consumir: el sujeto “se produce” para volverse deseable para los
consumidores, el mercado ofrece el arsenal para tal producción.
- la sexualidad es exhibida con mayor facilidad, sin trabas y exhibida ante los demás como vida satisfactoria.
3. Pornografía:
- es gratis, instantánea y de fácil acceso para menores de edad.
- es tomada como un síntoma de la concepción actual de la sexualidad.
- se presenta con un discurso liberatoria sobre la sexualidad, pero impone una visión normativa de valores,
expectativas y representaciones respecto de que es ser hombre, que es ser mujer y como debería ser una
relación sexual satisfactoria.
- lo que se niega es lo humano en el sujeto: aquella falta estructural, la imposible complementariedad de los
sexos.
- no hay espacio para la palabra, el relato o la subjetividad, el cuerpo un trozo de carne.
- la sexualidad esta transformada en espectáculo y no está expuesto el sujeto y su valor, sino el cuerpo a
modo de un objeto que es consumido.
Teoría psicoanalítica acerca del sexting:
o Nueva forma de autoerotismo: el otro quien recibe la foto, aparece como excusa en la práctica, está en el
lugar del objeto necesario, pero contingente, para que el círculo pulsional se realice. La satisfacción reside en
la acción de sacarse fotos y verse y ser visto en ellas. Es la pulsión escópica, como narcisos posmodernos.
o El otro queda reducido a una mirada. Se toma la mirada como un objeto desprendido del cuerpo que mira
(Lacan). La subjetividad de quien recibe la foto no tiene lugar en esta práctica, solo debe recibir la imagen y
dar cuenta que fue vista (el principal goce del sexting es que el otro “clave el visto”).
o El que envía la foto queda ubicado como una cosa a ser mirada. En el sexting la persona queda reducida a
esa porción de carne que la foto muestra.
o El cuerpo es preparado y se “produce” siguiendo los cánones de belleza propuestos por la cultura
contemporánea (depilación, maquillaje, peinado, ropa interior especial, etc.). No se muestra cualquier parte
del cuerpo.
o Lacan: la pulsión escópica es la que logra eludir de forma más completa a la castración. El espacio de la
visión es homogéneo, no hay fisuras. “Mi imagen en el otro carece de resto, no puedo ver lo que allí pierdo”.
o No se ve aquello del cuerpo que no se quiere mostrar y lo propiamente subjetivo. Lo que queda tapado es lo
más íntimo del sujeto.
o El componente tecnológico permite que el sujeto produzca una imagen de sí mismo que puede ser retocada
hasta alcanzar aquel ideal de perfección. La pantalla y la distancia dejan el cuerpo del sujeto resguardado.
o No hay encuentro cuerpo a cuerpo.
o Aparece entonces el cuerpo solo como una imagen (imaginario). El sujeto cree que es posible embarcarse en
una comunicación sin equívocos.
Autoridad:
- Caída de la noción de autoridad.
- “Es una función en la que un sujeto da lugar a otro sujeto”, entendemos que el resultado es la desubjetivación de
los adolescentes.
- El trabajo de la autoridad es subjetivo y subjetivante, promueve que el sujeto renuncie a la satisfacción inmediata a
fin de posibilitar el lazo social. El adolescente con el sexting queda sometido a la satisfacción pulsional, sin dejar
espacio para el establecimiento del lazo social.
- La época debilita las referencias y empuja la satisfacción de la pulsión en soledad; esto amenaza la promoción del
lazo social y, las patologías del acto aparecen como un síntoma de la contemporaneidad: el sujeto apuesta sin otro.
- Prevenir las consecuencias desubjetivantes del sexting es a través de adultos que ocupen lugares de autoridad,
promoviendo el intercambio de palabras como modos de estar entre sujetos.
Palabra:
- Adultos y adolescentes que establezcan un dialogo sobre la sexualidad.
- Si no es él quien cumple esa labor, otros tomaran su lugar, como el mercado o la pornografía, que no son ámbitos
donde circule la palabra.
- El adulto debe proponer recorridos: formas de causar discursos que ordenan, estructuran y subjetivan.

“EL SUJETO Y EL BULLYING” – H. K. Zbron.


“Bullying”: es una situación donde un sujeto es acosado o victimizado cuando está expuesto de manera repetitiva a
acciones negativas intencionales por parte de uno o más estudiantes.
La acción negativa ocurre cuando alguien inflige, de manera intencionada, un mal o malestar a otra persona
mediante contacto físico, verbal y actitudes que implican la exclusión del grupo. Hay un desequilibrio de poder.
Los motivos de acoso: hacerse la linda, ser buen alumno, ser callado, alguna característica física, etc. La violencia se
da entre sujetos del mismo grupo y también de grupos diferentes.
Los avances tecnológicos han brindado los medios para nuevas formas de ejercer el acoso: ciber-bullying.
Los involucrados en la situación:
o Agresor: puede actuar solo o en grupo.
o Victima: se encuentra aislado, fuera del vínculo de pertenencia al grupo, o se encuentra incluido, pero de
manera degradante. Sufre anticipando los ataques futuros que puede llegar a recibir.
o Compañeros espectadores: adoptan diferentes actitudes pretendiendo no verse perjudicados aunque
igualmente quedan involucrados:
- observan sin intervenir y otros se suman a las agresiones, por miedo a sufrir lo mismo si apoyan a la
víctima, y por el fenómeno de masificación que fomenta la participación en los actos de intimidación.
- también puede querer ayudar a la víctima.
- tanto espectadores-testigos como víctimas están obligados al silencio, asimismo son complices.
o Adultos (padres y maestros): suelen ignorar lo que sucede, pueden minimizarlo o se naturaliza esta forma de
maltrato ubicándolo como una experiencia propia del proceso de socialización para “aprender a
defenderse”. Solo advierten el problema cuando se ha tomado proporciones evidentes y graves. Es
importante que adultos rompan la continuidad y persistencia de los comportamientos que llevan a
acosadores y acosado a sufrir el bullying.
Cultura: espacio mediador que permite al sujeto reconocerse y constituirse, a configurar su campo de realidad.
Instituciones: es el ámbito en el que se sostiene y desarrolla la cultura, favorecen los lazos de cohesión, promueven
la vinculación de cada sujeto con la ley y lo comprometen con su cumplimiento. Son productoras de subjetividad ya
que hacen posible el surgimiento de lo singular en el lazo con lo colectivo.
Paradoja:
- Hay condiciones culturales y posiciones individuales que obstaculizan la regulación de la vida en comunidad y el
espacio de la particularidad.
- Agruparse es un intento de superar el malestar, pero surgen dos nuevas fuentes de malestar:
1. Caer en posición de sometimiento
2. En la relación entre los integrantes del grupo pueden surgir rivalidades, envidia, celos y discrepancias
inconciliables.
Ambas producen sufrimiento, porque no se da lugar a las búsquedas singulares de cada sujeto.
- Las normas que ordenan la vida en comunidad se ven obstaculizadas por la estructura psíquica, ya que persiste en
los seres humanos una inclinación hacia la agresión, porque todo sujeto nace en estado de desvalimiento, que a
nivel psíquico es constitutiva en todo ser humano.
- “Narcisismo de las pequeñas diferencias”: en la necesidad de agruparse las personas se coligan a partir de un rasgo
compartido y se reconocen a partir de ese rasgo que los diferencia de otros que quedan por fuera. Problema: en esa
inclinación a la hostilidad se cae en “la miseria psicológica de la masa”, donde la falta de líderes impide las
diferencias y la filiación. Se produce sometimiento al grupo y se esgrime esa diferencia como medio para establecer
una desigualdad de poder.
- El sujeto en masa se puede comportar como bajo hipnosis, humilde sumisión, docilidad y ausencia de crítica. El
hipnotizador queda situado en el lugar del ideal produciendo en el hipnotizado un renunciamiento a toda iniciativa
personal. El sujeto que experimenta la sugestión posee un convencimiento, como una “ligazón erótica”, vinculo
basado en la idealización que ejerce atracción hacia la posición de sometimiento.
Humillador:
- En las expresiones de carácter humillante quien habla se encuentra en una “circunstancia apropiada” ya que ocupa
un lugar, el del ideal, que otro u otros le otorgan otros sujetos renunciando a toda iniciativa personal.
- En la humillación, se ataca al receptor hundiéndolo en su indeterminación, se enuncia imponiendo un
convencimiento fuera del razonamiento, un convencimiento instalado desde una ligazón sostenida en la
idealización, que busca satisfacción en el dominio.
Testigos:
- Los adolescentes refieren que su participación en hechos de violencia consiste en ser el lugar de espectador o
testigo es un lugar neutro, donde se participa pero no involucra responsabilidad.
- Admiten la creencia en el derecho a ejercer la maldad como modo de resarcimiento.
- Lo que inmoviliza es la identificación con el interprete de esa escena, liberado de toda restricción, ese aspecto que
Freud denomina “resto no domeñado por la cultura” que habita en todos y es una inclinación hacia la agresión. Esto
retiene al testigo en actitud de consentir, y también se manifiesta en la posición de desconocer de algunos adultos.
Solución:
La dependencia de un sujeto respecto de otro se produce mediante la operacion de alienación (sujeción al campo
del otro absoluto), pero se genera la ruptura mediante la operación de separación (operación lógica de la no
reciprocidad).
Separación:
- Es el camino de regreso de la alineación.
- Permite otro modo de participación en función de deseos irrealizados.
- La separación es el movimiento propio del sujeto a partir de lo que el otro no da.
Alineacion: es ese punto de dependencia respecto del otro, donde la única posibilidad es lo que el otro da.
Cuando el sujeto se apropia de su poder discrecional, descubre que el acto del otro implica una distancia con lo que
el sujeto mismo quiere, y que no necesita tomar como norma la correspondencia con el otro, ya que es una posición
que lo ubica como objeto.

“ADULTOS EN CRISIS. JOVENES A LA DERIVA” – S. Di Segni Obiols.


Capitulo 1: Adultos del siglo XIX.
Siglo XIX:
o Adulto centrista: el hombre mayor de edad gozaba de tres derechos que lo convertían en dueño de su vida,
al voto, a la posesión de los bienes y a la patria potestad de los hijos. Mientras que la mujer estaba a cargo
de su marido y sus hijos para cubrir sus necesidades y satisfacer sus deseos, incapaz de tener un lugar en el
espacio público.
o Definición de adulto:
- Poder: la posesión de mecanismos que permiten obligar a otros a hacer lo que se desea.
- Autoridad: el derecho a utilizar ese poder. Autoritarismo: uso abusivo de ese poder.
- Derecho a coaccionar la conducta de sus hijos porque la sociedad les atribuía sabiduría y experiencia para
ello.
o Hombre:
- mayor autoridad por su experiencia de vida en el espacio público.
- poder basado en el dinero y en la fuerza fisica que lo centralizaba el hombre.
- tomaban las decisiones importantes, imponían sus pautas de vida, la sociedad no lo presionaba para
compartir todo lo que estaba concentrado en el, esto permitía que pudiera volverse autoritario.
- el hombre adulto era el modelo social, que todos querían imitar.
o Mujer:
- era construida sobre los afectos. En ella debían encontrarse la comprensión, bondad y ternura.
- colaboraba a mantener y acrecentar la autoridad del padre.
- solo se desarrollaba en el espacio privado.
- se las controlaba en la sexualidad, por lo que se enfermaban de histeria. La mujer tenía que reprimir la
agresividad, ya que a ella le hacía perder la femineidad, la convertía en bruja.
o Hombres y mujeres fueron educados en un sistema estructurado y homogéneo. La familia, las diferentes
religiones y la escuela tenían mucho en común a la hora de defender valores y normas.
o Los niños aprendían a no llevar la contra a las opiniones que los adultos expresaban, y a no defenderse
cuando se los retaba. Penitencias y castigos no eran explicadas, no había instancia para la discusión de lo
ocurrido; la palabra del adulto, padre o docente, era inapelable.
o Adolescencia:
- era un incordio.
- la burguesía puso énfasis en el control impulsivo, que para un adolescente era difícil de lograr, desde la
sexualidad hasta el estornudo, permitía un autocontrol imprescindible.
- todo lo que los adultos querían inculcar en sus hijos entraba en crisis en la adolescencia.
- a esta etapa de la vida nadie quería entrar y todos querían salir lo antes posible de ella.
- eran vistos como el exponente de todo aquello que debía ser combatido: las pulsiones sexuales y agresivas,
el apasionamiento, el desorden y la rebeldía.
- el acceso a la adultez, para ambos sexos, estaba determinado por el matrimonio, mas trabajo para el
hombre.
- recibían una educación dentro y fuera de la casa que debían transferir a sus hijos.
- los hombres sabían lo que se esperaba de un hombre y las mujeres de una mujer.
- ropas, gestos, conductas estaban perfectamente pautadas y separadas por géneros.
- los homosexuales eran perseguidos penalmente porque atentaban contra un modelo de hombre
masculinamente perfecto.
o Todas las familias tenían prácticas religiosas que cumplían con los preceptos y normas morales, y los
enseñaban a los hijos.
o Vejez:
- vivieron épocas de dificultades económicas, bélicas o de salud, pero en la vida cotidiana sabían lo que
“había” que hacer.
- cambios en la educación, en la segunda mitad del siglo, fue muy fuerte y rápida: todos los deseos que
habían desestimado, reprimido, postergado para ser “hombres y mujeres de bien” ahora podrían ser objeto
de burla. La divulgación masiva del psicoanálisis los convirtió en los culpables de todos los problemas de sus
hijos, sin que se hiciera hincapié en los cambios que la época había producido.
- hubo quienes se atrincheraron en sus viejas formas de vida, solo podían seguir conversando con las
personas de su generación, que compartían los mismos hábitos. Los hijos, y nietos, eran incomprensibles.
- hubo quienes pudieron hacer adaptaciones, son los que en la actualidad viven mejor, en particular las
mujeres, lo que la época actual les permite y que no pudieron vivir en la juventud.
- hubo quienes parecen haberse excedido en un intento por mantener las características que la época valora,
con cirugías, dietas, gimnasio y sol, con exceso de maquillaje y ropas juveniles. Estos intentos de
rejuvenecimiento muestran: la incapacidad para aceptar lo inevitable de la vejez.
- les afecta las rupturas familiares, la falta de responsabilidad hacia los hijos, la homosexualidad.
- les preocupa perder la capacidad de arreglarse solos, la invalidez y la soledad.
- el cambio cultural ha convertido el término “viejo” en un insulto y todo lo que lo caracteriza: lentitud,
reiteraciones, pérdida de elasticidad física y mental.
o Desarrollo de la escuela iluminista, los ideales de la época se pertenecían a la educación masiva.
o Enorme confianza en que los avances de la ciencia llevarían a la humanidad a un progreso seguro.
o Escuela primaria:
- obligatoria.
- sumisión de los alumnos, castigos físicos y psíquicos, enseñaban ideas progresistas.
- coherente con los valores burgueses: pulcritud, prolijidad, formalidad, respeto a los mayores.
- los maestros son personajes idealizados y temidos.
o Escuela secundaria:
- más posibilidades de encontrar un profesor que quiera motivar algo diferente en sus alumnos.
- profesoras y profesores se vuelven modelos importantes para los jóvenes que comienzan a ser casi adultos.
o Universidad:
- se abre lentamente a las mujeres.
- ubica a los estudiantes ante profesores que aparecen como verdaderas autoridades, eminencias en sus
saberes. Entre ellos y los alumnos se establecen una enorme distancia expresada en la clase magistral.
o La educación del siglo XIX se baso en la estimulación abusiva de la represión. Todo aquello que diera placer
debía ser contenido, el ideal era lograr un perfecto control de todo lo impulsivo y también de algunas
funciones fisiológicas.
o Psicoanálisis:
- el exceso de represión de las pulsiones naturales del ser humano provocaba conflicto enfermedad psíquica.
- en algunas situaciones, satisfacer los propios deseos se volvía más peligroso que no hacerlo.
- la educación decimonónica, basada en castigos corporales tempranos, tuvo como resultado que la persona
incorporara una conciencia moral que le diría, sin necesidad de adulto, y lo auto castigaría por no cumplirlo.
- esta educación en la medida en que no sea excesiva, no será negativa sino imprescindible para el
psiquismo, ya que supone aceptar límites, tolerar esfuerzos y frustraciones.
- el problema no es la represión en sí, sino el grado en que se la impone.
- Freud se preocupaba por que la educación encontrara el punto medio entre la necesidad de sofocación
pulsional y la neurosis.
Quiebres del siglo XIX:
o Mujeres pelearon por sus derechos, como las sufragistas o las primeras feministas, iban descartando el
matrimonio y optaban por estar solas e independientes de los hombres. A medida que progresaba el siglo
XX, era mayor el número de las que estudiaban, trabajaban y no renunciaban a tener su propia familia.
o Niños y jóvenes fueron consiguiendo lentamente reconocimientos de sus derechos. Obtuvieron una
moratoria que les permitiera estudiar, formarse, la adolescencia, a la cual primero entraron los varones y
mucho después las mujeres, permitía un periodo de experimentación de la propia autonomía y búsqueda de
una identidad definida por uno mismo. Todo esto sobre la base de una educación basada en el fuerte control
de los impulsos.
Capitulo 3: Adultos del siglo XXI.
Siglo XXI:
o Diversidad de grupos familiares.
o Gran cantidad de información disponible.
o Desarrollo artístico y publicitario de la imagen que los hace expertos en su decodificación.
o Mezcla de represión y desinhibición con respecto a la sexualidad.
o Todos, desde los más ricos hasta los más pobres están rodeados por la llamada “cultura adolescente”.
o La “buena educación” comenzó a ser demolida en el siglo XX. La ropa paso a usarse sucia y rota, las “malas”
palabras aparecieron en lo cotidiano, emergieron los eructos, los gases, fue el retorno de lo reprimido, de
todo lo fisiológico que manifestaban a los campesinos y obreros. El voseo se han generalizado.
o La era posindustrial nos crea deseos nuevos, nos ofrece los insumos para satisfacerlos. Lo nuevo tiene valor
por el mero hecho de serlo, porque se aleja de lo viejo.
o Publicidad y consumo:
- han crecido con los adolescentes y forman parte de sus vidas.
- los ubica en el lugar de modelo social.
- no solo vende productos para los jóvenes, también venden productos para adultos que no quieren perder
la juventud.
- diferenciación por género se manifiesta de manera contradictoria: en algunos sectores ha ganado lugar el
modelo “unisex”, que abarca la vestimenta, los gustos musicales y deportivos, pero también aparecen
jóvenes que explotan las diferencias genéricas al máximo.
o Los jóvenes no se sienten frágiles ante casi nada. Por el contrario, responden al lugar ideal que se les otorga
la sociedad, se sienten omnipotentes: a la lluvia, al frio, a comer chatarra, a pasar días sin dormir.
o Adolescencia:
- se prolonga cada vez más, los padres no esperan cuidados en la vejez, ya que dejo de ser un imperativo
social.
- la adolescencia paso de ser una moratoria a convertirse en un crédito a pagar por los padres.
- etapa de la vida propia de sectores medios urbanos, identificable por un modo de vida, un modo de vestir,
gustos musicales, un aspecto físico.
- sectores populares no tienen la posibilidad de disfrutarla, el trabajo no les permite vivir esa moratoria.
- paso a constituirse un momento privilegiado que había que vivir intensamente, exponentes del ideal social.
- se desarrolla en la “cultura de la noche”: la noche aparece para los jóvenes como ilusión liberadora. Esa
liberación es ilusoria en la medida en que no son los jóvenes quienes crean las reglas, regulan el espacio, los
horarios. Opone un mundo perfecto a las imperfecciones cotidianas. La cultura de la noche excluye a los
adultos. Es amplia, incorpora todas las tribus; todos tienen en común ser jóvenes y parecerlo.
o Duración de las etapas de la vida:
- Primera mitad del siglo XX: infancia 0-15/16 años; adolescencia 16-21/23 años; adultez 23-50/55 años;
vejez 55 hasta los 70.
- Segunda mitad del siglo XX: infancia 0-8/9 años; adolescencia 9- ¿30? Años; adultez o vejez hasta los 80/90.
o La sociedad actual permite “elegir” la edad que se quiere tener, eliminando los comportamientos
rígidamente definidos.
o Autoridad:
- poder que el mercado le da a los hijos: el descredito social.
- si los padres no satisfacen sus deseos quedan mal ante aquellos que si lo hacen, mejoran su status
mostrando cuanto gastan en sus hijos, los padres temen perder el amor de sus hijos.
- la autoridad paterna se va desgastando, se les delega una autoridad a los jóvenes basada en la idea de que,
por el mero hecho de ser jóvenes, sabían lo que debía hacerse.
- educados por el mercado más que por sus padres.
o Industria:
- los jóvenes crecen en un mundo donde la oferta es infinita y mínima la tolerancia a la frustración que
desarrollan.
- jóvenes acostumbrados a consumir, entrenados en una oferta permanente de novedades, tienen poca
capacidad de espera.
o La educación liberal alivio el exceso de represión, pero dio origen a jóvenes discapacitados para tolerar
montos de frustración imprescindibles.
o Discotecas:
- punto de encuentro de los jóvenes de sectores medio en casi todas las grandes ciudades.
- crecieron sobre la base de llevar al extremo la selección de su público, los elegidos se sienten superiores, la
satisfacción narcisista es clara, y esa satisfacción es la base de la ganancia de los dueños.
- paredes de espejos donde mirarse, un nivel de sonido que posibilita la comunicación con los otros solo a
través del cuerpo que mantiene la distancia.
- los sectores de menores recursos comparten los mismos objetos de consumo de marcas pero más
económicas: la bailanta despliega la música tropical, a diferencia de las discos, en las bailantas entran
familias, se mezclan las generaciones y es un sitio de socialización en el que se puede conversar.
o Frustración:
- más “sanos” a aquellos que muestran aceptar las reglas del mercado. La generación hoy adulta está entre
una educación decimonónica y el descubrimiento del consumo juvenil.
- proceso por el cual los seres humanos aprendemos a postergar la satisfacción de nuestros deseos, a tolerar
la frustración.
- nacemos exigiendo satisfacer nuestros deseos y lo que ha ido cambiando es la respuesta que encontramos
del otro lado. La sociedad decimonónica apuntaba a sostener la sobriedad, la actual no.
- hoy se cae en un sobrepeso de satisfacciones innecesarias que no ayuda a coartar una visión omnipotente
de sí mismo y no da herramientas para sobrevivir cuando los deseos no pueden ser satisfechos.
- niño: llega sin pauta alguna a la escuela, preso de un narcisismo primitivo que le hace seguir creyendo ser el
centro del mundo, agresivo ante cualquier límite de su deseo, incapaz de convivir con otros y la
responsabilidad la tienen los padres que han creído que criándolo de manera “natural” lo han hecho bien.
- cuando ese niño se convierte en adolescente su incapacidad para tolerar frustraciones no hace más que
llevarlo al fracaso.
- drogarse es el gran atajo ante la frustración, mientras lo hace no sufre, no siente su falta de logros, vive en
un mundo virtual semejante al que le crearon los padres en la infancia.
o La era posindustrial tiene un resultado conflictivo es criar personas que crecen en años decisivos de sus vidas
con la ilusión de ser ricos. En este caso, el niño no habrá conseguido algunas herramientas básicas: la
capacidad de tolerar la frustración, la capacidad de hacer esfuerzos, la capacidad de esperar para satisfacer
deseos.
o Todo el proceso de ataque a la educación burguesa significo valorizar lo que estaba en manos de sectores
populares. Así, los sectores populares fueron influidos por el mercado para vivir en burbujas ilusorias,
dejando de lado el estudio o la búsqueda de trabajo porque con vino o drogas podrían sentirse “ricos”, los
ricos fueron consumiendo cultura popular, convenientemente adaptada.
o La escuela exige un monto de capacidad de frustración que está en baja en la población joven. Ante la
cultura adolescente que regala ilusiones de “rico”, la escuela enseña a ser “pobre”, trabajador, esforzado,
con el conocimiento por el placer de saber mas aunque no otorgue status social.
o Los jóvenes se niegan a trabajar para ser explotados, por rechazo a ser un trabajador y no un “señor” y optan
por la marginalidad en “defensa” de sus derechos. Desde este punto de vista cultural, los de la periferia no
resultan diferentes de los sectores medios.
Clasificación de los adultos:
1. Adultos tradicionales:
- Proyectan sobre el adolescente sus miedos ante cualquier cambio.
- Autoritarios.
- Los adolescentes sienten un fuerte rechazo hacia ellos.
- Los adolescentes sufren más con estos padres porque tienen a la vista otros jóvenes que viven con
más libertad.
2. Adultos – adolescentes:
- Proyectan envidia bajo la forma de idealización de los adolescentes.
- Son “ideales” por ser compinches y liberales.
- Los adolescentes sienten vergüenza por ellos.
- Sensación de abandono: porque no hay adulto acompañando a su hijo (disfrazado de libertad).
- Compite con el adolescente, se comporta igual que este.
- Borran distancias y facilitan situaciones por ser “comprensivos”.
- Resuelven con superficialidad y en el mercado de consumo toda necesidad personal o de sus hijos.
3. Adultos inseguros:
- Temen y se amparan en los adolescentes.
- Provocan confusión en los adolescentes que deriva de los cambios abruptos de conducta.
- Falta de marco claro.
- Fachada de ser “compinches” pero que cortan con esa conducta cuando la situación se les escapa de
las manos.
- Producen adolescentes pseudo maduros que se auto paternalizan.
“MUSICA: UNA OFERTA PARA LA SUBJETIVIDAD ADOLESCENTE” – H. Karlen Zbron.
Consumo:
- publicidad impone modelos a seguir basados en un ideal de igualdad y satisfacción plena de las necesidades.
- la lógica consumista produce una “aparente sobre multiplicación de elección a medida”.
- mercado impone una oferta imparable, empujando al sujeto a que consuma masiva y vorazmente sin
discriminación, sin embargo solo se producen estados de inercia y aburrimiento, sin cuestionamientos.
- fenómenos de masa: opera el mecanismo de idealización, donde el objeto viene a ocupar el lugar del ideal del yo
generando fascinación y servidumbre ante el mismo.
- el sujeto responde a esta lógica consumista vía la idealización sosteniendo una aparente plenitud, evitando el
encuentro con lo no posible y con lo diferente.
- los adultos dejan vacante su lugar de autoridad para los adolescentes.
- la idealización del consumo obstaculiza los intercambios con otros y facilita la adquisición de objetos como forma
engañosa de realización subjetiva.
- encubrir la angustia, no dando lugar a la elaboración psíquica de las vivencias, esto genera la dificultad para
simbolizar las propias experiencias produce un aislamiento y un quiebre de los lazos con los otros.
Freud: sostiene que para hacer frente a las dificultades de la vida el sujeto usa “calmantes”, como el arte, son
efectivas psíquicamente gracias al lugar que la fantasía ocupa en la vida anímica. La música es uno de los caminos
que la cultura ofrece para hacer posible una lectura de los fenómenos y posibilita el intercambio simbólico.
Música:
- posibilita el crecimiento del joven y la apertura a nuevas identificaciones.
- rock: es uno de los estilos musicales en el que los jóvenes encuentran un espacio para diferenciarse de los adultos;
afirma el “ser joven” en oposición al adultos. Puede ser una forma de eludir la castración: favorece momentos de
intensa vivencia oceánica; quedando en una relación de sometimiento respecto del fenómeno musical.
- fenómenos masificatorios pueden ser enfatizar el consumo de drogas de diseño, el éxtasis que produciendo esta
especia de “sentimiento oceánico”, borra todo límite y promete una imposible satisfacción plena (permiten no parar
y prolongan la sensación de disfrute ilimitado).
- puede entrar en el circuito industrializado, perdiendo su condición de producción del sujeto.
- crear implica bordear un vacio; al producir un encuentro con ese vacío, surge lo singular.
- es un recurso posibilitador del movimiento del deseo.
- como producción artística posibilita al joven un camino para la identificación y para su enriquecimiento y
crecimiento, al mismo tiempo, establece una distancia generacional entre el joven y el adulto indispensable para el
desarrollo de subjetividad.
Identificación:
- “la más temprana exteriorización de una ligazón afectica con otra persona. Aspira a configurar el yo propio a
semejanza del otro, tomando como modelo un único rasgo de la persona objeto”.
- en este sentido el joven puede aspirar a formar parte del conjunto tomando rasgos del otro, no ocupando una
posición de sumisión sino de apropiación de un lugar distinto, del modelo de la época.
Diferencia entre identificación y enamoramiento: la primera el yo se ha enriquecido con las propiedades del objeto,
lo ha introyectado, en el segundo, se ha empobrecido, se ha entregado al objeto, le ha concedido el lugar de su
ingrediente más importante.
Canciones:
- presta palabra a aquello que, desde lo corporal y desde los vínculos con los otros, no puede ser dicho de otro
modo.
- espacio transicional para la elaboración de ansiedades y que permite establecimiento de una diferencia
intergeneracional.
- sublimación en el arte de crear.
Tecnología:
- para los padres es un lugar de incertidumbre, es dificultoso limitar lo que desconocen.
“DESARROLLO DE LA CAPACIDAD CREADORA” – V. Lowemfeld.
9 – 12 AÑOS 12 – 14 AÑOS
(PANDILLA/COMIENZO DEL REALISMO) (EDAD DEL RAZONAMIENTO/ETAPA
PSEUDONATURALISTA)
IMPORTANCIA - El niño descubre que es un miembro de la - Periodo de razonamiento en el que niño se hace
sociedad. mas critico de sus producciones.
- Conciencia creciente de que uno puede hacer - Dibuja la realización consciente de lo que se ve.
más en un grupo que solo. Los grupos son - Este naturalismo adquiere gran significado si se
generalmente del mismo sexo, los niños ignoran piensa que representa la variación del rumbo hacia
a las niñas y estas los desprecian. el modo adulto de expresión.
- Amistad en grupo de iguales. - Pubertad o pre adolescencia, periodo de grandes
- Creciente desarrollo de la independencia social diferencias individuales, se aprecia mucho en lo
respecto de los adultos. Los niños entran en físico, en el terreno mental, emocional y social.
conflicto con los padres, que no quieren - En el área intelectual se desarrolla una capacidad
abandonar la supervisión de los niños. Los padres para el pensamiento abstracto.
prolongan la dependencia por medio de - Impulso final hacia la independencia.
autoritarismos. Esa actitud impulsa al niño a las - Los sistemas escolares establecen a veces
actividades secretas. métodos de educación destinados a los niños de
- Comienza a pensar en términos sociales, se once a catorce años donde eligen los aspectos en
aleja del pensamiento egocéntrico; a liberarse de que desean concentrarse.
su propio punto de vista y seleccionar imágenes - Progresiva autoconciencia expresada a través de
que muestran una escena como la verían si ensayos conscientes sobre el ambiente
estuviesen en una posición distinta. circundante.
- Conciencia de su mundo real, un mundo lleno - Se interesa por su aspecto, por su vestimenta, por
de emociones, con amigos, planes y recuerdos lo que dice y por como aparece frente a los demás.
que pertenece solo a él. - Se está investigando a sí mismo, quiere saber
- Lo que es real está firmemente arraigado. quién es, que piensa, que puede hacer y que es
- Un trabajo artístico no es la representación de importante en la vida.
un objeto en sí, es más bien la representación de - Etapa en la que se desarrolla hasta el punto de
la experiencia particular. poder afrontar casi cualquier problema y, sin
embargo, en sus reacciones todavía sigue siendo un
niño.
- Producciones artísticas: la atención centrada en el
producto final mismo; una pintura tiene valor no
por el esfuerzo que costo sino por el aspecto visual
que presenta. El arte en esta etapa debe ser prestar
apoyo a la individualidad del joven, para una
liberación socialmente aceptable de sus emociones
y tensiones.

CARACTERISTICA Figura humana: Figura humana:


S DEL DIBUJO - Expresan características vinculadas al sexo, - Encontramos mayor interés en la figura humana
consecuencia de mayor conciencia. en las niñas por su mayor desarrollo físico.
- Expresión más ligada con la naturaleza. - Las características sexuales de estos dibujos son
- Adquiere sentido para los detalles, pero pierde muy exageradas, refleja la preocupación de estos
el sentido de la acción. niños por su desarrollo físico.
- Cada parte del cuerpo tiene su significado, y lo - Los dibujos se ocultan a los adultos y los
mantiene aun cuando se la separe del conjunto. acompaña un sentimiento de culpa o vergüenza.
- Todavía exageran el tamaño de la figura - Esfuerzo por un mayor realismo, hay más
humana. conciencia de las apariencias de las ropas cuando
- El niño utiliza el dibujo como medio de se doblan o cuando se arrugan, luces y sombras.
expresión para acentuar algo, como una - Para todos los niños es más divertido hacer
acumulación de detalles en partes que son caricaturas y representar la figura humana a través
emocionalmente significativas. de dibujos satíricos.
- No hay ningún intento de mostrar luz o sombra, - Una de las tareas más difíciles que un joven
efectos de movimiento, o pliegues o arrugas en la afronta en esta etapa pseudonaturalista es la de
ropa; el niño está dedicado a caracterizar su dibujarse a sí mismo.
ambiente. - Proyectan su propia personalidad en estos
- Los dibujos tienen cierta dureza y formalidad. dibujos, si un joven está preocupado por su nariz,
- Las niñas centran su interés en el dibujo de puede que la exagere o que lo deje de lado por
animales, como caballos que es un símbolo de completo.
carrera veloz, de libertad, de la alegría de crecer. Color:
Los varones se identifican más con los - El color y sus efectos emocionales están
automóviles. determinados por asociación, a través del efecto de
Color: pasadas experiencias. Las reacciones emocionales
- El niño va desde una rígida relación color-objeto frente al color son muy individuales.
hasta una caracterización del color. - El preadolescente tiene un sentido intuitivo del
- Distingue con mayor claridad las diferencias del color y del diseño, y la enseñanza formal de estos
color. factores parece desvinculada de sus intereses.
- Más fina es la relación visual que el niño Espacio:
establece entre el color y el objeto. - Descubre que el tamaño de los objetos distantes
- El color deberá centrarse en la experiencia y no se reduce. También puede ser menos intenso el
en el uso apropiado del color en un dibujo. color. Tales descubrimientos deben estar apoyados
Espacio: por experiencias reales en la naturaleza.
- El niño se aleja de su dependencia a lo concreto - Aprecian el espacio en sus cualidades
y comienza ahora a manejar conceptos tridimensionales.
abstractos. - La representación de la profundidad debe ser
- El arte es el resultado de acciones interna. descubierta por el alumno; evitar esto explicándole
- Cambio desde la representación simbólica, que la perspectiva, puede significar privarlo de una
conocemos de línea de base, a una importante experiencia.
representación más naturalista: descubre el Diseño:
plano, los dibujos incluyen varias líneas de base; - Muy consciente de las propiedades del diseño de
la línea de base comienza a desaparecer, los la esfera de su influencia. Tiene sus gustos y
arboles y las casas ya no se levantan sobre esta desagrados en la selección de la ropa, de los
línea, el espacio que queda debajo de esa línea colores que usa, de los adornos y accesorios que
significa ahora el suelo. lleva.
- La línea de cielo se extiende hasta abajo, y - Poseen gran simpatía y comprensión por los
asume el significado de horizonte. Con el cielo diseños de la naturaleza. Por ejemplo, el diseño del
por fondo de dibujo, el niño descubre que un caparazón de una tortuga o de las escamas de un
árbol que surge del suelo va a cubrir el cielo. pescado. Estos son elementos de diseño que
Toma conciencia de lo que es la superposición. aparecen constantemente en el ambiente de los
Diseño: jóvenes y constituyen una excelente materia prima
- Descubren el significado de su medio, de la cual puede surgir una autentica comprensión
comienzan a relacionarlo con el sentido de lo que de la función del diseño.
es genuino en nuestro ambiente y de lo que no lo - Atracción por la colección de objetos.
es. - Es más importante despertar el interés por el
- Una de las funciones del diseño es establecer diseño que establecer cuál es el diseño de buen
relaciones armoniosas. gusto desde el punto de vista del adulto.
- Adquirir sensibilidad ante las cualidades de un
material es importante y los niños improvisan por
su cuenta combinaciones de materiales que no
necesitan servir un fin útil.
- Conocimiento consciente de la decoración, las
niñas adornan los vestidos y los varones se fijan
en los cuadros de sus camisas.
LOS DIBUJOS - Desarrolla mayor conciencia y sensibilidad hacia - La producción artística refleja sus reacciones
COMO REFLEJO su ambiente, se convierte progresivamente en un frente al mundo.
DEL crítico de los demás y de sí mismo. - Encontramos grandes variaciones en la
DESARROLLO.
- Creciente preocupación por las diferencias del producción artística de estos jóvenes. Entre los 12 y
sexo. 14 años encontramos, tanto en varones como en
- Sus emociones y las relaciones emocionales con niñas, que comenzaron a romper numerosas
las distintas partes de su ambiente pueden ataduras con su familia y a cuestionar la autoridad
expresarse directamente o en forma simbólica. de los adultos.
- Exageraciones o sobreestimaciones de detalles. -Las chicas ya no les hacen la guerra a los
- Desarrolla un sentimiento de sí mismo como muchachos. Los muchachos se sienten atraídos por
miembro de grupo. el sexo opuesto; se preocupan por coleccionar
- Su desarrollo intelectual se puede observar estadísticas sobre los partidos de futbol, practicas
cuando se aparte de la representación deportes y buscar la amistad de otros muchachos
esquemática y la necesidad que experimenta de que tengan los mismos intereses.
caracterizar objetos. - Aquellos estudiantes que han alcanzado
- Sus dibujos señalan que ven las cosas a través respetabilidad y adaptación al sistema, son los que
de sus propias experiencias. Los niños pueden ser también reciben recompensa en el arte. Al mismo
críticos de los dibujos de los demás y aun de los tiempo, aquellos que no se adaptaron al sistema
propios, si estos no responden a su escolar y tienen dificultades para lograr el tipo de
interpretación personal de la realidad. éxito que se premia en las escuelas, fracasan en el
- No ha alcanzado un punto de vista naturalista arte.
objetivo.
- Dentro del marco de las experiencias artísticas:
los varones esconden sus verdaderos
sentimientos para seguir siendo “hombres”, los
niños evitan la exageración que utilizaban en
etapas anteriores y hay un interés emocional en
una determinada parte de un dibujo por la
acumulación de detalles; el desarrollo de un
concepto positivo de sí mismo es importante
porque está relacionado con la capacidad de
aprender; si se interfiere con el sentimiento de
pertenecer al medio social puede atraer que el
niño se retraiga y se mantenga marginado.
- Para el “desarrollo creador”, se debe evitar el
conformismo que se produce con el uso de
moldes impuestos y la imitación, y es vital
favorecer los intentos propios e individuales del
niño para resolver problemas.
MOTIVACION - La motivación se debe orientar a que el niño - Uno de los temas centrales de la adolescencia es
ARTISTICA. acentúe el sentido de independencia social que la lucha por lograr una identidad, llegar a un
recientemente ha descubierto, a fin de que logre acuerdo consigo mismo y ser capaz de expresar sus
un sentimiento de propia estimulación para que sentimientos.
desarrolle un mayor conocimiento del yo y - No es el momento de dedicarse al trabajo
satisfaga su nueva curiosidad hacia el ambiente. - obligatorio.
- Para despertar interés en la cooperación se - Está lleno de pensamientos y proyectos.
emplean dos medios: - Necesitan la oportunidad de compartir e
Método subjetivo de cooperación: se vale de intercambiar ideas con sus compañeros.
representaciones de experiencias individuales de - Un proyecto de mural, que requiere trabajo en
cooperación o de representaciones de escenas en cooperación, permite que un grupo resuelva
las cuales la cooperación es importante. Con problemas artísticos en común.
temas tales como “ayuda a las víctimas de la - Cualquier motivación debe acentuar la
inundación” o “limpieza después de la tormenta” contribución individual. Es importante reforzar el
que ayuden a que el niño sienta que participa del pensamiento del alumno y que cada joven sienta
esfuerzo del grupo. Debe incluir una discusión y que sus actividades artísticas son su propia
un punto de culminación. expresión.
Método objetivo de cooperación: aplica - El desarrollo de una actitud crítica hacia el mundo
directamente el trabajo colectivo en sí. Un grupo que lo rodea ha hecho que se preocupe mucho más
entero trabaja en un proyecto. Todos los niños se por el naturalismo.
encuentran envueltos en la actividad. Cada niño - El joven puede no sentirse dispuesto a intervenir
debe pensar “Yo no habría podido hacer solo en experiencias artísticas porque sus realizaciones
todo lo que ha hecho el grupo entero”. Esta es la anteriores fueron ignoradas o ridiculizadas.
parte principal de la cooperación. Hay una - La intensidad de los sentimientos puede utilizarse.
necesidad de realizar actividades en grupo, pero Las relaciones emocionales que establece con su
estas nunca será por presión para conformar a las ambiente pueden expresarse directa o
normas. simbólicamente.
- Es importante hacer crecer el interés de los - Debe permitir que esos sentimientos de agresión
niños en los materiales de expresión y que o de amor, se expresen en forma más icc.
tengan la sensación del descubrimiento, la - Esta etapa del desarrollo se caracteriza por una
oportunidad de determinar su propia relación tendencia hacia dos tipos diferente:
con el mundo, cada individuo debe desarrollar Mentalidades visuales: capacidad de descubrir las
sus propios medios de expresión. arrugas y pliegues en la ropa cuando la figura esta
en movimiento.
Mentalidades apticas: el uso de distorsiones, la
falta de profundidad en los dibujos y el empleo
continuado de colores apagado para juzgar el
ambiente.
- El objetivo con la pintura es la oportunidad de
desarrollar en el joven una mayor conciencia de sí
mismo y de las cosas que lo rodean.
- La motivación en si puede variar por las
circunstancias del momento.
- Los jóvenes son más sensibles a la belleza, se les
debe conceder el tiempo para la contemplación y la
meditación.
- Estimular el pensamiento sobre las relaciones
entre material y expresión, y sensibilizar a los
jóvenes hacia los elementos de diseño del medio
que los rodea.
- La motivación debe originar en el joven un deseo
de crear y no debe estar programada para que se
mantengan ocupados los jóvenes.
TEMAS - Se determinan en base a la relación subjetiva - El tema en si es menos importante que la forma
del ser humano con su ambiente, se ajustaran a en que el mismo se integra.
la situación particular de la clase y al grupo - El profesor haga del tema un material sobre el
determinado de niños. cual los estudiantes puedan tener algún control.
- El objeto es estimular la cooperación subjetiva, - Con la creciente conciencia que los alumnos
desarrollar el sentimiento de ser una parte de un adquieren, es importante que puedan intervenir en
grupo y favorecer en el niño la identificación con el planeamiento de las clases y de los proyectos.
actividades de grupo. - Ponerlo en condiciones de ver muchas vías de
- Debe estimular la cooperación a través de la expresión, estimularlo para que se motive a sí
identificación del niño con las fuerzas de mismo y haga uso de las artes para expresarse en
conservación y mantenimiento social. forma placentera y significativa.
- Es necesario darle al niño amplias posibilidades Sentimientos y emociones: esto es importante en el
para explorar la utilización del plano. programa artístico ya que algunas veces se
- Hay una conciencia mayor acerca de las expresan algo violentamente fuera de la escuela y
diferencias de sexo, y un mayor interés por los otras dentro de la escuela. La expresión artística de
detalles, cualquier tema que se elija deberá ser emociones y frustraciones requiere un alto grado
significativo para el niño y nunca alejado de sus de sensibilidad.
propias experiencias. El yo y los otros: sugiere que los adolescentes
- Un tema puede ser la familiarización con la tengan la oportunidad de observar y dibujar con
naturaleza de los materiales. modelos reales. Dibujar copiando de un modelo
- Jamás debe pasarse por alto: el tema que está vestido, o utilizándose como modelos entre sí. El
en el interior de cada niño, como las ansias de tiempo de exposición del modelo debe ser corto
trabajar con herramientas. para que el modelo sea usado solo como un
- Dar libre salida a la alegría y al placer y a poder estimulo. Detallados dibujos de un ojo o una mano
expresarse con sentimientos más profundos e son un buen comienzo (o autorretratos).
impulsos inconscientes. La vida en la escuela: fabricar carteles de protesta y
la preocupación por la claridad del mensaje y por el
impacto en el observador puede servir para
desarrollar una comprensión real de los problemas
que enfrentan algunos de los artistas de nuestra
sociedad. Las actividades artísticas pueden
contribuir a que se sientan más compenetrados con
la escuela en una forma significativa.
El diseño y la naturaleza: no hay límite para las
aplicaciones del diseño y, a esta edad, la
sensibilidad hacia la belleza es importante. Muchas
modelos extraídos de la naturaleza sirven de
estimulo. La cámara fotográfica es un excelente
medio para estudiar estas formas, pero dibujarlas,
puede ser la manera de aproximarse a las
cualidades de diseño. Los objetos hallados, las
colecciones de materiales, sirven para incluir en un
“collage”.
MATERIALES - Con el descubrimiento del plano, el mejor - A esta edad, los materiales desempeñan un papel
ARTISTICOS. material para este propósito es la pintura ya que secundario.
ahora tiene mayor control. - El material debe adaptarse a las necesidades de los
alumnos.
- Diferencian las relaciones entre color y objeto, y
- Los jóvenes ya son capaces de manejar casi
usan un verde diferente para el pasto y para los cualquier material, la experiencia de trabajo con
arboles, esto hace que el niño mezcle los colores materiales se convierte en el mejor medio de
con un sentido creador. comprenderlos.
- Un material es bueno solo si contribuye a - Si un estudiante emplea constantemente un
satisfacer las necesidades del niño y lo ayuda a material en forma mecánica, sin lograr nuevos
expresar lo que tiene su mente. descubrimientos, el material puede transformarse
en un substituto de la expresión.
- Puede usarse: papeles de colores, arcilla,
- La profundidad puede alcanzarse de diversas
pintura, elementos de la naturaleza y materiales maneras: una puede ser, concentrarse en un
básicos/comunes. material y usarlo para una variada gama de temas;
- Énfasis sobre el proceso de manipulación y de otro es concentrarse en un tema particular y utilizar
exploración y no sobre el intento de lograr un muchos materiales para desarrollarlo.
producto final que quede hermoso.

“SER ADOLESCENTE EN LA POSMODERNIDAD” – Obiols – Di Segni.


1. ¿Existe la adolescencia?
Sociedades primitivas: la adolescencia es un momento representado por un ritual de paso de una etapa de la vida a
otra en la cual se accede a la sexualidad activa, se adquieren responsabilidades y poder dentro de la tribu. Es un
momento de pasaje y la etapa más importante es la pubertad, que marca el fin de la infancia, y la adultez posterior.
Últimas décadas: la adolescencia tiene a prolongarse en el tiempo y no es vivida como una etapa “incomoda”. Los
niños anhelan ser adolescentes, y los adolescentes creen que han hallado el modo de vida definitivo. La bisagra de
cambio es en la segunda guerra mundial: después de 1950, la adolescencia ya no es considerada como una crisis,
sino como un estado, es institucionalizada como una experiencia filosófica como un paso obligado de la consciencia.
Era pos industrial: ha permitido desarrollar y extender la adolescencia. Los jóvenes de bajos ingresos o campesinos
quedan fuera de este proceso, para ellos la entrada en la adultez es rápida y brusca, por la necesidad de trabajar o
por un embarazo simultaneo al comienzo de la vida sexual. Pero en los sectores medios urbanos la adolescencia se
constituye como un producto nuevo, toda una atapa de la vida con conflictos propios.
El adolescente es hoy en día influyente en el mercado aunque no lo haga a través de sus propios recursos, se lo cuida
y estimula como consumidor. Para el mercado es bueno que la adolescencia dure mucho tiempo y no es fácil salir
económicamente de ella. Una prolongación de lo bueno de la infancia con la libertad de los adultos es un estado
“casi ideal”.
2. ¿Hasta cuando la adolescencia?
La duración de la adolescencia implica diferencia dos términos: adolescencia y juventud.
“Adolescente”: ser humano que paso la pubertad y que todavía se encuentra en etapa de formación en lo referente
a su capacitación profesional, a la estructuración de su personalidad o a la identidad sexual.
“Joven”: es alguien que ya ha adquirido responsabilidades y poder, que ha madurado su personalidad y tiene
establecida su identidad sexual, mas allá de que no tenga una pareja estable o no se sea totalmente autosuficiente
en lo económico. El joven se da cuenta de que llego a la edad adulta por la conducta, reaccionan ante ciertos
aspectos de su exterior y de sus maneras que son muestras de madurez.
Límites de la adolescencia según autores:
 Stone y Church: persona en crecimiento de los 13 - 20 años y es diferente el desarrollo físico del psicológico:
a. Adolescencia, aplicado al desarrollo físico: periodo que comienza con el rápido crecimiento de la pre
pubertad y termina cuando se alcanza una plena madurez física.
b. En sentido psicológico: es una situación anímica, un modo de existencia, que aparece con la pubertad y tiene
su final al alcanzar una plena madurez social. Esto trae un problema difícil de fijar una edad como límite
superior de la etapa.
 Dolto: describe un fenómeno de postadolescencia, un alargamiento de la misma que no permite fijar límites
con mucha precisión; la adolescencia se prolonga según las proyecciones que los jóvenes reciben de los
adultos y según lo que la sociedad les impone como limites de exploración. No hay maduración tanto no
haya independencia económica.
 Declaración universal de los derechos de los niños : a partir de los 14 hasta los 18 años se es adolescente, no
como una etapa con independencia propia sino como última parte de la niñez. El fin de la niñez para la
declaración no es una cuestión de hecho, sino de derecho: poder manejar, pero no tener automóvil, poder
casarse pero no conseguir empleo, poder trabajar pero no haber terminado una larga formación.
 Kaplan: desde los 13 a los 23, el desarrollo de la adolescencia, sin límites precisos. Subraya factores: falta de
posibilidades de trabajo, falta de formación profesional muy larga, glorificación de la adolescencia a nivel
social, época que ha dejado de ser molesta, y transitoria hacia logros agradables, para convertirse en una
etapa con sus propios logros agradables que da lástima dejar.
3. Perfil de un adolescente moderno.
El adolescente moderno: era un individuo que vivía una crisis, inseguro, introvertido, una persona en busca de su
identidad, idealista, rebelde dentro de lo que el marco social les permitía. Constituía un grupo marginal. Les era muy
difícil tolerar la disciplina que se le imponía en su formación. El periodo de formación de los adolescentes de sectores
medio estaba signado por grandes exigencias, etapa en la cual había gran número de suicidios, los cuales podían
adjudicarse a dificultades y frustraciones en ese ámbito.
Dentro de la disciplina y exigencia académica había alguna posibilidad sino de rebeldía, de originalidad. La rebeldía
de los mismos se manifestaba como una necesidad de diferenciarse.
Desarrollo intelectual: el adolescente se interesa por todos los problemas inactuales, sin relación con las realidades
vividas diariamente, situaciones futuras del mundo en su facilidad para elaborar teorías abstractas. Hay algunos que
escriben y crean una filosofía, una política, una estética o lo que se quiera que transforme el mundo de una forma u
otra. Existe un egocentrismo intelectual, comparable al egocentrismo del lactante que asimila el universo a su
actividad corporal y al egocentrismo de la primera infancia que asimila las cosas al pensamiento naciente, que se
manifiesta mediante la creencia en el infinito poder de la reflexión, como si el mundo debiera someterse a los
sistemas y no los sistemas a la realidad. La adolescencia se corrige en una reconciliación entre el pensamiento formal
y la realidad: el equilibrio se alcanza cuando la reflexión comprende que su función característica no es contradecir
sino preceder e interpretar a la experiencia.
Padres: con los cuales entraban en conflictos y el resultado era una crisis que evidenciaba la “brecha generacional”.
4. La famosa brecha generacional.
Erik Erikson: el adolescente era alguien en busca de su identidad y el adulto era el frontón necesario para que el
joven “tenista” hiciera sus prácticas, probara sus golpes, mejorara sus tiros y resultara. Entre la generación adulta y
él había una distancia, una brecha dada por las diferencias de épocas que a cada uno le había tocado vivir y de la
educación recibida.
Los principios, las normas, los ideales debían ir cambiando de acuerdo a las diferentes épocas, cosa que los adultos
ya no hacían, los adolescentes en cambio se preparaban para lo nuevo que vendría y para eso adaptaban lo recibido
de sus padres a sus propias necesidades, entrando en conflicto con ellos. Rebelarse, confrontar, buscar su propia
síntesis era la tarea de la adolescencia.
La creación de un conflicto entre la generación y su posterior resolución es la tarea normativa de la adolescencia. Es
importante para la continuidad cultural.
Proceso de enfrentamiento generacional: era doloroso, obligaba a la pérdida de ilusiones, destruía ídolos, provocaba
temores, falta de confianza en las propias fuerzas, tristeza, rabia, pero también sensación de triunfo y de libertad. La
pubertad era así la señal del comienzo del cambio. Los afectos requerían tiempo para adaptarse a la nueva situación
y ese tiempo no siempre estaba a disposición; y estallaban las crisis, mezcla de regresiones y pruebas de
independencia.
5. Duelos en la adolescencia.
Aberastury: la adolescencia debía realizar tres procesos de duelo, procesos psicológicos que se producen
normalmente ante la pérdida de un objeto amado y que llevan a enunciar al objeto. Los procesos en el duelo se
dividen en tres:
 Negación: mecanismo por el cual el sujeto rechaza la idea de perdida, siente ira.
 Resignación: mecanismo por el cual se admite la perdida y sobreviene como afecto la pena.
 Desapego: se renuncia al objeto y se produce la adaptación a la vida sin él. Permite el apego a nuevos
objetos.
Tres duelos:
o Duelo por el cuerpo infantil: cambios rápidos e importantes en su cuerpo que llega a sentir como ajenos,
externos.
o Duelo por el rol y la identidad infantiles : renunciar a la dependencia y a aceptar responsabilidades. La
identidad infantil debe reemplazarse por una identidad adulta y surgirá la angustia que supone la falta de
una identidad clara.
o Duelo por los padres de la infancia : renunciar a su protección, a sus figuras idealizadas e ilusorias, aceptar
sus debilidades y su envejecimiento.
o Duelo por la pérdida de la bisexualidad infantil : en la medida en que se madura, se desarrolla la propia
identidad sexual. La inclusión del adolescente en el mundo adulto requiere de una ideología que le permita
adaptarse o actuar para poder cambiar su mundo circundante.
El adolescente se va adaptando a los cambios de su cuerpo: a partir de los caracteres sexuales secundarios, las
poluciones en los varones, la menarca en las mujeres; y el cambio también aparece en su personalidad: no quiere ser
como determinados adultos y elige a otros como ideales, se presenta como varios personajes ya sea ante los propios
padres o ante personas del mundo externo, tendrá múltiples identificaciones contemporáneas y contradictorias.
Remedia ese desamparo y descontrol de sus cambios inexorables con un aumento de las intelectualizaciones (buscar
soluciones teóricas a sus problemas).
Dentro del proceso de pensar en el futuro, el adolescente se plantea el problema ético, busca nuevos ideales y lucha
por conseguirlos, encuentra soluciones transitorias refugiándose en la fantasía, incrementando la omnipotencia
narcisista que le lleva a pensar que no necesita del mundo externo.
6. ¿Qué fue de las ideologías?
La conformación de un conjunto de ideas, parecía ser una tarea estructurante en la adolescencia, previa etapa se
ponían en duda y criticaban todas las ideas aportadas por padres y maestros. Esa ideología creada o recreada por
cada adolescente era constituyente de la propia identidad: la ideología es la guardiana de la identidad. La
adolescencia constituye un regenerador vital en el proceso de la evolución social, porque la juventud puede ofrecer
la conservación de lo que continúa considerando verdadero y la corrección revolucionaria de lo que ha perdido su
significación regenerativa. El adolescente tenía la capacidad de corregir los errores de generaciones anteriores. Pero
en nuestra época la cultura les ahorra trabajo, fomentando que ellos asuman actitudes escépticas o cínicas.
Nuestra hipótesis es: creemos que la cultura posmoderna toma aquellos conflictos que habían sido descriptos para
su grupo etario. Crisis en los valores, ambigüedad sexual, hedonismo, características que no le permiten al
adolescente entrar en conflicto con el medio ni con los adultos que lo sostienen. Podemos esperar fallas en la
integración de la identidad y la personalidad en las condiciones actuales. Podría ser también que los adolescentes
actuales requieran nuevas teorización.
7. Pastiche del adolescente de la posmodernidad.
Stone y Church presentaron una taxonomía de la adolescencia:
 Convencionalistas: adolescentes que nunca pusieron en duda los valores adultos, y su principal objetivo en la
vida es adaptarse a la sociedad tal como ella es. No están en contra el orden establecido y se proponen
hallar el mejor modo de adaptarse a las cosas tales como son. Transitan la adolescencia disfrutándola pero
no entrando en conflicto con las generaciones anteriores a las que buscan asimilarse.
 Idealistas: se sienten insatisfechos con el estado del mundo y se esfuerzan por cambiar las cosas o se retiran
a un mundo privado que gira en torno de la satisfacción personal. Imagen rebelde, iconoclasta, melancólica y
romántica. Tres subtipos: el de los reformadores, miembros de los movimientos pacificistas y de derechos
civiles; el de los voluntarios del cuerpo de paz; y los hippies, que no buscaban un trabajo social sino
apartarse de la sociedad en busca de la realización personal.
 Hedonistas transitorios: llevan al extremo el papel de adolescentes, convirtiéndolo en su estilo de vida. Se
sienten ajenos al mundo adulto, pero en vez de combatirlo quieren dejarlo atrás, confiando en que cuando
su generación llegue al poder, ellos darán el tono a la nueva sociedad. Pero por mucho que estén
sumergidos en el espíritu adolescente, asumen rápidamente un papel adulto más o menos convencionales.
 Hedonistas permanentes: difieren de los transitorios porque su apartamiento de la sociedad es más
deliberado, se funda más en la convicción personal y puede prolongarse toda la vida. La vida es una continua
búsqueda de excitaciones, centrada en cualquier cosa que prometa ser estimulante.
El hedonismo es un condimento importante en nuestra época y la sociedad ofrece toda suerte de insumos para
satisfacerlo. El modelo social apunta al del hedonista permanente. El modelo adolescente posmoderno parte de ellos
y de los medios masivos los cuales difunden un tipo adolescente en sus propagandas y en sus programas.
Ante esto podemos ubicarnos de dos maneras: una, suponer que ese adolescente idealista y apasionado subyace
bajo una máscara “inventada” por los medios; y otra, aceptar que ha habido un cambio de fondo en el modo de ser
adolescente.
Según Dolto, se temía que la generación careciera de entusiasmo combativo pero la vemos reunirse, organizarse,
pues estos jóvenes sienten muchas cosas, pero colectivamente. El desvanecimiento del estilo personal ha
engendrado la actual practica casi universal: “pastiche” (el “como si”; plagio). Este punto es importante en relación
con las teorías que sostienen que la adolescencia es la época de la vida definitoria de la propia identidad.
Kaplan: considera al adolescente actual como un ser ético, idealista y no comparte que sean conformistas, cínicos y
no comprometidos políticamente.
Blos: los jóvenes no sienten necesidad de rebelarse, no ven a sus padres como personas muy diferentes a ellos, no
tienen problemas en ponerse de acuerdo con problemas de la convivencia, están de acuerdo con la educación que
recibieron, no sienten una “brecha generacional”, sus discusiones familiares pasan por lo cotidiano no por un
enfrentamiento ideológico.
Dolto: la rebeldía ha sido suplantada por indiferencia, incomunicación: el problema es la neutralización de las
relaciones, se habla pero no se comprende o se piensa. Esto tiene relación con el descreimiento en la palabra que
surge como rasgo en la posmodernidad, una manifestación del egoísmo, falta de interés por entender y falta de
confianza en la razón (en la capacidad intelectual de comprender). Esto quizá sea más grave que los conflictos
violentos entre generaciones y adjudica la responsabilidad de este hecho a la falta de estructuración de los adultos
que actúan como padres.
El amor y el odio han sido suplantado por la indiferencia, significa un aplanamiento de los sentimientos, donde antes
había cimas y abismos ahora hay planicie infinita, y en esta planicie se esfumo la brecha generacional. De todos
modos, no parece haber anulado la hostilidad totalmente, los adolescentes refieren maltrato a los padres llegando a
engendrar miedo en la generación mayor. La agresividad no significa dirimir diferencias ideológicas, sino es una
expresión de vacío de ideas.
8. ¿Hay duelos en la posmodernidad?
La posmodernidad ofrece una vida sin dolor, sin dramas, con emociones light, entonces dentro de este marco no hay
lugar para los duelos en la medida en que estos son dolorosos e implican esfuerzo psíquico. Cada duelo postulado
por Aberastury ¿son procesos inherentes al pasaje por la adolescencia?:
a. Duelo por el cuerpo perdido: adolescentes de la modernidad se encontraba perdiendo el cuerpo idealizado
de la infancia, pero la mirada que hoy recae sobre el adolescente es muy diferente, su cuerpo ha pasado a
idealizarse con cierta perfección que habrá de mantener todo el tiempo posible. La juventud se intenta
conservar como divino tesoro. La vejez cae en el fracaso de un ideal de eternidad. A nivel de la persona
adolescente resulta que el cuerpo infantil no es totalmente reemplazado por un cuerpo adulto, por tanto
no habrá una idea neta de duelo.
b. Duelo por los padres de la infancia: la imagen de los padres de la infancia es producto de la idealización que
el niño desarrolla como mecanismo de defensa. Ir creciendo significa confrontar las imágenes infantiles con
lo real. Este proceso también sufrió diferencias. En lo referente a si mismo estos padres buscan ser jóvenes
el mayor tiempo posible, desdibujan el modelo de adulto que consideraba la modernidad. El niño no
incorporo una imagen de adulto claramente diferenciada, separada de si por la brecha generacional y
cuando llega a la adolescencia se encuentra con alguien que tiene las mismas dudas, no mantiene valores
claros y comparte los mismos conflictos. Este adolescente no tiene que elaborar la pérdida de la figura de
los padres de la infancia, ya que está más cerca que nunca, incluso puede idealizarlos más que antes, se
fomenta más la dependencia que la independencia.
c. Duelo por el rol y la identidad infantiles:
 Diferenciamos dos conceptos psicoanalíticos: el de ideal y el de ideal del yo. Ante una imagen de sí
mismo real poco satisfactorio, el niño pequeño desarrolla una imagen ideal, un yo ideal en el cual
refugiarse. Esta estructura se organiza sobre la imagen omnipotente de los padres y promueve esa
imagen todopoderosa de si misma confeccionada a imagen y semejanza de sus mayores. En los
desarrollos normales ese yo ideal se va acotando a medida que la realidad le muestra sus límites. El
yo ideal es omnipotente, no puede esperar para satisfacer sus deseos y no es capaz de considerar al
otro. Los padres tienen la tarea de provocar la introyeccion del ideal del yo. Este aspecto del superyó
es un modelo ideal producido por los mayores para él, es lo que los demás esperan que el niño sea,
es lo que debe ser, los valores son: esfuerzo, reconocimiento y consideración hacia el otro, base de
la educación preescolar.
En la adolescencia se termina de consolidar el ideal del yo, para ello confluyen los padres, docentes y
sociedad en conjunto. Pero ¿Qué ocurriría si la sociedad no mantiene los valores del ideal del yo, si
en cambio pone al nivel de modelo los valores del yo ideal? En la sociedad posmoderna los valores
primitivos de la infancia no se abandonan, sino que se sostienen socialmente, no parece muy claro
que haya que abandonar rola de esa etapa al llegar a la adolescencia.
 Se sostenía que la identidad infantil perdida daba paso a la definitiva en un largo proceso de
rebeldía, enfrentamiento y recomposición en la adolescencia. El concepto “pastiche” posmoderno
parece modificar esta idea. La identidad se establece ahora por el plagio sin cambios radicales. La
nueva identidad se estructuraría sin la idea neta de duelo (no habría una perdida conflictiva que lo
provocara).
9. ¿Dónde están los adultos de antaño?
La modernidad tenía un modelo de adulto que daba una imagen clara la cual hoy se ha desdibujado. Pero el
problema lo tratamos con un concepto psicológico de adulto desde el campo psicoanalítico:
a. La identidad sexual: en la posmodernidad se produce una revolución sexual que dio paso a varios cambios.
Los sexos dejaron de esta rígidamente establecido en su aspecto externo y en los roles a cumplir. La
ambigüedad sexual se constituyo en una característica propia de la época. Aberastury sostenía que un
cuarto duelo durante la adolescencia se debía a la necesidad de superar la pérdida de la bisexualidad
infantil, pero en la actualidad la bisexualidad no parece requerir duelo, sino que aparece como una
característica.
b. La madurez afectiva: la independencia afectiva de los padres también debía considerarse un logro adulto.
Suplantar a los objetos primeros de amor por otros y establecer con ellos una relación duradera formaba
parte de aquello que caracterizaba al adulto: capaz de dar, de comprometerse con otro dándole cuidado,
haciéndose responsable de esa relación, respetando al otro y ocupando tiempo en conocerle.
Los adultos de la actualidad han aprendido a privilegiar la obtención de placer por sobre la represión que la
sociedad pueda provocarles, han desarrollado una afectividad superficial. El nacimiento de un nuevo tipo de
insipidez o falta de profundidad es el rasgo formal de todos los posmodernos.
c. La madurez de la propia personalidad: la madurez se lograba a partir de una confianza básica y alcanzar
autonomía. El ideal del yo alcanza su estructura definitiva solo durante la etapa final de la adolescencia. El
mecanismo fundamental postulado para estructurar la propia personalidad es la identificación. Pero hemos
visto que en la actualidad los adolescentes no encuentran figuras adultas con las cuales identificarse, y
colocan en el lugar que dejaron vacio los padres a algún auto designado líder que pertenece a la misma
generación que ellos. El concepto de “madurez” de la personalidad suponía un “camino hacia” la edad
adulta. La identificación con pares suprime este desarrollo progresivo consolidando la estabilidad de la
problemática adolescente.
d. La madurez intelectual: para Piaget el adolescente era un creador de teorías, un metafísico por excelencia, el
adulto debía ser capaz de poner tal habilidad en conjunción con la realidad. La realidad acotaría sus teorías.
La posmodernidad no inspira la pasión metafísica en los adolescentes, si espera que estos como los adultos
sean productivos en términos de creatividad, lo que no ocurrirá con aquellos que no tuvieron una
adolescencia de tipo idealista, apasionada y creadora de teorías omnipotentes.
e. El reconocimiento social: la independencia económica era un logro que definía al adulto, lograba un lugar en
la sociedad y esto era el ingreso al mundo adulto. Hoy en día solo se aspira a “mantenerse”, lugar para no
caer en cero, y más difícil es independizarse de los padres. La época no permite descansar, ya que nadie está
seguro. Para los jóvenes la perspectiva de formación es muy larga, se necesita cada vez menos mano de obra
y mucho más capacitado.
f. El rol de los padres: en la situación actual lo que más hace sufrir a los adolescentes es que los padres traten
de vivir a imagen de sus hijos y hacerles la competencia. Las consecuencias son que los chicos aprenden más
temprano a vestirse solos, alimentarse, viajar, etc. Los padres dejan de hacer y se abstienen de educar a los
pequeños. Si ya no hay niños, tampoco hay adolescentes. Los adolescentes se ven obligados a ser padres de
sí mismos, situación que les da más libertad pero para lo que no cuentan con los elementos suficientes. Y así
aparecen los medios masivos adoptando a todo adolescente huérfano.

“INTRODUCCION A PIAGET” – Labinowich.


Operaciones Formales (11-15):
1. Conservación: ejemplo de las dos bolas con la misma cantidad de barro, una la hace chorizo y se le pregunta
al niño si todavía tienen la misma cantidad de barro. El adolescente justifica la respuesta. Este no se limita a
lo inmediato, sino que toma en cuenta la conservación de partículas invisibles y energía. Los resultados son
tan obvios para este que puede tomar la pregunta como algo gracioso. Se centra en minucias tales como la
cantidad de barro que queda en la superficie de la mesa al amasarlo. Y si toma como seria la pregunta,
puede producir todos los argumentos lógicos.
2. Clasificación: clasificar es agrupar objetos según sus semejanzas. El pensamiento basado en operaciones
formales fácilmente clasifica y vuelve a clasificar grandes grupos de objetos de distintas maneras, aceptando
que cada uno es posible al mismo tiempo. Los adolescentes tienen la creencia que todos los arreglos son
hipotéticos y provisionales. Forman diseños de clasificación en ausencia de objetos, y comprenden
diferentes criterios. Son capaces de elaborar claves para identificación. La mente formal elabora una
clasificación de los sistemas de clasificación.
3. Seriación (relaciones ordenadas): se le muestra al adolescente un conjunto de 10 palillos graduados por
tamaños, en desorden y se le pide que coloque en la mesa el palillo más corto; ahora coloca otro un poco
más largo y luego otro más largo, ve si puedes hacer que parezca una escalera. Los adolescentes son capaces
de sacar conclusiones no solo mediante la observación directa sino también de afirmaciones hipotéticas. Son
capaces de manejar una serie infinita. El problema verbal sobre comparación (ejemplo color de cabello de
niñas) se presenta en forma abstracta a través de hipótesis en la forma de “si… entonces…” aun cuando las
niñas no estén presentes. El adolescente puede ignorar el contenido y concentrarse en la forma de las
relaciones. Las afirmaciones verbales abstractas se llaman proposiciones o hipótesis, y la habilidad para
pensar en esos términos nos muestra la lógica proposicional y el pensamiento hipotético-deductivo.
4. Egocentrismo (el marco de referencia infantil) : interacción social. El pensamiento hipotético trae consigo
ideas provechosas. Con el uso de hipótesis el adolescente puede adoptar el punto de vista de otra persona y
tomas en cuenta las consecuencias a que conduce su argumento. No necesita creer en lo que le dice el otro
para tomarlo en cuenta. Ve su posición de muchas formas posibles. La capacidad plena del pensamiento
operacional se retrasa por dos preocupaciones:
a. Estar consciente de los cambios físicos en su propio cuerpo.
b. Estar enamorado de ideales y por ello resistirse a aceptar la realidad.
El trabajo con adolescentes es esencial para llevarlos a un equilibrio normal.
5. Una representación infantil del espacio a través de mapas: los adolescentes de pensamiento formal pueden
dibujar mapas convencionales a una escala reducida. Estos mapas son representaciones abstractas de la
realidad. Los símbolos usados llevan una ligera semejanza con los objetos originales. La elaboración de
mapas es posible a través de la integración de ideas como coordenadas cartesianas, perspectivas,
semejanzas y proporciones. El adolescente puede interpretar los símbolos en el mapa de lugares que
desconoce. Estos símbolos representan conceptos, en vez de rasgos visibles de una región, como por
ejemplo los paralelos y meridianos.
6. Causalidad: son capaces de utilizar modelos abstractos para explicar la conducta física de objetos distantes,
como los del sistema solar, y de materiales invisibles como los modelos moleculares y atómicos.
7. Eliminando contradicciones (ejemplo hundirse y flotar): ¿Cuáles objetos se hundirán? ¿Cuáles flotaran? Se le
presentan al niño objetos distintos, algunos estructurados: objetos del mismo volumen pero de diferente
peso. De los 11 a 12 años comienzan a clasificar objetos como “más pesados o más ligeros que el agua”. La
referencia del agua ya se hace sobre un volumen igual de agua desplazada por el objeto. Pueden proponer
un experimento hipotético y probarlo mental o físicamente. El concepto de densidad relaciona el peso y el
volumen. La regla para flotar establece un paralelo entre la densidad del objeto con la densidad del agua,
compara el peso del objeto con aquel de un volumen igual de agua. El niño elabora una relación de
relaciones (la densidad es un concepto de segundo orden ya que deriva de otros: peso y volumen).
8. Una relación de relaciones (el balanceo): 13 años: puede descubrir que para balancear la barra, un peso 4
puede ser colocado a un cuarto de distancia del centro y un peso 3 debería ser colocado a un tercio de
distancia del centro. 14 años: puede ver la interrelación entre los pesos y las distancias en ambos lados de la
balanza; las relaciones forman un todo coherente o sistema de posibilidades y puede sugerir un sinnúmero
de maneras para balancear la barra. Estudios de las interrelaciones entre peso y distancia en ambos lados de
la barra revelan el principio general: un peso proporcional más pesado colocado en distancias más cortas
balancea un peso más ligero a una distancia mayor.
9. Aislado y controlando variables - El problema del péndulo : al niño se le muestra como pueden variarse 4
factores: largo de la cuerda, peso, punto de partida e intensidad del impulso; averiguar cuáles de estos
factores hacen que el péndulo vaya más rápido o más despacio. “El largo de la cuerda es lo que hace que
oscile más rápido, lo otro no importa”: la conclusión se basa en datos obtenidos de un plan sistemático de
acción, un diseño para aislar y controlar variables es retenido mentalmente o anotado en papel.
“Manteniendo constante a todos los otros factores, es la longitud la que produce diferencias”. El niño de
razonamiento formal puede presentar una regla para aislar y controlar las variables antes de llevar a cabo
cualquier prueba.
10. Combinación sistemática de posibilidades (el problema de mezclar)* : de 12 a 13 años comienzan a tratar
sistemáticamente las combinaciones (de a uno, de a dos, de a tres). Al reproducir con éxito el color, el niño
continúa probando otras combinaciones. La idea es agotar todas las posibilidades de combinaciones. El niño
con mente operatoria formal puede, al explicar los resultados, enfocarlos en los efectos combinados de las
soluciones. Para Piaget el sistema infantil observable de combinaciones implica un sistema combinatorio
mental de operaciones. Un sistema de proposiciones se refleja en las afirmaciones hechas para expresar los
resultados de la combinación.

“PSICOLOGIA DEL NIÑO” – Piaget.


El preadolescente y las operaciones proposicionales.
Conducta entre los 11-15 años: el sujeto se desprende de lo concreto y sitúa lo real en un conjunto de
transformaciones posibles. Prepara para la adolescencia donde el principal carácter es la liberación de lo concreto y
favorecer la creación de intereses inactuales, grandes ideales y teorías. Para lograr esto en la adolescencia necesita
una previa transformación del pensamiento que haga posible la elaboración de hipótesis y el razonamiento sobre
proposiciones desligadas de comprobación.
Esta estructura se construye durante la pre adolescencia y no hay una sola forma de alcanzarla.

1. El pensamiento formal y el combinatorio.


Lo propio de las operaciones concretas era referirse directamente a los objetos o a sus relaciones, y las operaciones
funcionan únicamente respecto a comprobaciones verdaderas.
El nuevo nivel que analizamos ahora es que el sujeto se hace capaz de razonar correctamente sobre proposiciones en
las que no cree o no cree aun, considera hipótesis, se hace capaz de sacar las consecuencias necesarias de verdades
posibles, lo que constituye el principio del pensamiento hipotético-deductivo o formal.
 Combinatorio: el primer resultado de esa separación del pensamiento con los objetos es liberar las
relaciones y las clasificaciones de sus vínculos concretos. Ahora es posible construir relaciones de cualquier
forma, reuniendo de a 1, 2, 3 elementos. Esta generalización de las operaciones de clasificación o de
relaciones de orden es lo que se llama una “combinatoria” que permite combinar entre sí objetos e ideas y
razonar sobre la realidad dada, no bajo sus aspectos concretos.
 Combinaciones de objetos: si se le pide al niño que combine de dos a dos, de tres a tres las fichas de colores,
o que las permute según los diversos órdenes posibles, logra en este nivel obtener un sistema que tiene en
cuenta todas las posibilidades, aunque no descubre una fórmula para hacerlo *(ejemplo de “combinación
sistemática de posibilidades - el problema de mezclar”)*.
 Combinaciones proposicionales: al mismo tiempo que logra combinar las fichas de colores mediante un
método sistemático también logra combinar ideas o hipótesis, refiriéndose a la lógica simbólica o
algorítmica (Aristóteles). El niño es capaz de combinar objetos por un método exhaustivo y sistemático, apto
para combinar ideas o hipótesis, en forma de afirmaciones o negaciones y de utilizar operaciones
proposicionales hasta el momento desconocidas como: la implicación (si pasa tal cosa entonces…) la
disyunción (o esto o aquello, o los dos juntos) la exclusión (o esto o aquello) la incompatibilidad (o esto o
aquello o ni uno ni lo otro), la implicación reciproca, etc.
2. El grupo de las dos reversibilidades.
Los mecanismos formales del pensamiento desembocan en la elaboración de una estructura que señala a la vez, la
síntesis de las estructuras anteriores de “agrupamiento”, y el punto de partida de nuevos progresos: dos formas de
reversibilidad:
 Inversión o negación: es que la operación inversa, compuesta con la operación directa correspondiente, lleva
a una anulación +A –A =0. Se remonta a las formas más primitivas de la conducta: si en la mesa no tengo
nada, y pongo un juguete, tengo un juguete; si lo saco de la mesa, de nuevo no tengo nada, así funcionaria
en los niños pequeños. La inversión caracteriza que los “agrupamientos” de clases, sean aditivos (suspensión
de un objeto o de un conjunto de objetos), sean multiplicativos (la inversa de la multiplicación de dos clases
es la “abstracción” o supresión de una intersección).
 Reciprocidad o simetría: es que la operación de partida, compuesta con su reciproca, concluye en una
equivalencia. Si por ejemplo la operación de partida consiste en introducir una diferencia entre A y B en la
forma A < B y si la operación reciproca consiste en anular esa diferencia, A > B, se llega a la equivalencia A =
B. La reciprocidad es la forma de reversibilidad que caracteriza los agrupamientos de relación; pero ella
obtiene también su fuente de conductas muy anteriores. En los niños más pequeños funciona de manera
que si tiene una bolita y la transforma en salchicha dirá que tiene más pasta porque es más larga, pero si la
alarga demasiado, por reciprocidad, pensara que tiene menos porque es más delgada.
De una parte, el desligamiento de los mecanismos formales de sus contenidos conduce a liberarse de los
agrupamientos, procediendo a tratar de combinar inversiones y reciprocidades. De otra, la combinatoria lleva a
superponer a las operaciones elementales a operaciones proposicionales; resulta entonces de ello que las
operaciones nuevas, por ser combinatorias, comprenden todas las combinaciones, incluidas las inversiones y las
reciprocidades.
Este nuevo sistema demuestra su carácter de síntesis o de conclusión y se produce una fusión en un todo único de
las inversiones y las reciprocidades, de modo tal que, cada operación será la inversa de otra, y la reciproca de una
tercera, lo que da cuatro transformaciones: directa, inversa, reciproca, e inversa de la reciproca.
(Eso parece inentendible pero es bastante fácil, en la pág. 139 de psicología del niño hay un ejemplo que lo explica
bien, pero es largo para resumirlo).
El preadolescente será capaz de manipular transformaciones según las 4 posibilidades: I (transformación directa), N
(inversa), R (reciproca) y C (correlativa). Luego, N = RC; R = NC; C = NR; I = NRC, constituye un grupo de 4
transformaciones que reúne en un solo sistema las inversiones y las reciprocidades, realizando así la síntesis de las
estructuras parciales construidas al nivel de las operaciones concretas.
OPERACIÓN DIRECTA O INDENTICA
OPERACIÓN INVERSA O NEGATIVA
OPERACIÓN RECIPROCA
OPERACIÓN INVERSA DE LA RECIPROCA O CORRELATIVA
3. Los esquemas operatorios formales.
Aparece a los 11-12 años, nuevos esquemas operatorios que indican una ligazón entre ellos. Cada uno de estos
esquemas muestra implicar un sistema de 4 transformaciones:
 Proporciones: aparece la noción de las proporciones en ámbitos muy diferentes y en la forma inicialmente
cualitativa: las proporciones espaciales (figuras semejantes), las velocidades métricas, las probabilidades, las
relaciones entre peso y longitud de los brazos de una balanza, etc.
Caso de la balanza: un sujeto descubre que un peso (P) hace que se incline mas la balanza cuanto más se
aleja del punto central y obtiene igualmente de ella una función lineal y la comprobación de que el equilibrio
se alcanza para dos pesos iguales si se mantienen iguales sus distancias (L). La comprensión comienza
cuando el niño saca la hipótesis de que partiendo de dos pesos iguales a las mismas distancias del centro se
conserva el equilibrio disminuyendo uno pero alejándole y aumentando el otro, pero aproximándolo al
centro.
O. IDENTICA: menor peso
O. NEGATIVA: mayor peso
O. RECIPROCA: mayor distancia del centro
O. INVERSA DE LA RECIPROCA: menor distancia del centro.
 Dobles sistemas de referencia : el niño a nivel de las operaciones concretas no logra componer las
operaciones inversas entre sí ni anticipar por ejemplo, que un caracol, avanzando sobre una plancha, pueda
permanecer inmóvil con relación al punto exterior, porque el movimiento de la plancha compensa, sin
anularlo, el del animal; cuando el niño alcanza la estructura de la cuaternalidad, la solución se le hace fácil,
por la intervención de esa compensación sin anulación que es la reciprocidad (R). Se tiene ahora I . R = N . C,
donde:
O. IDENTICA: marcha del caracol a la derecha.
O. NEGATIVA: marcha del caracol a la izquierda.
O. RECIPROCA: marcha de la plancha a la izquierda.
O. INVERSA DE LA RECIPROCA: marcha de la plancha a la derecha.
 Equilibrio hidrostático: en una prensa hidráulica en forma de U se coloca, en uno de sus brazos, un pistón
cuyo peso puede aumentarse o disminuirse, lo que modifica el nivel del liquido en la otra rama; también
puede modificarse el peso especifico del liquido (alcohol, agua, o glicerina) que sube tanto más alto cuanto
menos pesado sea. El problema consiste en comprender que el peso del líquido actúa en sentido contrario al
del pistón, como reacción opuesta a su acción. El mecanismo solo es comprendido en función de la
estructura de cuaternalidad:
O. IDENTICA: aumento de peso del pistón.
O. NEGATIVA: disminución de peso del pistón.
O. RECIPROCA: aumento de peso del líquido (aceite).
O. INVERSA DE LA RECIPROCIDAD: disminución de peso del liquido (alcohol).
 Nociones probabilistas: para juzgar la probabilidad de pares o de tríos sacados a suerte de una urna que
contenga 15 bolas rojas, 10 azules y 8 verdes, hay que ser capaz de operaciones donde dos son propias del
presente nivel: una combinatoria, que permita tener en cuenta todas las asociaciones posibles entre los
elementos del juego; y un cálculo de proporciones que permita captar que probabilidades tales como 3/9 o
2/6 son iguales entre sí.
4. La inducción de las leyes y la disociación de los factores .
Las operaciones proposicionales están ligadas a un empleo preciso y móvil del lenguaje, porque para manejar
proposiciones e hipótesis importa poder combinarlas verbalmente. Los efectos de la combinatoria y de la doble
reversibilidad se dejan sentir tanto en la conquista de lo real como en la de la formulación. La combinatoria y las
estructuras proposicionales hacen accesible a los sujetos la formación espontanea de un espíritu experimental.
Expondremos 2 ejemplos:
 Elasticidad: se le presentan al sujeto un conjunto de varillas metálicas que se fijan por una de sus
extremidades; y el problema consiste en hallar las razones de sus diferencias de flexibilidad. Los factores son
la longitud de las varillas, su grosor, la forma de su sección y la materia de que están compuestas.
Esquema de “siendo constante el resto”: el sujeto después de tanteos, hace su lista de factores, a titulo
hipotético; los estudio uno por uno, pero disociándolo de los otros, haciendo variar uno solo cada vez,
dejando iguales los demás. Escogerá por ejemplo, dos varillas del mismo grosor, de igual forma de sección,
de la misma sustancia; y solo variara la longitud. De una parte, la disociación de los factores supone una
combinatoria: hacerlos variar de uno en uno, dos a dos, etc. De otra, es necesario introducir enlaces nuevos
de implicaciones, disyunciones, exclusiones, etc., que dependen de las operaciones proposicionales y
suponen, una combinatoria y coordinaciones de inversión y de reciprocidad (cuaternalidad).
O. IDENTICA: varilla con mayor longitud.
O. NEGATIVA: varilla con menor longitud.
O. RECIPROCA: menor peso.
O. INVERSA DE LA RECIPROCA: mayor peso.
 Péndulo: un segundo ejemplo requiere la intervención de una mezcla de factores reales y aparentes. Se trata
de un péndulo cuyas oscilaciones pueden variarse modificando la longitud de hilo, mientras que el peso
suspendido, la altura de caída y el impulso inicial no desempeñan ningún papel. Disociando los factores, el
preadolescente comprueba que el peso puede variar sin modificar la frecuencia de oscilación y
recíprocamente, lo que implica la exclusión del factor peso; y que lo mismo ocurre con la altura de caída y
con el impulso que le dé.
5. Las transformaciones afectivas.
Las novedades afectivas propias de la adolescencia se preparan desde la fase de 12-15 años:
o El papel de los factores sociales, la socialización y las transmisiones culturales es mucho más importante y se
ve favorecido por las transformaciones intelectuales.
o La diferencia esencial entre el pensamiento formal y las operaciones concretas consiste en que estas se
centran en lo real, mientras que aquellas alcanzan las transformaciones posibles y solo asimila lo real en
función de esos desarrollos imaginados o deducidos. En ese cambio de perspectiva el mundo de los valores
puede permanecer interior a las fronteras de realidad o abrirse a todas las posibilidades interindividuales o
sociales.
o La pre adolescencia se caracteriza por una aceleración del crecimiento fisiológico y somático y por esa
apertura de los valores a las posibilidades nuevas, a las que el sujeto se prepara, porque consigue
anticiparlas, merced a sus nuevos instrumentos deductivos.
o El psicoanálisis ve en la afectividad un juego de repeticiones o de analogías con el pasado (reedición del
Edipo o del narcisismo).
o La autonomía moral, que comienza a los 7-12 años, adquiere con el pensamiento formal una dimensión más
en el empleo de valores “ideales” como la idea de la patria, de justicia social y los ideales racionales, sociales
y estéticos.
o Comienzo de ideas o de estructuración de los valores ligados a proyectos de porvenir.

“PROYECTO DE PSICOLOGIA” – Freud.


Complejo de Nebenmensch
Complejo estructurante del aparato psíquico (a partir de la evolutiva, desde el nacimiento, no fetal).
Cuando el hombre nace se encuentra en estado de prematurez, desamparo e indefensión.
No puede mantenerse con vida solo, entonces aparece una necesidad (proveniente de una alteración en el mundo
interior), para comunicárselo al “prójimo” el bebé llora, grita, patalea.
El prójimo interpreta lo que le está pasando y hace una acción específica (le da de mamar, lo alza, etc.), esta calma o
hace desaparecer la necesidad (se cancela el estímulo endógeno). Esto hace a:
“Primera experiencia de satisfacción”
Tres cosas acontecen dentro del sistema psíquico:
- Es operada una descarga duradera y así se pone término al esfuerzo que había producido displacer.
- Se genera en el manto la investidura de una neurona o varias, que corresponden a la percepción de un
objeto.
- A otros lugares del manto llegan las noticias de descarga del movimiento reflejo desencadenado, inherente
a la acción específica.
Esta experiencia es estructurante porque queda ligada a una huella mnémica. Esto queda como la mayor
obtención de placer para el bebé.
Aquí hay algo que se satisface y algo que no se satisface, y esto es:
“Primer experiencia de dolor” queda grabada una huella mnémica de afecto angustia, porque se rompe el equilibrio
homeostático. “Primera experiencia de satisfacción” queda una huella mnémica desiderativa (deseo).Se liga lo que
se satisface, y no se liga lo que no se satisface.
Esto empieza a estructurar el psiquismo entre deseo de que se repita esta primera experiencia, y la angustia porque
no se repite.
Asociación por simultaneidad: Al mismo tiempo que me satisfago, me queda algo que no se satisface. Esto queda
presentado en el inconsciente como una representación, una imagen. Deseo a través de una representación.
Desde la primera experiencia de dolor, como el otro no me da todo, algo se liga en la huella (lo que se satisface) y
algo no se ligo (lo que no satisface). El aparato psíquico busca ligar todo el tiempo esos no ligados, representación de
lo que satisface y lo que no satisface. Eso que el aparato psíquico busca ligar todo el tiempo, eso que no se satisfizo,
eso es el deseo inconsciente.
Homeostasis o principio de constancia: Cuando se rompe el equilibrio porque ese objeto/otro que satisfacía todo
desapareció, y aparece un objeto que satisface parcialmente, el aparato psíquico no hace más que desear. Ahora, si
cuando desea, no aparece ni en parte el objeto que va a satisfacer, en lugar del principio de constancia, aparece el
principio del placer, que guía la realización alucinatoria del deseo.
Esta realización alucinatoria del deseo se quiebra porque no satisface, quiebra el equilibrio biológico y se impone el
placer de desear. Esto me satisfará en el momento que estoy imaginando, pero no en la realidad. El deseo se
antepone a la realidad (yo estoy en el desierto muerto de sed, y alucino a 20 metros una botella de agua, esto es
psíquico).
En la mente como objeto de la primera experiencia de dolor aparece el objeto no gratificante, o el objeto malo.
La satisfacción se da de manera parcial. El hecho de que la satisfacción sea parcial, es doloroso para la mente. Esto es
básico y fundamental, es lo que estructura la base de la patología o la madurez. No la normalidad, porque para la
psicología no existe, pero si un acercamiento a esto.

“CARTA 52” – Freud.


Nuestro mecanismo psíquico ha sido generado por estratificación sucesiva, debido a que el material preexistente de
huellas mnémicas experimenta un reordenamiento según nuevos nexos, una re transcripción.
Entonces, la memoria no existe de manera simple, sino múltiple y está registrada en diversas variedades de signos.
Estos signos corresponden a diferentes transcripciones. Freud plantea la existencia de por lo menos tres
transcripciones, separadas según sus portadores neuronales:
 P: neuronas donde se generan las percepciones a las que se anuda la conciencia, pero que en sí no
conservan huella alguna de lo acontecido, porque conciencia y memoria se excluyen entre sí.
 Ps (signos de percepción): PRIMERA TRANSCRIPCIÓN. Es in susceptible de conciencia, y se articula según una
asociación por simultaneidad.
 Ic (Inconsciencia): SEGUNDA TRANSCRIPCIÓN. Ordenada según nuevos nexos, tal vez causales. Quizá
correspondan a recuerdos de conceptos inasequibles de conciencia.
 Prc (Preconsciencia): TERCERA RETRANSCRIPCIÓN. Ligada a representaciones-palabra, correspondiente a
nuestro yo oficial. Las investiduras devienen conscientes de acuerdo con ciertas reglas. Con respecto a ese
devenir consciente, dice Freud que “esta conciencia-pensar secundaria es de efecto posterior (nachträglich)
al orden del tiempo”, lo cual quiere decir que las representaciones-palabra preconscientes acceden a la
conciencia en un tiempo posterior (después) de realizado el proceso de transcripción y re transcripción.
Características de las transcripciones:
o Se siguen unas a otras, constituyen la operación psíquica de épocas sucesivas de la vida.
o En la frontera entre dos de esas épocas debe producirse la traducción del material psíquico. Se producen
consecuencias si no se da la traducción de ciertos materiales.
o Cada reescritura posterior inhibe a la anterior y desvía de ella el proceso excitatorio. Si falta la reescritura
posterior, la excitación es trasmitida según las leyes psicológicas que valían para el período psíquico anterior.
La represión es la denegación de la traducción, y tiene como condición:
- La naturaleza sexual del suceso, porque las magnitudes de excitación que desprenden crecen por sí solas
con el tiempo (con el desarrollo sexual)
- Su ocurrencia dentro de una fase anterior de la traducción, que produce efectos como si fuera actual y es,
por lo tanto, no inhibible en una fase siguiente.
No todas las vivencias sexuales desprenden displacer, en su mayoría desprenden placer. Cuando una vivencia sexual
es recordada con diferencia de fase, pueden ocurrir dos cosas:
 A raíz de un desprendimiento de placer, se genera compulsión.
 A raíz de un desprendimiento de displacer, se genera represión.

“LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS: PUNTO C” – Freud.


Acerca del cumplimiento de deseo
EL DESEO INCONCIENTE: Freud los considera como siempre alertas, dispuestos en todo momento a procurarse
expresión.
Se encuentran en estado de represión, y son en general de procedencia infantil, de modo que:
- En el adulto, este deseo proviene del inconsciente.
- En el niño, en quien la separación y la censura entre el preconsciente e inconsciente todavía no existen o
sólo están constituyéndose poco a poco, es un deseo incumplido de la vida de vigilia.
Los deseos inconscientes tienen carácter de indestructibilidad al igual que todos los procesos anímicos que
pertenecen con exclusividad al sistema inconsciente. Son vías facilitadas de una vez por todas, que nunca quedan
desiertas y que llevan a la descarga, el proceso de la excitación, cada vez que se reinsiste la excitación inconsciente
(esto quiere decir que el deseo nunca se ve completamente satisfecho, es una corriente que va del placer al
displacer; no tiene que ver con un objeto sino con un movimiento que está en el sujeto, no en el objeto. El hecho de
que el deseo esté en constante movimiento lo convierte en EL MOTOR DE LA VIDA, ya que nos mueve
constantemente en busca de la satisfacción).
En el aparato psíquico obedeció primero el afán de mantenerse en lo posible exento (alejado) de estímulos, y para
eso en su primera construcción utilizaba el aparato reflejo para alejarse enseguida, por vías motrices, de excitaciones
sensibles que le llegaban desde fuera.
Pero para la excitación impuesta por la necesidad interior (pulsiones), el aparato psíquico primitivo buscará una
descarga motora que puede designarse “expresión emocional” (por ejemplo patalear, llorar).
Lógicamente, la situación no cambia por este medio. Esto se debe a que la excitación interna proviene de una fuerza
que actúa continuamente. Sólo puede sobrevenir un cambio cuando se hace la experiencia de la VIVENCIA DE
SATISFACCIÓN que cancela el estímulo interno.
IMPORTANTE: es esencial en esta vivencia la aparición de una percepción que queda impresa en el aparato psíquico
como una huella mnémica asociada a la huella que dejó en la memoria la excitación producida por la necesidad .
ESTO SIGNIFICA QUE:

El DESEO es entonces la moción psíquica que, ante una necesidad, querrá investir de nuevo la imagen mnémica de la
primera vivencia de satisfacción y producir otra vez aquella primera percepción.
Al principio, se utiliza la alucinación para intentar satisfacer este deseo. Esta primera actividad psíquica apunta a una
IDENTIDAD PERCEPTIVA, es decir, a conseguir una percepción IDÉNTICA a la de la huella mnémica de la primera
vivencia de satisfacción.
Sin embargo, la alucinación no resulta satisfactoria. El aparato psíquico se ve obligado a introducir un examen de la
realidad. De modo que aparece la función del pensar como reemplazante de la misma, dando origen al segundo
sistema, que gobierna la motilidad voluntaria. Este segundo sistema emplea la fuerza psíquica más acorde a fines (o
sea, gasta la energía psíquica en buscar la satisfacción real), logra buscar un camino que lleve a establecer desde el
mundo exterior la identidad perceptiva deseada.
Esta identidad perceptiva, en manos del segundo sistema, ahora se llamará IDENTIDAD DE PENSAMIENTO: no es
más que un rodeo (que va desde la huella mnémica hasta la satisfacción en el mundo exterior) que realiza el yo para
el cumplimiento de deseo.

“PULSIONES Y DESTINO DE PULSION” – Freud.


Fisiología = estimulo: aportado a la sustancia nerviosa desde afuera; descargado hacia afuera mediante una acción
acorde a un fin.
Psicología = pulsión: seria un estimulo para lo psíquico.
Para lo psíquico existen otros estímulos que se comportan de manera muy parecida a los estímulos fisiológicos. Por
ejemplo: sentir sequedad en la mucosa de la garganta o acidez en la mucosa estomacal.
Estimulo pulsional:
- No proviene del mundo externo, sino del interior del propio organismo.
- Opera sobre el alma y requieren diferentes acciones para eliminarlo.
- Opera de un solo golpe, por tanto se lo puede despachar con una única acción adecuada.
- Carácter de esfuerzo constante, son el testimonio de unas necesidades pulsionales.
Pulsión:
- No actúa como una fuerza de choque momentánea, sino siempre como una fuerza constante.
- No ataca desde afuera, sino desde el interior del cuerpo.
- “Necesidad” = estimulo pulsional; y lo que cancela esa necesidad es la “satisfacción”.
- Satisfacción alcanzada mediante una modificación adecuada de la fuente interior de estimulo.
- Caracteres principales: proveniencia de fuentes de estimulo situadas en el interior del organismo, su fuerza
constante, y de ahí derivamos, su in-coercibilidad por acciones de huida (acción motora).
- Es la satisfacción, diferente del deseo que es la realización.
Sistema nervioso: aparato que le depara la función de librarse de los estímulos, de rebajarlos al nivel mínimo posible,
de dominar los estímulos. Ahora, lo ha complicado la introducción de las pulsiones al esquema fisiológico del reflejo:
o Los estímulos exteriores: plantean la tarea de sustraerse de ellos, y esto acontece mediante movimientos
musculares.
o Los estímulos pulsionales: que se generan en el interior del organismo no pueden tramitarse mediante ese
mecanismo, por eso plantean exigencias más elevadas al sistema nervioso y lo mueven a actividades más
complejas, que modifican el mundo exterior para que satisfaga a la fuente interior, y sobre todo, lo obligan a
renunciar a su propósito ideal de mantener alejados los estímulos, puesto que producen un aflujo
continuado e inevitable de estos.
Entonces, las pulsiones son los genuinos motores de los progresos que han llevado al sistema nervioso a su
actual nivel de desarrollo.
Sin embargo, nada impide que las pulsiones sean decantaciones de la acción de estímulos exteriores que en el curso
de la filogénesis influyeron sobre la sustancia viva, modificándola.
Regula el aparato psíquico: sensaciones de placer – displacer = esas sensaciones reflejan el modo en que se cumple
el dominio de los estímulos, y en este sentido, el sentimiento de displacer tiene que ver con un incremento del
estimulo y el de placer con su disminución.
Desde la vida anímica, la pulsión nos aparece como un concepto fronterizo entre lo anímico y lo somático, como un
representante psíquico de los estímulos que provienen del interior del cuerpo y alcanzan el alma.
Términos conectado con el concepto de pulsión:
- Esfuerzo de una pulsión: se entiende su factor motor, la suma de fuerza o de exigencia de trabajo que ella
representa, carácter universal y esencial de la pulsión.
- Meta de una pulsión: es la satisfacción que solo puede alcanzarse cancelando el estado de estimulación en
la fuente de la pulsión. Si bien esta meta es invariable para la pulsión, los caminos que llevan a ella pueden
ser diversos. Pulsiones de “meta inhibida”: procesos a los que se permite avanzar un trecho en el sentido de
la satisfacción pulsional, pero después experimentan una inhibición o una desviación (satisfacción parcial).
- Objeto de una pulsión: es aquello en o por lo cual puede alcanzar su meta. Es lo mas variable en la pulsión;
no está enlazado con ella, se coordina solo a consecuencia de su aptitud para posibilitar la satisfacción.
Puede ocurrir que el mismo objeto sirva simultáneamente a la satisfacción de varias pulsiones, un lazo
íntimo de la pulsión con el objeto se acusa como fijación de aquella. Es corporal y tiende a la compulsión a la
repetición.
Diferente del deseo inconsciente, es el objeto perdido que esta por detrás. Diferente del instinto, es el
objeto fijo.
- Fuente de la pulsión: se entiende aquel proceso somático, órgano o parte del cuerpo, cuyo estimulo es
representado en la vida anímica por la pulsión. Para la pulsión, lo decisivo es su origen en la fuente somática.
El conocimiento de las fuentes pulsionales es imprescindible para los fines de la investigación psicológica.

“TRES ENSAYOS” – FREUD.


II- LA SEXUALIDAD INFANTIL
El descuido de lo infantil: La existencia de una pulsión sexual posee un carácter de una ley, y esto no lo ha
reconocido nadie con claridad. Y en los escritos, acerca del niño, casi siempre se omite tratar el desarrollo sexual.
Amnesia infantil: La amnesia, en la mayoría de los seres humanos cubre los primeros años de su infancia (6-8 años).
En ningún otro periodo la capacidad de reproducción y recepción es mayor que en la infancia, por eso, estas
impresiones que hemos olvidado dejaron la más profundas huellas en nuestra vida anímica y pasaron para ser
determinantes para todo nuestro desarrollo posterior. No es una desaparición real de las impresiones infantiles, sino
es una amnesia, cuya esencia cosiste en un mero apartamento de la conciencia (represión).
La amnesia infantil, que oculta los comienzos de la propia vida sexual, es la culpable de que no se haya otorgado el
valor al periodo infantil en el desarrollo de la vida sexual. Las lagunas son esos olvidos e inciertos que surgen de la
amnesia infantil.
El periodo de latencia sexual de la infancia y sus rupturas.
El neonato trae consigo mociones sexuales que siguen desarrollándose durante cierto lapso, pero después sufren
una progresiva sofocación: puede ser quebrada (por el avance del desarrollo sexual) o suspendida (por
peculiaridades individuales). Casi siempre hacia el tercero o cuarto año de vida del niño, su sexualidad se expresa en
una forma asequible a la observación.
Las inhibiciones sexuales: Durante este periodo de latencia se edifican los poderes anímicos, que se presentaran
como inhibiciones en el camino de la pulsión sexual y angostaran su curso a la manera de los diques (el asco, el
sentimiento de vergüenza, los reclamos ideales en lo estético y en la moral). Estos diques se establecen por el
condicionamiento orgánico, fijado hereditariamente, y no por la educación.
Formación reactiva y sublimación: Las mociones sexuales infantiles no han cesado en el periodo de latencia, pero su
energía es desviada del uso sexual y aplicada a otros fines (sublimación), se adquieren componentes para los logros
culturales. Estas mociones sexuales en si son perversas, partirían de zonas erógenas y solo provocarían sensaciones
de displacer. Por eso suscitan fuerzas anímicas contrarias (mociones reactivas) que construye, para la eficaz
sofocación de ese displacer, los mencionados diques psíquicos: asco, vergüenza, moral.
Rupturas del periodo de latencia: De tiempo en tiempo irrumpe un bloque de exteriorización sexual que se ha
sustraído a la sublimación, o cierta práctica sexual se conserva durante todo el periodo de latencia hasta el estallido
reforzado de la pulsión sexual de la pubertad.
Las exteriorizaciones de la sexualidad infantil
El chupeteo (mamar con fruición): Puede persistir toda la vida, consiste en el contacto de succión de la boca,
repetido rítmicamente, que no tiene por fin la nutrición. Una parte de los propios labios, la lengua, un lugar de la piel
que esté al alcance es tomado como el objeto donde se ejecuta la acción de mamar, acción que lleva al
adormecimiento o a una reacción motriz en la suerte de orgasmo. Mamar se combina con el frotamiento de ciertos
lugares sensibles del cuerpo, por tanto muchos niños pasan del chupeteo a la masturbación. Consideramos el
chupeteo como una exteriorización sexual.
Autoerotismo: es una práctica sexual que no está dirigida a otra persona; se satisface en el cuerpo propio. Es una
búsqueda de placer ya vivenciado, y ahora recordado. Se asocia una zona erógena con la satisfacción buscada. El
niño prefiere una parte de su piel, ya que le es cómodo y se independiza del mundo exterior al que no puede
dominar. El chupeteo o la función de mamar tiene 3 caracteres esenciales de exteriorización:
o Apuntalamiento: en una de las funciones corporales importantes de la vida (alimentación), solo mas tarde de
independiza de ella.
o Objeto sexual: propio cuerpo, ya que es autoerótica.
o Meta sexual: se encuentra bajo el imperio de una zona erógena.
La meta sexual de la sexualidad infantil
Caracteres de las zonas erógenas: Es un sector de piel o de mucosa en el que estimulaciones de cierta clase
provocan una sensación placentera (carácter rítmico). Cualquier sector de la piel puede prestar servicios de zona
erógena, por tanto, para la producción de placer, la cualidad del estimulo es mas importante que la parte del cuerpo.
Luego habrá un desplazamiento de esa parte del cuerpo que se eligió para mamar, a los genitales que serán los
sectores predilectos.
Meta sexual infantil: Consiste en producir cierta satisfacción mediante la estimulación apropiada de la zona
erógena. Para que se cree una necesidad de repetirla, esta satisfacción tiene que haberse vivenciado antes. Las
necesidad de repetir se ve en: un sentimiento de tensión, que tiene carácter del displacer, y una sensación de
estimulo o de picazón condicionada centralmente y proyectada a la zona erógena periférica.
Las exteriorizaciones sexuales masturbatorias
Activación de la zona anal: La zona anal, es apta por su posición para proporcionar un apuntalamiento de la
sexualidad en otras funciones corporales. Los niños retienen las heces hasta que la acumulan provocando fuertes
contracciones musculares y al pasar por el ano, pueden ejercer un poderoso estimulo sobre la mucosa.
El contenido de los intestinos se comporta, respecto de una mucosa sexualmente sensible, como el precursor de
otro órgano destinado a entrar en acción solo después de la fase de la infancia. El primer regalo por medio del cual el
pequeño puede expresar su obediencia hacia el medio circundante exteriorizándolo como un “hijo”, que adquiere
por la comida y es dado a luz por el intestino; y su desafío hacia el mundo circundante, es rehusándolo. La retención
de las heces se emplea para la estimulación masturbadora o para la relación con las personas que cuidan a niño.
Activación de las zonas genitales: Tanto los varones como las niñas relacionados con la micción (glande, clítoris),
logran una estimulación por secreciones. La acción que elimina el estimulo y desencadena la satisfacción consiste en
el contacto de frotación con la mano o en una presión, sin duda prefigurada como un reflejo, ejercida por la mano o
apretando los músculos. Hay 3 fases de la masturbación infantil: 1º en el periodo de latencia, 2º el breve
florecimiento de la práctica sexual en el cuarto año, y el 3º en el onanismo (masturbación) de la pubertad.
La segunda fase de la masturbación infantil: Antes del cuarto año, la pulsión sexual suele despertar de nuevo la
zona genital. La segunda activación sexual deja las más profundas huellas en la memoria de la persona, determinan
el desarrollo de su carácter si permanece sana y la sintomatología de sus neurosis si enferma después de la
pubertad. Se vincula la amnesia infantil normal con esta activación sexual infantil.
Retorno de la masturbación de la lactancia: Este retorno reclama una satisfacción onanista, la sintomatología de
esta exteriorización sexual es pobre porque el aparato sexual no está desarrollado, pero da testimonio el aparato
urinario (enuresis nocturnas). Esta reaparición de la actividad sexual tiene como causa la “influencia de la seducción”
(proveniente de adultos u otros niños), que trata prematuramente al niño como objeto sexual y descubre
satisfacción en los genitales, renovándola por vía onanista.
Disposición perversa polimorfa: Bajo la influencia de la seducción el niño puede convertirse en un perverso
polimorfo, siendo descaminado a practicar todas las transgresiones posibles. En su disposición trae consigo la aptitud
para ello, donde aun no se han establecido los diques anímicos contra los excesos sexuales.
Esta disposición polimorfa es la forma uniforme en todos de expresar la disposición de perversión de todos los seres
humanos.
Disposición: determinado a…
Perversa: como no hay un órgano genital desarrollado (adulto), cada pulsión, oral, anal, genital, se satisfacen por
donde les plazca.
Polimorfa: se presenta de muchas formas. No hay límites.
Pulsiones parciales (parciales porque la pulsión recorre caminos independientemente de las zonas erógenas): Las
pulsiones de placer de ver (los genitales de otras personas) y de exhibir (desnudarse), y de la crueldad (hacia otros),
envuelven a otras personas en calidad de objetos sexuales, independientemente de las zonas erógenas. Los
componentes crueles de la pulsión sexual provienen de la pulsión de apoderamiento, gobierna la fase de la vida
sexual pre genital y que se detiene ante el dolor del otro (compadecerse), capacidad que se desarrolla tarde.
La investigación sexual infantil
La pulsión de saber: El niño alcanza su primer florecimiento entre los 3-5 años, donde se inicia la pulsión del saber o
de investigar. Su acción corresponde a una manera sublimada del apoderamiento y trabaja con la energía de la
pulsión de ver. La pulsión recae sobre los problemas sexuales y quizás es despertada por esta.
El enigma de la Esfinge: La llegada, conocida o barrunta, de un nuevo niño, y el miedo de que este acontecimiento lo
prive de cuidados y amor, lo vuelven reflexivo y penetrante. Aquí surge la pregunta “¿De dónde vienen los niños?”
un enigma que proponía Esfinge de Tebas. Puede suponer que todos tienen un genital como el suyo.
Complejo de castración y envidia del pene: el supuesto de que todos poseen el mismo genital que él, es
abandonado cuando descubre que no es así (complejo de castración). El niño cree que el clítoris femenino es un
sustituto del pene, mientras que la niña es presa de la envidia del pene, que culmina en el deseo de ser un varón.
Teorías del nacimiento: El niño cree que los hijos se conciben por haber comido algo determinado y se los da a luz
por el intestino, como las heces.
Concepción sádica del comercio sexual: El pequeño concibe el acto sexual como una especie de maltrato o
sojuzgamiento, en sentido sádico. Una impresión de esa clase recibida en la primera infancia contribuye a la
disposición para un ulterior desplazamiento (descentramiento) sádico de la meta sexual.
El típico fracaso de la investigación sexual infantil: las teorías sexuales infantiles, a pesar ser erróneas, dan pruebas
de la gran comprensión de los procesos sexuales, pero como ignora dos elementos: el papel del semen fecundante y
la existencia de la abertura sexual femenina; los esfuerzos resultan infructuosos y terminan en una renuncia que deja
como secuela deterioro de la pulsión de saber. Esta investigación es siempre solidaria (primer paso a la autonomía).
Fases de desarrollo de la organización sexual
Los caracteres que resaltan en la vida sexual infantil: es esencialmente autoerótica y sus pulsiones parciales aspiran
a conseguir placer cada una por su cuenta, desconectadas entre sí. El punto de llegada del desarrollo en el adulto
normal es que el placer se ha puesto en función de la reproducción, y las pulsiones parciales, bajo una sola zona
erógena, para el logro de la meta sexual en un objeto ajeno.
Organizaciones pregenitales: pregenitales son las organizaciones de la vida sexual en que las zonas genitales todavía
no han alcanzado su papel hegemónico.
Primera fase: es la oral o canibalita, la actividad sexual no se ha separado de la nutrición; la meta sexual consiste en
la incorporación del objeto, en calidad de identificación. El chupeteo es un resto de esta fase, ha resignado el objeto
ajeno a cambio de uno situado en el cuerpo propio.
Segunda fase: es la sádico anal, no hay diferenciación entre femenino y masculino, sino activo y pasivo. La actividad
es producida por la pulsión de apoderamiento a través de la musculatura del cuerpo y la meta sexual pasiva se
constituye la mucosa erógena del intestino. Aquí ya es pesquisable la polaridad sexual y el objeto ajeno.
Ambivalencia: Puede conservarse a lo largo de toda la vida, la unificación de las pulsiones parciales y su
subordinación al primado de los genitales no son establecidas en la infancia, o lo son de manera incompleta. Por eso
se lo denomina ambivalencia en la organización sexual, porque hay un cambio de impulsos contradictorios
(usualmente el amor y el odio) que derivan de una fuente común y por lo tanto considerados como
interdependientes, generando dicha ambivalencia.
Los dos tiempos de la elección del objeto: la elección de objeto se realiza en dos tiempo: la 1º se inicia entre los 2 - 5
años (Edipo/fálica), y el periodo de latencia la detiene o la hace retroceder; se caracteriza por la naturaleza infantil
de sus metas sexuales (amor por el padre del sexo opuesto). La 2º sobreviene en la pubertad y determina la
conformación definitiva de la vida sexual (prohibición del incesto para lograr la salida exogámica).
Los resultados de la elección infantil de objetos se prolongan hasta una época tardía o experimentan una renovación
en la pubertad. Sus metas sexuales han experimentado un atemperamiento, y figura únicamente la “corriente
tierna” de la vida. La elección de objeto de la época de la pubertad tiene que renunciar a los objetos infantiles y
empezar de nuevo como corriente sensual. La no confluencia de las dos corrientes trae como efecto que no pueda
alcanzarse uno de los ideales de la vida sexual.

III – METAMORFOSIS DE LA PUBERTAD


Con la pubertad, se producen cambios que llevan la vida sexual infantil a su conformación normal. La pulsión sexual,
ahora va a hallar su objeto sexual. Va a ser dada una nueva meta sexual, y para alcanzarla, todas las pulsiones
parciales van a cooperar a la par de las zonas erógenas, se van a subordinar al primado de la zona genital. La nueva
meta sexual en el varón va a ser la descarga de los productos genésicos (reproducción).
La “normalidad” de la vida sexual es garantizada por la exacta coincidencia de las dos corrientes dirigidas al objeto y
a las metas sexuales: la tierna y la sensual.
El hallazgo de objeto
En la pubertad, se afirma el primado de las zonas genitales y se consuma el hallazgo de objeto. Cuando la primera
satisfacción sexual estaba conectada con la nutrición, la pulsión sexual tenía un objeto fuera del cuerpo propio
(pecho materno). Lo perdió en la época en que el niño formo la representación global de la persona a quien
pertenecía ese órgano, después la pulsión pasa a ser autoerótica. Luego de superado periodo de latencia, se
restablece la relación original. El hallazgo (encuentro) de objeto es propiamente un reencuentro.
Objeto sexual del periodo de lactancia: La actividad sexual se divorcio de la nutrición, y resta una parte que ayuda a
preparar la elección de objeto, y así restaurar aquella pérdida. A lo largo del periodo de latencia el niño aprenderá a
amar a otras personas que remedien su desvalimiento. El trato del niño con la persona que lo cuida es una fuente
continua de excitación. Un exceso de ternura de parte de los padres, puede provocar un daño porque apresura la
maduración sexual.
Angustia infantil: La angustia de los niños es la expresión de su añoranza de la persona amada. El niño tan pronto
como no pueda satisfacer su libido, la muda en angustia (causa: pulsión sexual hipertrófica, mimos excesivos).
La barrera del incesto: cuando la ternura de los padres no ha despertado la pulsión sexual prematuramente, aquella
pulsión puede lograr su cometido: elección de objeto sexual. Erige la barrera del incesto, que implanta en el los
preceptos morales que excluyen la elección de objeto por parientes (exigencia cultural). Pero la elección del objeto
se consuma primero en la esfera de la representación, y es difícil que la vida sexual del joven que madura pueda
desplegarse en otro espacio de juego que el de la fantasía. A raíz de las fantasías vuelven a emerger las inclinaciones
infantiles; solo que ahora con el desasimiento respecto de la autoridad de los progenitores.
El amor a los padres, no sexual, y el amor asexual se alimentan de las mismas fuentes (el primero corresponde a una
fijación infantil de la libido).
Efectos posteriores de la elección infantil de objeto: El primer enamoramiento es frecuente que se dirija a una
persona mayor, esto sucede porque puede revivirle al joven la imagen del padre y de la madre. El varón sobretodo,
persigue la imagen mnémica de la madre. Cualquier perturbación en la relación con los padres tendría consecuencias
en la vida sexual adulta del niño. Por otra parte, podemos ver en la adolescencia una inclinación hacia la inversión: se
ven amistades apasionadas entre personas del mismo sexo. La inclinación infantil hacia los padres es importante
porque marca el camino a la elección de objeto. Lo mismo, permite que la persona desarrolle más de una serie
sexual y plasmar condiciones variadas para la elección de objeto.

“ORGANIZACIÓN GENITAL INFANTIL” – Freud.


i. “3 ensayos” acento:
- Fundamental diversidad entre la vida sexual de los niños y de los adultos.
- Organización pregenitales de la libido y la acometida en dos tiempos del desarrollo sexual infantil.
- Desenlace de la sexualidad infantil (5 años) a su conformación final en el adulto.
- Niñez: a finales, se consuma una elección de objeto.
- Pubertad: las aspiraciones sexuales se dirigen a una persona única y en ella quieren alcanzar las
metas. Unificación de las pulsiones parciales y su subordinación al primado de los genitales, al
servicio de la reproducción (última fase de la organización sexual).
ii. “Organización genital infantil” la cosa cambio, ahora:
La aproximación de la vida sexual infantil a la del adulto no se circunscribe a la emergencia de una lección de objeto.
(Ahora) en el desarrollo de la sexualidad infantil: no se alcanza una unificación total de las pulsiones parciales bajo el
primado de los genitales. Aun así los genitales y su quehacer cobran significación importante.
El carácter principal de esta “organización genital infantil” es su diferencia con la organización genital del adulto, y
consiste en que para ambos sexos, solo desempeña un genital, el masculino, por tanto, no hay primado genital sino
un primado del FALO.
Freud carece de intelección de los procesos correspondientes a las niñas.
Niño:
- Presupone todos los seres vivos un genital igual al que el posee.
- Esta parte del cuerpo que se excita con facilidad ocupa el interés del niño y plantea nuevas tareas a su
pulsión de investigación:
- Quiere verlo en otras personas para compararlo con el suyo.
- La parte viril se desplegara en la pubertad como curiosidad sexual.
- Exhibiciones: experimentos al servicio de la investigación sexual.
A partir del punto anterior, el niño descubre que el pene no es común en todos los seres vivos. Ocasiona esto la
visión casual de los genitales de una mujer. Y como desconocen esto, comienzan a pensar sobre esta falta de pene:
creen ver un miembro, a pesar de todo, que es pequeño y que un día va a crecer; después concluyen que el miembro
estuve presente y luego fue removido, lo entiende como una castración y se plantea esto a su propia persona.
- Complejo de castración: génesis en la fase del primado del falo.
- El niño no tiene una generalización tan clara de que el sexo femenino no posee pene:
- El niño cree que solo las mujeres despreciables pierden el genital, culpables de mociones prohibidas
(mociones que el niño también cometió).
- Las mujeres respetables, como la madre, conservan el pene.
- Solo la mujer puede parir hijos, y en ese momento perderá el pene, como consecuencia del trueque
del pene a cambio de un hijo.
Polaridad sexual (mudanzas que el niño experimenta) durante el desarrollo sexual infantil:
o 1° oposición: se introduce con la elección de objeto, que presupone S – O. En este estadio pregenital sádico
–anal, la oposición dominante es entre masculino (activo) – femenino (pasivo).
o 2° oposición: en el siguiente estadio de la organización genital infantil la oposición es entre genital masculino
– castrado.
o En la pubertad, la polaridad coincide con masculino (sujeto, actividad, posesión del pene) – femenino
(objeto, pasividad)

“EL SEPULTAMIENTO DEL COMPLEJO DE EDIPO” – Freud.


Complejo de Edipo: fenómeno central del periodo sexual de la primera infancia. Cae sepultado y es seguido por el
periodo de latencia. Se va a pique a raíz de las dolorosas desilusiones acontecidas (falta de satisfacción esperada).
Otra concepción diría que el complejo de Edipo cae porque tiene que desvanecerse de acuerdo con el programa,
cuando se inicia la fase evolutiva siguiente, predeterminada.
Organización genital infantil: el desarrollo sexual del niño progresa hasta una fase en que los genitales toman sobre
si un papel rector (dirige). Estos genitales son solo los masculinos (pene). Esa fase fálica, contemporánea del
complejo de Edipo, se hunde por el periodo de latencia, apuntalándose en sucesos que retornan de manera regular.
Tesis: la organización genital del niño se va a fundamento a raíz de la amenaza de castración. Genera nuevo displacer
por más que haya sufrido dos perdidas antes (pecho materno, contenido del intestino).
Niño:
- Interés por sus genitales, lo trasluce a través de su ocupación manual en ellos y tienen que vivir la
experiencia de que los adultos no estén de acuerdo con eso = amenaza de castración = proviene de las
mujeres, ya que procedes a una mitigación simbólica de la amenaza, pues no anuncian la eliminación de los
genitales, sino de la mano, por mojar todas las noches su cama (equiparable a la polución) y no habituarse a
la limpieza.
- Observa la región genital de una niña y se convence de la falta de un pene en un ser parecido a él. Pero con
ello se vuelve representable la pérdida del propio pene, y la amenaza de castración obtiene su efecto con
anterioridad (nachtraglich = efecto de retroacción).
Masturbación: actitud edipica hacia sus progenitores y es la descarga genital de la excitación sexual perteneciente al
complejo (referencia significativa para todas las épocas posteriores).
2 posibles satisfacciones del complejo de Edipo:
o Activa: situarse de manera masculina en el lugar del papa y mantener comercio con la mama. papa es
sentido como un obstáculo.
o Pasiva: sustituir a la madre y hacerse amar por el padre. Mama sobra.
Castración: pone fin a las 2 posibilidades de satisfacción del complejo de Edipo, ambas conllevan la pérdida del pene.
Estalla el conflicto entre el interés narcisista en esta parte del cuerpo (pene) y la investidura libidinosa de los objetos
parentales:
- Triunfa el yo del niño.
- Las investiduras de objeto son resignadas y sustituidas por identificación.
- Autoridad de los padres forma el núcleo del superyó. Toma su severidad, la prohibición del incesto e impide
el retorno de la investidura libidinosa del objeto.
- El complejo de Edipo es desexualizado y subliminado.
- Inicia el periodo de latencia.
[Proceso que más que una represión equivale a una destrucción y cancelación del complejo de Edipo: frontera
de lo normal – patológico].
Niña: también desarrolla un complejo de Edipo, un superyó, un periodo de latencia, una organización fálica y un
complejo de castración pero de diferente manera que el niño.
Clítoris:
o 1° es igual a un pene.
o 2° percibe que es demasiado corto y siente una inferioridad. Se consuela:
- Expectativa que cuando crezca, será un miembro como el pene, punto donde se bifurca el complejo
de masculinidad en la mujer.
- Se explica que una vez que poseyó miembro y después lo perdió por castración. La diferencia
esencial con el niño es que la niña acepta la castración como hecho consumado.
Excluida la angustia de castración, está ausente un poderoso motivo para instituir el superyó e interrumpir la
organización genital infantil, estas alteraciones son resultado más de la educación que amenaza por la pérdida de ser
amado.
El complejo de Edipo en la niña es mucho mas univoco, es raro que vaya más allá de la sustitución de la madre y de la
actitud femenina del padre.
Intento de resarcimiento: la mujer se desliza del pene del hijo; su complejo de Edipo culmina cuando recibe como
regalo del papa un hijo (deseos que permanecen en el inconsciente y contribuyen a preparar a la mujer para su
posterior papel sexual). Ecuación simbólica: una cosa (pene) por la otra (hijo).
La menor intensidad de la contribución sádica a la pulsión sexual facilita la mudanza de las aspiraciones sexuales en
aspiraciones tiernas de meta inhibida.

Castración simbólica:
- Universal por la cultura.
- Prohíbe el incesto: en esa imposibilidad (limite) se abren otros caminos.
- Permite ver como se construye el falo.
Falo: objeto privilegiado; valorado porque es algo que circula en el psiquismo, el niño lo tiene y “yo niña no”;
permite el movimiento.
- Lo puesto en valor (narcicismo en el niño “lo mío” // envidia en la niña “lo tiene otro”, la niña si teme perder
algo) para “satisfacerme”.
- Patrón de medida que circula: los que tiene de los que no tienen.
- Angustia de la castración: temor a la pérdida del falo; dialéctica de una ley posible/no posible.
Organización genital infantil: cómo se organiza la genitalidad que no es genital en sí, sino fálica = organización
psíquica. Primado del falo.
ADULTEZ.
“IDEALES QUE SOMETEN” – Alcover – Ganem.
En la posmodernidad (marco socio – cultural), la imagen y los ideales de belleza ocupan un lugar privilegiado.
Cuando un sujeto se realiza repetidas intervenciones estéticas nos preguntamos: ¿hay libertad en esas elecciones? O
¿hay un sometimiento del que el sujeto no tiene noticia?
Los ideales posmodernos
- Lipovetsky
Postula que la sociedad posmoderna está atravesada por la lógica del proceso de “personalización”. Es un nuevo
modo de organización social que da cuenta de un sistema económico basado en el consumo. El mercado ofrece
productos “hechos a la medida de cada uno” o personalizados. El proceso de personalización se rige por dos
mecanismos: seducción (regula el consumo incrementando el número y la variedad de objetos) y sexducción (da
cuenta de cómo todo parecer estar permitido en la sociedad, incluye el mandato de “ir siempre lo más lejos posible”;
y también explica cómo el mecanismo de seducción avanza y opera sobre el cuerpo y el sexo).
La producción en masa de objetos antes considerados de lujo posibilita que el hedonismo se convierta en un valor
central. Propone a la figura de “Narciso” como protagonista del escenario posmoderno: desinterés masivo, de los
sujetos, por las cuestiones públicas, y un profundo interés por asuntos personales y subjetivos; sujeto pendiente de
su propio bienestar; articulado con el culto al cuerpo (inversión constante para conservarlo joven, bello y saludable).
La personalización implica una paradoja: por un lado, el individuo piensa que es libre en sus posibilidades de
elección (objetos, actividades y en su propio cuerpo), y al mismo tiempo oculta un sometimiento a idénticos
estándares estéticos.
- Bauman
Denomina a la época actual “modernidad líquida”. En ella la cultura tiene la función de asegurar que la elección sea
una necesidad y un deber. La sociedad actual es de consumo en la que todo es posible de ser elegido, excepto “la
compulsión a elegir”. Nada es lo suficientemente satisfactorio como para quitarle el atractivo al resto de los objetos.
La coerción, disfrazada de libertad individual, se inmiscuye en las elecciones que el individuo hace sobre su propio
cuerpo: el ideal es “estar en forma”. El concepto de salud es normativo, traza una línea que separa normalidad –
anormalidad (objetivo). En oposición a ello, “estar en forma” es un concepto enteramente subjetivo, he implica una
tendencia hacia el “mas”.
Cuerpo e ideal de Freud
El narcisismo implica la investidura libidinal del yo. Freud advierte que algo debe sumarse al autoerotismo del niño
para que el narcisismo primario se constituya, esto consiste en el narcisismo redivivo de los padres en el que el niño
es portador de perfecciones y virtudes, lo cual le depara una gran satisfacción. Sin embargo, prohibiciones y normas
culturales se le imponen al pequeño e implican un límite a su satisfacción narcisista. Por medio de la constitución del
ideal se produce un distanciamiento del narcisismo primario, y por medio del cumplimiento del ideal el sujeto podrá
recobrar algo de la satisfacción que experimentó de niño.
Otro elemento para pensar procesos que atañan al cuerpo es la pulsión. En tanto fuerza constante que no puede ser
cancelada y le depara al psiquismo elevadas exigencias (“estar en forma y siempre se puede mas”).
En ciertas ocasiones el sujeto se ve forzado a repetir vivencias que le deparan displacer y sufrimiento, y descubre un
tipo particular de satisfacción que va mas allá del principio de placer, le llama compulsión a la repetición.
Freud postula la existencia de una “denegación cultural” que le impone al sujeto el sacrificio de una parte de sus
pulsiones agresivas y sexuales, lo cual genera un cierto grado de hostilidad hacia la cultura, a pesar de los beneficios.
“La satisfacción narcisista proveniente del ideal de cultura (articulación entre lo cultural y lo subjetivo) es uno de los
poderes que contrarrestan con éxito la hostilidad a la cultura”.
Postula al cuerpo como una de las fuentes de sufrimiento humano, destinado al envejecimiento y a la disolución.
Para tolerar este malestar el sujeto acude a paliativos: ilusiones, ideas científicas y el GOCE DE LO BELLO.
Lacan: narcisismo e ideal. El cuerpo como construcción.
El sujeto nace en un mundo simbólico que lo preexiste. El niño llega a una matriz simbólica cuando se le otorga un
lugar en el que es alojado y sostenido. En ese lugar (lugar en el deseo del otro) es investido libidinalmente por
aquellos que desempeñen las funciones materna y paterna.
El cuerpo es una construcción en la que intervienen significante e imago. El estadio del espejo muestra como la
imago opera en el cuerpo. Lo visual posibilita la identificación con esa imagen sobre la cual no recae limitación. El
estadio del espejo debe entenderse como una transformación que se produce en el sujeto al asumir una imagen. La
imago actúa como causa en la estructuración del psiquismo, a partir de ella se constituirá una identificación primaria,
se conformara el yo y también el ideal.
El yo, como efecto de la imago, le brinda al sujeto una apariencia de unidad engañosa. El yo, cautivado por la imagen
del cuerpo unificado, contiene “la tendencia suicida” se complace amando y venerando esa unidad hasta el punto de
la locura o de la muerte (mito de Narciso). Sin embargo, la identificación con esa imagen también le permite al sujeto
protegerse del desamparo y pre maturación constitutivos.
En la relación al yo ideal, Lacan postula que contiene la promesa, de alguna vez alcanzar la ilusoria unidad de la
imagen en la cual se constituye. Síntesis que nunca será lograda.
El cuerpo como efecto del significante implica una ausencia de complementariedad entre la necesidad y el objeto,
dejando como efecto el goce y la satisfacción que nada tiene que ver con la cancelación de la necesidad biológica.

“¿QUE ES UN NIÑO, UN JOVEN O UN ADULTO EN TIEMPOS ALTERADOS?” – Duschatzky .


Tiempo atrás, cuando la vida transcurría en suelo sólido y estable, ser adulto suponía un lugar entorno de la ley , y el
niño asumía un lugar complementario.
La ley no constituía un mero ordenamiento sino una experiencia forjada en la vida institucional. Familia y escuela
eran los pilares encargados de inscribir subjetivamente los lugares de niños, jóvenes y adultos, es decir, las
posiciones que ocupaba cada uno en torno a la ley.
Las formas de configuración históricas de la infancia y la juventud eran pensadas como actos de institución: ser niño
o joven no correspondía a un estado natural sino a una producción social orientada, a imponer un derecho de ser
que es deber ser. El siglo XX produjo vastos inventarios sobre quién es el niño: sobre sus etapas de desarrollo y
modos de crecimiento saludable, que debía saber en cada momento, etc. Por su parte, los jóvenes fueron
clasificados desde la categoría de “moratoria social”: un tiempo de espera, postergación, destinado a prepararse
para las responsabilidades ciudadanas. Más tarde, comenzó a circular la idea de “moratoria vital”, una imagen que
pone énfasis en un plus vital, energía exuberante de los jóvenes y que aleja de la percepción de finitud de la vida. Ya
no es una etapa de transición, sino un dar cuenta de estéticas singulares que nos hablan de formas de vivir la
temporalidad.
Los tiempos actúales nos enfrentan a producciones de subjetividad que no se dejan explicitar desde la perspectiva
paterno – filial o desde las operaciones instituidas, sostenidas en el principio de ley, y en consecuencia, demandan
nuevas clases de pensamiento. Los padres dejan de ser una figura de protección y cuidado y comienzan a ser
tomados como figuras de autoridad los compañeros y amigos (lo fraterno).
El campo de la fraternidad se perfila como un campo consistente de construcciones de subjetiva. Pero no nos
referimos a lo fraterno como espacio de autonomía de jóvenes frente a sus generaciones mayores, lo fraterno
alcanza también el vínculo entre generaciones.
Lo fraterno es un modo subjetivante de habitar el declive de aquellos anclajes sólidos que marcaban las formas de
posicionarse en una relación social. Es suplementario del eje paterno – filial, en el sentido de que aporta
complejidad, diferencia y singularidad.
Lo fraterno como práctica de ligadura social que se arma sobre tres pilares: la confianza, en la activación de
posibilidades, en el despliegue de diferencias; la responsabilidad, como respuesta frente a la interpelación del otro
concreto; y el afecto, como capacidad de ser afectado en un encuentro.
Percibimos que el mundo es otro, la metáfora que lo describe mejor es la de la “fluidez”: es el desfondamiento de
todo soporte sólido de existencia social, todo está en cambio constante; la reinvención constante son imperativos de
mercado que buscan ligar un tejido social fragmentado. Es el pasaje de un mundo estable a un mundo desreglado y
altamente inestable.
Los ritos (en grupos de adolescentes) son inscripciones de subjetividad. Existe una diferencia entre los ritos
institucionales (transmitidos de generación en generación) y los ritos armados en situación:
- Ritos que se producen en circunstancias de mercado, de un devenir temporal aleatorio, el otro es el
próximo, no el semejante.
- No se instituye a partir de la ley, sino a partir de las regulaciones grupales.
- Tienen solo validez en un territorio simbólico determinado, no sobre bases inter generacionales.
- Ejemplo: bautismo del chico de la calle: lo que le da consistencia es reproducir las prácticas de lugares de
encierro, operan la fuerza represiva, respuesta que le resta poder al otro al ser apropiada y anticipada.
- Cumple la función de inscripción a un grupo (no a una cadena generacional – familia -), marca formas
comunes de vivir un espacio y tiempo que es puro presente.
Complejidad del campo de producción subjetiva:
- Lógica de producción de valores distinta a la de las instituciones modernas.
- No se trata de valores, sino de lo valioso en condiciones particulares de inscripción social y en circunstancias
especificas de vida (valioso = construcción situacional).
- La experiencia, la práctica de vida, es lo que produce una cosa como valiosa.
- Lealtad y aguante frente a las adversidades o la responsabilidad frente al otro son lo que arman el lazo.
La humanidad antes estaba bajo la lógica de la necesidad (debe ser) y la imposibilidad (deber ser), en estos términos
el sujeto se dibuja como pura sustancialidad. La humanidad hoy es posibilidad (puede ser) y contingencia (puede no
ser).

“PSICOLOGIA DE LAS MASAS” – Freud.


Indagación: diferencia entre masa sin conductor y con él; análisis sobre masas de altos grados de organización,
duraderas y artificiales: iglesia y ejército.
Artificiales porque se emplea cierta compulsión externa para prevenir su disolución e impedir alteraciones en su
estructura, no se pregunta al individuo si quiere ingresar en la masa, ni se deja librado a su albedrío y el intento de
separación suele estorbarse o penarse.
En ambas masas rige la misma ilusión: hay un jefe (cristo en la iglesia y el general en el ejército) que aman por igual a
todos los individuos de la masa. De esta ilusión depende todo; si se la deja disipar se descomponen.
En la iglesia “Cristo ama a todos por igual” y es un sustituto de padre. Todas las exigencias que se dirigen a los
individuos derivan de este amor. Un sesgo democrático anima a la Iglesia, todos son iguales ante Cristo y todos
tienen igual participación. No hay duda de que la ligazón de cada individuo con Cristo es también la causa de la
ligazón que los une a todos.
Algo parecido pasa en el ejército. Este se diferencia por el hecho de que consiste en una jerarquía economica de
tales masas (general, suboficial, etc.) La estructura libidinosa de los ejércitos es diversa, ya que es posible la
sustitución del conductor por una idea rectora (patria, gloria nacional, etc.).
En ambas masas artificiales cada individuo tiene una doble ligazón libidinosa: con el conductor (Cristo o jefe) y con
los otros individuos en masa. El principal fenómeno de la psicología de las masas es la falta de libertad del individuo
dentro de ellas.
Fenómenos de la psicología de las masas:
1. Falta de libertad del individuo en ella : si todo individuo está sujeto a una ligazón afectiva tan amplia y en dos
direcciones, podemos derivar de ese nexo la alteración y la restricción observadas en su propia personalidad.
2. Fenómeno del pánico: es otro indicio de lo que la esencia de una masa consistiría en las ligazones libidinosas
existentes en ella, que puede estudiarse mejor en masas militares. El pánico se genera cuando una masa de
esta clase se descompone. Ya no prestan oído a las indicaciones del jefe, y cada uno cuida por sí sin
miramiento por los otros. Los lazos recíprocos han cesado y se libera una angustia enorme. El tamaño del
peligro no es el culpable del pánico (el ejército pudo haber soportado antes peligros iguales o mayores), lo
que sucede es que la angustia pánica supone el aflojamiento de la estructura libidinosa de la masa y esta
reacciona justificadamente ante él, y no a la inversa (que los vínculos libidinosos de la masa se extingan por
la angustia frente al peligro).
En individuos particulares la angustia será provocada por la magnitud del peligro o por la ausencia de ligazones
afectivas: esto es lo que ocurre en la angustia neurótica. De igual modo, el pánico nace por el aumento de peligro
que afecta a todos, o por el cese de ligazones que cohesionaban a la masa y este último caso es análogo a la angustia
neurótica.
La pérdida del conductor basta para que se produzca el estallido del pánico aunque el peligro sea el mismo; como
regla, al desaparecer la ligazón de los miembros de la masa con su conductor desaparecen las ligazones entre ellos.
En la religión la descomposición no es tan fácil de observar. Lo que sale a la luz, a raíz de la descomposición de la
masa religiosa, no es angustia, son impulsos despiadados y hostiles hacia otras personas, a los que el amor de Cristo
había impedido exteriorizarse antes. En el fondo, cada religión es de amor por todos aquellos a quienes abraza y está
pronta a la crueldad y la intolerancia hacia quienes no son sus miembros. La causa ha de buscarse en el innegable
debilitamiento de los sentimientos religiosos y de los lazos libidinosos que dependen de ellos.
Otras tareas y orientaciones de trabajo
La ligazón del conductor parece más influyente que la ligazón de los individuos entre sí.
Morfología de las masas: partimos de la comprobación de que una multitud de seres humanos no es una masa hasta
que no se establecen en ella los mencionados lazos, pero debería admitirse que en cualquier multitud manifiesta con
facilidad la tendencia a la formación de una masa psicológica.
Son las ligazones afectivas las que caracterizan a una masa. De acuerdo con el psicoanálisis casi toda relación afectiva
íntima y prolongada entre dos personas (matrimonio, amistad, relaciones entre padres e hijos) contiene un
sedimento de desautorización y de hostilidad que sólo en virtud de la represión no es percibido. Cuando la hostilidad
apunta a personas a quienes empero se ama, llamamos a esto sentimiento de ambivalencia.
En las aversiones y repulsas a extraños con quienes se tiene un trato podemos discernir la expresión de un amor de
sí, de un narcisismo que aspira a la autoconservación y se comporta como si toda divergencia respecto de sus
plasmaciones individuales implicara una crítica a ellas y una exhortación a remodelarlas. Pero toda esa intolerancia
desaparece de manera temporaria o permanente por la formación de la masa, mientras esta perdura los individuos
se comportan como si fueran homogéneos, toleran la especificidad del otro y no sienten repulsión. Una restricción
así del narcisismo sólo puede ser producida por una ligazón libidinosa con otras personas. El amor por sí mismo no
encuentra más barreras que el amor por lo ajeno, por los objetos.
Se produce una restricción duradera del narcisismo y no dura más que la ventaja inmediata que se extrae del otro. El
valor de esta disputa disminuye si se repara en que se establecen lazos libidinosos mucho más allá de lo meramente
ventajoso.
El amor en la humanidad ha actuado como factor de cultura en el sentido de una vuelta del egoísmo en altruismo
(válido en el amor sexual y desexualizado). Por tanto, si en la masa aparecen restricciones del amor propio narcisista
que no tienen efecto fuera de ella, he ahí un indicio concluyente de que la esencia de la formación de masas consiste
en ligazones libidinosas recíprocas de nuevo tipo entre sus miembros.
¿Cuál es la índole de esas ligazones existentes en el interior de la masa? Pulsiones de amor que sin actuar de forma
menor enérgica, están desviadas de sus metas originarias (no sexuales). Un desvío de la pulsión respecto de su meta
sexual la hemos descripto como “grados de enamoramiento”. Pero este tipo de investidura de objeto, tal como lo
conocemos por la vida sexual, no constituye el único modo de ligazón afectiva con otra persona, sino que existen
otros mecanismos de ligazón afectiva: identificaciones.

“LAS NUEVAS FORMAS DE COMUNICACIÓN: ¿SIN COSTOS?” – Ganem y Rodriguez Yurcic.


Las nuevas tecnologías de la comunicación, subjetividad y lazo social
Los avances tecnológicos han generado nuevas formas de comunicación que priorizan la inmediatez y multiplican la
cantidad de lazos sociales posibles. Esta técnica actualmente constituye el ambiente del sujeto. Aquello que lo
circunda t constituye según una racionalidad que, basada en la funcionalidad y eficiencia, subordina las exigencias
del hombre a las exigencias del aparato técnico.
Estas nuevas tecnologías comunicacionales se caracterizan por tres fenómenos:
1. Reproductibilidad: la masividad de reproducción técnica y alta capacidad de almacenamiento.
2. Ubicuidad: la ruptura de las barreras de tiempo y espacio.
3. Pancodificación: la posibilidad de codificación en diversos lenguajes (sonoro, visual, escrito, etc.).
Estas características hacen posible formas de comunicación antes impensadas y también producen consecuencias en
los vínculos, ya que el artefacto atraviesa todas las relaciones.
La relación con el semejante: paradójica fuente de malestar
Freud ubica el vínculo con los otros seres humanos como una fuente de sufrimiento. Esta aseveración resulta
paradójica, ya que justamente el ser humano crea cultura para protegerse del sufrimiento y sería la cultura misma el
generador del mayor sufrimiento. No existe el beneficio total y para todos: el malestar es inherente a la cultura.
Las nuevas formas de comunicación son una herramienta de la cultura y por lo tanto entran en esta lógica: dan la
ilusión de estar con “todos” y “todo” en todo momento y desde cualquier lugar, parecen borrar los límites, incluso
del tiempo y el espacio, ilusión de contacto y comunicación absolutos y plenos.
El malestar que proviene del otro, se trata de un malestar estructural, inherente a la vida en sociedad.
La ilusión de la inexistencia del límite atenta contra el lazo social, ya que este aparece precisamente a partir de la
prohibición de que la total satisfacción no es posible para el sujeto. Freud plantea que lo social se funda en dos
prohibiciones que regulan la violencia y la sexualidad: parricidio e incesto. Apuntan a acotar la libre satisfacción de
cada uno de los miembros, haciendo posible el lazo social.
En la baso de la obediencia a la ley está la renuncia pulsional. La existencia del semejante no es son costo. Lo que
regula y le da lugar al otro, es la presencia y el cumplimiento de la ley. Entonces, la ley simbólica opera moderando
las relaciones.
Aparentemente sin costos, los nuevos modos se presentan como pura ganancia, pero pronto aparecen
consecuencias no buscadas. Pueden deteriorarse las relaciones con personas significativas para el sujeto. Los
vínculos familiares y de amistad se ven dificultados porque el sujeto está demasiado ocupado chateando con amigos,
conocidos y no tan conocidos. Tomado por la ilusión del encuentro total, el sujeto no llega a advertir que la pérdida
se produce en esa relación más íntima con los otros significativos.
El cuerpo: ausente o sin límites
Otra de las fuentes de sufrimiento son los límites del cuerpo. Sin embargo, la pantalla mediadora ofrece dejar el
cuerpo afuera, aparentemente preservado y no expuesto, o cuerpo inventado. En la vida virtual, cada uno puede
elegir qué mostrar y qué ocultar.
La intimidad se muestra sin tapujos, pero desde la ausencia. Paradojalmente, el pudor y la vergüenza aparecen
cuando falta el artefacto mediador. La pantalla se ofrece como un amortiguador, una realidad inmediata, donde
pareciera posible decir y mostrar “sin consecuencias”.
Por otra parte, advertimos cambios en las funciones del sujeto: muchas están inhibidas o muestran un
funcionamiento rebajado. Freud al explicar la inhibición remarca que muchas inhibiciones son una renuncia a cierta
función porque a raíz de su ejercicio se desarrollaría angustia. El sujeto evita la angustia, no se enfrenta a la dificultad
de encontrarse con lo que no sabe o no puede, y entonces se pone en manos de la máquina. Así la prótesis es cada
vez más amplia, más profunda y abarca más funciones. Se advierte que, si bien habrá mayores posibilidades para el
sujeto, también hay otras que se ven cada vez mas disminuidas.
Memoria: al momento de recordar se acude de forma inmediata a la tecnología (números de tel., cumpleaños, etc.).
No se retienen datos.
Planificación: parece una función ausente ya que los nativos digitales arman sus programas minuto a minuto, van
cambiando de idea y modificando constantemente, lo que también afecta la anticipación.
Juicio crítico: ya que frente a un comentario, todos los siguientes comentarios tienen el mismo tinte afectivo. Nadie
disiente porque se puede despertar el enfrentamiento. Dos posibilidades: acordar (me gusta), o no acordar.
El artefacto ofrece la ilusión de desprenderse del cuerpo y de sus límites. Comunicación sin cuerpo y a la vez, un
cuerpo ilimitado. El cuerpo queda fuera al dar cuenta del paso del tiempo y la existencia de las distancias.
Fantasías de respuesta plena
Las nuevas tecnologías ofrecen la ilusión de que la comunicación con otro será sin fallas, ilimitada, plena. Se
sostienen en la fantasía de que siempre alguien podrá responder desde el otro lado. Desde esta fantasía se deja al
otro semejante en posición de objeto, manipulándolo al antojo. Se prefiere proceder como si el tiempo solo fuese el
instante, las distancias físicas inexistentes, la presencia del otro permanente e incondicionada.
“LAS INSTITUCIONES: EJES DE LA SUBJETIVACION” – Karlen Zbrun.
Introducción
El sujeto se constituye en el seno de una familia, es efecto de lo instaurado por los padres. Ésta, le aporta genealogía
y filiación, y es una institución en el marco de otras estructuras más amplias a la que pertenece y la conforman.
Genealogía:
- Es un conjunto de sistemas institucionales y brinda relaciones y vínculos referenciales.
- Va más allá de la trilogía padre-madre-hijo.
- Lo causa y lo determina, también le posibilita su diferenciación subjetiva.
- Está ordenado por un marco de legalidad y hay categorías genealógicas que lo alojan: hijo, nieto, etc.
- Levi Strauss establece: hay un orden institucional y en ese orden están las tradiciones y las cadenas de las
generaciones. Cada generación es un eslabón de la cadena.
- Freud: es importante considerar a cada sujeto en relación con su lugar genealógico y destacar las huellas de
su pasado a través de su superyó.
Filiación:
- Es estructural y conlleva al principio de paternalidad que da consistencia y plantea la noción del origen.
- Da cuenta del sujeto en relación con una instancia lógica: en el origen está la Ley, precede de un lugar
mítico, presentificado por un antepasado, que ubica al sujeto en una temporalidad. La humanidad
desciende. El hijo tiene que ver con su padre, y su padre con su padre, y así sucesivamente con sus lazos de
filiación.
- Freud: los padres obedecen en la educación del niño a los preceptos de su propio superyó. Así, el superyó
del niño no se edifica en verdad según el modelo de sus progenitores, sino según el superyó de ellos.
La ley genealógica ubica al sujeto, le asigna un lugar. Legendre: el  discurso fundador, el discurso del Otro, posibilita
tener acceso a los montajes normativos de una sociedad, inscribirse en el lazo social que está sostenido por el deseo.
Instituir la subjetividad es instituir el deseo, plantear los límites en la relación con los otros. Se habla de una filial
cuando se refiere a una sociedad que está bajo la dependencia y dirección de la casa matriz.
La Argentina es un país donde nuestras generaciones, se formaron a partir de la inmigración. Llegaron buscando vivir
sin hambre y sin guerras. Ilusionados por el progreso y de que sus hijos fueran un poco más que ellos. Para ese
proyecto la escuela pública, obligatoria, cumplía su función.
El narcisismo que constituye al sujeto, lo sostiene en una ilusión de inmortalidad donde la vida se prolonga a través
de los hijos: “el punto más espinoso del sistema narcisista, esa inmortalidad del yo que la fuerza de la realidad asedia
duramente, ha ganado su seguridad refugiándose en el niño”. Esto constituye un camino que posibilita, por la libido
con que los padres invisten a sus hijos. Para que haya yo, tiene que haber otro que nombre al niño.
Los portadores de la autoridad
En la familia y en las instituciones educativas se encuentran los adultos que portan la autoridad, y que desde ese
lugar es necesario que intervengan y su posibiliten a cada sujeto.
Lacan: es importancia la transmisión y la constitución subjetiva que se da en el seno de una familia donde se implica
el deseo inconsciente. Este, se articula con la ley y los padres. Se trata de la ley que organiza el psiquismo y que se
articula con las formas de la ley social. Dos caras de la ley:
1. Función de los Nombres-del-Padre: significante fundamental que posiciona al sujeto en el orden, lo nombra,
lo ubica en un lugar y también significa, da cuenta de lo prohibido (hay que entenderlo desde el término
matemático). Es la función de los significantes Nombres-del-Padre, inscripciones que articulan la ley y deseo.
La ley se sostiene sobre una prohibición que ordena, posibilita, permite la transmisión en las generaciones.
2. Superyó como portador de mandatos: imperativos, que exigen sometimientos imposibles y goce: esto
genera culpa, la cual remite a castigo.
Si la ley implica algo que se fórmula como prohibido, requiere una renuncia y a la vez genera la tentación de acceder
a eso prohibido. Este conflicto, propio de la constitución psíquica, se relaciona con el malestar.
Cada costumbre, cada creencia de una sociedad forma parte de un sistema y dan cuenta de la misma. Lacan: no se
puede trabajar con los sujetos sin considerar la época.
Las sociedades están en relación con los valores del mercado, instituyendo nuevas modalidades de subjetivación y
de lazo social, así como también otras formas de desubjetivación o “rupturas del sujeto”. Actualmente los lazos
sociales (laborales, amorosos y de filiación), son inciertos y fluctuantes. El mercado ubica al sujeto del lado de la ley
que impide a los mandatos, al sometimiento. Esto, lleva a sentir angustia, a no saber con qué cuentan.
“Nativos digitales”: los hijos quedan ubicados en un linaje (tecnologías) del que los padres no participan. Se sostiene
que es el adulto el que tiene que saber qué hacer con estos “nuevos sujetos”, pero, es el adulto el que los observa
expectantemente y se deja caer, se borra.
Es así como la economía de mercado toma a los niños y adolescentes como clientes, hasta convertirlos en
mercancías. Es el mercado el que ordena no los padres ni las instituciones. Se desdibujan las figuras parentales.
Estamos involucrados en una cultura donde observamos que hay significantes, que van perdiendo su sentido. Se
refiere a la relación entre significantes, significante hijo en relación con significante padre. Lacan: “el significante no
tiene sentido sino en su relación con otro significante”
A partir de esto, surge la pregunta por los significantes que se presentan vaciados de sentido, significantes que están
en la lengua: por ejemplo la manera de nombrar: hijos llaman por sus nombres de pila a padres, abuelos, maestros,
etc. parece que hablan de alguien que es par de ellos, esto deja vacía la función de autoridad.
Estos significantes desprovistos de sentido dan cuenta de que las instituciones familiares y educativas pierden su
autoridad y no cumplen su función. Los mandatos toman la forma del discurso del mercado, los adultos se paralizan,
no intervienen, se silencian y no pueden introducir un “no estoy de acuerdo”, no ponen en cuestión el mercado y no
ayudan a los adolescentes a evaluar y a tomar decisiones. Esto implica el sometimiento a mandatos categóricos que
deben cumplirse. El sujeto no elige, es el mercado el que elige por él. Esta es una cara del superyó feroz que exige
incondicionalidad.
Los adolescentes no saben evaluar las propuestas y por eso se dejan llevar. Son los adultos los que deben enseñarles
a decidir, pero al estar borrados no ejercen su función.
Hoy la maternidad y la paternidad son lugares confusos, inciertos, que dejan perplejos a los sujetos. Lugares, difíciles
de habitar, ya que sus mandatos, sus funciones y su sentido carecen de significación. El lazo social del adolescente
con el adulto está quebrado y se dificulta la intervención.
Los padres eligen hacer otras actividades, antes de ocupar horas en la rutina familiar. Para estar con ellos,
programan actividades fuera del hogar donde rigen las leyes del mercado. Tiene más valor ganar dinero, que atender
el cuidado de los hijos. Los hijos van detrás de lo que el mercado les ofrece y estar con sus padres les aburre.
El poder. El Otro de la demanda
El poder lo tiene el mercado y encontramos una indiferenciación entre el poder y el sujeto (“... a la larga ya nadie
sabe distinguir si lo que él sujeto pide, lo pide, o si no hace más que responder a una solicitud del poder que le pide
que pida.” - Legendre).
El Otro de la demanda es el mercado, el poder, el que nos muestra que todo se puede. Entonces, el sujeto no pide
desde él, sino desde lo que el Otro demanda. El sujeto es atrapado como esclavo de la “subjetividad de la época”.
Legendre: si nuestra sociedad de progreso no reconstruye un espacio protegido de esclavitud, amparadas por un
poder, que ilusoriamente todo lo puede. Él llama a esta forma de asesinato “ruptura del sujeto”. Sin embargo,
afirma que la sociedad no funciona sin el deseo del sujeto. Deseo que implique un sujeto marcado por la ley, en
relación a la genealogía y filiación.
Lazos sociales con la autoridad
Los lazos del sujeto con la autoridad tienen que posibilitarse y no desaparecer, van a abrir camino a la duda, al
cuestionar y cuestionarse, así surge la trasgresión y con ella, la culpa por el acto, para responsabilizarse de sus
transgresiones. Los dispositivos del poder tienden a excluir al sujeto, dejándolo como objeto. No surge su presencia,
su responsabilidad y la dimensión subjetiva de la culpa.
Es necesario que las autoridades demuestren el lugar de autoridad y así podrán intervenir de manera eficaz para
protegerlos, enseñarles y posibilitarles en este lazo la transmisión de valores, con los cuales se puedan identificar,
dar cuenta de un discurso que los ayude a ubicarse en su lugar de sujetos.
De lo contrario, encontramos que está sobrevalorado el poder de los medios masivos de comunicación, la
tecnología, las redes sociales, etc., sin ninguna diferenciación. Los adolescentes comienzan con cierta ingenuidad, y
no saben las consecuencias que pueden tener sus actos.
Carneiro: “transgresión asistida”: actos de trasgresión, en los que el sujeto encuentra una autoridad que lo ampara,
el adulto se posiciona en un lugar de autoridad constituida, como referencia, que autoriza, pero prohíbe mediante el
estatuto del saber. Si esto no sucede, el sujeto es incorporado por ideologías discursivas que emergen en nombre de
una autoridad caprichosa y donde el sujeto se deja capturar por la desesperación de la ausencia de límites.
Lacan: “sabemos que en donde la palabra dimite empieza el dominio de la violencia, y reina allí, sin que se la
provoque”.
Es responsabilidad de los adultos entender el rompimiento del lazo y movilizarse desde el deseo de ocupar el lugar
de referente, de guía. Poner límites es una tarea displacentera y mal vista. Pero absolutamente necesarias para el
bienestar del sujeto y su crecimiento.
El mercado (producción cultural que está reflejando a la misma sociedad, cuya voracidad y ferocidad aumentan si no
hay límites) junto con sus leyes, también están manejadas por adultos. Otros, que ejercen su función desde el poder
y el sometimiento a otros intereses (económicos y no para el bienestar del adolescente).
La familia y las instituciones educativas son ejes en el desarrollo de valores y de intercambios de diálogos, de
cuestionamientos y de preguntas. Ellas, posibilitarán a un sujeto (con representaciones de sí mismo y de los demás)
mantener los lazos sociales e incluirse en otras estructuras con una actitud crítica y responsable.

“ADULTOS EN CRISIS. JOVENES A LA DERIVA” – Di Segni Obiols.


Capitulo 2: “ADULTOS DEL SIGLO XX. LA CRISIS.”
El muerto más significativo de las dos guerras mundiales fue el hombre del siglo XIX; destruido en sus ideales.
Después de la 2da Guerra Mundial:
Hombres:
- Expuso a mujeres, hijos, ancianos a la muerte, cuando era el encargado de protegerlos.
- Dio un paso al costado, su caída, fue el resquebramiento de la imagen de soporte, dejando una sensación de
libertad por un lado y de orfandad por otro.
- Pierde poder de autoridad, deja de ser referente de experiencias y sabiduría, deja de ser el modelo social a
imitar.
- Siguió ocupando lugares decisivos en los gobiernos y empresas, lo que perdió fue la autoridad, no sería visto
como el que sabe lo que hay que hacer, quien no se le discuten sus ideas y decisiones.
Mujeres:
- Tuvieron que protegerse solas y salieron a cubrir los lugares de trabajo.
- La lucha feminista destruyo la figura patriarcal del hombre.
- Luchaban por ocupar un lugar en el espacio público, pero no podían por prejuicios y tradiciones.
- Aspiraban a su independencia y a la libre unión. (Matrimonio = formalidad innecesaria de un sistema
hipócrita).
- Debía “realizarse”, lograr las libertades que hasta entonces le habían sido negadas (en cuanto a su
sexualidad, libre circulación, trabajo, formaciones, dinero, bienes, control de la maternidad). El hombre
podía acompañar en su proceso pero no interferir en el.
Adolescentes:
- Subieron al escenario social en calidad de modelos.
- Entre ellos, los homosexuales salieron del closet en defensa de sus derechos.
Niños:
- Fueron objetos de des represión.
- Se difundió el concepto de trauma psíquico y la consigna fue no traumatizarlos para evitarles futuras
neurosis.
- El miedo a caer en autoritarismo, el reconocimiento de los derechos del niño, llevaron a cuestionar el
ejercicio de poder sobre los hijos y a confundir autoridad con autoritarismo.
- La psicología ha aportado positivamente a este tema tres factores fundamentales:
1. Dejar en evidencia el daño psíquico que se produce con su abuso.
2. Insistir en la importancia del afecto como marco a todo ejercicio de poder.
3. La necesidad de dar una explicación (al niño) de por qué se ejerce ese poder sobre él para que vaya
desarrollando la capacidad crítica sobre su conducta y la nuestra.
Educación:
- Se vio influenciada por estos cambios: los padres, los docentes y la religión (educadores), se sumaron a la
cultura adolescente. Ya no habría una voz adulta hegemónica.
- Trato de adaptarse a los cambios, incorporando algo de lo que aportaron los nuevos tiempos, pero quedó
adherida a lo que le es inherente, formar para la vida adulta (debe defenderse entonces de la contra
educación, que cree que la misma idea de educar debe ser eliminada, ya que sería también una intervención
autoritaria).
- Se trataba de criar a los hijos de manera diferente de la crianza que los adultos habían recibido.
- La ruptura del molde educativo rígido permitía nuevas libertades, pero provocaba angustia de no saber qué
hacer.
Religión:
- Perdió lugar y junto con ella, la ética.
- Desaparecieron los “sermones” pronunciados por el pastor, padre, madre o cualquier mayor.
Medicina:
- A partir de la difusión y abaratamiento de los antibióticos, se subió al pedestal de la omnipotencia y la
población comenzó a creer que todo podía curarse fácilmente.
- Se debilitaban las normas de higiene respetadas escrupulosamente hasta avanzados los años 50.
Revolución sexual:
- En los años 60 y 70 - con la revolución sexual - la sexualidad se vio liberada de viejas represiones.
- A este fenómeno contribuyeron los conocimientos psicológicos, particularmente psicoanalíticos, advirtiendo
sobre los peligros de la represión.
- Florecen los derechos de los homosexuales y que se logra la eliminación de la homosexualidad del listado de
trastornos psiquiátricos de la sexualidad (1973). Pasan a vivir abiertamente en pareja, crean sus bares,
restaurantes, lugares para bailar. Ellos también son descubiertos por el mercado.
El feminismo, la cultura adolescente y el movimiento gay crecieron con gran fuerza en la última mitad del siglo XX,
criticando lo que de machista o de adulto solo masculino tuvo el antiguo régimen. En oposición a la cultura adulta,
fue surgiendo la cultura adolescente:
- Rock: instauro un proceso de retorno de lo reprimido, liberaron muchas de sus pulsiones y adquirieron
libertad para vivir a su propio ritmo
- Cultura adolescente: se definía por rebelión a todo lo que había instituido la cultura burguesa decimonónica
(del siglo XIX), los jóvenes pasaron a ser los modelos de si mismos, y de la sociedad en su conjunto.
- Productos del mercado: “unisex”,
- Horizontalidad: modo de relacionarse de igual a igual, sin importad la edad, hablar de usted reemplazado
por el tuteo, el conocimiento no científico también sería válido, la pareja salía de la hegemonía masculina
hacia un sistema de igualdad.
“Adulto” pasó a ser sinónimo de viejo, ya no era el ideal. Progresivamente, la adolescencia, que duraba pocos años,
se fue extendiendo, ya que dejaba de ser un lugar de pasaje para convertirse en un sitio del cual no había que salir
nunca.
Lo que generó la crisis del adulto clásico, fue que aparecieron nuevos tipos adultos, con virtudes y defectos,
transmitir algo a los hijos se hacía cada vez más difícil. Entre la nueva libertad y la sensación de orfandad que
producía la falta de modelos en cuales apoyarse, los jóvenes que se iban convirtiendo en adultos vivan la experiencia
de ir creando su propia forma de serlo. La libertad creo nuevas posibilidades, y nuevos conflictos. Se creó una nueva
necesidad, la de acordar sobre la vida cotidiana, sobre la convivencia en la familia y en las instituciones educativas.
Ahora se descubría que la capacidad de llegar a acuerdos, lejos de ser innata, parecía difícil de lograr.
Un ejemplo de ello, es que si bien los valores de la belleza, la limpieza y el orden tuvieron gran vigencia durante
comienzos del siglo XX; hoy en día la belleza sigue siendo un valor socialmente importante, pero la limpieza y el
orden han sido relegados a un segundo plano en algunos ámbitos adultos. Esto permite observar lo heterogénea que
es esta generación; ya que, al quedarnos sin nadie que les dijera qué hacer ni cómo ser, comenzaron a disfrutar de la
libertad de crearse a ellos mismos.
Tipos de adultos:
ADULTOS TRADICIONALES: los hijos del siglo XIX.

Características:

- Conservadores: no innovan, saben qué hacer con sus vidas (lo mismo que sus padres),
- Van a contracorriente (la sociedad no los acompaña).
- Características obsesivas (culto a la formalidad y rutina).
- Niegan los cambios que atentan contra su deseo de una estabilidad perfecta.
- Esfuerzo y responsabilidad antes que la creatividad.
- Disimulan, bajo una fachada “prolija”, todas las conductas que no consideran viables socialmente.
- Sostienen encubiertos los roles tradicionales para hombres y mujeres.
- Para el hombre tradicional, sostener un sistema de poder centralizado se vuelve difícil, ante su mujer y ante sus
hijos, porque el mundo se ha horizontalizado.
- Es frecuente un gran número de hijos.
- Algunos son tradicionales por una identificación con sus padres, otros, adoptaron esta posición luego de una
juventud bohemia o progresista, porque la seguridad, el ascenso social, o ambos, así lo reclamaban.
- Los desacuerdos promueven la violencia familiar y las mentiras por parte de los jóvenes que ponen en riesgo su
vida.
- Frágiles ante los cambios del mercado y ante la necesidad de cambiar para encontrar una nueva ubicación social.
- Adicciones: alcohol o psicofármacos (consumo de entrecasa), que les permiten liberarse del exceso de
formalismo, sin crear problemas de ilegalidad o alterar su imagen externa.
- Docentes: son conflictivos y rechazados, cuando caen en actitudes autoritarias y no incorporan novedades
didácticas. Si no hacen esto, aunque planteen un tipo de relación distante, son respetados. Son aquellos que
exigen en sus evaluaciones.

Riesgo Aspecto Positivo

Autoritarismo: intentar mantener un modo de vida en Proporcionar un marco explícito, claro, a sus hijos. Los
contracorriente con los jóvenes y adultos que los rodean, jóvenes pueden identificarse o bien rebelarse* contra
esto genera desacuerdos que terminan en violencia familiar. ciertos aspectos de éste (brecha generacional).
*Erickson consideró esencial la rebeldía para la estructuración de la identidad: para que esta tenga lugar, se requiere
por un lado pautas claras para oponerse a ellas, y por otro, que no se ejerza violencia que anule la rebeldía.
ADULTOS-ADOLESCENTES: los hijos eternos.

Características:

- Adultos por edad y por experiencia pero no aceptan ubicarse en ese lugar, responsabilizarse por ellos y poner
límites.
- Juventud eterna: se mantienen jóvenes con gimnasias y dietas, cirugías, cremas, moda adolescente, estilo
informal, jergas adolescentes, vida nocturna.
- Grados de rechazo a ocupar el rol adulto:
o Pocos límites, se hacen cargo de la economía, establecen una organización familiar, mientras mantienen
un vínculo de complicidad.
o Quienes se mimetizan con los adolescentes e intentan pasar a los boliches con ellos, solo son adultos en
el trabajo.
o Otros tienen crisis de identidad, vocacional, laboral y afectiva mas allá de los 40 años. Incapaces de
hacerse cargo de ellos mismos y de otros.
- No suelen ser padres que lleguen a la violencia física, con los pequeños su maltrato aparece como abandono.
- “Adolescentones” o “Pendeviejos”: reniegan de ser adultos, porque cuando adolescentes, generaron la rebelión
contra la generación anterior y rompieron la brecha con la misma, mejorando la comunicación. Significo, pelear
contra los abusos de poder de los padres, pero hoy, destruir la brecha significa fundirse con los jóvenes.
- “Huérfanos” de figuras adultas: ellos le dan un sentido positivo, se quitaron la represión de encima y con ello se
han olvidado de la culpa. La elaboración de la propia orfandad (desde el psicoanálisis) debería ser un paso de
madurez, capacidad de autoabastecerse, pero esto no aparece así, se ve en algunos de estos tipos de adultos,
que rechazan a sus padres y buscan figuras alternativas para hacerse adoptar (lideres, gurúes).
- Renuncia al poder/autoridad: poner límites y sostenerlos es trabajoso, y envejece.
- Familias heterogéneas o sin hijos: en los que se crean vínculos horizontales entre sí, mujeres y hombres. Ante los
hijos, no aparecen como “adultos”.
- Hijos adolescentes de estos padres: siguen las vicisitudes de las vidas de los padres, organizan la casa para los
hermanos menores, se ubican en el lugar de adulto que sus padres no quieren ocupar, no vive su propia
adolescente. Le cuesta rebelarse, porque no hay contra que hacerlo, no hay marco, no hay oposición. Los hijos
más chicos serán incorporados a la adolescencia mas rápido.
- Diferencias dentro del grupo, según la época:
o Apariencia HIPPIE o ARTESANOS - pegados a los años 60-: desprecian la riqueza, el consumismo, la acción
del hombre sobre la naturaleza, la familia “tipo”; producen pero no industrializan; medicinas
alternativas; organización familiar comunitaria; se suman a movimientos naturalistas; normas asociadas
a la neurosis obsesiva; impulsaron el rock. Identifican el ser creativo con el estilo informal, la vida
afectiva “libre”, ser “joven”.
o POLITIZADOS Y ABURGUESADOS -herederos de los 70-: siguen idealizando esa época; muchos son
periodistas, políticos y sociólogos; cumplen con buena parte de las normas pero las desacreditan en
palabras; consideran que los límites son abuso de autoridad.
- Adicciones: marihuana, ligada a la creación artística, vida contemplativa, alejarse de la hostilidad o frustración.
- Docentes: riesgo de caer en la demagogia. Pedagogía “light”, sin presiones ni exigencias. Cuando usan su
capacidad de comunicación y su informalidad al servicio de motivar a los estudiantes, el resultado puede ser muy
exitoso. Evitan la brecha entre docente y alumno.

Riesgo: Aspecto Positivo:

Caen en la demagogia al tratar a sus hijos como iguales, Buena comunicación: comprender que sus hijos tienen
relación alejada de toda simetría. otras influencias, tratan de conocerlas y comprenderlas.
Relación disfrazada de democrática: chicos se enfrentan a Reconocen la creatividad y los derechos del niño,
*responsabilidades y decisiones que no les corresponden*, llevando a la horizontalidad de la relación, cuando esto
esto encubre el no querer adoptar el rol adulto por parte de pasa sin expropiarle al joven su lugar de tal, el resultado
los padres. Evitan el autoritarismo, promueven el abandono. es positivo.
Hijos: poseen mayor libertad, consecuencia de estar solos
(puede llevarlos a la autoagresión ante el abandono).

ADULTOS INSEGUROS: los hijos de la duda.

Características:

- Gran mayoría de los adultos actuales.


- No quieren imitar a sus padres, no se reniegan de su lugar de adultos, están en continua búsqueda de su rol.
- Contradicciones: pasan del “compinchismo” al autoritarismo en minutos.
- Fuertes conflictos con su poder y su autoridad: no quieren usar fuerza física (aunque caen en la violencia cuando
las cosas se les van de las manos); temen hacer comentarios críticos que resulten traumáticos para sus hijos,
temer enojarse (por perder el amor de sus hijos).
- La inseguridad y la confusión, pueden generan violencia en sus hijos pequeños y adolescentes. Y como ellos no
admiten la falta de límites, en algunos casos, reciben maltrato por parte de sus hijos, mientras dudan su derecho
a frenarlo (reconocen el valor de los límites, pero tienen dificultades para ponerlos).
- Cuando las cosas salen mal, se encuentran entre dos fuerzas: los padres que los sometieron y los hijos que los
someten. Cuando salen mejor, hacen de sintetizadores entre las dos culturas.
- Buscan sustitutos de las figuras parentales en profesionales y en libros de autoayuda. Tanto para la crianza de
sus hijos o cuando temen arruinar un talento de los mismos, recurren a expertos (psicólogos, pediatras,
psicopedagogos / entrenadores, maestros, etc.)
- Dudan sobre qué hacer, variando mucho en las soluciones.
- Responsabilidades de hombres y mujeres tienden a igualarse, pero mantiene períodos de desigualdad:
o Mujeres (madre): encargadas del cuidado de los hijos cuando son chicos (períodos) y se encargan,
mayormente, de las tareas de la casa (zonas). Sienten hacia sus hijos, la misma ambivalencia que hacia
sus padres: no saben cuando renunciar a ciertas cosas por ellos y cuando no.
o Hombres: lo más innovadores. Algunos cocinan, realizan tareas de la casa y se turnan con las madres en
cuanto al cuidado y atención de los hijos.
- Adicciones: a los consejos de cualquier persona que ubiquen en el papel de autoridad y a los ansiolíticos, de los
que son fuertes consumidores.
- Docentes: no ofrecen un perfil claro dentro de la clase (pasan de una tarea grupal de fácil resolución a pedir
sanciones porque se les ha descontrolado el grupo). Capacidad de auto cuestionarse. Exploran nuevos métodos e
información. Los adolescentes pueden divertirse haciéndolos reaccionar apenas detectan inseguridad.

Riesgo: Aspecto Positivo:

Caer en la confusión y la parálisis ante la toma de La capacidad de pensar, repensar, y dudar bien
decisiones (esto genera un gran estrés). Cada decisión es instrumentada permite adaptarse a situaciones diferentes.
costosa y nunca están seguros de haber acertado. Crean síntesis entre lo recibido y la realidad que los rodea.
Generan hijos con rasgos rígidos o hipermaduros que Dudar de manera positiva le transmite a los jóvenes una
compensan la vaguedad de los padres. capacidad crítica positiva, que les permite cuestionarse y
“Compinchismo” a autoritarismo, charla informal a grito. cuestionar a quienes los rodean (padres, o la misma cultura
Generan en los hijos hacia los padres, manifestaciones adolescente)
agresivas. Valoran la estabilidad sin negar la ruptura, generan dialogo
con los hijos sin ponerse en el lugar de compinches.

Segunda mitad del siglo XX:


Escuela:
- Muy criticada (junto a todo lo decimonónico y autoritario) y deberá adaptarse a los cambios sociales y
culturales, incorporando mujeres como docentes de manera masiva.
- Los niños deben ser contenidos, comprendidos, recibir afecto y en menor medida se les exige que los hagan
pensar. Se le va pidiendo que ocupe los lugares que la familia delega a ella.
- Cuando la mujer accede masivamente a la docencia, ya no lo hace imitando características masculinas. Ese
cambio cuantitativo, creará un clima “femenino”, compuesto por su afectividad, su comprensión, su
capacidad de continencia. La educación se vuelca entonces hacia lo socio afectivo.
- Promueve la regresión, ubicando a los estudiantes en el lugar de bebés eternos (a diferencia del siglo XIX,
que fomentaba como base para la educación, la represión, para generar adultos). Una consecuencia no
deseada, fue convertir a la maestra, en la “segunda mamá”.
Docentes: manifiestan los mismos conflictos que el resto de la población. Tipos:
 Clásico/conservador: intentaran recrear el modelo decimonónico: escuelas conservadoras donde sus
estudiantes viven en “otro mundo”, opuesto al de la cultura adolescente. Escuela que pone énfasis sobre la
represión de las pulsiones. Este tipo de instituciones serán elegidas tanto por padres clásicos; como por
inseguros (esperan que la escuela les dé a sus hijos un marco que ellos no lo dan) y algunos adultos-
adolescentes (buscan una institución fuerte que adopte a sus hijos, es probable que después no estén
satisfechos con las normas escolares).
 Inseguros: crean instituciones inseguras, hoy son la mayoría. En ellas se pasa de la contención y
comprensión al autoritarismo. Funcionan como un collage de actitudes diferentes. Los chicos, en medio de
un zapping de variantes adultas, terminan por hacer lo que les parece. Estas escuelas improvisan
permanentemente, no acumulan experiencia, no prevén situaciones, ya que no confían en lo que hacen.
 Adolescentes: escuelas actualizadas. Escuelas buscadas mayormente por ese tipo de adultos, allí, sus hijos
tienen pocos límites, se los estimula creativamente, se crea un “buen” clima. Los docentes no adolescentes,
toleran mal estas escuelas, se sienten maltratados por chicos y padres; se les pide hacer de todo menos
enseñar.
Podía esperarse que la postura “afectivista” eliminara el autoritarismo de los adultos y dejara la violencia afuera de
la escuela, pero, no parce ese el resultado, en ocasiones aparece violencia de parte de los alumnos, no por respuesta
de los autoritarios de siempre, sino de los inseguros que no saben cómo parar la situación. Se suponía que la
represión coartaba la creatividad, lo cual era cierto cuando la represión era aplastante, pero la falta de represión no
parece haber creado una generación de jóvenes más creativos, ya que estos no incorporan herramientas para
manifestarse y presentan actitudes fuertemente infantiles, que no les permiten de producir lo que podrían.
En el heterogéneo marco del fin del siglo, subsiste el autoritarismo en instituciones, pero también aparece
violencia de jóvenes entre sí o hacia adultos, producto de una educación que ha exagerado en la falta de límites
Crianza de los hijos:
Los cambios en el lugar social del hombre y la mujer, durante el siglo XX influyeron en el cuidado de sus hijos. Si bien
la puericultura data del siglo XIX, es en el siglo XX cuando desborda. En la Argentina, el modo de comprender y criar
al niño estuvo guiado por dos figuras femeninas, Telma Reca y Arminda Aberastury.
o Telma Reca:
- Partió de la pediatría e intento sintetizar aportes de la medicina, psicoanálisis, de la Gestalt, psiquiatría
norteamericana y de la psicopedagogía.
- Objetivo: que los pediatras salieran de la formación organicista hacia la comprensión del hombre como
totalidad. Estudiar la maduración del niño en relación con sus vínculos familiares y comprenderla en ese
contexto.
- Se enfrentaba con Aberastury.
o Arminda Aberastury:
- Mantenía alguna de las posiciones de Anna Freud, pero se vuelve embajadora de Melanie Klein (con su
acento sobre las fantasías primitivas inconscientes). Pero no logra sintetizar ambas líneas.
- Klein instala una teoría fundada en la madre, en la cual el padre apenas aparece, contrapartida del
falocentrismo freudiano (por lo cual su teoría acompaña la caída de la figura del padre omnipotente
decimonónico y el surgimiento en escena de la mujer). Sin embargo, Aberastury, observadora de la caída de
la figura del hombre, deja un espacio para el padre, necesario para que el niño pueda desprenderse de la
madre y, como soporte identificatorio de la bisexualidad.
- Estudio relacionado con la adolescencia: Teoría de los tres duelos (el adolescente deberá elaborar esas
pérdidas y sufrirá por ello), el dilema se plantea en una opción sin salida: eterna juventud o muerte. Frente a
este hijo que crece y la aceptación del mismo, el adulto se ve enfrentado con la aceptación del devenir, del
envejecimiento y de la muerte. Este duelo hacen (o deberían) los padres. Pero doloroso, como todo duelo,
suele cubrirse bajo el disfraz de la eterna juventud.

Capitulo 5: “SER ADULTO”.


Segunda mitad del siglo XX: los adultos dejaron de ser el modelo a imitar, las grandes religiones fueron
cuestionadas, las ideologías condenadas a muerte, las mujeres ya no podían apoyarse en los hombres y los hombres
no podían apoyarse entre sí ¿A qué aferrarse? (modelos anteriores, consumo de todo, profesionales y libros de
autoayuda).A lo largo del siglo XX, la ciencia y la tecnología se desarrollaron excepcionalmente, pero
paradójicamente, el pensamiento mágico creció reflotando antiguas creencias e inventando nuevas.
Pero, no se trata de encontrar a qué aferrarse, sino de aceptar que no hay de qué aferrarse si lo que se espera
encontrar es un modelo claro y preestablecido. La ausencia de modelos es la oportunidad para vivir con libertad.
Tomar conciencia de esto es una experiencia liberadora, que provoca la sensación de ser dueño de la propia vida,
capaz de armarse a uno mismo sobre la base de lo que se ha recibido y lo que la realidad propone, sin tener que
imitar un modelo único. Esto resulta ser, para muchos, fuente de enorme angustias.
En la segunda mitad del siglo XX, los adultos llevaron a la adolescencia al centro de la escena y se quedaron ahí para
siempre en ella. Así, la necesidad de responsabilizarse por otros (niños, adolescentes y viejos) resulto una carga.
Fromm: si no se atrevía a optar por la libertad, el hombre tenía tres posibilidades: el autoritarismo (someterse a
quien le mandara para evitar autogobernarse); la destructividad (ejercerla sobre otros) y la conformidad automática
(formar un pseudo-yo producto de la masificación, en lugar de un yo propio). Fromm anticipaba así el crecimiento de
las sectas, el camino de las drogas y la violencia y la uniformidad bajo el dictamen de los medios masivos.
En ese miedo a la libertad, se alijaba la evasión del rol adulto, sobre todo, a la responsabilidad sobre otros.
Estar en contra del adulto clásico, surgió como una vanguardia, era necesario romper con la educación rígida,
aplastante. Ahora esto, representa un estado de “rebelión permanente”. Seguir pensando al adulto como si todos
los problemas derivaran de sus excesos autoritarios no nos deja ver los que derivan de la demagogia e inseguridad.
En las últimas décadas hemos comprobado los efectos negativos de otras posturas. Se creía que el fin de esta
modalidad de crianza era permitir mayor creatividad, pero esto no ocurre. Les resulta tan imposible aceptar algún
límite o tolerar algún error que su capacidad de aprendizaje queda muy agotada y demasiado a menudo no
adquieren las habilidades mínimas para desarrollar su supuesta creatividad.
A partir del principio de que el ingreso a la cultura, expresada a través de pautas y límites, era algo nocivo; es que se
cría a un ser humano casi vacío de la misma (creímos que la naturaleza pura nos mostraría las verdaderas cualidades
del ser humano, aquellas sofocadas por siglos).
Aportes del psicoanálisis:
o Si se acepta que nuestro psiquismo asienta sobre pulsiones eróticas y agresivas, lo único que podemos
esperar, cuando “limpiamos” de matrices culturales la crianza de un niño, es que éstas aparezcan en estado
puro. Y el ser humano en dicho estado, es insoportable para la convivencia y no tiene mayores posibilidades
de obtener logros propios.
o Podemos modificar nuestra cultura, pero no anularlas y seguir viviendo socialmente.
o La crianza de niños sin ciertos límites no permite que salgan del narcisismo dentro del cual han nacido. (No
limitarán su omnipotencia, no podrán postergar su satisfacción, no reconocerán a los otros para desarrollar
amor hacia ellos y no tendrán la capacidad de amarse lo suficiente a sí mismos como para cuidarse)
o La teoría y la experiencia sostienen que el niño termina odiando - e incluso desarrollando incapacidad para
amar al adulto- cuando no se le dió una noción suficiente de límite que le permita vivir en sociedad.
o Quienes presentan esta patología infantil, poseen una incapacidad de aceptar y elaborar los propios errores,
lo que les impide aprender cualquier cosa (ya sea propuesta por la escuela o algo que ellos deseen).
o Educar a un chico supone permitirle el conocimiento de sus límites, sin mutilar su personalidad. Esto obliga
al adulto a mantenerse dentro de ciertos límites y exige, naturalmente, que haya adulto.
Los adultos posibles:
La crisis del modelo clásico de adulto permitió la aparición de nuevas variantes, con aspectos positivos y negativos.
La convivencia de los tres tipos de adulto, enriquece el panorama mientras no caigan en los extremos de
autoritarismo, demagogia y parálisis y mientras acepten realizar el esfuerzo de llegar a acuerdos para convivir.
Aceptadas las variaciones, lo que define al adulto se reduce a dos cuestiones:
 Admitir la orfandad: aceptar esa situación en la cual han desaparecido los padres idealizados de la infancia.
Esto supone hacerse cargo de la propia vida y hacerse cargo de otros; esto resulta angustioso y tiende a postergarse,
en una época en la que no hay modelos fuertes sobre los cuales apoyarse. Hemos creado sustitutos que nos
permiten evitar la angustia. Esto, lejos de ayudarnos, nos lleva a una regresión, nos convierte en adolescente
eternos, a perder la creatividad y a no ser nosotros mismos. Tal orfandad significa dejar las recetas y asumir el
trabajo de pensar que queremos hacer, saber que tenemos a disposición todo lo pensado y vivido por otros adultos
antes que nosotros para elegir nuestro propio modelo para armar. Significa ocupar el rol adulto, no dar un paso al
costado; revalorizarlo y ubicarlo nuevamente como etapa necesaria a la que hay que llegar.
Aceptar que no hay camino sino que se hace camino al andar genera angustia. Y la sociedad tolera mal la angustia.
Sin embargo, tolerarla (en un monto razonable) en cierta medida es el único motor del que se dispone.
 Superar el narcisismo infantil: terminar esta pseudo-adolescencia supone reconocer nuestros límites. Qué
podemos y qué no. O qué pudimos y qué ya no podremos.
Parte de la base de aceptar a los otros como diferentes a uno (comprenderlos, ubicarse en su lugar, contenerlos,
tolerar las diferencias, trabajar para llegar a acuerdos).
En el camino de superar el narcisismo hay mucha frustración que tolerar. Poder postergar placer, debe comenzar en
la infancia, y debe existir al momento de hacerse cargo de uno mismo y de otros. Entre las frustraciones a tolerar, se
encuentran los errores; estos deben considerarse inevitables y valiosos. Ser adulto significa aceptar esas limitaciones
y que nunca será “perfecto”. Superar el narcisismo supone también revalorizar el rol adulto. Asumir que se tiene la
autoridad para ejercerlo. No renunciar a la experiencia ni a los conocimientos para tratar de parecer joven, sino
revalorizar lo acumulado a lo largo de los años. Tolerar las frustraciones producto de que los jóvenes no escuchen o
entiendan lo que se les quiere transmitir o exponerse a sus críticas (en resumen: hacer frente a toda una cultura
impuesta socialmente). Paradójicamente, rejuvenece mas intentar defender lo propio, aunque no esté de moda, ya
que supone un cierto grado de rebeldía ante lo impuesto masivamente.
La capacidad de prever basada en la propia experiencia y en el propio saber acumulado necesariamente diferencia al
adulto del joven. No se puede abusar de ella antes los jóvenes, pero tampoco renunciar a ella y someterlos a
situaciones que podríamos haberles evitado. Lo adulto es aprovechar la experiencia y utilizarla para evitar
repeticiones de lo negativo. Negar esa capacidad para parecer joven es una actitud suicida.
Asumir la orfandad y superar el narcisismo, suponen dejar a un lado el pensamiento mágico (el cual ofrece conseguir
seguridad y amparo sin esfuerzo, creer que con la mente, controlamos lo incontrolable). Dónde estaba el
pensamiento mágico debe crecer el pensamiento crítico. Su desarrollo es lento y trabajoso, menos placentero,
menos capaz de satisfacer, en el corto plazo, nuestra necesidad narcisista; aunque en el mediano plazo se torna más
protector y placentero (siempre y cuando produzca logros reales) pero implica esperar.
El rol del adulto implica tolerar frustraciones y enseñar a tolerarlas en un momento de la cultura y del mercado que
hará todo lo posible en sentido contrario. Para ello deben controlarse ellos mismos (los adultos) ante la tentación de
darles a los chicos todo lo que hubieran querido tener (quizá así incorporen la noción de que “todo no se puede”).
Red para la escuela:
Como resultado de la crisis del lugar adulto, la escuela está sobrecargada. Se le pide que haga de adulto, que
socialice, que detecte problemas sociales y enfermedades, que ponga límites, que evite situaciones de violencia, que
contenga afectivamente, que retenga y también que enseñe. Para no desbordarse la escuela debe:
- Cumplir un papel adulto sólo en el sentido de reconocer sus limitaciones y no pretender hacer más de lo que
sabe y puede.
- Liberarse de todas las funciones que se le han ido sumando y, en tanto la familia no la saga suyas de nuevo,
la única solución posible es conformar una red alrededor de ella (entendiéndose como una multiplicidad de
relaciones entre diversos elementos que la conforman y un lugar que proteja de caídas cuando se camina
sobre la cuerda floja).
La imagen que se le atribuía a la escuela de la modernidad (fuerte, segura, casi omnipotente; capaz de liberar al
hombre de la esclavitud de la ignorancia, de formar al ciudadano, de ofrecer un futuro mejor, etc.) y que se
transmitió a la sociedad, traslado la autoridad de los padres a los docentes. Esta autoridad permitió que el proceso
educativo fuera exitoso.
Actualmente esa imagen está quebrada, ahora la escuela está en crisis, ante una realidad muy compleja, para la que
está rodeada y conformada por adultos que depositan muy poca autoridad en ella. Y sin embargo, se le pide más que
antes. Ante esta situación, la escuela debe tener una red compuesta por instituciones que sean sus pares y aporten
conocimientos.
Ejes básicos de esa red: el hospital, el juez o asesor de menores y las organizaciones comunitarias. En la actualidad
estás actúan cuando ya la escuela se encuentra en emergencia; en ese entonces, no conocen el ambiente, no han
establecido lazos confiables previos, no han esbozado un lenguaje común que les permita comprenderse. Se
requiere que adultos de diferentes formaciones encuentran maneras de interactuar y que sus conductas “adultas”
sean comprensibles para los jóvenes, al mismo tiempo que ellos deben ser capaces de comprenderlos. Armar una
red de este tipo, supone que se conozcan los adultos y que las instituciones lleguen a ser familiares a los jóvenes,
para lo cual deben haber comenzado sus vínculos con ellos antes de la aparición de la urgencia. Debe primar el
concepto de prevención. De este modo el estudiante sabrá quién recurrir cuando necesita ayuda.
La red tendría que actuar de dos formas: trabajando en el largo plazo y preparándose para la emergencia (respecto a
la última, se deben desarrollar planes para afrontar situaciones de riesgo e involucrar a todos los que deban estar en
el conocimiento de esas propuestas). El ideal, debe ser minimizar todo riesgo, no evitarlo, ya que no se puede.
Reconocer una crisis no significa tener la solución en la mano. La única salida de la crisis del rol adulto, es ocupar el
lugar de tal.
Los adultos actuales, ocupan un lugar de bisagra entre dos generaciones. Les toca un lugar protector sobre las
puertas y los lugares de pasaje de la vida, hacerse responsables de los niños y adolescentes que comienzan a vivir y
de los viejos que ya no tienen capacidad para hacerlo de manera autónoma.
Los adultos, pueden valorar su lugar simbólico y ocuparlo, sin pretender que sea considerado lo más importante (sin
dejar de ocuparse de disfrutar su propia vida). Esto es una apelación a comenzar la tarea: recrear el rol adulto.

“INTRODUCCION AL NARCISISMO” – S. Freud.


Narcisismo:
S/Nacke: conducta por la cual un individuo da a su cuerpo propio un trato parecido al que daría al cuerpo de un
objeto sexual (gracias a estos manejos alcanza la satisfacción plena); es una perversión.
S/Freud: es una colocación de la libido dentro del desarrollo-sexual regular del hombre; no es una perversión, sino el
complemento libidinoso del egoísmo inherente a la pulsión de auto conservación que se atribuye a todos los seres
vivos. La libido sustraída del mundo exterior fue conducida al yo, y así surgió la conducta del narcisismo.
1. Narcisismo primario: una originaria investidura libidinal del yo, que parte de la libido es cedida después a los
objetos. Vemos la oposición entre la libido yoica: libido propia del yo; y libido de objeto: libido puesta en el
mundo exterior, endosada a los objetos.
2. Narcisismo secundario: nace por replegamiento (doblar o torcer algo) de las investiduras de objeto. Se
edifica sobre el narcisismo primario, oscurecido por múltiples influencias.
Las emanaciones de esta libido, las investiduras de objeto, que pueden ser emitidas y retiradas de nuevo, fueron las
únicas que saltaron a la vista. El estado de enamoramiento es la fase superior de desarrollo que alcanza la 2da
(narcisismo secundario); concebida como una resignación de la personalidad propia en favor de la investidura de
objeto y su opuesto en la fantasía de “percepción de sí mismo”.
Las energías psíquicas al comienzo están juntas (de objeto sexual y yoica) en el estado del narcisismo, solo con la
investidura de objeto se vuelve posible diferenciar una energía sexual de una energía de las pulsiones yoicas.
Relación entre el autoerotismo y el narcisismo:
Es necesario que el yo del individuo debe ser desarrollado. Las pulsiones autoeróticas son iníciales y primordiales, ya
que, en un segundo momento, permiten la posterior constitución del narcisismo.
Autoerotismo Narcisismo Elección de objeto (amor)
Libido yoica y libido de objeto:
Si admitimos para el yo una investidura primaria con libido, ¿Por qué seguiríamos forzados a separar una libido
sexual de una energía no sexual de las pulsiones yoicas?: la separación de la libido en una propia del yo y una
endosada a los objetos es la prolongación de un primer supuesto que dividió pulsiones yoicas y pulsiones sexuales.
En un primer lugar, esta división conceptual responde al distingo tan corriente entre hambre y amor.
En un segundo lugar, responde a consideraciones biológicas, por ejemplo el sujeto tiene a la sexualidad por uno de
sus propósitos (reproducción), mientras que otra consideración lo muestra como meras fuerzas a cambio de un
premio de placer.
En un tercer lugar, toda nuestra psiquis deberá alguna vez asentarse en el terreno de lo orgánico; es probable que
sean materias y procesos químicos los que ejerzan los efectos de la sexualidad, y realicen la prosecución de la vida
individual a la vida de la especie. Nosotros tomamos tal probabilidad sustituyendo esas materias químicas por
fuerzas psíquicas (división de pulsiones sexuales y yoicas de la teoría de la libido con bases psicológicas y biológicas).
3 caminos en la elección de objeto (narcisismo secundario):
1. La influencia de las enfermedades orgánicas sobre la distribución de la libido : el enfermo mientras sufre
retira de sus objetos de amor el interés libidinal, cesa de amar (para después de curarse volver a enviarlas).
Libido e interés yoico tienen aquí el mismo destino y se vuelven otra vez indiscernibles. El notorio egoísmo
del enfermo los recubre a ambos. En este caso vemos alteraciones en la distribución de la libido a
consecuencia de una alteración del yo.
2. El hipocondriaco: se exterioriza en sensaciones dolorosas. Retira interés y libido de los objetos del mundo
exterior y los concentra sobre el órgano que le atarea. Hay una diferencia entre hipocondría y enfermedad
orgánica: en el segundo caso las sensaciones penosas tienen su fundamento en alteraciones comprobables,
en el primero hay fundamento, pero el órgano que se altera no está enfermo en el sentido habitual, si no
que envía a un lugar del cuerpo estímulos de excitación sexual (erogenidad).
3. Enamoramiento: (empobrecimiento libidinal del yo en beneficio del objeto) el niño y el adolescente eligen
sus objetos sexuales tomándolos de sus vivencias de satisfacción. Las primeras satisfacciones sexuales
autoeróticas son vivenciadas a remolque de funciones vitales que sirven a la autoconservación, tal sobre
estimación sexual da lugar a la génesis del enamoramiento. Todo ser humano tiene abiertos frente a si dos
caminos para la elección de objeto, dos objetos sexuales originarios: el mismo y la mujer que lo crio, y
presuponemos que en todo ser humano el narcisismo primario puede expresarse de manera dominante en
su elección de objeto. Se ama (transferencia del narcisismo sobre su objeto sexual):
a. Según el tipo de apuntalamiento: las pulsiones sexuales se apuntalan al principio en la satisfacción
de las pulsiones yoicas, y solo mas tarde se independizan de ellas; ese apuntalamiento muestra que
de las personas encargadas de la nutrición, cuidado y protección del niño devienen los primeros
objetos sexuales (madre/padre o persona que cumpla ese rol).
b. Según el tipo narcisista: no elige su posterior objeto de amor según el modelo de la madre, sino
según el de su persona propia (caso de los perversos u homosexuales). Se busca a sí mismos como
objeto de amor. El narcisista puede amar:
o A lo que uno mismo es (a si mismo).
o A lo que uno mismo fue.
o A lo que uno querría ser.
o A la persona que fue una parte del sí-mismo propio (hijo-amor parental).
La persona que fue una parte del sí-mismo:
La actitud de los padres tiernos hacia sus hijos es el renacimiento y reproducción del narcisismo propio. La
sobreestimacion, marca que apreciamos como estigma narcisista ya en el caso de la elección de objeto, gobierna
este vinculo afectivo. Compulsión a atribuir al niño toda clase de perfecciones y a encubrir y olvidar todos sus
defectos, se suspende frente al niño todas las conquistas culturales cuya aceptación hubo de arrancarse al propio
narcisismo. El niño debe tener mejor suerte que sus padres, las leyes de la naturaleza y de la sociedad han de cesar
ante él y debe ser el centro y el núcleo de la creación, debe cumplir los sueños, los irrealizados deseos de sus padres.
Este proceso tiene que ver con la idealización: uno pone de sí mismo en el otro y no ve lo que es el otro.
“El punto más espinoso del sistema narcisista, esa inmortalidad del yo que la fuerza de la realidad asedia duramente,
ha ganado su seguridad refugiándose en el niño”.
Protesta masculina:
Se admite la existencia de una “protesta masculina”. Adler postula que es una fuerza impulsora casi exclusiva de la
formación del carácter y de la neurosis, de naturaleza narcisista y que tiene su origen en el complejo de castración
(angustia por el pene en el varón, envidia del pene en la niña).
Yo ideal (lugar que ocupa el niño para los padres al nacer):
La observación del adulto normal muestra amortiguado el delirio de grandeza que una vez tuvo, y borrados los
caracteres psíquicos desde los cuales hemos discernido su narcisismo infantil. Podemos decir que ha erigido en el
interior de si un ideal por el cual mide su yo actual. La formación de ideal sería la condición de la represión.
Sobre este yo ideal del hijo recae el amor de sí mismo, del que los padres gozaron en la infancia.
El narcisismo aparece desplazado a este yo ideal del hijo que, como el infantil de los padres, se encuentra en
posesión de todas las perfecciones valiosas. El hombre es incapaz de renunciar a la satisfacción que gozo una vez, no
quiere privarse de la perfección narcisista de su infancia y procura recobrarla en la nueva forma del ideal del yo: lo
que el proyecta frente a si como su ideal del yo es el sustituto del narcisismo perdido de su infancia, en la que él fue
su propio ideal.
Esta formación de ideal mantiene relación con: la sublimación, proceso que atañe a la libido de objeto y consiste en
que la pulsión se lanza a otra meta, distante a la satisfacción sexual; y la idealización, proceso que envuelve al objeto,
el cual es engrandecido psíquicamente y es posible en el campo de la libido yoica y en el de la libido de objeto.
La formación del ideal del yo aumenta las exigencias del yo y es el más fuerte favorecedor de la represión. La
sublimación constituye aquella vía de escape que permite cumplir esa exigencia sin dar lugar a la represión.
IDEAL DEL YO
YO IDEAL (padres) Va perdiendo - Desarrollo de juicio Elige un Después de la castración: sustitutivo
Constitutivo al nacer el lugar por propio y crítico ideal propio del “yo ideal” de la infancia y del “yo
- Prohibiciones y leyes ideal” de los padres, que sigue
Resumen: culturales aspirando a recobrarlo.
El desarrollo del yo consiste en un distanciamiento respecto del narcisismo primario y engendra una intensa
aspiración a recobrarlo. Este distanciamiento acontece por medio del desplazamiento de la libido a un ideal del yo
impuesto desde afuera; la satisfacción se obtiene mediante el cumplimiento de ese ideal.
A su vez, el yo ha emitido las investiduras libidinosas de objeto, que junto con el ideal del yo, lo empobrecen,
volviendo a enriquecerse por las satisfacciones de objeto y por el cumplimiento del ideal.
Una parte del sentimiento de si es el residuo del narcisismo infantil; otra parte brota de la omnipotencia corroborada
por la experiencia (cumplimiento del ideal del yo), y una tercera, de la satisfacción de la libido de objeto.
El ideal del yo ha impuesto difíciles condiciones a la satisfacción libidinal con los objetos, haciendo que su censor
rechace por inconciliable una parte de ella. Pero donde no se ha desarrollado un ideal así, la aspiración sexual
ingresa inmodificada en la personalidad como una perversión. Ser de nuevo como en la infancia, su propio ideal.
El enamoramiento consiste en un desborde de la libido yoica sobre el objeto. Tiene la virtud de cancelar represiones
y restablece perversiones. Eleva el objeto sexual a ideal sexual. Puesto que, en el tipo del apuntalamiento (o del
objeto), adviene sobre la base del cumplimiento de condiciones infantiles de amor: se idealiza a lo que cumple con
esta condición de amor.
El ideal sexual puede entrar en relación auxiliar con el ideal del yo: donde la satisfacción narcisista tropieza con
impedimentos reales, el ideal sexual puede ser usado como satisfacción sustitutiva; se ama siguiendo el tipo de la
elección narcisista de objeto, lo que uno fue y ha perdido o lo que posee los meritos que uno no tiene. En formula
paralela a lo anterior, el remedio para el neurótico: ama a lo que posee el merito que falta al yo para alcanzar el
ideal; el neurótico, que por sus excesivas investiduras de objeto se ha empobrecido en su yo y no está en
condiciones de cumplir su ideal del yo, busca, desde su derroche de libido en los objeto, el camino de regreso al
narcisismo, escogiendo de acuerdo con el tipo narcisista un ideal sexual que posee meritos inalcanzables para él.

Lógica del ser. Lógica del tener o no tener.


- El niño es eso que le dicen que - Ideales del yo más propios.
es. - Lógica atributiva fálica, a partir
- No hay posibilidad de de la castración, lo fálico lo
diferencias. puede tener o perder en
- El niño ocupa el lugar de ideal cualquier momento.
para el otro. - Ecuación simbólica: posibilidad
- El falo: es lo valioso. de sustituir, de elección de
- El narcisismo. sujeto.
- Omnipotente. - No todo se puede.
“EL MALESTAR EN LA CULTURA” – Freud.
I. Sentimiento oceánico:
Sentimiento yoico infantil: no hay diferenciación yo – no yo.
Sentimiento yoico adulto: conformado por limites; hay una comunión entre el yo y el mundo.
El hombre en su exterior: posee limites remarcados; en su interior: pierde los limites, en el enamoramiento (yo y el
otro somos uno), en la patología (incierta demarcación del yo), y en la evolución (lactante no diferencia el yo del
mundo externo).
Un sentimiento solo es una fuente de energía cuando expresa una necesidad: las necesidades religiosas derivan
del desamparo infantil.
Sentimiento oceánico: sentimiento de sensación de eternidad, de algo sin límites, sin barreras, donde hay otro que
me complementa. Aspira a reconstruir el narcicismo infantil perdido, viene del narcicismo primario (donde los
padres colocan al niño en un lugar de perfección, de ser uno con el otro, que nos complementamos). Viene de la
lógica del ser. La religión capta esto, con el sentimiento de inmortalidad, hay otro que me va ayudar a
complementarme y sabe el camino (desamparo infantil).
En la vida lo que nos produce un sentimiento oceánico, es mirar el cielo, las estrellas, la música. En esa situación de
conexión que trasciende, donde uno se encuentra con esa completareidad. Por ejemplo: Tener el último celular me
ayudara a ser el más cool; cuidarme físicamente haciendo ejercicios y comprando productos me llevaron al camino
de la completud y felicidad.
II. ¿Por qué habla de malestar en la cultura?:
La vida nos trae hartos dolores, desengaños, tareas insolubles. Para soportarlas, prescindimos a calmantes. Hay tres
clases: distracciones (nos hacen valuar nuestra miseria), satisfacciones sustitutivas (que reduzcan) y sustancias
embriagadoras que nos vuelven insensibles a ellas.
- Hay 3 fuentes de sufrimiento que amenazan al hombre:
o La naturaleza.
o El propio cuerpo.
o Los vínculos con otros: causa más dolor, porque el hombre crea la cultura (genera sufrimiento pero a la vez
nos brinda los objetos para combatir el dolor), y aunque tengamos reglas y normas no hay algo que evite
que no se sienta mal. Los inevitables de sufrimiento con la naturaleza y el cuerpo.
Los hombres aspiran a la FELICIDAD. Quieren conseguirla y mantenerla, esta aspiración tiene una meta positiva,
vivenciar intensos sentimientos de placer y una negativa, ausencia de dolor y displacer.
La felicidad corresponde a la satisfacción más bien repentina de necesidades retenidas, se da como fenómeno
episódico. Esto nunca va ser completo, debido a que son estados. Si bien no es alcanzable, no es por eso que hay que
dejar de buscar la felicidad, ningún camino nos permite alcanzar todo lo que anhelamos.
Técnicas para evitar el sufrimiento:
- Aislamiento voluntario: mantenerse alejado de los otros, es la protección más inmediata que uno puede
procurarse contra las penas de la sociedad.
- Ciencia: pasar a la ofensiva contra la naturaleza y someterla a la voluntad del hombre. Entonces se trabaja
con todos para la dicha de todos.
- Sustancias extrañas: cuyas presencia en la sangre y tejidos nos procura sensaciones placenteras. Pero,
alteran las condiciones de nuestra vida sensitiva nos vuelve incapaces de recibir mociones de displacer.
- Desplazamiento de la libido: reorientar los instintos para eludir la frustración del mundo exterior. PUNTO
DEBIL: no es de aplicación universal, solo es accesible para pocos humanos, y ni siquiera con lo que logran
tenerla logra una protección perfecta contra el sufrimiento.
- Eremita: da la espalda a este mundo, no quiere saber nada con él. Pretende recrearlo, edificar en su
remplazo otro donde sus rasgos más insoportables se hayan eliminado y sustituido en el sentido de los
deseos propios.
- Arte de vivir: aspira a independizarnos del destino, sitúa la satisfacción en procesos anímicos internos; se
aferra a sus objetos y obtiene a partir de un vínculo el sentimiento de ellos. Sitúa al amor en el punto
central, espera toda satisfacción del hecho de amar y ser amado. DEBIL: nunca estamos menos protegidos
contra las cosas como cuando amamos; nunca más desdichados y desvalidos que cuando hemos perdido el
objeto amado.
- La felicidad se busca en el goce de la belleza; la belleza de forma y gestos humanos, de objetos naturales y
paisajes, creaciones artísticas y científicas. La belleza deriva del ámbito de la sensibilidad sexualà belleza y
encanto propiedades del objeto sexual.
- Refugio en la neurosis
Conclusión: El principio de placer impone ser felices, pero es irrealizable; sin embargo, no es posible resignar los
empeños por acercarse de algún modo a su cumplimiento. Para eso pueden atenderse diversos caminos, anteponer
el contenido positivo de la meta, ganancia de placer o su contenido negativo la evitación de displacer.
La RELIGION: perturba el juego de elección y adaptación imponiendo a todos por igual su camino para conseguir
dicha y protegerse del sufrimiento. Su técnica consiste en deprimir el valor de la vida y en desfigurar de manera
delirante la imagen del mundo real, presupone el amedrentamiento de la inteligencia. Consigue ahorrar a muchos
seres humanos la neurosis individual.
III. Cultura:
Gran parte de la culpa por nuestra miseria la tiene nuestra cultura.
¿Por qué hostilidad a la cultura? Ya en el triunfo del cristianismo sobre las religiones paganas tiene que haber
intervenido un factor, de hostilidad a la cultura; lo sugiere la desvalorización de la vida terrenal, consumada por la
doctrina cristiana. A medida que avanzaban los viajes se entró en contacto con grupos y etnias primitivas.
Los europeos creyeron que llevaban una vida dichosa, con pocas necesidades, vida inasequible a los visitantes, de
superior cultura.
El ser humano se vuelve neurótico porque no puede soportar la medida de frustración que la sociedad le impone en
aras de sus ideales culturales, y de ahí se concluyó que suprimir esas exigencias o disminuirlas en mucho significaría
un regreso.
La esencia de la cultura cuyo valor de felicidad se pone en entredicho. El concepto de cultura: designa toda la suma
de operaciones y normas que distancian nuestra vida de la de nuestros antepasados los animales, y que sirven a dos
fines: la protección del ser humano frente a la naturaleza y la regulación de los vínculos recíprocos entre los
hombres.
Rasgos de la cultura: Uso lingüístico o sentimiento lingüísticos. Reconocemos como culturales todas las actividades y
valores que son útiles para el ser humano en tanto ponen la tierra a su servicio, lo protegen contra la violencia de las
fuerzas naturales.
- Instrumentos, domesticación del fuego, construcción de viviendas.
- Limpieza, relacionado con la higiene y el orden. Los beneficios del orden es que posibilita al ser humano el
mejor aprovechamiento del espacio y tiempo, y preserva sus fuerzas psíquicas.
- Estima y cuidado de las actividades psíquicas superiores (tareas intelectuales, científicas y artísticas)
- Vínculos recíprocos entre los seres humanos: los vínculos sociales que ellos entraban con el vecino, como
objeto sexual de otra persona, como miembros de una familia o estado.
Los dioses eran los ideales de la cultura, el hombre se había convertido en uno; pero el ser humano de nuestros días
no se siente feliz en su semejanza con un dios. Entonces, reconocemos a un país una cultura elevada cuando
hayamos que en él es cultivado y cuidado con arreglo a fines todo lo que puede ponerse al servicio de los seres
humanos, todo lo útil.
La sustitución del poder del individuo por el de la comunidad es el paso cultural decisivo. Su esencia consiste en que
los miembros de la comunidad se limitan en sus posibilidades de satisfacción. El resultado último, debe ser el
derecho a que todos hayan contribuido con el sacrificio de sus pulsiones y en el cual nadie pueda resultar víctima de
la violencia bruta.
El ser humano defenderá siempre su libertad individual en contra de la voluntad de la masa, la humanidad gira en
torno de una tarea: hallar un equilibrio, dispensador de felicidad, entre esas demandas individuales y las exigencias
culturales de la masa; y unos de los problemas es saber si mediante determinada configuración cultural ese
equilibrio puede alcanzarse.
La sublimación de las pulsiones es un rasgo del desarrollo cultural; posibilita las actividades psíquicas superiores
desempeñen un papel en la cultura. Por último, no puede soslayarse la medida en que la cultura se edifica sobre la
renuncia de lo pulsional, se basa en la no satisfacción de pulsiones, esta denegación cultural gobierna los vínculos
sociales entre los hombres.
IV. Trabajo, familia y amor:
Los semejantes adquirieron para el hombre primitivo, la significación de colaboradores con quienes resultaba útil
vivir en comunidad.
Freud supone que la constitución de la familia estuvo vinculada a cierta solución sufrida por la necesidad de
satisfacción genital. Así el macho tuvo motivos para conservar junto a si a la hembra, , y la hembra para no
separarse de su prole, se juntó con el macho más fuerte.
De esta familia primitiva, la fase siguiente fueron las alianzas fraternas., ya que descubrieron que una asociación
puede ser más fuerte que un individuo aislado.
La fase totémica (preceptos del tabú = primer derecho = primera ley), son las restricción que los hermanos hubieron
de imponerse para consolidar este nuevo sistema.
La vida de los hombres en común adquirió un doble fundamento:
1. La obligación del trabajo impuesta por las necesidades exteriores.
2. El poderío del amor, que impedía al hombre prescindir de su objeto sexual, la mujer.
Eros (amor) y Anke (necesidad) se convirtieron en los padres de la cultura, cuyo primer resultado fue el de facilitar la
vida en común.
Para el hombre el erotismo genital vendría a ocupar el centro de su existencia, esto lo lleva a una dependencia hacia
el objeto amado que elige, lo que lo expone a los mayores sufrimientos.
Solo una pequeña minoría logra hallar la felicidad por la vida del amor, ya que lo dirige en igual medida a todos los
seres, desviándolo de su fin sexual; es decir transformando el instinto en un impulso coartado en su fin.
Ante la propuesta de San Francisco de Asis sobre el amor universal, Freud objeta que un amor que no discrimina
pierde buena parte de su valor pues comete una injusticia frente al objeto, y agrega que no todos los seres humanos
merecen ser amados.
Aquel impulso amoroso que instituyó la familia sigue ejerciendo influencia en la cultura, tanto en su forma primitiva,
sin renuncia a la satisfacción sexual directa, como bajo su transformación en un cariño coartado en su fin.
El amor coartado en su fin, fue en su origen un amor plenamente sexual, y sigue siéndolo en el inconsciente
humano.
En el curso de la evolución de la cultura, el amor se opone a los intereses de la cultura, que a su vez lo amenaza con
sensibles restricciones.
El divorcio entre amor y cultura comienza por manifestarse como un conflicto entre la familia y la comunidad social.
La cultura persigue el fin de aglutinar a los hombres en grandes unidades, pero la familia no está dispuesta a
renunciar ante el individuo.
Como la obra cultural se convierte en tarea masculina, el hombre se ve obligado a cumplir sus tareas mediante una
adecuada distribución de la libido y sublima sus instintos, y la mujer se ve relegada a segundo término por las
exigencias de la cultura y adopta frente a esta una actitud hostil y ejercen su influencia conservadora.
En la cultura aparece la tendencia a restringir la vida sexual. Ya en la primera fase cultural, la del totemismo, trae la
prohibición de elegir un objeto incestuoso. El tabú, la ley, y las costumbres establecen nuevas limitaciones.
Como la sexualidad es sustraída de su energía psíquica, Aparece en la cultura el temor a la rebelión de los oprimidos,
lo que induce a adoptar medidas de precaución.
La elección de objeto queda restringida en el individuo sexualmente maduro al sexo contrario, y la mayor parte de
las satisfacciones extra genitales son prohibidas como perversiones. La imposición de una vida sexual idéntica para
todos, implícita en estas prohibiciones, se convierte en fuente de injusticia. Pero aun el amor genital heterosexual es
menoscabado por las restricciones de la legitimidad y de la monogamia.

“EL CREADOR LITERARIO Y EL FANTASEO” – Freud.


Siempre nos intereso averiguar de dónde, el poeta, toma sus materiales y como logra conmovernos con ellos,
provocar en nosotros excitaciones de las que no nos creíamos capaces.
Deberíamos buscar en el niño las primeras huellas de quehacer poético: todo niño que juega (ocupación preferida)
se comporta como un poeta, pues crea un mundo propio o inserta  las cosas de su mundo en un nuevo orden que le
agrada. En su juego él emplea grandes montos de afecto. El niño diferencia la realidad de su mundo del juego, a
pesar de toda investidura afectiva; y tiende a apuntalar sus objetos y situaciones imaginados en cosas palpables y
visibles del mundo real (juego: paso de la fantasía a objetos reales). Este apuntalamiento es el que diferencia el jugar
del fantasear (no objetos reales).
El poeta hace lo mismo que el niño que juega, crea un mundo de fantasía, lo dota de grandes montos de afecto, al
mismo tiempo que lo separa de la realidad efectiva. El lenguaje ha recogido este parentesco entre juego infantil y
creación poética llamando juegos a las escenificaciones del poeta que necesitan apuntalarse en objetos palpables y
son susceptibles de figuración (comedia=juego de placer; tragedia=juego de duelo; actor dramático= el que juega al
espectáculo).
De la irrealidad del mundo poético, derivan importantes consecuencias para la técnica artística, pues muchas cosas
que de ser reales no depararían goce pueden, depararlo en el juego de la fantasía y muchas excitaciones que en si
mismas son en verdad penosas pueden convertirse en fuentes de placer para el auditorio y los espectadores del
poeta.
El adulto deja de jugar, aparentemente renuncia a la ganancia de placer que extraiga del juego. Pero, lo que parece
ser una renuncia es en realidad una formación de sustituto. Así, el adulto, cuando cesa de jugar, solo resigna el
apuntalamiento en objetos reales, en vez de jugar ahora fantasea. Crea lo que se llama sueños diurnos.
El fantasear de los hombres es menos fácil de observar que el juego de los niños. El niño juega solo un sistema pero
así como no juega para los adultos, tampoco lo oculta de ellos. En cambio, el adulto se avergüenza de sus fantasías y
se esconde de los otros, las cría como sus intimidades más personales. Jugar y fantasear tienen el fundamento en
que una es continuación de otra.
El jugar del niño estaba dirigido por un deseo que ayuda a su educación: “ser grande y adulto.” (Juega a ser grande).
Diverso es el caso del adulto: por una parte, sabe que esperan que no juegue ni fantasee, sino que actué en el
mundo real, y por otra parte, su fantaseo lo avergüenza por infantil y por no permitido.
Información sobre el fantasear (ya que es ocultado): los neuróticos, que se ven forzados a confesar al médico, de
quien esperan su curación por tratamiento psíquico, sus fantasías.
Caracteres del fantasear:
- Los que fantasean son los insatisfechos (dichoso no).
- Los deseos insatisfechos son las fuerzas pulsionales de las fantasías, y cada fantasía es un cumplimiento de
deseo, una rectificación de la insatisfactoria realidad.
- Los deseos pulsionantes difieren según sexo, carácter y circunstancias de vida de la persona que fantasea,
- Se agrupan según dos orientaciones rectoras: deseos ambiciosos, que sirven a la exaltación de la
personalidad o son deseos eróticos.
Malestar: grandes motivos de ocultación, la mujer bien educada solo se le admite un mínimo de apetencia erótica, y
el hombre debe aprender a sofocar la desmesura en su sentimiento de si, a fin de insertarse en una sociedad.
Las fantasías (no son rígidas) se adecuan a las cambiantes impresiones vitales, reciben de cada nueva impresión
eficaz una “marca temporal”. Una fantasía oscila en tres tiempos: se anuda a una impresión actual, una ocasión del
presente que fue capaz de despertar los grandes deseos de la persona; desde ahí se remonta al recuerdo de una
vivencia interior, infantil, en que aquel deseo se cumplía, y entonces crea una situación referida al futuro, que se
figura como el cumplimiento de ese deseo.
Cuando las fantasías proliferan y se vuelven hiperpotentes crea las condiciones para la caída de una neurosis o una
psicosis. Además las fantasías son los estadios previos más inmediatos de los síntomas patológicos de que nuestros
enfermos se quejan.
Hay un nexo entre las fantasías y el sueño: los sueños nocturnos son deseos de lo que también tenemos que
avergonzarnos y debemos ocultar, y que por eso son reprimidos, empujados al inconsciente. Tales deseos reprimidos
se expresan de manera desfigurada (desfiguración onírica). Podemos comparar al poeta con el “soñante a pleno
día”, y sus creaciones con unos sueños diurnos (desfigura sus fantasías para que sean lindas).
La creación poética, como el sueño diurno, es continuación y sustituto de los antiguos juegos del niño. Los poemas
no son creaciones libres, sino elaboraciones de material ya consabido, pero tiene permitido exteriorizar cierta
autonomía que se expresa en las variantes del material. Mitos: desfiguraciones de los deseos de naciones.
El soñante diurno pone el mayor cuidado en ocultar sus fantasías de los demás por motivos para avergonzarse de
ellas. Ahora, aunque las comunicara, no nos depararía placer alguno. En cambio, si el poeta juega sus juegos ante
nosotros sentimos un elevado placer. Consigue esto en la técnica para superar aquel escándalo, que tiene que ver
con las barreras que se levantan entre cada yo singular y los otros, allí reside la autentica “ars poética”. Esta técnica
tiene dos recursos: el poeta atempera el carácter del sueño diurno egoísta mediante variaciones y encubrimientos y
nos soborna por medio de una ganancia de placer puramente formal, estética, que él nos brinda en la figuración de
sus fantasías. A esa ganancia de placer que se nos ofrece para posibilitar con ella el desprendimiento de un placer
mayor, proveniente de fuentes psíquicas situadas a mayor profundidad, la llamamos placer previo. Todo placer
estético que el poeta nos procura conlleva el carácter  de ese placer previo, y que el goce genuino de la obra poética
proviene de la liberación de tensiones en el interior de nuestra alma. El poeta nos habilita a gozar sin remordimiento
ni vergüenza algunas de nuestras propias fantasias.

“PSICOLOGIA DE LAS MASAS Y ANALISIS DEL YO” – Freud.


VII – La identificación.
Identificación: la más temprana exteriorización de una ligazón afectiva con otra persona. Desempeña un papel en
la prehistoria del complejo de Edipo. Por ejemplo, el varón toma al padre como su ideal (conducta masculina), pero
antes el varón inviste a la madre según el tipo del apuntalamiento.
Muestra dos lazos diversos: con la madre (investidura sexual de objeto) y con el padre (identificación/modelo); la
niña de manera viceversa.
Ambos coexisten un tiempo, sin influirse ni perturbarse. Pero la vida anímica se unifica, ambos lazos confluyen, y por
esa confluencia nace el complejo de Edipo normal. El varón nota que el padre le significa un estorbo junto a la
madre; su identificación con él cobra entonces una tonalidad hostil, y pasa a ser el deseo de sustituir al padre junto a
la madre. Desde el comienzo, la identificación es ambivalente (ternura o deseo de eliminación). Se comporta como
un retoño de la primera fase oral, de la organización libidinal, en la que el objeto anhelado y apreciado se incorpora
por devoración y así se aniquila como tal.
 Identificación con el padre: se lo toma por modelo (ideal).  El padre es lo que uno querría ser; la ligazón
recae en el sujeto (niño). Esta primera ligazón es posible antes de toda elección sexual de objeto.

Más tarde es fácil perder de vista el destino de esta identificación con el padre: puede ocurrir después que el
complejo de Edipo experimente una inversión, que se tome por objeto al padre en una actitud femenina, un objeto
del cual las pulsiones sexuales directas esperan su satisfacción. En tal caso, la identificación con el padre se
convierte en la precursora de la ligazón de objeto (la elección de objeto recae sobre él). Lo mismo vale para la nena
con las correspondientes sustituciones.
 Padre como elección de objeto: el padre es lo que uno querría tener. Esta ligazón recae en el objeto
(padre) del yo.

Metapsicológico: es más difícil presentar esta diferencia. Sólo discierne que la identificación aspira a configurar el yo
propio a semejanza del otro, tomado como «modelo».
Identificación en la formación neurótica de síntoma:
1. Identificación como la forma más originaria de ligazón afectiva con un objeto (pecho materno) :
Ejemplo: niña recibe el mismo síntoma que la madre (tos). La identificación puede ser la misma del complejo de
Edipo, que implica hostilmente sustituir a la madre, y el síntoma expresa el amor de objeto por el padre; realiza la
sustitución de la madre bajo el influjo de la conciencia de culpa.
2. Identificación sustituye una ligazón libidinosa de objeto por la via regresiva, mediante introyeccion del objeto
en el yo (sexual):
Ejemplo Dora: imitaba la tos de su padre. El síntoma puede ser el mismo que el de la persona amada. La
identificación reemplaza a la elección de objeto; la elección de objeto ha regresado hasta la identificación: la
identificación es la forma primera del lazo afectivo, por tanto, sucede a veces que la elección de objeto vuelva (vía
regresiva) a la identificación, o sea, que el yo tome sobre si las propiedades de objeto.
3. Identificación que nace a raíz de cualquier comunidad que llegue a percibirse en una persona que no es
objeto de las pulsiones sexuales (grupo):
En este caso, la identificación prescinde por completo de la relación de objeto con la persona copiada. Ejemplo:
muchacha recibe una carta de su amante secreto, reacciona con ataque histérico (celos).
El mecanismo es el de la identificación sobre la base de poder o querer ponerse en la misma situación (no empatía).
Sus amigas también tendrán ese ataque. Ellas querrían también tener una relación secreta, y bajo el sentimiento de
culpa aceptan el sufrimiento aparejado (síntoma = punto de coincidencia entre los dos “yo” que debe mantenerse
reprimido). Mientras más significativa sea la comunidad, más exitosa es la identificación.
En los casos anteriores la identificación es parcial, toma prestado un único rasgo de la persona objeto.
La ligazón recíproca entre los individuos de la masa tiene la naturaleza de una identificación mediante una
importante comunidad afectiva, y esa comunidad reside en el modo de la ligazón con el conductor.

Consecuencias afectivas inmediatas de la identificación: Freud lo explica con 2 temas de investigación psicoanalítica:
o La génesis de la homosexualidad masculina :
El joven ha estado fijado a su madre, en el sentido del complejo de Edipo. Al completarse el proceso de la pubertad,
llega el momento de permutar a la madre por otro objeto sexual. Sobreviene entonces una vuelta repentina: el
joven no abandona a su madre, sino que se identifica con ella; se trasmuda en ella y ahora busca objetos que
puedan sustituirle al yo de él, a quienes él pueda amar y cuidar como lo experimentó de su madre.
En esta identificación, lo llamativo es su amplitud: trasmuda al yo respecto de un componente en extremo
importante (el carácter sexual), según el modelo de lo que hasta ese momento era el objeto. Con ello el objeto
mismo es resignado.
Identificación con el objeto resignado, en sustitución de él, y la introyeccion de ese objeto en el yo.
o El análisis de la melancolía(la pérdida real o afectiva del objeto amado) :
Es otro ejemplo de esa introyección del objeto. Rasgo principal de estos casos es la cruel denigración de sí del yo,
unida de autocrítica y unos amargos autorreproches. Estos reproches en el fondo se aplican al objeto y constituyen
la venganza del yo sobre él. La introyección del objeto es aquí de una evidencia innegable.
Estas melancolías nos muestran al yo dividido en dos fragmentos, uno de los cuales arroja su furia sobre el otro. Este
otro fragmento es el alterado por introyección, que incluye al objeto perdido. El fragmento que se comporta
cruelmente incluye a la conciencia moral (es el superyó).

En nuestro yo se desarrolla una instancia que se separa del resto del yo y puede entrar en conflicto con él: es el
“ideal del yo”. Sus funciones son: observación de si, conciencia moral, censura onírica y ejercer la represión. Esta
instancia era la herencia del narcisismo, en el que el yo infantil se contentaba a sí mismo. Poco a poco toma los
influjos del medio que plantean que el yo no siempre puede allanarse, y así el ser humano, toda vez que no puede
contentarse consigo en su yo, puede hallar satisfacción en el ideal del yo. Origen: la autoridad (padres).

VIII – Enamoramiento e hipnosis.


El enamoramiento no es más que una investidura de objeto de parte de las pulsiones sexuales con el fin de alcanzar
la satisfacción sexual directa, lograda la cual se extingue; es lo que se llama amor sensual, común. La necesidad que
acababa de extinguirse volvería a despertar, es el motivo de que se volcase al objeto sexual una investidura
permanente y se lo <<amase>>, aun cuando el apetito está ausente.
Desarrollo de la vida amorosa de los seres humanos:
1. Primera fase concluida a los cinco años: un primer objeto de amor en uno de sus progenitores; en él se
habían reunido todas sus pulsiones sexuales que pedían satisfacción. Después renuncia a la mayoría de estas
metas sexuales infantiles. En lo sucesivo el niño permaneció ligado a ellos, pero con pulsiones <<de meta
inhibida>>. Los sentimientos que en adelante alberga hacia personas amadas son <<tiernos>>. Las
aspiraciones sensuales se conservan en el inconsciente, de manera que persisten.
2. Pubertad: se inician nuevas aspiraciones, dirigidas a metas directamente sexuales. En casos desfavorables
permanecen divorciadas, la corriente sensual, de las orientaciones <<tiernas>> del sentimiento (en este
caso, las dos variantes son proclives a idealizar). El hombre se inclina a embelarse por mujeres a quienes
venera, pero que no le estimulan intercambio amoroso; y sólo es potente con mujeres que no <<ama>>.
Son más los casos en que el adolescente sintetice el amor no sensual y el sensual. Su relación con el objeto
sexual se caracteriza por la cooperación entre pulsiones no inhibidas y de meta inhibida. Y mediantes las
pulsiones tiernas, puede medirse el grado del enamoramiento por oposición al anhelo simplemente sensual.
Fenómeno de la sobreestimación sexual: el hecho de que el objeto amado goza de cierta exención de la crítica, sus
cualidades son mucho más estimadas. Se ama sensualmente al objeto sólo en virtud de sus excelencias anímicas; y lo
cierto es que ocurre lo contrario, únicamente la complacencia sensual pudo conferir al objeto tales excelencias. El
afán que aquí falsea al juicio es el de la idealización: el objeto es tratado como el yo propio, y por tanto en el
enamoramiento al objeto afluye una medida de libido narcisista; el objeto sirve para sustituir un ideal del yo propio,
no alcanzado. Se ama en virtud de perfecciones a que se ha aspirado para el yo propio para satisfacer su narcisismo.
Las aspiraciones que esfuerzan hacia una satisfacción sexual directa pueden ser enteramente esforzadas hacia atrás;
el yo resigna todo reclamo, se vuelve modesto, a la par que el objeto se hace más grandioso y valioso; llega a poseer
todo el amor de sí mismo del yo, y la consecuencia es el autosacrificio de este. El objeto ha devorado al yo.
Contemporáneamente a esta entrega del yo, fallan las funciones del ideal del yo: la conciencia moral no se aplica a
nada de lo que acontece a favor del objeto. En la ceguera del amor, el objeto se ha puesto en el lugar del ideal del
yo.
Diferencia entre identificación y enamoramiento:
Identificación Enamoramiento
- Yo enriquecido con las propiedades del objeto, lo ha - Yo empobrecido, se ha entregado al
introyectado. objeto, le ha concedido el lugar más
- El objeto se ha perdido o ha sido resignado; se lo vuelve a importante.
erigir en el interior del yo, y el yo se altera parcialmente - El objeto se ha mantenido y es
según el modelo del objeto. sobreinvestido como tal por el yo a
- Resignación de la investidura de objeto o el objeto se pone sus expensas.
en el lugar del yo o en el del ideal del yo.

Similitudes entre enamoramiento e hipnosis:


o Misma sumisión humillada, igual obediencia y falta de crítica hacia el hipnotizador como hacia el objeto
amado.
o Misma absorción de la propia iniciativa: el hipnotizador ha ocupado el lugar del ideal del yo.
o El hipnotizador es el objeto único, lo que pide y asevera es vivenciado oníricamente por el yo, esto implica
que entre las funciones del ideal del yo, se apropia del examen de realidad.
o El vínculo hipnótico es una entrega enamorada irrestricta que excluye toda satisfacción sexual. En el
enamoramiento esta satisfacción se pospone temporariamente, es una meta posible mas tarde.
La hipnosis no es un buen objeto de comparación para la formación de la masa, lo que los diferencia es que el
comportamiento del individuo de la masa es aislada al conductor, y la ausencia de aspiración sexual los diferencia del
enamoramiento.
Las aspiraciones sexuales de meta inhibida logran crear ligazones duraderas entre los humanos: esto explica que
no son susceptibles de una satisfacción plena, mientras las aspiraciones sexuales no inhibidas experimentan, por la
descarga una extraordinaria disminución toda vez que alcanzan su meta. El amor sensual está destinado a
extinguirse con la satisfacción; para perdurar tiene que encontrarse mezclado con componentes tiernos.
Formula de la constitución libidinosa de una masa: una masa primaria (con un conductor que no ha podido adquirir,
por exceso de organización, las propiedades de un individuo) de esta índole es una multitud de individuos que han
puesto un objeto, uno y el mismo, en el lugar de un ideal del yo, a consecuencia de lo cual se han identificado entre
sí en su yo.
VEJEZ.
“REVISTA VERTEX: ENVEJECER” – Andrés, H.
3 dimensiones en el envejecer: biológica, social y psicológica. Acceso al nivel de conflicto real y a partir de ahí
comenzar a construir
Andres H. introduce el concepto de “vejeces”, diferente de “vejez”, para rescatar lo singular que hay en cada viejo y
en su entorno. Destaca la heterogeneidad de cada individuo y evita caer en generalización (reduccionismos).
El tema de la temporalidad del envejecimiento es central. Esto se observa al hablar de “finitud del tiempo” implica
los duelos parciales que deberán ser elaborados, para llegar al duelo mayor “el del propio envejecimiento”.
¿Qué ocurre con las patologías narcisistas? Se trata de envejecimientos patológicos en donde la negación se
transforma en desmentida, “son los otros que envejecen”. Hasta que la imposibilidad de sostener estas fantasías
llega al punto de desencadenar el colapso narcisista.
Gerontólogos: no hablan de la “vejez” sino de “vejeces” ya que cada sujeto tiene la suya, donde los años anteriores
tienen peso para lo físico, para lo psicológico y para lo social. La biografía hace enormes diferencias personales.
Debemos tener en cuenta vínculos ha desarrollado durante su vida, y qué patrimonio trae a la vejez, y evaluar qué
capacidades trae para poder gestar nuevas en este momento de la vida.
Fenómenos psicológicos propios de esta etapa (diferentes para cada viejo): se adaptan o se les dificulta. Uno es la
“crisis de la vejez”, abarcan las tres áreas: física, psicológica y social. Se realimentan las tres, no cabe disociación;
observable en el viejo sintomático, como también, en la recuperación de la salud, que necesita del orden o bienestar
en estos tres planos.
Desde el punto de vista:
o Físico: hay que saber leer y decodificar qué mensaje nos está dando, qué área se está expresando, qué nos
quiere decir a través de esta queja. Los síntomas más importantes son los psicosensoriales y psicomotores.
o Social: la merma de vínculos e interacciones con compañeros al producirse la jubilación, que trae aparejados
cambios económicos, se torna debilitada.
o Psicológico: se crea un estado de disminución de la autoestima, con gran inseguridad y extrañeza en su
identidad. “Estado de desconocimiento personal”. Todo cambia, adentro y afuera, desde donde le devuelven
una imagen desvalorizada porque ya no lo ven como lo veían antes. Ahora está debilitado e inerme.
Psicológicamente, las pérdidas ocupan la primera escena. Los elementos psicológicos que hay que elaborar
son: las pérdidas anteriores (la juventud) y aun la de la vida actual (límite de la vida más preciso). Recién una
vez que esto es procesado, se recupera la energía psíquica para insertarse en la vida con nuevos proyectos.
Función psicológica que sirve para realizar el proceso de aceptación y adaptación, y que cuando está presente
denota salud mental: REMINISCENCIA.
- Función relacional (que se opone al aislamiento y a la deprivación sensorial) establece una modalidad
constituida por recuerdos y olvidos significativos, que debe ser respetada y estimulada. Esto permite el
reciclaje del pasado, con lo cual se refuerza la identidad y la autoestima.
- Función de comunicación con los que lo escuchan para mostrar su valía, la estima de que era objeto en su
trabajo, con sus amigos, su familia, etc. y poder trascender con su vida en la de los otros.
En trastornos psicopatológicos de la melancolía o la depresión, encontramos con un bloqueo de la reminiscencia.
Parte de todo este proceso, es el tema de las dificultades en la audición: este fenómeno es el comienzo del
aislamiento, aparece el sentimiento de soledad (tristeza y depresión). La audición en la vejez es importante para
prevenir la desintegración mental y psicológica. A partir de la falta de audición y junto al aislamiento, ciertos rasgos
en la personalidad, se hacen más rígidos mentalmente; donde el miedo y lo paranoide se incuban. De aquí que
cualquier estimulo es capaz de producir una descompensación. Por ejemplo, las prótesis (o audífonos), a los viejos
les cuesta mucho aceptar y rechazan porque ponen de manifiesto “su vejez”, sus minusvalías, el duelo de la
juventud. Detrás de esa dificultad auditiva, hay un proceso que se está desarrollando en el plano de lo psicológico,
no solo en el biológico. Hacer posible la incorporación de la prótesis como un elemento propio de la vida, es un acto
profesional fundamental, de prevención en la salud mental. Finalizar la vida con una “buena cabeza” es esencial para
llenar de sentido toda la vida que queda por delante.
“SOCIOLOGIA DE LA ANCIANIDAD” – Casals, I.
1. “LA ANCIANIDAD EN LA HISTORIA”
Las formas sociales de producción determinan en todas las culturas la suerte del anciano: miseria o riqueza,
inseguridad o seguridad, hacen de los ancianos infelices o poderosos. En el fondo, la vejez aun en las situaciones de
poder, es respetada pero no deseada. En la literatura, el viejo ya no es de este mundo y que debe renunciar a las
satisfacciones y placeres de la vida.
Las comunidades no históricas: Los estudios de los últimos 100 años realizados por antropólogos muestran que la
vida en las comunidades primitivas era difícil, condiciones de vida que no favorecían la supervivencia de los ancianos.
La extrema pobreza conducía a la imprevisión; no era posible pensar en el futuro, solo en el presente.
En algunas comunidades los viejos poseían toda la riqueza y ejercían sobre los hijos una autoridad absoluta, pero en
cuanto se debilitaban, los hijos se apropiaban de todo y los dejaban morir, sino los esclavizaban. En otras, eran
respetados mientras eran gordos, fuertes y ricos; luego, eran abandonados. En la mayoría de las sociedades no se
permitía que los viejos murieran como animales. Su muerte era una ceremonia.
Existen culturas pobres donde los ancianos eran aceptados y respetados. Se los amaba, nadie se burlaba de ellos,
eran los que transmitían y hacían respetar la ley no escrita. La diferencia reside en el delicado trato de los padres con
los hijos, esto correspondía a que no abandonaran jamás a sus padres. De todos modos, ello sucede si es posible
alimentar a todos; en caso contrario, los motivos de supervivencia se imponen.
Cuando la lucha contra la naturaleza no fue dura, aparecieron la religión y la magia. El anciano asumió funciones de
este tipo y llego a tener un gran poder que ya no dependió de la riqueza o de la fuerza (controlaban la educación y la
religión). Cuando perdían sus facultades (siendo muy viejos) eran apartados del poder, “casi muerto”, aunque
tratados correctamente.
Existen ejemplos que no se adecuan a los modelos descritos: incas. Disponían de una organización social que hacia
útiles a las personas desde los 5 años, y aun a los 80 realizaban tareas. Las personas de edad eran bien consideras y
colaboraban en la educación de los hijos.
De oriente a Occidente:
Sociedad China: jerarquizada y estática. El trabajo en los cultivos exigía, más que fuerza, experiencia. La edad era
signo de prestigio. Eran pocos viejos ya que las circunstancias no favorecían la longevidad. En las mujeres la vejez era
la mejor época pues mandaban sobre las demás mujeres. El varón de más edad era quien mandaba en la familia.
Judíos (“honrarás a tu padre y a tu madre”): teóricamente la longevidad era la máxima virtud, pero existía recelo a
los viejos que abusaban de su poder y del respeto que se les daba. Se humilla a la vejez respecto a la juventud.
Griegos: También hay una disociación entre la ideología y la realidad. Los ancianos formaban las comisiones de
notables con un papel más honorífico que real. Envejecer para el varón era perder los placeres de la vida, el amor, el
vino y las mujeres. Platón (idealista): en la vejez reunía el varón más conocimientos y se acercaba a la verdad.
Aristóteles: creía que los viejos debían ser apartados del poder. La vejez podía ser una bella edad siempre que no
hubiese invalidez.
Roma: en la familia, como en el Senado, los viejos eran los primeros. En la literatura y en la cultura popular, la vejez,
era burlada y despreciada. La sublimación de los placeres humanos en la vejez (hacia lo notable y espiritual) se
convierte en una constante cultural en casi todas las sociedades posteriores y dura incluso hasta nuestros días.
La oscura Edad Media: Representa un retroceso en el progreso de la humanidad. Las difíciles condiciones de vida no
permitían llegar a viejos. En este contexto, el cristianismo fue ambivalente. Creó hospicios y hospitales donde se
practicaba la caridad cristiana a los viejos, pero el objetivo no era el anciano como tal, sino la caridad como prenda
de futura salvación. Por otro lado, no existía ningún culto por la familia, sino que más bien se aconsejaba su
abandono y el ingreso en un convento. Los viejos estaban excluidos de la vida pública, eran los jóvenes quienes
dominaban. Sociedad regida por la fuerza de las armas.
Época feudal: se exaltaba la juventud y marginaba a quienes ya no podían ser héroes, ni podían defender a nadie. En
el campo el padre no conservaba su autoridad al envejecer, era suplantado por el hijo mayor. Los viejos que no
tenían familias, eran socorridos por el señor. Pero, en general, esas ayudas eran miserias y quedaban reducidos a la
mendicidad. En la transmisión de poder de padre a hijo, influyó el cristianismo donde Cristo era la figura central de la
religión, la trinidad era algo demasiado complejo para un pueblo analfabeto. El hijo es el que destronó al padre y
ocupó su lugar.
El Renacimiento y la Edad Moderna: El avance de la burguesía y el capitalismo variaron el sistema de valores dando
importancia a los contratos comerciales y no a las armas, influyendo en la situación de los viejos (ricos), por
acumulación de riquezas, ahora podían llegar a ser poderosos. Surgen dos corrientes:
o Religiosa y espiritualista : una vida juiciosa llevaba a una hermosa vejez. Corriente de austeridad apoyada por
el papado (por ello empezaron a elegir papas ancianos; edad = Sacralidad). La vejez era el momento de
asegurar la propia salvación.
o Materialista y burlesca: los jóvenes criticaban a los viejos que se enriquecían y que acaparaban el poder,
dinero y mujeres. La sexualidad del viejo era vista con cierta repugnancia. Para los viejos pobres la invalidez,
dependencia, pasividad, decadencia y miseria eran sus características.
Durante esta época, cruel o comprensiva, la visión sobre la ancianos sigue siendo negativa. La primacía de lo
económico valorizo el papel del viejo rico.
La revolución industrial. Siglos XVIII y XIX: Gracias a la higiene, medicina y mejor alimentación aumentó la población
mundial. Pero solo en clases altas, ya que las bajas sufrían por el trabajo, la miseria y por necesidades de
subsistencia. Se configuran de este modo dos categorías de ancianos según la clase social.
Burguesía: se creó una ideología que mejoraba concepto de vejez aunque manteniendo los estereotipos. Los
ancianos participaban de la vida pública. El “abuelo” era importante para obtener más lucro; la vejez es honrada,
pero no amada. Virtudes exigibles a un anciano: rigor moral, austeridad, sofocación de pasiones, etc. La experiencia
era una acumulación de conocimientos y vivencias.
Clase obrera: también aumentan, pero en menor medida debido al modo de producción capitalista que suponía
fuertes ritmos de trabajo en fábricas, por lo que al envejecer la mayoría morían o vivían en la miseria. Frente a esta
situación surge el Estado – benefactor que debía hacerse cargo y ayudar. En el campo la situación la situación
continuaba igual con la figura patriarcal y autoridad del padre, para los ancianos la situación era mera subsistencia.
De la antropología a nuestros días: No existe un momento concreto por su edad en que una persona pase al grupo
de los ancianos. Viejo es el que es reconocido como tal por el grupo social en el que vive. Existe un hecho en las
culturas más pobres determinante: viejo es el improductivo y por ello la comunidad debe sacrificarlo.
La eliminación del viejo no es generalizable, en el nomadismo, magia, religión y propiedad de bienes dan poder al
anciano y suprimen la aniquilación. En el mejor de los casos el anciano es respetado y temido, pero en pocas
ocasiones es positivamente aceptado. Incluso en las sociedades en que la ancianidad tiene poder se produce una
corriente paralela de burla, envidia y desprecio que se manifiesta en la literatura o a nivel de conciencia popular.
2 tipos de vejez diferentes: viejos obreros reducidos a la indigencia y vagabundeo, viejos campesinos tratados como
bestias, situados en lo más bajo de la escala social. La oposición, de clases superiores ocupa la cima. Esta división es
lo más destacable en los últimos siglos.
3. “EL ANCIANO Y LA SOCIEDAD”
Existen dos visiones de la realidad: la real (lo que ocurre de hecho) y la ideológica (valores que los grupos
dominantes han adaptado a sus conveniencias). En el caso de los ancianos son opuestas.
El modo de producción industrial: La ancianidad es un fenómeno de países industrializados, porque la
industrialización acompaña la explosión demográfica, higiene, descubrimientos de la ciencia médica y capitalismo.
Hay un antes y un después en materia de ancianidad; transición asociada a la industrialización, al triunfo de la
burguesía y al capitalismo.
Valores culturales del sistema social actual exaltan:
- La figura del varón sobre la mujer: el problema de la ancianidad tiende a referirse más a viejos que a viejas,
cuando estas son más numerosas y viven más tiempo.
- La productividad (valor máximo): se mide al individuo por lo que es capaz de producir; conseguir el
rendimiento máximo en un tiempo mínimo. Se desprecia a las personas si su productividad disminuye.
- La belleza física, al vigor de la juventud, al trabajo bien remunerado y en definitiva al dinero; los viejos son
rechazados.
En este contexto de valores parece que los viejos son un estorbo y que su desaparición resolvería los problemas que
causan. Esta afirmación no es jamás dicha, ni admitida, pero es cierto que las sociedades mantienen números de
pobres entre lo que muchos son viejos. La situación familiar del anciano es importante en el grado de abandono. La
presión social puede reducir o aumentar la renta a los mayores.
Los problemas de vejez y políticas sociales se refieren siempre a viejos – pobres, el rico no tiene más problemas que
los de salud y tiene muchos más medios para cuidarla. La tercera edad resume todas las desigualdades sociales ya
que la vejez depende de lo que ha sido la vida activa; y las privaciones, preocupaciones y la pobreza ayudan a
envejecer. En el fondo, esta la lucha de clases, es una explotación no solo en dinero sino también en años de vida.
El valor del hombre: El sistema de valores impuesto por la ideología dominante, con respecto a la productividad del
individuo, tiene colorarios que ponen en contradicción al sistema. El valor del ser humano se mide en dinero:
nacimiento – a los 20 años, el valor es máximo ya que tiene toda la capacidad productiva por delante; a los 45 años
el valor es cero, ya que todo lo que produzca lo consume; en la jubilación el valor negativo de la persona es máximo
ya que no va a producir nada más y en cambio va a consumir, siendo una carga para la sociedad. La muerte devuelve
el equilibrio al punto cero.
Es inútil edulcorar las formas y hablar del “derecho al merecido descanso”, cuando la realidad es que el anciano
representa una carga y que la sociedad procura que dicha carga le pese lo menos posible.
La ideología oficial sobre la vejez: Análisis de discursos en actos de homenaje a la vejez, desde 1915 hasta entrados
los 60: La ancianidad es presentada como la esencia de la patria: es signo de calma, sosiego, serenidad, paz,
reflexión, consejo; es una reliquia después de la vida; las pasiones se enfrían, la espiritualidad y la fe cobran
importancia; el respeto a la ancianidad es un deber. Es significativo que conceptos tan importantes se personalicen
en un grupo social marginado, al que se considera fuera del mundo.
De un modo elegante, a la población se le recuerda, que está próxima a morir. En el fondo la ideología de la
ancianidad tiene como objetivo sublimar la marginación en que se ve sumida toda una generación.
Hacia el final de los años 50, se detectan algunos cambios en el tratamiento del problema de la vejez: se habla de
coque generacional y de como la vejez fue fuente viva que merece el respeto de los jóvenes, se presenta como
objetivo a lograr el mejorar la imagen social de la población anciana.
En la actualidad, se mezclan los tópicos tradicionales y se suman nuevos, sobre lo que debe ser la integración del
anciano en la sociedad. Este breve análisis muestra que el mismo es ideológico, pues intenta hacer llegar a la
población ideas que a fuerza de repetirlas sean aceptadas por todos como válidas.
Descubrimos entonces una gran contradicción en el sistema social: de lo que dice y de lo que hace en relación a los
ancianos. Inculca a la población que vale lo que produce y, paralelamente, no deja producir a los ancianos.
7. “EL ENVEJECIMIENTO COMO FENÓMENO INDIVIDUAL”
Procesos que afectan al individuo por el hecho de la vejez: las regresiones hacia la infancia en actitudes y recuerdos,
la codicia por el dinero, la sublimación religiosa enfocada hacia la inmortalidad y Dios, demuestran el rechazo a la
vejez como fenómeno humano por parte de los individuos a quienes afecta.
La percepción de sí mismo: el hecho de asistir nuestro envejecimiento no quiere decir que seamos conscientes del
mismo. La terminología existencialista del “en sí” y el “para sí”, es aplicable a la percepción de la propia vejez
(permitir que la realidad objetiva y la percepción subjetiva coincidieran). Esta se ve objetivamente, en los otros.
Existe un momento tardío en el que se toma conciencia del propio envejecimiento: momentos críticos como una
muerte cercana o el nacimiento de nietos.
No coinciden los límites cronológicos asignados por una sociedad para considerar a una persona con la percepción
real de envejecimiento. En ello puede influir la percepción  que cada uno tenga de su edad, ligada a una visión
optimista o pesimista de la vida, en función de la fisiología de la persona (empresarial, cultural o religiosa) y la
esperanza de vida habitual de la familia.
La percepción de sí mismo como anciano obliga a tomar partido. Para algunos, cuando predomina la nostalgia se ha
empezado ya a envejecer. En otros casos, no existe una aceptación de la propia vejez; se opta por un optimismo
voluntarista y se identifica envejecer con una cosa mala, con el concepto de “agriarse” y “encorvarse”.
Este es un problema de voluntad o de creencias y sobre todo de condicionamientos sociales la actitud que se adopte.
La percepción del tiempo: Cuando no existe futuro el pasado se convierte en presente y es revivido. La vejez se
define por su pertenencia al pasado.
El sistema de valores (occidental: valora la actividad y éxito) es lo que nos conduce a la frustración vital por el paso
del tiempo. “Obreros del calendario” no son solo los viejos, sino la sociedad en su conjunto y estructura (desconoce).
El anciano se sitúa en un punto en que tiene gran parte de su vida tras de sí y puede hacer un balance. A partir de
esto es posible sentir una sensación de fracaso o satisfacción de la propia existencia, pero en cualquier caso es muy
posible haber llegado a la edad 0: “si no se desea nada, se duda de todo, no se espera nada” es entonces cuando
aparece la falsa vida de los recuerdos, el tiempo pasado es el único refugio ya que la sociedad no le permite otra
salida, ello supone una introspección, egoísmo y desinterés creciente por la realidad. La memoria exige el olvido.
La adaptabilidad individual: Son muy pocos a los que de modo efectivo y real le es posible descubrir y desarrollar
una nueva vocación. Una buena parte de los ancianos por autodefensa se refugian en el medio habitual (rutina): por
un lado la costumbre es un ligamen con el pasado, en la rutina todo está programado, no se decide cada momento.
Rasgos de la actitud cotidiana de la vejez:
- Ambición: el anciano que ha perdido poder opta por la ambición de condecoraciones, honores y títulos; se
despreocupa de lo importante y da valor a los símbolos.
- Dinero: es sinónimo de poder, y cuando no se puede disfrutar de muchas cosas su sola posición provoca
satisfacción narcisista. Miedo a perder su riqueza puede ser obsesivo y crear desconfianza de los familiares.
- Infantilismo: se le permite ser insolente, perezoso y olvidadizo, es un aliado de los nietos con los cuales se le
permite transgredir las normas. Se le reprime en cambio cuando se dedica a despilfarrar su fortuna en
divertirse o en pasiones seniles (pone en peligro los pilares que garantizan los intereses sociales y
económicos de la sociedad).
Vejez y religión: La vejez se describe como la edad en que lo espiritual y religioso llega a su madurez y se convierte
en algo esencial y definitivo. Lejos están de las preocupaciones y pasiones del mundo. En la lógica preocupación por
lo que pueda ocurrir después de la muerte, la sociedad aprovecha este estado psicológico para justificar la
marginación de los ancianos, socioeconómica y sexual, y todo se sublima en ideas espirituales.
Enfermedad y muerte en el anciano: Ya hemos analizado cómo el modo de producción industrial y la revolución
científico-médica no han conseguido alargar la esperanza de vida de las personas de setenta años. Es preciso
introducir otra perspectiva; la social, que analiza las causas no-fisiológicas de los procesos patológicos de los
ancianos y aquellos aspectos de la salud que invalidan su autonomía.
Cada vez se adelanta mas la edad de jubilación, ya que durante el periodo activo el desgaste es considerable, los
últimos años de actividad son penosos, y a ello sucede la inactividad absoluta.
Enfermedad: aquello que la sociedad considera como tal, casi podría decirse que la vejez lo es. La sensación de ser
considerado acabado es una enfermedad que presentará signos físicos. El anciano a falta de otra cosa que hacer se
preocupa excesivamente por su salud, lo cual lo incrementa. Por supuesto que el deterioro fisco del cuerpo es
evidente y progresivo, no se trata de reducirlo a motivos sociales. Ese deterioro no es brusco en la vejez, suceden en
el trascurso de los años pero es probable que no se haya hecho nada para mejorar la calidad de vida.
El anciano con una enfermedad que requiera cuidados permanentes es un problema social grave. Ni la organización
del trabajo, ni la estructura de las viviendas están pensadas para solucionar estos problemas. Las probabilidades de
ser olvidado, marginado y abandonado a la soledad (física o social), así como las de ser internado en un centro
especializado son altas.
El número de ancianos que se suicidan demuestra que la vejez es considerada como algo triste y desgraciada en la
sociedad actual. Y, esta última, que no se da cuenta de la causa social del hecho, trata a los suicidas como enfermos.
La conciencia de la propia muerte que no existe en la primera infancia se percibe con toda su realidad en la edad
adulta, al mismo tiempo se coloca lejana en el tiempo. Al acercarse la vejez, y por tanto la muerte, se nubla
ligeramente esa realidad. Los ancianos, no son conscientes de la cercanía de la muerte.
La vida íntima del anciano: Siempre se da a entender que no existen  relaciones sexuales en la vejez  y que el amor
es del más puro y desinteresado (ideologías poéticas). Varones: biológicamente involucionan las glándulas sexuales,
y acarrean la reducción de las funciones genitales. Sabemos que lo sexual no se reduzca solamente a lo genital. Esa
disminución no sucede bruscamente en la vejez, así que posiblemente en ningún momento de la vida desaparezca,
sino que es menor. Mujeres: la menopausia no marca el fin de la actividad sexual. Más bien una segunda juventud se
abre en la mujer, a lo cual ayuda la pérdida de ansiedad de quedar embarazada.
Viudez: suele ser provocar un traumatismo que aparta al viudo/a durante un tiempo largo o definitivamente de toda
actividad sexual. A veces son los hijos quienes impiden y esto no es más que el reflejo inconsciente de la sociedad
que reprime las manifestaciones vitales de las personas ancianas.

“GERIATRIA, GERONTOLOGIA Y PSICOGERONTOLOGIA. TODO SOBRE VEJEZ” – Eloina, C.


Geriatría: término inventado por Ignatius Nascher para describir la especialidad de los médicos en pacientes
ancianos. En la actualidad, es considerada como la rama médica que se ocupa de las enfermedades de los ancianos.
Su criterio clínico se basa en las necesidades de los pacientes como persona y no exclusivamente en la enfermedad.
También es  conocida como gerontología clínica: se centra en las patologías asociadas a la vejez y su tratamiento.
Gerontología: del griego gerón (viejo) y logos (tratado); es el área de conocimiento que estudia la vejez y el
envejecimiento. Comprende sus necesidades físicas, mentales y sociales y cómo son abordadas por las instituciones
gubernamentales y no gubernamentales. Tiene un doble objetivo:
o Cuantitativo: la prolongación de la vida (dar más años a la vida).
o Cualitativo: la mejora de la calidad de vida (das más vida a los años).
Estudia la vejez y el envejecimiento, en el área de la salid, se ocupa de la promoción de la salud. Aborda aspectos
biológicos, psicológicos, sociales y culturales.
El desarrollo de este tipo de preocupaciones se debe a las condiciones de vida actuales de las personas mayores, que
ya no conservan vínculos familiares estrechos, y de este aislamiento surge la necesidad de preocuparse po su
autonomía y problemas vinculados al estado de soledad en la edad en que se encuentran.
Psicogerontología: surge en las últimas décadas del siglo XX; es el estudio del envejecimiento normal y de los
cambios psicológicos y sociales que implica. Aborda la problemática emocional normal y patológica del adulto
mayor, comprende la tarea preventiva, asistencial y de rehabilitación, desde una concepción compartida con el
sujeto que envejece.

“MALTRATO A LAS PERSONAS MAYORES” – Informe de la OMS.


Se describió en 1975 en las revistas científicas británicas con el término “granny battering” (“abuelita golpeada”).
Definición: el maltrato de los ancianos consiste en realizar un acto único o reiterado, o dejar de tomar determinadas
medidas necesarias, en el contexto de cualquier relación en la que existen expectativas de confianza, y que provocan
daño o angustia a una persona mayor.
El maltrato se puede cometer tanto por acción como por omisión (descuido), y puede ser intencional o no. En
cualquier tipo de maltrato, el anciano será victima de sufrimientos, lesiones, dolor, pérdida o violación de sus
derechos humanos y deterioro de su calidad de vida. El maltrato se clasifica en las categorías siguientes:
- M. Físico: causar dolor o lesiones, ejercer coerción física o restringir la libertad de movimientos mediante la
fuerza o uso de drogas.
- M. Psíquico o Emocional: maltrato emocional y verbal (discriminar por edad, insultarlos, denigrarlos,
intimidarlos, formular acusaciones falsas, causarles dolor psíquico y sufrimiento).
- Abuso Económico o Material: explotar a una persona mayor o hacer uso de sus fondos o recursos de forma
ilícita.
- Abuso Sexual: contacto sexual no consentido de cualquier tipo hacia una persona mayor.
- Descuido: negarse a cumplir con la obligación de atender a una persona mayor, o no cumplirla. Esto puede
entrañar o no la tentativa, consciente e intencional, de causar sufrimiento físico o emocional a la persona
mayor.

“IDENTIDAD Y ENVEJECIMIENTO” – Ricardo Iacub.


Capitulo 1: la identidad social en el envejecimiento y la vejez.
Capitulo 1: LA IDENTIDAD SOCIAL EN EL ENVEJECIMIENTO Y LA VEJEZ.
El envejecimiento.
Definición biológica: plantean un esquema evolutivo-involutivo que lleva a concebir el envejecer como un proceso
que se sintetiza en el deterioro progresivo.
“El resultado de una acumulación de cambios diversos que se producen en el organismo y en el funcionamiento del
cuerpo humano” (Ribera Casado,1995)
“Es considerado en principio una acción y un efecto en el que algo o alguien toma las formas de la vejez” (Aragó,
1980)
Resultan variables y se relacionan con la diversidad cultural, histórica, generacional y subjetiva. A su vez, los procesos
de envejecimiento biológico, psicológico o social no son lineales y cada uno representa rasgos diferenciales de cada
persona.
La vejez.
Se define de un modo instrumental que produce un corte en lo social y que determina una ratio o razón de medida
en la noción de edad. No es universal (no es aplicable a toda organización humana).
Este término es definido en calidad de ser viejo o es aplicable a las personas que han vivido más tiempo que las
demás, surge una comparación con el interior de una comunidad o de un grupo. La palabra “viejo” resulta en nuestra
comunidad como “anciano”, “gerente”, “tercera edad” o actualmente “adulto mayor” hacen referencia a la idea de
viejo.
Viejo: proviene del latín vetulus significa “de cierta edad, algo viejo o viejecito”; el termino vejez comienza a usarse a
fines del s.XIII, y el verbo “envejecer”, así como “envejecido” o “envejecimiento”, en el siglo XV.
Anciano: proviene del antiguo proverbio romance anzi o “antes” (primera mitad s. XIII), este vocablo destaca la
relación social del sujeto con el tiempo y con su grupo.
Tercera edad: está más cercana a las políticas sociales en el s.XX y la jubilación. Los jubilados reciben el dinero que se
supone depositaron durante su vida laboral “activa”, convirtiéndolos así en “pasivos”. Un elemento que los
caracterizara será la disposición de tiempo libre, la carencia de roles sociales específicos y una disponibilidad
económica que les permite un mayor nivel de autonomía  este término nace con la instauración de una serie de
actividades socio-recreativas y pedagógicas.
Jubilado: se ha convertido en una designación usual que determina un cierto estilo de vida y de relación con la
sociedad y con el Estado. Tiene una serie de implicaciones en la vida cotidiana de los mayores, se prestan servicios
como obra social, viajes, ayudas de vivienda, etc.
LA CONSTRUCCION DEL CONCEPTO.
Cada sociedad construye su propia concepción. La vejez como subcategoría de la edad, se desprenden una serie de
funciones y roles sociales asociados a cada edad, una serie de valoraciones positivas y negativas. La edad determina
el diagrama social de un pueblo, los modos en que una sociedad considera y habilita posibilidades de trabajo o de
goces, usos de poder y saber, etc.
La perspectiva del curso de la vida.
Esta perspectiva concibe el desarrollo humano a partir de interacciones entre el sujeto y la sociedad, lo que implica
que, sin la inserción historia y social de los seres humanos, dicho proceso no podría ser comprendido. Esta
perspectiva no encuentra una causa única y singular para explicar el comportamiento y el desarrollo individual, ni
recurriendo a variables internas o interpersonales.
Ejes básicos:
1. El envejecimiento como un proceso de diferenciación progresiva
2. Re-conceptualización del desarrollo y le envejecimiento
3. Multi-dimensionalidad, multi-direccionalidad, plasticidad y discontinuidad.
4. El envejecimiento como un proceso dinámico y contextual.
5. El curso vital modelado por transiciones y trayectorias relacionadas con la noción de edad.
6. Importancia del contexto y de la historia.
DE LA DEFINICION A LA IDENTIDAD.
Los sistemas sociales proceden al sujeto, brindándole un rol y un estatus dentro de su medio. Implica un marco de
adaptaciones, que el sujeto realiza en base a las normas ofrecidas, buscando el reconocimiento del otro.
La identidad puede funcionar como un inter-fase entre una definición del sujeto enunciado por predicados sociales y
predicados singulares. Se define como una identidad para sí y para el otro, ya que permite subrayar ambos aspectos
en un solo movimiento.
La cuestión del gobierno de sí.
Relaciones que los seres humanos entablaron consigo mismos. Esta perspectiva permite articular las descripciones
sobre la diversidad del lenguaje del envejecer o la vejez.
Serie de premisas:
1. La problematización entendida como el modo en que un sujeto, el viejo, o una temática, la vejez, devienen
temas a ser cuestionados y a la vez delimitados desde ciertos criterios sociales. Su producto serán las
definiciones sobre este conjunto poblacional.
2. Las teleologías son las formas de vida, metas o ideales propuestos a determinado grupo social, se incluyen
los códigos de conocimiento que apoyan estos ideales y valores éticos.
3. Las tecnologías son montajes estructurados a partir de una cierta racionalidad práctica con el fin de encauzar
la conducta de un sujeto en direcciones específicas, determinados roles y funciones sociales.
4. Las autoridades son las que otorgan la capacidad de hablar verazmente de los seres humanos, de su
naturaleza y sus problemas, ya sea el sacerdote, médico o psicólogo.
5. Las estrategias vinculan los procedimientos para regular las capacidades de las personas a objetivos morales,
sociales o políticos más amplios concernientes a los rasgos deseables o no deseables de una sociedad.
Estas premisas nos permitirán reconocer modelos de gobernabilidad y tecnologías del yo en las diferentes temáticas
que aluden a la posición de viejo y la vejez.
LAS PERSPECTIVAS Y LOS SIGNIFICADOS DE LA VEJEZ.
Existen falsas creencias acerca de la vejez  “mito de la modernización”, consiste en creer que a lo largo de la
historia, la vejez hacia sido apreciada y que la modernidad denigró el lugar simbólico de los mayores. También se
sostiene que los viejos (antes) vivían en familias multi-generacionales y ahora en familias nucleares, antes eran
excluidos de su sexualidad y ahora se les posibilita un espacio.
La perspectiva de edad.
Encontramos dos tendencias opuestas: la edad como criterio fijo y un mecanismo de control social (múltiples
programas para adultos mayores) y la edad aparece como criterio irrelevante que es parte de un discurso
contemporáneo que busca eliminar el peso institucional de las restricciones ligadas a la edad.
Su eliminación implicaría la pérdida de un criterio que actualm. indica necesidades particulares.
La perspectiva del género.
Género: conjunto de creencias, valores y representaciones acerca del varón y la mujer, hetero u homo, suponen
roles, formas de expresión de las emociones y los sentimientos, tipos de actitudes y actividades.
Fortaleza o rol de productor y generador de recursos  varón viejo
Demandas femeninas relativas a la seducción o roles maternales  mujer vieja
La perspectiva de cohortes.
Cohorte: grupo de personas que experimenta un evento durante un mismo intervalo de tiempo. Se construye en fx
de influencias específicas de eventos y experiencias históricas, no necesariamente son compatibles con el conjunto
de las personas de la misma edad.
Los cambios de cohorte influencian también los rasgos de personalidad, hallando en adult mayores niveles más altos
de apertura y extroversión.
Los significados de la enfermedad en la vejez.
En el s.XIX emerge una preocupación biológica y medica por tratar de solucionar las enfermedades de la vejez, evitar
signos del envejecimiento y alargar el curso vital.
Transformaciones en la percepción social de la vejez que se condensan en tres criterios:
a. El cuerpo del viejo fue pensado como un sistema de significación en sí mismo
b. El cuerpo del viejo se presentó como separado y anormal, como punto diferencial de la anatomía patológica;
problema degeneración progresiva de las enfermedades que definen su estado de envejecimiento.
c. El cuerpo del viejo fue concebido como el de un desfalleciente o moribundo, de esta manera se lo redujo a
un estado de degeneración donde los significados de la vejez y la deterioración del cuerpo parecían
condenados a significar perpetuidad.
La vejez se excede de la dimensión de salud o enfermedad, la noción de salud se basa en notas rígidas asociadas a la
juventud y que existe una lectura moralista que ejerce controles sobre aquellos que tienen cuerpos diferentes a la
norma.
La OMS y la OPS definieron a la salud funcional en la vejez como la capacidad de enfrentar los procesos de cambio,
con un nivel adecuado de adaptación funcional o de satisfacción personal.
Los significados de la erótica en la vejez:
a- Compañía y el goce sexual a lo largo de toda la vida: disponer goce sensual con la pareja a lo largo de toda la
vida.
b- Construcción del pudor: imagen del viejo aparece deserotizada se contrapone con la juventud.
c- La respetabilidad como demanda moral: supone que los viejos tienen menos posibilidades para el disfrute,
ya que se encuentran más demandados socialmente a controlar sus deseos.
d- De la asexualidad a la perversión: el discurso burgués y victoriano construye un viejo que es definido como
un asexuado. La noción perversión remite a un deterioro físico y mental lleva a que el sujeto involucione
psíquicamente.
e- El control corporal: visión utilitarista del cuerpo. Cuerpo pensado como objeto que debe ser mantenido sano
incluso a costa de no hallar disfrutes. Este control devendrá de aquellos amenazados por la enfermedad.
f- La reducción de los goces a la genitalidad: aparece como parámetro normativo que organiza la relación del
sujeto con su deseo. (más q nada varón).
g- La promoción sexual: surge una sexualidad sin criterios normativos de edad que resulta sostenida por los
científicos, importancia y deseabilidad del sexo sin edad.
h- El cuerpo fetiche y la fetichización de la sexualidad, aparece referente una forma de erotismo donde
predomina lo estético y el dominio de lo visual, goce ligado a la seducción y la auto contemplación, puede
excluir al envejecido.
La productividad y la autonomía en el envejecimiento.
La vejez corre el riesgo de presentarse como un anti-modelo por los cambios físicos que se producen y que ponen en
riesgo el valor de la autonomía. Existen dos dimensiones el valor de la productividad y la de autonomía.
La valoración social del trabajo formal, establecido como ideal lleva también a que el término de la vida laboral se
asocie con una pérdida de la pertenencia organizacional, la identidad laboral y las formas de socialización; cambio
en la autoimagen, autoeficacia y autoestima; modificación de metas y objetivos y rutinas que estructuran el uso del
tiempo.
Los significados del sujeto psicológico envejecido.
Nascher consideraba que los cambios normales de la mentalidad senil eran la depresión, falta de interés y un
excesivo retraimiento sobre sí mismo. El discurso emergente asociaba a la vejez como un momento improductivo,
tanto nivel reproductivo como económico, tendrían a la desvinculación y deslibidinizaban, lo cual podía conducirlos a
posiciones perversas polimorfas y a niveles de inmadurez crecientes.
Los presupuestos al sujeto psy de la vejez son:
a. Los adultos mayores son rígidos y están deprimidos: no necesariamente son menos flexibles en sus actitudes
o estilos.
b. Los adultos mayores están aislados, abandonados o institucionalizados: distintas investigaciones han
demostrados que los adultos poseen una vida social muy activa, se encuentran satisfechos con el apoyo que
disponen e incorporan nuevos vínculos durante esta etapa de la vida; mantiene relaciones que han sido
establecidas en etapas anteriores de sus vidas y continúan generando nuevas.
c. Los adultos mayores son personas cognitiva y psicológicamente disminuidas: una suma de concepciones
prejuiciosas y esteriotipadas acerca de los adultos mayores suele hacerlo equivaler a sujetos aniñados, con
exageradas limitaciones a nivel cognitivo que llevan a confundir los cambios normales en la memoria con el
deterioro cognitivo, generando muchas veces una generalización de las demencias ante cualquier limitación
o problema intelectual.
Esto promueve tres problemas centrales: produce limitaciones en la posibilidad de autonomía, genera una
interferencia en las interacciones sociales e induce a que se les oferten y adopten actividades inapropiadas,
infantilizantes o poco estimulantes.
Los significados de la actividad en el envejecimiento.
La teoría gerontológica ha considerado el campo de las actividades posibles en la vejez no solo como un instrumento
empírico profesional, sino también como un lenguaje crítico acera de la narrativa prejuiciosa sobre esta etapa de la
vida, un nuevo ideal cultural y una racionalidad política.
EL VIEJISMO COMO UNA TRANSFORMACION CONCEPTUAL.
El viejismo es un concepto que introdujo Butler en 1969 y permitió reformular conjunto de prejuicios + y -. Viejismo
define una alteración en los sentimientos, creencias o los comportamientos en respuesta a la edad cronológica
percibida de un individuo o grupo de personas.
Genera dos actitudes: Dislocación social, promueve una pérdida de roles sociales que resultan de un estatus social
disminuido y de una decrecientes participación social. Esto resulta visible en las decisiones que suelen ser tomadas
por sobre la persona mayor.
El uso de estereotipos, creencias generalmente negativas; esta modalidad lleva a la estereotipia= proceso psicológico
y social a través del cual se ignoran los atributos y las características y se etiqueta a los individuos de acuerdo a
estereotipos basados en la afiliación grupal. “fragilidad” define al hecho de volverse viejo
Entre el empoderamiento y el desempoderamiento.
Empoderamiento requiere la reconstrucción de un determinado discurso, mostrando el modo en que fueron
conformados. Tres dimensiones: personal (confianza y capacidad individual), relaciones próximas (desarrollo de la
capacidad de negociar e influir en la naturaleza de la relación y de las decisiones que se toman dentro de ella) y
colectiva (implica trabajo conjunto para lograr un impacto más amplio del que podrían haber alcanzado
individualmente).
Desempoderamiento
Proceso de confrontación con diversos estereotipos sociales negativos contaminan lenta y progresivamente la
consideración que los mayores tienen de sí mismos, identificar con la debilidad intelectual, física, la improductividad,
discapacidad sexual limitando autonomía y autoconcepto.
La constitución del sujeto y un agente
El empoderamiento concepto central para destacar la influencia que en un determinado momento histórico tienen
los criterios sociales sobre ciertos grupos socialmente aminorados; este concepto se relaciona con la disposición del
poder sobre sí, darse su propia norma y reconocerse con la capacidad de seguir disponiendo de su vida.
El sujeto no es un ente pasivo, sino que es el motor de cambio ante los modelos que sobre él se plantean. En la
medida en que el sujeto toma cc de su aminoramiento social, en cuanto objeto de una determinada concepción de la
realidad, puede volverse capaz de subvertir el orden que los victimizaba.

Capitulo 2: la identidad psicológica en el envejecimiento.


Identidad:
- Contiene aspectos de mayor fijeza (personalidad construida a lo largo del tiempo) y otros aspectos
altamente influenciables por el contexto de significación (elaboración psicológica que resignifica lo primario).
- Da cuenta de la tendencia del aparato psíquico a producir significados que otorgan sentido y continuidad
sobre la discontinuidad y la diferencia.
- Psicología del envejecimiento: da cuenta de los aspectos estables de la personalidad y los relativos de
contextos socioculturales y temporales donde se produce la identidad.
La identidad y el proceso de envejecimiento:
Proceso de envejecimiento: se produce a lo largo de toda la vida y toma connotación desde la mediana edad.
Envejecer en nuestra cultura implica: la lectura que otro hace sobre el sujeto; los aspectos físicos; las
representaciones del sí mismo; la relación de cantidad de tiempo vivido y por vivir; la relación del sujeto frente a
ideales sociales altamente valorados; los factores que motivan la desinserción de los marcos sociales habituales o su
inclusión en nuevos contextos; el cambio de lugar dentro de cadenas generacionales; y la modificación de las redes
sociales.
Objetivo: cuestionar todo sentido primario de la identidad, poniendo el acento en la discontinuidad y los accidentes
que la rigen para comprender como se la construye a traces de una mediación activa.
Crisis: eje conceptual que permite describir la percepción de un cambio subjetivo que requiere elaboración psíquica
que dé cuenta de las transformaciones sucedidas. Promueve nuevas representaciones de la identidad, en las que a
partir de un proceso de negociación y construcción, se forjara una representación posible del sí mismo, que
modificara la sensación de exclusión que la experiencia límite de la crisis había producido.
En los momentos de crisis se revela la desesperación, asociada a la desorientación, se pierden referentes que guían
al sujeto. Un cambio en la continuidad de cierto orden narrativo puede producir una sensación de inseguridad y
pérdida de control, si se carece de recursos para enfrentar tales situaciones, se cae en la desesperación.
La experiencia límite de la crisis ubica al sujeto en otro espacio de significados. La identidad se construye con
relación a ciertos límites que forjan un mapa conocido. El límite dice lo que se es y lo que no se es. Por esta razón,
son los límites los que sitúan los centros y los márgenes, connotados por valores, donde el sujeto puede sentir que
se pone en duda la identidad.
La crisis resulta una experiencia que limita, escinde y margina. La persona puede: buscar un retorno a la seguridad
ofrecida por el estado anterior, permanecer en una vivencia de tristeza e inadaptación o explorar nuevas formas
identitarias. La resolución de una crisis supone la interacción con los múltiples contextos en los que el sujeto se
desenvuelve. Cada uno proveerá márgenes de posibilidad y de limitación. Las resoluciones son posibles en contextos
donde el sujeto puede hacer una lectura distinta acerca del modo en que fue construido “su problema”.
La identidad en la mediana edad:
Existen una serie de cambios, referidos a la vejez, que se condensan en la mediana edad.
Dos formas de análisis:
1. Nivel descriptivo (edad cronológica):
- Periodo vital entre los 40 – 60/70 años.
- Cambios en el interior de una sociedad: variables socio-psicológicas, económicas y culturales.
- Mediana edad: se construye a partir del aumento de la expectativa de vida en la sociedad moderna, se
produce con el declive en la edad de tener hijos y la aparición de la abuelidad.
- Diferenciamos la temprana mediana edad de la tardía: la estructura de la vida y característica
funcionales de estos periodos se encuentran separadas por la transición del trabajo al retiro.
- Esta etapa se organiza según circunstancias sociales cambiantes, como la jubilación, la ida de los hijos, y
cambios biológicos, propios de la edad, que afectan las facultades y capacidades e interfieren en la
ejecución de planes y obligaciones, o que conmueven la imagen personal.
2. Nivel evaluativo (percepciones y vivencias de las personas en la mediana edad):
- La secuencia de los acontecimientos tienen ritmos distintos dentro de múltiples contextos de
significación: cuerpo, carrera profesional, familia, etc.
- Puede coincidir la aparición de la mediana edad con una crisis, pero no necesariamente es una vivencia
depresógena.
- Un enfoque sobre el sí mismo y un reconocimiento de la identidad deberá procesar la experiencia del
envejecimiento para producir un renovado autoconocimiento.
- “Momento paradójico”: al tiempo que se produciría una estabilización económica y afectiva, se daría
una ruptura con este equilibrio que emerge desde las preocupaciones por el sí mismo: el aspecto físico,
el rendimiento psicofísico, el ámbito laboral y la relación con los otros.
Los roles familiares: el rol familiar puede replantear el rol social del sujeto.
Síndrome del nido vacío: sensación de desamparo que padecen los padres ante la ida de sus hijos del hogar familiar.
Que se describa triste esta pérdida dependerá del tipo de relación de objeto que se estableció, de las posiciones
relativas al género, y de los roles (laborales o sociales) que se lleven a cabo. Existen esferas que pueden verse
amenazadas, como la relación de pareja, el propósito vital, los significados del sí mismo, etc. la introducción de
nuevos miembros familiares plantea celos, rivalidades y una sensación de pérdida de lugares afectivos y de poder
frente a los hijos.
Abuelidad: aparece como uno de los logros de esta etapa vital, ya que se puede recuperar una posibilidad de vinculo
afectivo intenso, renovar la relación con los hijos, reparar situaciones que no se pudieron hacer y sentir que la
vivencia de finitud y de perdidas físicas se compensa con la continuidad que brindan los más jóvenes. No siempre
pasa esto.
Ocuparse de los padres: fenómeno producido por la prolongación de la vida; padres con niveles altos de
dependencia; es el cuidado de los propios padres lo que trae el mayor problema y constituye la mayor fuente de
estrés de la mediana edad.
Desafío de la mediana edad se produce entre la generatividad y el estancamiento: en esta etapa de la vida se pone
en juego el servicio a las otras generaciones; generatividad es una energía sexual que se sublima hacia la
productividad y a la creatividad al servicio de las generaciones, y el estancamiento es la antítesis pensado como la
auto-absorción, manifestada a través de la pseudointimidad o preocupación por la autoimagen.
Menopausia: la perspectiva tradicional define esta etapa resaltando los significados negativos; una nueva
perspectiva propone sin dejar de tener en cuenta los síntomas a nivel biológico y psicológico, propios de los cambios
hormonales, se ha cuestionado la magnitud de los efectos. Existen factores psicológicos que condicionan el modo
que una mujer vivencia su menopausia y factores idiosincrásicos que inciden en las representación que tiene para
una mujer se madre o el ya no poder serlo. Las gerontólogas feministas sugieren que la menopausia permitiría
nuevas identidades y elecciones, y la entrada a una fase de vida sin género o con posibilidades de género menos
estereotipadas. La generación actual de mujeres con menopausia tuvo acceso a las píldoras anticonceptivas que
evitaban la maternidad biológica. Esto permite que la mujer se defina a si misma por fuera del orden biológico
reproductivo (no hace falta esperar la menopausia para eso).
Características de los informes narrativos del yo y de esta etapa vital:
Serie de emergentes narrativos que dan cuenta de la mediana edad desde el yo. Punto de vista del sujeto. Iacub
agrega el “yo psicológico”.
a. Crecimiento del yo existencial: percepción emergente del sí mismo con una existencia temporal y
dependiente del propio cuerpo. De la temprana a la tardía mediana edad estos aspectos se vuelven cada vez
más frecuentes en los pensamientos, sentimientos y en sus propias narraciones.
- “Personalización de la muerte”: aparece como la apropiación de un saber que siempre estuvo.
Surgen en la viudez y en la enfermedad. Sensación de ser el próximo de la familia (cerca de morir).
b. El yo físico: las narrativas de la salud, el temor a las enfermedades y características del funcionamiento
psicológico son fuertes en la temprana mediana edad y van aumentando. El sexo y los eventos románticos
son menos mencionados en la narrativa.
- Los cambios relacionados con la edad son referidos a la perdida de competencias.
- Las representaciones sociales y los modelos culturales del cuerpo son problemáticos para las
mujeres de mediana edad porque ponen énfasis en verse joven.
- “Motorización del cuerpo”: es la variedad de estrategias protectoras para mantener el cuerpo en la
mediana edad a niveles de rendimiento y apariencia adecuados (para el rendimiento sexual).
c. El yo temporal: incremento de referencias temporales para dar cuenta de la propia identidad, se produce un
aumento en las expresiones lingüísticas, se incrementan los contenidos y la cantidad de declaraciones acerca
del pasado y de anticipaciones futuras del yo y de la vida.
- “Memoria autonoética”: cambio narrativo en el cual la memoria anuda el pasado personal con una
perspectiva del futuro. La identidad temporal se conecta con la experiencia del movimiento a través
del curso de la vida y del saber acerca de la mayor proximidad a la fragilidad y la muerte.
- Referencias lingüísticas temporales: marcadores del periodo de la vida: “tener cierta edad”, “a esa
edad”, etc.)
- Cambio en la percepción del tiempo: se piensa más en el tiempo que queda por vivir. Se tiene un
sentido trágico (porque se sabe el final de la historia) de la existencia.
d. Memorias autobiográficas y reminiscencias: la mediana edad es el momento en que una considerable parte
de la vida se ha materializado. Las referencias espontaneas hacia lo ya vivido evidencian un aumento a
medida que se envejece. El yo incluye muy fuertemente los eventos pasados y los tiempos de la vida.
- “Incremento de la interioridad”: se da frente a una limitación personal subjetivamente vivida,
implica un balance acerca de lo que uno fue, acentuándose la función de la memoria como defensa.
- Reminiscencia: trabajo psíquico necesario para mantener la economía mental en un estado
equilibrado. Es el acto o habito de relatar eventos o el recuerdo de experiencias pasadas. En la
mediana edad, utilizan su memoria, seleccionando conscientemente su experiencia pasada a la hora
de solucionar los problemas del momento.
e. El yo laboral: en la mediana edad las características laborales son contradictorias. Por un lado, hay una
mayor satisfacción y experiencia laboral, y por el otro, un sentimiento de incremento de presión laboral o
aburrimiento. La identidad laboral puede verse amenazada en la mediana edad por el reconocimiento de
aquello que ya no se va a alcanzar, puede afectar la autoestima y la satisfacción vital.
- Cambio en el modelo de ascenso: los puestos más altos de trabajos ya no son para los más grandes
sino para los más jóvenes.
- Retiro laboral: puede afectar de maneras distintas. Impone límites a la proyección laboral del sujeto.
En algunos casos la jubilación suele ser anhelada, en esto existen fuertes diferencias de género y de
clase social. Notoria disminución de los ingresos.
- Ya no se capacita a las personas mayores de 50 años lo cual suele tener repercusiones en la
identidad laboral.
f. El yo psicológico: hay un crecimiento de los procesos ejecutivos de la personalidad, se tiene mayor
consciencia de sí, selectividad, control del entorno, dominio, competencia y una amplia gama de estrategias
cognitivas.
- Desde la adultez temprana hacia la mediana edad, emerge un nivel intersistémico de integración en
el cual se produce un gradual alejamiento de los valores ideales hacia un mayor contextualismo.
Cambio que implica que las normas de comportamiento se adecuen más al contexto. Las formas de
comprender se personalizan y ajustan a las circunstancias, lo que hace que la autor-reflexividad y el
conocimiento de si mismo se incrementen.
- Proceso de des-represión de las emociones: permite un alto nivel de expresión modulada de las
emociones.
- “Pensamiento dialectico”: forma de razonamiento a través de interrelaciones entre las reglas
generales y las necesidades del contexto, para explorar contradicciones y discrepancias entre la regla
general y la situación particular. Se aprende a través de vivencias y experiencias concretas a lo largo
de la vida. Balance entre lo universal y lo especifico = indicador de sabiduría.
- “Pensamiento posformal”: mecanismo de adaptación para solucionar problemas, que se desarrolla
con la experiencia social. Búsqueda de un significado en la vida y la necesidad de realizar balances y
porta mecanismos compensatorios potencialmente estratégicos frente a los déficit de la edad.
- Creatividad: crear un puente entre lo afectivo y lo intelectual buscando alcanzar la generatividad y la
integridad.
- En la mediana edad se pone en juego el significado de la vida y la elección de recursos limitados.
Teorías y perspectivas sobre la identidad en la vejez:
Explican los cambios a nivel de la identidad que se dan en la vejez.
La teoría de la actividad: explica como los individuos se ajustan a los cambios relacionados con la edad; propugna el
concepto de actividades en el desarrollo de la vida. Si esas actividades se realizaron con éxito en cada etapa,
brindaran felicidad, de fracasar o no ser realizadas, producirían infelicidad. La personalidad permitiría una previsión
de la relación entre el desarrollo de actividades, lo contactos sociales y la satisfacción de vida. 3 tipos de actividades:
- Informal: con amigos (mayor satisfacción).
- Formal: con grupos socio-recreativos.
- Solitaria: se realiza de forma independiente, como cuidar la casa o el ocio.
Como pensamos de nosotros mismos está relacionado con los roles y actividades que realizamos, con lo que
implicaría que su abandono generaría una pérdida de identidad.
El retraimiento tiene que ver con los prejuicios existentes y la continuidad de la actividad depende de motivaciones
personales y del ajuste de las actividades a las posibilidades y los deseos (sentido que pone el individuo).
Teoría considerada como una herramienta de transformación de los prejuicios y estereotipos hacia la vejez y ha
generado una transformación en el estilo de vida de los adultos mayores.
La teoría de la desvinculación: explica el proceso de envejecimiento con base en los cambios en las relaciones entre
el individuo y la sociedad. Considera la retirada gradual y natural de los contactos sociales, sería un proceso lógico y
universal de adaptación a nuevas circunstancias vitales (proceso deseable y normal).
La retirada social es precedida por una preocupación creciente por el yo y por una disminución en la inversión
emocional en las personas y los objetos del ambiente. Tiene fines adaptativos en el individuo y en la sociedad (los
papeles útiles pasan a los más jóvenes).
Factores de la desvinculación:
- Perdida de los roles al cambiar la posición en la sociedad.
- Con el aumento de consciencia de que el futuro es limitado el viejo se centra más en sí mismo y lo que es
importante para él.
- La perdida de las capacidades sensorio-motrices no permitiría mantener nivel de actividades.
Critica: la desvinculación es más un producto de demandas sociales y de políticas sociales de exclusión por edad.
Actualmente, la muerte social del adulto mayor, es producida por la pérdida de espacios de valor, inserción y
reconocimiento.
Del control personal a las teorías del sí mismo:
1. Teorías del control personal: enfatiza el sentido de control que el adulto mayor ejerce sobre si ambiente
1.1. El sentido de la acción y el control sobre los objetivos: las fuerzas que motorizan la personalidad son el
deseo de ganar control sobre uno mismo en los intercambios con el ambiente. Las pérdidas de control en lo
físico, social y cognitivo incrementan con la edad, y por ello, intenta ajustar los objetivos de manera acorde a
sus capacidades.
Dos procesos:
- 1rio: control sobre las conductas anheladas, produciendo efectos en el mundo externo.
- 2rio: manera en la que se moldean los estados cognitivos, motivacionales y emocionales ante los
fracasos en los controles primarios.
El envejecimiento positivo es posible a través de la asimilación (persecución tenaz de objetivos) y la
acomodación (ajuste flexible a las metas), que permite el relevamiento de objetivos y deseos pertenecientes
a otras etapas de la vida más temprana por otros más compatibles con las habilidades actuales, sin tener que
confrontar sus objetivos con limitaciones tanto cognitivas como físicas.
A medida que el sujeto envejece utiliza menos estrategias de asimilación y más de acomodación (habilidad
de mantener un sentido positivo del sí mismo).
El modelo basado en los objetivos valora principalmente la consistencia entre lo que el sujeto desea, lo que
es capaz de hacer, lo que permite mantener puntos de vista consistentes sobre el sí mismo, y el
cumplimiento de los objetivos.
Facilitar y mantener la identidad personal para asegurar el máximo nivel de bienestar psicológico requiere
de 3 procesos:
- Actividades instrumentales y compensatorias cuyo objetivo es prevenir la ocurrencia de perdida en la
identidad y que alivien las discrepancias entre las representación del sí mismo actual y el deseado.
- Cambios y reajustes de objetivos y aspiraciones personales que disminuyan la valoración negativa del
sí mismo.
- Mecanismos de inmunización que reduzcan el impacto de discrepancias.
- Actividades confirmatorias que posibilitan visibilizar los aspectos positivos del sí mismo.
1.2. El modelo SOC como ejemplo de adaptación: cuando envejecemos es necesario optimizar la utilización de
los recursos disponibles, sabiéndolos limitados. Esto implica:
- Selectividad: darse cuenta de oportunidades y restricciones en los distintos dominios de
funcionamiento y actuar en consecuencia, ya sea diseñando metas alcanzables o cambiando metas.
- Optimización: identificar los procesos generales que se encuentran en la adquisición, la aplicación y
el refinamiento de los medios para el logro de metas relevantes.
- Compensación: producción de respuestas funcionales frente a la posibilidad de que ocurran perdidas
sin necesidad de cambiar las metas.
El sí mismo puede continuar siendo un sistema de afrontamiento y mantenimiento de la integridad
poderoso y resiliente.
1.3.Teoría de la Selectividad Socioemocional (TSS): cuando el tiempo se lo percibe más limitado, las metas
emocionales se vuelven más importantes y las personas prefieren interactuar con quienes mantienen
relaciones más estrechas.
3 motivos sociales: la regulación emocional, el desarrollo y mantenimiento del autoconcepto y la búsqueda
de información. En la mediana edad y la vejez, es menos importante la búsqueda de información y más
central las metas emocionales. Este cambio podría explicar la reducción en la red social, no como el
resultado de una perdida, sino de un cambio motivacional en las metas sociales.
Muestra como las personas viejas imponen su voluntad en distintas situaciones para influir sobre el patrón
de comportamiento de otros.
Los procesos emocionales mejorarían en las personas mayores. Estos describen sus experiencias de manera
más complejas y revelan mayor control sobre las emociones. Los adultos mayores parecen tener tasas más
bajas de todo tipo de psicopatología que los demás grupos de edad.
1.4. La auto-eficacia como estimación de adaptación: es la eficacia personal percibida, la creencia de la persona
en su habilidad para llevar a cabo, o afrontar con éxito, una tarea específica. La confianza y las evaluaciones
positivas dependen del éxito repetido en la tarea y, por el contrario, los fracasos disminuyen. La auto eficacia
determina en qué tipo de actividades se implica una persona, cuánto tiempo permanece inmerso en él su
consecución y cuanta intensidad pone en lo que trata de lograr.
3 dimensiones en las creencias de auto eficacia que permiten al sujeto evaluar la eficacia en su manejo:
- Nivel: estimación personal que efectúa un sujeto sobre cuál es el mejor rendimiento posible para él.
- Fuerza: confianza en cuanto a poder alcanzar dicho rendimiento.
- Generalidad: variación de la auto eficacia.
Las creencias culturales y las teorías implícitas sobre el envejecimiento pueden influir en la auto eficacia
durante la vejez, desalentando las expectativas, las metas y los resultados, incrementan la ansiedad y
amenaza de yo, ya que la preocupación de ser parte de un grupo estereotipado negativamente, con la
denigración y rechazo social, desplaza la atención de la tarea y obstaculizar su ejecución, limitando la auto
eficacia.
1.5. Estrategias de afrontamiento en el envejecimiento: el efecto de una apreciación subjetiva, depende tanto de
la magnitud del impacto como del auto-concepto de cada persona.
Afrontamiento (coping): son los esfuerzos cognitivos y afectivos orientados a manejar las demandas internas
y ambientales que ponen a prueba o exceden los recursos personales. Se utiliza este concepto en situaciones
críticas, propias de los cambios en el curso vital, como el envejecimiento. Es un proceso mutable o inestable
a lo largo del día, y de las situaciones vitales, mientras que la personalidad son los elementos invariantes.
Las situaciones vitales modifican contextos habituales y las rutinas asociadas, la representación del sí mismo,
lo cual pone en riesgo el logro de metas y aspiraciones personales. Los tipos de situación que generan estrés
y las estrategias de afrontamiento utilizadas por los individuos varían de acuerdo a las distintas etapas
evolutivas.
Análisis del afrontamiento: descripción de lo que piensa y hace el individuo, las emociones que experimenta
y el contexto donde se produce el esfuerzo de afrontamiento.
Diferencia entre estilos de afrontamiento (predisposiciones personales para hacer frente a las situaciones y
son las responsables de las preferencias individuales) y estrategias de afrontamiento (procesos concretos
que se utilizan en cada contexto y pueden ser altamente cambiantes dependiendo de las condiciones).
Formas de afrontamiento:
- Enfocado al problema: modificación o minimización del impacto del estresor o de la situación crítica,
a través del afrontamiento activo, la planificación, la reinterpretación positiva, etc.
- Enfocado a la emoción: disminuir o eliminar las emociones negativas a través de la búsqueda de
apoyo socioemocional, la reinterpretación positiva, la aceptación, la negación, etc.
- Evitativo: evitación o descompromiso con la situación problemática, a través de la fantasía o
negadores de la realidad.
Tipos de afrontamiento:
- Activo: esfuerzos para entenderse directamente con el conflicto, permite la adaptación o superación
del problema.
- Pasivo: ausencia de enfrentamiento, a través de conductas evitativas.
Investigaciones con adultos mayores: en los viejos hay una relación entre la adaptación a situaciones críticas, el
bienestar psicológico, la satisfacción vital y el uso de estrategias de afrontamiento efectivas. Existe una variabilidad
de posiciones con respecto a considerar a la vejez un estadio de la vida más o menos estresante: el incremento de
pérdidas de amigos y familiares, y el decremento de estatus social y del funcionamiento físico y mental, la situación
de “nido vacío”, el retiro del cónyuge, los problemas de salud y viudez. La jubilación se percibe menos estresante
bajo condiciones socioeconómicas que dan la oportunidad de anticiparlo y afrontarlo positivamente. En cambio,
cuando el retiro interfiere en forma inesperada con los panes individuales para el futuro, puede convertirse en una
fuente de muchas dificultades y de depresión. Los efectos positivos del apoyo social en el afrontamiento de los viejos
muestran que las personas con más recursos sociales tienden a usar estrategias de afrontamiento activo.
Los adultos mayores se encuentran ante situaciones problemáticas que están fuera de su control, como la
enfermedad crónica, la muerte, y la discapacidad, lo que los llevaría a utilizar estrategias que se centran en el control
de distrés emocional asociado a la situación. Los adultos mayores que vivían en sus domicilios contaban con más
recursos adaptativos que quienes vivían en residencias geriátricas. Al contar con su propio hogar y ser
independientes, pueden tener una mayor percepción de control sobre los hecho de la vida cotidiana y, tener
respuestas más activas.
Hay que evitar una visión “estática y unidimensional” del afrontamiento.
2. Teorías del sí mismo: se centra en el sí mismo como marco de comprensión de las experiencias.
Énfasis: modos en que un sujeto negocia los desafíos del sí mismo y la habilidad para organizar las experiencias.
“Personalidad desarrollada desde adentro”: destaca la importancia de la propia concepción en la vejez, y donde la
identidad (como auto-concepto o si mismo) aparece como la fuente proveedora de marcos utilizados para dar
sentido a los sucesos.
Eje: los cambios en las metas que resulten posibles o no, y si el modo en que la instancia que enmarca la relación del
sujeto con el mundo deberá realizar o no modificaciones en el envejecimiento.
2.1. Los posibles si mismos: el auto-concepto es un intérprete que enmarca e integra las experiencias
individuales a lo largo del tiempo, se encuentra determinado por el modo en que los individuos negocian las
experiencias y los eventos de su vida. Es primeramente un producto social, modelado por factores
socioculturales, mediados y regulados por el funcionamiento intrapersonal e interpersonal. Es dinámico y
funcional. Cuando existen variaciones en el auto-concepto, habrá diferencias sistemáticas en la naturaleza y
el funcionamiento de todos los procesos psicológicos en los que está anclado el sí mismo.
- Auto-esquemas: acompañado por el auto-concepto que le da coherencia a las propias experiencias.
Son representaciones de nuestras conductas habituales, incluyen representaciones del sí mismo en
el pasado y en el futuro.
- “Posibles sí mismos”: imágenes y concepciones del sí mismo que los sujetos desearían tener (rico) o
las representaciones temidas (abandonado) en el futuro. Son fuente de motivación y orientación. En
la vejez los posibles si mismos pueden verse limitados por factores existenciales y socioculturales
que ponen a prueba la continuidad futura del sujeto (algunos deben abandonarse y otros crearse).
Pueden cambiar y adquirir una nueva forma, una revisión de los anteriores y la construcción de
nuevos.
- Aumento de la edad: los mayores tienen menos posibles si mismos que los jóvenes, aunque son más
activos en cumplirlos o prevenirlos. En la vejez, se produce un reforzamiento y consolidación de los
auto-esquemas (sabiduría o madurez), ya que son el resultado del proceso de individuación y
elaboración del autoconocimiento. Se potencia la complejidad de la estructura, definida como con
un gran número de dominios, permitiendo resistir mejor los cambios emocionales.
- Diferencia entre el sí mismo ideal y el esperado: primero, se asocia a valores sociales, y el segundo a
valores más personales.
- Discrepancia entre el sí mismo actual y el ideal causan ansiedad, miedo e intranquilidad, y la
discrepancia entre el yo actual y el esperado causa abatimiento, decepción, insatisfacción y tristeza.
2.2. Teoría del proceso de la identidad: la gente busca mantener imágenes consistentes y positivas de sí mismos
a través de diversos modelos de identidad. Focaliza los cambios que debe realizar el sí mismo ante las
experiencias que resultan discrepantes con la identidad y frente a las cuales el sujeto debe realizar
modificaciones para definir el sí mismo y sus relaciones con los otros. El ajuste al envejecimiento puede ser
realizado por medio de intercambios en el equilibrio del sí mismo.
Se usaran los conceptos de asimilación y acomodación, precedidos por la noción de identidad:
- Identidad de asimilación: mantiene la auto-consistencia ante experiencias discrepantes, a través de
esquemas cognitivos y afectivos establecidos acerca del sí mismo.
- Identidad de acomodación: cuando una información no puede ser asimilada, el sujeto debe realizar
una modificación en la identidad.
- Identidad de balance: el sujeto mantiene un sentido del sí mismo, pero produce cambios cuando
resulta necesario.
La identidad forma un esquema afectivo y cognitivo organizado, a través del cual los sujetos interpretan sus
experiencias al tiempo que pueden ser alterados por estas. El proceso de envejecimiento puede desafiar el
sentido del sí mismo, cuestionando la capacidad de las identidades existentes.
La integración del proceso de envejecimiento en el proceso de identidad está representada por el “modelo
múltiple del umbral limite”: los individuos pasan por varias instancias a lo largo de su vida en las que
experimentan la sensación de envejecer por diversas modificaciones físicas, sociales o personales. En el
momento en que se atraviesa un umbral límite significativo, el individuo se moviliza del proceso de la
identidad de asimilación a la identidad de acomodación, es un intento de producir un ajuste para poder
cruzar ese umbral límite y volver a un estado de balance.
Los efectos de los estilos de identidad:
- Identidad de asimilación: produce efectos positivos, ya que les permite preservar el sentido de
identidad y minimizar o alterar con ello la naturaleza de otras experiencias. Se produce por el deseo
que sostienen los individuos de verse a sí mismos de forma positiva. Sin embargo, genera una menor
auto-reflexividad, ya que trata de evitar situaciones poco manejables y por ello con una menor
consciencia de su mundo interno (pensamientos y sentimientos) les permite operar con una
percepción de menos cambios y sostener una imagen positiva de sí mismo.
- Identidad de acomodación: esta negativamente asociada con la autoestima, por la frágil
estructuración de la identidad que no le permite al sujeto defenderse ante situaciones negativas y
discrepantes con el sí mismo. Sin embargo, este tipo de identidad se asocio con la capacidad para la
auto reflexión y con la consciencia acerca de la percepción que los otros tienen del sujeto.
- Identidad de balance: correlacionado con la capacidad de estar conscientes de sí mismos y de su
autoestima, lo que permitiría una mayor aceptación y claridad sobre los cambios internos y externos.
Se ajustan a los cambios de la edad sin perder la consistencia del sí mismo sin tanta negación.
2.3. La paradoja del bienestar: describe la contradictoria relación entre indicadores sociales negativos
relacionados con el envejecimiento y una gran mayoría de adultos que expresan sentirse muy felices.
Aunque la extroversión de mantiene constante, la inestabilidad emocional tiende a decrecer con el tiempo,
la gente se vuelve menos preocupada y ansiosa. La personalidad mejoraría con la edad.
Las personas mayores tienen estrategias mas centradas en la emoción, dan diversos significados al
problema y esto permitiría comprenderlo de maneras más positivas.
Los viejos, al percibirse como miembros de un grupo estigmatizado les pueden ofrecer el beneficio de
atribuir las causas de los resultados negativos a la discriminación y no a características propias, esto evita
que se culpen a sí mismos, lo cual influye positivamente en su bienestar psicológico.
Los miembros de esos grupos se desidentifican o reconceptualizan sus identidades con el objetivo de
modificar dicha evaluación. Pueden negar su propio envejecimiento o alejarse de situaciones que puedan
evidenciar dicho estereotipo.
La T. de la selectividad socioemocional explica la paradoja a partir de sostener que la comprensión de la
propia finitud permitiría una reevaluación de las motivaciones y una consecuente intensificación de las
experiencias emocionales gratificantes actuales, en lugar de valorar más las recompensas futuras.
“Efecto de positividad”: resultado de la priorización de las gratificaciones emocionales actuales que lleva a
que los viejos sean más sensibles a la información positiva y menos a la negativa, o que la eviten.

“PSICOGERIATRIA: TEORIA Y CLINICA” – Leopoldo Salvarezza.


1. Viejismo. Los prejuicios contra la vejez.
La vejez es un tema conflictivo, para el que la vive en sí mismo y para aquellos que, diariamente la enfrentan desde
sus roles profesionales de médico, psicólogo, asistente social, enfermero, o como hijo; etc.
El grado de conflicto que representa para cada uno y las conductas defensivas que se adopten para evitarlo estarán
determinados por la historia personal de los participantes, sedimentado a través de experiencias, fantasías y
represiones en una ideología general  sobre lo que es la vejez; ideología determinada por nuestra inserción
sociocultural inconsciente, y solo es posible detectarla observando la conducta cotidiana, que se utiliza en el trato
directo con las personas viejas (nuestra forma de ser).
Esto tiene importancia para el tratamiento que se le da a los viejos desde el punto de vista profesional y para la
forma técnica de pensar sobre ellos y sus problemas, que influirá en sus destinos. Insisto en hacer consciente esta
ideología para evitar actitudes iatrogénicas.
1. Las dos teorías:
2 formas de enfocar la problemática de la vejez (ambas se contraponen):
Teoría del desapego: a medida que el sujeto envejece se produce una reducción de su interés vital por las
actividades y objetos que lo rodean, lo cual genera un sistemático apartamiento de toda clase de interacción social.
Este proceso pertenece al desarrollo normal del individuo, y es deseado y buscado por él, apoyado en el lógico
declinar de sus capacidades sensorio motrices, lo cual le permite una redistribución de sus reservas sobre menos
objetos, pero más significativos para él. Al mismo tiempo, este distanciamiento lo pone en situaciones de difícil
situación y cuando no puede hallarla la engendran cuadros de angustia.
Puntos sobresalientes de esta teoría:
o Proceso universal: ha ocurrido y ocurre en cualquier cultura y tiempo histórico.
o Proceso inevitable: porque está apoyado en procesos psicobiológicos.
o Proceso intrínseco: no está condicionado ni determinado por variable social alguna.
De esta premisa desprende que la conducta que es aconsejable frente a los viejos es inducir o favorecer un
apartamiento progresivo de sus actividades como paso de preparación necesaria para la muerte.
Críticas a esta teoría:
- Practica: adopta una política de segregación o indiferenciacion hacia los viejos.
- Teórica: no es un sistema axiomático en el sentido científico.
- Empírica: la evidencia empírica usada es inadecuada o no cierta.
Salvarezza recogió los puntos fundamentales de estas críticas y los agrupó en la:
Teoría del apego: Carp: en un entorno positivo, la gente vieja prefiere la actividad y los contactos sociales informales
más que el desapego (este es el resultado de conductas adversas del entorno más que elementos constitutivos
propios de la edad).
En la actualidad, el problema ya no consiste en saber como de individuos aislados devienen sociales, sino de
determinar como de integrantes de una cultura llegan a producirse hombres aislados. El hombre aislado es un
problema, y no un ideal; por lo tanto, mal puede argüirse el desapego como un proceso intrínseco y deseado por él.
Los procesos intrínsecos puros no existen como tales, sino que las conductas hay que estudiarlas y comprenderlas
como resultado de la dialéctica del ser humano con el medio.
Toda satisfacción de necesidades o deseos es provista solo en las relaciones objétales, y la separación o aislamiento
son parte de la patología o de la acción pre juiciosa contra los viejos de ciertas estructuras sociales.
Cuando se invoca la disminución de las capacidades sensorio – motrices como el argumento de apoyo que sostiene a
teoría del desapego, se está cometiendo el error de juzgar la posibilidad de satisfacción que pueden obtener los
viejos en sus actividades con la óptica comparativa de las personas más jóvenes.
El secreto del buen envejecer esta dado por la capacidad que tenga el sujeto de aceptar estas inevitables
declinaciones sin insistir en mantenerse joven a cualquier precio, es decir que hay que mantener una lucha activa
para tratar de obtener el máximo de satisfacción con el máximo de las fuerzas que en cada momento se disponga
(no renunciar): “el que ha sido tenista en la juventud, en su vejez jugara al golf, pero seguirá siendo deportista”.
Nuestra conducta hacia los viejos será tratar de que estos mantengan apegados a sus objetos y actividades la mayor
cantidad de tiempo posible, y cuando no, tratar de encontrar sustitutos derivativos (sentido a la vida).
Personalmente, no tengo duda de que la teoría del apego, es la correcta y que hay que utilizarla operativamente,
pero tampoco tengo dudas de que la teoría del desapego esta mucho más arraigada y extendida, consciente o no, en
todos los estratos de nuestra sociedad, y que produce el fenómeno de desapego hacia los viejos.
2. Prejuicios contra la vejez:
La población de todas las culturas tiene conductas negativas hacia las personas viejas, inconscientes, pero muchas
conscientes y activas.
Viejismo: el conjunto de prejuicios, estereotipos y discriminaciones que se aplican a los viejos simplemente en
función de su edad. La diferencia con otras discriminaciones es que se adquiere con la acumulación de los años.
Gerontofobia: se refiere a una más rara conducta de temor u odio irracional hacia los viejos, es un término que debe
ser incluido dentro del viejismo, pero no debe ser utilizado como su sinónimo.
Los prejuicios contra la vejez, son adquiridos durante la infancia y luego se van asentando durante el resto de la vida;
son el resultado de identificaciones primitivas, y por tanto, no forman parte de un pensamiento racional adecuado,
que resultan en una mala interpretación de los hechos, reacciones inapropiadas de desinterés o rechazo.
Personas pre juiciosas:
Disociación en sus conductas: al pedirles una explicación sobre su conducta, la dan en términos lógicos y adultos, en
tanto que sus respuestas emocionales muestran una sobre exageración irracional de ansiedad, temor, etc.
(conductas infantiles de respuesta a estímulos externos difíciles de controlar).
Resultado de la identificación infantil en la construcción del prejuicio de la vejez:
- Los niños observan que la vejez va asociada con declinación mental y física.
- La persona en desarrollo ve cambios indeseables que acompañan a la vejez e inconscientemente rechaza
tanto el proceso de envejecimiento como a las personas que son portadoras de él.
- Hostilidad hacia los discapacitados (viejos): niños y jóvenes piensan que deben ser institucionalizadas (fuera
de la vida); “ellos seguramente prefieren morir”; cuanto más joven, menos piedad siente y mayor es la
agresión.
- El temor (de que eso me puede pasar a mí, por lo tanto escapo o lucha en contra de eso) es la base de la
hostilidad, y la ignorancia la prolonga.
Estos sentimientos irracionales (prejuicios), son muy peligrosos cuando los poseedores de ellos son los médicos o
psicólogos que tienen a su cargo la responsabilidad de la salud mental de los viejos. En ellos el viejismo esta
internalizado, es difícil de reconocerlo y brinda la base de la institucionalización de la teoría del desapego.
Razones de las actitudes negativas de los psiquiatras para tratar a las personas viejas:
a. Los viejos estimulan a los terapeutas temores sobre su propia vejez.
b. Reactualizan en los terapeutas conflictos reprimidos en relación con sus propias figuras parentales.
c. Los terapeutas piensan que no tienen nada que ofrecer a los viejos porque creen que estos no van  a
cambiar sus conductas.
d. Los terapeutas creen que no vale la pena hacer el esfuerzo de prestar atención a los psicodinamismos de los
viejos porque están muy cerca de la muerte.
e. El paciente puede morir durante el tratamiento, lo cual afecta el sentimiento de importancia, omnipotencia
del terapeuta.
f. Los terapeutas se sienten disminuidos en su esfuerzo por sus propios colegas.
Dificultades para tratar pacientes:
- Enfrentar la enfermedad genera un grado de ansiedad, y la posibilidad de desarrollar con mayor o menor
éxito nuestro quehacer profesional dependerá de la instrumentación de nuestras conductas defensivas
frente a ella; la más común y elemental: disociación-negación. Recurrimos simbólicamente al escritorio que
ponemos entre nosotros y el paciente, y separamos omnipotentemente la salud de la enfermedad.
- Esta conducta defensiva fracasa por completo cuando entrevistamos a un viejo: ya no podemos separar las
cosas: todos llegamos a eso. Un viejo frente a nosotros es como un “espejo del tiempo”, y como todos
sabemos el destino que la sociedad impone a la vejez (desconsideración, rechazo, aislamiento, etc.) nos
provoca angustia frente a este futuro posible, escapamos de esto, eligiendo no atenderlos.
- Los viejos se le presentan al terapeuta como los objetos vivenciales más desconocidos. Los profesionales en
su inmensa mayoría no han llegado a viejos, y en su acercamiento a estos faltara la vivencia personal,
creándose una brecha que resulta difícil de salvar (conservamos una noción abstracta de la vejez).
Lo habitual es negar nuestro propio envejecimiento y adjudicárselo al viejo real que tenemos adelante. Pero, el
enfrentamiento decidido y valiente (no el contra fóbico) nos puede permitir un principio de solución.
Experiencia del autor: aprendió que la vejez no es algo que está allá afuera, sino que es presente, actual, y que la
llevamos dentro activamente (algunos de nuestros órganos comienzan a envejecer a los 7 años, y algunas
capacidades alcanzan su punto máximo a los 25 y a partir de ahí comienzan su declinación); por lo tanto es artificial
la diferenciación entre pacientes viejos y terapeutas jóvenes, puesto que todos son seres humanos en un proceso
activo de desarrollo. Tomar conciencia de esta realidad es la herramienta fundamental que permite que el accionar
profesional se desarrolle científicamente, en lugar de ser una nebulosa visión pre juiciosa de la vejez.
3. Prejuicio más común contra la vejez:
“Los viejos son todo enfermos o discapacitados”.
El resultado de estos prejuicios es que se establece una sinonimia viejo = enfermo que entraña un enorme riesgo,
pues pasa a comportarse como una profecía auto predictiva que termina por internalizarse aun en los propios viejos.
Para romper esta sinonimia, hay que resolver el problema de que significan los términos salud y enfermedad.
 Modelo medico:
La edad cronológica tiene relación con la enfermedad: mayor edad, mayor morbilidad, enfermedad o discapacidad.
Salud: estado de completa satisfacción física, mental y social, y no solamente por la ausencia de enfermedad.
En la medicina, la salud de los viejos se describe en función de la presencia o ausencia de enfermedad (se preocupan
más por eso que anda mal, que por los elementos que produjeron eso), o en función de cuan satisfactorio es su
funcionamiento en cualquiera de las 3 ares de la conducta.
 Perspectiva funcional:
La salud en términos de función: el grado de ajuste más que la falta de patología debe ser usado como la medida del
monto de servicios que el viejo requiere de la comunidad. Las cosas que un viejo puede, o cree poder, son
indicadores del grado de su salud tanto como de los servicios que necesita. Esta perspectiva de la salud, desestima
las generalizaciones estadísticas. Tener en cuenta las sensaciones del viejo y confrontarlo con los exámenes físicos,
nos da un criterio más realista.
El diagnostico funcional es uno de los elementos que deben ser introducidos en la geriatría. En este sentido, la
distinción debe hacerse entre el impedimento (anormalidad psicológica o fisiológica que no interfiere con la
actividad vital normal del individuo) y la discapacitación (condición que resulta en una total o parcial limitación de
esas actividades) producida por una condición patológica.
“Como el individuo se siente frente a su impedimento y como este interfiere con su rutina vital” : este concepto
funcional predice como la patología se traslada a la conducta enferma y condiciona el rol del enfermo.
Los dos modelos mencionados, no aclaran la situación salud/enfermedad, ya que cualquiera sea nuestra postura, no
podemos negar que con la edad las enfermedades crecen; pero si nos provee la posibilidad de introducir un
elemento distintivo para considerar el aspecto social de los roles de enfermo/sano.
La vejez no es una enfermedad en sí misma, sino que esta última puede influir negativamente sobre aquella. No
sabemos bien cuáles son las causas que determinan el proceso de envejecimiento; pero observando diferentes
personas podemos ver las variaciones sujeto a sujeto; discrepancia dada por la interconcurrencia de factores
patológicos o por la excesiva y reiterada exposición a agentes patógenos.
2. Factores biológicos y sociales que inciden en la psicología del envejecimiento.
Problema de la gerontología y geriatría: generalizaciones. Los investigadores tienden a sacar conclusiones a partir de
consultorios privados y luego tratan de extrapolar los resultados a la población en general. El error es entender una
observación de una persona enferma a individuos sanos. Este error deriva del prejuicio viejo = enfermo.
Envejecimiento: proceso de transición del ser humano hacia la vejez, con sus interacciones biológicas, psicológicas y
sociales (“mediana edad”).
- ¿Qué es la mediana edad?:
- Periodo entre los 45 y 65 años.
- Época en que la mayoría de la gente ha encontrado el modo de subsistencia propio  y el de su familia, han
terminado la crianza de sus hijos y surge la preocupación por sus padres.
- En algunos casos, se está al mando de la sociedad, del poder y toma de decisiones
- Trabajadores manuales: lugares en fabricas/sindicatos en las organizaciones barriales, clubes, etc.
- Buen nivel socioeconómico: les brinda seguridad y mantienen un buen estado de salud, sienten esta época
como la “flor de la vida”: la experiencia acumulada y las conductas estabilizadas en las relaciones
interpersonales hacen que les resulte fácil responder a las demandas del entorno social y aun mantener
adecuadas performances físicas, aunque sean modificadas por la experiencia y por cierto grado de
limitaciones.
- “Nicho ecológico”: adaptarse a un entorno limitado (se reduce a las rutinas), lo cual proporciona seguridad y
protección frente a los conflictos.
- Contactos sociales que surgen del status y la jerarquía conseguidos hacen que se tenga información para
resolver problemas científicos, o de negocios.
- Época que marca el paso inexorable hacia la vejez: “buen” o “mal” envejecer está contenido en este pasaje.
- Características de la mediana edad:
Base de la mediana edad: progresiva toma de conciencia del paso del tiempo con el consiguiente envejecimiento
personal, y los cambios en los patrones vitales muestran que los hijos crecen, los propios padres envejecen y
mueren,  y eso los coloca en la sensación de ser los próximos en la fila.
Formas de expresión intrapsíquicas de esta temática:
o Incremento de la interioridad : la preocupación por el mundo interno se intensifica; las catexis emocionales
sobre personas y objetos exteriores decrecen; la disponibilidad para distribuir actividades y afectos en las
personas del entorno se reducen. Proceso intrínseco atribuible a la edad más que a una respuesta adaptativa
al cambio, ya que puede ser medida en personas con buen funcionamiento antes de que lo excluyan
socialmente por envejecer. Interioridad y narcisismo: incremento de la interioridad es el resultado de la
disociación que produce el conflicto de envejecer. Este repliegue sobre sí mismo podrá tener las
características de reminiscencia e integridad del sujeto, o de nostalgia, al no integrarse se transformara en
desesperación. El narcisismo pasa a ser la consecuencia y no la causa del incremento de la interioridad.
o Cambio en la percepción del tiempo : comienza a medir el tiempo en función de lo que falta por vivir. El
tiempo es finito. Dificultad para situarse en la propia edad.
o Personalización de la muerte: la muerte de pares y amigos hace que esta se convierta en una posibilidad real
para uno mismo y deje de ser una mágica y alejada ocurrencia (se convierte en un problema personal). Sesgo
cultural: hombres preocupados por la muerte; mujeres por la viudez.
En condiciones normales, en la vejez, los dos últimos rasgos tienden a perderse, y el primero persiste e incrementa.
- Distintos tipos de envejecimiento:
Hay ciertas conductas que se presentan en la mediana edad y que denotan que el proceso del buen envejecer esta
perturbado: rechazo a admitir el envejecimiento o querer detener el reloj, por frustración libidinal.
En general la gente se adapta, pero a veces ocurren dificultades y aparecen las “crisis de la mediana edad”. ¿De qué
depende de que se logre uno u otro? “Se envejece de acuerdo a como se ha vivido” (respecto a factores P, B y S).
Factores psicológicos en el envejecimiento: teorías psicoanalíticas.
Erickson (teoría epigenética): describe una serie de fases del desarrollo de la personalidad en función de su
adecuación con ciertas variables psicosociales. Propone 8 ciclos vitales, determinados por la relación del individuo en
crecimiento y la realidad social. Cada ciclo comporta tareas evolutivas que el individuo debe resolver, y su acierto o
desacierto en hallar soluciones determinara su destino.
En la vejez, el conflicto principal, se plantea entre generatividad (preocupación por afirmar y guiar la generación
siguiente) y estancamiento. Pero cuando este enriquecimiento falla, hay una regresión a una pseudo-intimidad
acompañada por un sentimiento de estancamiento, aburrimiento y empobrecimiento interpersonal.
La resolución satisfactoria o no del conflicto planteado, dará lugar al último que se planteara entre la integridad (el
fruto de los otros 7 ciclos vitales que madura gradualmente en los viejos) y la desesperación (finitud del tiempo).
Freud (encuadre histórico psicosocial): la historia es una explicación del presente adulto por el pasado infantil =
series complementarias, son 3 en las que lo que actúa es la resultante de su interacción.
- Factores hereditarios (genes) y congénitos (periodo intrauterino).
- Experiencias infantiles: fundamentales en la formación de la persona.
- Factores actuales o desencadenantes: actúan sobre la disposición (resultado de la primera con la segunda).
Esto nos permite comprender las particularidades de cada proceso de envejecimiento por la estructura de la
personalidad (constitucional + disposicional) y por la acción de los factores actuales biológicos y sociales; así
podremos determinar que puede ser traumatico.
Salvarezza: cada cultura produce su propio tipo de envejecimiento, y dentro de cada una de ellas cada viejo es el
productor de sus propias series complementarias. Esta formulación provee las bases para una adecuada prevención.
Factores biológicos en el envejecimiento: en la mediana edad comienzan a notarse aspecto que estarán siempre
presentes aunque no son idénticos para cada capacidad (envejecimiento diferencial) ni para cada individuo. El
aspecto general refleja el envejecimiento: gordura, arrugas, canas, alteraciones oculares y auditivas, etc. Todas estas
modificaciones deben ser consideradas fisiológicas en tanto no deriva de problemas patológicos definidos, tendrán
repercusiones personales y serán vividas de manera distinta por los individuos que las padecen y dependerá de la
personalidad previa (narcisista o no) y del rol socioeconómico que desempeñe (actor o panadero); igual parámetro
hay que considerar para la patología.
Factores sociales en el envejecimiento: 3 aspectos de fundamental importancia:
Viejismo: prejuicio y discriminación a los viejos por su edad.
- Forma parte de nuestra forma de ser, muchas de sus manifestaciones son inconscientes.
- Prejuicio muy defendido: temen mas porque todos vamos a ser viejos (victimas de our propio prejuicio).
- Las personas víctimas del viejismo se consideran socialmente: enfermas, deprimidas, asexuadas, rígidas,
pasadas de moda, etc. Sus problemas físicos y mentales son ignorados y no se tienen en cuenta sus
necesidades económicas y sociales.
- El viejismo lleva a los jóvenes a ver a los viejos como diferentes, lo cual no les permite a los jóvenes
identificarse con ellos.
- Resultado: se tiende a ver la vejez como algo que no nos pertenece, como algo que está en un futuro lejano,
y por lo tanto, no nos permite prepararnos para enfrentar nuestro propio envejecimiento.
Tendemos a identificarnos con personas significativas o con la imagen que esas personas tienen de nosotros. Esto
es peligroso en la mediana edad porque en una sociedad orientada a la juventud, las personas que envejecen
hacen suyos los prejuicios de los otros y sienten que son eso.
Teoría del desapego (apartamiento normal y natural) y teoría de la actividad (keep activo) : estas teorías se postulan
como modelos óptimos de envejecimiento y omiten otros aspectos como el tipo de personalidad previa, el ejercicio
de los roles sociales, etc. Ambas se convierten de reduccionistas. Hoy, el desapego no es natural, y cuando ocurre es
por falta de oportunidades que la sociedad brinda para que los viejos puedan seguir ejerciendo un rol social. Ahora
bien, a nivel popular, se refleja un sentimiento social muy extendido, (viejísimo) es pernicioso porque uno se inclina
a adoptar una política de segregación o a adoptar una actitud nihilista en la vejez.
Factor tiempo (Neugarten): todos los individuos desarrollan la idea de un  “ciclo vital normal y esperable”, es decir
que ciertos eventos deben ocurrir en determinados momentos de la vida, y que un reloj mental interno les va
señalando si están “en tiempo” o “fuera de tiempo” (auto impuesto; comparación con otras personas).
En este punto de vista, los eventos normales, no deben constituirse en sí mismos en crisis, y que debe verse como
aquellos eventos que no son esperables o que alteran el ritmo y la secuencia del ciclo vital.
Estas observaciones no niegan el hecho de que los eventos esperables puedan producir crisis (perdidas en la vejez).
Pero cuando estos eventos ocurren “en tiempo” pueden anticiparse,  al estar preparados, el trabajo de duelo puede
elaborarse adecuadamente sin que se destruya el sentido de continuidad del ciclo vital del individuo.
La psicología del ciclo vital no es la psicología de las crisis de la conducta, sino la psicología del tiempo.

“LA VEJEZ, UNA ETAPA DEL DESARROLLO” – Schuster, L.


A través de un acercamiento a la vejez como una etapa de desarrollo, se puede sostener que el viejo tiene
posibilidades y que puede desarrollar habilidades.
CAPITULO 1: aspectos generales de la vejez.
Se suele hablar de la vejez con un concepto de deterioro y decrepitud, como sinónimo de enfermedad y muerte. La
vejez está aumentando en cuanto a prolongación de la vida.
Pero se escuchan sus denuncias y quejas sobre la sociedad que los separa
Un poco de historia: en la historia de las civilizaciones el viejo siempre fue despreciado, o respetado pero nunca
deseado.
El arte de envejecer: el aumento del límite de la vida, ha logrado que aumente y se prolongue la vida activa del viejo.
“Mas sabe el diablo por viejo”: si existen incrementos o decrementos en las capacidades intelectuales depende de
distintas variables. Mala salud, privación económica, etc. ninguna esta intrínsecamente relacionada con el
envejecimiento. Casos de personas que crearon cosas en su último año de vida.
Características de la vejez: permiten envejecimientos particulares, en vez de caer en generalidades.
- Incremento de la interioridad.
- Cambio en la percepción del tiempo.
- Personalización de la muerte.
Entrada a la vejez: no se habla de un momento concreto en el que una persona pase al grupo de los ancianos, no hay
rito de entrada, un viejo sería el que es reconocido como tal por el grupo social en el que vive. OMS: 65 años.
¿Quién es viejo?: ser viejo depende de lo personal, condiciones físicas, economía, experiencia, cuidado, apoyo, etc.
Dos tipos de envejecimiento: hay muchas teorías que explican los tipos de envejecimiento, esto tienen que ver con
las particularidades que existen. Según Henry Ey:
1. Senescencia o envejecimiento: proceso que se manifiesta en todos los niveles de integración del organismo,
tanto molecular como de células y tejidos, órganos y funciones.
2. Senilidad como patológico: estado deficitario que por las manifestaciones clínicas, constituye una condición
patológica.
Lo deseable para cualquier persona sería el tipo de envejecimiento. Esta clasificación no corresponde a distintos
momentos del ciclo vital, sino a dos condiciones diferentes.
Signos que hacen a la declinación: ni senil, ni senescente escapan de los factores biológicos propios de envejecer
(diferentes repercusiones personales). No necesariamente son patologicas.
- Declinación de la fuerza muscular.
- La piel pierde elasticidad e hidratación.
- Las venas sobresalen en varicosidades.
- Los cabellos encanecen y se hacen escasos.
- Alteraciones oculares y auditivas.
- Cambio en la velocidad de respuesta a ciertos estímulos.
- Disminución de la memoria.
- Problemas en articulaciones.
- Postura de flexión.
- Disminución de la marcha.
Se incrementan las expectativas de vida: la vejez es una etapa de desarrollo por la que transitan todos los sujetos. En
función de lo que se debilita, se despierta una necesidad mayor de un soporte que le ayude a vivir. El seguir siendo
tratado como sujeto, hace que el viejo no pierda referentes, o quizá solo pide una mirada que le de seguridad.  
Katz: el lugar de los ancianos en Argentina, es una expresión de como se trata a la historia y el pasado: a través del
olvido y destrucción. Sin embargo, hay aspectos de la sociedad que los estarían ayudando para que sigan bien. La
expectativa de vida se ha incrementado a medida que se asiste a mejoras médicas y sanitarias. Este aumento logrado
por la medicina, hace esperar que aumente el número de sobrevivientes de enfermedades degenerativas seniles.
Duelos: Marta Méndez: el cuerpo declinará no sólo por la disminución biológica, sino también por la falta de
estimulación y ejercitación. Hay cuatro duelos por los que pasa el viejo:
- Cuerpo potente.
- Rol paternalista.
- Rol social.
- Pérdida de relaciones sociales significativas.
Es importante considerar como se viven estos duelos en cada caso. Características del duelo: desazón profunda,
dolor, inhibición de productividad, auto reproches y mundo pobre y vacío. Pérdidas no medicadas, si acompañadas.
El viejo y el límite: cuando se habla de duelos se hace referencia en general a la muerte, pero no solo a la biológica,
sino a aquello que limita, que tiene que ver con la existencia propia. Sus mas grandes preocupaciones pasan por sus
perdida afectivas. Para protegerse de esto apelan a distintos recursos:
- Se sienten rechazados.
- Perfilan en dirección al pasado.
- Su rutina es el soporte.
- Incorporan los cambios acelerados de la época.
Katz: la tercera edad serán agentes catalizadores, ya que son los viejos admirados por lo jóvenes, por lo cual pueden
proporcional verdaderas referencias.
CAPITULO 2: deseos – ideales.
Según la constitución subjetiva es como se van a vivir las etapas del desarrollo.
Acerca del deseo: se pueden planear para el viejo, actividades mostrándole que se requiere su participación, donde
él tiene que poner su vitalidad y su energía. Entonces se suma el anhelo de quien organiza el trabajo y el anhelo del
viejo de estar presente y de haber libidinizado “su lugar”. Así se le podría mostrar que, en ese lugar, él es deseado.
Todos necesitan sentir que se les da un lugar, no solo que el otro lo libidinice como importante, sino que también
esté libidinizado desde el viejo, en función de sus deseos e ideales (esto hace a la constitución subjetiva). Alguien
(otro prehistórico – carta 52) nos dijo “quiénes somos”, y registra como nos constituimos.
Deseo y dolor: La contraparte de la experiencia de satisfacción es: vivencia de dolor. Cuando la acumulación
(energética) en el aparato psíquico primitivo es muy intensa, se queda sin posibilidad y  se configura una huella que
incita a la descarga cuando el displacer, alcanza el umbral del dolor. Entonces este desear inconsciente tiene que ver:
o Con un resto de la vivencia de satisfacción: placer de desear; algo llega, algo se logra.
o Con el deseo eterno e indestructible: va a  permitir buscar objetos que libidinizar, para ver si alguno tiene
que ver con aquel objeto perdido. Por ello el deseo es el motor del aparato psíquico.
o Con la realización alucinatoria del deseo: el sujeto queda apartado del camino de la satisfacción, e iniciará la
búsqueda infructuosa, del objeto que lo devuelva a aquel estado de satisfacción.
Aparato psíquico: estructurado en función de lo que llego y lo que no llego.
Freud define al deseo: una corriente que circula entre las huellas mnémicas (representante de la representación).
Lo pulsional: pulsión:
Según Freud: representante psíquico de los estímulos que provienen del interior del cuerpo y alcanzan el alma.
Según Fischman: es aquello que implica al cuerpo.
Es un concepto fronterizo, porque lo que sucede en el cuerpo tiene una representación en el psiquismo.
Lo pulsional: es una fuerza constante que actúa desde el interior del cuerpo y no se puede huir de ello. Será
constante en cuanto encontrar un objeto que depare plena satisfacción. ¿Cómo se satisface? Cancelando el estado
de estimulación en la fuente de la pulsión. Ya que, el objeto de la pulsión es hueco: el objeto a partir de la
experiencia de satisfacción, está perdido y es sustituido por otro.
Deseo y pulsión: ambas son formas de búsqueda del objeto perdido e imposible, y son consideradas dos caminos
separados que cabalgan al mismo tiempo. La pulsión se satisface y  el deseo se realiza, uno va tras el placer y el otro
tras la satisfacción. En la búsqueda, el deseo inconsciente permite ir de objeto en objeto, para que la satisfacción
algo se realice (no todo). Vida = deseo: si no es “eso”, es “otra cosa”.
La búsqueda de un lugar: a partir de lo nombrado antes se podría pensar que: si el sujeto sigue con vida, es porque
hay algo de la realización del deseo y de la satisfacción de la pulsión que se está jugando.  Es por ello que un viejo
quejoso de su vejez siempre morirá antes que uno feliz y alegre. De esta manera el viejo hallará en el otro un
garante, una garantía, algo que le permita situarse (otro primordial que tiene un espacio para él).
A lo largo de la vida, todo ser humano va a ir buscando ser causa del deseo del otro, no solo el viejo. El sujeto va a
buscar ese objeto perdido. El objeto es causa: del deseo eterno y pone en causa al sujeto con respecto a los objetos.
Ideales: esto se relaciona con las identificaciones primarias (las formas más primitivas de de lazo afectivo con un
objeto es intentar ser el ideal del yo de los padres, para no perder el deseo de los padres). El factor biológico
produce las primeras situaciones de peligro y crea la necesidad del ser amado, de las cuales el hombre no se libera
nunca. En la vida se busca ser amados por otros, causar el amor de los otros.
La vejez como ciclo vital: el hecho de no liberarse de la necesidad de amor de los otros, influye en la relación del
viejo con las demás personas. La necesidad de ser vistos y oídos, de ser tomados en cuenta y ser apreciados, son
aspectos muy valorados por cualquier persona. Los viejos eligen un sitio donde puedan desplegar sus posibilidades,
en un marco de afecto.
Ideal del sujeto: el tratar de responder al ideal de los padres, no es un movimiento que se pueda pensar. Crear un
ideal propio es la única posibilidad de ser sujetos en el mundo. Durante la vida se toman diferentes objetos como
modelos (se aspira a ser como ellos). Realizar aquellas cosas que se van buscando, es poner al sujeto siempre en
lugar de sufrimiento. Hay sujetos que se exigen en torno a pautas, deseos y valores de los otros (ideal de los otros).
Se puede trabajar con el viejo para que  pueda circular en él su deseo. Que busque en la vida las posibilidades que se
tienen en relación al ideal del sujeto (ideales propios) a partir de ciertas huellas que dejaron su marca imborrable en
el aparato psíquico.
Los ideales se manifiestan desde lo fenomenológico a través de anhelos, el viejo va a poder responder al ideal del yo
de la sociedad, que delimita lo que tiene permitido hacer y encauzar actividades que tengan que ver con sus ideales.
Si se desconoce esto, se desconoce al viejo como sujeto y no se le permite desarrollarse como tal.
El viejo puede buscar nuevas actividades, mostrando que su psiquismo se sigue desarrollando, un psiquismo que
sigue activo  posibilitando conductas nuevas. El viejo tiene sus ideales, como todo sujeto,  relacionados con lo que ha
pasado en su estructuración subjetiva.
CAPITULO 3: La vejez como etapa del desarrollo.
Cronología: la variable edad por sí misma, no es motivo de nada.
Desarrollo: un proceso que tiene un lugar desde el inicio hasta la muerte, esto se opone a un crecimiento biológico,
donde se indica que el cambio posterior a la adultez se considera un declive. De modo que, serian distintos el
desarrollo y el envejecimiento, en el sentido que el primero plantea adquisiciones y el segundo tomar a la vejez
como pérdidas constantes
Psicología del desarrollo: incluimos las diferencias interindividuales entre los individuos, los procesos multicausales y
discontinuos. Los cambios en la vejez dan cuenta de desarrollo. En la vejez no se queda sin posibilidades. El hecho de
que los viejos generen nuevas experiencias produce cambios en la conducta.
Al hablar de envejecer se presentan conceptos como el de algo progresivo, desfavorable, irreversible, degradado.
Sabemos que hay declinación cuando las posibilidades de vida reducen, en cuanto a lo orgánico, que impacta directo
en el cuerpo, pero también este cuerpo se vincula a lo social, es un cuerpo que responde a ideales, pero prevalece la
representación mental del cuerpo que cada uno tiene.
Es por esto que la vejez no gira en torno a un deterioro físico o mental, ya que el cuerpo del viejo también está
libidinizado, al igual que el adolescente y adulto y eso genera conductas de cuidado. Elegir nuevas actividades
muestra como el psiquismo del viejo sigue desarrollándose. Posibilitando el camino del deseo (movilidad).
CAPITULO 4: duelos: castración.
No se habla de duelo como pérdida de un objeto concreto, se lo trata de pensar en distintas situaciones, son duelos
en términos de ausencia, de algo que no es o no está.
Marta Mendez: por oxidación mnémica natural, el viejo tiene menos posibilidades de adquirir conocimientos nuevos
y no podría iniciar actividades que no estuvieran relacionadas con sus épocas pasadas. Esto es significativo para que
no se pretenda conseguir que un sujeto se entusiasme sin considerar las posibilidades reales (disminución del viejo).
Dos acepciones: la palabra duelo tiene dos acepciones que derivan de dos palabras latinas distintas. La primera
connota una cualidad afectiva y deriva de dolor. La segunda, deriva de duellum que es una forma de decir guerra.
Salvarezza: es común decir que la vejez es el momento de la vida en que se presentan la mayor cantidad de duelos.
Pero no se trata de pensar en duelo como pérdida de un objeto concreto, sino que distintas situaciones son duelos
en cuanto a pérdidas, ausencias, donde se esperaba que algo fuera o estuviera.
Freud: afirma que no existe representación de la muerte en el sujeto ya que es sustituido en el inconsciente por la
castración, ya que en el mismo inconsciente no hay nada que pueda dar contenido a nuestro concepto de
aniquilación de vida, y la castración se vuelve por así decir representable por medio de la experiencia cotidiana de la
separación (de bebé contenidos del intestino, destete y luego de lo que día a día el sujeto debe separarse). Sin
embargo, nunca se ha experimentado nada semejante a la muerte.
Entonces, la manera de vivir estas pérdidas, de dolerse por ellas, tendría que ver con cómo se posiciona el sujeto
frente a la castración y como se enfrenta a esta.
Castración: Freud dice en “organización genital infantil”: la falta de pene es entendida como resultado de una
castración, y se le plantea al niño, la castración de la propia persona (sólo cabe hablar de complejo de castración
cuando esa representación de una pérdida se ha enlazado con los genitales masculinos).
La castración tiene que ver con una operatoria estructural en el sujeto, no es un momento ni una fase.
Cuando se dice “en cada sujeto”, se refiere al ciclo vital, a un posicionamiento que se anuda a la estructuración
subjetiva. Esta estructuración se constituye a partir de elementos singulares, uno de esos elementos es la castración,
la cual hace referencia a que todo no es posible y hay ausencias. Así se justifica que se piense la castración en
términos de función, es decir, en relación entre elementos: la “presencia de ausencias”, permite la movilidad de sus
elementos. Por el desamparo que sufre el hombre (el cual hace a su estructura), se puede pensar que hay cierto
grado de imposibilidad en algunas cosas, pero también hay un abanico de posibilidades.
La salida del duelo, se da en medida en que el deseo es puesto en juego. El desasimiento libidinal del que Freud
hablaba, consiste en desanudar el deseo inconsciente de aquellos entrampamientos en los que se enajena el deseo
de un otro absoluto (sacar el deseo de lo que ya no está y ponerlo en otro que si se pueda).

“ESTRATEGIAS TERAPEUTICAS EN PSICOGERONTOLOGIA” – Spedale y Valvason.


El concepto de vejez, conlleva un abordaje por parte del saber cuya inmanencia es justamente su indefinición.
La estimación de la vejez como un suceso natural respaldado en principios biológicos se remonta a la teoría de
Darwin (s. XVIII y XIX). Los argumentos científicos expresan que el desarrollo vital de la existencia humana encuentra
un tope: el proceso de desarrollo, habiendo ya realizado su potencial evolutivo, desemboca en un período de
decadencia en que se sitúa la vejez. El discurso médico sostiene estos principios.

En lo concerniente a lo social y cultural, se ha hecho imprescindible en los últimos años la renovación de la idea de la
Vejez. Es un concepto que ha ido mutando a lo largo de la historia. De aquellas sociedades humanas en que se
adjudicaba a esta etapa de la vida una singular sabiduría (con la concomitante articulación con el poder), se arriba
hasta aquel momento en que el adulto, cuando llega a la vejez, resulta algo así como un compendio de carencias,
significado justamente desde aquello que ha perdido.
La postmodernidad se caracteriza por una interrogación constante de las doctrinas heredadas de la Ilustración. Eso
incluye a las referidas a la vejez.
El siglo XXI desafía a la comunidad científica a reconocer a una población de adultos mayores que no pueden ser más
excluidos. En las últimas décadas se ha observado con gran fuerza, el envejecimiento poblacional, fenómeno
caracterizado por el aumento progresivo de la población de 60 años o más.

Sin embargo, se presentan diferencias marcadas entre los países desarrollados y subdesarrollados:
- En los países desarrollados las personas de más de 65 años representan alrededor del 15% de la población.
La mayor proporción se encuentra en Europa y le siguen América del Norte y Oceanía.
- En los países en desarrollo el problema radica en que no cuentan con los medios para atender las
necesidades de los ancianos. (África Subsahariana y Asia Meridional).
- Para los países con economías emergentes, como el caso de  Argentina, el envejecimiento poblacional
representa un desafío en el orden cultural, político y económico, ya que necesitan promover la participación
de esta franja etaria en la sociedad así como satisfacer sus necesidades.

Al respecto, existen múltiples desafíos como la necesidad de establecer un sistema previsional y de seguridad
económico-social para los ancianos que les asegure un nivel de vida digno. Por otro lado, se deben mejorar los
sistemas de salud y eliminar las formas de violencia y discriminación contra los adultos mayores, así como también
alentar su participación social.

Sin embargo, en las prácticas que se ocupan de la atención de la vejez, se discierne la profusión de una suerte de
enunciados pedagógicos que sólo apuntan a lograr una adaptación exitosa a aquello que se supone que se pierde en
esta etapa de la vida, con lo que no logran otra cosa que resaltar justamente la pérdida. Aún en contra de lo
propuesto por la ciencia misma, las prácticas científicas parecen no poder llevar a la práctica los adelantos
discursivos y los nuevos ideales.

En 1982 la Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento fijó la edad de 60 años para marcar el inicio de la vejez. Pero
¿qué significa la vejez?

Esta edad de inicio de la vejez, que hace a la cronología, es el producto  de una convención. El concepto de vejez no
puede definirse por lo etario, sino que exige para comenzar a ser desentrañado sustentarse en sus aristas biológica,
psicológica y social, por lo menos.

Vejez y Psicoanálisis

Psicoanálisis y Vejez  ¿Es posible articular allí  algo del orden de la atemporalidad inconsciente? Si. Las
complejidades de la subjetividad en las que se incluyen términos y conceptos como aparato psíquico, pulsión,
represión, huellas mnémicas, sexualidad, narcisismo, identificación, cuerpo erógeno,  complejo de Edipo, herencia
simbólica, transculturalidad, transferencia, etc., forman la argamasa (mezcla) sobre la que se construye el quehacer
psicoanalítico, que está sostenido en una concepción del sujeto que excede el marco de la edad cronológica y que
pone el acento en la estructura que lo constituye.

Vulgarmente, la vejez alude a esa tan temida degradación del cuerpo. Pero tiene implícita, si no se la desenmascara,
la condena de la subjetividad misma a semejante destino. Sucede que la vejez es una categoría discursiva de la
cultura y de la ciencia, construida alrededor de la noción de un cuerpo en declinación que asalta al sujeto,
empujándolo a luchar con la sustentación de sus deseos – los que a veces  parecen rendirse- dejando el triunfo al
cuerpo prometido a la muerte.
El aporte del Psicoanálisis permite diferenciar la subjetividad del cuerpo biológico finito a partir de la dimensión del
inconsciente y del deseo.

Socialmente, la vejez tiende a ocupar un lugar de verdad sobre el sujeto, es decir, se presenta como un saber a
priori. El psicoanálisis aborda el sujeto en su condición de hablante, que es lo mismo que decir capaz de producir los
significantes fundadores de su propia historia. Le permite intentar una especie de conciliación con su cuerpo débil y
mortal. La ética psicoanalítica implica en convocar el sujeto a responsabilizarse por el destino de sus acciones, cuya
motivación más legítima es el propio deseo. Es a partir del saber inconsciente, que se asienta la relación del sujeto
con la propia vejez, en un esfuerzo de subjetivación siempre precario y abierto a un devenir incierto.

Freud en “El malestar en la cultura” se refiere al cuerpo como uno de los orígenes del malestar humano. Reconocer
esta limitación no debería tener un efecto paralizador, en tanto el avance de la ciencia permite mitigar este
sufrimiento, aunque siempre de manera parcial, nunca totalmente. Señala Freud que estos avances científicos son
un esfuerzo narcísistico que buscan engañar la muerte, transformando al hombre en algo así como “un dios de la
prótesis”,  indicando con esta calificación el carácter engañoso de los mismos. Y es que en realidad, el malestar es
inherente al deseo mismo.

Por su parte, Lacan señala la función de la imagen del cuerpo como forma y contorno que se constituye a partir de la
imagen del Otro, que captura y fascina el sujeto. Fascinación esencial para la constitución del yo, en la medida en
que permite superar la fragmentación del cuerpo de las pulsiones parciales y otorga al sujeto a advenir una primitiva
unidad.

Esta operación, fundante, es además el soporte simbólico (campo de los significantes) crucial y necesario, pues no es
sin la presencia de un tercero confirmando el valor de esa imagen que el sujeto pueda erigirse como tal. Gracias a
ella, el sujeto podrá apropiarse de un cuerpo que si bien tiene su soporte biológico, es el producto de operaciones
psíquicas que separan terminantemente lo humano de cualquier otra especie.

El cuerpo de la vejez es el lugar privilegiado de decepción narcisista.  Aunque el narcisismo no se presente como una
defensa contra la pulsión de muerte, aparece como la ilusión con la que se dominan  las “adversidades” de la vida.
Freud, invoca la pulsión de muerte para hablar del anhelo más hondo de la cesación de la “fiebre llamada vivir”.
Desde una mirada teñida por el biologicismo, en “Más allá del principio de placer” afirma que “…el objetivo último
de la vida es su propia extinción”; aunque este, objetivo es “desviado” por el deseo, en tanto es el motor de la
pulsión de vida. Y esta no es otra cosa que el límite a la muerte, o sea, el trabajo psíquico.

Desde la teoría sostenía lo improductivo del análisis en la vejez, postulando la tendencia a la entropía psíquica-
entendida como pérdida de la elasticidad– a la cual consideraba además progresiva a medida que se envejece,
aclarando que sin embargo puede no ser exclusiva de la edad avanzada. Esta postulación es la base en que
fundamenta las restricciones al trabajo clínico con ancianos. Pero como contrapartida, y reconociendo el trabajo
constante del psiquismo humano motorizado por el deseo, Freud no dejó de autoanalizarse hasta el final de su vida.
Si el conocimiento académico propio del campo Psi no queda subsumido en los enfoques biológicos o sociales,
facilitará empezar a responder  interrogantes acerca de qué es lo que va más allá de lo social y de lo biológico en el
envejecer, o cómo dar cuenta del sujeto que envejece y sus particularidades, desentrañando con los límites lógicos
de un saber no absoluto cómo sobrelleva cada sujeto en particular su envejecer. En definitiva, aportar y enriquecer
desarrollos teóricos, clínicos y metodológicos que permitan comprender la dimensión subjetiva en la problemática
de la vejez.

“CONFERENCIA 31: LA DESCOMPOSICION DE LA PERSONALIDAD PSIQUICA” – Freud.


Síntoma: es lo más ajeno al yo que se encuentre en el interior del alma; proviene de lo reprimido, es por así decir su
subrogado ante el yo; pero, lo reprimido es para el yo tierra extranjera; desde él, el sendero llevó a la vida pulsional,
a la sexualidad.
2DA TOPICA FREUDIANA: son más concepciones y ordenamientos novedosos que nuevos descubrimientos.
País con sus diferentes relieves y provincias.
SUPERYO:
El yo puede tomarse a sí mismo por objeto, tratarse como a los otros objetos, observarse, criticarse; etc. Para ello,
una parte del yo se contrapone al resto. El yo es entonces escindible, se escinde en el curso de muchas de sus
funciones, provisionalmente. Los fragmentos pueden reunificarse luego. Toda vez que nos muestra una ruptura o
desgarradura, es posible que normalmente preexistiera una articulación (ejemplo: arrojar un cristal al suelo, se
fragmenta siguiendo líneas de escisión cuyo deslinde estaba comandado ya por la estructura).
Estructura de los enfermos mentales: se han extrañado de la realidad exterior, pero saben más de la realidad
interior. Padecen el delirio de persecución, que se espera sorprenderlos en acciones prohibidas por las que deben
ser castigados.
Aparece, la idea de que la separación de una instancia observadora del resto del yo es un rasgo regular dentro de la
estructura del yo. Esta instancia tendría las funciones de enjuiciar, castigar, y de conciencia moral. Es prudente
considerar autónoma esa instancia, una de cuyas funciones sería la conciencia moral y otra la observación de sí,
indispensable de la actividad enjuiciadora de la conciencia moral. Esta instancia está situada en el interior del yo.
El superyó goza de cierta autonomía, persigue sus propios propósitos, es independiente del yo en cuanto a su
patrimonio energético.
Impone un cuadro patológico que ilustra la severidad y crueldad, de esa instancia, así como las mudanzas de su
vínculo con el yo: la melancolía. El rasgo más llamativo de esta, es el modo en que el superyó (conciencia
moral) trata al yo. Mientras que en sus períodos sanos el melancólico puede ser más o menos severo consigo mismo,
como cualquier otra persona, en el ataque melancólico el superyó se vuelve híper-severo, insulta, denigra, maltrata
al pobre yo, lo castiga, lo reprocha por acciones de un lejano pasado que en su tiempo se tomaron a la ligera, como
si durante todo ese intervalo se hubiera reunido acusaciones y aguardara su fortalecimiento para presentarse con
ellas y formular una condena. Así, aprehendemos con una mirada que nuestro sentimiento de culpa moral expresa la
tensión entre el yo y el superyó.
La conciencia moral es sin duda algo «en nosotros», pero no lo es desde el comienzo (diferente de la vida sexual que
esta desde el comienzo de la vida). El niño pequeño es amoral, no posee inhibiciones internas contra sus impulsos. El
papel que luego adopta el superyó es desempeñado primero por la autoridad parental. El influjo de los progenitores
rige al niño otorgándole amor y amenazándolo con castigos que atestiguan la pérdida de ese amor y no pueden
menos que temerse por sí mismos. Esta angustia realista es la precursora de la posterior angustia moral.
Sólo luego se forma la situación que consideramos normal: en el lugar de la instancia parental aparece el superyó
que observa al yo, lo guía y lo amenaza, como antes lo hicieron los padres con el niño.
El superyó toma sobre sí la instancia parental, no es sólo el sucesor de ella, sino de hecho su legítimo heredero. Pero
el superyó, en una elección unilateral, parece haber tomado sólo el rigor y la severidad de los padres, su función
prohibidora y punitoria, en tanto que su amorosa tutela no encuentra continuación algunas.
La base de la transmudación del vínculo parental es lo que se llama una « identificación», o sea una asimilación de un
yo a un yo ajeno, a consecuencia ese primer yo se comporta en ciertos aspectos como el otro, lo imita, lo acoge
dentro de sí. La identificación no es lo mismo que una elección de objeto. La diferencia es: cuando el niño se ha
identificado con el padre, quiere ser como el padre; cuando lo ha hecho objeto de su elección, quiere tenerlo,
poseerlo. Identificación y elección de objeto son en vasta medida independientes entre sí, empero, uno puede
identificarse con la misma persona a quien tomo como objeto sexual.
La institución del superyó es un caso logrado de identificación con la instancia parental. Esa creación de una instancia
superior dentro del yo se enlaza con el destino del complejo de Edipo, de modo que el superyó aparece como el
heredero de esta ligazón de sentimientos tan sustantiva para la infancia. Con la liquidación del complejo de Edipo el
niño se renuncio también a las intensas investiduras de objeto que había puesto en los progenitores, y como
resarcimiento por la pérdida de objeto se refuerzan dentro de su yo las identificaciones con los progenitores.
En el curso del desarrollo, el superyó cobra, los influjos de personas que han pasado a ocupar el lugar de los padres
(educadores, arque-tipos ideales). Lo normal es que se distancie cada vez más de los individuos parentales
originarios, que se vuelva más impersonal.
También con estos padres posteriores se producen después identificaciones, que brindan importantes
contribuciones a la formación del carácter; en tal caso, afectan sólo al yo, y no influyen más sobre el superyó.
Ese superyó es el portador del ideal del yo con el que el yo se mide, al que aspira a alcanzar y cuya exigencia de una
perfección se empeña en cumplir. Ese ideal del yo es el precipitado de la vieja representación de los progenitores,
expresa la admiración por aquella perfección que el niño les atribuía.
El sentimiento de inferioridad tiene fuertes raíces eróticas. El niño se siente inferior cuando nota que no es amado, y
lo mismo le sucede al adulto. Pero lo principal de esto proviene del vínculo del yo con su superyó y, lo mismo que el
sentimiento de culpa, expresa la tensión entre ambos. Es difícil distinguir entre sentimiento de inferioridad y
sentimiento de culpa.
Su génesis desprende de un hecho biológico y otro psicológico: la prologada dependencia del humano con sus
progenitores y el complejo de Edipo. Ambos enlazan lo que se nos ha vuelto psicológicamente palpable de lo que se
llama lo superior en la vida humana. Por regla general, los padres y las autoridades obedecen en la educación del
niño a los preceptos de su propio superyó. No importa cómo se haya arreglado en ellos su yo con su superyó; en la
educación del niño se muestran rigurosos y han olvidado las dificultades de su propia infancia, están contentos de
poder identificarse ahora plenamente con sus propios padres. Así, el superyó del niño no se edifica en verdad según
el modelo de sus progenitores, sino según el superyó de ellos; se llena de todas las valoraciones perdurables que se
han reproducido por este camino a lo largo de las generaciones.
La humanidad nunca vive por completo en el presente; en las ideologías del superyó perviven el pasado, la tradición
de la raza y del pueblo, que sólo poco a poco ceden a los influjos del presente.
Una masa psicológica es una reunión de individuos que han introducido en su superyó la misma persona y se han
identificado entre sí en su yo sobre la base de esa relación de comunidad. Esa fórmula es válida solo para masas que
tienen un conductor.
A lo reprimido tenemos que atribuirle una intensa pulsión aflorante, un esfuerzo por penetrar en la conciencia. La
resistencia es una exteriorización del yo que en su tiempo llevó a cabo la represión y ahora quiere mantenerla. La
represión es la obra de ese superyó. Entonces, si se da el caso de que en el análisis al paciente no le deviene
consiente la resistencia, ello significa o que el superyó y el yo pueden trabajar de manera inconsciente en situaciones
importantísimas, o que sectores de ambos, del yo y el superyó mismos, son inconscientes. En cualquiera de esos dos
casos entendemos que superyó y consciente, por un lado, y reprimido e inconsciente, por el otro, en manera alguna
coinciden.
Grandes sectores del yo y del superyó pueden permanecer inconscientes (de manera normal). Esto significa que la
persona no sabe nada de sus contenidos y le hace falta cierto gasto de labor para hacerlos consientes.
Llamamos inconsciente a un proceso psíquico cuya existencia nos vemos precisados a suponer, porque lo deducimos
a partir de sus efectos, y del cual, empero, no sabemos nada. La mayoría de los procesos conscientes lo son solo por
breve lapso; pronto devienen latentes, pero pueden con facilidad devenir de nuevo conscientes.
Extraemos el derecho de declarar inconsciente también lo designado como latente: tomando en cuenta estas
constelaciones dinámicas, podemos distinguir dos clases de inconsciente: una que con facilidad, en condiciones que
se producen a menudo, se trasmuda en consciente, y otra que es difícil, se produce sólo mediante un gasto
considerable de labor, y aun es posible que no ocurra nunca.  Llamamos «pre-consciente» a lo inconsciente que es
sólo latente y deviene consciente con tanta facilidad, e «inconsciente» para lo otro. Ahora tenemos 3 términos: cc,
precc e icc, con los cuales podemos describir los fenómenos anímicos.
También hay que emplear la palabra «inconsciente» en un tercer sentido: tópico o sistemático, hablado de un
sistema de lo pre-consciente y de lo inconsciente, de un conflicto del yo con el sistema icc, y dejado que la palabra
cobrara cada vez más el significado de una provincia anímica, antes que el de una cualidad de lo anímico. El
descubrimiento de que también sectores del yo y el superyó son icc en el sentido dinámico nos permite ver que no
tenemos derecho a llamar “sistema inconsciente” al ámbito anímico ajeno al yo, pues la condición de inconsciente
no es un carácter exclusivamente suyo. Entonces ya no usaremos más “inconsciente”, y daremos el nombre de:
ELLO:
“El ello” expresa el carácter de ajenidad respecto del yo. Superyó, yo y ello son ahora los tres reinos, ámbitos,
provincias, en que descomponemos el aparato anímico de la persona.
Es la parte inaccesible de nuestra personalidad; lo poco que sabemos lo hemos averiguado mediante el estudio del
sueño y de la formación de síntomas neuróticos; tiene carácter negativo, sólo se puede describir por oposición
respecto del yo. Nos aproximamos al ello con comparaciones, una caldera llena de excitaciones borboteantes.
Imaginamos que en su extremo está abierto hacia lo somático, ahí acoge las necesidades pulsionales que en él hallan
su expresión psíquica. Con las pulsiones se llena de energía, pero no tiene ninguna organización, sólo el afán de
procurar satisfacción a las necesidades pulsionales con observancia del principio de placer. Mociones opuestas
coexisten unas junto a otras sin cancelarse entre sí ni debilitarse.
No hay nada que pueda equipararse a la negación; no se encuentra nada que corresponda a la representación del
tiempo y ninguna alteración del proceso anímico por el trascurso del tiempo.
Mociones de deseo que nunca han salido del ello, pero también impresiones que fueron hundidas en el ello por vía
de represión, son virtualmente inmortales, se comportan durante décadas como si fueran acontecimientos nuevos.
Sólo es posible discernirlas como pasado, desvalorizarlas y quitarles su investidura energética cuando han devenido
consientes por medio del trabajo analítico.
El ello no conoce valoraciones, ni el bien ni el mal, ni moral alguna. El factor económico o cuantitativo, íntimamente
enlazado con el principio de placer, gobierna todos los procesos. Investiduras pulsionales que piden descarga: eso es
todo en el ello.
Podemos indicar para el ello otras propiedades y no solo la de ser inconsciente, y disciernen la posibilidad de que
partes del yo y del superyó sean inconscientes sin poseer los mismos caracteres primitivos e irracionales.
YO:
Una caracterización del yo, es su nexo con la más externa pieza de superficie del aparato anímico, que llamamos
sistema P-Cc {percepción-conciencia}. Sistema que está volcado al mundo exterior, media las percepciones, y en el
curso de su función nace dentro de él el fenómeno de la conciencia. Es el órgano sensorial de todo el aparato,
receptivo para excitaciones que vienen de afuera, y las que provienen del interior de la vida anímica.
El yo es aquella parte del ello que fue modificada por la proximidad y el influjo del mundo exterior, instituida para la
recepción de estímulos y la protección frente a estos. El vínculo con el mundo exterior es decisivo para el yo; ha
tomado la tarea de subrogarlo ante el ello y por la salud del ello, que, en su ciego afán de satisfacción pulsional sin
consideración alguna por ese poder externo violentísimo, no escaparía al aniquilamiento. Para cumplir esta función,
el yo precipita una fiel copia del mundo externo en las huellas mnémicas de sus percepciones, apartar mediante la
actividad del examen de realidad lo que las fuentes de excitación interior han añadido a ese cuadro del mundo
exterior. Así ha destronado al principio de placer, que gobierna al ello, sustituyéndolo por el principio de realidad,
que promete seguridad y éxito.
El vínculo con el tiempo, es proporcionado al yo por el sistema percepción. Lo que singulariza al yo, a diferencia del
ello, es una tendencia a la síntesis de sus contenidos, a la reunión y unificación de sus procesos anímicos. El yo se
desarrolla desde la percepción de las pulsiones hasta su gobierno, alcanzado por la agencia representante de
pulsión. El yo subroga en la vida anímica a la razón y la prudencia.
El yo es sólo un fragmento del ello, alterado de manera acorde al fin por la proximidad del mundo exterior
amenazante. En el aspecto dinámico es endeble, ha tomado prestadas del ello sus energías, a través de métodos por
medio de los cuales sustrae al ello ulteriores montos de energía. Una de esas vías es, la identificación con objetos
conservados o resignados.
El yo acoge dentro de sí gran número de tales precipitados de antiguas investiduras de objeto. En el conjunto, el yo
se ve obligado a realizar los propósitos del ello, y cumple su tarea cuando descubre las circunstancias bajo las cuales
esos propósitos pueden alcanzarse lo mejor posible. En las investiduras de objeto el yo se ve obligado a realizar los
propósitos del ello, y cumple su tarea cuando descubre las circunstancias bajo las cuales esos propósitos pueden
alcanzarse (relación jinete – caballo).
El yo se ha divorciado de una parte del ello mediante resistencias de represión (de desalojo). Pero la represión no se
continúa en el interior del ello. Lo reprimido confluye con el resto del ello.
El yo sirve a tres severos amos (mundo exterior, superyó y ello), y se empeña en armonizar sus exigencias y
reclamos. Estas exigencias son siempre divergentes, e incompatibles; no es raro entonces que el yo fracase tan a
menudo en su tarea. Está amenazado por tres clases de peligros, frente a los cuales en caso de aprieto reacciona con
un desarrollo de angustia. En sus afanes por mediar entre el ello y la realidad se ve obligado con frecuencia a
disfrazar los mandamientos inconscientes del ello con sus racionalizaciones pre-conscientes, a encubrir los conflictos
del ello con la realidad.
Por otra parte, el riguroso superyó observa cada uno de sus pasos, le presenta determinadas normas de conducta, y
en caso de inobservancia lo castiga con los sentimientos de tensión de la inferioridad y de la conciencia de culpa.
El yo pugna por dominar su tarea económica, por establecer la armonía entre las fuerzas e influjos que actúan
dentro de él y sobre él. Cuando el yo se ve obligado a confesar su endeblez, estalla en angustia, angustia realista
ante el mundo exterior, angustia de la conciencia moral ante el superyó, angustia neurótica ante la intensidad de las
pasiones del ello.
No deben concebir esta separación de la personalidad en un yo, un superyó y un ello por fronteras tajantes, sino
como campos que se pierden unos en otros. La configuración de estas separaciones experimente variaciones en
diversas personas, y que se alteren en el curso de la función e involucionen temporariamente.
El  propósito de la terapia es fortalecer al yo, hacerlo más independiente del superyó, ensanchar su campo de
percepción y ampliar su organización de manera que pueda apropiarse de nuevos fragmentos del ello.

“CONFERENCIA 32: ANGUSTIA Y VIDA PULSIONAL” – Freud.


Angustia: estado afectivo; reunión de determinadas sensaciones de la serie placer-displacer con las correspondientes
inervaciones de descarga y su percepción.
Angustia toxica: nacimiento; deja huellas mnémicas.
Angustia realista: reacción lógica frente al peligro; la atención sensorial incrementada y presenta tensión motriz, a
partir de este estado se desarrolla la reacción de angustia, y hay dos posibles desenlaces en él: la repetición de la
vivencia traumática (como señal) y entonces logra adaptarse a la nueva situación de peligro, o lo antiguo prevalece,
toda reacción se agota en el desarrollo de angustia, y el estado afectivo resulta paralizante y desacorde con el fin
para el presente.
Angustia neurótica: enigmática porque es carente de fin; la observamos bajo 3 clases de constelaciones:
1. Como un estado de angustia libremente flotante, pronto a enlazarse de manera pasajera con cada nueva
posibilidad que emerja (angustia expectante).
2. Ligada a determinados contenidos de representación en las fobias.
3. La angustia que acompaña a síntomas o emerge de manera independiente como ataque o como estado de
prolongada permanencia, pero siempre sin que se le descubra fundamento en un peligro externo.
La causa más común de la neurosis de angustia es la excitación frustrada. Se provoca una excitación libidinosa, pero
no se satisface, entonces esta libido emerge el estado de angustia (fobias: transmudación directa de la libido; hay un
desplazamiento y la angustia se da frente a una situación externa, gana con ello protegerse mejor de un peligro
externo, pero es difícil huir de un peligro interno).
De la angustia en la historia hacemos responsable al proceso de represión. La representación experimenta la
represión y llegado el caso es desfigurada hasta que se vuelve irreconocible; pero su monto de afecto es mudado en
angustia sin que importe, trate de agresión o amor.
Vinculo entre el desarrollo de angustia y la formación del síntoma: la angustia es lo primero, y la formación del
síntoma posterior, como si los síntomas fueran creados para evitar el estallido del estado de angustia.
Conexión entre angustia realista y neurótica: aquello a lo cual se tiene miedo es la propia libido. La diferencia con la
situación de la angustia realista reside en que el peligro es interno en vez de externo, y que no se discierne
conscientemente.
La angustia es como estado afectivo la reproducción de un antiguo evento peligroso; está al servicio de la auto
conservación y es una señal de un nuevo peligro; se genera a partir de una libido que de algún modo se ha vuelto
inaplicable; la formación de síntoma la revela, la liga psíquicamente; se siente que falta algo que unifique los
fragmentos.
Solo el yo puede producir y sentir la angustia. Las 3 principales angustias (realista, neurótica y de conciencia moral)
están referidas a los 3 vasallajes del yo.
No es la represión la que crea a la angustia, sino que la angustia esta primero ahí. Es la angustia la que crea a la
represión.
Angustia frente a un peligro exterior (angustia realista): el varón siente angustia ante una exigencia de su libido, el
amor a su madre; pero ese enamoramiento le aparece como un peligro interno, del que sebe sustraerse mediante la
renuncia a ese objeto, solo porque convoca una situación de peligro externo. Ese peligro real es el castigo de la
castración; lo decisivo es que el peligro amenace de afuera y el niño crea en el (complejo de Edipo). La angustia
frente a la castración es uno de los motores más frecuentes e intensos de la represión y, con ello, de la formación de
neurosis. La mujeres no tienen angustia de castración, en su reemplazo aparece la angustia a la pérdida del amor. Si
la madre está ausente, la satisfacción de las necesidades de este ya no es segura, y queda expuesto a los
sentimientos de tensión (en el fondo es la originaria angustia de nacimiento).
La vivencia de angustia del nacimiento es el arquetipo de todas las situaciones posteriores de peligro. En verdad, a
cada edad del desarrollo le corresponde una determinada condición de angustia, y por tanto una situación de
peligro, como la adecuada a ella. El peligro del desvalimiento psíquico conviene al estadio de la temprana inmadurez
del yo; el peligro de la pérdida del objeto (de amor), a la heteronomía de la primera infancia; el peligro de castración
a la fase fálica; y la angustia ante el superyó, angustia que cobra una posición particular, al periodo de latencia. A
medida que avanza el desarrollo, las antiguas angustias tienen que ser abandonadas. Pero esto ocurre de manera
incompleta. Son muchos los seres humanos que no pueden superar la angustia ante la pérdida de amor y continúan
su conducta infantil. La angustia ante el superyó no está normalmente destinada a extinguirse, pues es indispensable
en las relaciones sociales como angustia de la conciencia moral (normal). Las personas neuróticas son infantiles en su
conducta hacia el peligro y no han superado condiciones de angustia anticuadas.
Proceso de represión bajo el influjo de la angustia: es que el yo nota que la satisfacción de una exigencia pulsional
convocaría situaciones de peligro. Por tanto, esa investidura pulsional debe ser cancelada. En la represión la moción
pulsional sigue siendo nativa del ello y el yo se siente endeble. Entonces el yo recurre a una técnica idéntica a la del
pensar normal (obrar tentativo con pequeños volúmenes de investidura). Así, el yo anticipa la satisfacción de la
moción pulsional dudosa y le permite reproducir las sensaciones de displacer que corresponden al inicio de la
situación de peligro temida. Así se pone en juego el principio de placer-displacer. Hay que distinguir lo que a raíz de
la represión sucede en el yo y el ello: o el ataque de angustia se desarrolla plenamente y el yo se retira por completo
de la excitación chocante, o el yo lo hace con una contra-investidura, y esta se conjuga con la formación de síntomas
o es acogida en el interior del yo como formación reactiva.
La carga libidinosa que acontece del ello tienen destinos diversos (ya no podemos sostener que la energía era
mudada en angustia por la represión). Y estamos autorizados a modificar que el principio de placer-displacer
intervenga en la represión, principio puesto en movimiento por la señal de angustia. Este principio rige los procesos
en el interior del ello provocando alteraciones muy profundas. La represión conlleva muy diversos resultados: la
moción pulsional reprimida puede retener su investidura libidinal; otras veces parece sobrevenirle una destrucción
completa; o se produce una degradación libidinal, una regresión de la organización libidinal a un estadio anterior.
A su vez, el yo consigue influir sobre los procesos del ello. El yo ejerce ese influjo cuando por medio de la señal de
angustia pone en actividad al casi omnipotente principio de placer-displacer.
La angustia neurótica se ha mudado bajo nuestras manos en angustia realista, en angustia ante determinadas
situaciones externas de peligro. Lo peligroso es lo que esas situaciones de peligro ocasionen en la vida anímica.
Factor traumático: es un estado de displacer en que fracasan los empeños del principio de placer; entonces a través
de la serie angustia neurótica (angustia realista) situación de peligro llegamos a este enunciado: lo temido, el asunto
de la angustia, es en casa caso la emergencia de un factor traumático que no pueda ser tramitado según la norma
del principio de placer. El hecho de estar dotados del principio de placer no nos pone a salvo de daños objetivos, sino
solo de un daño determinado a nuestra economía psíquica.
Solo la magnitud de la suma de excitación convierte a una impresión en un factor traumático, paraliza la operación
del principio de placer, confiere su significatividad a la situación de peligro. Y solo las represiones mas tardías
muestran el mecanismo que hemos descrito, en que la angustia es despertada como señal de una situación anterior
de peligro; las primeras y originarias nacen directamente a raíz del encuentro del yo con una exigencia libidinal
hipertrófica proveniente de factores traumáticos; ellas crean su angustia como algo nuevo, es verdad que según el
arquetipo del nacimiento.
Ya no afirmaremos que sea la libido misma la que se muda entonces en angustia. Origen doble de la angustia: como
consecuencia directa del factor traumático y como señal de que amenaza la repetición de un factor así.

Doctrina de pulsiones: nuestra mitología; no podemos prescindir ni un instante de ellas, y sin embargo nunca
estamos seguros de verlas con claridad. Al comienzo distinguimos dos pulsiones principales, según las dos grandes
necesidades: hambre y amor. El individuo vivo sirve a dos propósitos: su propia conservación y la de la especie. En
este punto, se cultiva una psicología biológica. Como subrogadoras de esta concepción, se introdujeron las
“pulsiones yoicas” (incluyen todo lo que tiene que ver con la conservación, la afirmación, el engrandecimiento de la
persona) y las “pulsiones sexuales” (les conferimos la vida sexual infantil y la perversa). Nuestro estudio primero
fueron solo las pulsiones sexuales, cuya energía denominamos “libido”. En torno de ellas aclaramos nuestras
representaciones sobre lo que era una pulsión y lo que podíamos atribuirle.
Pulsión: proviene de fuentes de estimulo situadas en el interior del cuerpo, actúa como una fuerza constante y la
persona no puede sustraérsele mediante la huida. La fuente es un estado de excitación en lo corporal; la meta, la
cancelación de esa excitación, y en el camino que va de la fuente a la meta la pulsión adquiere eficacia psíquica. La
meta puede alcanzarse en el cuerpo propio, pero por regla general se interpone un objeto exterior en que la pulsión
logra su meta externa; su meta interna sigue siendo la alteración del cuerpo sentida como satisfacción.
Sublimación: modificación de la meta y cambio de vía del objeto en la que interviene nuestra valoración social.
De meta inhibida: mociones pulsionales de meta inequívoca, que sobrevienen una duradera investidura de objeto y
una aspiración continua (ej: vínculos de ternura).
Las pulsiones sexuales tienen una gran plasticidad, tienen la capacidad de cambiar de vía sus metas; sustituyen una
satisfacción pulsional por otra, de las cuales las pulsiones de meta inhibida son un buen ejemplo. En cambio, las
pulsiones de auto-conservación son inflexibles, son imperativas de manera muy diversa y tienen una relación
enteramente distinta tanto con la represión como con la angustia (están relacionadas al hambre y la sed).
Antes de una pulsión sexual, vemos un gran número de pulsiones parciales, provenientes de diversas partes y
regiones del cuerpo (placer de órgano); de esto desprenden las zonas erógenas: oral, anal, fálica, y genital.
Abraham: probó que en la fase sádico-anal pueden distinguirse dos estados. En el primero reinan las tendencias
destructivas de aniquilar y perder, en el segundo las de guardar y poseer. Igualmente sucede en la fase oral, en el
primer subestadio se trata de la incorporación oral, y el segundo estadio, está caracterizado por la emergencia de la
actividad de morder (designado como oral-sádico). Ahora traigan a su memoria lo que tenemos acerca del nexo
entre fijación libidinal, predisposición y regresión.
Ahora nuestra atención se dirige a los hechos que nos muestran cuanto de aquella fase anterior se ha conservado
junto a las configuraciones posteriores y tras ellas, se procura una subrogación duradera en la economía libidinal y
en el carácter de la persona. A menudo ocurren regresiones a fases anteriores, y estas miasma son características de
determinadas formas de enfermedad.
En el curso de los estudios sobre las fases pregenitales de la libido obtuvimos intelecciones sobre la formación del
carácter: orden, ahorratividad y terquedad, son propiedades que provienen del consumo y del empleo diverso de su
erotismo anal. Hablamos entonces de un carácter anal.
Nuestra teoría de la libido tuvo al comienzo, la oposición entre pulsiones yoicas y pulsiones sexuales.  Cuando más
tarde estudiamos mejor al yo, y nos posicionamiento desde el punto de vista del narcisismo, ese distingo perdió el
suelo en que se asentaba.
El narcisismo no es sino una exageración extrema de un estado de cosas normal. Se entiende que el yo es siempre el
principal reservorio de la libido; de el parten las investiduras libidinosas de los objetos, y a él regresan, la parte
mayor de esa libido permanece de manera continua dentro del yo. Sin cesar se trasmuda libido yoica en libido de
objeto, y libido de objeto en yoica. Pero entonces ellas no pueden ser de diferente naturaleza, no tiene sentido
separar la energía de una y otra, y es posible abandonar la designación “libido” o usarla como equivalente de energía
psíquica general.
Pero, la doctrina de las pulsiones; tambien descansa en consideraciones biológicas; suponemos que existen dos
clases de pulsiones de diferente naturaleza: las pulsiones sexuales (Eros) y las pulsiones de agresión, cuya meta es la
destrucción.  ¿Por qué nosotros mismos tardamos tanto antes de decidirnos a reconocer una pulsión de agresión,
por qué vacilamos en utilizar para la teoría unos hechos que eran manifiestos y notorios para todo el mundo?
Porque incluirla en la constitución humana, contradice demasiadas premisas religiosas y convenciones sociales.
La «bondad» de la naturaleza humana es una de esas miserables ilusiones que, embellecerán y aliviarán la vida,
cuando en realidad sólo hacen daño. En efecto,  hemos propiciado el supuesto de una particular pulsión de agresión
y destrucción en el ser humano  sobre la base de consideraciones generales a que nos llevó la apreciación de los
fenómenos del sadismo, cuando la satisfacción sexual se anuda a la condición de que el objeto sexual padezca
dolores, maltratos y humillaciones (nexo con la masculinidad), y del masoquismo, cuando la necesidad consiste en
ser uno mismo ese objeto maltratado (nexo con la feminidad). Sadismo y masoquismo son fenómenos enigmáticos
para la teoría de la libido y muy en particular el masoquismo.
En el sadismo y el masoquismo nos las habernos con dos destacados ejemplos de la mezcla entre ambas clases de
pulsión, del Eros con la agresión, y ahora adoptamos el supuesto de que ese nexo es paradigmático, de que todas las
mociones pulsionales que podemos estudiar consisten en tales mezclas de las dos variedades de pulsión, desde
luego que en las más diversas proporciones. Entonces, las pulsiones eróticas introducirían en la mezcla la diversidad
de sus metas sexuales, en tanto que las otras sólo consentirían aminoramientos y matices de su monocorde
tendencia.
Volvamos al  masoquismo: tiene por meta la destrucción de sí. Si respecto de la pulsión de destrucción también es
válido que el yo (pero más bien el ello) incluye dentro de sí todas las mociones pulsionales, obtenemos la concepción
de que el masoquismo es más antiguo que el sadismo (este es la pulsión de destrucción vuelta hacia afuera) que así
cobra el carácter de la agresión. Algún tanto de la pulsión de destrucción originaria puede permanecer en el interior;
sólo podemos percibirla bajo dos condiciones: que se haya conectado con pulsiones eróticas para formar el
masoquismo o que se vuelva hacia el mundo exterior como agresión. En este punto se nos impone la posibilidad de
que la agresión no pueda hallar satisfacción en el mundo exterior por chocar con impedimentos reales. Si esto
sucede, vuelve atrás y multiplica la escala de la autodestrucción  que reina en lo interior.
Una agresión impedida parece implicar grave daño; las cosas se presentan de hecho como si debiéramos destruir a
otras personas o cosas para no destruirnos a nosotros mismos, para ponernos a salvo de la tendencia a la
autodestrucción.
Pulsión de autodestrucción: las pulsiones no rigen sólo la vida anímica, sino también la vegetativa, y estas pulsiones
orgánicas muestran un rasgo que merece interés: se revelan como unos afanes por reproducir un estado anterior.
Suponemos que en el momento mismo en que uno de esos estados, ya alcanzado, sufre una perturbación, nace una
pulsión a recrearlo y produce fenómenos como la compulsión de repetición. Así, se extiende una capacidad para
formar de nuevo órganos perdidos, y la pulsión de sanar, se producen bajo el imperio de la compulsión de
repetición, que expresa la naturaleza conservadora de las pulsiones. Las vivencias olvidadas y reprimidas de la
primera infancia se reproducen en el curso del trabajo analítico en sueños y reacciones, particularmente en las
transferencias, y que su despertar contraríe el interés del principio de placer y en estos casos una compulsión de
repetición se impone incluso mas allá del principio de placer. Hay personas que durante su vida repiten siempre las
mismas reacciones en su perjuicio, o que parecen perseguidas por un destino implacable, cuando en verdad son ellas
mismas quienes sin saberlo se deparan ese destino (carácter “demoniaco” de la compulsión a la repetición).
¿En qué contribuirá este rasgo conservador de las pulsiones para entender nuestra autodestrucción? ¿Qué estado
anterior querría reproducir una pulsión como esta? Si alguna vez la vida surgió de la materia inanimada, tiene que
haber nacido en ese momento, una pulsión que quisiera volver a cancelarla, reproducir el estado inorgánico. Y si
ahora discernimos en esa pulsión la autodestrucción, estamos autorizados a concebir esta última como expresión de
una pulsión de muerte que no puede estar ausente de ningún proceso vital. Entonces las pulsiones se nos separan
en estos dos grupos: las eróticas, que quieren aglomerar cada vez más sustancia viva en unidades mayores, y las
pulsiones de muerte, que contrarían ese afán y reconducen lo vivo al estado inorgánico. De la acción eficaz
conjugada y contraria de ambas surgen los fenómenos de la vida, a que la muerte pone término.
Admitimos dos pulsiones básicas, y dejamos a cada una su propia meta. Averiguar cómo se mezclan ambas en el
proceso vital, cómo la pulsión de muerte es puesta al servicio de los propósitos de Eros, sobre todo en su vuelta
hacia afuera en calidad de agresión, tareas reservadas a la investigación futura.

El punto de partida de estas reflexiones sobre la doctrina de las pulsiones: es la impresión de que el paciente, que
ofrece la resistencia, muchas veces nada sabe de ella. Y no solo la resistencia le es inconsciente; también los motivos
de ella. Nos vimos precisados a investigar esos motivos, y lo hayamos, en una intensa necesidad de castigo que solo
podíamos clasificar entre los deseos masoquistas. Se satisface con el padecimiento que la neurosis conlleva, y por
eso se aferra a la condición de enfermo.
Necesidad inconsciente de castigo: se comporta como un fragmento de la consciencia moral, la continuación en lo
inconsciente; por tanto, ha de tener el mismo origen que esta y corresponder a una porción de agresión interiorizada
por el superyó. En la institución primera del superyó, es indudable que para dotación de esa instancia se empleo el
fragmento de agresión hacia los padres que el niño no pudo descargar hacia afuera a consecuencia de su fijación de
amor, así como de las dificultades externas. Es muy posible que a raíz de ocasiones posteriores para sofocar la
agresión, la pulsión tome el mismo camino que se le abrió en aquel punto temporal decisivo.
Las personas en quienes es hiper-potente ese sentimiento inconsciente de culpa se delatan en el tratamiento
analítico por la relación terapéutica negativa. Los no analistas dirían que le falta la “voluntad de curarse”; según el
pensamiento analítico, esa conducta es una exteriorización del sentimiento inconsciente de culpa, al cual se
acomoda la condición de enfermo con su padecimiento y sus impedimentos.

“DUELO Y MELANCOLIA” – Freud.


Melancolía y duelo: son coincidentes las influencias de la vida que los ocasionan.
Duelo: es la reacción frente a la pérdida de una persona amada o de una abstracción que haga sus veces, como la
patria, la libertad, un ideal. A pesar que el duelo trae consigo graves desviaciones de conductas, no es considerado
un estado patológico ya que se confía que pasado cierto tiempo se lo superará, y se juzga inoportuno y dañino
perturbarlo.
A raíz de idénticas influencias, en algunas personas se observa, en vez de duelo, melancolía (disposición enfermiza).
Melancolía: se singulariza en lo anímico por una desazón profundamente dolida, una cancelación del interés por el
mundo exterior, la pérdida de la capacidad de amar, la inhibición de toda productividad y una rebaja en el
sentimiento de sí que se exterioriza en auto-reproches y auto-denigraciones y se extrema hasta una delirante
expectativa de castigo.
El duelo muestra los mismos rasgos, excepto uno: la perturbación del sentimiento de sí; pero en todo lo demás es lo
mismo. El duelo pesaroso, la reacción frente a la pérdida de una persona amada, contiene idéntico talante dolido, la
pérdida del interés por el mundo exterior, la pérdida de la capacidad de escoger algún nuevo objeto de amor, el
extrañamiento de cualquier trabajo productivo que no tenga relación con la memoria del muerto. La inhibición y
agotamiento del yo se entregan incondicionalmente al duelo, por ende esta conducta no es patológica.
El trabajo del duelo:
El examen de realidad ha mostrado que el objeto amado ya no existe más, y de él emana ahora la exhortación de
quitar toda libido de sus enlaces con ese objeto. A ello se opone una comprensible renuencia (el hombre no
abandona de buen grado una posición libidinal), ésta puede alcanzar tal intensidad que produzca un extrañamiento
de la realidad y una retención del objeto por vía de una psicosis alucinatoria de deseo. Lo normal es que prevalezca
el acatamiento de la realidad. Pero la orden que esta imparte no puede cumplirse enseguida. Se ejecuta pieza por
pieza con un gran gasto de tiempo y de energía de investidura, y entretanto el objeto perdido continúa en lo
psíquico. Los recuerdos y las expectativas en que la libido se anudaba al objeto son clausurados, sobre-investidos y
en ellos se consuma el desasimiento de la libido (proceso sumamente doloroso). Una vez cumplido el trabajo del
duelo el yo se vuelve otra vez libre y desinhibido.
El trabajo de la melancolía:
También puede ser reacción frente a la pérdida de un objeto amado, puede reconocerse que esa pérdida es de
naturaleza más ideal. El objeto tal vez no está realmente muerto pero se perdió como objeto de amor (ej: novia
abandonada). Y en otras circunstancias no atinamos a discernir con precisión lo que se perdió, y podemos pensar
que el enfermo tampoco puedo apresar en su conciencia lo que ha perdido. Este caso podría presentarse, cuando él
sabe a quién perdió, pero no lo que perdió en él. Esto nos llevaría a referir la melancolía a una pérdida de objeto
sustraída de la conciencia, a diferencia del duelo, en el cual no hay nada inconsciente en lo que atañe a la pérdida.
El melancólico nos muestra algo que falta en el duelo: una extraordinaria rebaja en su sentimiento yoico, un enorme
empobrecimiento del yo. En el duelo el mundo se ha hecho pobre y vacío, en la melancolía, eso le ocurre al yo
mismo. El enfermo nos describe a su yo como indigno, estéril y moralmente despreciable, se hace reproches, se
denigra y espera repulsión y castigo. Se humilla ante todos los demás y conmisera a sus familiares por tener lazos
con una persona tan indigna, extiende su autocrítica al pasado, asevera que nunca fue mejor. El cuadro de este
delirio de insignificancia se completa con el insomnio, la repulsa del alimento y un desfallecimiento de la pulsión que
compele a todos los seres vivos a aferrarse a la vida.
Seria infructuoso oponérsele al enfermo que promueve contra su yo tales querellas. Todo lo falto de interés, todo lo
incapaz de amor y de trabajo que él dice es secundario; es la consecuencia de ese trabajo interior que devora a su
yo, un trabajo que desconocemos, comparable al del duelo. No hay duda de que el que se autocritica
extremadamente, y lo manifiesta ante otros está enfermo, diga la verdad o sea más o menos injusto consigo mismo.
Al melancólico le falta la vergüenza en presencia de los otros, se nota un rasgo opuesto, el de una franqueza que se
complace en el desnudamiento de sí mismo. Lo esencial no es que el melancólico tenga razón en su penosa rebaja
de sí mismo o hasta donde coincide con el juicio de los otros; más bien importa que este describiendo
correctamente su situación psicológica.
La melancolía nos permitió observar la constitución del yo: vemos que una parte del yo se contrapone a la otra, la
aprecia críticamente, la toma por objeto. Lo que aquí se nos da a conocer es la instancia de la consciencia moral. El
cuadro nosológico de la melancolía destaca el desagrado moral con el propio yo por encima de otras tachas:
quebranto físico, fealdad, debilidad, inferioridad social, rara vez son objeto de esa apreciación que el enfermo hace
de sí mismo, sólo el empobrecimiento ocupa un lugar privilegiado entre sus temores o aseveraciones.
Siguiendo la analogía con el duelo, deberíamos inferir que él ha sufrido una perdida en el objeto; pero de sus
declaraciones surge una perdida en su yo: las querellas que el paciente se dirige, se adecuan muy poco a su propia
persona y muchas veces, se ajustan a otra persona a quien el enfermo ama, ha amado o amaría. Así, se tiene en la
mano la clave del cuadro clínico si se disciernen los auto-reproches como reproches contra un objeto de amor, que
desde este han rebotado sobre el yo propio.
Entre los auto-reproches revertidos hay diseminados algunos genuinos, pudieron abrirse paso porque ayudan a
encubrir a los otros y a imposibilitar el conocimiento de la situación. Sus quejas son realmente querellas. Ellos no se
avergüenzan ni se ocultan: todo eso rebajante que dicen de sí mismos en el fondo lo dicen de otro; pero no dan
prueba de esto, más bien son martirizadores extremos, se muestran siempre como afrentados y como si hubieran
sido objeto de una gran injusticia.
Reconstrucción del proceso de la melancolía:
Hubo una elección de objeto, una ligadura de la libido a una persona; por obra de una afrenta real o un desengaño
de la persona amada sobrevino un sacudimiento de ese vínculo de objeto. El resultado no fue el normal (quite de la
libido de ese objeto y su desplazamiento a uno nuevo), sino que la investidura de objeto resultó poco resistente, fue
cancelada, la libido libre no se desplazó sino que se retiró sobre el yo. Pero ahí sirvió para establecer una
identificación del yo con el objeto resignado. La sombra del objeto cayó sobre el yo, quien pudo ser juzgado por una
instancia como un objeto, como el objeto abandonado. La pérdida del objeto hubo de mudarse en una pérdida del
yo, y el conflicto entre el yo y la persona amada, en una bipartición entre el yo crítico y el yo alterado por
identificación.
Condiciones para que se dé la melancolía: tiene que haber existido, por un lado, una fuerte fijación en el objeto de
amor y, por el otro y en contradicción, una escasa resistencia de la investidura de objeto. Según Otto Rank, esta
contradicción exige que la elección de objeto se haya cumplido sobre una base narcisista, la investidura de objeto
pueda regresar al narcisismo si tropieza con dificultades. La identificación narcisista con el objeto se convierte en el
sustituto de la investidura de amor, lo cual trae por resultado que el vínculo de amor no deba resignarse a pesar del
conflicto con la persona amada (mecanismo que corresponde a la regresión desde un tipo de elección de objeto al
narcisismo originario, y en otro lado, a la identificación que es la etapa previa de la elección de objeto y es el primer
modo, ambivalente, como el yo distingue a un objeto).
La inferencia que la disposición a contraer melancolía se remite al predominio del tipo narcisista de elección de
objeto, aun no ha sido confirmada. Pero si pudiéramos suponer que es así, no vacilaríamos en incluir dentro de la
característica de la melancolía la regresión desde la investidura de objeto hasta la fase oral de la libido que pertenece
todavía al narcisismo.
La melancolía toma prestadas partes del duelo y de la regresión desde la elección narcisista de objeto hasta el
narcisismo. La pérdida real del objeto de amor, depende de la condición de la persona si es normal o patológico:
1. Disposición a la neurosis obsesiva: el conflicto de ambivalencia presta al duelo una confirmación patológica y
lo exterioriza en forma de auto-reproches, que uno mismo es culpable de la pérdida del objeto de amor, es
decir, que la quiso. Las ocasiones de la melancolía abarcan todas las situaciones de afrenta, menosprecio y
desengaño, y puede instalarse en el vínculo una oposición entre amor y odio o reforzarse una ambivalencia
preexistente.
2. Identificación narcisista: si el amor por el objeto se refugia en la identificación narcisista, el odio se ensaña
con ese objeto sustitutivo insultándolo, denigrándolo, haciéndolo sufrir y ganando en este sufrimiento una
satisfacción sádica. Este auto-martirio de la melancolía, gozoso, es un fenómeno importante porque se
satisface de tendencias sádicas y odio que recaen sobre el objeto y han experimentado una vuelta hacia la
persona propia.
En ambas afecciones los enfermos logran, por auto-punición, desquitarse de los objetos originarios y martirizar a sus
amores a través de su condición de enfermos (no directamente). La investidura de amor del melancólico en relación
con su objeto tiene un destino doble: una parte a regresado a la identificación, y otra, bajo la influencia del conflicto
de ambivalencia, fue trasladada hacia atrás, hacia la etapa del sadismo.
Este sadismo nos revela el enigma de la inclinación al suicidio por la cual la melancolía es tan interesante y peligrosa
(la vida pasa por un amor gigante al yo mismo, a la autodestrucción). El análisis de la melancolía nos enseña que el
yo sólo puede darse muerte si en virtud del retroceso de la investidura de objeto puede tratarse a sí mismo como un
objeto, si dirige contra sí mismo esa hostilidad que recae sobre un objeto. En el suicidio, el yo, es sojuzgado por el
objeto.
En la melancolía, el predominio de la angustia de empobrecimiento, deriva del erotismo anal arrancando de sus
conexiones y mudado en sentido regresivo.
En el duelo, se necesita tiempo para ejecutar la orden que dimana del examen de realidad; y cumplido ese trabajo, el
yo ha liberado su libido del objeto perdido. Un trabajo análogo podemos suponer que ocupa el yo durante la
melancolía; nos falta la comprensión económica del proceso. El complejo melancólico se comporta como una herida
abierta, atrae hacia sí desde todas partes energías de investidura y vacía al yo hasta el empobrecimiento total.
La peculiaridad de la melancolía, es su tendencia a volverse del revés en la manía, un estado que presenta los
síntomas opuestos. Dos puntos de apoyo:
1. Impresión psicoanalítica: la manía no tiene un contenido diverso de la melancolía, ambas pugnan con el
mismo complejo, al que el yo sucumbe en la melancolía, mientras que en la manía lo ha dominado o lo ha
hecho a un lado.
2. Experiencia económica general: en todos los estados de alegría o triunfo, que nos ofrece la manía, puede
reconocerse idéntica conjunción de condiciones económicas. Entra en juego un influjo externo por el cual un
gasto psíquico grande, mantenido por largo tiempo o realizado a modo de un hábito, se vuelve superfluo, y
queda disponible para múltiples aplicaciones y descargas. La manía es un triunfo donde queda oculto para el
yo eso que él ha vencido y sobre lo cual triunfa. En la borrachera alegre, se cancelan, por vía toxica, unos
gastos de represión. En el interior de la vida anímica se ha cumplido la mencionada condición económica, y
por eso se esta tan alegre y tan desinhibido en el obrar.
En la manía el yo tiene que haber vencido a la pérdida del objeto, y queda disponible todo el monto de contra-
investidura que el sufrimiento dolido de la melancolía había atraído sobre sí desde el yo y había ligado.
El duelo normal vence la pérdida del objeto y mientras persiste absorbe de igual modo todas las energías del yo.
¿Por qué después que transcurrió no se establece también en él, la condición económica para una fase de triunfo?
Una posible conjetura es: el objeto ya no existe más; y el yo se deja llevar por la suma de satisfacciones narcisistas
que le da el estar con vida y desata su ligazón con el objeto aniquilado. La representación cosa inconsciente del
objeto es abandonada por la libido, pero esta representación se apoya en incontables representaciones singulares
(huellas inconscientes), y la ejecución de ese quite de libido no es instantáneo, sino como en el duelo, es lento. Ese
carácter es adscribible a la melancolía de igual modo que al duelo; se apoya en las mismas proporciones económicas
y sirve a idénticas tendencias. Esa desatadura es tan lenta que, al terminar el trabajo, también se ha disipado el gasto
que requería.
En la melancolía la relación con el objeto no es simple, la complica el conflicto de ambivalencia. Esta es inherente a
todo vínculo de amor de este yo, o nace de las vivencias que conllevan la amenaza de la pérdida del objeto. En ella
hay una multitud de batallas parciales por el objeto, enfrentándose odio y amor, el primero pugna por desatar la
libido del objeto, y el otro por salvar del asalto esa posición libidinal, estas batallas parciales se encuentran situadas
en el inconsciente. La ambivalencia constitucional pertenece a lo reprimido, mientras que las vivencias traumáticas
con el objeto pueden haber activado otro material reprimido. De estas batallas de ambivalencia todo se sustrae de la
conciencia hasta que sobreviene el desenlace de la melancolía. Este consiste, en que la investidura libidinal
abandona finalmente al objeto, solo para retirarse al lugar del yo del cual había partido. De este modo el amor se
sustrae de la cancelación por su huida al interior del yo. Tras esta regresión de la libido, el proceso puede venir
consiente y se representa ante la conciencia como un conflicto entre una parte del yo y la instancia critica.
Lo que la consciencia experimenta del trabajo melancólico no es la parte esencial de este. Vemos que el yo se
menosprecia y se enfurece contra sí mismo. Es más bien la pieza inconsciente del trabajo a la que podemos adscribir
una operación tal; en efecto, discernimos el trabajo de la melancolía y el del duelo.
El duelo mueve al yo a renunciar al objeto declarándoselo muerto y ofreciéndole como premio el permanecer con
vida, de igual modo cada batalla parcial de ambivalencia afloja la fijación de la libido al objeto desvalorizado,
rebajándolo y victimándolo. De esa manera se da la posibilidad de que el pleito se termine dentro del inconsciente.
Esta concepción del trabajo melancólico no nos proporciona la explicación para derivar de la ambivalencia que reina
en la melancolía la condicione económica merced a la cual, sobreviene la manía.
De las tres premisas de la melancolía: perdida del objeto, ambivalencia y regresión de la libido al yo, a las 2 primeras
las reencontramos en los reproches obsesivos tras acontecimientos de muerte. Ahí es la ambivalencia el resorte del
conflicto, y expirado este, no resta nada parecido al triunfo de una complexión maniaca. Nos vemos remitidos, al
tercer factor como el único eficaz. Aquella acumulación de investidura antes ligada que se libera al término del
trabajo melancólico y posibilita la manía tiene que estar en trabazón estrecha con la regresión de la libido al
narcisismo. El conflicto en el interior del yo, que recibe la melancolía como canje de la lucha con el objeto, tiene que
operar como una herida dolorosa que exige una contra-investidura grande en extremo.

“INHIBICION, SINTOMA Y ANGUSTIA” – Freud.


Angustia: es algo sentido; estado afectivo; como sensación tiene un carácter displacentero, pero ello no agota su
cualidad (no a todo lo displacentero podemos llamarlo angustia), esta ha de tener otras cualidades.
Fisiología de la angustia: su carácter displacentero lo percibimos a través de sensaciones corporales determinadas
que referimos a ciertos órganos: órganos respiratorios y corazón. Y además participan inervaciones motrices, que
son procesos de descarga.
Distinguimos entonces:
1. Carácter displacentero especifico.
2. Acciones de descarga.
Diferencia respecto de los estados de duelo y dolor.
3. Percepciones de estas.
La angustia es un estado displacentero particular con acciones de descarga que siguen determinadas vías. En la base
de la angustia hay un incremento de excitación, que da lugar al carácter displacentero y es aligerado mediante las
descargas mencionadas.
Factor histórico: el estado de angustia es la reproducción de una vivencia que reunió las condiciones para un
incremento del estimulo como el señalado y para la descarga por determinadas vías, a raíz de lo cual, el displacer de
la angustia recibió su carácter especifico (ej. Nacimiento).
La angustia es una reacción inherente a todos los organismos. Por tanto, existe angustia sin el arquetipo del
nacimiento. Justamente porque la angustia tiene una función desde el punto de vista biológico: esta se genero como
reacción frente a un estado de peligro; en lo sucesivo se la reproducirá cuando un estado semejante vuelva a
presentarse. Empero, las inervaciones del estado de angustia originado probablemente tuvieron pleno sentido y
fueron adecuadas al fin, en un todo como las acciones musculares del primer ataque histérico. Desde luego, este
acuerdo a fines falta en la posterior reproducción del estado de angustia en calidad de afecto, como también en el
ataque histérico repetido. Por lo tanto, cuando un individuo cae en una nueva situación de peligro, fácilmente puede
volverse inadecuado al fin que responda con el estado de angustia, reacción frente a un peligro anterior, en vez de
emprender la reacción que sería la adecuada ahora.
Entonces, hay dos posibilidades de emergencia de la angustia: una desacorde con el fin, en una situación nueva de
peligro; otra acorde con el fin, para señalarlo y prevenirlo.
“Peligro”: sabemos lo que ello significa en la realidad, pero psicológicamente no nos dice nada. El peligro del
nacimiento carece aún de todo contenido psíquico. El feto nada sabe sobre la posibilidad de que el proceso
desemboque en un aniquilamiento vital, no puede notar más que una enorme perturbación en la economía de su
libido narcisista. Grandes sumas de excitación producen sensaciones de displacer; muchos órganos se conquistan
elevadas investiduras, lo cual es una suerte de preludio de la investidura de objeto que pronto se iniciara.
“Situación de peligro”: el neonato repetirá el afecto de angustia en todas las situaciones que le recuerden el suceso
del nacimiento. Pero el punto decisivo es averiguar de que y debido a que es recordado. No nos queda otra cosa que
estudiar las ocasiones a raíz de las cuales el lactante o el niño de corta edad se muestra pronto al desarrollo de
angustia: cuando el niño está solo, cuando está en la oscuridad y cuando halla a una persona ajena en un lugar de la
que le es familiar (la madre). Estos tres casos se reducen a que se echa de menos a la persona amada (añorada).
La imagen mnémica de la persona añorada es investida sin duda intensivamente, y parece como si esta añoranza se
trocara de pronto en angustia. Así, la angustia se presenta como una reacción frente a la ausencia del objeto; en este
punto se nos imponen unas analogías: también la angustia de castración tiene por contenido la separación respecto
de un objeto estimado, y la angustia más originaria (“angustia primordial del nacimiento”) se engendro a partir de la
separación de la madre.
Más allá de esa pérdida de objeto, cuando el niño añora a la madre, es porque ya sabe, que ella satisface sus
necesidades. Entonces la situación que valora como “peligro” es la de el aumento de la tensión de necesidad. Desde
este punto, todo se pone en orden: la situación de insatisfacción, en que las magnitudes de estimulo alcanzan un
nivel displacentero sin que se las domine por empleo psíquico y descarga, establece para el lactante la analogía con
la vivencia del nacimiento, la repetición de la situación de peligro; lo común a ambas es la perturbación económica
por el incremento de las magnitudes de estimulo (núcleo del peligro). En ambos casos sobreviene la angustia, que
en el lactante todavía es acorde al fin, por la descarga orientada a la musculatura respiratoria y vocal clama ahora
por la madre, así como antes movió la remoción de los estímulos internos.
Con la experiencia de que un objeto exterior puede poner término a la situación peligrosa que recuerda al
nacimiento, el contenido del peligro se desplaza de la situación económica a la pérdida del objeto. La ausencia de la
madre deviene ahora el peligro; el lactante da la señal de angustia tan pronto como se produce, aun antes que
sobrevenga la situación económica temida. Esta mudanza es el primer logro de la auto-conservación; pasaje de la
neo-producción involuntaria y automática a su reproducción deliberada.
El objeto-madre psíquico sustituye para el niño la situación fetal biológica.
La siguiente mudanza de la angustia, la angustia de castración que sobreviene en la fase fálica. El peligro es aquí la
separación de los genitales. La línea de conexión con los contenidos más tempranos de la situación de peligro: la alta
estima narcisista por el pene puede basarse en que la posesión de ese órgano contiene la garantía para una reunión
con la madre (con el sustituto de la madre) en el acto del coito. La privación de ese equivale a una nueva separación
de la madre; implica quedar expuesto de nuevo, a una tensión displacentera de la necesidad (como el nacimiento).
Ahora la necesidad cuyo surgimiento se teme es una necesidad de la libido genital, y no ya como en la época de
lactancia.
Los progresos del desarrollo del niño no dejan de influir sobre el contenido de la situación de peligro. Su mudanza
siguiente es causada por el poder del superyó. Al despersonalizarse la instancia parental (castración), el peligro se
vuelve más indeterminado. La angustia de castración se desarrolla como angustia de la consciencia moral, como
angustia social. Ahora ya no es fácil indicar que teme la angustia: es la ira, el castigo del superyó, la pérdida de amor
de parte de él, aquello que el yo valora como peligro y a lo cual responde con la señal de angustia. La última
mudanza de esta angustia frente al superyó es la angustia de muerte (de supervivencia).
Antes se creía que la angustia se generaba de manera automática mediante un proceso económico, mientras que la
concepción de la angustia que ahora se sustenta, como una señal deliberada del yo hecha con el propósito de influir
sobre la instancia placer-displacer (las dos elucidaciones hay que ponerlas en conexión).
La angustia solo puede ser registrada por el yo. El ello no puede tener angustia: ya que no puede apreciar situaciones
de peligro. Aun así, aquí distinguimos entre dos casos: que en el ello suceda algo que active una de las situaciones de
peligro para el yo y lo mueva a dar la señal de angustia a fin de inhibirlo (característico de las psiconeurosis), o que
en ello se produzca la situación análoga al trauma del nacimiento, en que la angustia sobreviene de manera
automática (etiología de las neurosis actuales).
Sobre el terreno de las neurosis actuales se desarrollan fácilmente las psiconeurosis: el yo intenta ahorrarse la
angustia, que ha aprendido a mantener en suspenso por un lapso, y a ligarla mediante una formación de síntoma.
Al exponer el desarrollo de las diferentes situaciones de peligro a partir del arquetipo originario del nacimiento, no
afirmamos que cada condición posterior de angustia destruya a la anterior. Empero, todas estas situaciones de
peligro y condiciones de angustia pueden pervivir lado a lado, y mover al yo a cierta reacción de angustia aun en
épocas posteriores a aquellas en que habría sido adecuada; o varias de ellas pueden ejercer simultáneamente una
acción eficaz. Es posible que existan también vínculos estrechos entre la situación de peligro operante y la forma de
la neurosis que subsigue.

“ANGUSTIA, DOLOR Y DUELO”:


La angustia nace como reacción frente al peligro de la pérdida del objeto. Una reacción así es el duelo. Entonces
¿cuándo sobreviene uno y cuando la otra? En el duelo, ha quedado un rasgo sin entender: su carácter doliente. Y nos
parece evidente que la separación del objeto deba ser dolorosa. Pero entonces ¿cuándo la separación del objeto
provoca angustia, cuando duelo y cuando quizá solo dolor?
Punto de partida: lactante que en lugar de avistar a su madre, avista a una persona extraña. Muestra angustia, que
hemos referido al peligro de la pérdida del objeto. La angustia del lactante ofrece la expresión del rostro y la
reacción de llanto que hacen suponer que además siente dolor. Aun no puede diferenciar la ausencia temporaria de
la perdida duradera; y hacen falta repetidas experiencias consoladoras hasta que aprenda que a una desaparición de
la madre suele seguirle su reaparición.
Esta situación se vuelve traumática cuando registra en ese momento una necesidad que la madre debe satisfacer; y
se muda en situación de peligro cuando esa necesidad no es actual. La primera condición de angustia que el yo
mismo introduce es la de la pérdida de objeto. Todavía no cuenta una pérdida de amor. Más tarde la experiencia
enseña que el objeto puede ponerse malo, y entonces la pérdida de amor se convierte en un nuevo peligro y nueva
condición de angustia más permanente.
La situación traumática de la ausencia de la madre se diferencia de la situación traumática del nacimiento : en el
nacimiento no existía objeto que pudiera echarse de menos. Desde entonces, repetidas situaciones de satisfacción
han creado el objeto de la madre, que en caso de despertarse la necesidad, experimenta una investidura intensiva. A
esta novedad es preciso referir la reacción del dolor. El dolor es la genuina reacción frente a la pérdida del objeto;
la angustia lo es frente al peligro que esa pérdida conlleva.
El dolor nace cuando un estimulo que ataca en la periferia perfora los dispositivos de la protección anti-estímulo y
actúa como un estimulo pulsional continuado, frente al cual permanecen impotentes las acciones musculares, que
sustraerían del estimulo el lugar estimulado. En nada varia la situación cuando el estimulo parte de un órgano
interno. Esta condición genética del dolor parece tener muy poca semejanza con una pérdida del objeto; es
indudable que en la situación de añoranza del niño falta la estimulación periférica. Empero, no dejara de tener su
sentido el concepto del dolor interior, anímico, equiparando las sensaciones de la pérdida del objeto al dolor
corporal.
A raíz del dolor corporal se genera una investidura elevada, narcisista, del lugar doliente del cuerpo y ejerce sobre el
yo un efecto de vaciamiento, de dolores en órganos internos recibimos representaciones especiales y otras de partes
del cuerpo que no suelen estar subrogadas en el representar consciente. En este punto reside la analogía que
permite la transferencia de la sensación dolorosa al ámbito anímico. La intensiva investidura de añoranza del objeto
ausente (perdido) crea las mismas condiciones económicas que la investidura de dolor del lugar lastimado del
cuerpo y hace posible prescindir del condicionamiento periférico del dolor corporal. El paso del dolor corporal al
dolor anímico corresponde a la mudanza de investidura narcisista en investidura de objeto. La representación-
objeto, que recibe de la necesidad una elevada investidura, desempeña el papel del lugar del cuerpo investido por el
incremento de estimulo. La continuidad del proceso de investidura y su carácter no inhibible producen idéntico
estado de desvalimiento psíquico. Si la sensación de displacer que entonces nace lleva el carácter específico del
dolor, en lugar de exteriorizarse en la forma de reacción de angustia, se consuman en la sensación de displacer.
Otra reacción de sentimiento frente a la pérdida del objeto: el duelo; se genera bajo el influjo del examen de
realidad, que exige separarse del objeto porque el ya no existe más. Debe realizar el trabajo de llevar a cabo ese
retiro del objeto en todas las situaciones en que el objeto fue asunto de una investidura elevada. El carácter doliente
de esta separación armoniza con la explicación que acabamos de dar, a saber, la elevada investidura de añoranza del
objeto.

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