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SECRETARÍA : PROTECCIÓN

MATERIA : RECURSO DE PROTECCIÓN


INGRESO ROL : 29814-2018
PARTES : ALERCE ANDINO SOCIEDAD COMERCIAL CON ILUSTRE
MUNICIPALIDAD DE SANTIAGO

APELA

ILTMA. CORTE DE APELACIONES DE SANTIAGO

PAUL GUILLON DÍAZ, abogado por la parte recurrida, en autos sobre


recurso de protección caratulados, “ALERCE ANDINO SOCIEDAD COMERCIAL
LIMITADA CON ILUSTRE MUNICIPALIDAD DE SANTIAGO”, Ingreso Corte Rol
Nº 29814-2018, a US. ILTMA., respetuosamente digo:

Que estando dentro de plazo y por causar agravio a los derechos de mi


representada, vengo en apelar de la sentencia de autos, dictada y notificada a esta
parte, en atención a los siguientes argumentos de hecho y derecho:

Sentencia Recurrida

La sentencia de fecha 5 de julio de 2018 dictada por US. Iltma, determina que
la I. Municipalidad de Santiago al dictar el Decreto Secc. 2da Nº 01463 de fecha 16
de febrero de 2018, que declaró la NO RENOVACIÓN de las patentes Nº 507532-
7 y 507533-5, por no presentación de los antecedentes en el plazo para ser
renovadas para el primer semestre 2018, desconociendo de manera manifiesta
la normativa legal que regula esta materia, contenida principalmente en el D.L. Nº
3.063/1979, Sobre Rentas Municipales, Ley Nº 19.925, que regula el Expendio y
Consumo de Bebidas Alcohólicas; y Ley Nº 18.695, Orgánica Constitucional de
Municipalidades.
I. Normativa Aplicable al Caso:

Como bien sabe S.S. Illtma., la renovación de una patente de alcoholes


conlleva la aplicación de diversos cuerpos legales que inciden en la materia, a saber:
Ley Nº 19.925 de Expendio y Consumo de Bebidas Alcohólicas, que regula actividad
específicamente; Decreto Ley Nº 3.063/1979, Sobre Rentas Municipales, que norma
todo lo relativo a impuestos y derechos de origen municipal y, finalmente, la Ley Nº
18.695, Orgánica Constitucional de Municipalidades, que fija la atribución edilicia
que tiene el Concejo de cada municipio, para resolver acerca del otorgamiento,
traslado, renovación y caducidad de esta clase de patentes de alcoholes, en su
artículo 65 letra o).

Específicamente, en lo que interesa al caso, el artículo 5º incisos primero


y segundo de la Ley Nº 19.925 sobre Expendio y Consumo de Bebidas
Alcohólicas, establece: “Las patentes se concederán en la forma que determina esta
ley, sin perjuicio de la aplicación de las normas de la Ley de Rentas Municipales y
de la ley Nº 18.695, en lo que fueren pertinentes.
El valor de las patentes deberá ser pagado por semestres anticipados, en los
meses de enero y julio de cada año.”

De lo anterior se desprende que el valor de las patentes de alcoholes deberá


ser pagado por semestres anticipados, en los meses de enero y julio de cada año,
es decir, se trata de una patente que tiene un duración semestral y sólo puede ser
renovada si se cumplen con los requisitos legales para ello, lo cual es una diferencia
clara en relación a lo que ocurre con las patentes otorgadas con arreglo a los
artículos 23 y siguientes del D.L Nº 3.063/79, sobre Rentas Municipales, en que el
legislador ha dispuesto expresamente que se trata de una patente anual, dividida
en cuotas semestrales. En otras palabras, las patentes de alcoholes duran un
semestre.

Por su parte, el artículo 26 inciso segundo del D.L. Nº 3063 de 1979 Ley de
Rentas Municipales, preceptúa: “La Municipalidad estará obligada a otorgar la
patente respectiva en forma inmediata una vez que el contribuyente hubiere
acompañado todos los permisos requeridos o la municipalidad hubiere verificado
por otros medios el cumplimiento de aquellos, tanto de orden sanitario, como
de emplazamiento según las normas de zonificación del Plan Regulador, de
otros permisos que leyes especiales les exigieren, según sea el caso, y siempre
que no sea necesario verificar condiciones de funcionamiento por parte de la
Dirección de Obras de la Municipalidad…”

A su vez, el artículo 65 letra o) de la Ley Nº 18.695 Orgánica Constitucional


de Municipalidades, indica que: “El Alcalde requerirá el acuerdo del Concejo
para: O.-) Otorgar, renovar, caducar y trasladar patentes de alcoholes. El
otorgamiento, la renovación o el traslado de estas patentes se practicará previa
consulta a las juntas de vecinos respectivas.”
II. La Illma. Corte de Apelaciones yerra en la aplicación legal al caso, al
momento de dictar el fallo:

Pues bien, es del caso S.S Iltma, que tal como se ha acreditado en este
proceso, el recurrente no presentó la documentación necesaria para proceder
a la renovación de su patente de alcohol, motivo por el cual, el Honorable
Concejo Municipal, mediante el Acuerdo Nº 63, de 31 de enero de 2018, acordó
no renovar las citadas patentes de alcoholes, para el período correspondiente al
primer semestre 2018, por no presentación de los antecedentes en el plazo
establecido, hecho que no se encuentra controvertido en autos y que la Iltma. Corte
de Apelaciones dio por acreditado.

Aclarado lo anterior, el error en el fallo de la Illtma. Corte de Apelaciones se


verifica en el hecho de asegurar que el Municipio dispuso la caducidad de las
patentes de alcoholes, en circunstancias que tal como se acreditó en el proceso, fue
la no renovación de ellas, para el período correspondiente al primer semestre 2018,
el motivo por el cual el recurrente ha dejado de estar facultado para ejercer la
actividad comercial relacionada con el expendio de bebidas alcohólicas.

En efecto, a raíz de carta enviada al domicilio del contribuyente, donde se


informó que la no presentación de los antecedentes necesarios para la renovación
de las mentadas patentes de alcohol podría conllevar la caducidad de ellas, la Illma.
Corte al parecer determinó que esa fue la causa del término de la patente, situación
nada más ajena a la realidad, pues tanto en el Acuerdo del Concejo acompañado
en autos, como en el Decreto que determinó la no renovación, jamás se ha aplicado
causal de caducidad alguna, pues ella es improcedente, al ser una sanción de
derecho estricto establecida por el legislador y sólo aplicables a aquellos casos en
que consta la existencia de una patente de alcohol para el período semestral
respecto del cual se ha autorizado su funcionamiento.

El error señalado, quedó plasmado en los considerandos 5to y 6to de la


sentencia recurrida:

6º) Que, en consecuencia, la no renovación de las patentes de que es


titular la ocurrente, funciona en el hecho como una forma de suspensión de
las mismas o como una forma de caducidad, lo cual evidentemente para un giro
de restaurant diurno y nocturno, como es el caso, se yergue en un embarazo o
perturbación a la actividad económica que desempeñan, ejercicio el cual no aparece
como ilícito o ilegítimo hasta el momento de tomarse la determinación de no
renovación de la patente, y aún después si se considera que, aun así, no concurren
razones impeditivas absolutas. El apercibimiento de que fue objeto la recurrente,
se concretó de hecho, pero sin que se configuraran causales legales al
respecto y sin que el acto recurrido aplicara normativamente esa sanción; (lo
subrayado es propio).

7º) Que, por lo anterior, esta Corte considera que en lo que concierne a Alerce
Andino Sociedad Comercial Limitada y las patentes de alcoholes Nº 507532-7 y Nº
507533-5, el Decreto, sección segunda, Nº 01463 de la I. Municipalidad de Santiago,
de fecha 16 de febrero de 2018, ha sido dictado fuera de los casos previstos en
la ley, por lo que habrá de acogerse el recurso de la manera que se pronunciará.
Por otra parte, la Ley de Rentas Municipales, también aplicable, en su caso, en
virtud del artículo 5º de la Ley Nº 19.925, tratándose de patentes provisorias, permite
que la municipalidad exija el cumplimiento del requisito faltante dentro de un plazo
determinado (que no podrá exceder de un año), obviamente bajo ciertos supuestos,
y en el caso de la verificación de condiciones de funcionamiento por parte de la
Dirección de Obras respectiva, si existieren observaciones y éstas fueran
subsanables, podrá la municipalidad declarar que la patente provisoria mantendrá
dicho carácter por el tiempo que la Dirección de Obras le señale para cumplir con
las exigencias que las disposiciones legales determinen, lo que de modo extensivo
puede aplicarse, y con mayor razón si se quiere- cuando la patente de que se trata
es definitiva. En este caso se trata ciertamente de omisiones subsanables.

Como puede observarse, la Illma. Corte de Apelaciones


incomprensiblemente trató como sinónimos la suspensión de una patente de
alcohol con su no renovación por no presentación de los documentos que permitan
acreditar el cumplimiento de los requisitos legales para su funcionamiento,
ordenando incluso dejar sin efecto el Decreto, sección segunda, Nº 01463 de la
I. Municipalidad de Santiago, en la parte que no renueva las patentes de
alcoholes Nº 507532-7 y 507533-5, y en su lugar se declaró que la Municipalidad
de Santiago, concederá a la recurrente un plazo prudencial para la presentación de
la documentación se requiere, permitiéndole en su caso, el pago de las patentes
que la habilitan para explotar su negocio de restaurant.

Es del caso señalar que son múltiples dictámenes de la Contraloría General


de la República los que han determinado en forma reiterada que las
municipalidades, previo a proceder a renovar una patente de alcohol, deben
verificar el cumplimiento actual de los requisitos legales habilitantes para
poseerla. Lo anterior, dado que el expendio de bebidas alcohólicas constituye una
actividad que se prolonga en el tiempo, por lo cual las exigencias necesarias para
su ejercicio, deben concurrir en forma permanente, de tal manera que la falta de una
de ellas, por una circunstancia sobreviniente, implica la pérdida de los supuestos
considerados al otorgarse la patente, y por tanto, la autorización concedida no
puede subsistir.

Así, distinguir entre “otorgamiento” y “renovación” de una patente de


alcohol no tiene relevancia, ya que lo que vale es que quien ejerce alguna actividad
de aquellas reguladas por la Ley Nº 19.925, se ajuste plenamente a sus normas que
cautelan estrictamente ese ejercicio, no pudiendo la autoridad apartarse de ellas.

Reiteramos: la Iltma. Corte de Apelaciones, aplicó al caso en comento los


términos de suspensión y caducidad cuando ello era improcedente, pues la
caducidad de las patentes de alcoholes se encuentra prevista por el legislador como
una sanción para los casos en que éstas no han sido debidamente pagadas dentro
del plazo legal y luego de aplicada la segunda multa, situación que no constituyó el
antecedente que originó la pérdida de la patente en comento. Por otro lado, en
relación con la procedencia de la suspensión de una patente de alcohol, cabe
recordar que el artículo 20 de la mencionada Ley sobre Expendio y Consumo de
Bebidas Alcohólicas, establece que “La municipalidad respectiva deberá
suspender la autorización de expendio de bebidas alcohólicas a los
establecimientos que se encuentren en los casos siguientes:

1.- Si la patente hubiere sido concedida por error, o transferida a


cualquier título, a alguna de las personas señaladas en el artículo 4º;

2.- Si el local no reuniese las condiciones de salubridad, higiene


y seguridad prescritas en los reglamentos respectivos, y

3.- Si la patente no fuera pagada en la oportunidad debida”.

De hecho, la no renovación de una patente de alcohol produce los efectos


establecidos en la Ley de Rentas Municipales, que establece en su artículo 23 y 26
que para ejercer una actividad comercial es menester el cumplimiento de todos los
requisitos de funcionamiento del establecimiento comercial más la aplicación de la
normativa especial establecida en la Ley de Alcoholes. Por tanto, la inexistencia
de una patente en virtud del razonamiento latamente expuesto, conlleva a que
un contribuyente no pueda ejercer la actividad comercial asociada a la
patente. Así, la mención que hace la Corte de Apelaciones de transformar la patente
no renovada a “provisoria”, en los términos propuestos en el artículo 26 de la Ley de
Rentas es improcedente, pues la Ley Nº 19.925 no contempla la existencia de
patentes provisorias de alcoholes, se basa en el hecho de que la normativa que
las rige regula en forma especial la autorización para el expendio de esa clase de
bebidas, supeditándola al cumplimiento de un conjunto de exigencias que deben
reunir los establecimientos respectivos, como asimismo a los requisitos,
prohibiciones e incompatibilidades que afectan a las personas que pueden ser
titulares de dichas patentes, sin establecer la posibilidad de que, cuando las
respectivas condiciones no se satisfagan, se pueda permitir provisoriamente
la venta de las bebidas de que se trata, a la espera de dar cumplimiento a los
requerimientos que las disposiciones legales determinen. Así lo ha señalado
en múltiples dictámenes la Jurisprudencia Administrativa emanada de Contraloría
General de la República. En otras palabras, la Corte de Apelaciones confunde
los requisitos y funcionamientos de una patente comercial, regulada
específicamente por el D.L. Nº 3.063/79, con los requisitos y condiciones
propias del otorgamiento y funcionamiento de una patente de alcoholes,
regulada por la Ley Nº 19.925.

Por lo anteriormente expuesto, no resulta antojadizo ni menos “irracional”


esgrimir que la no renovación de una patente de alcohol, por incumplimiento
de los requisitos legales para su otorgamiento, conlleva necesariamente a que
esta no pueda ser concedida o entender que ella no pueda continuar funcionando,
que es ineficaz, pues el único efecto respecto de un acto administrativo que
no cumple con los requisitos legales esenciales para su perfeccionamiento es
la inexistencia de él.

Por tanto, considerar que la caducidad y/o suspensión, sanciones que


como hemos señalado son de derecho estricto y aplicables sólo a patentes de
alcoholes que se encuentren vigentes, pueda ser aplicada a una o más de ellas
que no han sido renovadas por incumplimiento de los requisitos legales, suena a
lo menos irrisorio y carente de toda lógica. Más aun considerando que esta parte
logró acreditar ante la Illtma. Corte de Apelaciones que existieron dos
notificaciones, previas a decretar su no renovación, al contribuyente (en los
meses de septiembre y noviembre del año 2017), siendo informado -con al
menos 5 meses de anticipación- del proceso de renovación correspondiente al
primer semestre 2018. Por tanto, a juicio de esta parte, al recurrente ya se le
otorgó un plazo prudencial, desde el día 27 de septiembre al 31 de enero de
2018, para gestionar la renovación de sus patentes, no existiendo hecho positivo
alguno de su parte para realizar ello, por lo cual creemos fehacientemente que en
ningún caso la pérdida de las patentes objeto de la presente acción
constitucional pueda atribuirse o deberse a un acto propio del Municipio, sino
que es a causa única y exclusivamente de un acto atribuible al recurrente, por
lo cual a raíz de aquello, esta Corporación de Derecho Público se vio en el
imperativo legal de no otorgarla por un nuevo período, en virtud del principio de
legalidad que rige el actuar de los Órganos del Estado.

En definitiva, el presente recurso incoado, ha quedado fehacientemente


acreditado que la recurrente ha incumplido abiertamente con el deber que tiene de
cumplir con los requisitos formales que la ley exige expresamente para el
otorgamiento de una patente de alcohol, por lo cual el Municipio, mediante el Alcalde
y el Concejo Municipal, tienen la obligación de verificar las condiciones de
funcionamiento de una patente de alcohol que requiere ser renovada por un nuevo
período semestral, que son antecedentes objetivos que deben ser considerados y
que en ningún caso puede quedar a criterio de ellos que el incumplimiento de la
normativa legal pueda ser subsanada por autorización posterior. Respecto al
análisis de la opinión de una Junta de Vecinos, Informes de Carabineros, opinión de
la Dirección de Seguridad Vecinal, existencia de denuncias al establecimiento
comercial donde se ejercerá el giro, etc, son consideraciones de hecho que pueden
ser analizadas por el Concejo Municipal a fin de determinar la procedencia o no de
la renovación, pues ellos no tienen el carácter de vinculante en su decisión.

Por tanto, considerando la referida letra o) del artículo 65 de la Ley Nº 18.695,


que exige el acuerdo del Concejo, en lo que interesa, para la renovación de las
patentes de alcoholes, no cabe sino entender que, atendido el sentido natural y
obvio de la expresión “renovar”, el acuerdo correspondiente se requiere
respecto de cada período de vigencia de la patente de alcoholes de que se
trate, es decir, en forma semestral. Por tanto, se infiere que para la renovación
de las patentes de alcoholes que dan origen a la acción constitucional, es
necesario cumplir con todos los requisitos exigidos por la ley para su
otorgamiento, pues la falta de uno de ellos por circunstancia sobreviniente implica
la pérdida de uno de los supuestos considerados al otorgarse la patente y, por tanto,
la autorización así concedida no puede subsistir, no procediendo en ningún
término aplicar al contribuyente una sanción que solo es aplicable a patentes de
alcoholes que se encuentran vigentes, como lo son la suspensión y la caducidad de
una patente.
Protección Constitucional de la Actividad Económica Lícita

La Constitución de la República asegura a todas las personas el


ejercicio de toda actividad económica lícita, bajo ciertas condiciones, disponiendo
en su artículo 19 N°21, lo siguiente:

“El derecho a desarrollar cualquiera actividad económica


que no sea contraria a la moral, al orden público o a la seguridad nacional,
respetando las normas legales que la regulen.”

Es decir, la actividad lícita no puede ser ejercida, en ningún caso


en contravención a la norma constitucional invocada, esto es de forma contraria a
la moral y respetando las normas legales que la regulan.

Es del caso S.S Iltma., que los recurrentes no han respetado las
normas legales necesarias para ejercer la actividad económica de expendio y
consumo de alcohol en el establecimiento comercial, por lo que no es posible
sostener que el actuar municipal haya vulnerado la garantía constitucional
consagrada en el art. 19 N° 21. Muy por el contrario, es deber de la Ilustre
Municipalidad de Santiago y del Honorable Concejo Municipal, velar por el respeto
y sujeción a las reglas relacionada al consumo y expendio de bebidas alcohólicas,
contando para ello con las facultades de fiscalización que se ejercieron en el caso
de autos, y que motivó finalmente la no renovación de las patentes objeto de la
acción de protección interpuesta.

Protección Constitucional del Derecho a la Propiedad

La Constitución Política de la República asegura, en su artículo 19 Nº24, el


derecho a la propiedad en sus diversas especies sobre toda clase de bienes
corporales e incorporales.

Dado lo anteriormente expuesto, se demuestra que el Decreto recurrido en


ningún caso se priva de un eventual derecho de propiedad sobre el derecho
incorporal para ejercer una actividad económica que poseería el actor, puesto que
para que éste sea titular de ese derecho, esto es, para que nazca y pueda ejercerse,
es necesario encontrarse legalmente habilitado para desarrollar la actividad
económica de que se trata, según la normativa aplicable al expendio y consumo de
bebidas alcohólicas, lo que no ocurre en este caso, pues es claro y manifiesto que
el recurrente no ha presentado documentación alguna que haga procedente la
renovación de la patente de alcohol por el período comprendido en el primer
semestre de 2018.

Motivación o Fundamentos del Acto Impugnado

S.S. ILTMA, si se revisa el acto administrativo impugnado, el


Decreto Secc. 2da Nº 1463 de fecha 16 de febrero de 2018, de la I. Municipalidad
de Santiago, se podrá advertir en sus vistos los fundamentos de hecho y de
derecho, en virtud de su dictación y por el cual se decreta la no renovación de las
patentes en cuestión.

En particular se señala como fundamentos fácticos, todos los


antecedentes contenidos en el expediente administrativo identificado con el número
ID 3342640, el que contiene los argumentos de hecho que acreditaron la no
presentación de la documentación requerida para la renovación de una patente de
alcohol.
A su turno, podemos apreciar los fundamentos de derechos, en
el artículo 65 letra o) de la Ley Orgánica de Municipalidades, que regula, entre otros,
la renovación de las patentes de alcoholes de la comuna.

Por todo lo expuesto, esta parte solicita que se revoque la


sentencia pronunciada por la Tercera Sala de la Ilustrísima Corte de Apelaciones,
rechazando el recurso de protección interpuesto, pues carece de todo fundamento
fáctico y jurídico, pues ninguna de las normas constitucionales citadas por el
recurrente en su escrito, se ve amenazada, privada o perturbada por la acción de la
autoridad municipal, sino que por el contrario sólo ha hecho uso de sus facultades
que tienen consagración legal, con expresa sujeción a la normativa aplicable.

POR TANTO, en mérito de lo expuesto, de las disposiciones


legales citadas, de lo dispuesto por el art. 20 de la Constitución Política de la
República y numerando sexto del Auto Acordado sobre Tramitación del Recurso de
Protección, dictado por la Excma. Corte Suprema.

A SS ILTMA., RUEGO, se sirva tener por interpuesto recurso de


apelación en contra de la sentencia pronunciada el día 05 de julio de 2018, acogerla
a tramitación y remitir los antecedentes para ante la EXCMA. Corte Suprema de
Justicia, para que conociendo de él, proceda a acoger la presente apelación,
declarando sin lugar el recurso y declare que debe ser rechazado, pues no se ha
vulnerado garantía constitucional alguna con la dictación del Decreto Secc. 2da Nº
01463, de 16 de febrero de 2018, de la I. Municipalidad de Santiago.

Firmado digitalmente por PAUL VICENTE

PAUL VICENTE GUILLON DIAZ


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GUILLON
Sign S.A., ou=Terminos de uso en www.e-
sign.cl/rpa, ou=Authenticated by E-Sign S.A.,
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ou=Firma Electronica Avanzada, ou=RUT -

DIAZ 19306180-K, cn=PAUL VICENTE GUILLON


DIAZ, email=pguillon@munistgo.cl
Fecha: 2018.07.11 18:14:15 -04'00'

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