Introducción
Se sabe que una persona bien informada es una persona mejor preparada,
para las organizaciones, hoy más que nunca este dicho tiene una importancia
vital para contar con una ventaja competitiva en el mercado; ha demostrado
que una buena recopilación, interpretación y buen manejo de información
significa dentro de las empresas una buena comunicación, mejor
entendimiento, mejor rendimiento, mayor crecimiento y por lo tanto mayores
ganancias; tanto económicas como de posicionamiento. Por el contrario, una
mala información en general generará grandes pérdidas económicas y de
prestigio para las empresas.
Información
Stair & Reynolds (2000) nos mencionan las características para que la
información sea valiosa:
Fuentes de información
Fuentes internas
Ejemplos de fuentes internas pueden ser las bases de datos internas por
ejemplo, las que permiten obtener información referente a los clientes, los
estados financieros, permiten obtener información referente a la situación
financiera de la empresa, los registros de inventarios, registros de ventas,
registros de costos, el personal de la empresa, etc.
Fuentes externas
Canales de información
Flujos de información
Por un lado, obtienen información del entorno con el fin de determinar qué
productos necesita el mercado y qué tecnologías existen para cubrirlas, es lo
que denominamos, información ambiental o externa.
Y por último, dan a conocer los productos y servicios que la empresa realiza,
denominándose información corporativa. Veámoslos más detenidamente:
Las empresas necesitan información sobre dos entornos muy distintos: entorno
inmediato y entorno remoto, para informase de cada no de estos dos entornos
existen: fuentes informales de información (no se registran en ninguna parte y
se basan en relaciones personales) y fuentes formales (registradas en papel,
medio electrónico o en cualquier tipo de soporte físico).
Entorno inmediato. Constituido por aquellos elementos con los que la empresa
debe tratar a diario: clientes, proveedores, distribuidores, competidores, fuentes
de financiación y reguladores.
Sistema de información
Todo esto es, en gran medida, resultado de la importancia reconocida del uso
de la información como recurso estratégico para las organizaciones. En las
organizaciones se gestionan dos tipos de recursos: los activos tangibles y los
intangibles. Los primeros, entre los que se encuentran los recursos materiales y
financieros, permiten el desarrollo de los procesos productivos en las
organizaciones. Los segundos, conformados por la información y el
conocimiento, entre otros, determinan los beneficios organizacionales y el
cumplimiento de las estrategias y aspiraciones a largo plazo. Por estas razones
ambos se deben administrar adecuadamente.
Los flujos de información interna: conformados por la información que, una vez
que se convierte en un recurso organizacional, transita y se distribuye por la
empresa, para aplicarse en los procesos que tienen lugar en ella.
Estructura organizacional.
Productos y servicios.
Cultura organizacional.
Todo esto exige conocer, desde un primer momento, la información que utiliza
y necesita la organización y el modo en que circula en ella. Esto último permite
identificar quién la usa, de qué forma, dónde se almacena y para qué se utiliza,
es decir, qué se hace con ella. Sólo así es posible comprender el ciclo de vida
de cada información, las transformaciones que experimenta y su aplicación. Sin
este primer diagnóstico, no pueden orientarse las estrategias y acciones de la
GI, debido al desconocimiento de la situación real del tratamiento y uso de la
información.
Sistemas de información.
Una vez realizado este diagnóstico, que permite observar mejor las fortalezas y
debilidades informativas presentes en la organización, es posible orientar la GI,
que debe considerar la importancia que posee, en materia informativa, la
estructura, los procesos, los servicios y productos; los recursos informativos,
las políticas, regulaciones y estrategias. Todo ello permite a la GI adecuar
estos elementos de forma que:
Auditoría de la información
A lo largo de este artículo se ha definido lo que es la información sus
características, que es un sistema de información; su importancia económica
que tiene en las organizaciones así como la necesidad de gestionarla; y es
aquí donde entra la auditoría de la información, ya que como se definió
anteriormente la gestión de la información es todo lo que se refiere a la
obtención de la información adecuada, de la forma adecuada, para la persona
adecuada, a su precio adecuado, en el tiempo y lugar adecuados. Pero ¿cómo
saber si la información obtenida es la adecuada? Ya que nos encontramos en
una época donde hay exceso de información, exceso de fuentes de información
por lo que cada vez es más difícil obtener información verídica a pesar de tener
tanta información a la mano.
“Un análisis sistemático del uso, los recursos y los flujos de información, y una
comprobación que establezca tanto en lo que concierte a la gente como a los
documentos existentes hasta qué punto éstos contribuyen a los objetivos de
una empresa”.
“La auditoría de la información permite como mínimo, determinar cuáles son las
fuentes de información de que dispone la empresa (el patrimonio de
información) cuáles son las fuentes que realmente necesita (la información
vital) cuáles son las fuentes que no tiene (las carencias de información) y para
finalizar, cuáles son las fuentes que generan costos inútiles (la información
superflua)”.
Definir una estrategias sobre información que debe circular por la organización,
y puede llegar a detallar de qué modo debe circular. (Cornella, 2003)
Las formas en que se utiliza la información con el fin de alcanzar los objetivos.
Las herramientas que hay que utilizar para interactuar con la información desde
los índices manuales hasta los sistemas automatizados más complejos.
Algunas de las preguntas a las que una auditoría de la información debe dar
respuesta son:
Evaluación de un servicio.
Una auditoría también puede servir para hacer una revisión de las políticas
parciales del servicio de información.
Conclusiones
Bibliografía
Mateo Mateo, C., & Álvarez Herranz, A. (1999). La economía del factor
información. España: Universidad de Castilla- La Mancha.